Está en la página 1de 1

Los Enanitos Habladores

Todos tenemos lo que yo llamo los Pequeños Enanitos, estos son buenos para la
supervivencia, ya que pertenecen al sistema límbico, una parte de nuestro cerebro ancestral
que nos avisa de los peligros, pero también nos puede complicar la vida, si su conversación
es muy mala, hay que trabajarlos hasta dejarlos en silencio y que no nos molesten más con
sus pequeñas hazañas o sabotajes.
Son los siguientes:
 
El Crítico, Nos suele atacar, nos culpabiliza, “La he jodido”, “Lo he hecho mal” o bien
criticamos y enjuiciamos todas las circunstancias
El Perfecto, Es el que nos insta a no estar nunca satisfechos con lo cual nuestro auto nivel
de exigencia es altísimo, y a su vez lo exigimos a los demás
El Victimista, Todo lo malo le pasa a él, aunque sea improbable que le suceda, la manera de
atajarlo es lo que Víctor Frankl dice;” Matate”
El Complaciente, Trata de complacer a todos los que le rodean, a las exigencias de entorno,
olvidándose por completo de sí mismo,
El Hipervigilante, Desconfía de todos y de todo” La Vida es durísima” En este caso hay
que trabajar es el sentimiento de vulnerabilidad, cuando lo aceptamos nos hacemos más
felices y más libres
El Hiperracional, Todo lo pasa por el cerebro racional, derivado de que al hacerlo así
piensa que se libera
El Hiperrealizador, No para de hacer cosas, buscando siempre la aprobación exterior.
Cuando la aprobación y la aceptación tienen que ser internas
El Activista, No para, siempre se está moviendo es la típica persona que parece que siempre
está haciendo algo, aunque realmente no hace nada
El Controlador, Es el que tiene que controlarlo todo, sino lo hace “menudo desastre” por
ello siempre está estresado y además se cree imprescindible
El Esquivo, No acepta los conflictos, se escabulle cada vez que hay un conflicto, o bien lo
niega o bien se marcha
 
Todos nosotros los tenemos en mayor o menor medida, ¿Qué podemos hacer, para que no
nos compliquen la vida? Sencillamente saber que existen, conocer en qué medida forman
parte de nosotros mismos y si así lo decidimos trabajarlos con un profesional del coaching.

También podría gustarte