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Una palabra que no gusta

01. Introducción
Déjeme comenzar este mensaje haciéndole una pregunta. ¿Cuál es la palabra o el mensaje menos
escuchado en estos días?

Hay una palabra, un mensaje que el señor Jesucristo, hablaba constantemente en su ministerio, usted
puede recorrer la biblia desde génesis a Apocalipsis y la encontrará repetidamente.

Es la palabra arrepentimiento.

Quizás después de este mensaje usted me querrá un poco menos, porque no es popular hablar de
arrepentimiento, uno no se hace de amigos cuando toca este tema. Pero la misma palabra nos demanda a
los que predicamos enseñar todo el consejo de Dios. Y nosotros, no nos paramos aquí para agradar a los
hombres, sino para agradar a Dios y para que los hombres se conviertan de sus pecados y vivan.

Arrepentimiento, es una palabra tremenda y poderosa que desgraciadamente ha ido desapareciendo del
vocabulario cristiano, ha desaparecido de muchos pulpitos, de la predicación en la calle y de las alabanzas.
Pero no ha sido anulada de La Biblia y ella tiene mucho que decir con respecto al arrepentimiento.

El primer sermón que Jesús predicó fue sobre arrepentimiento:



Mateo 4.17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar,
y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.

Arrepentíos, arrepentíos. Y es el mensaje recurrente en todo el ministerio del Señor.


 ¿Pero qué sucede hoy?
 ¿Por qué no se escucha esta misma palabra en la boca de los cristianos y especialmente los
predicadores?
Porque la palabra arrepentimiento nos llama y nos demanda a renunciar al pecado y a abandonar
los pecados amados y acariciados de nuestro corazón.
La gente no quiere oír de abandonar el pecado, no quiere escuchar sobre arrepentimiento, no quiere
escuchar de la necesidad de cambiar el corazón y la manera de pensar.
Porque es más bonito oír sobre el amor de Dios, sobre la prosperidad de Dios, sobre las bendiciones de
Dios, sobre el perdón de Dios.
Pero déjeme decirle algo: No hay bendición, no hay prosperidad verdadera, y no hay perdón de Dios sin
antes haberse arrepentido.
Este es un mensaje para los que no conocen al Señor, pero también para nosotros para la iglesia. Porque
el último mensaje del Señor Jesucristo para su iglesia habla de arrepentimiento:
 “
Apoc. 3.19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”.
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02. Desarrollo

03. Los ejemplos del arrepentimiento:


 Es imposible en esta hora enumerar la infinidad de mensajes de arrepentimiento que hay en toda
la biblia,
 por todo el antiguo testamento la labor principal de los profetas fue el llamado al arrepentimiento
y a volverse a Dios.
 Dios llamó a Judá e Israel al arrepentimiento,
 llamó a reyes y gobernantes,
 llamó las naciones paganas al arrepentimiento,
 Jonás fue enviado a Nínive, la potencia de su tiempo, una nación poderosa y pagana, con un
mensaje de arrepentimiento.
 Y hoy Dios nos llama a arrepentirnos.

Ahora, ¿Qué es el arrepentimiento?


 Veamos primero lo que no es arrepentimiento:
 Arrepentimiento no es solo lamentar el pecado.
 Arrepentimiento no es remordimiento por ser sorprendido con las manos en la masa. Ejemplo
 No es solo sentir pena por haber pecado. Oh en verdad la embarré
 No es sentir vergüenza, o sentirse culpable.
 Arrepentimiento tampoco es necesariamente quebrantamiento. Porque a lo largo de mi vida
cristiana he visto a miles de personas, levantar su mano, pasar adelante y llorar amargamente, y
después de llorar vuelven a sus mismos hábitos y las mismas prácticas. Y después de una semana
no le vemos nunca más y sus vidas nunca cambiaron.
 Estamos viviendo tiempos difíciles, el amor de muchos se ha enfriado, y muchos cristianos ya no
tienen dolor, ni vergüenza por su pecado.
 Ahora entiéndame bien, la pena es buena, la vergüenza es buena, las lágrimas son buenas
cuando nos llevan al arrepentimiento.

 Pero, ¿qué es el arrepentimiento?


 La palabra para arrepentimiento significa hacer un cambio
 Es una vuelta en 180°
 Es alejarse del pecado y caminar hacia Cristo.
 Es un cambio que afecta tres áreas del ser humano. La mente, el corazón y la voluntad es sentir
dolor verdadero por haber ofendido a un Dios santo

La evidencia de un corazón arrepentido


¿Ahora cual es la evidencia de un corazón arrepentido?
 Sin duda no son las palabras, cualquier persona puede venir a nuestros cultos, cantar las alabanzas,
ofrendar, decir gloria a Dios o amén, y nunca haberse arrepentido. Me ha tocado hablar con
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personas que tienen un tremendo conocimiento de la palabra, eruditos, pero nunca se han
arrepentido.
 Tampoco es la forma de vestir, o una corbata, o la biblia bajo el brazo, ninguna forma de
religiosidad.
 La biblia enseña de dos personas, el hijo prodigo allí en pobreza, en medio de los chanchos
llorando, diciendo pucha que he sido torpe, que he sido malo, pero la prueba de su
arrepentimiento fue que salió de allá y se volvió a su padre.
 Otro caso, Zaqueo, el inspector de impuestos Internos, sinvergüenza, usurero, ladrón, cual fue la
prueba de su arrepentimiento, es que devolvió lo robado cuatro veces más.
 Ejemplo: hermana Silvia Flores

Conclusión
Creo sinceramente que en este día Dios nos está demandando a volver esta palabra, arrepentimiento, a
nuestro vocabulario cristiano, volverla a nuestras predicaciones, volverla a nuestros pulpitos, volverla a nuestra
alabanza.

 Y llamar a las naciones pecadoras a arrepentirse.


 Llamar a las iglesias a arrepentirse.
 Llamar a los cristianos rebeldes a arrepentirse, y mostrarles el grave peligro en que están.
 Llamar a los hombres sin Cristo a arrepentirse.

 Predicador, Cristo no te pide algo que él no haya hecho antes. Debes predicar arrepentimiento.

 Joven, tú que tienes todas las fuerzas para evangelizar a otros, llama a los hombres al arrepentimiento.
 Ministro de alabanza, vuelve la palabra arrepentimiento a la adoración y la alabanza.
 Padre, arrepiéntete y enseña a tus hijos a volverse a Dios.
 Madre, que ejemplo mayor para tu generación que el corazón de una madre arrepentida.
 Iglesia, debes arrepentirte.
 Usted debe arrepentirse y yo debo arrepentirme.

Ayúdenos el Señor.

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