Está en la página 1de 5

Se denomina compuesto químico inorgánico a aquellos compuestos que están formados por

distintos elementos, pero en los que su componente principal no siempre es el carbono, siendo el
agua el más abundante. En los compuestos inorgánicos se podría decir que participan casi la
totalidad de elementos conocidos.

Mientras que un compuesto orgánico se forma de manera natural tanto en animales como en
vegetales, aunque también el hombre ha logrado crear dichos compuestos de forma artificial en
condiciones de laboratorio[cita requerida], uno inorgánico se forma de manera ordinaria por la
acción de varios fenómenos físicos y químicos: electrólisis, fusión, etc. También podrían
considerarse agentes de la creación de estas sustancias a la energía solar, el agua, el oxígeno.

Los enlaces que forman los compuestos inorgánicos suelen ser iónicos o covalentes.

Ejemplos de compuestos inorgánicos:

 Cada molécula de cloruro de sodio (NaCl) está compuesta por un átomo de sodio y otro de
cloro.
 Cada molécula de agua (H2O) está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno.
 Cada molécula de amoníaco (NH3) está compuesta por un átomo de nitrógeno y tres de
hidrógeno.
 El dióxido de carbono se encuentra en la atmósfera en estado gaseoso y los seres vivos
aerobios lo liberan hacia ella al realizar la respiración. Su fórmula química, CO2, indica que
cada molécula de este compuesto está formada por un átomo de carbono y dos de
oxígeno. El CO2 es utilizado por algunos seres vivos autótrofos como las plantas en el
proceso de fotosíntesis para fabricar glucosa. Aunque el CO2 contiene carbono, no se
considera como un compuesto orgánico porque no contiene hidrógeno.

Elementos Químicas

Aunque en su composición intervienen los 93 elementos naturales de la tabla periódica, los


compuestos inorgánicos existen en menor medida que los orgánicos en cantidad y variedad.

Los compuestos inorgánicos, formados mayoritariamente por C, H, O, N, S, por este orden y con
mucha menor presencia de otros elementos en su composición, se cuentan entre los más
numerosos. Esto se debe a la asombrosa capacidad del carbono de formar cadenas larguísimas y
ramificadas.

A diferencia de los compuestos orgánicos, típicos de la química de la vida, los compuestos


inorgánicos son aquellos cuya composición no está basada principalmente en el carbono y el
hidrógeno, sino que involucra diversos tipos de elementos, casi todos los conocidos de la Tabla
Periódica.
Estos compuestos se forman a través de reacciones y fenómenos físicos presentes en la
naturaleza, tales como la energía solar, la acción de la electricidad o del calor, etc., que permiten la
creación de sustancias diversas. Sus átomos y moléculas suelen unirse mediante enlaces iónicos o
covalentes.

A pesar de la variedad de elementos disponibles, los compuestos inorgánicos son bastante menos
abundantes y diversos que los orgánicos. Además, tienen una forma de nomenclatura distinta y
suelen estar involucrados en procesos diferentes.

Los compuestos inorgánicos se pueden clasificar en: óxidos, peróxidos, hidruros, sales, hidróxidos
y oxácidos.

Ejemplos de Compuestos Inorgánicos

El agua (H2O). A pesar de ser tan abundante en el mundo y de ser indispensable para la vida, el
agua es una sustancia inorgánica. Esta sustancia es líquida a temperatura normal (25 ºC) y sólida
cuando es enfriada por debajo de 0º C. Por otro lado, cuando es sometida a temperaturas
superiores a 100 ºC se transforma en vapor.

Cloruro de sodio (NaCl). Es la sal común que usamos para comer. Se compone de un átomo de
sodio y otro de cloro, y se encuentra abundantemente en la corteza terrestre, sobre todo disuelta
en las aguas del mar.

Amoníaco (NH3). Es una molécula inorgánica compuesta por hidrógeno y nitrógeno. Esta sustancia
es excretada junto con otras (como la urea) como desecho del metabolismo de diversos seres
vivientes. Por lo general, se presenta en forma gaseosa y tiene un característico olor desagradable.

Dióxido de carbono (CO2). Es un gas compuesto por carbono y oxígeno. Es sumamente abundante
en nuestra atmósfera ya que diversos procesos metabólicos lo expulsan como subproducto, por
ejemplo, la respiración animal, la fermentación, etc. Es, al mismo tiempo, el insumo elemental
para realizar la fotosíntesis de las plantas.

Óxido de calcio (CaO). También llamada “cal viva”, es ampliamente empleada en la construcción.
Se obtiene mediante calcinación de rocas calizas o dolomías, ricas en fuentes de calcio mineral.
La diferencia principal entre los compuestos orgánicos e inorgánicos está en su origen. Mientras
que los compuestos orgánicos tienen un origen biológico, los inorgánicos provienen casi siempre
de la corteza terrestre, como el agua. Sin embargo, actualmente pueden obtenerse algunos
compuestos orgánicos de manera artificial en laboratorios, como las fibras sintéticas o los
plásticos.

Justamente a razón de su origen biológico, las moléculas orgánicas son mucho más numerosas que
las inorgánicas.

También se diferencian en el número de elementos que participan. En los compuestos orgánicos


solo participan el carbono –cuya presencia es constante–, el hidrógeno, el azufre, el oxígeno, el
nitrógeno y el fósforo. En cambio, los compuestos inorgánicos pueden combinar todos los
elementos metales y no metales de la tabla periódica.

Los compuestos orgánicos normalmente se forman con enlaces covalentes, mientras que los
orgánicos se forman con enlaces iónicos casi siempre.

Entre las propiedades de los compuestos orgánicos se cuentan combustibilidad, aromaticidad,


bajos puntos de fusión y ebullición, solubilidad en disolventes orgánicos y agua y, por último,
isomería (esto es, una misma combinación de átomos puede crear diferentes moléculas).

Entre las propiedades de los compuestos inorgánicos podemos reconocer buena conducción del
calor y la electricidad, solubilidad en agua y altos puntos de fusión y ebullición.

Cloruro de sodio (NaCl). La sal común de nuestra dieta.

Ácido clorhídrico (HCl). Uno de los más potentes ácidos conocidos, es uno de los segregados por el
estómago para digerir la comida.

Ácido fosfórico (H3PO4). Un ácido reactivo al agua, resistente a la oxidación, evaporación y


reducción, empleado en la industria de las gaseosas.

Ácido sulfúrico (H2SO4). Uno de los mayores corrosivos conocidos, es largamente empleado en
diversos tipos de industria y se lo produce en grandes cantidades en el mundo.

Yoduro de potasio (KI). Esta sal es ampliamente utilizada en la fotografía y el tratamiento de la


radiación.
Dicromato de potasio (K2Cr2O7). Sal anaranjada, altamente oxidante, capaz de provocar incendios
al entrar en contacto con sustancias orgánicas.

Cloruro de plata (AgCl). Muy usado en la electroquímica y en laboratorios, debido a su bajísima


solubilidad en agua, es un sólido cristalino.

Amoníaco (NH3). También llamado azano o gas de amonio, es un gas incoloro rico en nitrógenos
de olor particularmente repulsivo.

Sulfato cuproso (Cu2SO4). Una sal insoluble, empleada como desinfectante y colorante de
superficies metálicas.

Óxido de silicio (SiO2). Llamado comúnmente sílice, forma el cuarzo y el ópalo, y es uno de los
componentes de la arena.

Sulfato de hierro (FeSO4). También conocido como vitriolo verde, melanterita o caparrosa verde,
es una sal azul-verdosa empleada como colorante y como tratamiento de ciertas anemias.

Carbonato de Calcio (CaCO3). Largamente empleado como antiácido y en la industria del vidrio y
del cemento, es una sustancia muy abundante en la naturaleza, como rocas o como cáscaras y
exoesqueletos de ciertos animales.

Cal (CaO). Es óxido de calcio en cualquiera de sus formas, muy empleado en las mezclas de
construcción como conglomerante.

Bicarbonato de sodio (NaHCO3). Presente en los extintores de incendios o en muchos productos


dietéticos y medicinales, posee un pH muy alcalino.

Hidróxido de potasio (KOH). La soda potásica, empleada en la elaboración de jabones y otros


solventes.

Hidróxido de sodio (NaOH). Llamado soda cáustica o sosa cáustica, se emplea en la industria del
papel, de tejidos y de detergentes y destapadores de cañerías.

Nitrato de amonio (NH4NO3). Un potente fertilizante agrícola.

Silicato de cobalto (CoSiO3). Empleado en la elaboración de pigmentos (como el azul cobalto).

Sulfato de magnesio (MgSO4). Sal de Epsom o sal inglesa, al añadírsele agua. Tiene múltiples usos
médicos, sobre todo musculares, o como sales de baño.

Cloruro de bario (BaCl2). Una sal muy tóxica empleada en pigmentos, tratamientos del acero y
fuegos artificiales.

También podría gustarte