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Redistribución

de rentas
Introducción

A pesar de todo lo deseado e importante que es el crecimiento económico, como cualquier proceso
económico, tiene un pequeño inconveniente: no garantiza la equidad en el proceso. Esto, en otras
palabras, quiere decir que el crecimiento económico no garantiza que a medida que se crece se
distribuya equitativamente el ingreso o bien, se crezca equitativamente. Por el contrario, es
ampliamente probable que el crecimiento se de en condiciones desiguales, generando situaciones
de inconformidad social, así mismo se incrementa la brecha de oportunidades y en general provoca
inequidad en las condiciones de oportunidad.

A partir de esto, encontramos un elemento extra bajo el cual los países deben formular políticas de
crecimiento. A este elemento, se le denomina como justicia distributiva, que de manera abstracta
se puede definir como el reparto de rentas lo más equitativamente posible. En este tema se hará un
breve análisis de la relación entre el crecimiento económico y la justicia distributiva, así como las
políticas que se han formulado para la redistribución de rentas.

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Crecimiento económico y bienestar social

El bienestar económico y social es el conjunto de factores que llevan a mejorar la calidad de vida.
Entre los factores se encuentra el ingreso, la salud, educación, servicios, así como otros elementos.
El bienestar social suele relacionarse con el crecimiento económico porque de acuerdo con la teoría
neoclásica del bienestar, cuanto mayor es el ingreso, mayor es el bienestar, esto porque un alto
nivel de ingreso fomenta el consumo y lleva a la satisfacción de necesidades básicas de manera
mucho más ágil. Por tanto, la relación entre el bienestar social y el crecimiento económico en
relación con el ingreso es completamente genuina.

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Crecimiento Fomento al Satisfacción
Aumento al ingreso de
económico consumo
necesidades

=
bienestar
Existen algunas propuestas de métodos para medir la mejora del bienestar entre los que se cuenta:
i) combinar un número determinado de indicadores para construir un índice único de bienestar; ii)
medir el bienestar a través del acceso a ciertos bienes básicos, como servicios de agua, saneamiento;
salud, educación, vivienda, alimentación, entre otros; iii) el estado metal de las personas.

Uno de los principales índices que se utiliza para medir crecimiento económico es el producto
interno bruto, PIB, el cual mide el valor de la producción de bienes y servicios en un territorio
durante un periodo determinado. Sin embargo, a pesar de que el PIB es la principal medida para el
crecimiento económico no es un indicador que ayude a conocer el bienestar de la población, porque
no toma en consideración indicadores de desarrollo sustentable, como medio ambiente, educación
y salud. En este sentido, un país puede tener un PIB alto, pero eso no significaría por sí solo que su
población se encuentra en un estado de bienestar.

Es necesario señalar que aun cuando el PIB deja claro no ser un indicador que tome en consideración
elementos subyacentes al bienestar humano y su principal fuente es el ingreso y la producción
independientemente de cómo se llevó a cabo esta, el mismo PIB es útil para hacer una relación
entre el ingreso y la calidad de vida, dicho en otros términos, la determinación del PIB puede ayudar
a desarrollar indicadores que tomen en cuenta otros factores, como salud, educación, alimentación,
entre otros, que ayuden a medir la calidad de vida.

Para medir el bienestar de una población se desarrolló el índice de bienestar económico


sustentable (IBES), porque en lugar de contabilizar los bienes y servicios de la economía contabiliza
de un lado el gasto de los consumidores, la utilidad aportada por el trabajo doméstico y por otro
lado descuenta el coste de las externalidades asociadas a la polución y el consumo de recursos. Para
eso toma en consideración como indicadores:

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Estos indicadores revelan que el bienestar de una sociedad está focalizado en determinadas áreas,
sobre las cuales se debe trabajar. Un dato relevante al respecto es no se utiliza para evaluar la
existencia de programas sociales, sino para evaluar los efectos y resultados que estos generan en la
población.

Existen un par de índices que sirven para realizar la medición de la calidad de vida y bienestar, estos
son: el índice físico de calidad de vida y el índice de desarrollo humano.

El índice físico de calidad de vida, ayuda a medir la esperanza de vida y la alfabetización de una
población, ya que este mismo señala que el bienestar de una población puede medirse a raíz de la
esperanza de vida, ya que la misma incluye temas de nutrición y salud, lo cual habla del nivel de
desarrollo, ingreso y factores económicos de un país.

El índice de desarrollo humano, toma en consideración el PIB de los países, la esperanza de vida al
nacer y el nivel de alfabetización de las poblaciones, sin embargo, es un índice bastante dispar,
porque aún con el mayor producto interno bruto, un país puede no encontrarse en una posición
principal, y con un buen nivel cultural puede no encontrarse en el mayor lugar del PIB, por tanto, se
entiende que este tipo de indicador busca la manera más equilibrada en la que se da.

Competitividad y desigualdad

La desigualdad es la ausencia de igualdad de condiciones dentro de un mismo entorno. Se ha


catalogado como social, y económica, pero en realidad todas son complementarias y nacen de un
mismo hecho: la diferencia de condiciones. La desigualdad social atiende a la diferencia de
condiciones que tienen las personas de acceder a beneficios de carácter social, como educación y
salud, por otra parte, la desigualdad económica atiende a la disparidad en los ingresos y la

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concentración del ingreso a una parte de la sociedad.

Evidentemente ambas tienen una conexión inevitable, la desigualdad económica impacta en la


desigualdad social reduciendo las posibilidades de movilidad, además de las oportunidades de
satisfacer las necesidades básicas como alimentación, salud y vivienda digna, reduce las
posibilidades de tener acceso a la educación y consecuentemente, reduce las posibilidades de
generar un mejor ingreso y mejorar la calidad de vida. Se utilizan como indicadores: la salud,
educación, vivienda, acceso a la justicia, taza de mortalidad.

En el siguiente video Razón de la desigualdad económica se exponen algunas de las razones de


la desigualdad económica, y ejemplifica los procesos de acumulación de capital por parte de
unas personas.

Relación de la desigualdad económica con la competitividad


La desigualdad económica tiene relación con la competitividad porque esta última se ve afectada al
no existir igualdad. Como se sabe, la competitividad es “el conjunto de instituciones, políticas y
factores que determinan el nivel de productividad de un país” (World Economic Forum, 2016) en
este sentido, la inexistencia de igualdad de condiciones de productividad trae como consecuencia
la pérdida o estancamiento de crecimiento económico, lo que repercute en la calidad de vida.

https://keynesblog.com/2017/02/24/perche-i-salari-non-crescono/

La OCDE, en un estudio realizado recientemente, señaló que la productividad es la brecha entre


México y los demás países que conforman esta organización, razón por la cual estimular la
productividad es fundamental. Esto nos lleva a preguntarnos ¿cuáles son los problemas que surgen
de la igualdad hacia la competitividad/productividad?

En un intento de dar respuesta a esto, Amparo Casar (2016), señala que la desigualdad económica
tiene como efecto:

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i. Reducir el crecimiento;
ii. Privilegiar el rentismo;
iii. Limitar la inversión;
iv. Deprimir la demanda;
v. Promover la informalidad.

Tomando en cuenta lo anterior, vemos que la relación entre la competitividad y la desigualdad es


un escenario que debe abolirse de manera inmediata para incentivar la economía, algunos de los
problemas que genera la desigualdad a la productividad pueden enumerarse de la siguiente manera:

1. La existencia de corrupción genera que las reglas del mercado se muevan a favor de los
grupos privilegiados, que son quienes detentan el poder económico;
2. La desigualdad frena la productividad;
3. La falta de productividad retrasa o estanca el crecimiento económico;
4. Elimina oportunidades;
5. Reduce el consumo;
6. Reduce las oportunidades de formar capital humano;
7. Estanca la economía.

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Como ejemplo de la relación entre la desigualdad y la competitividad tenemos el caso de las


pequeñas y medianas empresas. Estas empresas pueden ofrecer el mismo bien o servicio que una
empresa consolidada, sin embargo, es posible que para entrar al mercado se requieran grandes
costos lo resulta en la falta de oportunidades de dicha empresa para ingresar en él. Suponiendo que
logrará hacerlo debería hacer inversiones realmente fuertes para poder generar ganancias y
comenzar su crecimiento y ser competitiva en el mercado en el que comienza a desarrollarse, así
mismo podrá comenzar a contratar recursos humanos. La existencia de desigualdad y el alto costo
que puede generar hacer una empresa competitiva es lo que desincentiva a muchos pequeños
empresarios a ingresar en un mercado.

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Justicia y criterios de distribución

Renta, es el término otorgado, a las ganancias que se dan derivados de la actividad económica. La
distribución de la renta, es un tema que se ha analizado desde diferentes vertientes que desde una
perspectiva alejada puede parecer no ajustar bien entre ellas, sin embargo, tienen una contribución
al menos desde un punto de vista teórico bastante aproximado a cómo debería funcionar en la
realidad. Estas vertientes son: economía y ética o justica.

Desde el punto de vista económico clásico, la distribución de rentas no es un asunto que competa a
la economía. Desde el punto de la justicia, desde la filosofía, algunos filósofos se han preocupado
por analizar cómo se justifican las desigualdades entre personas en función de la pobreza y la
riqueza, así pues, consideran que la distribución de rentas debería hacerse de manera equitativa,
sin embargo, eso no es posible porque no se puede establecer una solución distributiva que aplique
en todos los casos, en otras palabras, no existe un criterio único de distribución. En otras palabras,
no existe un criterio de distribución que sea favorable para los actores sociales de manera
equitativa. Porque para cada una de las partes, la distribución representará perdidas. Por ejemplo,
para los empresarios la obtención de rentas es de vital importancia para que su negocio funcione,
sin embargo, puede ser posible que la absorción de rentas por parte de ellos no sea de la manera
más justa para sus trabajadores, por otro lado, la obtención de rentas por parte de los trabajadores
puede no ser de la manera más justa para la empresa. El concepto de justicia depende del agente
económico en cuestión. Hasta cierto punto es correcto sostener que la distribución del ingreso causa
desigualdad.

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A pesar de esta constatación, es evidente que la distribución de la renta es un elemento


fundamental para mejorar en gran medida los sistemas económicos, porque, aun cuando es un tema
que depéndete de la ética de los agentes económicos, entre sus muchos efectos están:

● aumentar la productividad de los trabajadores;


● estimular el consumo;
● crecimiento económico; y
● mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Criterios de la distribución de rentas


La distribución de la renta puede ser analizada desde cuatro criterios: el sectorial, espacial, funcional
y personal:
• Criterio sectorial, atiende a el reparto de la renta en función de los sectores de una
economía, es decir como cuando un sector presente mucho mejores ganancias otros.
• Criterio espacial, atiende la diferencia de rentas que pueden existir desde el punto de vista
territorial, sin embargo, esto no atiende de manera exclusiva a la distribución en función de
países incluso en un mismo país, estado o población la fragmentación por regiones puede
variar en distribución de rentas.
• Criterio que atiende la distribución funcional o factorial de la renta es decir aquella que
depende los factores de producción.
• Criterio personal, que se encarga de analizar la distribución en función de la persona o de
las familias.

Evidentemente el principal problema que se origina respecto a la distribución de rentas es la


desigualdad, sobre la cual se han formulado diversas teorías:

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• La desigualdad es consecuencia del azar y sucesos
Teoría estocástica aleatorios de distribución de renta.

Teoría sobre las • La distribución de rentas se presenta en función de


cualidades de las las habilidades, capitales, estudios y formación de
personas las personas.

• Establece una relación entre el ciclo de vida


Teoría del ciclo vital humano, las ganacias que generan en función de su
longevidad y ciclo productivo.

Teoría de procesos de • La elección individual y la elección colectiva


determinan el sistema de rentas de una sociedad y
elección en consecuencia, del individuo.

La justicia se integra al ámbito de la distribución de rentas como un elemento que tiene el propósito
de otorgar oportunidades de igualdad a todos los individuos. Uno de los principales autores respecto
al tema de la justicia es Rawls, quien sostiene en primer lugar que la justicia debe estar basada en
principios y que éstos, deben escogerse tras lo que él mismo denomina velo de la ignorancia. Rawls
señala que para que exista justicia, los principios que se imponen deben de partir de la base de “no
tener información”, o bien, ignorar, de esta manera se hace posible que los principios que se
impongan a todas las situaciones no estén basados en prejuicios o argumentos que lleven al ser
humano a beneficiarse de ellos.

Rawls, habla de igualdad de oportunidades, como un criterio atractivo, ya que supone que el destino
de las personas no debe determinase por sus circunstancias sociales, sino por lo que ellos decidan
para su persona. Así la riqueza es producto del mérito y de la elección personal. En otras palabras,
critica al mercado porque en él el individuo pierde su capacidad de elección y su poder de
autodeterminación.

Políticas de redistribución

El objetivo de toda sociedad es la existencia de igualdad entre sus habitantes, que todos gocen de
los mismos derechos, excelentes servicios públicos e ingresos que les permitan tener una calidad de
vida digna para cualquier ciudadano. Desafortunadamente hay una serie de factores que no
permiten que todos los ciudadanos gocen de igualdad de oportunidades, y uno de ellos es la
distribución de rentas. La distribución de rentas es un tema que causa desigualdad social, ya que

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afecta al ingreso y en consecuencia las oportunidades que la persona puede tener en su cambio de
nivel de vida se ven afectadas en función de esta desigualdad. La riqueza, como se sabe, está
concentrada en muy pocas personas, lo que dificulta en gran medida la movilidad social e incluso el
derecho al disfrute de bienes básicos, como lo es la salud.

El siguiente video, Record inequality between rich and poor, se puede utilizar para comprender
la brecha de desigualdad que existe entre los países alrededor del mundo.

En este sentido, aplicando la teoría de Rawls señala la necesidad de establecer de manera justa, es
decir bajo el velo de la ignorancia, dejando de lado todas aquellas circunstancias que llevan al
individuo a distribuir las rentas de manera inequitativa.

Así pues, vemos que en los últimos años se han planteado políticas de redistribución de las rentas,
las cuales tienen como finalidad disminuir las desigualdades entre quienes reciben rentas altas y
quienes reciben rentas bajas, o dicho de una manera mucho más simple intentar equilibrar la
balanza, con la finalidad de ayudar a que aquellos que tienen rentas mucho más bajas puedan
disminuir esta desigualdad y poder acceder a servicios básicos y satisfacer sus necesidades
primarias.

Estas políticas requieren de la acción del Estado, el cual debe considerarse como promotor de la
redistribución de rentas, por medio de los objetivos de sus políticas económicas, lo cual se puede
llevar a cabo de la siguiente manera: a) por medio de la disminución del nivel de concentración de
la renta; b) consecución de la igualdad de oportunidades; c) permitir la integración social de los
grupos excluidos.

Las políticas redistributivas deben orientarse a perseguir la equidad, lo que no quiere decir tratar
todos los casos como iguales sino por el contrario, tratar a cada caso como independiente, iguales
como iguales y desiguales de forma distinta. Existen determinados instrumentos de política
económica que se pueden implementar para disminuir la desigualdad como:

▪ La imposición progresiva;
▪ Imposición sobre la renta
▪ Política de gastos y transferencias públicas.

La política de imposición progresiva señala que es posible recaudar sin dar importancia a los efectos
distributivos, por medio de la grabación de productos cuyas demandas sean menos elásticas. Desde
la perspectiva de la justicia distributiva un sistema de imposición indirecta que grave en mayor
medida a los bienes con demandas rígidas puede ser regresivo, pues estos bienes suelen ser bienes
básicos.

La imposición sobre la renta es un instrumento fiscal que se utiliza para gravar de acuerdo con el
principio de capacidad de pago, pues cuanto mayor es la renta mucho mayor es el pago que se
realiza al respecto.

La política de gastos y transferencias públicas es un instrumento gubernamental que se puede


utilizar para reducir los efectos de la pobreza por medio de un sistema impositivo de carácter

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progresivo. Los instrumentos que pueden implementarse son:

▪ Programa de gastos para la igualdad de oportunidades


▪ Programas de seguridad social
▪ Transferencias netas generales
▪ Redistribución directa de grupos específicos
▪ Política de inversiones públicas

En este sentido, podemos afirmar, que el Estado debe incluir en sus políticas de crecimiento
económico criterios de distribución equitativa de rentas, así mismo, debe impulsar la creación de
políticas de distribución que ayuden a disminuir las consecuencias del crecimiento desmedido y
desequilibrado, permitiendo orientar la actividad económica a una distribución más justa, incluso
equilibrada de las rentas y por ende de la riqueza.

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