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FASCISMO

Después, el fascismo no solo había logrado llegar al poder de manera plenamente


legal, que si bien es cierto fue derrocado por perder la guerra, pero no por revoluciones
internas o por conspiraciones como normalmente se le suele atribuir. Siendo así, que en sus
inicios millones de personas de origen italiano como alemanes habían votado por este
cuando fueron las últimas elecciones libres, tal fue el caso de Toscanini y Puccini quienes
se unieron y al mismo tiempo brindaron gran parte de su apoyo. Dado que, en sí el fascismo
no fue nunca solo una simple confrontación entre los dirigentes y los dirigidos, sino que en
realidad fue una religión secular la cual se encontró repleta de símbolos nacionales, y por
así decirlo un cruce entre el pueblo y los dirigentes que proporcionaron en la misma
instancia un instrumento para el control social de las masas.
De igual manera, el fascismo difirió en sus diversas manifestaciones, pues en
Alemania desde un comienzo tuvo una gran relevancia e importancia primordial aquel
contenido ideológico de la concepción del estado orgánico. Sin embargo, la
reestructuración corporativa de la sociedad, la cual predijeron individuos como Langbehn
jamás llego a hacerse realidad. En cuanto España, Portugal y Austria infundieron y
desarrollaron un cierto contenido ideológico distinto al ideal, es decir el catolicismo,
adoptando de esta manera una estructura política corporativa que había sido ya durante casi
un siglo la parte integrante del pensamiento social católico, cabe mencionar que los
italianos no conllevaron ninguna de estas formas.
Estado Corporativo
A su vez, el estado corporativo en el que trabajadores como también directivos
cooperaron dentro de cada uno de los ramos, pretendió resolver el sometimiento de los
sindicatos, puesto que aún después de que Mussolini crease un sindicato fascista
obligatorio, siendo así que este se inclinó a ser militante. Posteriormente, el estado
corporativo que se estableció durante 1939 se ocuparía de su problema, sometiendo así al
medio entre trabajadores y empresarios dentro de cada corporación a su plena voluntad.
Por lo cual, el mismo fascismo integraría en todos los casos a los trabajadores en su
sistema, fortaleciendo de esta forma la jerarquía de la fusión. No obstante no la del estatus,
debido a que el trabajador tenía cierto estatus como miembro importante de la comunidad
mejor conocida como Volk, esto último aunque tuviese que obedecer a sus patrones en el
trabajo. Así mismo, se le daba al trabajador un sentimiento de pertenencia a cierta
comunidad nacional que sabía apreciar su forma de trabajo, cabe señalar que dicha
comunidad estaba generalmente simbolizada por la liturgia política y los ritos del fascismo.
Así como también, por el grupo de uniformes que incrementaban su condición a los más
humildes cuando se encontraban con ellos.

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