Está en la página 1de 2

Macroeconomía es el estudio de los agregados económicos.

Podemos entender cómo funciona la


economía, y obtener recomendaciones de política económica. Entender que determina los
distintos agregados económicos, analizar qué efecto tienen las políticas macroeconómicas sobre
la evolución de la economía. Nos interesa saber qué causa el desempleo y las recesiones, y qué se
puede hacer para evitarlo o, al menos, reducir sus efectos. Otro aspecto a estudiar qué determina
la inflación, cuáles son sus costos qué se puede hacer para controlar las alzas de precios. Por qué
hay economías que crecen por un tiempo prolongado más rápidamente que otras.

Hoy día es cada vez más importante la predictibilidad de la política monetaria. Lo que
repercusiones en el funcionamiento de los mercados financieros, y es posible establecer
estrategias de inversión que permitan cubrir riesgos y obtener buenos retornos. El análisis
macroeconómico nos puede ayudar a determinar las principales vulnerabilidades y
potencialidades de una economía, que son muy importantes a la hora de decidir sobre la
realización de un proyecto de inversión.

Para las empresas, la evolución de la tasa de interés y la actividad económica son muy relevantes
para determinar la rentabilidad. Las empresas, la evolución de la tasa de interés y la actividad
económica son muy relevantes para determinar la rentabilidad. Lo que nos interesa con el estudio
de la macroeconomía es entender la realidad. Ya que si entendemos esta realidad podemos
avanzar en la obtención de conclusiones de política económica, predecir lo que puede ocurrir y
evaluar el estado de una economía particular, sus oportunidades y riesgos.

La evolución de la teoría macroeconómica


La macroeconomía surgió como disciplina dentro de la economía con la Gran Depresión de los
años 30. El principal precursor fue John Maynard Keynes, con la publicación de su libro Teoría
general del empleo, interés y dinero en 1936. Keynes fue quien dio el gran impulso al estudio de
la macroeconomía. Las críticas al enfoque keynesiano han dado origen a importantes
contribuciones que han cambiado radicalmente el estudio de la macroeconomía, y también ha
hecho merecedores a varios críticos al premio Nobel de Economía.

La teoría keynesiana se orientó a la construcción de modelos macroeconomíacos que permitieran


estudiar el impacto de diversas políticas y derivar recomendaciones de política con el propósito
de estabilizar el producto.

La dominancia de la macroeconomía keynesiana duró hasta principios de la década de 1970.,


cuando Robert Lucas, junto a otros destacados economistas, que la macroeconomía keynesiana
tradicional fue seriamente cuestionado. Lucas argumentó que era esencial incorporar la
formación de expectativas en el análisis macroeconómico, ya que todos los desarrollos previos
que la ignoraban estaban implícitamente asumiendo un grado importante de irracionalidad por
parte del público.
Su evolución de la macroeconomía también ha estado siempre ligada a fenómenos reales.
Después de la Gran Depresión, y en particular en la posguerra, la economía mundial —y Estados
Unidos especialmente— crecieron con vigor. La idea desarrollada entre otros por Fynn Kydland
y Edward Prescott, plantea en su versión original que modelos de equilibrio general sin
imperfecciones pueden dar cuenta de las fluctuaciones económicas.

Los desarrollos keynesianos no se han quedado atrás de estos desafíos, y es así como surge lo que
hoy se conoce como la nueva síntesis neoclásica. Esta nueva síntesis sigue la tradición
keynesiana de considerar rigideces de precios, pero en modelos con expectativas racionales,
comportamiento dinámico de los agentes económicos y en un contexto de equilibrio general.

Paralelamente, la macroeconomía se ha preocupado del crecimiento económico. El objetivo


actual de la macroeconomía sino explicar qué determina la tendencia de largo plazo del nivel de
producción de una economía. La existencia de amplias bases de datos y la resolución de algunos
problemas teóricos permitieron realizar importantes avances teóricos y muy valiosas
contribuciones empíricas. Este es el foco de la parte IV de este libro. Dicho esto podemos definir
la macroeconomía es el estudio del crecimiento y las fluctuaciones económicas. En conclusión
nos importan los fenómenos agregados en la medida que nos ayudan a entender el crecimiento de
largo plazo y el ciclo económico.

En macroeconomía también nos interesan, la evolución y determinantes de los niveles de


educación, dado que son una explicación importante de los diferenciales de crecimiento entre
países. Metodológicamente, la teoría macroeconómica ha hecho muchos avances y, en la
actualidad, existen ciertos estándares ampliamente aceptados. El uso de expectativas racionales y
la necesidad de que los modelos estén microfundados y sean dinámicos son algunos de ellos.

Existen también algunos principios básicos en el funcionamiento de la economía que tienen vasta
aceptación, que están presentes en este libro, y que Taylor (1997) ha resumido de la siguiente
forma:

 En el largo plazo, el crecimiento del producto depende del crecimiento de la


productividad y la acumulación de factores.
 No existe tradeoff entre inflación y desempleo en el largo plazo. Es decir, en el largo
plazo mayor o menor inflación no tiene impacto sobre el desempleo.
 Existe un tradeoff entre inflación y desempleo en el corto plazo, aunque este no siempre
es posible de explotar
 Las expectativas responden a las políticas y, por lo tanto, deben ser consideradas en la
evaluación del impacto de las políticas monetarias y fiscales.
 Por lo general, cuando se analiza las políticas monetaria y fiscal, muchas veces se
consideran como cambios aislados en los instrumentos.

Desde el punto de vista macroeconómico, el mundo ha progresado significativamente, en


particular en los países industriales. La inflación está bajo control y hay crecimiento económico.

También podría gustarte