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DIOCESIS DE TACNA Y MOQUEGUA

SEMINARIO MISIONERO SAN JOSÉ

Trabajo:

Fundamentación del discurso:

Cardenal Ratzinger y la Lumen Gentium

Por:

Díaz Rojas, Danny José

III teología

Hna. Lidia Julca Norabuena C. de la C.

Tacna - Perú

2021
Fundamentación del discurso:
El discurso del entonces cardenal “Ratzinger” maneja a la perfección la interpretación correcta
de la constitución dogmática: Lumen Gentium, sobre la iglesia, ya que luego del concilio
algunas corrientes teológicas han querido realizar interpretaciones caprichosas, que no
responden al verdadero sentido del concilio ni de la constitución en la que los padres
conciliares quisieron plasmar el planteamiento teológico que urgía producto de una
eclesiología inconclusa que se realizó en el concilio Vaticano I, pero que ahora debía tener otra
mirada, por eso resulta inagotable los temas tratados y su relación paralela entre discurso y
constitución, sin embargo se han destacado algunos aspectos importantes que corresponden a
la identificación de la eclesiología con el misterio trinitario, la comunión jerárquica, la
necesidad de los sacramentos, y el sentido de la comunión terrena como caridad y la
escatológica como esperanza de salvación para todos los pueblos, por el medio ordinario (la
iglesia de Cristo).

junto con el tema de la colegialidad, 18 para que el episcopado mismo fuese uno
domina el concepto de pueblo de Dios, solo e indiviso, estableció al frente de los
demás apóstoles al bienaventurado Pedro, y
puso en él el principio visible y perpetuo
fundamento de la unidad de la fe y de
comunión. Esta doctrina de la institución
perpetuidad, fuerza y razón de ser del sacro
Primado del Romano Pontífice y de su
magisterio infalible, el santo Concilio la
propone nuevamente como objeto firme de
fe a todos los fieles
En la Eucaristía, Cristo, presente en el pan 10 el sacerdocio común de los fieles y el
y en el vino, y dándose siempre de forma sacerdocio ministerial o jerárquico se ordena
nueva, edifica la Iglesia como su cuerpo, y el uno para el otro, aunque cada cual
por medio de su cuerpo resucitado nos participa de forma peculiar del sacerdocio de
une al Dios uno y trino y entre nosotros. La Cristo. Su diferencia es esencial no solo
Eucaristía se celebra en los diversos gradual. Porque el sacerdocio ministerial, en
lugares y, a pesar de ello, al mismo tiempo virtud de la sagrada potestad que posee,
es siempre universal, porque existe un solo modela y dirige al pueblo sacerdotal, efectúa
Cristo y un solo cuerpo de Cristo. La el sacrificio eucarístico ofreciéndolo a Dios
en nombre de todo el pueblo:
Eucaristía incluye el servicio sacerdotal de
la "representación de Cristo"
Mientras el Señor va hacia su pasión; 7 peregrinos todavía sobre la tierra
mientras la Iglesia, y en ella él mismo, siguiendo sus huellas en el sufrimiento y en
sufre, nosotros nos dedicamos a discutir la persecución, nos unimos a sus dolores
sobre nuestro tema preferido, sobre como el cuerpo a la Cabeza, padeciendo con
nuestros derechos de precedencia. Y si Él, para ser con el glorificados (Cf. Rom 8,
Cristo viniera a nosotros y nos preguntara 17).
de qué estábamos hablando, sin duda nos
sonrojaríamos y callaríamos.
La Iglesia se deja guiar por la oración, por 50 nuestra unión con la Iglesia celestial se
la misión de glorificar a Dios. La realiza en forma nobilísima, especialmente
eclesiología, por su naturaleza, guarda cuando en la sagrada liturgia, en la cual "la
relación con la liturgia. la liturgia se "hace" virtud del Espíritu Santo obra sobre nosotros
para Dios y no para nosotros mismos por los signos sacramentales", celebramos
juntos, con fraterna alegría, la alabanza de la
Divina Majestad, y todos los redimidos por la
Sangre de Cristo de toda tribu, lengua,
pueblo y nación (Cf. Ap. 5, 9), congregados
en una misma Iglesia, ensalzamos con un
mismo cántico de alabanza de Dios Uno y
Trino.
sobre todo, en la renovada comunidad de 19. El Señor Jesús, después de haber hecho
los Doce, que no son miembros de una oración al Padre, llamando a sí a los que El
Iglesia local, sino que son los Apóstoles, los quiso, eligió a los doce para que viviesen con
que llevarán el Evangelio hasta los El y enviarlos a predicar el Reino de Dios (Cf.
confines de la tierra. Para esclarecer aún Mc 3, 13-19; Mt 10, 1-42): a estos, Apóstoles
más la cuestión, se puede añadir que ellos, (Cf. Lc 6, 13) los fundó a modo de colegio, es
en su número de doce, son al mismo decir, de grupo estable, y puso al frente de
tiempo el antiguo y el nuevo Israel, el ellos, sacándolo de en medio de los mismos,
único Israel de Dios, a Pedro
la primera realidad es que, en los Doce, el 9 pues los que creen en Cristo, renacidos de
antiguo Israel, que es único, se convierte germen no corruptible, sino incorruptible,
en el nuevo y que ahora este único Israel por la palabra de Dios vivo (Cf. 1 Pe 1, 23),
de Dios, por medio del milagro de las no de la carne, sino del agua y del Espíritu
lenguas, aun antes de ser la Santo (Cf. Jn 3, 5-6), son hechos por fin
representación de una Iglesia local "linaje escogido, sacerdocio real, nación
jerosolimitana, se muestra como una santa, pueblo de adquisición… que en un
unidad que abarca todos los tiempos y tiempo no era pueblo, y ahora pueblo de
todos los lugares Dios" (Pe 2, 9-10).
la Iglesia universal es una realidad 23 cada Obispo es el principio y fundamento
ontológica y temporalmente previa a cada visible de unidad en su propia Iglesia,
concreta Iglesia particular. formada a imagen de la Iglesia universal; y
de todas las Iglesias particulares queda
integrada la una y única Iglesia católica.
el Concilio no considera a la Iglesia como 3 todos los hombres son llamados a esta
una realidad cerrada en sí misma, sino que unión con Cristo, luz del mundo, de quien
la ve a partir de Cristo: "Cristo es la luz de procedemos, por quien vivimos y hacia
los pueblos. quien caminamos.
La constitución responde hablándonos de 7 la vida de Cristo en este cuerpo se
los sacramentos. En primer lugar, está el comunica a los creyentes, que se unen
bautismo (…) el bautismo es ser insertados misteriosa y realmente a Cristo, paciente y
"en el único cuerpo de Cristo, abierto para glorificado, por medio de los sacramentos.
nosotros en la cruz Por el bautismo nos configuramos con
Cristo: "Porque también todos nosotros
hemos sido bautizados en un solo Espíritu"
El texto conciliar pasa del bautismo a la 7 en la fracción del pan eucarístico,
Eucaristía, en la que Cristo da su cuerpo y participando realmente del cuerpo del
nos convierte así en su cuerpo. Este Señor, nos elevamos a una comunión con El
cuerpo es único; así, nuevamente la y entre nosotros mismos. "Porque el pan es
Eucaristía, para toda Iglesia local, es el uno, somos muchos un solo cuerpo, pues
lugar de la inserción en el único Cristo, el todos participamos de ese único pan"
llegar a ser uno con todos los que
participan en la comunión universal, que
une el cielo y la tierra, a los vivos y a los
muertos, el pasado, el presente y el futuro,
y abre a la eternidad.
La constitución Lumen Gentium sobre la 23 cada uno de los Obispos, puesto al frente
Iglesia trató de forma destacada del de una Iglesia particular, ejercita su poder
ministerio episcopal en el tercer capítulo y pastoral sobre la porción del Pueblo de Dios
aclaró su significado a partir del concepto que se le ha confiado, no sobre las otra
fundamental del colegio. (…)No se es Iglesias ni sobre la Iglesia universal. Pero, en
obispo como individuo, sino a través de la cuanto miembros del Colegio episcopal y
pertenencia a un cuerpo, a un colegio como legítimos sucesores de los Apóstoles,
todos deben tener aquella solicitud por la
Iglesia universal que la institución y precepto
de Cristo exigen
la Iglesia no fue pensada y hecha por 4 fue enviado el Espíritu Santo en el día de
hombres, sino que fue creada por medio Pentecostés, para que santificara a la Iglesia,
del Espíritu; es y sigue siendo criatura del y de esta forma los que creen en Cristo
Espíritu Santo. pudieran acercarse al Padre en un mismo
Espíritu (…)El Espíritu habita en la Iglesia y en
los corazones de los fieles como en un
templo
La Iglesia existe para convertirse en 39 Cristo, el Hijo de Dios, a quien con el
morada de Dios en el mundo, siendo así Padre y el Espíritu llamamos "el solo Santo",
"santa": por ser más santos se debería amó a la Iglesia como a su esposa,
competir en la Iglesia, y no sobre mayores entregándose a sí mismo por ella para
o menores derechos de precedencia, ni santificarla (Cf. Ef. 5, 25-26), la unió a sí
sobre quién debe ocupar los primeros mismo como su propio cuerpo y la
lugares. enriqueció con el don del Espíritu Santo para
gloria de Dios. Por eso, todos en la Iglesia, ya
pertenezcan a la jerarquía, ya pertenezcan a
la grey, son llamados a la santidad, según
aquello del Apóstol : "Porque ésta es la
voluntad de Dios, vuestra santificación" (1
Tes 4, 3; Ef. 1, 4).
la mariología y la eclesiología se renovaron y 52 "El cual, por nosotros, los hombres, y por
profundizaron al mismo tiempo.(…) Iglesia nuestra salvación, descendió de los cielos, y
es virgen y madre, fue concebida sin se encarnó por obra del Espíritu Santo de
pecado y lleva el peso de la historia, sufre María Virgen". Este misterio divino de
y, a pesar de eso, ya está elevada a los salvación se nos revela y continúa en la
cielos. Iglesia, a la que el Señor constituyó como su
Cuerpo, y en ella los fieles, unidos a Cristo,
su Cabeza, en comunión con todos sus
Santos, deben también venerar la memoria,
"en primer lugar, de la gloriosa siempre
Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor
Jesucristo".
la Iglesia es anticipada en María, es 63 la Virgen Santísima, por el don y la
personificada en María y que, viceversa, prerrogativa de la maternidad divina, con la
que está unida al Hijo Redentor, y por sus
singulares gracias y dones, está unida
también íntimamente a la Iglesia. la Madre
de Dios es tipo de la Iglesia, orden de la fe,
de la caridad y de la perfecta unión con
Cristo.
La visión mariana de la Iglesia y la visión 69 Ofrezcan todos los fieles súplicas
eclesial, histórico-salvífica, de María nos insistentes a la Madre de Dios y Madre de
llevan en definitiva a Cristo y al Dios trino, los hombres, para que ella, que asistió con
sus oraciones a la naciente Iglesia, ahora
también, ensalzada en el cielo sobre todos
los bienaventurados y los ángeles en la
comunión de todos los santos, interceda
ante su Hijo para que las familias de todos
los pueblos tanto los que se honran con el
nombre de cristianos, como los que aún
ignoran al Salvador, sean felizmente
congregados con paz y concordia en un solo
Pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e
indivisible Trinidad.

Por todo esto podemos tener una clara referencia en el entonces cardenal Ratzinger de una
verdadera visión de la eclesiología planteada por la iglesia (padres conciliares, teólogos, pueblo
de Dios) en el concilio Vaticano II.

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