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NOTAS DE CÁTEDRA
CAPÍTULO 10
RESPONSABILIDAD CIVIL
Año 2020
Argentina
Temario
Responsabilidad civil: Concepto. Funciones: preventiva, resarcitoria, punitiva. Nocio-
nes.
Daño. Concepto. Clases. Aspectos del daño.
Indemnización por daños. Concepto. Requisitos para su procedencia. Contenido.
Reparación del daño. Valuación y fijación del daño: judicial, legal y convencional.
Principio de la reparación integral.
Función preventiva
La función preventiva de la responsabilidad civil pretende evitar la ocu-
rrencia del daño. Esto se logra mediante la interposición de acciones inhibito-
rias de las conductas ilícitas que puedan causar daño, en forma inminente, ob-
jetiva y seriamente consideradas, o hayan comenzado su realización y quiera
ser evitada su continuación. La acción preventiva se encuentra prevista en el
artículo 1711 del CCC:
El Deber de prevención del daño ha sido determinado en el artículo 1710
CCC, cuando expresa: Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella depen-
da, de: a. evitar causar un daño no justificado; b. adoptar, de buena fe y confor-
me a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca
un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la mag-
nitud de un daño del cual un tercero sería responsable, tiene derecho a que és-
te le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las reglas del
enriquecimiento sin causa; c. no agravar el daño, si ya se produjo. Vale decir
que la función preventiva establece, primordialmente, un deber de conducta
que lleve a evitar la causación del daño. VER
La tutela de la prevención está fuertemente vinculada con la protección
de la persona humana, de su vida e integridad psicofísica, de jerarquía consti-
tucional y supraconstitucional, deriva de los arts. 41, 42 y 43 de la Constitución
Nacional, los que expresamente prevén la tutela de prevención de los consumi-
dores y usuarios para la protección de la relación de consumo, el ambiente, la
transparencia del mercado y la competencia.
En los casos que sea inminente que un individuo o grupo de individuos
causen un daño, sea de tipo individual o de incidencia colectiva, existen medi-
das para evitar el avance de dichas conductas. Destacamos que “De la preven-
ción que ahora hablamos, es de un tipo particular, específico, concreto que vie -
ne dada por la adopción de mecanismos jurídicos que en el caso particular evi-
tan o paralizan una actividad lesiva –y antijurídica–“ (Vázquez Ferreyra, 2016,
p.2).
Para que dicha acción resulte procedente, se requiere una conducta an-
tijurídica (ilicitud), la probabilidad seria y objetiva de la producción de un daño
injustificado y debe aplicarse el criterio de la menor restricción posible, a fin de
no afectar el derecho constitucional de libertad individual.
En tal sentido, nos ilustra Vázquez Ferreyra, al expresar: “A los efectos
de la procedencia o no de la acción preventiva, el tribunal interviniente deberá
analizar: a) si se trata de una conducta formalmente antijurídica; b) si existe
una alta probabilidad de que dicha conducta ocasione un daño, y c) que dicho
daño no se encuentre justificado” (p. 6).
Función resarcitoria
La función resarcitoria de la Responsabilidad Civil tiende al restableci-
miento patrimonial del damnificado; por esa razón es de tipo compensatorio.
En el caso que un sujeto, por acción u omisión, afecte o amenace la per-
sona o los bienes de otro sujeto, éste último tiene derecho a promover las ac-
ciones preventivas o resarcitorias, a efectos de evitar la ocurrencia del daño,
disminuir su magnitud o, si ya se ha producido, conseguir su reparación.
El artículo 1716 del CCC establece, al respecto: La violación del deber
de no dañar a otro, o el incumplimiento de una obligación, da lugar a la repara-
ción del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código.
Esta reparación puede ser ordenada realizar en especies (volviendo las
cosas al estado anterior al hecho dañoso) o, subsidiariamente, en dinero, en
cuyo caso se denomina indemnización.
Función punitiva
El Proyecto del CCC, de 2012, también incluía la función punitiva; pero
fue eliminada en su tratamiento y el Código no la incorpora en forma específi-
ca.
Sin embargo, dicha función se encuentra contemplada en la Ley 24240,
de Defensa del Consumidor, en su artículo 52 bis (incorporado por art. 25 de
la Ley N° 26.361 B.O. 7/4/2008), que trata del Daño Punitivo, determinando: Al
proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el con-
sumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a fa-
vor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y
demás circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones
que correspondan. Cuando más de un proveedor sea responsable del incum-
plimiento responderán todos solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio
de las acciones de regreso que les correspondan. La multa civil que se impon-
ga no podrá superar el máximo de la sanción de multa prevista en el artículo
47, inciso b) de esta ley1.
Esta multa civil, llamada “daño punitivo” consiste en una sanción, que
se aplica al proveedor que haya actuado con grave desprecio por los intereses
del consumidor, más allá que lo haya hecho con culpa o dolo, y se determina
conforme al patrimonio del proveedor, a fines que el monto sea para él signifi-
cativo; de modo que cumpla la función de sancionar, de persuadirlo de no rei-
terar los hechos y, a la vez, resultar disuasorio para que otros proveedores se
abstengan de conductas similares. Por ejemplo, se ha aplicado sanción por da-
ño punitivo a un Banco que informó al veraz a un cliente como “deudor irrecu-
perable”, siendo que éste no poseía deuda alguna. El cliente era Policía y, a
causa de dicho informe, lo privaron de la posibilidad de ascender de cargo en
su carrera, además del daño moral que le causara dicha imputación. Se consi-
deró que la conducta del Banco fue gravemente negligente, puesto que, sin to-
mar los recaudos de verificación y precaución, había realizado un informe de
morosidad, que resultara falso.
Dijimos, antes, que el CCC no establece en forma específica la función
punitiva; a pesar de ello, la reconoce en su artículo 1714, cuando establece;
Punición excesiva. Si la aplicación de condenaciones pecuniarias administrati-
vas, penales o civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable
o excesiva, el juez debe computarla a los fines de fijar prudencialmente su
monto.
1 Artículo 47 de la Ley 24240: Sanciones. Verificada la existencia de la infracción, quienes la
hayan cometido serán pasibles de las siguientes sanciones, las que se podrán aplicar indepen-
diente o conjuntamente, según resulte de las circunstancias del caso: …b) Multa de PESOS
CIEN ($ 100) a PESOS CINCO MILLONES ($ 5.000.000)].
Es decir que reconoce la posibilidad de su aplicación y determina una
función de control y eventual moderación a cargo del juez, cuando aquellas
han sido irrazonables o excesivas.
Para fijar los alcances del artículo 1715 CCC. En el supuesto previsto en
el artículo 1714 el juez puede dejar sin efecto, total o parcialmente la medida.
Recordemos que este tipo de sanciones puede ser establecido por convención
entre partes (intereses punitorios–artículo 769 CCC-, cláusula penal–artículo 790
CCC), o por el Juez, con fundamento en su facultad de establecer sanciones conmina-
torias (astreintes –artículo 804 CCC-), institutos que ya han sido estudiados, o en la ley
(Ley de Defensa del Consumidor) que tendrían la misma calidad punitiva o sancionato-
ria, que forma parte del contenido del Capítulo 10. VER DE NUEVO
DAÑO. CONCEPTO
Cabe destacar que uno de los requisitos para que exista Responsabili-
dad Civil es la existencia del daño; si no hay daño, no surge este tipo de res-
ponsabilidad. A partir de su existencia nace la obligación de responder y resar-
cir.
Ahora bien, ¿en qué casos se considera que existe daño? En este senti-
do, es clara la normativa, cuando en el artículo 1737 del CCC dispone: Hay da-
ño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamien-
to jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de inci-
dencia colectiva.
De allí podemos derivar el concepto. Daño es una lesión que se causa y
que, por ser ilegítima e injustificada, debe ser reparada.
Dicha lesión puede recaer sobre un derecho, es decir sobre una facultad
o potestad jurídica consagrada por el ordenamiento jurídico (por ejemplo, el de-
recho de propiedad sobre un automotor, que puede ser agredido mediante una
colisión de otro vehículo); o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídi-
co, que no ha sido específicamente concedido, pero reviste el carácter de licito
y, por tanto, respetable (por ejemplo, el descanso, que puede resultar afectado
por la organización de una fiesta que incluya música a excesivo volumen).
Como podremos ver, al estudiar las distintas clases de daños, éstos pueden
afectar a la persona o a sus bienes y, también a los bienes de incidencia colec -
tiva.
Daño patrimonial
Es aquel que se causa a la persona o a sus bienes, que producen con-
secuencias mensurables en términos económicos (por ejemplo, la rotura del
portón del garaje; la imposibilidad de trabajar debido a una lesión en la pierna,
causada en un accidente automovilístico; las pérdidas causadas por el incum-
plimiento de un artista para quien habíamos organizado un recital, entre otros).
Veremos, más adelante, que pueden revestir características de daño emergen-
te o lucro cesante.
Cabe aclarar que en todos los casos, la prueba del daño deberá ser rendi-
da por aquel que pretende su reparación. Así lo establece el artículo 1744 del
CCC, al decir: El daño debe ser acreditado por quien lo invoca, excepto que la
ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los propios hechos.
CONTENIDO
La indemnización debe cubrir la reparación del daño patrimonial, en sus
aspectos daño emergente, lucro cesante y pérdida de chance; el daño moral y
cualquier afectación al proyecto de vida del sujeto que haya resultado víctima
de un hecho dañoso. Es por ello que se habla de un criterio de reparación ple-
na o integral.
BIBLIOGRAFÍA