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UNIVERSIDAD VIZCAYA DE LAS AMERICAS

Licenciatura de Derecho

Mtro. Urquidez Nieblas Jaime Orlando.


7°A Derecho 2021-2
“Juicios Especiales”

“PRESUNCIÓN DE MUERTE”

Alumno(a):
Quiñonez López Melanie Marian

11 de noviembre del 2021. Hermosillo, Sonora


INTRODUCCIÓN.

Derivado de diversos factores como son la descomposición social, el alto índice de


impunidad de la delincuencia organizada, actualmente en el país, se vive una
situación de violencia generalizada, por lo que existe una mayor incidencia en la
comisión de delitos graves que atentan contra la libertad, integridad y vida de las
personas, tal es el caso del secuestro y de la desaparición de personas.

Conductas típicas que en su mayoría desembocan en homicidios que difícilmente


pueden corroborarse y mucho menos imputar su comisión a persona alguna. Por
lo que, se genera incertidumbre en los familiares de las víctimas, al no de tener
noticias del paradero del ausente o datos que hagan posible su localización.

Por lo tanto, cuando no existe la certeza de la muerte del ausente, no puede


tramitarse su acta de defunción, quedando a la deriva la administración de los
bienes de este, la cual se encuentra supeditada a la tramitación de procesos
jurisdiccionales.

Así, después de varios años una vez que dicten sentencia relativa a la presunción
de muerte, ya con el acta de defunción, los familiares estarán en condiciones de
iniciar el juicio sucesorio a fin de hacer efectivo el cobro de seguros, la disposición
y administración de los bienes, entre otros.
En México, la legislación en materia civil federal vigente contempla un sistema
mixto tanto para la declaración de ausencia y de presunción de muerte. Siendo
esta última, el mecanismo jurídico a través de la cual se brinda protección jurídica
patrimonial a los familiares del ausente.

De allí, que en el presente artículo se analice el proceso para la obtención de las


declaraciones de ausencia y presunción de muerte de una persona presuntamente
secuestrada o desaparecida, considerando la imperiosa necesidad de establecer
un procedimiento especial que brinde certeza jurídica a los familiares como
víctimas indirectas, otorgándoles la posibilidad de acceder a una protección
integral en cuanto a la administración y disposición de los bienes del ausente.

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DESARROLLO.

Según el artículo 163 del Código Penal para el Distrito Federal, se entiende por
secuestro a la acción de privar de la libertad a otro con el propósito de obtener
rescate, algún beneficio económico, causar daño o perjuicio a la persona privada
de la libertad o a cualquiera otra.

Asimismo, de acuerdo con lo establecido en la fracción XV, del artículo 4 de la Ley

General en materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida


por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.

Persona desaparecida es aquella persona cuyo paradero se desconoce y se


presuma, a partir de cualquier indicio, que su ausencia se relaciona con la
comisión de un delito.

Asimismo, en la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de


Personas, se define como: El acto de privar a una persona o personas de su
libertad, en cualquier momento, seguido por una ausencia de información o una
negociación del reconocimiento de que la privación de la libertad o de dar
información sobre el paradero de esa persona, de tal modo que se impide su
recurso a la aplicación legal de medios procesales restitutivos de la libertad y
garantías de procedimientos.

Al respecto, en la Convención Internacional para la Protección de todas las


Personas contra las Desapariciones, puntualiza que debe entenderse como
desaparición forzada al: Arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma
de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o
grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del
Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del
ocultamiento de la suerte o paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a
la protección de la ley.

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Por otra parte, el artículo 27 de la Ley General en materia de Desaparición
Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema
Nacional de Búsqueda de Personas, establece que comete el delito de
desaparición forzada de personas, el servidor público o el particular que, con la
autorización, el apoyo o la aquiescencia de un servidor público, prive de la libertad
en cualquier forma a una persona, seguida de la abstención o negativa para
reconocer dicha privación de la libertad o a proporcionar la información sobre la
misma o su suerte, destino o paradero.

Este delito quien prive de la libertad a una persona con la finalidad de ocultar a la
víctima o su suerte o paradero a quien cometa este delito se le impondrá pena de
veinticinco a cincuenta años de prisión y de cuatro mil a ocho mil días multa.

En virtud de lo anterior, se entiende que la diferencia entre desaparición personas


y desaparición forzada de personas es que la primera de ellas puede ser cometida
por cualquier persona y la última necesariamente se le imputa a un servidor
público o bien por un particular que cuente con el apoyo de un servidor público
para cometer el ilícito en comento.

La experiencia de la desaparición de personas en América Latina es


lamentablemente reiterada. La doctrina internacional usualmente ubica las
desapariciones forzadas como una violación al derecho a la vida en la medida que
la experiencia histórica ha demostrado que las desapariciones suelen conducir a la
muerte de las víctimas.

Alto al Secuestro estableció que en México ocurren 117 secuestros mensuales, 28


semanales y cuatro diarios. Desde el inicio del mandato de López Obrador, la
organización ha contabilizado 1.887 raptos en 2019, 1.151 en 2020 y 852 en lo
que va de 2021.

En cuanto a delincuencia organizada e inseguridad, ya que ésta es una


consecuencia generada por la misma. También se examinó el párrafo noveno del
Art. 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1917), señala

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“Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o
más personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los
términos de la ley de la materia.” Se seleccionó la definición de delincuencia
organizada por Díaz de León (1986), “aquélla donde tres o más personas se
organizan bajo las reglas de disciplina y jerarquía para cometer de modo violento o
reiterado o con fines predominantemente lucrativos.

Actualmente esos delitos se listan en el Artículo 2 de la Ley Federal Contra la


Delincuencia Organizada (1996), la cual señala: “Cuando tres o más personas se
organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas
que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos
de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros
de la delincuencia organizada”. Por último, se consultó el Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Zacatecas (1966), con la finalidad de
indagar el procedimiento de Declaración de ausencia y de presunción de muerte
para el presente Artículo.

La desaparición de persona y el secuestro son delitos que además de lastimar


profundamente a los familiares de las víctimas, dejan desprotegido el patrimonio
del desaparecido. Por ello, la importancia de no revictimizar a las víctimas,
colocándolas en una situación de vulnerabilidad jurídica. De allí, la necesidad de
considerar casos especiales para las declaraciones de ausencia y de presunción
de muerte, cuando la desaparición sea originada por la presumible comisión de
estos delitos, lo que permitiría la salvaguarda del patrimonio y la protección de los
derechos del desaparecido, y por ende de los familiares que requieran ejercitar
derechos patrimoniales.

En México, posterior al desastre ocurrido como consecuencia de los sismos


registrados los días 19 y 20 de septiembre 1985, surgió el Sistema Nacional de
Protección Civil. Asimismo, se dieron una serie de reformas legales sobre los
casos especiales de ausencia, como lo fue la inclusión de la desaparición de
personas a consecuencia de una catástrofe derivada de una amenaza natural.

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Dada la relevancia y el alto índice en la comisión de los delitos de desaparición

forzada de personas y secuestro, es necesario adicionar su posible comisión como


casos especiales de ausencia en el Código Civil permitiendo así la reducción en el
término para la tramitación de juicios.

Situación que propiciaría la protección jurídica de los bienes del ausente, y a sus
familiares la posibilidad de administrar y disponer de los bienes, además de
acceder al cobro de seguros de vida, que señala un término de prescripción, de
cinco años, motivo por el cual cuando se terminan de realizar los tres
procedimientos que establece nuestro Código Civil para el Estado, a saber
medidas provisionales en caso de ausencia, juicio de declaración de ausencia y
juicio de presunción de muerte, ya no es posible cobrar.

Nótese que, al considerarse los casos de ausencia por secuestro y desaparición


forzada de personas, como casos especiales, en automático, se exceptuaría el
juicio de declaración de ausencia y solo se tendrían que dictar las medidas
provisionales en caso de ausencia inmediatamente de la desaparición, y al
trascurrir dos años de la ausencia sin que se tengan noticias del ausente,
entonces se podría promover juicio para la declaración de la presunción de
muerte.

Legisla dos tipos de ausencia: uno, la ausencia en general, y otro, la ausencia con
presunción de fallecimiento. La ausencia en general (por alguna llamada "simple
ausencia", lo que puede llevar a confusión) no requiere ninguna circunstancia
específica y no afecta la persona del ausente: no presupone duda alguna sobre su
existencia y tiene en mira únicamente el cuidado de los bienes de la persona que
se hubiere ausentado del lugar de su domicilio o de su residencia, cuando de ella
no se tuviere noticia y no hubiere dejado apoderado con poderes suficientes. No
es necesario el transcurso de plazo alguno, y su único efecto es la designación de
un curador a los bienes del ausente, lo que hará el juez a pedido de parte
interesada La ausencia con presunción de fallecimiento tiene lugar cuando se

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torna incierta la existencia de la persona, sea por la duración de su ausencia sea
por algún suceso que pudiera haberla afectado: en el primer caso se tratará de
ausencia con presunción de fallecimiento simple, y en la segunda ausencia con

presunción de fallecimiento calificada. Desde que comúnmente se las llama


ausencia simple y calificada, es conveniente evitar designar “Simple ausencia" a
aquélla en que no hay presunción de fallecimiento, para evitar posibles
confusiones; es preferible llamarla "ausencia en general.

Los plazos varían según el tipo de suceso. Si el ausente "se hubiere encontrado
en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u otro suceso semejante,
susceptible de ocasionar la muerte", son dos años; si se hubiere encontrado en
una nave o aeronave naufragada o perdida, seis meses (en ambos casos.
contados desde el día en que ocurrió, o pudo líber ocurrido el suceso.

Dolo del primer cónyuge, que se finge ausente, o presuntamente muerto. Acá la
solución se ve influenciada por la posición que se tenga adoptada con respecto a
la teoría del dolo; quienes consideran al dolo causal de nulidad porque éste
determina error en la otra parte deberán considerar si tal ha sido el caso en el
presente ejemplo, y si la ley no lo rechaza. Precisamente esto es lo que sucede,
según se verá más adelante, en oportunidad de considerar al error como causal
de nulidad relativa. Quienes, en cambio, consideran en el dolo como causal de
nulidad relativa la sanción del hecho ilícito que éste constituiría se enfrenta en
primer lugar, En segundo lugar, si ambos contrayentes son de buena fe y uno de
ellos, al enterarse del dolo del presunto muerto, quiere anular el matrimonio.

La presunción de muerte se conceptualiza como aquella situación que permite al


juzgador deducir que a partir de la declaración de ausencia y en virtud del
cumplimiento del término establecido por la Ley, se puede considerar que al sujeto
le ha sobrevenido la muerte, y tiene como efectos, entre otros, el cumplimiento de
obligaciones, la disolución de la sociedad conyugal, así́ como la adjudicación los
bienes del sujeto que se presume fallecido.

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Considerando de igual manera excesivos los tiempos que se manejan, tener que
esperarse 6 años para que se pueda determinar el estado jurídico de una persona
desaparecida para que sus familiares puedan entonces adjudicarse lo que les
corresponde, puede causarles daños económicos irreparables.

En la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, efectuada el 31 de


octubre de 2011, se llegó a un acuerdo sobre la necesidad de elaborar iniciativas
de reformas, tanto a las leyes federal como a las estatales con la finalidad de
reducir y homologar los plazos para simplificar los procedimientos de declaración
de ausencia y de presunción de muerte, lo anterior en beneficio de los familiares
de personas no localizadas o presuntamente muertas.

El 9 de abril de 2002, el Senado de la República ratificó la Convención


Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas, en la cual se pacta
que los Estados Parte deberán tomar las medidas de carácter legislativo,
administrativo, judicial o de cualquier otra índole necesarias para cumplir con los
compromisos asumidos en la Convención.

Esto es, no sólo es suficiente enfocarnos en reformar la sanción penal que se


pueda imponer por la comisión de los delitos de secuestro, sino que el sistema
jurídico mexicano debe atender y velar por la seguridad jurídica de los terceros
que se ven afectados en sus derechos por la ausencia o presunción de muerte de
los sujetos con los que se encuentran jurídicamente vinculados.

Por lo que es importante garantizar que independientemente de la política criminal


con la que la Nación está confrontando a estos delincuentes, es oportuno evitar la
revictimización de los terceros relacionados con aquellas personas que han sufrido
actos delincuenciales y de las cuales se desconoce su paradero.

Al día de hoy, los estados de Baja California, Coahuila, Chiapas, Chihuahua,


Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Quintana Roo,
Tabasco; Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas que ya han reformado o presentado
iniciativas para disminuir los términos de declaración de ausencia y presunción de
muerte, hay otros que se encuentran ya con incitativas pero que todavía están

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pendientes de ser aprobadas, esto únicamente comprueba el interés que tienen
los legisladores de diferentes entidades federativas para facilitar y modernizar los
procedimientos legales a las necesidades de sus habitantes. Por lo que es
importante unirnos como federación a la misma causa y reformar las leyes
federales en el mismo sentido.

Para los diputados del Partido Acción Nacional, es de vital importancia unirnos a la
causa y analizar e implantar las medidas necesarias para la protección de los
derechos de terceros cuando se encuentran ante una declaración de ausencia o
una presunción de muerte.

Tratándose de personas no localizadas por actos presumibles de la delincuencia


organizada, en los casos de secuestro y desaparición forzada, o bien cuando se
trate de servidores públicos de procuración y administración de justicia, de
seguridad pública o de ejecución de sanciones penales, no localizados por hechos
acontecidos durante el ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas, bastará
que hayan transcurrido dos años, contados desde su desaparición, para que
pueda hacerse la declaración de presunción de muerte, sin que en estos casos
sea necesario que previamente se declare su ausencia; pero sí se tomarán las
medidas provisionales autorizadas por el Capítulo I de este Título.

En estos casos, el juez acordará la publicación de la solicitud de declaración de


presunción de muerte, sin costo alguno y hasta por tres veces durante el
procedimiento, que en ningún caso excederá́ de treinta días.

Para los efectos del párrafo anterior, el Ministerio Público determinará de acuerdo
con las investigaciones, cuando deben considerarse actos presumibles de la
delincuencia organizada y podrá́ promover ante la autoridad judicial competente el
inicio del procedimiento que corresponda.

Cuando la desaparición sea consecuencia de incendio, explosión, terremoto o


catástrofe aérea o ferroviaria, y exista fundada presunción de que el desaparecido
se encontraba en el lugar del siniestro o catástrofe, bastará el transcurso de seis
meses, contados a partir del trágico acontecimiento, para que el juez de lo familiar

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declare la presunción de muerte. En estos casos, el juez acordará la publicación
de la solicitud de declaración de presunción de muerte, sin costo alguno y hasta
por tres veces durante el procedimiento, que en ningún caso excederá́ de treinta
días.

Como podemos observar la ley contempla diferentes escenarios en las causas de


ausencia, la última fracción del artículo 705 del Código Civil del Distrito Federal
(hoy la Ciudad de México) se agregó como consecuencia del terremoto de 1985,
por lo cual actualmente contempla un proceso más rápido y eficaz para declarar la
presunción de muerte ante la emergencia y en virtud de que cientos de personas
habían perdido la vida y otras quedarían desaparecidas entre los escombros, con
la modificación a la ley estableció una solución jurídica.

Por lo anterior tenemos que una vez declarada la presunción de muerte se debe
abrir la sucesión, en caso de que no se haya abierto durante el procedimiento de
ausencia, se les dará la posesión definitiva de los bienes a los herederos,
quedando el proceso siempre pendiente de que en algún momento aparezca el
ausente y se anulé todo lo actuado, lo cual genera mucha incertidumbre jurídica,
en virtud de que si no aparece el cuerpo del ausente nunca se cierra totalmente el
caso, y no se puede obtener una acta de defunción y declararlo formalmente
muerto.

Sin embargo, las disposiciones contempladas en los Códigos Civiles de los


diferentes estados del país han sido insuficientes ante una nueva situación que se
ha desarrollado en el presente siglo

XXI, y que es la llamada guerra contra el narco, por la cual hay miles de
desaparecidos y fallecidos. Ante la grave crisis que va más allá de todo parámetro,
el 22 de junio de 2018, se decretó la Ley Federal de Declaración de Ausencia Para
Personas Desaparecidas, misma que contempla la desaparición provocada por un
delito, dicha ley va más allá de toda disposición, y entre otras cosas, suspende
cualquier acción derivada por su ausencia, protege los derechos laborales, y
establece la suspensión del pago de algún crédito hipotecario hasta por cinco

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años, afectándose con ello a los empleadores y a los bancos, en aras de
garantizar el menor daño posible al ausente y su familia.

Pese a todas las disposiciones referentes a la declaración de ausencia y


presunción de muerte, en el país continúan miles de personas desaparecidas y sin
un procedimiento jurídico que aclare su situación frente a sus familiares y frente al
Estado, por lo que las leyes solo son una pequeña parte de la solución, el resto es
la voluntad política, recursos humanos y económicos, mismos que no tenemos y
por lo tanto no se esperan mejores resultados.

CONCLUSION
¿Qué pasa cuando hecha la declaración de ausencia, no aparece la persona
desaparecida?

La declaración de ausencia se publicará tres veces en los periódicos mencionados


con intervalos de quince días, remitiéndose a los cónsules como está prevenido
respecto de los edictos. Ambas publicaciones se repetirán cada dos años, hasta
que se declare la presunción de muerte.

¿En qué momento se puede decretar la presunción de muerte?

Cuando hayan transcurridos 6 años desde la declaración de ausencia, el juez, a


instancia de parte interesada, declarará la presunción de muerte.

¿En qué casos es común decretar la presunción de muerte?

En los casos en los que individuos hayan desaparecido al tomar parte en una
guerra, o por encontrarse a bordo de un buque que naufrague, o al verificarse una
inundación u otro siniestro semejante, bastará que hayan transcurrido dos años,
contados desde su desaparición, para que pueda hacerse la declaración de
presunción de muerte, sin que en estos casos sea necesario que previamente se
declare su ausencia.

¿Qué pasa en caso de desastres naturales como un terremoto?

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Cuando la desaparición sea consecuencia de incendio, explosión, terremoto o
catástrofe aérea o ferroviaria, y exista fundada presunción de que el desaparecido
se encontraba en el lugar del siniestro o catástrofe, bastará el transcurso de 6
meses, contados a partir del trágico acontecimiento, para que el juez de lo familiar
declare la presunción de muerte.

¿Si ya se declaró la presunción de muerte de una persona desaparecida, puede


leerse su testamento?

Sí, declarada la presunción de muerte, se abrirá el testamento del ausente, si no


estuviere ya publicado; los poseedores provisionales darán cuenta de su
administración en los términos prevenidos en ley, y los herederos y demás
interesados entrarán en la posesión definitiva de los bienes, sin garantía alguna.

Si se llega a probar la muerte del ausente, la herencia se defiere a los que


debieran heredar al tiempo de ella, pero el poseedor o poseedores de los bienes
hereditarios, al restituirlos, se reservarán los frutos correspondientes a la época de
la posesión provisional y todos ellos, desde que obtuvieron la posesión definitiva.

¿Qué sucede si por alguna razón aparece el ausente?

Si el ausente se presentare o se probare su existencia después de otorgada la


posesión definitiva, recobrará sus bienes en el estado en que se hallen, el precio
de los enajenados, o los que se hubieren adquirido con el mismo precio, pero no
podrá reclamar frutos ni rentas. Cabe señalar que la sentencia que declare la
presunción de muerte de un ausente casado pone término a la sociedad conyugal.

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