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El valor del trabajo


Todos deseamos tener una buena vida con paz, amor, salud y prosperidad. Al pensar en eso que
deseamos, podemos descubrir que en buena medida, el trabajo nos ayuda a lograrlo ya que nos da la
oportunidad para ser felices y obtener bendición. Aprende a disfrutar lo que haces porque es a través de
esa actividad que el Señor te prosperará. Dios nos enseña que el trabajo es el fundamento para ver
cumplidas Sus promesas en nuestra vida. La única forma de recibir bendición es trabajando.

Fuimos hechos a Su imagen y semejanza, es decir que tenemos ADN celestial. Desde este punto de
vista, también vemos el trabajo como bueno porque el mismo Dios trabajó para crear todo lo que existe.
Además, Génesis nos relata que el Señor nos hizo para multiplicarnos y ejercer autoridad sobre lo
creado(Génesis 1:26-28), es decir que nos encomendó una tarea. Recibirás todo lo bueno y agradable
cuando comprendas el verdadero valor del trabajo. En ese momento, Dios te dará más trabajo y podrás
aprovecharlo buscando en bien común.

Veamos que según la Palabra, luego del pecado de Adán y Eva, la maldición cayó sobre la tierra, no
sobre el hombre y su esfuerzo (Génesis 3:17-18). Algunos mal interpretan la Escritura diciendo que Dios
maldijo el trabajo porque Adán, desde entonces, debía sufrir para producir su alimento, pero no es así.
Antes del pecado, la naturaleza funcionaba a favor de Adán que guardaba el Edén, labraba y la tierra
producía (Génesis 2:15), pero cuando cometió pecado, es la tierra la que cambia y él debe luchar contra
los elementos naturales para producir su alimento. Dios no maldice el trabajo porque Él es un trabajador.

Luego del pecado de Adán, nuestra herencia es esforzarnos para obtener las bendiciones del Señor. Tu
trabajo, sin importar cuál sea, te traerá alegría y prosperidad, a menos que sea algo ilegítimo, fuera de Su
voluntad. Si lo que haces está lleno de los principios de Dios, tienes un trabajo “amal”, es decir legítimo,
bendecido, de acuerdo a tu llamado y Su propósito. Ese trabajo transformará tu esfuerzo en frutos
agradables y en oportunidad para bendecir a otros, no lo dudes.

Todos trabajamos, la diferencia es con qué actitud lo hacemos. El esclavo obtiene frustración, pero el
buen trabajador obtiene satisfacción. Si te quejas por todo y ves que no avanzas, vives al día como un
esclavo, no das la milla extra, tal vez no te estás dedicando a tu llamado y no estás cumpliendo el
propósito que Dios tiene para ti. Procura tener una actitud de trabajador “amal”, legítimo, comprometido y
con actitud de servicio porque la recompensa se hace palpable con más trabajo que provee gozo.

La Palabra nos aconseja que hagamos nuestra parte: trabajar con esfuerzo y dedicación porque sólo de
esa forma, estaremos listos para que Dios haga Su parte y nos permita disfrutar con gozo de los frutos
de nuestro trabajo, dándonos riquezas y bienes (Eclesiastés 5:18-19).

Gózate en tu trabajo y hazlo bien. Prepárate, busca la excelencia en lo que haces y verás que tu actitud y
futuro cambian. No puedes decir que no te gusta tu trabajo si lo haces mal y con desgano. Para ver
buenos resultados, debes buscarlos con esfuerzo. Dedicarte a lo que te brinde satisfacciones personales
es la forma de echar a andar el círculo de bendición. Un salario nunca pagará tu felicidad y realización
personal.

Realízate en lo que haces, esa es tu parte, la parte de Dios, es bendecirte y lo hará si eres un trabajador
legítimo, no un esclavo. El Señor puede hacer que te goces aunque el trabajo sea difícil, también te dará
riquezas y honra, esa es Su promesa. Agrada al Señor con tu trabajo, asume una actitud de servicio y
verás que las cosas mejorarán. La naturaleza dejará de funcionar en contra tuya y todas las cosas
obrarán para bien.

Dale gracias al Señor por tu trabajo y por las bendiciones que te ha preparado. Declara que disfrutarás
ejecutando la obra que te encomendó, prométele que te esforzarás para Él y para Su reino. Demuestra
que eres hijo de Dios, por eso, trabajas con calidad, excelencia e integridad como Él te enseñó con Su
ejemplo.

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