Está en la página 1de 5

El tejido urbano de la provincia[editar]

La creación de civitates[editar]

El último escalón de la administración del Imperio romano estaba formado en todas las provincias
por las ciudades (lat. civitates), organizadas políticamente a la romana (coloniae, municipia) o de
manera tradicional, conservando las instituciones prevías a la conquista romana, aunque, en este
último caso, con la directa supervisión de los gobernadores provinciales. El grado de autonomía de
estas comunidades, tanto romanas como indígenas, era bastante alto, y, en general, podían
resolver sus asuntos sin excesivas intromisiones de los gobernadores provinciales. Las
comunidades indígenas tendían, progresivamente, a asimilar sus instituciones de autogobierno a
las de los municipios y colonias romanas, aunque la principal diferencia entre ambos tipos de
comunidades era la aplicación de la legislación romana, obligatoria para los ciudadanos de
colonias y municipios, orientativa para las no romanas, excepto en las relaciones con el poder
imperial y con ciudadanos romanos particulares, casos en los que la legislación romana se aplicaba
por encima de los derechos locales.

Lucerna romana del siglo I procedente del Municipium Urbs Victrix Osca, la actual Huesca, que
denota un alto grado de implantación de la romanidad en el valle medio del Ebro.

Según los geógrafos antiguos Estrabón, Plinio, quien fue procurator de la provincia, y Ptolomeo, el


número de ciudades de la Tarraconensis era considerable, sobre todo en el valle del Ebro y la costa
del mar Mediterráneo, reduciéndose su número a medida que se avanzaba hacia el Norte, hacia la
costa del Cantábrico, y hacia el Oeste, hacia la futura Gallaecia.

Sin contar las comunidades que existían en las Islas Baleares, Plinio afirma 8 que:

nunc universa provincia dividitur in conventus VII, Carthaginiensem, Tarraconensem,


Caesaraugustanum, Cluniensem, Asturum, Lucensem, Bracarum. accedunt insulae, quarum
mentione seposita civitates provincia ipsa praeter contributas aliis CCXCIII continet, oppida
CLXXVIIII, in iis colonias XII, oppida civium Romanorum XIII, Latinorum veterum XVIII, foederatorum
unum, stipendiaria CXXXV.
C. Plinio Secundo. Naturalis Historia III, 18.9

Esto significa que en los 7 conventos jurídicos que integraban la provincia Tarraconensis existían


293 ciudades, aparte de las comunidades o ciudades contributae (dependientes de otras), de las
que 179 tenían un núcleo urbano –oppidum–. Las ciudades estaban a su vez divididas, según su
estatuto, en 12 colonias, 13 ciudades con pleno derecho de ciudadanía –oppida civium
Romanorum–, 18 municipios de derecho latino antiguo, 1 ciudad federada –aliada sin derecho de
ciudadanía– y 135 ciudades tributarias o estipendiarias. Las otras 114 eran civitates o
comunidades sin oppidum, como la mayor parte de las de los conventos del Noroeste y del
Cluniense.10

Retrato del emperador Vespasiano en un denario, quien extendió la ciudadanía latina a todas los
comunidades hispanas con el Edicto de Latinidad de 74.

Las comunidades privilegiadas de la provincia Tarraconensis de origen cesariano, triunviral o


augústeo, colonias y municipios, fueron adscritas a la tribu Galeria, excepto Caesaraugusta, que lo
fue a la Aniensis.

Según nos informa Plinio el Viejo, el siguiente cambio de importancia fue la concesión por el
emperador Vespasiano a toda Hispania del derecho latino.

Universae Hispaniae Vespasianus Imperator Augustus iactatum(¿s?) procellis rei publicae Latium
tribuit.
C. Plinio Segundo. Naturalis Historia III, 30

Así, en el año 74 d. C.11Vespasiano, mediante el Edicto de Latinidad, otorgó la ciudadanía latina


menor –ius Latii minor– a todas los comunidades de Hispania, lo que permitía obtener la
ciudadanía romana a todas aquellas personas que hubieran desempeñado magistraturas
municipales –duovirato o edilidad– en su comunidad, una vez que fuera transformada en
municipio por orden imperial, mientras que el resto de los habitantes adquirían la ciudadanía
latina, que les permitía gozar legalmente del derecho de hacer negocios de acuerdo con la ley
romana –ius commercii– y de casarse a la romana –ius conubii–, en iustae nuptiae.

La concesión de este derecho fue aprovechada por bastantes comunidades estipendiarias


y contributae de la Tarraconensis para transformarse en municipios, como es el caso de Nova
Augusta (Lara de los Infantes, Burgos), Bergidum Flavium (Torre del Bierzo, El
Bierzo, León), Segovia, Duratón (Segovia, ¿tal vez Confluenta?), o Aqua Flaviae (Chaves, Portugal),
por citar unas pocas. Los ciudadanos romanos así promocionados en todos estos nuevos
municipios fueron adscritos a la tribu Quirina, y así lo hacían constar en la origo dentro de su
nombre.
Acueducto romano de las Ferreras o Pont del Diable, que abastecía de agua a Tarraco, la capital de
la provincia, desde época de Augusto.

Teatro romano de Caesaraugusta, capital de un conventus iuridicus, edificado


bajo Augusto y Tiberio para dotar a la ciudad más importante del valle del Ebro

Restos de una casa romana en Vareia (Logroño).

Teatro romano de Clunia Sulpicia, edificado bajo Tiberio para monumentalizar la ciudad más


importante, junto con Asturica Augusta de la cuenca del Duero, capital del conventus iuridicus más
extenso de Hispania
Acueducto de Segovia, edificado bajo Domiciano y remozado bajo Trajano, dentro del proceso de
municipalización flavio en toda Hispania, proporcionó a este municipio un elemento singular a la
par que útil

Detalle de las ruinas de Iuliobriga, la ciudad más importante de la Cantabria romana, apreciándose
aún las columnas de los pórticos que marcaban su Decumanus Maximus.

Torre de Hércules, faro romano construido en el siglo II en el Municipium Flavium Brigantium en La


Coruña.
Puente de Trajano en Aqua Flaviae en el que la inscripción llamada cadrao dos pobos indica que su
construcción fue sufragada por 10 comunidades de la zona y construido con ayuda de la Legio VII
Gemina

Las principales ciudades, de fundación romana ex novo o con origen griego –las menos– o
prerromano, de la provincia Tarraconensis fueron:

Conventus Tarraconensis[editar]

 Tarraco (Tarragona), Colonia cesariana y de Augusto

 Barcino (Barcelona), Colonia de César y Augusto

 Iesso (Guisona, Lérida), Municipio Flavio

 Aeso (Isona y Conca Dellá, Lérida), Municipio Flavio

 Iulia Libica (Llívia, Gerona), Municipio de César

 Ausa (Vich, Barcelona), Municipio de Augusto

 Baetulo (Badalona, Barcelona), Municipio de Augusto

 Iluro (Mataró, Barcelona), Municipio de César

 Emporiae (Ampurias, Gerona), Colonia de César

 Gerunda (Gerona), Municipio de Augusto

 Dertosa (Tortosa, Tarragona), Municipio de Augusto

 Valentia (Valencia), Colonia de Augusto

 Saguntum (Sagunto, Valencia), Municipio cesariano

 Edeta (Liria, Valencia), Municipio de Augusto

También podría gustarte