II. Ley 26.206. La nueva caracterización de la Educación
LA NUEVA CARACTERIZACION DE LA EDUCACION Escribe el profesor Sergio Palacio Dentro de las Disposiciones Generales de la nueva Ley y específicamente dentro de los denominados Principios, Derechos y Garantías el Artículo 2 la misma caracteriza a la Educación de la siguiente manera: “La educación y el conocimiento son un bien público y un Derecho personal y social, garantizados por el Estado”. Existen aquí diferencias con el antiguo texto de la Ley derogada. Dicho texto caracterizaba a la Educación como un “bien social” y establecía que la responsabilidad era “común”. No había mención del “conocimiento”. ¿Qué consecuencias poseen esas diferencias? En el presente comentario cabe avizorar solamente algunas de las consecuencias surgidas de esas diferencias. En primer lugar ya no se habla de una responsabilidad “común” por la Educación, es decir de todos, sino restringida al Estado. Según surge de la Ley el Estado debe garantizarla y conforme al Artículo 4º de la misma existe una responsabilidad principal e indelegable de proveer Educación por parte del Estado Nacional, Provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La anterior Ley si bien establecía que el Estado debía garantizarla aclaraba que la responsabilidad de las acciones educativas era además compartida con la familia, la iglesia católica, las demás confesiones religiosas y las organizaciones sociales (art. 4º). El Estado era el responsable principal, pero había otros corresponsables directos. Este énfasis en la responsabilidad del Estado abre interesantes interrogantes. Entre otros ¿qué ocurre cuando el Derecho personal no se encuentra suficientemente garantizado? ¿Se considerará en ese caso que existe un incumplimiento del Estado? Si así fuera, las familias, antes corresponsables directas, se encontrarían ahora en condiciones de reclamar judicialmente por los eventuales Daños derivados del incumplimiento del servicio educativo. Para ello hay que tener presente que el Artículo 1.117 del Código Civil (reformado en 1997) establece que el Estado debe responder por todos los Daños, materiales y morales, sufridos por los Alumnos. De acuerdo a ello si el servicio educativo no se garantizara suficientemente las familias podrían reclamar judicialmente al Estado por los Daños derivados de su incumplimiento. Lo previsto por el artículo 2º de la nueva Ley es enteramente concordante con lo previsto por el referido Artículo 1.117 del Código Civil dado que ambos establecen claramente la responsabilidad única del titular del servicio educativo incluyendo al Estado Nacional y a las Jurisdicciones provinciales. La Doctrina jurídica entiende que la responsabilidad por el suministro del servicio educativo constituye la obligación principal, y que a los efectos de poder brindarla, el responsable, en este caso el Estado debe cumplir con algunas obligaciones de resultado: cumplir horarios, proveer Docentes con título habilitante, suministrar material didáctico o cumplir un número mínimo de días de clase, entre otras. Si los padres, en el caso que se trate eventualmente, pudieran demostrar el incumplimiento de estas cuestiones, podrían reclamar la reparación prevista en el Artículo 1.117 del Código Civil que se refirió. Además hay que agregar que el entonces Diputado MATHOV, que cuando se reformó el Artículo 1.117 del Código Civil en 1997 realizó el Proyecto legislativo principal que en el Congreso Nacional se tuvo de referencia, al fundamentarlo sostuvo que los alcances de la responsabilidad debían ser mayores. Entendió que el responsable de garantizar la Educación también debía responder cuando se promovía a un Alumno de Año sin los niveles mínimos de aprendizaje requeridos. En cualquiera de los casos el Artículo 2º de la nueva Ley de Educación consolidaría claramente esta tendencia a consolidar la responsabilidad del Estado y habilitaría, en caso de incumplimiento, al reclamo jurídico por parte de las familias que se consideren damnificadas requiriendo una reparación económica. El caso más claro sería por ejemplo, cuando el Estado no garantizara en el Ciclo Lectivo el número mínimo de días de clase obligatorios por Ley. Constituye entonces un avance interesante que otorgaría una mayor capacidad de reclamo a los ciudadanos para el efectivo cumplimiento del Derecho a la Educación en procura de una mejora de la misma.
Publicado por Jorge Apel a las 9:10 AM | Enlace permanente | Comentarios (0)