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Capitulo 13: Los tipos de cambios y mercados de divisas

El tipo de cambio, entendido como el precio de la moneda de un país en función


de la moneda de otro, resulta ser también el precio de un activo financiero, los
principios aplicables al comportamiento de los precios de estos activos pueden ser
considerados, igualmente, en el estudio del comportamiento de los tipos de
cambio. El precio actual de un activo viene directamente relacionado con la
cantidad de bienes y servicios que los compradores esperan adquirir en el futuro.
Nuestros objetivos generales en este capítulo son entender la función que
desempeñan los tipos de cambio en el comercio internacional, y el modo en que
éstos se determinan. Para comenzar, aprenderemos primero cómo permiten los
tipos de cambio comparar los precios de los diferentes bienes y servicios de
distintos países, se descubrirá el mercado de activos internacionales en el que se
intercambian las divisas, y mostraremos cómo se determinan los tipos de cambio
de equilibrio en el mercado.
El apartado final destaca el enfoque del mercado de activos mostrando cómo
responde el tipo de cambio de hoy a las variaciones de las expectativas sobre el
valor futuro esperado de los tipos de cambio.

Los tipos de cambio y las transacciones internacionales


Los tipos de cambio desempeñan un papel fundamental en el comercio
internacional, ya que permiten comparar los precios de bienes y servicios
producidos en los diferentes países, los precios relativos de las monedas vienen
recogidos diariamente en las secciones financieras de los periódicos.
Observe que el tipo de cambio puede expresarse de dos formas: como el precio
de la moneda extranjera en términos de dólares, o como el precio de los dólares
en términos de la moneda extranjera. La primera de estas formulaciones del tipo
de cambio se dice que es en términos directos, la segunda en términos indirectos.

Tanto los particulares como las empresas utilizan los tipos de cambio para
convertir los precios expresados en moneda extranjera en los respectivos precios
en moneda nacional. Una vez que los bienes y servicios, nacionales e importados,
son expresados en la misma moneda, se pueden obtener los precios relativos que
afectan a los flujos del comercio internacional.

Los precios nacionales y los precios extranjeros


Si se conoce el tipo de cambio entre las monedas de dos países, se puede
expresar el precio de las exportaciones de un país en términos de la moneda del
otro.
Las variaciones de los tipos de cambio reciben el nombre de depreciaciones o
apreciaciones, los tipos de cambio utilizados en nuestro ejemplo modifican
simultáneamente los precios que los británicos pagan por los productos
estadounidenses.

Los términos apreciación y depreciación, aplicados a las variaciones de los tipos


de cambio, pueden ser muy confusos, ya que cuando una moneda se deprecia
respecto a otra, esta segunda se aprecia, de forma simultánea, respecto a la
primera.

Para evitar posibles equívocos en el análisis de los tipos de cambio, siempre se


especificará cuál de las dos monedas analizadas es la que se ha depreciado, o
apreciado, respecto a la otra.

El mercado de divisas

Al igual que los precios de los demás bienes y servicios se establecen mediante la
interacción de compradores y vendedores, los tipos de cambio vienen
determinados por la interacción de los particulares, de las empresas y de las
instituciones financieras, que compran y venden moneda extranjera con el fin de
realizar pagos internacionales. El mercado en el que se intercambian las monedas
extranjeras se denomina mercado de divisas.

Los agentes

La mayor parte de los agentes del mercado de divisas son los bancos
comerciales, las empresas multinacionales que participan en el comercio
internacional, las instituciones financieras no bancarias que gestionan activos,
como las empresas gestoras de fondos de inversión y las compañías
aseguradoras, y los bancos centrales.

Los intercambios de divisas se desarrollan en numerosos centros financieros,


localizados en grandes ciudades como son Londres (el mercado más importante),
Nueva York, Tokio, Fráncfort y Singapur. El volumen mundial del intercambio de
divisas es enorme y ha experimentado una fuerte expansión en los últimos años

Los tipos de cambio al contado y los tipos de cambio a plazo


Las transacciones de divisas que hemos analizado se realizan al contado, es
decir, las dos partes acuerdan cambiar depósitos interbancarios y materializar el
acuerdo de forma inmediata. Los tipos de cambio que afectan a estos acuerdos al
contado son denominados tipos de cambio al contado (o tipos de cambio spot), y
la transacción se llama operación al contado.

El término al contado puede inducir a confusión porque este tipo de acuerdos


puede llegar a materializarse incluso dos días después de su formalización.

El retraso se produce porque, en la mayoría de los casos, son necesarios dos


días para que las órdenes de pago (los cheques, por ejemplo) sean compensadas
en el sistema bancario

Swaps de divisas

Un swap de divisas es una venta al contado de una moneda combinada con una
recompra a futuros de la moneda, un swap a tres meses de dólares en francos
suizos podría dar lugar a menores costes de intermediación que dos transacciones
separadas de venta de dólares al contado a cambios de francos suizos y vender
los francos suizos a cambio de dólares en el mercado de futuros.

Los swaps constituyen una proporción significativa de todas las operaciones en


divisas.

La demanda de activos en divisas


La demanda de depósitos bancarios de divisas depende del mismo tipo de
influencias que afectan al mercado de cualquier otra clase de activos, la principal
es el valor futuro de los depósitos.

El valor futuro de un depósito en moneda extranjera depende de dos factores: el


tipo de interés que ofrece y la evolución esperada del tipo de cambio de esa
moneda frente a otras.

La tasa de rentabilidad real.


La tasa de rentabilidad esperada que consideran los ahorradores ala hora de
decidir qué activos van a comprar es la tasa de rentabilidad esperada real, es
decir, la tasa de rentabilidad calculada expresando los valores de los activos en
función de una cesta de bienes representativa de aquellos productos que son
adquiridos normalmente por los ahorradores.

Es esta tasa de rentabilidad esperada real la que realmente importa, porque el


objetivo último del ahorro es el consumo futuro, y solamente la rentabilidad real
puede expresar los bienes y servicios que un ahorrador podrá adquirir en el futuro,
a cambio de renunciar a una parte de su consumo actual

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