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1ª hora
2 Tesalonicenses
3. Significación de 2 Tes
→ 2 Tes ha contribuido de manera importante al desarrollo de un tema curioso,
pero permanente, de la escatología cristiana: la llegada de la figura de un
anticristo conocido como el hombre impío, mencionado en 2 Tes 2,3.8.9. 2 Tes
es un texto único por su mención de esta figura específica, presentada en
oposición a Dios en los últimos días.
Todos hacen referencia a una parecida figura apocalíptica del anti-mesías del
tiempo final, pero lo entienden de maneras diferentes. En la mayoría de los
textos neotestamentarios, y especialmente en 1 y 2 Juan, el anticristo es un
maestro cristiano, un falso profeta que propaga enseñanzas erróneas acerca de
Jesús (1 Jn 2,22; 4,3; 2 Jn 7; 2 Pe 2,1; Mt 24,5/Mc 13,6/Lc 21,8; Mt 24,24/Mc
13,22).
En el libro del Apocalipsis, la bestia que sube del mar (que representa al Imperio
romano) es una figura anti-Dios, que exige culto divino y persigue a quienes se
niegan a adorarlo (Ap 13,1-10). Estos dos aspectos de ―falso profeta‖ y ―anti-
Dios‖ parecen encontrarse en el ―impío‖ de 2 Tes, figura satánica, en contraste
deliberado con el Señor resucitado.
→ En la Iglesia primitiva, estas diferentes imágenes del anticristo se
concentraron en una imagen confusa e imprecisa del ―enemigo‖ de los últimos
tiempos. Con la conversión de Constantino, este enemigo ya no se identificó con
el opresor Imperio romano, sino con los oponentes políticos o religiosos de la
Iglesia y el Estado entonces unidos –oponentes a los que la imagen, ya sacada de
su contexto apocalíptico original, se podía aplicar a voluntad-
→ Papas concretos indignos de su cargo, con Juan XII (935-963), o dirigentes
seculares opuestos al papado como Federico Barbarroja (1155-1190), fueron
identificados con el anticristo. Finalmente, Martín Lutero, recogiendo una
sugerencia hecha por los seguidores del místico cisterciense del siglo XII
Joaquín de Fiore (1130-1201), dio un paso más e identificó al anticristo con el
papado mismo.
4. El esquema de 2 Tes
5. Comentario
El encabezamiento de la carta es tan parecido al de 1 Tes que no necesita más
explicación.
2 Tes 1,3-12