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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL”

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ


DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA POLICIAL
ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO PROFESIONAL PNP

ASIGNATURA:

DOCENTE :

TEMA : PERSONAS JURÍDICAS, ASOCIACIÓN, FUNDACIÓN


COMITÉ, PERSONAS JURÍDICAS NO INSCRITA,
COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

INTEGRANTES:
Nº DE GRADO APELLIDOS Y NOMBRES NOTAS
ORDEN ELAB. SUST. PROM.
ALOII PNP
ALOII PNP
ALOII PNP
ALOII PNP
ALOII PNP

SECCIÓN : …………..
PROMOCIÓN : HEREDEROS DEL BICENTENARIO

LIMA – PERÚ
2022
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo trata sobre la persona jurídica, también denominada


persona moral o ficticia, es una organización creada para realizar una actividad
y conseguir ciertos objetivos. Una organización de este tipo debe contar con un
reconocimiento legal para poder ser declarada como persona jurídica.

Estos a su vez se dividen en; personas jurídicas societarias y personas


jurídicas no societarias se caracteriza principalmente por ser una organización
con fines de lucro, esto es su finalidad es netamente económico, recibir
utilidades, ganancias, respecto de la sociedad constituida, respecto al segundo
que está regulado en el código civil en son organizaciones sin fines lucrativos,
esto es tiene una finalidad altruista.

Dentro de las personas jurídicas con fines lucrativos, se encuentran las


sociedad anónima ordinaria, sociedad anónima cerrada, sociedad anónima
abierta, sociedad comercial de responsabilidad limitada, sociedad colectiva,
sociedad en comandita simple, sociedad en comandita por acciones entre
otros, y dentro de las personas jurídicas no societarias se encuentran la
asociación, fundación, comité.

Este artículo se puede comparar con los artículos de la Constitución y el


Código Civil, el cual regula las funciones, derechos de una persona jurídica,
además de sus términos de dicha personalidad.

Esperamos que este trabajo sea de su agrado, y fácil entendimiento.

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN..................................................................................................2
ÍNDICE..................................................................................................................3
CAPITULO I..........................................................................................................4
MARCO TEÓRICO...............................................................................................4
PERSONAS JURÍDICAS, ASOCIACIÓN, FUNDACIÓN COMITÉ, PERSONAS
JURÍDICAS NO INSCRITA, COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS........4
1.1. Concepto....................................................................................................4
1.1.1. Características.......................................................................................5
1.2. La Asociación.............................................................................................6
1.3. Fundación..................................................................................................9
1.4. El Comité.................................................................................................11
1.5. Personas jurídicas no inscrita,.................................................................13
1.6. Comunidades campesinas y nativas.......................................................13
ANÁLISIS............................................................................................................14
CONCLUSIONES...............................................................................................15
RECOMENDACIONES.......................................................................................16
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................17
ANEXOS.............................................................................................................18

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CAPITULO I

MARCO TEÓRICO

PERSONAS JURÍDICAS, ASOCIACIÓN, FUNDACIÓN COMITÉ, PERSONAS


JURÍDICAS NO INSCRITA, COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

1.1. Concepto

Se entiende por persona jurídica a los entes que, para la realización de


determinados fines colectivos, las normas jurídicas les reconocen
capacidad para ser titular de derechos y contraer obligaciones.

En una clasificación dentro del concepto jurídico de persona. Es decir,


junto a las personas físicas existen también las personas jurídicas, que
son entidades a las que el Derecho atribuye y reconoce una
personalidad jurídica propia y, en consecuencia, capacidad para actuar
como sujetos de derecho, esto es, capacidad para adquirir y poseer
bienes de todas clases, para contraer obligaciones y ejercitar acciones
judiciales.

A pesar de que la posibilidad de incriminar a la par tanto a la persona


natural como a la empresa surgiría como una violación al principio del
non bis in idem, la tradición francesa del derecho penal (Mestre, 2008) y
el modelo de la doble imputación de tiende que la pena corporativa,
atribuible a la persona jurídica, no impide la imposición de sanciones en
la esfera de lo penal a la persona física, pues solo de esa forma se
plasma la autenticidad de la voluntad corporativa propugnada por dicha
escuela. En el capítulo final haré una breve referencia a dicha
innovadora forma de concebir la doble imputación en el derecho penal.

En una perspectiva asumida desde los intereses de los sujetos, la teoría


de la realidad señala que el derecho subjetivo debe ser redefinido

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precautelando básicamente bienes e intereses (Michoud. 1989) , por lo
que la orientación sancionadora del derecho penal más que a los actos
dispositivos de voluntad y ejecución del hecho incriminoso en sí mismos,
ejercita su actividad sobre el nexo causal existente entre la acción y los
fines que aquella persigue (Weltel, 1990 ). De allí a la redefinición de la
concepción del derecho subjetivo hay solo un paso: si las instituciones
mantienen objetivos e intereses permanentes —o al menos estables—,
independientes de los de sus miembros, la persecución de un fin social
se configuraría en el derecho subjetivo que la normatividad tutela y
protege y alrededor del que se consolida una voluntad colectiva que es
la que permite generar responsabilidades penales a la persona jurídica.

1.1.1. Características

Dentro de lo que son las Personas Jurídicas se sustentan en aquellos


signos ineludibles que vana a estar siempre presentes, expresamos que
las que vamos a desarrollar no son las únicas sino que estas pueden
variar o ampliarse de acuerdo al grado de interés y desarrollo con que se
enfoque esta institución:
 Buscan concretizar un fin o interés común de todos los miembros que
la conforman.
 Su tratamiento debe de ser diferenciado del que se da a cada uno de
sus miembros.
 Son entidades abstractas, con existencia ideal.
 La ley les reconoce una capacidad más restringida que la concedida
a las personas naturales.
 Cumplen finalidades de mayor amplitud que las personas naturales.
 Es sujeto de derecho y deberes desde el momento de su
constitución, siempre y cuando cumpla con los fines con los que fue
constituida, y para los que se ha destinado un patrimonio.
De esta manera podemos enfocar los rasgos comunes que pueden
encontrarse al momento de formar una persona jurídica sin tomar en
cuenta su finalidad y los requisitos particulares que tienen al momento

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de su composición las cuales hacen que existan clasificaciones distintas
que buscan sistematizar, ordenar a las personas jurídicas.

1.2. La Asociación

La asociación se encuentra definida por el articulo 80 del Código civil


como una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de
ambas, que a través de una actividad común persiguen un fin no
lucrativo.

La definición es importante, pero es necesario explicar algunos de sus


elementos caracterizantes para describirla adecuadamente. La
consecución de fines no lucrativos se refleja a través de dos hechos. El
primero es que ninguna asociación (ni la fundación o el comité)
distribuye las posibles utilidades que obtenga en su actividad, entre sus
miembros(Boza, 2014). Si existieran excedentes, ellos deben aplicarse
en el siguiente ejercicio económico. a los objetivos de la institución. En
segundo lugar, en el caso de disolución de una asociación, el patrimonio
neto resultante de la liquidación tampoco se restituye a los asociados,
sino que es destinado a propósitos análogos, como después se verá.

Los aportes de los asociados, por tanto, no se convierten en un crédito


para ellos ni en un débito para la asociación, mucho menos para exigir el
pago de utilidades. Esto marca una importante diferencia con las
sociedades mercantiles, que además se refleja en el balance y la
contabilidad de estas últimas.

Los fines no lucrativos son de lo más variado: educativo, cultural,


deportivo, religioso, artístico, científico, recreativos, etc. y son éstos los
que deben ser satisfechos por medio de la asociación.

Los objetivos últimos no deben confundirse con las actividades que


realicen cualquiera de las organizaciones sin fines de lucro. Las

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actividades son medios o vías instrumentales que les permiten a las
asociaciones, fundaciones y comités generar recursos o captarlos para
poder cumplir sus fines. En esa medida, las actividades son, por lo
general, económicas, pero estas actividades, por no ser los fines últimos
de estos entes, no los convierten en lucrativos(Fernández, 2016). Dada
la actual tendencia de considerar que estas personas jurídicas son
formas organizativas de empresas, en la medida que producen bienes y
servicios, parece necesario reconocer esta diferencia.

La definición del Código civil hace referencia a una organización estable


de personas. La idea de organización es de suma importancia en la
medida que se trata de un grupo de personas, es decir, de seres
humanos, que es el substrato material(Rescigno, 1981) de cualquier
ente personificado (la personificación es el elemento formal) y que
realizan una actividad en conjunto en base a la distribución de roles y
responsabilidades(Fernández, 1982). Pero se trata de una organización
artificial, creada precisamente para perseguir los fines para los que fue
constituida. No es, por tanto, una organización natural de personas como
ocurre, por ejemplo, con la familia.

A la organización se le atribuye el carácter de estable, en decir, de ser


permanente en el tiempo. La calificación responde a la necesidad de la
persona jurídica de perpetuarse como un órgano vivo durante el tiempo
que sea requerido para que pueda satisfacer sus propósitos. Sin
embargo, no es una nota que deba cumplirse siempre. Nada impide que
una asociación realice plenamente sus objetivos sin que deba tener una
vida prolongada. Pese a lo dicho, la nota adjudicada por el legislador
responde a lo que suele ocurrir, por lo general, en la experiencia, y es,
adicionalmente, un dato de importancia para distinguir a la asociación
del comité que suele tener una vida efímera. Aunque también la
estabilidad debería señalarse respecto de la fundación, dato que no
encontramos en el concepto dado por el articulo 99 del Código civil.

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El aspecto que en la definición del Código caracteriza mejor a la
asociación viene constituido por la necesidad de realizar una actividad
en común.

No se trata de que todos y cada uno de los asociados que la integren se


ocupen cotidianamente o asuman tareas de gestión de esta persona
jurídica. En rigor de verdad, lo común es la participación en las
decisiones que adopten los asociados, así como en los resultados una
vez que la asociación alcance la finalidad que le dio origen.

Lo común, por otro lado, revela el temperamento asociativo de esta


organización. Entre la asociación y los asociados existe, recíprocamente,
una especie de vínculo de “pertenencia” o de “necesidad” en el sentido
de que no puede haber asociación sin la presencia de cuando menos
dos asociados (Vega, 1996), lo que supone pluralidad de personas entre
las que existe ánimo de asociarse (affectio societatis) (De Castro, 1984),
a partir de lo cual es posible hacer referencia a una organización. Y esta
nota señalativa también puede decirse respecto de la relación que debe
mediar entre los asociados, en razón que una sola persona es incapaz
de poder dar vida a una asociación o de permitir que se mantenga como
tal. Esta es una diferencia, por ejemplo, con la fundación, conforme
explicaremos en su oportunidad.

A pesar de esta “necesidad”, la asociación no deja de ser un sujeto de


derecho distinto de los asociados, especialmente cuando adquiere
personalidad jurídica con su inscripción en el registro.

A este respecto, creo necesario señalar algunas cuestiones adicionales.


La idea de “organización” que caracteriza a la asociación, fundación y
comité dentro del Código civil tiene suma importancia en la medida que
éstas no siempre adquieren la condición de persona jurídica. Empero,
aun en esta hipótesis, no dejan de presentar una cierta unitariedad como
centro de imputación de derechos y deberes, en razón que el legislador

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considera que estas organizaciones no inscritas son también “sujetos de
derecho”.

La importancia de que la asociación acceda al registro para convertirse


en persona jurídica tiene efectos en materia de responsabilidad, pues al
producirse una radical y definitiva separación de los patrimonios de la
asociación inscrita respecto del patrimonio de sus asociados, éstos (o
quienes actúen en nombre de aquéllas) no responden por las deudas de
la organización.

Una característica de la asociación que no se refleja en la definición del


Código civil (que incide en “lo común”) es aquélla según la cual los fines
que persigue dicha organización deben beneficiar a sus asociados. Ello
no ocurre, por ejemplo, ni en la fundación ni en el comité, pero sí debe
cumplirse en el caso de la asociación. En relación con este aspecto,
debe recordarse que la creación de una de estas organizaciones
responde a la imposibilidad de que las personas naturales puedan, por sí
solas, realizar determinadas tareas y obtener ciertos resultados. La
asociación es el expediente con el cual cuentan para aunar esfuerzos
(nuevamente nos asalta la idea de “lo común”), pero no desconoce que
la finalidad (no lucrativa) debe ser en provecho de quienes se sirven de
esta figura1.

1.3. Fundación

De acuerdo a nuestro artículo 99 del CC la fundación es: “una


organización no lucrativa instituida mediante la afectación de uno o más
bienes para la realización de objetivos de carácter religioso, asistencial,
cultural u otros de interés social”.
En esta definición encontramos, por ejemplo, que la fundación es una
persona jurídica, y que, para adquirir tal calidad, debe cumplir con una

1
Cuando en nuestro país se inició el auge de las denominadas “organizaciones no gubernamentales” que,
como se ha dicho, no son un tipo más de persona jurídica sino una calificación que se otorga a las
“organizaciones sin ánimo de lucro”

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serie de pasos que deben concluir con la correspondiente inscripción. De
otro lado, la fundación se caracteriza por ser no lucrativa, es decir que
las utilidades que obtenga como consecuencia de sus actividades no
son distribuidas, sino reinvertidas hacia la misma finalidad. Ahora bien,
no debe soslayarse el hecho de la afectación patrimonial, el cual será
utilizado para financiar las actividades de la fundación, o los fines para
los cuales se requerirá el patrimonio. (Seoane Linares, 2005)

Un atento sector de la doctrina nacional señala que el que se introduzca


un elemento indeterminado como el “interés social” conlleva un serio
riesgo de arbitrariedad por parte de los Registros Públicos al momento
de calificar la inscripción de una fundación, pues siempre se podrá
discutir el grado de interés de la sociedad en cierto tema o utilidad para
esta. De esta suerte estima que la interpretación del “interés social” debe
ser la más amplia posible, pues en caso contrario se corre el riesgo de
dejar fuera actividades que podrían ser de interés para la sociedad, pero
cuya novedad impida el que esto se entienda así por el registrador. (De
Belaúnde López de Romaña, 2010, p. 365).

Otro sector de la doctrina nacional advierte (posición que además


compartimos) que la fundación no cuenta con miembros en estricto sino
con gestores del patrimonio a título de administradores que se encargan
de salvaguardar el patrimonio. (Pazos Hayashida, 2017, p. 53)

Por tanto, entendemos por fundación a aquel grupo de bienes afectados


a realización de objetivos de carácter religioso, asistencial, cultural u
otros de interés social que no cuenta con miembros sino con gestores
que se encargan de administrar los bienes a su cargo para cumplir el fin
para lo cual se constituyó la persona jurídica. Asimismo, cuando tenga
por objetivo un ”interés social” la interpretación que se deberá realizar de
tal objetivo deberá ser la mas amplia posible con miras a no impedir que
se llevan a cabo actividades en beneficio de la sociedad solo por su
carácter novedoso o desconocido.

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Según el artículo 110 del CC: “El haber neto resultante de la liquidación
de la fundación se aplica a la finalidad prevista en el acto constitutivo. Si
ello no fuera posible, se destina, a propuesta del Consejo, a incrementar
el patrimonio de otra u otras fundaciones de finalidad análoga o, en su
defecto, a la Beneficencia Pública para obras de similares propósitos a
los que tenía la fundación en la localidad donde tuvo su sede”.

1.4. El Comité

El artículo 111 del Código civil define al comité como la organización de


personas naturales o jurídicas, o de ambas, dedicada a la recaudación
pública de aportes destinados a una finalidad altruista(Breccia, 1992).

El Código de 1984 concibe de una manera más amplia al comité, sobre


todo porque le acuerda la posibilidad de adquirir personalidad jurídica.
Es más, prevé un régimen especial para los comités no inscritos.

El comité tiene características muy bien definidas. Es, en primer lugar,


una organización de temperamento asociativo, al igual que la asociación.
En esa medida, su constitución exige la presencia de cuando menos dos
personas, entre las que se crea, al igual que entre ellas y el comité, un
vínculo de “necesidad”. Es, en este aspecto, tan similar a la asociación
que en los países que no tienen un tratamiento especial se denomina a
los comités como asociaciones de hecho o asociaciones temporales.
Sus miembros también realizan actividades en común, pareciéndose,
nuevamente, a la asociación. No obstante, la participación excede
ampliamente la actuación de quienes hacen parte de él, pues el fondo de
aportes que se forma es producto de la solidaridad comunitaria, gracias
a las contribuciones del público en la colecta que se lleva a cabo.

También se asemeja a la asociación (y se distingue, por ende, de la


fundación) por ser una organización abierta a la afiliación. Cualquier

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persona puede integrarse a ella siempre que cumplan con las
previsiones estatutarias para la admisión de nuevos miembros.

El comité se distingue de las demás personas jurídicas por su existencia


efímera. Después de la recaudación de fondos del público y de aplicar
los recursos captados a un fin altruista, se disuelve. Se organiza para
una colecta pública y nada más.

Por ello, para facilitar el recurso a este expediente, el legislador ha sido


flexible en su forma de constitución, pues puede ser creado por medio
de un documento privado con la firma legalizada por notario, que es
suficiente para su inscripción en el registro. Nada impide que sus
fundadores opten por instrumentar el acto en escritura pública; sin
embargo, ello desvirtúa la concesión de la ley.

Los objetivos del comité son caracterizados como fines altruistas es de


interés social, pero no siempre los fines de interés social son altruistas.

El altruismo del propósito se revela a través de acciones de corte


humanitario, filantrópico. El comité es una muestra del interés de
quienes se juntan con el objeto de hacer participar a los demás, al
público, en un fondo de aportes, en tómbolas, rifas, etc., que servirán
para paliar alguna situación ajena que espera una demostración de
solidaridad, muchas veces con relativa urgencia. Por lo general, quienes
se encuentran atravesando determinadas circunstancias derivadas de su
escasez de recursos, de un sismo o hecho fortuito, no se encuentran en
aptitud ni espiritual ni económica de emprender, por sí mismos, la tarea
de organizarse y solicitar ayuda a la colectividad. Inclusive el pedido
formulado por los propios afectados suele ser visto, egoístamente, con
desconfianza. Es, entonces, cuando surge la acción solidaria de los
demás, de quienes están dispuesto a entregar su esfuerzo y tiempo para
apelar a la cooperación ciudadana (Fernández, 2016).

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Una fundación que, por ejemplo, se constituye para la investigación de
las bondades de una especie vegetal y su posible aplicación a terapias
curativas tiene un fin abiertamente social, más no filantrópico.
Dadas estas características, es claro que el comité persigue fines en
bien de terceros, que no son ni en favor de sus instituyentes y miembros,
ni de aquéllos que lo administran, diferenciándose así de la asociación y
asemejándose a la fundación (Fernández, 2016).

1.5. Personas jurídicas no inscrita,

Las Organizaciones de Personas No Inscritas realizan su actividad como


si fueran personas jurídicas, con la diferencia que las primeras, no han
cumplido con todos los requisitos legales para obtener su debido
reconocimiento. Ambas constituyen un conjunto de personas que se
organizan en la búsqueda de un fin valioso.

1.6. Comunidades campesinas y nativas

Las comunidades campesinas y nativas son organizaciones tradicionales


y estables de interés público, constituidas por personas naturales y
cuyos fines se orientan al mejor aprovechamiento de su patrimonio, para
beneficio general y equitativo de los comuneros, promoviendo su
desarrollo integral. Están reguladas por legislación especial Para la
existencia legal de las comunidades se requiere, además de la
inscripción en el registro respectivo, su reconocimiento oficial.
Las tierras de las comunidades son inalienables, imprescriptibles e
inembargables, salvo las excepciones establecidas por la Constitución
Política del Perú. Se presume que son propiedad comunal las tierras
poseídas de acuerdo al reconocimiento e inscripción de la comunidad.
El Poder Ejecutivo regula el estatuto de las comunidades, el cual
consagra su autonomía económica y administrativa, así como los
derechos y obligaciones de sus miembros y las demás normas para su
reconocimiento, inscripción, organización y funcionamiento.

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ANÁLISIS

 Según la carta de derechos, toda persona tiene derecho a la


personalidad jurídica, que es aquella por la cual se reconoce a una
persona, organización, asociación o empresa la capacidad suficiente
para asumir obligaciones y realizar actividades que generen plena
responsabilidad, visibilidad frente a mismo y frente a terceros.

 La personalidad jurídica nos hace entender que cualquier persona puede


crear una entidad a través del lema de persona jurídica lo que nos hace
entender que se pueden crear empresas o asociaciones. Estamos
abordando varios problemas, trasladando al derecho procesal penal una
discusión que, hasta hace poco tiempo, se limitaba a la dogmática penal.

 La diversidad de situaciones dificulta la elaboración de una definición


general, pero una persona jurídica puede definirse como una entidad
que puede ser titular de derechos y obligaciones . Una persona jurídica
generalmente está formada por un grupo de personas naturales o
jurídicas que desean realizar algo en común, pero también puede ser un
grupo de bienes o una persona jurídica formada por la voluntad de una
sola persona. A diferencia de las personas físicas, existen varias
categorías nombradas de personas jurídicas, que varían en forma y
capacidad jurídica .

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CONCLUSIONES

 La definición de persona jurídica no siempre se le ha llamado así, pero


para llegar a este término, que actualmente es el más aceptado, se han
dado cuenta las diferentes concepciones que se han tenido de esta
figura según el grupo social y la normativa. dado. se lee que este tema
se dio en ese momento.

 La persona jurídica es definida por el propio gobierno como una entidad


compuesta por una o más personas que ejercen derechos y cumplen
obligaciones en nombre de la empresa que constituyen.

 En las personas jurídicas, la capacidad de ser sujeto de derechos y


obligaciones viene determinada por el alcance del objeto social y se
ejerce necesariamente a través de la representación de una persona,
tanto judicial como extrajudicialmente.

 La persona, jurídicamente, es sujeto de derechos y deberes, es decir,


todo ser capaz de tener derechos y de contraer obligaciones. En
términos jurídicos, el código civil distingue: (i) personas naturales y (ii)
personas jurídicas (lo que corresponde a una ficción jurídica).

 La persona jurídica confiere a la persona jurídica una serie de atributos


reconocidos a las personas naturales, tales como el nombre , los bienes
o el domicilio . La personalidad jurídica permite en particular: para
emprender acciones legales, adquirir bienes muebles o inmuebles.

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RECOMENDACIONES

 Se debe establecer pautas para dar una idea sobre los derechos que
tenemos al tener una personalidad jurídica.

 Toda persona jurídica puede crear empresas o asociaciones pero a


veces se necesita orientación para poder realizarlo.

 Nuestra constitución vela por el bienestar de las personas jurídicas.

 Podemos apreciar que el proceso de lo que hoy conocemos como


persona jurídica no ha sido fácil ni pacifico dentro de lo que es el
reconocimiento jurídico de las instituciones lo que si podemos establecer
que la misma es producto del hombre de su necesaria relación con los
demás, pero sobretodo que como fenómeno jurídico es recogido por
nuestro ordenamiento civil en el Código Peruano de 1984

 Debemos conocer sobre posiciones que reclaman un cambio como otras


que no creen necesaria modificación alguna lo preciso es señalar que
con la receptación del mismo la normatividad peruana regula una figura
que el propio derecho a nivel general acepta y demuestra de esta
manera el compromiso que debe de existir con la misma.

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BIBLIOGRAFÍA

 Boza Dibós, Beatriz (2014) “La persona jurídica sin fines de lucro: su
regulación a la luz del nuevo rol que desempeña”, en Themis, Nº 12,
PUC, Lima.
 Breccia, U; Bigliazzi Geri, L; Natoli, U y Busnelli, F.D.(1992) “Derecho
civil” T. I, Vol. I, Universidad Externado de Colombia, Bogotá
 Corvetto Vargas, Aníbal, “Manual elemental de Derecho civil peruano”,
Ediciones Librería Studium S.A., Lima, 1954, Tomo I. p. 127.
 De Castro y Bravo, Federico, “La persona jurídica”. Civitas, Madrid,
1984. p. 27
 Espinoza Espinoza Juan (2006). “Sobre la necesidad de reclasificar a las
personas jurídicas sin fines de lucro” en su libro “Ensayos sobre teoría
general del derecho y los derechos de las personas”, Editorial Huallaga,
Lima.
 Fernández Sessarego, Carlos (1982) “Definición de asociación,
fundación y comité en el proyecto de Código civil peruano” en la obra del
mismo autor “La persona en la doctrina jurídica contemporánea”,
Universidad de Lima
 Fernández Sessarego, Carlos (2016) “Doctrina y legislación peruana
sobre la persona en el siglo XX”, en AAVV, “Instituciones del Derecho
Civil Peruano”, Víctor Guevara Pezo, Coordinador, Fundación M.J.
Bustamante de la Fuente Universidad Femenina del Sagrado Corazón
Tomo I, p. 421. Perú
 Rescigno, Pietro (1981) "Manual de derecho civil italiano". Editorial
Jovene Editore. Italia
 Vega Mere, Yuri (2006) “La fundación: Un tema de derecho vivo” en
“Gaceta Jurídica”. Legislación, Doctrina y Jurisprudencia. Perú

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ANEXOS

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