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ALGUNOS ASPECTOS SOBRE LACTANCIA MATERNA

INTRODUCCION
La leche materna es tan antigua como la humanidad. Es el alimento natural durante los
primeros meses de la vida y sin dudas el mejor, porque contiene todos los nutrientes que
el organismo del bebé necesita.
Como un principio general en toda la población, la lactancia materna debe ser protegida,
promovida y apoyada.
La promoción de la lactancia materna debe comenzar en las edades tempranas de la vida
mediante los juegos de roles con los niños, también con especial énfasis entre las
embarazadas y son las acciones desarrolladas por el equipo de salud desde la
comunidad las que garantizan el éxito de las mismas.
Para ello en primer lugar debe conocerse si la futura madre tiene algún problema que
pueda afectar una lactancia exitosa. Existen factores socioculturales de riesgo y factores
morfológicos.
La decisión de traer un niño al mundo debe ser consciente y con gran responsabilidad por
parte de los futuros padres. La mujer necesita el apoyo de su pareja y del resto de la
familia para asegurar la lactancia, debe disponer de tiempo para el descanso, recibir
alimentación adecuada, así como buena atención afectiva.
Examinar las mamas y en particular los pezones durante la visita inicial del control
prenatal resulta muy importante, pues en caso de encontrar pezones invertidos o largos
se enseñarán ejercicios de preparación de los pezones, consistentes en traccionar con
los dedos la areola a cada lado del pezón, hacia la periferia y en sentido opuesto. Así
mismo, hacer ejercicios de leve tracción y torsión del pezón.
Al examen físico usted pude constatar o descartar la presencia de otros problemas de la
madre como la agenesia de las mamas, ausencia quirúrgica y otras alteraciones de las
mismas por otros procesos. De ahí la importancia de conocer la anatomía y fisiología de
las glándulas mamarias.
Ventajas de la Lactancia Materna
Para el niño:
Contiene todos los nutrientes que el niño necesita para su normal crecimiento y
desarrollo, constituyendo una fuente importante de energía y proteínas de la mejor
calidad.
El 60% de las proteínas de la leche humana son proteínas solubles de fácil digestión.
La grasa contenida tiene alta proporción de ácidos grasos insaturados, sobre todo de
ácido linoleico, el cual es esencial para el crecimiento y para crear las bases para evitar el
desarrollo de la ateroesclerosis.
Contiene un sulfoconjugado de vitamina D hidrosoluble capaz de prevenir el desarrollo
del raquitismo.
El bajo contenido de fósforo unido a las bajas concentraciones de proteína y altas de
lactosa favorecen la absorción del hierro contenido en la leche materna, haciéndole
suficiente para satisfacer sus necesidades hasta el quinto o sexto mes.
La baja pero suficiente concentración de hierro favorece la acción bacteriostática de la
lactoferrina.

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El agua contenida en la leche materna es suficiente para satisfacer las necesidades
hídricas de un lactante alimentado a pecho exclusivamente.
Las prostaglandinas presentes juegan un papel importante en la maduración de la
mucosa intestinal y en la protección del epitelio en general.
No necesita preparación previa, puede darse en cualquier lugar, sin tener que esterilizar,
ni cargar pomos, ni teteras.
No hay que hervirla y está siempre a la temperatura adecuada.
Siempre está a disposición del bebé y tiene sustancias que protegen al niño contra ciertas
enfermedades: diarreas, deshidratación, estreñimiento, infecciones respiratorias agudas,
cólicos, alergias, enfermedades de la piel, desnutrición y otras.
Contribuye al mejor desarrollo afectivo, pues da la oportunidad de acariciar al niño,
hablarle y sonreírle.
También lactar beneficia a la madre:
La lactancia natural favorece la involución uterina, es decir que el útero adopte la forma y
tamaño que tenía antes del embarazo.
La ocurrencia de cáncer de mama es menor en las mujeres que han lactado.
La paciencia y el cuidado que una madre pone en amamantar a su hijo son ampliamente
recompensadas en salud para ambos y en una relación afectiva más estrecha.
Composición de la leche materna
La leche materna no siempre tiene la misma composición. Resulta importante que la
mamá que lacta conozca que la leche materna varía según las tres etapas de su
producción: calostro, leche transicional y madura.
Después del parto y durante los primeros tres a ocho días siguientes se produce una
secreción llamada calostro. Es de color amarillo brillante y de apariencia viscosa. Es
exactamente lo que el niño necesita en este momento, dado su alto valor nutritivo y la
protección que le brinda contra las infecciones. También facilita la expulsión del meconio
(primeras ¨cacas¨ que hace el niño) y desempeña un papel muy importante en la
adaptación del recién nacido a la alimentación futura.
En los días siguientes se producen cambios en las características de la leche materna, ya
que disminuyen las concentraciones de proteínas e inmunoglobulinas, se aumenta el
volumen total y la concentración de grasas y vitaminas hidrosolubles, desapareciendo las
liposolubles. Este proceso de transformación del calostro en leche madura dura
aproximadamente dos semanas.
Posteriormente la leche toma un color blanco amarillento o algo azulado y sabor dulce;
continúa siendo el mejor alimento para el niño ya que contiene todos los nutrientes que
necesita para su desarrollo.
Diariamente la cantidad de leche producida por una mujer oscila entre 500 y 1000
mililitros; sin embargo esta diferencia no influye sobre la nutrición y el crecimiento del
lactante, ya que la producción se ajusta a las necesidades individuales. Si el lactante
crece a un ritmo normal, la cantidad de leche no es criterio de insuficiente producción.
Recomendaciones a realizarle a la madre que lacta
Antes de dar el pecho debe lavarse bien las manos y los senos con agua y jabón, los
pezones y las areolas deben además ser aseados con agua hervida y algodón estéril. En

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el caso de las mamas no se debe abusar del jabón, se usará éste solo una vez al día
durante el baño.
Para lactar la madre debe sentarse en un sillón, butaca u otro asiento con una altura
normal, la espalda recta y donde apoyar los brazos y pies. Colocará el pie
correspondiente al lado del que dará el pecho sobre un banquito o algún objeto que lo
sustituya. Se recomienda masajear unos minutos el pecho con el que vas a comenzar a
lactar para estimularlo y descongestionarlo Una vez sentada apoyará la cabeza del niño
en el ángulo recto de su brazo; de esta manera el bebé se sentirá seguro y la madre no
tendrá dolores de espalda.
Es muy importante explicarle a la mamá que debe comenzarse por el seno con el que se
terminó la mamada anterior, de esta manera con las primeras succiones se vacía el seno.
La madre colocará no solo el pezón, sino también la areola en la boca del mismo,
abarcando el seno con los dedos índice y el pulgar en forma de C, de tal manera que la
nariz del niño quede libre y pueda respirar bien.
Hay que evitar las posiciones incorrectas, que puedan causar dolor o grieta de los
pezones, insuficiente producción de leche y rechazo a la alimentación.
Posiciones para el acto de la lactancia
La posición en la que se produce la toma de leche es muy importante. Una buena postura
es la que permite a la madre y al bebé estar cómodos, además de facilitar que el bebé se
agarre correctamente al pecho
Hay que tener en cuenta tres criterios básicos:
Una adecuada posición de la madre.
La correcta posición del niño respecto a la madre.
Correcto acoplamiento de la boca del niño al pecho de la madre. Esta condición es
fundamental. La boca del bebé es siempre la que tiene que acomodarse a los pezones de
la madre y nunca al revés. Para que la lactancia sea correcta, la madre debe tener
siempre una posición cómoda.
Posición tradicional.
El niño está acostado de lado, sobre el brazo de la madre, que sujeta al bebé de las
nalgas. Para esta posición lo más recomendable para la madre es estar sentada, en un
sillón mejor que en una silla.

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Posición de canasto o pelota.
La mayor ventaja de esta posición es una sencilla succión para el niño. Para la madre es
más incómoda, ya que deberá sujetar todo el peso del cuerpo del bebé con una sola
mano.

Posición reversa.
El niño está prácticamente tumbado aunque tendrá que tener la cabeza girada, por lo que
la toma le resulta más incómoda.

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Posición en decúbito lateral.
Es una posición de máxima comodidad para ambos. La madre no tendrá que hacer
esfuerzo en sujetar al bebé pero, igual que en la posición anterior, tiene el inconveniente
de que el niño está tumbado.

Posición de caballito.
Esta posición precisa de una almohada o un cojín donde se sienta el niño. De esta forma
consigue llegar al pezón de la madre, mientras le sujeta la cabeza.

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Posición para gemelos
La solución más sencilla es dar el pecho a ambos a la vez. Pero es imprescindible tener
ayuda. Se puede poner a los dos por delante, cruzando sus cuerpos, o ambos hacia
atrás, con sus cuerpos por debajo de los brazos.

La leche materna se agota cuando durante la lactancia el seno no se vacía


completamente, a mayor vaciamiento más leche se producirá. Por tanto, después de
cada mamada, si el seno no ha sido vaciado completamente hay que hacerlo,
ordeñándolo o utilizando una extraedera. Por último se lavarán nuevamente con agua
hervida.
La lactancia se realiza a libre demanda, o sea siempre que el niño tenga hambre. Se
debe iniciar lo más pronto posible, después del nacimiento y se le debe obligar a mamar
con frecuencia, para que se estimule la producción de la leche y el bebé se acostumbre
en la práctica de la succión y deglución. Debe mantenerse durante los primeros seis
meses (exclusiva) y de ser posible, extenderse durante el primer año de vida. Después
de las primeras semanas irá acostumbrándose a un horario regular.
No siempre que el niño llora es porque tiene hambre y requiere alimentación artificial.
Puede llorar porque está orinado, cansado de una misma posición o tener frío. Solamente
el médico puede tomar la decisión de suspender la lactancia materna.

AMAMANTAR ES AMAR, ES DAR VIDA.

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