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Análisis

Tanto en la pasión como en el dolor, el amor quema. Es algo que pueda


hacer daño. Despierta la fantasía, pero cuando termina nos hace sentir mal
al momento. Precisa de un esfuerzo que desgasta emocionalmente, es algo
que entra sin avisar y que hay que cuidar. El amor nos hace débiles según
el poeta.

El amor es algo personal, único. Es un sentimiento que nos hace sentir


libres y, al mismo tiempo, el poeta cree que coarta a la persona enamorada
y que dura hasta el último momento. Es algo que nos enferma, debilita. El
amor es algo que nos hace sentir que saltamos al abismo y es algo para lo
que no hay dónde asirse. Es algo que nos une profundamente pero, al
mismo tiempo, es incompatible con la amistad.

En este breve poema, el poeta intenta condensar el significado que tiene


para él el amor, desde el punto de vista emocional, físico, humano y social.
Es algo tan importante, que nos aporta tanta vida que, al mismo tiempo, nos
quema si no lo conocemos. Es lo más importante que les puede pasar a dos
personas y, al mismo tiempo, si no se controla, puede llegar a anularlos,
debilitarlos y separarlos definitivamente.
El amor une a las personas y también las separa de otras, ya sean amigos,
familiares o personas importantes para cada una de las dos partes de la
pareja. Si bien es cierto que pensamos que somos libres, en el fondo no es
así porque la otra persona también toma parte en las decisiones en la
relación que se tiene y se ha de contar con ella para avanzar en la vida, que
desde el momento en que estamos con otra persona ha de ser una vida en
común.

Para el poeta, el amor es como la inocencia de un niño que, poco a poco y,


a medida que va creciendo, deja de ser tal para hacerse un nombre y
madurar. También es importante señalar que se extrae del poema que el
amor y la amistad son incompatibles. Cuando amamos a una persona de
verdad no la vemos como una amiga o amigo, la vemos como alguien que
es esencial en nuestro camino vital y con la que queremos compartir todo y
entregarnos a ella en cuerpo y alma. En esta entrega, la amistad no es
posible, únicamente el amor es capaz de llenar este concepto.

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Analizado por Paulo Altamirano, en Poemario, publicado en mayo de 2015,
visto en https://poemario.org/definicion-del-amor/ .Gracias por leernos y
citarnos :)

Comentario de un poema barroco: “Soneto definiendo el


amor” de Francisco de Quevedo
Publicado el 12 marzo, 2020por lclcarmen1
DEFINIENDO EL AMOR
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado,
es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente
un amar solamente ser amado,
es una libertad encarcelada
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.
Este es el niño Amor, este es su abismo:
¡mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

Contextualización
Se trata de un poema de Francisco de Quevedo uno de los poetas más importantes
del siglo XVII, cuya obra poética, extensísima, trata los más diversos temas. Este,
en concreto, pertenece a la temática amorosa y, por tanto, se ciñe a la tradición
petrarquista del amor que caracteriza las composiciones amorosas de Quevedo. Sin
embargo, hay que recordar que Quevedo es un poeta barroco y que él va a darnos
una visión del amor más apasionada e intensa que la de otros poetas que han
tratado el mismo tema.
No es raro, en este sentido, que los poetas escriban poemas donde se define el
amor, ya en el siglo XIV, Jorge Manrique había tratado el tema en su composición
“Diciendo qué cosa es el amor” y en el mismo siglo XVII, Lope de Vega había hecho
su propia definición del amor en un excelente soneto.

El poema, además, es una excelente muestra de la corriente conceptista del


Barroco, de la que formó parte su autor, Francisco de Quevedo. El conceptismo se
propone ahondar en las posibilidades del idioma, llegar a una expresión depurada
de las ideas (los conceptos) a través del ingenio, estimulando la reflexión del lector
en poemas como este, y su sentido del humor en otros.

Tema
Como el propio título indica, el poema nos presenta una definición del amor que se
centra en los comportamientos y emociones contradictorias que este sentimiento
produce. En el desarrollo del tema vemos cómo Quevedo se ciñe a las metáforas
clásicas del amor:

 El amor como fuego.


 El amor como una herida que produce dolor y placer al mismo tiempo.
 El amor como una enfermedad de la que el amante no se quiere curar.
 El amor como una prisión.
 El amor como una experiencia ambivalente de placer y dolor donde el
amante busca lograr su deseo sin importarle el daño que esto le cause.
Estructura
En cuanto a la estructura externa, el poema se ajusta a la métrica del soneto
(catorce versos endecasílabos, agrupados en dos cuartetos y dos tercetos con rima
ABBA, ABBA, CDC,DCD. Los tercetos, como puede apreciarse con encadenados.

La estructura externa del soneto determina con frecuencia la estructura interna del
poema, es decir, la distribución de las ideas se organizan tomando como base las
distintas estrofas. En este soneto, por ejemplo, los dos cuartetos y el primer terceto
constituyen un único periodo sintáctico que expone la descripción del sentimiento.
En el segundo terceto, el poeta resume todo lo anterior y expone una conclusión:
¿qué se puede esperar de un sentimiento, que se define precisamente por su
naturaleza contradictoria?

Estilo
El soneto de Quevedo pretende ser una definición del
amor, pero en lugar de utilizar un tono expositivo, objetivo y concreto, opta —como
corresponde a una poema lírico— por expresar sus propios sentimientos volcados
en la estructura de oraciones copulativas yuxtapuestas propias de la definición (“es
hielo… es fuego… es herida… es un soñado bien… es un breve descanso… es un
descuido…) Todas estas oraciones están estructuradas en paralelismos
sintácticos, de modo que la repetición de la estructura produzca un efecto
intensificador. A ello contribuye la anáfora de los cinco primeros versos,
encabezados por el verbo “es”.
Quevedo está definiendo un sentimiento que, por esencia, se caracteriza por sus
contradicciones. Por ello los recursos basados en la oposición serán los más
frecuentes; encontramos, en este sentido, un buen número
de antítesis (hielo/fuego; bien/mal; descanso/cansado; descuido/ cuidado;
cobarde/valiente; solitario/gente). Esta antítesis de refuerza con la presencia
del quiasmo en algunas ocasiones (“un soñado bien, un mal presente”), pero
sobre todo con la paradoja (“andar solitario entre la gente”, “enfermedad que
crece si es curada“) y el oxímoron (“hielo abrasador”, “fuego helado”, “libertad
encarcelada”).
La expresión del sentimiento amoroso encuentra, pues, su cauce perfecto en la
acumulación de estos recursos de oposición que persiguen transmitir la dolorosa
contradicción que produce el amor en quien lo padece. El texto, además, está
dispuesto en una estructura reiterativa que intensifica un dinamismo que
transmite el apasionamiento y la hondura del sentimiento. Este dinamismo solo
cesa en la pausa que se produce entre los dos tercetos (el primer punto del poema),
donde la lectura acelerada que las anáforas y los paralelismos encuentra un respiro
antes de que el último terceto nos aclare que está hablando del amor, personificado
en el dios Cupido (el niño Amor), y en la que el poeta en una exclamación
apasionada interpela al lector para conducirle a la conclusión final: el amor es una
experiencia contradictoria que, sin embargo, se desea tener.
Valoración
El amor, en Quevedo, se presenta de una forma contradictoria: por un lado vence la
angustia del tiempo que transcurre inexorablemente, pues perdura más allá de la
muerte. Pero, por otra parte, este sentimiento está dirigido a un ideal inalcanzable
y, por tanto, es una frustración más. Este poema, con su disposición anafórica
reiterativa, sus recursos basados en la contradicción y su perfecta estructuración es
un excelente ejemplo de la poesía conceptista de Quevedo.

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