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El problema de la vivienda en 

Chile 
(Aquí va el resumen de la wea en letras más pequeñas con gris más claro y centrado) 
 
Sergio Molina, Nicolás Cortés, Ignacio Soto,
Gonzalo Atenas, Javier González, Matías Reyes.
9 de septiembre de 2018

Población Villa Portales, Quinta Normal. 


 
 ​Chile , entre las naciones de la OCDE, es de los países que presentan mayor desigualdad
económica, e​l 1% de su población concentra aproximadamente el 30% de los ingresos1,
ubicándose dentro del mundo, en el lugar número 14, y 6 en el caso de Latinoamérica, todo
esto en el ranking de países con mayor desigualdad económica, según datos del Banco
Mundial. Estas cifras se ven reflejadas principalmente en la calidad de vida de las personas,
y en un derecho tan básico como el acceso a la vivienda. Según un estudio del 2017 de la
Cchc (Cámara chilena de la construcción) el déficit de vivienda supera las 500.000
unidades. Otra arista a considerar es la calidad de las viviendas existentes, muchas de ellas
son casas pareadas o departamentos estrechos que no pasan de los 40 metros cuadrados.

  ​En el año 2017, la Relatora Especial de la ONU sobre el derecho a una vivienda
adecuada, Leilani Farha, relató, luego de una visita de diez días y, refiriéndose a la
problemática de la vivienda:    “La  desigualdad  es  uno  de  los  rasgos  distintivos  de  la  sociedad 
chilena  y  esto  es  claramente  evidente  en  la  situación  de  la  vivienda  en  el  país”​.  ​La Sra. Farha se
mostró impresionada por el abandono por parte del gobierno de las personas sin hogar,
muchas de las cuales sufren discapacidades. ​“Esta población es prácticamente invisible. No se les 
ofrece  casi  ningún  servicio  gubernamental  y,  sin  duda,  no  hay  opciones  de  vivienda  excepto  los 
servicios de alojamiento periódico y de caridad” s​ eñaló.  

Para profundizar en la problemática planteada es que se ha realizado un trabajo en


terreno, visitando dos zonas residenciales de la ciudad de Santiago. Las zonas observadas
presentan una brecha socioeconómica considerable, que se observa a primera vista. El fin
de esta investigación es contrastar las principales características y diferencias de ambos
lugares,que solo se encuentran a 12.5 km de distancia. Con este fin en mente es que en
primer lugar, se circundó varios barrios de Providencia cercanos a la Estación Los Leones
de la línea 6 del Metro de Santiago, recordando que esta comuna se encuentra en la
posición número 1 del Índice de Calidad de Vida Urbana 2018 realizado por la Universidad
Católica de Chile, el cual considera todas las comunas de nuestro país. Principalmente se
observó la fachada de las residencias, de los edificios piloto, las plazas públicas, los
automóviles, entre otras cosas. Por otro lado, se realizó una entrevista a l@s pobladores de
“las carpas” que se encuentran en el límite de la comuna de Quinta Normal y Estación
Central, que dicho sea de paso en base al estudio mencionado anteriormente, poseen una
puntuación de 28,48 y 39,63 sobre 100 en el aspecto de vivienda y entorno. La entrevista
giró en torno a la búsqueda de los motivos que llevan a las personas a vivir en estos
espacios, de manera de poder ahondar en las razones subyacentes de la existencia de estas
‘’viviendas’’. 

1
(López, Figueroa y Gutiérrez 2013) página 28 LA ‘PARTE DEL LEÓN’: NUEVAS ESTIMACIONES
DE LA PARTICIPACIÓN DE LOS SÚPER RICOS EN
EL INGRESO DE CHILE
Situación en providencia. 

Ante la negativa de las corredoras de propiedades y de los residentes de concedernos


una entrevista o dejarnos ingresar a los departamentos piloto, el método de investigación
constó de una observación de las condiciones de vivienda y el barrio que comprende las
calles Av .Ricardo Lyon, Av. Suecia, Carlos Antúnez, Av. Los Leones y Eliodoro Yáñez a
la altura del metro Los Leones de la Línea 1 del metro de Santiago.

‘’Casa’’ ubicada en la Av Suecia, Providencia, Santiago. 


 
  ​Al bajarnos en el metro Los Leones, en la comuna de providencia, podemos ver la
ciudad que se pinta en los afiches y comerciales turísticos, llenos de tiendas y servicios
como farmacias, malls, universidades, servicios de comida, vestuario, etc. Nos dirigimos
en dirección oriente para ir al barrio residencial de Av Suecia.
Caminando por la avenida, podemos ver infraestructuras sólidas y amplias, que varían
entre casas, departamentos y supermercados. Las calles son limpias, y en cada esquina hay
contenedores para depositar los residuos. El transporte de vehículos varía entre autos
particulares, camiones de basura, vehículos de seguridad municipal y autos policiacos, lo
que nos hace sentir un poco observados. Todos estos transitan por una perfecta calle, en
donde los hoyos o “eventos”, cómo se les dice popularmente, no existen. El verde es una
constante, hay abundante vegetación, entre árboles imponentes, en los patios y las calles, y
pasto a lo largo de toda la vereda. Todo esto en perfecta condición, cortado a la medida y
sin exceso de hojas en el suelo, gracias a la gran cantidad de jardineros( a lo largo de
nuestro recorrido pudimos observar 4 o 5 jardineros), cabe mencionar, el detalle de un
objeto tirado en el suelo que nos llama mucho la atención, (además de ser quizás el único
residuo que vimos), creemos que tiene mucho significado respecto al contexto que estamos
observando, es un vaso de café de la marca Starbucks, el cual, a pesar de no ser de los de
mejor calidad del mercado, tiene un alto valor y, a su vez, tiene la particularidad de entregar
estatus a su consumidores, puesto que, es exclusivo, respecto a la ubicación de sus tiendas,
que se encuentran en los grandes malls y mayormente en las comunas de mayores ingresos.

Vaso de café de la cadena Starbucks tirado en la calle Carmen Sylva, Providencia, Chile. 

Ahondando en el tema principal de nuestra visita, las viviendas, solo pudimos hacer una
observación desde fuera de las infraestructuras, a pesar de esto, pudimos rescatar detalles
importantes. El primero de ellos es una constante que se da, tanto en departamentos como
en casas, que es el gran espacio que poseen. Departamentos que, según nos ofertan los
letreros de las inmobiliarias y gracias a lo que pudimos averiguar, tienen más de 90 metros
cuadrados y su valor oscila entre los 150 y los 190 millones de pesos, también algunas
casas llegan a situarse en terrenos de 529 metros cuadrados y cuyo valor alcanza los 1360
millones de pesos. -todos estos datos fueron extraídos de avisos de venta en páginas de
corredoras de propiedades. Pese a que sabemos que estos valores no son los más
exagerados y altos que existen, son lo suficiente contrastables con el caso de las carpas de
Estación Central.

Un segundo punto que nos llamó mucho la atención respecto a las viviendas, además del
valor y el espacio, es la mayor visibilidad de árboles, plantas, pastos, que colorean y
embellecen las principales calles, avenidas e incluso las mismas casas con sus respectivos
patios interiores, además de los exteriores que acompañan la acera a lo largo de todo el
sector, de esta misma manera es que nos encontramos con muchas plazas que incorporaban
este verdoso patrón a sus bancas y algunos juegos infantiles, por lo que nos decidimos a
investigar más a fondo acerca de este factor, y nos encontramos con algo que es necesario
puntualizar.

​Aquí podemos observar la cantidad de metros cuadrados de áreas verdes por habitante
de las comunas de la ciudad de Santiago, donde se observa que Providencia se sitúa en el
segundo puesto con unos 13,8 m2, mientras que Estación Central, a pesar de no estar en
una posición tan lejana respecto de las comunas con mayor cantidad, es básicamente por ser
la ‘’menos mala’’ entre las peores bajo este criterio, por otro lado, Quinta Normal es casi la
comuna con menor cantidad de áreas verdes, alcanzando sólo 1,3 m2 por habitante, de esta
forma nos quedó un poco más claro el por qué de la particularidad en nuestra observación,
y también nos ayudó a comprender que la vulnerabilidad social responde a factores
múltiples, que pueden ayudar a aumentar la calidad de vida urbana y disminuir las
consecuencias de la marginación y la pobreza.

Situación de vivienda en los sectores bajos y/o vulnerables.

Al acercarse a las carpas puestas en la calle en el sector de Quinta Normal se presenta


un paisaje completamente distinto al de Providencia, estas carpas en las que vive la gente
no son infraestructuras “sólidas y amplias” como en el barrio residencial de Av. Suecia, las
calles están sucias, hay barro, desechos en el piso, que conviven en la cotidianidad junto a
la gente que ahí reside. La imagen que se presenta habla por sí sola, la gente que vive ahí
no tiene ni las más mínimas comodidades que las que tienen las personas que habita el
barrio de Av. Suecia. Por lo demás, al pasar se evidencia indicios de un alto consumo de
drogas, lo que se suma a la vulnerabilidad social y económica del sector.
Con objeto de conocer las condiciones de vida y las razones que lleva a vivir a diferentes
personas en “las carpas”, que se han mencionado con anterioridad en este trabajo, es que se
realizó una entrevista a una pobladora de este sector, quien por petición propia nos ha
pedido resguardar su identidad, y que para efectos de este reportaje nos referiremos a ella
como Andrea.

Respecto a cómo viven, ¿cómo ha sido este proceso?

- Soy Andrea, tengo 32 años y no tengo problemas de vivencia en la calle, o sea,


no tengo problemas de sistema de calle, vivo acá con mi pololo Carlitos, que
siempre ha vivido en la calle, con su mamá y su pareja y su hermano, y como la
polola siempre quiere estar con el pololo vine a apañar nomás, ¿sabí lo que pasa?
vivir en la calle no tiene nada que ver con la educación vivir en la calle, yo creo que
es más como del sistema hogar lo que te hace salir de tu casa, más libertad, y eso no
lo tenía en mi casa, yo no puedo invitar a un amigo, porque mi vieja es
machista…puta hay mucho machismo

¿Cómo observa el machismo en su casa?

- Pucha, no sé po’….Andrea pone la mesa, Andrea lava la loza, cuando uno es


mujer como que te enseñan a ser dueña de casa.

¿Te refieres a las relaciones patriarcales que se dan?

- Claro, y uno no quiere eso po, sobre todo si viene de una familia disfuncional, es
que en el fondo, claro poh, mi vieja todavía vive con mi viejo, mi viejo tiene 72, mi
mamá tiene 64, y ella se quedó con mi viejo porque…por las lucas, por los hijos,
pensando en la familia, pero si hubiera sido por ella, créeme que no estaría donde
está.

¿La municipalidad o las autoridades hacen algo por ustedes?

- La muni viene una vez al mes y se lleva todo, como que en el fondo, han habido
peleas con la municipalidad, con los pacos, porque nosotros estamos en el límite de
estación central y quinta normal, si tú estás dentro del parque no te pueden hacer
nada, y los hueones nos han llevado todo, a mí me han llevado 8 carpas, y yo apaño
a mi pareja, si tuviera que dormir debajo de un puente con él, yo lo haría
hermano.Además que el sistema de calle más el sistema de drogas es distinto al
sistema de calle solo, aunque tampoco es culpa de la droga, es culpa de uno mismo,
¿Cómo es eso ?

- Uno es el que se somete a un sistema que no tiene que ser, son varias cosas las
que te afectan, pero al final es uno el que se somete sólo a los sistemas, hay varias
cosas que te afectan,todo va de la mano, es un círculo vicioso. Si tu me conocierai a
mí de fondo, búscame en Facebook yo te lo juro que tu me buscai, y yo pesaba más
kilos, tenía otro estilo de vida, se podría decir que era como una persona normal y
todo, no tenía problemas económicos, tenía otros amigos, pero...puros amigos
traidores que solo estuvieron conmigo cuando yo estaba bien, como dije, no tenía
problemas de plata, tenía una productora audiovisual, me echaron de la universidad,
de comunicación audiovisual de la Santo Tomás, todo por culpa de las drogas, yo he
probado todas las drogas, me he inyectado,he probado ácidos, cocaína, he fumado
hasta crack y pasta . Tengo una hija de tres años que se llama Lila y es
maravillosa,la amo mucho, pero le salió un examen de dopping positivo,porque en
los hospitales públicos les hacen los dopping a los hijos, no a las madres y tal vez le
van a dar la tutela al padre y se la va a llevar, pero el problema es que tú la tení en tu
vientre, al sistema le interesa que socialmente y económicamente esté bien.

Y esto…vivir aquí… ¿tú lo consideras un hogar?

Ehm… buena tu pregunta… en cierta parte, yo con mi suegra no me llevo muy


bien, pero es la única persona con la que yo pue’o llorar, y me da un abrazo… y me
a retado, me ha castigado, incluso me ha golpeado… y mi mamá, prefiere depositar
treinta lucas… y el cariño no se compra con plata poh, yo creo que una… las
personas de más bajos recursos saben mucho más lo que es el apego familiar…
aunque sean más básicos para vivir, aunque no tengan más cultura que tú, aunque
no puedan subir a otro nivel, tu puedes bajar al de ellos, a lo mejor ellos nunca
podrán llegar al tuyo, pero si lo que tienes aquí no te lo va a dar jamás tu casa…
bueno… todo eso te va dando paso a situaciones… y todo va de la mano con lo
uno.. con lo otro… ahora si tú me preguntai qué prefiero, vivir en mi casa o vivir en
la calle… en el fondo no vivo en la calle, para mí vivir en la calle, es un hueón que
vive a la intemperie, que se queda a dormir en cualquier lado, tapado en cebo,
tapado en moscas, eso pa mí es vivir en la calle, pero yo vivo en una carpa, tengo
colchón… bueno aunque haya sido ocupado, por otras personas mala clase, eso no
quiere decir que tu seai mala clase… y eso lo escogí tú, escoges la familia, los
amigos y el sistema de vida que quieras vivir, y cómo lo vas a vivir y en las
condiciones en las que lo vas a vivir, somos drogados pero funcionales, jamás un
drogado disfuncional, yo peleo con mi vieja todos los días, porque mi mamá es
profe de religión y de teología, y es machista, y soy la única mujer, y tengo una hija
y me la quitaron.

Las condiciones en las que viven estas personas, son sumamente precarias, en muchos
casos -la mayoría- no cuentan con servicios básicos como el agua potable, luz eléctrica,
alcantarillado, entre otras cosas. Al no tener agua potable o un servicio de drenaje, poder
mantener el higiene personal, de los alimentos y los escasos utensilios que se utilizan se
hace sumamente difícil, por ende, en estas viviendas las familias son propensas a sufrir
enfermedades de diversa índole.

Otro punto en que hay que hacer hincapié es en la pobreza y falta de seguridad económica
en la que viven, la mayoría no tiene trabajo fijo y consiguen su sustento a través de
limosnas o pidiendo a familiares y/o conocidos. Por lo demás, ni la municipalidad ni el
Estado se hacen responsables, tampoco los ayudan en su situación, por el contrario, como
contaba la entrevistada, eran reprimidos por la policía, existiendo un historial de
enfrentamientos, además de que el municipio les quitaba sus carpas, sus frazadas o lo que
pudiesen recolectar para construir su “hogar” en una acción que busca eliminar este tipo de
viviendas, actuando la municipalidad de forma paradójica, reprimiendo esta forma de
subsistir y negando el apoyo a esas personas para que superen esa condición de
vulnerabilidad. De todos modos, esta es una práctica común en el Estado subsidiario
neoliberal chileno, que busca abaratar costos, gastar lo menos posible y otorgar soluciones
rápidas y reaccionarias ante los problemas que requieren de su accionar.

A lo largo de la entrevista nos pudimos dar cuenta de las precarias condiciones en que
viven estas personas, aunque, si bien, en algunos casos el vivir en la calle, en carpas o
campamentos puede ser por decisión propia, existen muchos otros casos en los que esta es
su única opción

El hecho de que exista mucha gente que por opción resida en la calle responde a una
inconformidad y disgusto con el sistema, diferencias de expectativas de vida, una forma
distinta, esto sumado a los problemas de drogas y la libertad que proporciona la calle para
consumir estas sustancias. Ambas explicaciones al fenómeno del libre albedrío nos abren
camino a una categoría de análisis distinta, ya no en el plano material ni económico sino en
las opresiones psicológicas del sistema, que lleva a que la gente se canse de la vida
“perfecta” vacía en sí misma y busque otras alternativas, una de ellas es la de las drogas, la
calle o ambas juntas; y suponen analizar este fenómeno desde otra perspectiva o batería de
análisis, que evidencia por lo demás diferencias tanto en la forma como en el fondo de
cómo van a enfrentar el problema de la vivienda las personas, en un extremo, la gente va a
gastar mucho dinero producido por su trabajo o su situación familiar para conseguir
comodidades en su calidad de vida, un lugar seguro donde poder vivir y descansar, mientras
que, por otro lado, las personas van a despojarse de esas necesidades para vivir en la
libertad de la calle. Esta categoría de análisis debe ser realizada de forma minuciosa y
precisa, ya que se cae en el peligro de idealizar la vida en la calle que, como se ha expuesto,
es terriblemente incómoda, antihigiénica, precaria y en muchos casos, inhumana.

Conclusiones.

Es evidente que los problemas relacionados con la vivienda están más vigentes que
nunca. A pesar que, desde sus orígenes, la política habitacional chilena ha tenido por
objetivo principal la atención de demandas relacionadas con la carencia cuantitativa de
viviendas y con la insuficiencia material y sanitaria de las mismas, estas no están siendo
eficientes y cada vez son más las familias que necesitan un espacio para poder vivir
dignamente. El debate respecto a la construcción de viviendas sociales en espacios que
están determinados por la plusvalía del suelo y los tipos de viviendas (como lo es el caso de
las viviendas sociales de la comuna de Las Condes y la coexistencia de tipos de viviendas
que superan su valor en más de 100 millones) pone en una constante tensión respecto a la
construcción de esta siendo la incorporación de sujetos que, provenientes de otras comunas,
provoca un “choque” de costumbres e idiosincrasia a lo cual, cabe decir, en determinadas
comunas (las llamadas ´cota mil´) se oponen a proyectos que buscan una solución algo
estable a la precarización y escasez de viviendas respecto a la convivencia de individuos
que “culturalmente” le son ajenos. Cabe mencionar además que la construcción de
viviendas respecto a comunas periféricas, es que su edificación se concentran en sectores
que son lejanos para el acceso de servicios básicos como lo es salud y educación, es cosa de
considerar que las personas que habitan viviendas construidas en estos sectores (entiéndase,
Colina, Maipú, Puente Alto) demoran aproximadamente 1 hora con 30 minutos para poder
acceder a servicios y como muchas veces, salir a trabajar, lo que provoca geográficamente,
desigualdades respecto a lapsos de tiempo al buscar y acceder a servicios y bienes de
consumo, además que la edificación de estas viviendas en las mismas comunas provocan
desigualdades en lo que respecta el tipo de edificación y la coexistencia con otras
viviendas, es decir, si tomamos el caso de Estación Central respecto a los Guettos
Verticales, visualizamos un tipo de estructura y edificación en comparación a poblaciones
que ya existían antes de las instalaciones de estos grandes edificios, lo que tergiversan el
concepto de barrio y el cambio de planos reguladores de la comuna, dicho este ejemplo, es
similar el proceso que conviven en las comunas periféricas en lo que respecta a la
edificación de nuevas viviendas, donde visualmente, es posible identificar desigualdades
respecto a la construcción y edificación como lo es con el tiempo de acceso a bienes y
servicios.

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