Universidad Nacional Abierta

Rectorado
Dirección de Investigaciones y Posgrado
Coordinación - Centro Local Lara.

EL CONFLICTO EN LA DINAMICA SOCIO- INSTITUCIONAL EN VENEZUELA

Tarea 4

Participante: Liliana A. Hernández A.

Cédula de Identidad : 11.598.739
Asignatura : Métodos Alternativos Resolución de Conflictos
Facilitador: Dr.José Humberto Figueroa.

Barquisimeto marzo 2022.

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 Introducción
La crisis que actualmente se vive en Venezuela ha superado no
solamente el tiempo, sino también el espacio, ya que ha trascendido a otras
latitudes, dentro y fuera del continente Latinoamericano, afectando sus
realidades sociales, económicas, políticas y culturales tanto como en la propia
Venezuela; pues la crisis que ahora se ha tornado humanitaria, debido a la
escacez de productos basicos, de medicinas, combustible, servicios básicos
deficientes, éxodo masivo de hasta casi cinco millones de venezolanos, la
hiperinflación, la vulnerabilidad de las instituciones públicas, violación de DDHH
y fundamentales, ha nacido del conflicto político y el conflicto continúa y
permanece debido a la crisis; es pues un circulo vicioso que parece no tener fin,
donde los actores no manifiestan de forma efectiva y sincera disposición y
disponibilidad para lograr la tan anhelada solución que ponga fin de forma
definitiva al caos que deben vivir todos los días los venezolanos y las
venezolanas.
Lo lamentable de toda la situación no son solamente las consecuencias
visibles, sino las invisibles, como la separación y distanciamiento ideológico
existente entre las personas que habitan el territorio venezolano, consecuencias
que tardaran años en repararse, heridas que tardaran en sanar, y cicatrices que
nunca se borraran; porque superar veinte años de crisis y conflicto no es fácil,
pero tampoco imposible cuando a través del diálogo, la comunicación asertiva,
el compromiso y la responsabilidad de cumplir acuerdos forman parte de una
agenda de mediación.
Mediar es la única y mejor opción pacífica que tienen los cabecillas del
conflicto político en Venezuela como son Maduro y Guaidó, ellos a través de su
conflicto representan solo la punta del iceberg, al aceptarse y respetarse como
contrapartes pueden lograr un avance en la búsqueda de una solución.

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 Desde hace más de veinte años Venezuela es un país que interna y
externamente se percibe como dividido, partido, a la mitad, donde unos se
comparan o diferencian de los otros tanto a nivel económico, como político,
social y cultural, donde la falta de reconocimiento del otro como conciudadano
incrementa los conflictos en todas las esferas y niveles, donde no existe
tolerancia, ni respeto, garantia o proteccion de los DDHH; ya que de forma
invisible y subliminal se ha establecido una nueva expresión de apartheid; que
se ha ido instalando hasta el punto de separar hermanos, familias, vecinos,
colegas, profesionales, funcionarios, funcionarias; pues dependiendo de la
ideología política que profesan o simpatizan, dependerá el bando en que se
sitúen para desempeñar sus funciones o tareas.
Tal ha sido la división política y social en Venezuela, que actualmente
convergen dos Asambleas Nacionales y dos Presidentes de la República donde
cada quien tiene su grupo de adeptos, sus fuerzas, sus recursos que se
contraponen y convergen entre sí, lo cual solo es un reflejo del cúmulo de
disgustos e inconformidades de la población expresada a través de infinidad de
protestas, manifestaciones, marchas, paros cívicos, que se llevaron a cabo por
por ambos bandos de la población desde el 2014 hasta el 2018 dejando solo
pérdidas millonarias en materiales, equipos e infraestructuras destruidos, con
vidas humanas de jóvenes y adultos que se cegaron por asesinos
desconocidos, una migración de talento humano masiva de más de cinco
millones de profesionales, técnicos y mano de obra calificada hacia paises
vecinos y otros continentes, desestabilización económica, hiperinflación,
desabastecimiento de productos básicos, medicinas, tratamiento médico,
insumos y de gasolina, precario sistema de salud pública, deficiencia de
servicios básicos como agua, gas domestico y electricidad, desempleo; que en
su conjunto y por su permanencia en el tiempo, ha sido calificado por los

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eruditos del tema , como crisis humanitaria.
Una crisis que incumbe a cada uno de los venezolanos y venezolanas,
dentro y fuera del pais; desde que están en período de gestación hasta sus
diferentes etapas de desarrollo, crecimiento y muerte; ya que la
constitucionalidad, los valores democráticos, el estado de derecho, la
institucionalidad pública, y en definitiva los Derechos Humanos han sido
violentados, violados, ultrajados y mancillados; sin importar condición social,
económica, política, cultural, sexo, preferencia sexual, ni edad; generando más
distanciamiento, diferencias y limitaciones que van creciendo como una bola de
nieve que si no se detiene a tiempo, las consecuencias serán más lamentables.
La existencia de una bipolaridad extrema al punto de prevalecer dos
presidentes de la república, evidencia un conflicto político-institucional que
impide una solución inmediata a la crisis que reina en el país; un conflicto
donde las partes se niegan a ceder sus reclamaciones y exigencias, donde cada
lado desea imponer sus decisiones y opiniones, con diferentes directrices, con
instituciones públicas paralelas, donde ninguno reconoce la importancia y la
necesidad de la existencia del otro, donde se sabotean mutuamente, donde
cada uno tiene sus propios intereses y compromisos con gobiernos extranjeros
que los presionan y donde el poder político se encuentra en manos de militares;
todo ésto hace muy cuesta arriba lograr un entendimiento y una salida pacífica
al conflicto.
Venezuela es el único país democrático que tiene dos presidentes; uno
elegido en comisiones que algunos sectores califican como ilegítima ya que fue
convocada por un CNE ilegítimo, sin la participación de todos los actores
políticos venezolanos, sin observación internacional y sin las garantías
requeridas; y otro, autoproclamado como tal; valiéndose de lo anteriormente
dicho y sustentándose en el artículo 233 de la Constitución Nacional (1999):

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 Cuando se produzca la falta absoluta del presidente electo o presidenta electa
antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y
secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y
toma posesión el nuevo presidente o presidenta, se encargará de la Presidencia
de la República el presidente o presidenta de la Asamblea Nacional.

Y tal como indica el abogado constitucionalista y profesor de la

Universidad Católica de Caracas, Juan Manuel Rafalli, citado por The
Associated Press(2019):

El punto de partida de la decisión de Guaidó --que cuenta con el respaldo del

poder legislativo-- es que el año pasado (2018) no existió un proceso electoral
que diera legitimidad a Maduro. Es decir, dado que esos comicios fueron
rechazados por opositores y organismos internacionales por sus
irregularidades, Rafalli explica que no puede hablarse de que hoy exista en
Venezuela un presidente electo. Por ello, cuando Guaidó se declaró mandatario
interino, actuó basándose en una interpretación del legislativo de la Carta
Magna.

Por lo acontecido, desde el 23 de enero del año 2018, Venezuela posee un

Presidente electo; Nicolás Maduro y un Presidente autoproclamado; Juan
Guaido, ambos protagonistas y actores de un conflicto político-institucional que
repercute y ha traido consecuencias tanto a nivel macro, como a nivel micro,
pues a nivel macro las relaciones diplomáticas se han deteriorado, se han
realizado bloqueos de cuentas bancarias de Venezuela en EEUU y países de
Europa, sanciones a PDVSA, nombramientos de funcionarios y representantes
de embajadas y consulados en pro de Guaidó, prohibición de entrada a países
de personas pro Maduro, cierre de embajadas venezolanas en EEUU y de la
norteamericana en Venezuela; y a nivel micro, ha afectado a las personas de a
pie; confundiéndolos, creando dudas e incertidumbre no solamente sobre esas
dos figuras, ya que ambos han perdido seguidores y adeptos; ya que sus
liderazgos han sido debilitados y ambas fuerzas se han minimizado; sino

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también porque los venezolanos y venezolanas ven cada día menos protegidos
y garantizados sus derechos humanos y fundamentales; la hiperinflación
aunado a una economia dolarizada han mermado las oportunidades de una
mejor calidad de vida para ellos y sus hijos e hijas, y lo que ha quedado para
muchos, como mejor alternativa, es la inacción, y esperar a ver qué pasa.

Es así como dicho conflicto, se ha caracterizado por las constantes

amenazas y advertencias de cada lado por ejemplo en caso de que no se logre
un acuerdo, presión creciente de los países que mantienen intereses
económicos en Venezuela, más sanciones internacionales, persecuciones y
aprehensiones ilegales e inconstitucionales a opositores del gobierno, ausencia
de independencia de las instituciones, control sociopolítico, alienación de las
fuerzas armadas, clientilismo, ataques verbales difundidos por los medios de
comunicación (lo que evidencia violencia y agresividad), ridiculización de la
contraparte, la falta de dispocion para dialogar de forma abierta y siencera y
por supuesto la falta de reconocimiento y "carencia de acuerdos políticos para
la coexistencia democrática", tal y como lo indica Temir Porras, citado por
Castedo A. (2019), en un reportaje para la BBC News Mundo.

Sin embargo a pesar de las características y consecuencias negativas

explayadas anteriormente, el conflicto debe, (obligatoriamente) tener una
solución pacífica, no solamente por el bien de los actores y protagonistas de
ambos bandos, sino por el bienestar y futuro de Venezuela y sus
conciudadanos y conciudadanas dentro y fuera de sus limites demográficos, el
diálogo, la comunicación efectiva, sincera, honesta, la disponibilidad de llegar a
acuerdos y compromisos, de ceder y flexibilizar las condiciones establecidas
de incluir a otros actores de vida civil de la sociedad venezolana en el diálogo,
incluyendo a representantes de las fuerzas armadas; deben ser requisitos sine
cuan nom para lograr la paz.

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 Una propuesta a la crisis desde el punto de vista particular, sera usar el
mecanismo extrajudicial para la resolución de conflictos comomlo es la
mediación con el intermedio de figuras internacionales expertas en dicha
materia como actualmente se está llevando a cabo por Noruega, y establecer
una agenda de puntos a tratar que sean factibles y que ofrezcan oportunidades
de estabilizar la situación política y el conflicto en el país, aunado a la ayuda
humanitaria que se requiere para superar la crisis alimentaria y de salud que el
gobierno ha reconocido.

Si realmente Maduro se siente seguro de su liderazgo y de la fidelidad de

sus seguidores, que acepte la instalación de un CNE donde tanto gobierno
como oposición se encuentre igualitariamente representados y acuerde llamar
a elecciones presidenciales con presencia de observadores internacionales,
transparentes y objetivas; y que ambos lados acepten los resultados arrojados,
porque al final de cuentas el conflicto comenzó por un proceso electoral, por lo
que seria una oportunidad para Maduro para reconfirmarse y para Guaidó de
solidificarse como oposición; al final ambos se reconocen y se aceptan como
contrapartes comunes que se relacionan en el arduo y astuto juego de la
política.

Soñar con una Venezuela donde se logre un acuerdo y una mediación

entre las partes, es factible; los sueños son posibles, cuando en un país la
mayoría quiere y desea la paz, la igualdad de oportunidades, la justicia plena, y
la libertad, cuando existe convicción de que sí se puede, y más cuando
Venezuela es un país tan rico en recursos naturales y tan rico de gente buena,
honesta, trabajadora, "echa pa'lante"; la luz al final del túnel sí se puede
vislumbrar, si todos sus habitantes enfocan todos sus fuerzas, voluntad,
entusiasmo y poder para que se logren esos sueños; un sueño para Venezuela,
sí es posible.

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 Conclusión

Concientizarse sobre la magnutid de perdidas en tiempo, dinero, recursos

y talento que ha sobrevenido como consecuencia del conflicto político entre
dos fuerzas que se repelen como las del gobierno y de la oposición en
Venezuela, donde sus actores principales igualmente se conflictuan; es una
responsabilidad y compromiso de todos y de todas, y no solamente de los
venezolanos y venezolanas, sino también de los demás miembros de la
comunidad mundial, porque sencillamente lo que le acontece a unos, afecta y
repercute a los otros, porque sencilla y llanamente se deben dejar a un lado los
interese partidistas, económicos y financieros que van detrás de las
oportunidades que brinda un conflicto como el acontecido en la patria
venezolana, porque para nadie es un secreto que muchos se han beneficiado y
se siguen beneficiado de la crisis humanitaria y del conflicto político existente
en Venezuela.

El país venezolano siempre fue una referencia de democracia apoyo y,

solidaridad, esos valores deben resurgir, deben despertarse y volver a la
palestra, deben ser los que orienten y guíen a las partes para que Venezuela
logre la paz, el cese de los enfrentamientos, el reconocimiento de las
diferencias políticas y la tolerancia del pensamiento e ideología del otro como
parte indispensable del sistema político-económico-social necesario para
reconstruir una sola patria para todos y para todas, para que los hermanos y
hermanas que se han ido, regresen con los conocimientos, talentos,
aprendizajes y preparación adquiridos, que sus hijos e hijas se entrañen en la
tierra que vio nacer y crecer a sus padres, que inviertan, que trabajen y que
progresen en su país natal; por ello, mediar no es una opción, es la única opción.

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 Bibliografía

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (CRBV 1999). Gaceta

Oficial Extraordinaria. Nro.36.860 de fecha 30 de noviembre de 1999.
Recuperado de : https://www.oas.org/dil/esp/constitucion_venezuela.pdf.

The Associated Press. (2019). AP Explica: ¿Por qué hay “dos presidentes” en
Venezuela?. Recuperado de: https://apnews.
com/article/3d421575fac946b5814a1146289f1e33.

Castedo, Antias. (2019). BBC News Mundo. Juan Guaidó vs. Nicolás Maduro:
qué consecuencias prácticas tiene el reconocimiento internacional de Guaidó
como presidente interino de Venezuela. Recuperado de: https://www.bbc.
com/mundo/noticias-america-latina-47149458.