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ÍNDICE
Presentación .............................................................................. 5
Los Signos Liturgicos en el tiempo de Cuaresma ................ 7
Miércoles de Ceniza ........................................................... 14
Recomendaciones para los Equipos de Liturgia ................ 21
Celebración Eucarística: Miércoles de Ceniza .................... 22
Jueves después de Ceniza ................................................. 29
Viernes después de Ceniza ............................................... 33
Sábado después de Ceniza ................................................ 37
I Domingo de Cuaresma .................................................... 41
Celebración Eucarística: Domingo I de Cuaresma ............ 46 2

Lunes de la I Semana.......................................................... 53
Martes de la I Semana ........................................................ 60
Miercoles de la I Semana ................................................... 64
Jueves de la I Semana ......................................................... 69
Viernes de la I Semana ....................................................... 74
II Domingo de Cuaresma .................................................. 84
Celebración Eucarística: Domingo II de Cuaresma ........... 91
Lunes de la II Semana ........................................................ 97
Martes de la II Semana ..................................................... 101
Miércoles de la II Semana ................................................ 106
Jueves de la II Semana ..................................................... 111
Viernes de la II Semana ................................................... 117
Sábado, San José, Esposo de la Bienaventurada Virgen
María. ................................................................................. 122
III Domingo de Cuaresma ............................................... 128
Celebración Eucarística: Domingo III De Cuaresma ....... 133
Lunes de la III Semana ..................................................... 139
Martes de la III Semana ................................................... 144
Miercoles de la III Semana .............................................. 150
Jueves de la III Semana .................................................... 154 3

Viernes, La Anunciación del Señor Solemnidad .............. 159


Sábado de la III Semana ................................................... 164
IV Domingo de Cuaresma “Laetare” ............................. 168
Celebración Eucarística: Domingo IV de Cuaresma........ 175
Lunes de la IVSemana...................................................... 182
Martes de la IV Semana ................................................... 187
Miércoles de la IV Semana .............................................. 192
Jueves de la IV Semana .................................................... 196
Viernes de la IV Semana .................................................. 201
Sábado de la IV Semana .................................................. 205
V Domingo de Cuaresma ................................................ 209
Celebración Eucarística: Domingo V de Cuaresma ......... 215
Lunes de la V Semana ...................................................... 221
Martes de la V Semana .................................................... 226
Miércoles de la V Semana................................................ 230
Jueves de la V Semana ..................................................... 234
Viernes de la V Semana ................................................... 239
Sábado de la V Semana .................................................... 243

4
PRESENTACIÓN

¡Bienvenidos!

Nos volvemos a encontrar en un Nuevo tiempo, el


Tiempo de Cuaresma, tiempo de gracia, de conversión,
de oración, de escucha de la Palabra, de apertura a Dios
y a los hermanos.
Las propuestas que compartimos en las siguientes
páginas, quieren ser un apoyo a la vida de cada familia
(aún hay muchos de sus miembros que no salen de 5
casa), cada grupo parroquial, a sus integrantes y a los
Equipos de Liturgia para que cada domingo puedan
preparar la Eucaristía Dominical, y así ir siguiendo los
pasos del Señor hacia la Pascua.
Ofrecemos también estas páginas como una ayuda
para hacer Lectio Divina y cualquier momento oración
que nos prepare a la celebración “fructuosa” de la
Pascua del Señor este Año 2022.
Dios Padre permita que, guiados por el Espíritu,
podamos vivir esta Santa Cuaresma, preparándonos en
comunidad caminando juntos (en Sinodalidad) hacia a
la Pascua.
La Virgen María, primera discípula y creyente nos
enseñe a “hacer lo que Él nos diga” y, ungidos como
estamos desde el Bautismo por el Espíritu Santo,
seamos discípulos misioneros de Jesús.

6
Tiempo de Cuaresma

LOS SIGNOS LITURGICOS EN EL TIEMPO


DE CUARESMA

El tiempo de Cuaresma, que forma parte del Ciclo de


Pascua, es uno de los tiempos fuertes de nuestro Año
Litúrgico. Generalmente lo entendemos como el
tiempo que va desde el Miércoles de Cenizas hasta el
Jueves Santo, luego de la Misa Crismal.

La Cuaresma es un tiempo de penitencia y conversión,


en el cual la Liturgia de la Palabra nos va guiando y
7
conduciendo por un camino de preparación a la gran
Fiesta del Cristiano: La Pascua del Señor.

La Liturgia, que es una muy buena escuela de


aprendizaje y enseñanza, también nos ayuda en
nuestro camino cuaresmal y nos regala signos y
símbolos que colaboran a adentrarnos en el Espíritu
Cuaresmal, siempre mirando la Pascua del Señor.

SOBRIEDAD Y SENCILLEZ
Algo que habla por sí solo en la Liturgia es el
Presbiterio, lugar donde se encuentra el altar, que es el
centro de nuestras celebraciones. Por eso, durante la
Cuaresma, tanto el altar como los demás elementos
celebrativos, se caracterizan por su sencillez y
sobriedad, sin mayores signos de alegría, flores ni
música festiva. La Cuaresma es un tiempo “de paso”
en que la sobriedad de la liturgia contrasta con la
celebración festiva de la Pascua.

LOS ORNAMENTOS
Es importante ayudar a nuestros fieles y a la
comunidad entera, a reconocer los cambios de color de
los ornamentos durante los distintos tiempos del Año
Litúrgico. En Cuaresma, el color de los ornamentos es
el morado, que simboliza que estamos viviendo un 8
tiempo de penitencia y conversión. Es un tiempo de
conversión y penitencia que nos prepara para llegar a
las Fiestas Pascuales con un corazón convertido,
producto del camino penitencial y cuaresmal que
hemos recorrido.

LA CRUZ
Es recomendable destacar la cruz del Señor en este
tiempo de Cuaresma. Si tenemos una Cruz que preside
el templo parroquial y/o la capilla, es conveniente
destacarla con una luz que permanezca encendida
durante la celebración, o durante el tiempo que en esté
abierto el templo o la capilla.
Durante el Rito Penitencial, en la celebración de la
Eucaristía, ponernos de rodillas frente a la Cruz, y
hacer silencio durante algún tiempo para pedir perdón
al Señor. Posteriormente, el sacerdote, o quien preside
el encuentro celebrativo, hace la oración de absolución
y luego se canta o recita el “Señor ten piedad, Cristo ten
piedad, Señor ten piedad”.

FLORES
Durante este tiempo de Cuaresma, la ausencia de flores
es una expresión externa de lo que estamos viviendo
espiritualmente: un tiempo de reflexión, de penitencia
y conversión. Las flores volverán a estar presentes para 9
la gran Fiesta Pascual: el jueves Santo en la Misa de
Cena del Señor, para la Vigilia Pascual y todo el tiempo
de Pascua. Durante la Cuaresma podemos adornar el
templo y/o la capilla con ramas y plantas verdes.

La imagen de la Virgen, que generalmente está a un


costado del presbiterio, podemos adornarla con algún
adorno floral sencillo, junto con las ramas y plantas
verdes.

EL CANTO
En el canto también tenemos algunos cambios, por
ejemplo:
I. El GLORIA, lo suprimimos durante este
tiempo de Cuaresma, ya que este himno es
un canto de Acción de Gracias, alegre,
vibrante, con que alabamos, bendecimos,
damos gracias, y adoramos al Dios uno y
Trino. Lo suprimimos durante este tiempo
cuaresmal y lo retomamos en la gran Vigilia
de Pascua.

II. El ALELUYA, también lo suprimimos en


Cuaresma y lo retomamos en la Noche de la
Vigilia de Pascua. En su lugar, podemos 10
cantar antes del Evangelio alguna pequeña
antífona que vaya en la línea de la
misericordia y el perdón de Dios, como por
ejemplo: “La misericordia del Señor, cada
día cantaré”.

III. Los cantos en general deben ir en una línea


penitencial, de conversión o destacando la
misericordia del Señor.

LA CENIZA
El gran signo penitencial por excelencia es la ceniza, la
que utilizamos al comenzar nuestro tiempo cuaresmal,
en el día del Miércoles de Cenizas. Las cenizas son un
signo tradicional de penitencia desde el Antiguo
Testamento. “El Rey de Nínive, al escuchar la
predicación de Jonás, se vistió con un saco de arpillera
y cubrió con cenizas su cabeza como signo penitencial”
(Jn 3, 5-6).

Habrá que solicitar a la Comunidad en días previos a


la celebración del Miércoles de Cenizas, que lleven a la
Capilla y/o Parroquia los ramos y palmas que fueron
bendecidos el Domingo de Ramos de los años
anteriores, ya que con ellos se hará la ceniza que se
impondrá en la frente o coronilla (en este tiempo de 11
pandemia es recomendable esta segunda opción) de los
fieles el Miércoles de Cenizas.

Al imponernos las Cenizas, el sacerdote o ministro nos


dirá: “Recuerda que eres polvo y en polvo te
convertirás” o bien: “Conviértete y cree en el
Evangelio”.

EL AYUNO Y LA ABSTINENCIA
El ayuno podría ser otro signo presente en nuestro
camino cuaresmal. Es una invitación para la
comunidad a privarse de comer algunos de los
alimentos de nuestra dieta alimentaria. Privarnos de
comer, no para bajar de peso, sino como una forma de
ofrecer un pequeño sacrificio en preparación a la
Pascua del Señor. Es una invitación a la comunidad,
recordando que los mayores de 65 años no están
llamados a hacer ayuno.

La abstinencia consiste en no comer carne durante ese


día. Hoy la Iglesia nos pide la abstinencia solamente, el
día Miércoles de Cenizas y el Viernes Santo. Tampoco
es una obligación el comer carne de pescado.

Finalmente, es recomendable que la predicación por


parte de sacerdotes, diáconos, o encargados de la 12
Comunidad, aborden temas como la Pasión del Señor,
la Cruz, el Sacramento de la Reconciliación, etc.

LA LITURGIA DE LA PALABRA DURANTE


CUARESMA
La Cuaresma es el tiempo privilegiado en el cual la
Iglesia está llamada a mostrar de una manera más
evidente el rostro misericordioso del Padre,
especialmente con ocasión de las liturgias penitenciales
y de la celebración del Sacramento de la Reconciliación.

La Cuaresma es el tiempo propicio para celebrar y


experimentar la misericordia de Dios.
¡Cuántos pasajes de la Sagrada Escritura pueden ser
meditados en las semanas de la Cuaresma para
redescubrir el rostro misericordioso del Padre!”

El camino cuaresmal propuesto por el leccionario del


Año C, marcado por el tema de la penitencia, nos invita
a realizar un camino de conversión que nos conduzca
a la Pascua, acto supremo de la reconciliación con el
Padre. A través de la Homilía, pero también en el
cuidado particular de las moniciones y de la oración de
los fieles, los pastores, junto con los colaboradores,
ayudarán a la asamblea celebrante a entrar en la 13
espiritualidad del tiempo de Cuaresma.

En particular, con la narración de las tentaciones de


Jesús en el desierto, el domingo I, el pueblo de Dios será
llamado a vivir la Cuaresma como camino de
“conversión eclesial” a través de la escucha de la
Palabra, la oración y el ayuno. El domingo II, la
narración de la Transfiguración invita a los cristianos a
afianzar la fe en el misterio de la muerte y la
resurrección de Cristo, para adherir, en plena fidelidad
a la alianza, a la voluntad de Dios, y ser verdaderos
discípulos de Cristo. A través de la parábola de la
higuera estéril, en el domingo III, cada fiel será invitado
a superar la dureza de la mente y el corazón para que,
acogiendo la Palabra de Dios y dando espacio al
Espíritu, sea capaz de dar frutos de verdadera y
continua conversión. La parábola del padre
misericordioso del domingo IV constituye el culmen de
este camino cuaresmal, reconoce a Dios como Padre
bueno y magnánimo en el perdón que, en el abrazo de
su amor, acoge a todos los hijos que regresan a Él con
corazón contrito, para recubrirlos con las vestiduras de
la salvación, hacerlos partícipes de la alegría del
banquete pascual y restituirlos a la dignidad real de
hijos de Dios. El pasaje de la adúltera perdonada, del
domingo V de Cuaresma, invita a todos los bautizados 14
a abrirse al perdón incondicional de Dios, que en Cristo
renueva todas las cosas.

PARA ORAR EN COMUNIDAD O EN FAMILIA

MIÉRCOLES DE CENIZA
02 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un platito con ceniza o tierra.

Canto: CON ESTAS CENIZAS, SEÑOR


https://www.youtube.com/watch?v=JhqIFlqr440
Con estas cenizas, Señor
Renunciamos al pecado
Con estas cenizas, Señor
Nos acercamos a Ti
Arrepentidos, Señor
Caminamos hacia Ti
Ten piedad, Jesús
Porque somos pecadores
Desde lo hondo, Señor
Hoy clamamos hacia Ti
En las oraciones, Señor
Buscamos tu rostro 15
Con el ayuno, Señor
Se alimenta el espíritu

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-


6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuidad
de no practicar vuestra justicia delante de los hombres
para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis
recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto,
cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por
delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y
por las calles, con el fin de ser honrados por los
hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu
mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna
quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará. Y cuando oréis, no seáis como los
hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las
esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos
de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su
paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu 16
aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre,
que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis
cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su
rostro para que los hombres vean que ayunan; en
verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino
por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que
ve en lo secreto, te recompensará.

Palabra del Señor.


Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 18 de febrero
de 2015.

Queridos hermanos y hermanas: El Señor no se cansa


nunca de tener misericordia de nosotros, y quiere
ofrecernos una vez más su perdón —todos tenemos
necesidad de Él—, invitándonos a volver a Él con un
corazón nuevo, purificado del mal, purificado por las
lágrimas, para compartir su alegría. ¿Cómo acoger
esta invitación? Nos lo sugiere san Pablo: "En nombre
de Cristo os pedimos: ¡que os reconciliéis con Dios".
Este esfuerzo de conversión no es solamente una obra
humana, es dejarse reconciliar. La reconciliación entre 17
nosotros y Dios es posible gracias a la misericordia del
Padre que, por amor a nosotros, no dudó en sacrificar
a su Hijo unigénito. En efecto, Cristo, que era justo y
sin pecado, fue hecho pecado por nosotros cuando
cargó con nuestros pecados en la cruz, y así nos ha
rescatado y justificando ante Dios. "En Él" podemos
llegar a ser justos, en Él podemos cambiar, si
acogemos la gracia de Dios y no dejamos pasar en
vano este "tiempo favorable". Por favor,
detengámonos, detengámonos un poco y dejémonos
reconciliar con Dios. Con esta certeza, comencemos
con confianza y alegría el itinerario cuaresmal. Que
María, Madre inmaculada, sin pecado, sostenga
nuestro combate espiritual contra el pecado y nos
acompañe en este momento favorable, para que
lleguemos a cantar juntos la exultación de la victoria
el día de Pascua. Y en señal de nuestra voluntad de
dejarnos reconciliar con Dios, además de las lágrimas
que estarán “en lo secreto”, en público realizaremos el
gesto de la imposición de la ceniza en la cabeza. El
celebrante pronuncia estas palabras: "Acuérdate de
que eres polvo y al polvo volverás", o repite la
exhortación de Jesús: "Convertíos y creed el
Evangelio". Ambas fórmulas constituyen una
exhortación a la verdad de la existencia humana:
somos criaturas limitadas, pecadores siempre 18
necesitados de penitencia y conversión. ¡Cuán
importante es escuchar y acoger esta exhortación en
nuestro tiempo! La invitación a la conversión es,
entonces, un impulso a volver, como hizo el hijo de la
parábola, a los brazos de Dios, Padre tierno y
misericordioso, a llorar en ese abrazo, a fiarse de Él y
encomendarse a Él.
Peticiones:
• Para que nos esforcemos por no buscar
reconocimientos humanos, sino la alegría de
Dios y nuestro crecimiento personal.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que, al comenzar nuestra cuaresma,
demostremos al mundo nuestra alegría al
esperar la resurrección universal. Roguemos al
Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Concédenos, Señor, comenzar el
combate cristiano con el ayuno santo, para que, al
luchar contra los enemigos espirituales, seamos
fortalecidos con la ayuda de la austeridad. Por
Jesucristo nuestro Señor.
19
Todos: Amén.
Oración en tiempo de Pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Para colorear

20
RECOMENDACIONES PARA LOS EQUIPOS
DE LITURGIA

Día de ayuno y abstinencia e inicio de la campaña


Cuaresma de Fraternidad. Algunos aspectos prácticos
para la celebración de la Eucaristía:
• Preparar las cenizas, en lo posible, a partir de las
ramas secas del Domingo de Ramos del año anterior.
Preparar los pocillos con los cuales se va a
imponer la ceniza.
• Recuerden que los ornamentos son morados.
• Desde el comienzo de la Cuaresma y hasta la
Vigilia Pascual, no se dice ni se
21
canta el Aleluya. También se omite el Gloria.
• Este día se suprime el Acto Penitencial por la
imposición de las cenizas.
• Evitar las flores en el altar, como signo de
sobriedad y humildad de la celebración.
Se puede adornar el altar con ramas verdes y/o plantas
verdes.
• Es también importante cuidar los cantos, de
acuerdo con el tiempo litúrgico que nos habla de
conversión.
• Para quienes rezan la Liturgia de las Horas:
Tomo II – Salterio IV
Disponemos el corazón de manera personal y
comunitaria al tiempo de Cuaresma con la “lectura
orante de la Palabra de Dios.

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA:
MIÉRCOLES DE CENIZA 22

Antífona de entrada
Te compadeces de todos, Señor, y no aborreces nada de
lo que hiciste; pasas por alto los pecados de los
hombres para que se arrepientan, y los perdonas,
porque tú eres nuestro Dios y Señor.

Monición de entrada:
El Miércoles de Ceniza es día en que los creyentes,
practicando el ayuno y la abstinencia, marcamos el
inicio de una etapa nueva, queriendo dejar el “hombre
viejo” y con el firme propósito de llegar a Celebrar la
Pascua del Señor Resucitado, nos revestimos del
“hombre nuevo”, y nos renovamos en la Gracia del
Bautismo.

El empleo de la ceniza viene de una antigua costumbre


judía en la cual las personas que habían pecado
acostumbraban a cubrir parte de su cuerpo con cenizas.
expresando su deseo por alejarse del pecado y volver a
acercarse a Dios.
Recordemos que las cenizas, solo tienen sentido si esta
se lava con el agua bautismal de la noche Pascual.
Hoy comenzará un hermoso camino de conversión que
tendrá un triunfo magnifico en la noche de Pascua. 23

Monición a la Primera Lectura


La Oración, el ayuno y la limosna son medios y no
fines. Veamos cuál es el verdadero fin de la penitencia
en la Cuaresma.

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18

«Ahora —oráculo del Señor— convertíos a mí de todo


corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los
corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios
vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a
la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las
amenazas».
Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la
ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno,
convocad la reunión.
Congregad al pueblo, santificad la asamblea,
reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños
de pecho.
Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros
del Señor, y digan:
«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad 24
al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre
las naciones:
¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra,
y perdone a su pueblo».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17

R. Misericordia, Señor: hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,


por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,


tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,


renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.
25
Monición a la Segunda Lectura
Tomar en serio nuestra conversión es valorar la
redención que Cristo nos logró. Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Corintios 5, 20—6, 2

Hermanos:
Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como
si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En
nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con
Dios.
Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por
nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él,
recibamos la justificación de Dios.
Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco
roto la gracia de Dios, porque él dice:
«En tiempo favorable te escuché,
en día de salvación vine en tu ayuda»;
pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de
salvación.

Palabra de Dios.

Monición al Evangelio 26
La conversión sincera se refleja en todo momento, no
solo en momentos públicos. Pongámonos de pie para
la proclamación del Evangelio.

EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-
6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


—«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de
los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario,
no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por
tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la
trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados
por los hombres; os aseguro que ya han recibido su
paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu
mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna
quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te
lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes
les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas
de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que
ya han recibido su paga. 27
Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra
la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y
tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los
hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la
gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su
paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y
lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente,
sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que
ve en lo escondido, te recompensará»

Palabra del Señor.


Plegaria universal
Oremos al Señor, nuestro Dios. Él nos escucha en este
tiempo de gracia; nos ayuda en este día de salvación.

- Por la Iglesia, para que, escuchando la Palabra


de Dios y perseverando en la oración, llegue a
celebrar con sinceridad la Pascua. Roguemos al
Señor.
- Por los que sufren hambre, para que nuestro
ayuno de este día les procure el alimento
necesario. Roguemos al Señor.
- Por los que viven sin fe, para que abran su 28
corazón al don de Dios. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, que hemos recibido la ceniza,
para que tomemos en serio la oración, la
limosna y el ayuno, comprendiendo su sentido,
y no echemos en saco roto la gracia de Dios.
Roguemos al Señor.
PARA ORAR EN COMUNIDAD O EN FAMILIA
JUEVES DESPUÉS DE CENIZA
03 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un platito con ceniza o tierra.

Canto: CON ESTAS CENIZAS, SEÑOR


https://www.youtube.com/watch?v=JhqIFlqr440

Con estas cenizas, Señor


Renunciamos al pecado
Con estas cenizas, Señor
Nos acercamos a Ti 29
Arrepentidos, Señor
Caminamos hacia Ti
Ten piedad, Jesús
Porque somos pecadores
Desde lo hondo, Señor
Hoy clamamos hacia Ti
En las oraciones, Señor
Buscamos tu rostro
Con el ayuno, Señor
Se alimenta el espíritu
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25


En aquel tiempo, dijo Jesús: "El Hijo del hombre debe
sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los
sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar
al tercer día". Decía a todos: "El que quiera seguirme,
niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero
quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de
qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, 30
si él mismo se pierde o se arruina?".

Palabra del Señor.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 16 de diciembre


de 2015

Este misterio de comunión, que hace de la Iglesia


signo del amor del Padre, crece y madura en nuestro
corazón, cuando el amor, que reconocemos en la Cruz
de Cristo y en el cual nos sumergimos, nos hace amar
del mismo modo que nosotros somos amados por Él.
Se trata de un Amor sin fin, que tiene el rostro del
perdón y la misericordia.
Pero la misericordia y el perdón no deben quedarse en
palabras bonitas, sino realizarse en la vida cotidiana.
Amar y perdonar son el signo concreto y visible que la
fe ha transformado nuestro corazón y nos permite
expresar en nosotros la vida misma de Dios. Amar y
perdonar como Dios ama y perdona. Este es un
programa de vida que no puede conocer
interrupciones o excepciones, sino que nos empuja a ir
siempre más allá sin cansarnos nunca, con la certeza
de ser sostenidos por la presencia paterna de Dios.
Este gran signo de la vida cristiana se transforma 31
después en muchos otros signos que son
característicos del Jubileo. Pienso en quienes
atravesarán una de las Puertas Santas, que en este Año
son verdaderas Puertas de la Misericordia. La Puerta
indica a Jesús mismo que ha dicho: “Yo soy la puerta:
quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos”. Atravesar la Puerta santa es el
signo de nuestra confianza en el Señor Jesús que no ha
venido para juzgar, sino para salvar. Estad atentos que
no haya alguno más despierto, demasiado astuto que
os diga que se tiene que pagar: ¡no! La salvación no se
paga, la salvación no se compra. La Puerta es Jesús y
¡Jesús es gratis! Él mismo habla de quienes no dejan
entrar como se debe, y simplemente dice que son
ladrones y bandidos. De nuevo, estad atentos: la
salvación es gratis. Atravesar la Puerta Santa es signo
de una verdadera conversión de nuestro corazón.

Peticiones:

• Para que no nos quejemos tanto de lo que no


tenemos y valoremos lo que sí tenemos y es
imperecedero, como el amor de la familia y la
ayuda incondicional de Dios. Roguemos al
Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que nunca busquemos sacar provecho ni
premios, de las buenas obras que realizamos. 32
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Te pedimos, Señor,


Que inspires, sostengas y acompañes nuestras obras,
Para que nuestro trabajo
Comience en ti, como en su fuente,
Y tienda siempre a ti, como a su fin.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

VIERNES DESPUÉS DE CENIZA 33


04 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un platito con ceniza o tierra.

Canto: CON ESTAS CENIZAS, SEÑOR


https://www.youtube.com/watch?v=JhqIFlqr440

Con estas cenizas, Señor


Renunciamos al pecado
Con estas cenizas, Señor
Nos acercamos a Ti
Arrepentidos, Señor
Caminamos hacia Ti
Ten piedad, Jesús
Porque somos pecadores
Desde lo hondo, Señor
Hoy clamamos hacia Ti
En las oraciones, Señor
Buscamos tu rostro
Con el ayuno, Señor
Se alimenta el espíritu

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.
34
Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-


15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron
a Jesús, preguntándole: ¿Por qué nosotros y los
fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus
discípulos no ayunan? Jesús les dijo: - ¿Es que pueden
guardar luto los amigos del novio, mientras el novio
está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio
y entonces ayunarán.

Palabra del Señor.


Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 5 de marzo de
2014:
El segundo elemento significativo del camino
cuaresmal es el ayuno. Debemos estar atentos a no
practicar un ayuno formal, o que en verdad nos
“sacia” porque nos hace sentir satisfechos. El ayuno
tiene sentido si verdaderamente menoscaba nuestra
seguridad, e incluso si de ello se deriva un beneficio
para los demás, si nos ayuda a cultivar el estilo del
Buen Samaritano, que se inclina sobre el hermano en
dificultad y se ocupa de él. El ayuno comporta la
elección de una vida sobria, en su estilo; una vida que
no derrocha, una vida que no “descarta”. Ayunar nos 35
ayuda a entrenar el corazón en la esencialidad y en el
compartir. Es un signo de toma de conciencia y de
responsabilidad ante las injusticias, los atropellos,
especialmente respecto a los pobres y los pequeños, y
es signo de la confianza que ponemos en Dios y en su
providencia.

Peticiones:

• Para que no pongamos excusas para no ayunar


en este tiempo mientras aguardamos la última
y definitiva venida del novio, Jesucristo.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que el ahorro de nuestro ayuno sirva para
que una familia más pobre que la nuestra
pueda comer. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Te pedimos, Señor, continuar


Las obras de penitencia
Que hemos comenzado con tu benevolencia,
Para que la práctica que observamos externamente,
Vaya acompañada de la sinceridad de corazón. 36
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración en tiempo de Pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA


05 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un platito con ceniza o tierra.

Canto: CON ESTAS CENIZAS, SEÑOR


https://www.youtube.com/watch?v=JhqIFlqr440

Con estas cenizas, Señor 37


Renunciamos al pecado
Con estas cenizas, Señor
Nos acercamos a Ti
Arrepentidos, Señor
Caminamos hacia Ti
Ten piedad, Jesús
Porque somos pecadores
Desde lo hondo, Señor
Hoy clamamos hacia Ti
En las oraciones, Señor
Buscamos tu rostro
Con el ayuno, Señor
Se alimenta el espíritu

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 27-32


En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado
Leví, sentado en su despacho de recaudador de
impuestos y le dijo; "Sígueme". Él, dejándolo todo, se
levantó y lo siguió. Leví ofreció en su casa un gran
banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con 38
ellos, un gran número de publicanos y otras personas.
Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los
discípulos, diciéndoles: ¿Por qué comen y beben con
publicanos y pecadores? Jesús les respondió: No son
los sanos los que necesitan al médico sino los
enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores, para que se conviertan.

Palabra del Señor.


Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de
2015
El amor de Dios recrea todo, es decir, hace nuevas
todas las cosas. Reconocer los propios límites, las
propias debilidades, es la puerta que abre al perdón
de Jesús, a su amor que puede renovarnos en lo
profundo, que puede recrearnos.
La salvación puede entrar en el corazón cuando
nosotros nos abrimos a la verdad y reconocemos
nuestras equivocaciones, nuestros pecados; entonces
hacemos experiencia, esa bella experiencia de Aquel
que ha venido, no para los sanos, sino para los
enfermos, no para los justos, sino para los pecadores. 39
Experimentamos su paciencia --¡tiene mucha! --, su
ternura, su voluntad de salvar a todos. Y ¿cuál es la
señal? La señal es que nos hemos vuelto ‘nuevos’ y
hemos sido transformados por el amor de Dios. Es el
saberse despojar de las vestiduras desgastadas y viejas
de los rencores y de las enemistades, para vestir la
túnica limpia de la mansedumbre, de la benevolencia,
del servicio a los demás, de la paz del corazón, propia
de los hijos de Dios. El espíritu del mundo está
siempre buscando novedades, pero solo la fidelidad
de Jesús es capaz de la verdadera novedad, de
hacernos hombres nuevos, de recrearnos.
Petición:

• Para que todos nosotros sepamos construir y


levantar las débiles esperanzas de nuestros
hermanos y nunca las aplastemos con dureza
de corazón. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Dios todopoderoso y eterno,


Mira compasivo nuestra debilidad
40
Y, para protegernos,
Extiende sobre nosotros tu mano poderosa.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

I DOMINGO DE CUARESMA
06 de marzo
Ambientación:
Junto en familia o Comunidad se tiene una copia del
subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a la
celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de san
José.

Canto: NOS HAS LLAMADO AL DESIERTO


https://www.youtube.com/watch?v=Nyapq5r_2tw 41

Nos has llamado al desierto,


Señor de la libertad
y está el corazón abierto
a la luz de tu verdad.
subimos con esperanza
la escalada Cuaresmal
el pueblo de dios avanza
hasta la cumbre pascual.

Tu pueblo, Señor, camina


desde la aurora al ocaso
a tu Pascua se encamina
y te sigue, paso a paso.

Señor, te reconocemos
y tu Palabra escuchamos,
tus caminos seguiremos
y tu ley de amor cantamos.

Se acerca, Señor, tu día


en el que todo florece
con su luz y su alegría
ya el camino, resplandece.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo. 42
Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Marcos


1, 2-15
«En aquel tiempo, el Espíritu llevó a Jesús al desierto.
Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar
por Satanás; vivía entre las fieras salvajes, y los
ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se
marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios:
“Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios:
conviértanse y crean en el Evangelio».
Palabra del Señor.
Reflexión: Tomada de los sermones de San Agustín
La conversión evangélica personal y la penitencia
reformadora de nuestras vidas son tan
imprescindibles, que sin ellas no puede haber
salvación para nosotros. El aval de nuestra conversión
es el Corazón del Hijo Redentor.
«En el combate hasta la muerte está la victoria plena y
gloriosa. En efecto, las primeras tentaciones
propuestas a nuestro Señor, el Rey de los mártires,
fueron duras; en el pan, la concupiscencia de la carne;
en la promesa de reinos, la ambición mundana, y en la
curiosidad de la prueba, la concupiscencia de los ojos.
43
Todas estas cosas pertenecen al mundo, pero son cosas
dulces, no crueles.
«Mirad ahora al Rey de los mártires presentándonos
ejemplos de cómo hemos de combatir y ayudando
misericordiosamente a los combatientes. ¿Por qué
permitió ser tentado, sino para enseñarnos a resistir al
tentador? Si el mundo te promete el placer carnal,
respóndele: “más deleitable es Dios”. Si te promete
honores y dignidades seculares, respóndele: “el Reino
de Dios es más excelso que todo”. Si te promete
curiosidades superfluas y condenables, respóndele:
“sólo la Verdad de Dios no se equivoca”»
Peticiones:
• Por los líderes del mundo, para que no
sucumban ante la tentación de buscar el poder
y servirse de su pueblo. Roguemos al Señor.

• Para que nuestra familia pueda ver los


problemas y esta pandemia, no sólo como algo
negativo, sino también como una oportunidad
de servir a los demás. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre… 44

Oración final: Dios todopoderoso por medio de las


prácticas anuales del sacramento cuaresmal podamos
progresar en el conocimiento del misterio de Cristo y
conseguir sus frutos con una conducta digna. Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración en tiempo de pandemia


Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

Para colorear

45
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: DOMINGO
I DE CUARESMA

Este domingo se celebra el rito “de la elección” o “de


la inscripción del nombre” para que los catecúmenos
que en la Vigilia Pascual serán admitidos a los
sacramentos de iniciación cristiana, con oraciones e
intercesiones propias.

Antífona de entrada
Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo
glorificaré, lo saciaré de largos días.
46
Monición de entrada
Hoy es el primer domingo de Cuaresma, tiempo que
nos prepara a la solemnidad de la Pascua: a celebrar la
pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
En la Cuaresma estamos llamados a tomar conciencia
de lo que significa haber recibido el bautismo, para
renovar nuestros compromisos bautismales en la
noche santa de la resurrección del Señor.
Dios nos dice por medio del profeta estas palabras: Yo
traeré a mi pueblo al desierto y le hablaré al corazón”
Como el pueblo de Israel en su caminar por el desierto
hacia la tierra prometida, como Cristo en el desierto
de Judea, así nosotros entramos en el desierto de la
Cuaresma, para escuchar la Palabra de Dios, orar
profundamente y convertirnos de nuestros pecados.
La celebración de hoy y de los próximos domingos nos
ayudará a vivir la experiencia cuaresmal.

Monición a la Primera Lectura


Para llegar a la Tierra prometida los hebreos tuvieron
que primero pasar por el desierto, donde conocieron
el poder y amor de Dios. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 26, 4-10
47
Dijo Moisés al pueblo:
—«El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las
primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios.
Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios:
"Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y
se estableció allí, con unas pocas personas.
Pero luego creció, hasta convertirse en una raza
grande, potente y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos
impusieron una dura esclavitud.
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres,
y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión,
nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo
extendido, en medio de gran terror, con signos y
portentos.
Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una
tierra que mana leche y miel.
Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del
suelo que tú, Señor, me has dado".
Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en
presencia del Señor, tu Dios».

Palabra de Dios.
48
SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial: Salmo 90, 1-2. 10-11. 12-13. 14-15
(R.: 15b)

R. Está conmigo, Señor, en la tribulación.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,


que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti». R.
No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R.

Te llevarán en sus palmas,


para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones. R.

«Se puso junto a mí: lo libraré;


lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré». R.
49
Monición a la Segunda Lectura
En la antigüedad, Dios llamó a un pueblo para
conocerlo; ahora nos llama a todos sin excepción.
Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA
Profesión de fe del que cree en Jesucristo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los


Romanos 10, 8-13
Hermanos:
La Escritura dice:
«La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en
el corazón».
Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos.
Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y
tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los
muertos, te salvarás.
Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por
la profesión de los labios, a la salvación.
Dice la Escritura:
«Nadie que cree en él quedará defraudado».
Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que
uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los
que lo invocan. 50
Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se
salvará».

Palabra de Dios.

Monición al Evangelio
El desierto es el lugar donde nos reencontramos con
Dios, pero también donde nos ponemos a prueba.
Pongámonos de pie para la proclamación del
Evangelio.

Versículo antes del Evangelio Mt 4, 4b


No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 1-
13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió


del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue
llevando por el desierto, mientras era tentado por el
diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió
hambre.
Entonces el diablo le dijo:
51
—«Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se
convierta en pan».
Jesús le contestó:
—«Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre"».
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un
instante todos los reinos del mundo y le dijo:
—«Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí
me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te
arrodillas delante de mí, todo será tuyo».
Jesús le contestó:
—«Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo
darás culto"».
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del
templo y le dijo:
—«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque
está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti",
y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu
pie no tropiece con las piedras"».
Jesús le contestó:
—«Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios"».
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó
hasta otra ocasión.

Palabra del Señor.


52
ORACIÓN UNIVERSAL
Nos ponemos en manos del Señor, confiando en su
misericordia como hijos:
- Pidamos que para todos los que somos parte del
Pueblo de Dios, este tiempo de Cuaresma sea
fecundo en el crecimiento de la fe, la oración y
la conversión del corazón. Roguemos al Señor.
- Que el Señor nos regale a todos en nuestra
comunidad de Iglesia, la fuerza y disposición de
ánimo para renunciar con generosidad y alegría
a algunos bienes y alimentos donándolos como
testimonio del Evangelio. Roguemos al Señor.
- Que la conversión de nuestra comunidad y de
toda la Iglesia pueda ser una buena noticia para
aquellos que miran con desconfianza o falta de
fe la vida eclesial. Roguemos al Señor.
- Que, abandonados a la misericordia del Padre,
todos en el Pueblo de Dios podamos ser signos
vivos de su misericordia y reconciliación allí
donde hay discordias y ofensas. Roguemos al
Señor.
- Que este tiempo de Cuaresma que hoy
iniciamos, nos anime a todos en nuestra Iglesia
a transformarnos en verdaderos discípulos
misioneros de Jesús para servir a nuestros 53
hermanos, en especial a los que viven en las
periferias de nuestra ciudad. Roguemos al
Señor.

CELEBRACIÓN EN COMUNIDAD O EN CASA


LUNES DE LA I SEMANA
07 de marzo

Ambientación: Junto en familia o Comunidad se tiene una


copia del subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a
la celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.
Canto: DANOS TU LUZ
https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
1. Mi corazón está sangrando,
me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
2. En esta noche sigo tus pasos,
54
aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
3. Pronto vendrá el nuevo día,
amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis)
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo


25, 31-46

Jesús dijo a sus discípulos:


«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria
rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono
glorioso.
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y
55
él separará a unos de otros, como el pastor separa las
ovejas de los cabritos,
y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su
izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha:
‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia
el Reino que les fue preparado desde el comienzo del
mundo,
porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer;
tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me
alojaron;
desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron;
preso, y me vinieron a ver’.
Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te dimos de comer; sediento y te dimos
de beber?
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo y
te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’.
Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que
lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo
hicieron conmigo’.
Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí,
56
malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado
para el demonio y sus ángeles,
porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de
comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me
vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’.
Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo,
enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’.
Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no
lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
tampoco lo hicieron conmigo’.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida
eterna».
Palabra del Señor.

Reflexión: Tomada de Benedicto XVI, domingo 23


de noviembre de 2008, después del Ángelus:

El Evangelio de hoy insiste precisamente en la realeza


universa del Cristo juez, con la estupenda parábola del
juicio final, que san Mateo ha colocado
inmediatamente antes del relato de la Pasión (25,31-
46). Las imágenes son sencillas, el lenguaje es popular,
57
pero el mensaje es extremadamente importante: es la
verdad sobre nuestro destino último y sobre el criterio
con que seremos juzgados: “Tuve hambre y me disteis
de comer, tuve sed y me disteis de beber, era forastero
y me acogisteis” (Mt 25,35) etc. ¿Quién no conoce esta
página? Forma parte de nuestra civilización. Ha
marcado la historia de los pueblos de cultura cristiana:
la jerarquía de valores, las instituciones, las múltiples
obras benéficas y sociales. En efecto, el reino de Cristo
no es de este mundo, pero lleva a cumplimiento todo
el bien que, gracias a Dios, existe en el hombre y en la
historia. Si ponemos en práctica el amor por nuestro
prójimo, según el mensaje evangélico, entonces
hacemos espacio al señorío de Dios, y su reino se
realiza en medio de nosotros. Si en cambio cada uno
piensa solo en sus propios intereses, el mundo no
puede no ir a la ruina.

Queridos amigos, el reino de Dios no es una cuestión


de honores o de apariencias, sino, como escribe san
Pablo, es “justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo”
(Rm. 14,17). Al Señor le importa nuestro bien, es decir,
que todo hombre tenga la vida, que especialmente sus
hijos más “pequeños” puedan acceder al banquete que
58
él ha preparado para todos. Por eso, no soporta esas
formas hipócritas de quien dice “Señor, Señor” y
después descuida sus mandamientos (cfr. Mt 7,21). En
su reino eterno, Dios acoge a cuantos se esfuerzan día
a día por poner en práctica su palabra. Por esto la
Virgen María, la más humilde de todas las criaturas,
es la más grande a sus ojos y se sienta como Reina a la
derecha del Cristo Rey. A su celeste intercesión
queremos confiarnos una vez más con confianza filial,
para poder llevar a cabo nuestra misión cristiana en el
mundo
Peticiones:
• Para que reconozcamos a Jesucristo como Dios
y hombre verdadero, y que al reconocerlo se
note en nuestro actuar cotidiano. Roguemos al
Señor.

• Por aquellos que desprecian a los demás por su


apariencia, para que dejen atrás los prejuicios y
vean a cada hermano como otro Cristo a quien
ayudar. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María, 59
Gloria al Padre…

Oración final: Conviértenos, oh Dios, Salvador


nuestro: y, para que nos aproveche el ayuno
cuaresmal, instruye nuestras mentes con enseñanzas
celestiales. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Oración por la Sinodalidad


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

MARTES DE LA I SEMANA
08 de marzo

Ambientación: Junto en familia o Comunidad se tiene una


copia del subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a
la celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.
60
Canto: DANOS TU LUZ
https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
1. Mi corazón está sangrando,
me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
2. En esta noche sigo tus pasos,
aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
3. Pronto vendrá el nuevo día,
amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis) 61

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo


6, 5-14
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando
oren, no usen muchas palabras, como hacen los
paganos, que se imaginan que por hablar mucho les
harán caso. No hagan como ellos, porque el Padre de
ustedes ya sabe lo que a ustedes les hace falta antes de
que se lo pidan. Ustedes oren así: “Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu
reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y
libranos del mal”. Porque si Perdonan sus faltas a los
demás, el Padre que está en el cielo también los
perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás,
tampoco el Padre los perdonará a ustedes»
Palabra del Señor.

Reflexión: Tomado de los sermones de San Cipriano


62
El que nos dio la vida nos enseñó a orar para que
cuando hablamos al Padre por medio de la oración
que nos enseñó el Hijo, seamos oídos con más
facilidad. Es una oración amigable y familiar el rogar
a Dios con su propia oración. Conoce el Padre las
palabras de su Hijo cuando le rogamos, y como lo
tenemos por Abogado ante el Padre por nuestro
pecado (1Jn 1), cuando los pecadores rogamos por
nuestros delitos debemos tomar las palabras de
nuestro abogado.
No decimos: «Padre mío», sino: «Padre nuestro»,
porque el Maestro de la paz y de la unión no quiso que
se hiciesen súplicas de una manera aislada, como
cuando alguno ruega por sí solamente. La oración es
para nosotros pública y común, y cuando oramos no
rogamos por uno solo sino por todo el pueblo, porque
nosotros y el pueblo somos una sola cosa. Quiso el
Señor que cada uno rogase por todos los demás, así
como Él, siendo uno, ha padecido por todos.

Peticiones:
• Para que cada vez que recemos el Padre
63
Nuestro lo hagamos reconociendo a nuestro
prójimo como hermano nuestro. Roguemos al
Señor.
• Para que los cristianos seamos cada vez más
solidarios y así mostremos al mundo que
tenemos un Padre común. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Señor, mira tu familia y haz que
nuestro espíritu brille junto a ti con el deseo de
poseerte, al mortifica miento mediante la penitencia
corporal. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Oración en tiempo de pandemia


Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos 64
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

MIÉRCOLES DE LA I SEMANA
09 de marzo
Ambientación:
Junto en familia o Comunidad se tiene una copia del
subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a la
celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.
Canto: DANOS TU LUZ
https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

1. Mi corazón está sangrando,


me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

2. En esta noche sigo tus pasos, 65


aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

3. Pronto vendrá el nuevo día,


amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis)

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas


11, 29-32

«En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de


Jesús, y él se puso a decirles: Esta generación es una
66
generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás, Como Jonás fue un
signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el
Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean
juzgados los hombres de esta generación, la reina del
Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella
vino desde los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que
Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los
hombres de Nínive se alzarán y harán que los
condenen; porque ellos se convirtieron con la
predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que
Jonás».
Palabra del Señor.

Reflexión: Tomada de la homilía del papa Francisco


6-10-2015:
Realmente hace un milagro, porque en este caso él
[Jonás] ha dejado de lado su terquedad y ha obedecido
a la voluntad de Dios, y ha hecho lo que el Señor le
había mandado. Nínive se convierte y ante esta
conversión, Jonás, que es el hombre que no es dócil al
Espíritu de Dios, se enfada: Jonás sintió una gran
67
tristeza y se desdeñó. E, incluso, reprende al Señor.
La historia de Jonás y Nínive se articula en tres
capítulos: el primero es la resistencia a la misión que
el Señor le confía; el segundo es la obediencia, y
cuando se obedece se hacen milagros. La obediencia a
la voluntad de Dios y Nínive se convierte. En el tercer
capítulo, hay una resistencia a la misericordia de Dios.
Esas palabras: ‘Señor, ¿no era esto quizás lo que yo
decía cuando estaba en mi pueblo? Porque Tú eres un
Dios misericordioso y clemente’, y yo he hecho todo el
trabajo de predicar, he hecho mi trabajo bien hecho, ¿y
Tú les perdonas? Y el corazón con esa dureza que no
deja entrar la misericordia de Dios. Es más importante
mi sermón, son más importantes mis pensamientos, es
más importante toda esa lista de mandamientos que
debo observar, todo, todo, todo que la misericordia de
Dios.
Y este drama también Jesús lo ha vivido con los
doctores de la Ley, que no entendía por qué Él no dejó
que lapidaran a aquella mujer adúltera, cuando Él iba
a cenar con los publicanos y pecadores: no lo
entendían. No entendían la misericordia. Hay que
esperar en el Señor, porque en el Señor hay
misericordia, y en Él hay abundante redención.
68
Peticiones:
• Para que nosotros nos reconozcamos
privilegiados de conocer la revelación de
Jesucristo y la valoremos. Roguemos al Señor.
• Para que nunca nos sintamos salvados, sino
que como san Pablo no nos cansemos de correr
la carrera para alcanzar la salvación. Roguemos
al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Mira complacido, señor, el fervor de tu
pueblo que desea entregarse a ti con una vida Santa:
y, a los que dominan su cuerpo con la penitencia,
transforma los interiormente mediante el fruto de las
buenas obras. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo 69
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

JUEVES DE LA I SEMANA
10 de marzo

Ambientación: Junto en familia o Comunidad se tiene una


copia del subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a
la celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.
Canto: DANOS TU LUZ
https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

1. Mi corazón está sangrando,


me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


70
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

2. En esta noche sigo tus pasos,


aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

3. Pronto vendrá el nuevo día,


amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis)
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo


7,7-12
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Pidan y
se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les
abrirá; porque quien pide recibe, quien busca 71
encuentra y al que llama se le abre. ¿Quién de ustedes
si su hijo le pide pan, le va a dar una piedra? ¿Y si le
pide pescado, le dará una serpiente? Pues si ustedes,
que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
¡Cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo
dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! Por
tanto, tomen a los demás como quieran que ellos los
traten a ustedes; en esto consiste la Ley y los profetas».
Palabra de Dios.

Reflexión: Tomada de la Homilía del papa Francisco


09-10-14:
Jesús se adelanta y habla del Padre, haciendo estas
preguntas a sus oyentes: «¿Quién de ustedes, cuando
su hijo le pide un pez, le da una serpiente? ¿O si le pide
un huevo, le dará un escorpión?».
De aquí la sucesiva certeza: «Si ustedes, que son
malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más
el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas
buenas a aquellos que se las pidan!».
Esto significa que no sólo es el amigo que nos
acompaña en el camino de la vida nos ayuda y nos da
lo que nosotros pedimos; también el Padre del cielo,
este Padre que nos ama tanto, hasta preocuparse por
72
dar de comer a los pajarillos del cielo.
De este modo el Señor quiere despertar la confianza
en la oración. Esta es la oración: pedir, buscar el cómo
y tocar a la puerta del corazón de Dios, el amigo que
nos acompaña, el Padre que ama a todas sus creaturas.
Hay una frase que parece un poco crítica: «Si ustedes,
que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos,
¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo
dará el Espíritu Santo a aquellos que se las pidan! ¡Sí!
Dará el Espíritu Santo a los que se lo piden.
Precisamente este es el regalo, este es el de más de
Dios. Porque el Padre jamás te da un regalo, lo que le
pides, así, sin envolverlo bien, sin algo más que lo
haga más bello.
Y lo que el Señor, el Padre nos da de más, es el
Espíritu: el verdadero don del Padre es lo que la
oración no se atreve a esperar.
El hombre toca a la puerta de Dios con la oración para
pedir una gracia. Y Él que es el Padre, me da ese de
más: el regalo, el Espíritu Santo.
Es esta la dinámica de la oración, que se hace con el
amigo, que es el compañero de camino de la vida, se
hace con el Padre y se hace en el Espíritu Santo.
El amigo verdadero es Jesús: es Él, en efecto, quien nos
73
acompaña y enseña a rezar. Y nuestra oración debe ser
así, trinitaria.

Peticiones:
• Pidamos al Señor para que sepamos pedir lo
que realmente conviene y sea grato a los ojos de
Dios. Roguemos al Señor.
• Para que sepamos ser agradecidos y no
creamos que todo lo que tenemos nos lo
merecemos. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Concédenos, señor, la gracia de
conocer siempre lo que es recto y practicarlo con
diligencia, para que vivamos siempre según tu
voluntad los que sin ti no podemos ni siquiera existir
por nuestro Señor Jesucristo. Amén

Oración en tiempo de pandemia


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras 74
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

VIERNES DE LA I SEMANA
11 de marzo

Ambientación:
Junto en familia o Comunidad se tiene una copia del
subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a la
celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.
Canto: DANOS TU LUZ
https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

1. Mi corazón está sangrando,


me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.
75
SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS
TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

2. En esta noche sigo tus pasos,


aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

3. Pronto vendrá el nuevo día,


amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis)

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo


5, 20-26
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si la
Justicia de ustedes no es mayor a la de los escribas y
fariseos, no entrarán en el reino de los cielos. Han oído 76
ustedes que se dijo a los antiguos: “No matarán”, y el
que mate será procesado. Pero yo les digo: Todo el
que esté peleado con su hermano será procesado. Y si
uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que
comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”,
merece la condena al fuego. Por tanto, si cuando vas a
presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas allí mismo
de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu
ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con
tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con tu adversario, llega pronto a un acuerdo,
mientras van de camino, no sea que te entregue al
juez, y el juez al guardia, y te metan a la cárcel. Te
aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado
el último centavo».
Palabra del Señor.

Reflexión: Tomada de la Homilía del papa Francisco


13-06-13
Jesús menciona algunas necesidades y toca en
particular, el tema de la relación negativa con los
hermanos. El que maldice, dice Jesús, merece el
infierno. Si en tu corazón hay algo de negativo hacia
el hermano, hay algo que no funciona y te debes
77
convertir, tienes que cambiar. La ira es un insulto
contra el hermano, y ya es algo que se da en la línea de
la muerte, lo mata…
No hay necesidad de ir a un psicólogo para saber que
cuando se denigra al otro es porque uno mismo no
puede crecer y necesita que el otro sea abajado, para
sentirse alguien. Y esto es un mecanismo feo. Jesús con
toda la sencillez dice: “No hablen mal el uno del otro.
No se denigren, no se descalifiquen”. Y esto, dijo,
porque después de todo estamos caminando por el
mismo camino, todos vamos en ese camino que nos
llevará hasta el final. De este modo, si no se va de una
manera fraterna, todos terminaremos mal: el que
insulta y el insultado. Si uno no es capaz de dominar
la lengua, se pierde, y lo demás, la agresividad
natural, la que tuvo Caín con Abel, se repite a lo largo
de la historia. No es que somos malos, somos débiles
y pecadores. Por eso resulta mucho más fácil arreglar
una situación con un insulto, con una calumnia, con
una difamación, que solucionarla por las buenas.
Quisiera pedir al Señor, que nos dé a todos la gracia
de poner más atención a la lengua, en relación a lo que
decimos de los demás. Es una pequeña penitencia,
pero da buenos resultados.
78
[…] Debemos pedirle al Señor esta gracia: adaptar
nuestra vida a esta nueva Ley, que es la Ley de la
mansedumbre, la Ley del amor, la Ley de la paz, y por
lo menos podar un poco nuestra lengua, «podar» un
poco los comentarios que hacemos sobre los demás y
las explosiones que nos conducen al insulto o a la ira
fácil. ¡Que el Señor nos conceda a todos esta gracia!

Petición:
• Pidamos al Señor nos ayude a crecer en
autoestima para amarnos y respetarnos,
porque al amarnos a nosotros mismos,
podemos amar y respetar a los demás.
Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Señor, concede a tus fieles prepararse


de modo conveniente a las fiestas de Pascua, para que,
aceptada la penitencia corporal según la costumbre,
sea útil a todos para el bien de las almas. Por nuestro
Señor Jesucristo.
79
Amén

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén.

SÁBADO DE LA I SEMANA
12 de marzo
Ambientación:
Junto en familia o Comunidad se tiene una copia del
subsidio (o algún dispositivo que pueda ayudar a la
celebración) y en lo posible tener una lámina o figura de
san José.

Canto: DANOS TU LUZ 80


https://www.youtube.com/watch?v=yNUuh1LJ--E

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

1. Mi corazón está sangrando,


me siento lejos, lejos de ti.
La vida es triste si tú nos dejas,
si tú nos dejas solos sin luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ
2. En esta noche sigo tus pasos,
aunque no vea clara la luz.
Guíanos Tú por esta vida
por esta vida hasta la Luz.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ

3. Pronto vendrá el nuevo día,


amanecer de eterna luz.
Nace en nosotros paz y esperanza,
juntos veremos la luz sin fin.

SEÑOR, TÚ QUE BRILLAS EN LAS 81


TINIEBLAS, DANOS TU LUZ (bis)

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo


5, 43-47
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Ustedes
han oído que se dijo: “amarás a tu prójimo” y odiarás
a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus
enemigos y oren por quienes los persiguen. Así serán
hijos del Padre que está en el cielo, que hace salir el sol
sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e
injustos. Porque, si ustedes aman solamente a quienes
los aman, ¿Qué premio recibirán? ¿No hacen lo
mismos también los publicanos? Y si saludan sólo a
sus hermanos, ¿Qué hacen de extraordinario? Por
tanto, sean perfectos como su Padre celestial es
perfecto».
Palabra de Dios.

Reflexión: Tomada de la Homilía del papa Francisco


21-06-13
Jesús nos dice dos cosas: primero, mirar al Padre.
82
Nuestro Padre es Dios: hace salir el sol sobre malos y
buenos; hace llover sobre justos e injustos. Su amor es
para todos. Y Jesús concluye con este consejo: “Sed
perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”.
Por lo tanto, la indicación de Jesús consiste en imitar
al Padre en la perfección del amor. Él perdona a sus
enemigos. Hace todo por perdonarles. Pensemos en la
ternura con la que Jesús recibe a Judas en el huerto de
los Olivos, cuando entre los discípulos se pensaba en
la venganza.
Jesús nos pide amar a los enemigos. ¿Cómo se puede
hacer? Jesús nos dice: rezad, por vuestros enemigos.
La oración hace milagros; y esto vale no sólo cuando
tenemos enemigos; sino también cuando percibimos
alguna antipatía, alguna pequeña enemistad.
Es cierto: el amor a los enemigos nos empobrece, nos
hace pobres, como Jesús, quien, cuando vino, se abajó
hasta hacerse pobre. Tal vez no es un «buen negocio,
o al menos no lo es según la lógica del mundo. Sin
embargo, es el camino que recorrió Dios, el camino
que recorrió Jesús hasta conquistarnos la gracia que
nos ha hecho ricos.

Peticiones:
83
• Porque llegue el día en que no consideremos
enemigos a nadie, sino que perdonemos
sinceramente a los que nos ofenden. Roguemos
al Señor.
• Para que desaparezcan las contiendas entre
pueblos y nos reconozcamos hermanos.
Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Padre eterno, vuelve hacia ti nuestros
corazones, para qué, buscando siempre lo único
necesario y realizando obras de caridad, nos
dediquemos a tu servicio. por nuestro Señor
Jesucristo.
Amén

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
84
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

II DOMINGO DE CUARESMA
Domingo 13 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos


un crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: NUEVA CREACIÓN
https://www.youtube.com/watch?v=VREgxYalWi8

Camina, pueblo de Dios,


camina, pueblo de Dios,
nueva ley, nueva alianza
en la nueva creación.

Camina pueblo de Dios.


Camina pueblo de Dios.

Mira allá en el Calvario,


en la roca hay una cruz,
muerte que engendra la vida, 85
nuevos hombres, nueva luz.

Cristo nos ha salvado


con su muerte y resurrección.
Todas las cosas renacen
en la Nueva Creación.

Cristo toma en su cuerpo,


el pecado, la esclavitud;
al destruirlos nos trae
una nueva plenitud.

Pone en paz a los hombres,


a las cosas y al Creador.
Todo renace a la vida
en la Nueva Creación.

Cielo y tierra se abrazan,


nuestra alma halla el perdón.
Vuelven a abrirse los cielos
para el hombre pecador.

¡Israel peregrino,
vive y canta tu redención.
Hay nuevos mundos abiertos
en la Nueva Creación!

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu 86


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-


36
Unos ocho días después de estos discursos, Jesús tomó
consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y subió a un cerro
a orar. Y mientras estaba orando, su cara cambió de
aspecto y su ropa se volvió de una blancura fulgurante.
Dos hombres, que eran Moisés y Elías, conversaban
con él. Se veían en un estado de gloria y hablaban de su
partida, que debía cumplirse en Jerusalén. Un sueño
pesado se había apoderado de Pedro y sus
compañeros, pero se despertaron de repente y vieron
la gloria de Jesús y a los dos hombres que estaban con
él. Como éstos estaban para irse, Pedro dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Levantemos
tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías». Pero no sabía lo que decía. Estaba todavía
hablando, cuando se formó una nube que los cubrió
con su sombra, y al quedar envueltos en la nube se
atemorizaron. Pero de la nube llegó una voz que decía:
«Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo». Después de
oírse estas palabras, Jesús estaba allí solo. Los
discípulos guardaron silencio por aquellos días, y no 87
contaron nada a nadie de lo que habían visto.
Palabra del Señor.

Reflexión: S.S. Francisco, Ángelus 1 de marzo de 2015


Es el cumplimiento de la revelación; por esto a su lado
aparecen transfigurados Moisés y Elías, que
representan la Ley de los profetas, significando que
todo termina y comienza en Jesús, en su pasión y su
gloria.
La voz de orden para los discípulos y para nosotros es
esta: 'Escuchadlo'. Escuchen a Jesús. Es él el Salvador:
seguidlo. Escuchar a Cristo, de hecho, comporta
asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en
camino con él, para hacer de la propia existencia un
don de amor a los otros, en dócil obediencia con la
voluntad de Dios, con una actitud de separación de las
cosas mundanas y de libertad interior. Es necesario, en
otras palabras, estar prontos a 'perder la propia vida',
donándola para que todos los hombres sean salvados,
y para que nos reencontremos en la felicidad eterna.
El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No
nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a
la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas,
pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no
nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si
seguimos su camino. 88
Peticiones:

• Por los que sabemos que Cristo es el Mesías, los


que hemos tenido nuestro Tabor con Él, para
que, como Cristo ya ha resucitado,
comuniquemos nuestra experiencia con todos
los hombres. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.
• Para que en este tiempo de Cuaresma
caminemos con firmeza a una conversión real y
visible. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos,
Señor.
Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Señor, Padre santo,


tú que nos has mandado escuchar a tu Hijo, el
predilecto, alimenta nuestro espíritu con tu palabra;
así, con mirada limpia,
contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Todos: Amén. 89

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Para colorear:

90
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: DOMINGO
II DE CUARESMA

Antífona de entrada
Oigo en mi corazón: “Busquen mi rostro”. Tu rostro
buscaré, Señor. No me escondas tu rostro.

Monición de entrada
Hoy, segundo domingo de Cuaresma, el mismo Dios
nos dice por boca de su profeta: “Busquen mi rostro”.
Nuestra respuesta será la que el mismo profeta pone en
nuestros labios: “Tu rostro buscaremos, Señor”. En
nuestro camino cuaresmal hacia la Pascua también
91
nosotros necesitamos vivir la experiencia gozosa de los
tres discípulos de Cristo en la cumbre del Tabor.

Monición a la Primera lectura


Para la cultura y lenguaje hebreo decir algo o repetirlo
tres veces es símbolo de asegurar un hecho,
reafirmarlo. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis 15, 5-12. 17-18

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:


—«Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes».
Y añadió:
—«Así será tu descendencia».
Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor le dijo:
—«Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos,
para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
—«Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?»
Respondió el Señor:
—«Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres
años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón».

Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada 92


mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los
buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo
invadió a Abrán, y un terror intenso y oscuro cayó
sobre él.
El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de
horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los
miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos
términos:
—«A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río
de Egipto al Gran Río Éufrates».
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 26, 1. 7-8a. 8b-9abc. 13-14

R. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación,


¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.

Escúchame, Señor, que te llamo; 93


ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». R.

Tu rostro buscaré, Señor,


no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio. R.

Espero gozar de la dicha del Señor


en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.
Monición a la segunda lectura
San Pablo nos hablará sobre nuestra resurrección
eterna y cómo algunos se aferran a cosas temporales.
Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Filipenses 3, 17—4, 1

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan


según el modelo que tenéis en nosotros.
Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito
con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como 94
enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la
perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas.
Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo,
de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el
modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que
posee para sometérselo todo.
Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi
alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor,
queridos.

Palabra de Dios.
Monición al Evangelio
La presencia de los tres personajes celestiales será la
confirmación de la futura glorificación del Mesías.
Pongámonos de pie.

Versículo antes del Evangelio


En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:
«Éste es mi Hijo, el amado; escuchadlo».

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36 95

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a


Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y,
mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus
vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran
Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban
de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y,
espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que
estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a
Jesús:
—«Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres
tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando,
cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al
entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:

—«Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle».


Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos
guardaron silencio y, por el momento, no contaron a
nadie nada de lo que habían visto.

Palabra de Dios.
96
Plegaria universal

Oremos al Señor, nuestra luz y salvación


- Por la Iglesia, pueblo de la Nueva Alianza, para
que se mantenga siempre como esposa fiel de
Jesucristo. Roguemos al Señor.
- Por todos los pueblos de la Tierra y por los
hombres de todas las razas y culturas, para que
descubran la llamada universal a la salvación de
Cristo. Roguemos al Señor.
- Para los que se preparan para completar su
iniciación cristiana con la recepción de la
confirmación y de la Eucaristía, para que sus
vidas sean testimonio de alegría del Evangelio
que los ha renovado. Roguemos al Señor.
- Por nuestra comunidad, para que unidos a
Cristo en los sufrimientos de la vida seamos un
día, transfigurados con él en la gloria de la
resurrección. Roguemos al Señor.

CELEBRACIÓN EN COMUNIDAD O EN CASA

LUNES DE LA II SEMANA
14 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un 97


crucifijo y delante de él un pan con un vaso con agua.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO


https://www.youtube.com/watch?v=54cURLaQCqw

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión;
éste es el ayuno que agrada al Señor.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 36-38

98
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- “Sean compasivos como el Padre de ustedes es
compasivo; no juzguen, y no serán juzgados; no
condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán
perdonados; de, y se les dará; recibirán sobre el regazo
una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.
Porque la medida con que ustedes midan, también se
usará para ustedes”. Palabra del Señor.

Reflexión: Fragmento de la audiencia general, Papa


Francisco; miércoles 21 de septiembre de 2016.
La misericordia se expresa, sobre todo, con el perdón:
no juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no
seréis condenados; perdonad y seréis perdonados» (v.
37). Jesús no pretende alterar el curso de la justicia
humana, no obstante, recuerda a los discípulos que
para tener relaciones fraternales es necesario
suspender los juicios y las condenas. Precisamente el
perdón es el pilar que sujeta la vida de la comunidad
cristiana, porque en él se muestra la gratuidad del
amor con el cual Dios nos ha amado en primer lugar.
¡El cristiano debe perdonar! pero ¿Por qué? Porque ha
sido perdonado. Todos nosotros que estamos aquí,
hoy, en la plaza, hemos sido perdonados. Ninguno de 99
nosotros, en su propia vida, no ha tenido necesidad del
perdón de Dios. Y para que nosotros seamos
perdonados, debemos perdonar. Lo recitamos todos
los días en el Padre Nuestro: «Perdona nuestros
pecados; perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Es decir,
perdonar las ofensas, perdonar tantas cosas, porque
nosotros hemos sido perdonados por muchas, muchas
ofensas, por muchos pecados. Y así es fácil perdonar: si
Dios me ha perdonado ¿Por qué no debo perdonar a
los demás? ¿Soy más grande que Dios? Este pilar del
perdón nos muestra la gratuidad del amor de Dios, que
nos ha amado en primer lugar. Juzgar y condenar al
hermano que peca es equivocado. No porque no se
quiera reconocer el pecado, sino porque condenar al
pecador rompe el lazo de fraternidad con él y desprecia
la misericordia de Dios, que por el contrario no quiere
renunciar a ninguno de sus hijos. No tenemos el poder
de condenar a nuestro hermano que se equivoca, no
estamos por encima de él: tenemos más bien el deber
de devolverlo a la dignidad de hijo del Padre y de
acompañarlo en su camino de conversión.

Peticiones:

• Por los que nos reconocemos perdonados por el 100


Señor, para que, siguiendo el modelo de Dios,
perdonemos más fácilmente a los demás.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que en este tiempo de Cuaresma nos
desprendamos, compartamos con los que más
necesitan, de los bienes que nosotros tenemos y
también necesitamos. Roguemos al Señor. R/. Te
lo pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Oh, Dios,
Que nos mandaste mortificar nuestro cuerpo
Como remedio espiritual,
Concédenos abstenernos de todo pecado
Y que nuestros corazones
Sean capaces de cumplir los mandamientos de tu
amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su 101
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

MARTES DE LA II SEMANA
15 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO
https://www.youtube.com/watch?v=54cURLaQCqw

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión;
éste es el ayuno que agrada al Señor.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos. 102
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus


discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han
sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo
que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque
ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e
insoportables, y se los cargan a la gente en los hombros,
pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para
empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la
gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del
manto; les gustan los primeros puestos en los
banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que
les hagan reverencias por la calle y que la gente los
llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis
llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y
todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre 103
vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro
Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros,
porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El
primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se
enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido." Palabra del Señor.

Reflexión: Santo Padre Benedicto XVI, Ángelus del


domingo, 30 de octubre de 2011

En el pasaje de hoy, amonesta a los escribas y fariseos,


que en la comunidad desempeñaban el papel de
maestros, porque su conducta estaba abiertamente en
contraste con la enseñanza que proponían a los demás
con rigor. Jesús subraya que ellos «dicen, pero no
hacen» (Mt 23, 3); más aún, «lían fardos pesados y se
los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están
dispuestos a mover un dedo para empujar» (Mt 23, 4).
Es necesario acoger la buena doctrina, pero se corre el
riesgo de desmentirla con una conducta incoherente.
Por esto Jesús dice: «Haced y cumplid todo lo que os
digan; pero no hagáis lo que ellos hacen» (Mt 23, 3). La
actitud de Jesús es exactamente la opuesta: él es el
primero en practicar el mandamiento del amor, que
enseña a todos, y puede decir que es un peso ligero y
suave precisamente porque nos ayuda a llevarlo 104
juntamente con él (cf. Mt 11, 29-30).
Pensando en los maestros que oprimen la libertad de
los demás en nombre de su propia autoridad, san
Buenaventura indica quién es el auténtico Maestro,
afirmando: «Nadie puede enseñar, ni obrar, ni alcanzar
las verdades conocibles sin que esté presente el Hijo de
Dios». «Jesús se sienta en la "cátedra" como el Moisés
más grande, que extiende la Alianza a todos los
pueblos». ¡Él es nuestro verdadero y único Maestro!
Por ello, estamos llamados a seguir al Hijo de Dios, al
Verbo encarnado, que manifiesta la verdad de su
enseñanza a través de la fidelidad a la voluntad del
Padre, a través del don de sí mismo. Escribe el beato
Antonio Rosmini: «El primer maestro forma a todos los
demás maestros, del mismo modo que forma a los
discípulos, porque existen sólo en virtud de ese tácito
pero poderosísimo magisterio». Jesús condena
enérgicamente también la vanagloria y asegura que
obrar «para que los vea la gente» (Mt 23, 5) pone a
merced de la aprobación humana, amenazando los
valores que fundan la autenticidad de la persona.

Peticiones:

• Por nosotros, que conformamos la Iglesia, para


que no caigamos en la vanagloria, más bien 105
reconozcamos que lo bueno que hay en nosotros
viene de Dios. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.
• Para que en este tiempo de Cuaresma nos
esforcemos por no juzgar los defectos de los
demás y nos centremos en nuestra propia
conversión. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final:
Señor, vela con amor continuo sobre tu Iglesia,
Y, pues sin tu ayuna no puede sostenerse
Lo que se cimienta en la debilidad humana,
Protégela siempre con tus auxilios en el peligro y
dirígela hacia la salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos 106
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

MIÉRCOLES DE LA II SEMANA
16 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO
https://www.youtube.com/watch?v=54cURLaQCqw

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión;
éste es el ayuno que agrada al Señor.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos. 107
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 17-


28
En aquel tiempo, cuando iba subiendo Jesús a
Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y les dijo por el
camino: Miren que subimos a Jerusalén, y el Hijo del
hombre será entregado a los sumos sacerdotes y
escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los
gentiles, para burlarse de él, azotarlo y crucificarlo, y al
tercer día resucitará. Entonces se le acercó la madre de
los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como
para pedirle algo. Él le dijo: ¿Qué deseas? Ella contestó:
Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu
derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino. Replicó
Jesús: No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa
que yo voy a beber? Le contestaron: Sí, podemos. Él les
dijo: Mi copa, sí la beberán; pero sentarse a mi derecha
o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que 108
es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír
esto los otros diez, se indignaron contra los dos
hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: Saben que los
jefes de las naciones las dominan como señores
absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No
ha de ser así entre ustedes, sino que el que quiera llegar
a ser grande entre ustedes, será su servidor, y el que
quiera ser el primero entre ustedes, será su esclavo; de
la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido
a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate
por muchos.
Palabra del Señor.
Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 18 de octubre
de 2015
Jesús es el Siervo del Señor: su vida y su muerte, bajo
la forma total del servicio, son la fuente de nuestra
salvación y de la reconciliación de la humanidad con
Dios. El kerigma, corazón del Evangelio, anuncia que
las profecías del Siervo del Señor se han cumplido con
su muerte y resurrección. La narración de san Marcos
describe la escena de Jesús con los discípulos Santiago
y Juan, los cuales –sostenidos por su madre– querían
sentarse a su derecha y a su izquierda en el reino de
Dios, reclamando puestos de honor, según su visión
jerárquica del reino. El planteamiento con el que se 109
mueven estaba todavía contaminado por sueños de
realización terrena. Jesús entonces produce una
primera “convulsión” en esas convicciones de los
discípulos haciendo referencia a su camino en esta
tierra: “El cáliz que yo voy a beber lo beberéis… pero
el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a
mí concederlo, sino que es para quienes está
reservado”. Con la imagen del cáliz, les da la
posibilidad de asociarse completamente a su destino
de sufrimiento, pero sin garantizarles los puestos de
honor que ambicionaban. Su respuesta es una
invitación a seguirlo por la vía del amor y el servicio,
rechazando la tentación mundana de querer sobresalir
y mandar sobre los demás.

Frente a los que luchan por alcanzar el poder y el éxito,


para hacerse ver, frente a los que quieren ser
reconocidos por sus propios méritos y trabajos, los
discípulos están llamados a hacer lo contrario. Por eso
les advierte: “Sabéis que los que son reconocidos como
jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los
oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser
grande entre vosotros, que sea vuestro servidor”. Con
estas palabras señala que en la comunidad cristiana el
modelo de autoridad es el servicio. 110
Peticiones:

• Para que en nuestras familias y parroquias


nunca busquemos tener cargos para sentirnos
por encima de los demás, ni seamos sordos a los
consejos y correcciones de los menores en casa;
porque si Dios nos concede alguna
responsabilidad es para servir y no ser servido.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que en este tiempo de Cuaresma tengamos
gestos concretos de humildad con nuestro
prójimo. Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos,
Señor.
Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Señor, guarda a tu familia


Instruida en las buenas obras
y, confortada en sus necesidades temporales,
condúcela propicio hacia los bienes eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos; 111
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

JUEVES DE LA II SEMANA
17 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO
https://www.youtube.com/watch?v=54cURLaQCqw

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión;
éste es el ayuno que agrada al Señor.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos. 112
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 19-


31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: Había un
hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba
todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre,
llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto
de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del
rico... pero hasta los perros venían y le lamían las
llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado
por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el
rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre
tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham,
y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: "Padre
Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que
moje en agua la punta de su dedo y refresque mi
lengua, porque estoy atormentado en esta llama". Pero
Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus 113
bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males;
ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y,
además, entre nosotros y ustedes se interpone un gran
abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a
ustedes, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde
nosotros". Replicó: "Con todo, te ruego, padre, que le
envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco
hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan
también ellos a este lugar de tormento". Le dijo
Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; que les
oigan". Él dijo: "No, padre Abraham; sino que, si
alguno de entre los muertos va donde ellos, se
convertirán". Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los
profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto
resucite". Palabra del Señor.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 5 de marzo de


2015, en Santa Marta
No se dice que el rico epulón fuera malvado, al
contrario, tal vez era un hombre religioso, a su manera.
Rezaba, quizás, alguna oración y dos o tres veces al año
seguramente iba al Templo a hacer sacrificios y daba
grandes ofrendas a los sacerdotes, y ellos con aquella
pusilanimidad clerical se lo agradecían y le hacían
sentarse en el lugar de honor. Pero no se daba cuenta
de que a su puerta estaba un pobre mendigo, Lázaro, 114
hambriento, lleno de llagas, símbolo de tanta necesidad
que tenía.
El hombre rico tal vez el vehículo con el que salía de
casa tenía los cristales polarizados para no ver fuera...
tal vez, pero no sé... Pero seguramente, sí, su alma, los
ojos de su alma estaban oscurecidos para no ver. Solo
veía dentro de su vida, y no se daba cuenta de lo que
había sucedido a este hombre, que no era malo: estaba
enfermo. Enfermo de mundanidad. Y la mundanidad
transforma las almas, hace perder la conciencia de la
realidad: viven en un mundo artificial, hecho por
ellos... La mundanidad anestesia el alma. Y por eso,
este hombre mundano no era capaz de ver la realidad.
Muchas personas que llevan la vida de modo difícil;
pero si tengo el corazón mundano, nunca entenderé
eso. Con el corazón mundano no se puede entender la
necesidad y lo que hace falta a los demás. Con el
corazón mundano se puede ir a la iglesia, se puede
rezar, se pueden hacer tantas cosas. Pero Jesús, en la
Última Cena, en la oración al Padre, ¿qué ha rezado?
'Pero, por favor, Padre, custodia a estos discípulos para
que no caigan en el mundo, que no caigan en la
mundanidad'. Es un pecado sutil, es más que un
pecado: es un estado pecador del alma.
Peticiones:
115
• Para que nunca nos volvamos ciegos ante las
necesidades de las personas que nos rodean.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que, en este tiempo de cuaresma,
reflexionemos sobre nuestros errores y pecados
pasados para no caer en ellos nuevamente.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Oh, Dios, que amas y devuelves la
inocencia,
Atrae hacia ti los corazones de tus siervos
Para que, llenos del fervor de tu Espíritu,
Permanezcamos firmes en la fe
Y eficaces en las obras.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos 116


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
VIERNES DE LA II SEMANA
18 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido, y de ser posible
una piedra cerca al crucifijo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO


https://www.youtube.com/watch?v=54cURLaQCqw

Éste es el ayuno que agrada al Señor,


ésta es la sincera conversión;
éste es el ayuno que agrada al Señor.
117
1. Parte tu pan con el hambriento,
dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos;
y rasga el corazón y no el vestido.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

Todos: 7Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 21, 33-


43. 45-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a
los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez
un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una
cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el
vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de
viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus
criados para pedir su parte de los frutos a los 118
viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados,
golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo
apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor
número que los primeros, y los trataron del mismo
modo. Por último, les mandó a su propio hijo,
pensando: "A mi hijo lo respetarán". Pero cuando los
viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: "Éste es el
heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su
herencia". Lo golpearon, lo sacaron del viñedo y lo
mataron. "Ahora díganme: Cuando vuelva el dueño
del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?". Ellos le
respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados
y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le
entreguen los frutos a su tiempo". Entonces Jesús les
dijo: "¿No han leído nunca en la Escritura: La piedra
que desecharon los constructores, es ahora la piedra
angular, esto es obra del Señor y es un prodigio
admirable? Por esta razón les digo que les será quitado
a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que
produzca sus frutos". Al oír estas palabras, los sumos
sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las
decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron
miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.
Palabra del Señor.
119
Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 1 de junio de
2015, en Santa Marta
La historia de amor entre Dios y su pueblo parece ser
una historia de fracasos, como sucede en la parábola de
los labradores asesinos, que aparece como el fracaso
del sueño de Dios.
Hay un hombre que construye una viña y están los
labradores que matan a todos los que envía el señor.
Pero es precisamente de esos muertos que todo toma
vida. Los profetas, los hombres de Dios que han
hablado al pueblo, que no fueron escuchados, que
fueron descartados, serán su gloria. El Hijo, el último
enviado, que fue precisamente descartado por eso,
juzgado, no escuchado y asesinado, se convirtió en
piedra angular.
Esta historia que parece ser una historia de amor
después parece terminar en una historia de fracasos,
pero que termina con el gran don de Dios, que del
descarte saca la salvación; de su Hijo descartado nos
salva a todos. Es aquí donde la lógica del fracaso se cae.
Y Jesús lo recuerda a los jefes del pueblo, citando la
Escritura: La piedra que descartaron los constructores
es ahora piedra angular. Esto lo ha hecho el Señor y es
una maravilla a nuestros ojos.
El camino de nuestra redención es un camino de
muchos fracasos. También el último, el de la cruz, es un 120
escándalo. Pero precisamente ahí vence el amor. Y esa
historia que comienza con un sueño de amor y
continúa con una historia de fracasos, termina en la
victoria del amor: la cruz de Jesús. No debemos olvidar
este camino, es un camino difícil.
Si cada uno de nosotros hace un examen de conciencia,
verá cuántas veces ha expulsado a los profetas.
Cuántas veces ha dicho a Jesús ‘vete’, cuántas veces ha
querido salvarse a sí mismo, cuántas veces hemos
pensado que nosotros éramos los justos.
Peticiones:

• Pidamos a Dios para que seamos agradecidos


con nuestros padres y nuestros asesores y
coordinadores parroquiales, por todas las veces
que nos han corregido y amonestado, porque
Dios a través de ellos nos ayudaba a mejorar.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.
• Para que, tengamos como objetivo no rechazar a
nadie y mucho menos si nos da una palabra o
un buen ejemplo de vida. Roguemos al Señor.
R/. Te lo pedimos, Señor.
121
Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final:
Concédenos, Dios todo poderoso,
Llegar a lo que está por venir
Con los corazones limpios,
Por el santo esfuerzo purificador de la penitencia.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

SÁBADO, SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA 122


BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA.
19 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos una


imagen de San José con flores.

Canto: HIMNO A SAN JOSÉ


https://www.youtube.com/watch?v=qWxGT7TUZ5g
&t=3s

Hoy a tus pies ponemos nuestra vida.


Hoy a tus pies, Glorioso San José.
Escucha nuestra oración y por tu intercesión
obtendremos la paz del corazón.

En Nazaret junto a la Virgen Santa.


En Nazaret, Glorioso San José
cuidaste al niño Jesús pues por tu gran virtud
fuiste digno custodio de la luz.

Con sencillez humilde carpintero.


Con sencillez, Glorioso San José
hiciste bien tu labor, obrero del Señor
ofreciendo trabajo y oración.

Tuviste Fe en Dios y su promesa.


Tuviste Fe, Glorioso San José.
Maestro de oración alcánzanos el don 123
de escuchar y seguir la voz de Dios.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo evangelio según san Mt 1, 16.18-21.


24a
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, que es llamado Cristo.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba
comprometida con José y, cuando todavía no habían
vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu
Santo.
José, su esposo, que era un hombre justo y no quería
denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en
secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le
apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no
temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido
engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de
Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus
pecados».
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le 124
había ordenado." Palabra del Señor.

Reflexión: Tomada de la Redemptoris Custos,


depositario del Misterio de Dios, de San Juan Pablo II:

De este misterio divino José es, junto con María, el


primer depositario. Con María —y también en relación
con María— él participa en esta fase culminante de la
autorrevelación de Dios en Cristo, y participa desde el
primer instante. Teniendo a la vista el texto de ambos
evangelistas Mateo y Lucas, se puede decir también
que José es el primero en participar de la fe de la Madre
de Dios, y que, haciéndolo así, sostiene a su esposa en
la fe de la divina anunciación. Él es asimismo el que ha
sido puesto en primer lugar por Dios en la vía de la
«peregrinación de la fe», a través de la cual, María,
sobre todo en el Calvario y en Pentecostés, precedió de
forma eminente y singular.

La vía propia de José, su peregrinación de la fe se


concluirá antes, es decir, antes de que María se detenga
ante la Cruz en el Gólgota y antes de que Ella, una vez
vuelto Cristo al Padre, se encuentre en el Cenáculo de
Pentecostés el día de la manifestación de la Iglesia al
mundo, nacida mediante el poder del Espíritu de
verdad. Sin embargo, la vía de la fe de José sigue la
misma dirección, queda totalmente determinada por el 125
mismo misterio del que él junto con María se había
convertido en el primer depositario. La encarnación y
la redención constituyen una unidad orgánica e
indisoluble, donde el «plan de la revelación se realiza
con palabras y gestos intrínsecamente conexos entre
sí». Precisamente por esta unidad el Papa Juan XXIII,
que tenía una gran devoción a san José, estableció que,
en el Canon romano de la Misa, memorial perpetuo de
la redención, se incluyera su nombre junto al de María,
y antes del de los Apóstoles, de los Sumos Pontífices y
de los Mártires.
Peticiones:

• Pidamos a Dios valorar su amor no sólo en los


problemas y necesidad, sino también en el
tiempo de paz. Roguemos al Señor. R/. Te lo
pedimos, Señor.
• Para que no seamos como el hijo mayor, que
nunca se sintió hijo, sino empleado del padre.
Roguemos al Señor. R/. Te lo pedimos, Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: 126


Dios todopoderoso, que confiaste los primeros
misterios
de la salvación de los hombres
a la fiel custodia de san José;
haz que, por su intercesión,
la Iglesia los conserve fielmente
y los lleve a plenitud en su misión salvadora.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.

Oración a san José


Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate, padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.

Para colorear:

127
III DOMINGO DE CUARESMA
20 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido.

Canto: EN SU MESA HAY AMOR


https://www.youtube.com/watch?v=0ZzFRD9pILA

EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A ÉL,


EL SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR
CON ÉL, EN SU MESA HAY AMOR, LA
PROMESA DEL PERDÓN, Y EN EL VINO Y
PAN, SU CORAZÓN. / (2) 128

Cuando Señor, tu voz, llega en silencio a


mí, y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás, te sientas junto a mí,
acoges mi vida y oración.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Lucas


13, 1-9 En aquella ocasión se presentaron algunos a
informarle acerca de unos galileos cuya sangre había
mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Él contestó:”
¿Pensáis que aquellos galileos, dado que sufrieron aquello,
eran más pecadores que los demás galileos? Os digo que no;
pero si no os arrepentís, acabaréis como ellos. O aquellos
dieciocho sobre los cuales se derrumbó la torre de Siloé y los
mató, ¿pensáis que eran más culpables que el resto de los
habitantes de Jerusalén? Os digo que no; pero si no os
arrepentís acabaréis como ellos”. Y les propuso la siguiente
parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su
huerto. Fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo al
hortelano: “Llevo tres años viniendo a buscar fruta en esta
higuera y no la hallo. Córtala, que encima está esquilmando
el terreno”. Él le contestó: “Señor, déjala todavía este año; 129
cavaré alrededor y la abonaré, a ver si da fruto. Si no, la
cortas el año que viene””.

Palabra del Señor.

Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión:

En nuestro mundo hay muchas atrocidades; estamos


viviendo una de ella con esta Pandemia, con la muerte
sin sentido de gente inocente. Esto destaca la fragilidad
humana y muestra el pensamiento distorsionado.
Jesús, tú llamaste la atención a un hecho poco conocido
para señalar que todos nosotros estamos llamados a la
conversión. Comparando y pensando que somos
mejores no es el camino para avanzar; que quizá los de
tu familia no hayan sufrido la pérdida de un ser
querido por COVID 19, o no hayan tenido síntomas
graves, no nos hace mejores y más protegidos por Dios.
Pedimos honestidad y humildad para oír tu llamado al
arrepentimiento.

En estos días muchos quieren resultados instantáneos,


gratificaciones inmediatas, como si el conocimiento y 130
la información pudieran proveer respuestas a todas las
preguntas de la vida. Los árboles crecen lentamente, los
frutos toman su tiempo para desarrollarse y madurar.
Lo mismo es cierto para nosotros. Señor, tú eres el
jardinero que nos cultiva y nutres. Rezamos por
paciencia para esperar, la apertura para ser podados,
para ser más fructíferos a tu gloria.

Peticiones:

- Por toda la Iglesia: para que cada día sea un


signo más claro de reconciliación, de servicio
fraterno y de culto en espíritu y verdad.
Roguemos al Señor.
- Por los catecúmenos que se preparan para el
bautismo: para que el Señor haga de ellos
piedras vivas y templo espiritual en su honor.
Roguemos al Señor.
- Por el fin de esta pandemia, que todos
esperamos, para que Dios escuche nuestras
súplicas. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María, 131
Gloria al Padre…

Oración final:

Oh, Dios, autor de toda misericordia y bondad, que


aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio
de nuestros pecados, mira con amor el reconocimiento
de nuestra pequeñez y levanta con tu misericordia a los
que nos sentimos abatidos por nuestra conciencia. Por
Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
Oración en tiempo de pandemia Dios
de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos del
mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos, más
bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos ofrece en
este tiempo de separación. Concede que, al terminar
esta crisis, estemos más conscientes y dispuestos a
ayudar a los más vulnerables y aquellos de cuyo
trabajo siempre hemos dependido. Danos corazones
creativos para asimilar e impulsar lo que hemos
descubierto; te lo pedimos por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
132
Para colorear
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: DOMINGO
III DE CUARESMA
Antífona de entrada
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él saca mis
pies de la red. Mírame, oh, Dios, y ten piedad de mí,
que estoy solo y afligido.

Monición de entrada
Hoy es el tercer domingo de Cuaresma: el Señor nos
sigue acompañando en nuestro itinerario hacia la luz
de la Resurrección. Durante este tiempo, nuestro
ayuno y penitencia han de manifestarse en
compromisos de justicia y caridad. De esta forma 133
nuestro camino cuaresmal irá realizando en nosotros
una auténtica conversión para seguir al Señor con un
corazón más libre.
Monición a la Primera Lectura
La esclavitud de los hebreos en Egipto fue
consecuencia de que el Pueblo se olvidó de su Dios; a
pesar de eso Dios permanece fiel y les enviará un
salvador.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Éxodo 3, 1-8a. 13-15
En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su
suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño
trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el
monte de Dios.
El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre
las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo:
—«Voy a acercarme a mirar este espectáculo
admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza».
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo
llamó desde la zarza:
—«Moisés, Moisés».
Respondió él:
—«Aquí estoy».
Dijo Dios: 134
—«No te acerques; quítate las sandalias de los pies,
pues el sitio que pisas es terreno sagrado».
y añadió:
—«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el
Dios de Isaac, el Dios de Jacob».
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
El Señor le dijo:
—«He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he
oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en
sus sufrimientos. Voy a bajar a librarlos de los egipcios,
a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil
y espaciosa, tierra que mana leche y miel».
Moisés replicó a Dios:
—«Mira, yo iré a los israelitas y les diré:
"El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros".
Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les
respondo?».
Dios dijo a Moisés:
—«"Soy el que soy"; esto dirás a los israelitas: "'Yo-soy'
me envía a vosotros"».
Dios añadió:
—«Esto dirás a los israelitas: "Yahvé (Él-es), Dios de
vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios
de Jacob, me envía a vosotros. Éste es mi nombre para
siempre: así me llamaréis de generación en
generación"». 135

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11 (R.: 8a)

R. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,


y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.

El Señor hace justicia


y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R.

El Señor es compasivo y misericordioso,


lento a la ira y rico en clemencia;
como se levanta el cielo sobre la tierra, 136
se levanta su bondad sobre sus fieles. R

Monición a la Segunda Lectura


San Pablo nos invita a aprender de los errores de
nuestros antepasados. Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a
los Corintios 10, 1-6. 10-12

No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres


estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el
mar y todos fueron bautizados en Moisés por la nube y
el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual;
y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues
bebían de la roca espiritual que los seguía; y la roca era
Cristo. Pero la mayoría de ellos no agradaron a Dios,
pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto.

Estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para


que no codiciemos el mal como lo hicieron aquéllos.

No protestéis, como protestaron algunos de ellos, y


perecieron a manos del Exterminador.

Todo esto les sucedía como un ejemplo y fue escrito 137


para escarmiento nuestro, a quienes nos ha tocado vivir
en la última de las edades. Por lo tanto, el que se cree
seguro, ¡cuidado!, no caiga.

Palabra de Dios.

Monición al Evangelio
Las desgracias no son castigos divinos, algunas son
consecuencias de nuestras malas decisiones. Dios es
realmente paciente con nosotros. Pongámonos de pie.

Versículo antes del Evangelio Mt 4, 17


Convertíos —dice el Señor—, porque está cerca el
reino de los cielos
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9

En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús


lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los
sacrificios que ofrecían. Jesús contestó:
—«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que
los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que
no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y
aquellos dieciocho que murieron aplastados por la
torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los
demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no
os convertís, todos pereceréis de la misma manera». 138
Y les dijo esta parábola:
—«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a
buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
"Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta
higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a
ocupar terreno en balde?".
Pero el viñador contestó:
"Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y
le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas».

Palabra del Señor.


Plegaria universal
Oremos al Señor, nuestro Dios. Él es compasivo y
misericordioso.
- Por la Iglesia, pueblo de Dios, que peregrina en
la Cuaresma hacia la Pascua, para que sepa
responder a la llamada de Dios en todo lo que
sucede. Roguemos al Señor.
- Por todos los llamados, como Moisés, a ejercer
cargos de responsabilidad al servicio de los
demás, para que cumplan su gestión con la
mayor generosidad de ánimo. Roguemos al
Señor.
- Por todos los que sufren injusticias y han 139
perdido la esperanza, para que sus quejas sean
oídas. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, para que no nos creamos seguros,
sepamos comprender los signos de Dios y no se
endurezca nuestro corazón. Roguemos al Señor.

PARA ORAR EN COMUNIDAD O EN FAMILIA

LUNES DE LA III SEMANA


21 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un cirio encendido
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR,


ÉSTA ES LA SINCERA CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL
AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos. 140

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,


24-30

En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de


Nazaret:
—«Les aseguro que ningún profeta es bien mirado
en su tierra. Les garantizo que en Israel había
muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo
cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una
gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna
de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de
Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos
había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin
embargo, ninguno de ellos fue curado, más que
Naamán, el sirio».

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos


141
y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo
hasta un barranco del monte en donde se alzaba su
pueblo, con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.


Palabra del Señor.

Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 24 de noviembre


de 2014, en Santa Marta.

El Evangelio presenta la imagen de la viuda


precisamente en el momento en el que Jesús comienza
a sentir las resistencias de la clase dirigente de su
pueblo: los saduceos, los fariseos, los escribas, los
doctores de la ley. Y es como si Él dijera: Sucede todo
esto, pero miren allí, hacia esa viuda. La confrontación
es fundamental para reconocer la verdadera realidad
de la Iglesia que cuando es fiel a la esperanza y a su
Esposo, se alegra de recibir la luz que viene de Él, de
ser —en este sentido— viuda: esperando ese sol que
vendrá.
Por lo demás, no por casualidad la primera
confrontación fuerte que Jesús tuvo en Nazaret,
después de la que tuvo con Satanás, fue por nombrar a 142

una viuda y por nombrar a un leproso: dos


marginados. Había muchas viudas en Israel, en ese
tiempo, pero sólo Elías fue invitado por la viuda de
Sarepta. Y ellos se enfadaron y querían matarlo.
Cuando la Iglesia es humilde y pobre, y también
cuando confiesa sus miserias —que, además, todos las
tenemos— la Iglesia es fiel. Es como si ella dijera: Yo
soy oscura, pero la luz me viene de allí. Y esto nos hace
mucho bien. Entonces recemos a esta viuda que está en
el cielo, seguro, a fin de que nos enseñe a ser Iglesia de
ese modo, renunciando a todo lo que tenemos y a no
tener nada para nosotros sino todo para el Señor y para
el prójimo. Siempre humildes y sin gloriarnos de tener
luz propia, sino buscando siempre la luz que viene del
Señor.
Peticiones:

- Por los que se están preparando para el


bautismo, para que la palabra de Dios llegue a
ser su guía en la vida y para que el bautismo les
renueve profundamente. Roguemos al Señor.
- Por todos los miembros de las comunidades 143
cristianas, para que sepamos preparar una sana
acogida y apoyo a los recién bautizados.
Roguemos al Señor.
Por los que se han unido a nosotros en la fe, para
que perciban en nosotros que somos personas
redimidas, transformadas y alegres, que
sabemos cómo amar y servir. Roguemos al
Señor
Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final:

Señor, purifica y protege a tu Iglesia con misericordia


continua y, pues sin tu ayuda no puede mantenerse
incólume, que tu protección la dirija y la sostenga
siempre. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su 144
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
MARTES DE LA III SEMANA
22 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR,


ÉSTA ES LA SINCERA CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL
AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos. 145

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Mateo


18, 21-35

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:


—«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le
tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta:
—«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces
siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se
parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus
empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno
que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué
pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su
mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara
así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba
diciendo: 146
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo".
El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó
marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el
empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que
le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba,
diciendo:
"Págame lo que me debes".
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba,
diciendo:
"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré".
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que
pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron
consternados y fueron a contarle a su señor todo lo
sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné
porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener
compasión de tu compañero, como yo tuve compasión
de ti?".
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta
que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada
cual no perdona de corazón a su hermano».
Palabra del Señor.
147
Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión: S.S. Francisco, Ángelus, 6 de diciembre de 2015

¿Por qué nos deberíamos convertir? La conversión


concierne a quien de ateo se vuelve creyente, de
pecador se hace justo, pero nosotros no tenemos
necesidad, ¡ya somos cristianos! Entonces estamos
bien». Pensando así, no nos damos cuenta de que es
precisamente de esta presunción que debemos
convertirnos —que somos cristianos, todos buenos,
que estamos bien—: de la suposición de que, en
general, va bien así y no necesitamos ningún tipo de
conversión. Pero preguntémonos: ¿es realmente cierto
que en diversas situaciones y circunstancias de la vida
tenemos en nosotros los mismos sentimientos de Jesús?
¿Es verdad que sentimos como Él lo hace? Por ejemplo,
cuando sufrimos algún mal o alguna afrenta,
¿logramos reaccionar sin animosidad y perdonar de
corazón a los que piden disculpas? ¡Qué difícil es
perdonar! ¡Cómo es difícil! “Me las pagarás”: esta frase
viene de dentro. Cuando estamos llamados a compartir
alegrías y tristezas, ¿lloramos sinceramente con los que
lloran y nos regocijamos con quienes se alegran?
Cuando expresamos nuestra fe, ¿lo hacemos con
valentía y sencillez, sin avergonzarnos del Evangelio?
Y así podemos hacernos muchas preguntas. No 148
estamos bien, siempre tenemos que convertirnos, tener
los sentimientos que Jesús tenía.

Peticiones:

- Para que sepamos ser pacientes los unos con los


otros, como Dios ha sido paciente con nosotros.
Roguemos al Señor.
- Para que sepamos perdonarnos los unos a los
otros, como Dios nos ha perdonado. Roguemos
al Señor.
- Para que sigamos amándonos los unos a los
otros como Dios continúa amándonos aun
cuando repetidamente hemos herido su amor.
Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Señor, que tu gracia no nos abandone


para que, entregados plenamente a tu servicio,
sintamos sobre nosotros tu protección continua Por
149
Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA


23 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR,


ÉSTA ES LA SINCERA CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL
150
AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Mateo


5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«No crean que he venido a abolir la Ley y los


profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Les aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que
deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la
Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos
151
importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el
menos importante en el reino de los cielos. Pero quien
los cumpla y enseñe será grande en el reino de los
cielos». Palabra del Señor.

Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 15 de febrero de


2015

Integración: Jesús revoluciona y sacude fuertemente


aquella mentalidad cerrada por el miedo y recluida en
los prejuicios. Él, sin embargo, no deroga la Ley de
Moisés, sino que la lleva a plenitud, declarando, por
ejemplo, la ineficacia contraproducente de la ley del
talión; declarando que Dios no se complace en la
observancia del sábado que desprecia al hombre y lo
condena; o cuando ante la mujer pecadora, no la
condena, sino que la salva de la intransigencia de
aquellos que estaban ya preparados para lapidarla sin
piedad, pretendiendo aplicar la Ley de Moisés.
Jesús revoluciona también las conciencias en el
Discurso de la montaña abriendo nuevos horizontes
para la humanidad y revelando plenamente la lógica
de Dios. La lógica del amor que no se basa en el miedo 152

sino en la libertad, en la caridad, en el sano celo y en el


deseo salvífico de Dios, Nuestro Salvador, “que quiere
que todos se salven y lleguen al conocimiento de la
verdad”. “Misericordia quiero y no sacrificio”»
Peticiones:

1. Para que aprendamos a percibir los


mandamientos, no como obstáculos a nuestra libertad,
sino como los percibía el pueblo de Dios en la
antigüedad: como guías para la fidelidad y para la
genuina libertad. Roguemos al Señor.
2. Para que no nos veamos enredados en la letra de la
Ley, sino que sirvamos al Señor con la libertad de ser
hijos de Dios, como Jesucristo nos enseña en el
evangelio. Roguemos al Señor.
3. Para que constantemente nos preguntemos no tanto
qué tenemos que hacer, sino más bien qué podemos
hacer para amar cada día más a Dios y a los hermanos,
Roguemos al Señor

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
153
Oración final:
Señor, instruidos por las prácticas cuaresmales y
alimentados con tu palabra, concédenos que te
sirvamos fielmente con una santa austeridad de vida
y perseveremos unidos en la plegaria. Por Jesucristo
nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

JUEVES DE LA III SEMANA


24 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un cirio encendido.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO


154
https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR,


ÉSTA ES LA SINCERA CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL
AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Lucas


11, 14-23

En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio


que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el
mudo. La multitud se quedó admirada, pero
155
algunos de ellos dijeron:

—«Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el


príncipe de los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en


el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo:

—«Todo reino en guerra civil va a la ruina y se


derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en
guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros
decís que yo echo los demonios con el poder de
Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de
Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan?
Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si
yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces
es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su


palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más
fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que
se fiaba y reparte el botín.

El que no está conmigo está contra mí; el que no


recoge conmigo desparrama». Palabra del Señor.

Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús. 156

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 9 de octubre de


2015, en Santa Marta

Había un grupo de personas que no le querían y


trataban siempre de interpretar las palabras de Jesús y
también sus comportamientos, de forma distinta,
contra Jesús.
Algunos por envidia, otros por rigidez doctrinal, otros
porque tenían miedo de que vinieran los romanos y les
masacraran; por muchos motivos trataban de alejar la
autoridad de Jesús del pueblo y también con la
calumnia: Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el
príncipe de los demonios. Le ponían delante de una
trampa para ver si caía.
Por ello hay que saber discernir las situaciones: es
decir, lo que viene de Dios y lo que viene del maligno
que siempre trata de engañar, de hacernos elegir un
camino equivocado. El cristiano no puede estar
tranquilo con que todo va bien, debe discernir las cosas
y mirar bien de dónde vienen y cuál es su raíz.
En un camino de fe las tentaciones vuelven siempre, el
mal espíritu no se cansa nunca. Cuando el demonio ha
sido expulsado tiene paciencia, espera para volver y si
lo dejas entrar se cae en una situación peor. De hecho,
antes se sabía que era el demonio que atormentaba. 157
Después, el Maligno se ha escondido, viene con sus
amigos muy educados, llama a la puerta, pide permiso,
entra y convive con el hombre, su vida cotidiana y,
juega y juega, da las instrucciones. Con esta modalidad
educada el diablo convence para hacer las cosas con
relativismo, al tranquilizar la conciencia. Anestesiar la
conciencia. Y esto es un gran mal. Cuando el mal
espíritu consigue anestesiar la conciencia, se puede
hablar de una verdadera victoria suya, se convierte en
propietario de esa conciencia.
Peticiones:
1. Para que sepamos obedecer siempre a la voz de
nuestra conciencia, no sólo cuando nos avisa contra el
mal, sino también cuando nos mueve a hacer el bien.
Roguemos al Señor.
2. Para que cuando aparezca la tentación, sigamos a
Cristo el Señor, que nos dio ejemplo y venció a las
tentaciones por nosotros. Roguemos al Señor.
3. Para que los que están preparándose para el
bautismo aprendan cómo el evangelio, acogido y
fielmente vivido, les traerá auténtica libertad y alegría.
Roguemos al Señor

Padre nuestro, 158


Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Invocamos humildemente, Señor, tu
grandeza para que, a medida que se acerca la fiesta de
nuestra salvación, vaya creciendo en intensidad
nuestra entrega para celebrar dignamente el Misterio
Pascual. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración en tiempo de pandemia


Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

VIERNES, LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR


Solemnidad
25 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un 159


crucifijo y delante de él un cirio encendido.

Canto: UNA ENTRE TODAS

https://www.youtube.com/watch?v=j9eCfBp9OyI

Una entre todas fue la escogida


Fuiste tú, María, la elegida
Madre del Señor
Madre del Salvador
María, Llena de gracia y consuelo
Ven a caminar con el pueblo
Madre nuestra eres tú
Ruega por nosotros, pecadores de esta tierra
Ruega por el pueblo que en su Dios espera
Madre del Señor
Madre del Salvador

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Lc 1, 26-


38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios 160


a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la estirpe
de David; la virgen se llamaba María. El ángel,
entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas
palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel
le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia
ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono
de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para
siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel:
"¿Cómo será eso, pues no conozco varón?" El ángel le
contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo
que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu
pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido
un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril,
porque para Dios nada hay imposible." María contestó:
"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra". Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor.

Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.


161
Reflexión: Parte de la Homilía de SS Benedicto XVI en
la Solemnidad de la Anunciación del Señor, Plaza de
San Pedro, sábado 25 de marzo de 2006:

De generación en generación sigue vivo el asombro


ante este misterio inefable. San Agustín, imaginando
que se dirigía al ángel de la Anunciación, pregunta:
"¿Dime, oh ángel, por qué ha sucedido esto en María?".
La respuesta, dice el mensajero, está contenida en las
mismas palabras del saludo: "Alégrate, llena de gracia"
(cf. Sermo 291, 6). De hecho, el ángel, "entrando en su
presencia", no la llama por su nombre terreno, María,
sino por su nombre divino, tal como Dios la ve y la
califica desde siempre: "Llena de gracia (gratia plena)",
que en el original griego es κεχαριτωµενη "llena de
gracia", y la gracia no es más que el amor de Dios; por
eso, en definitiva, podríamos traducir esa palabra así:
"amada" por Dios (cf. Lc 1, 28).

…al ser amada, al recibir el don de Dios, María es


plenamente activa, porque acoge con disponibilidad
personal la ola del amor de Dios que se derrama en ella.
También en esto ella es discípula perfecta de su Hijo, el
cual realiza totalmente su libertad en la obediencia al
Padre y precisamente obedeciendo ejercita su libertad.
162
Peticiones:

1. Para que los cristianos en todo el mundo no sean


personas sólo de legalismos y de observancias
externas, sino personas con un corazón, que hacen todo
lo que tienen que hacer, y mucho más, porque son
Hijos de Dios. Roguemos al Señor.
2. Para que las naciones del mundo se respeten y
aprecien mutuamente, y entre todas se esfuercen por
construir paz, progreso y bienestar, basados en la
justicia y en una distribución más equitativa de los
bienes de la tierra. Roguemos al Señor.
3. Para que nuestro amor, muchas veces anémico y
seco, se vuelva rico, sincero y espontáneo, como un
fresco aliento de vida y alegría, que ilumine la vida de
los que nos rodean y que sea también un canto de
alabanza al Dios Creador. Roguemos al Señor

Padre nuestro,

Ave María,

Gloria al Padre…

Oración final:
Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase 163
en el seno de la Virgen María;
concédenos, en tu bondad,
que cuantos confesamos a nuestro Redentor,
como Dios y como hombre verdadero,
lleguemos a hacernos semejantes a él
en su naturaleza divina.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

SÁBADO DE LA III SEMANA


26 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO


164
https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR,


ÉSTA ES LA SINCERA CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL
AYUNO QUE AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.

Todos: Amén.

Lector: Lectura del santo evangelio según san Lucas


18, 9-14
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos,
se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los
demás, dijo Jesús esta parábola: 165
—«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era
fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba
así en su interior: "¡Oh, Dios!, te doy gracias, porque no
soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni
como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y
pago el diezmo de todo lo que tengo".
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía
ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho,
diciendo: "¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador".
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que
se humilla será enaltecido».
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a Ti, Señor Jesús.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 3 de septiembre


de 2015, en Santa Marta
La incapacidad de reconocerse pecadores nos aleja de
la verdadera confesión de Jesucristo.
Es fácil decir que Jesús es el Señor, difícil en cambio
reconocerse pecadores. Es la diferencia entre la
humildad del publicano que se reconoce pecador y la
soberbia del fariseo que habla bien de sí mismo:
Esta capacidad de decir que somos pecadores nos abre
al estupor que nos lleva a encontrar verdaderamente a
Jesucristo. También en nuestras parroquias, en la 166
sociedad, entre las personas consagradas: ¿Cuántas son
las personas capaces de decir que Jesús es el Señor?,
muchas. Pero es difícil decir: Soy un pecador, soy una
pecadora. Es más fácil decirlo de los otros, cuando se
dicen los chismes... Todos somos doctores en esto,
¿verdad?”
Para llegar a un verdadero encuentro con Jesús es
necesaria una doble confesión: Tú eres el hijo de Dios y
yo soy un pecador, pero no en teoría, sino por esto, por
esto y por esto...
Pedro después se olvida del estupor del encuentro y lo
reniega. Pero porque es humilde se deja encontrar por
el Señor, y cuando sus miradas se encuentran él llora,
vuelve a la confesión: 'Soy pecador'.
Que el Señor nos de la gracia de encontrarlo y también
de dejarnos que Él nos encuentre. Nos de la gracia
hermosa de este estupor del encuentro.

Peticiones:

1. Para que reconozcamos humildemente ante el Señor


que somos mujeres y hombres heridos espiritualmente,
necesitados de curación interior, roguemos al Señor.
Roguemos al Señor.
2. Para que no nos preocupemos en exceso de cumplir 167
observancias externas, sino más bien de que nuestra
vida y nuestras obras sean sinceras y transparentes a
los ojos de Dios y a los de los hermanos. Roguemos al
Señor.
3. Para que no presumamos nunca ante el Señor de lo
que hemos hecho por él, sino que reconozcamos
agradecidos lo mucho que él ha hecho por nosotros.
Roguemos al Señor

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final:
Llenos de alegría, al celebrar un año más la Cuaresma,
te pedimos, Señor, a los sacramentos pascuales, que
gocemos plenamente de su eficacia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración en tiempo de pandemia


Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y 168
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor.
Amén.

IV DOMINGO DE CUARESMA “LAETARE”


27 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio rosado encendido.
Canto: EL SEÑOR ES MI FUERZA
https://www.youtube.com/watch?v=K5NzDcy_gJk

EL SEÑOR ES MI FUERZA, MI ROCA Y


SALVACIÓN. (2)

Tú me guías por sendas de justicia


me enseñas la verdad
Tú me das el valor para la lucha
sin miedo avanzaré.

Iluminas las sombras de mi vida


al mundo das la luz
aunque pase por valles de tiniebla
yo nunca temeré. 169

Yo confío el destino de mi vida


al Dios de mi salud
a los pobres enseñas el camino
su escudo eres Tú.

El Señor es la fuerza de su pueblo


su gran libertador
Tú le haces vivir en confianza
seguro en tu poder.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu


Santo.
Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 15, 1-


3.11-32

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los


publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos
y los escribas murmuraban entre ellos: "Ése acoge a los
pecadores y come con ellos." Jesús les dijo esta
parábola: "Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos
dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de
la fortuna." El padre les repartió los bienes. No muchos
días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,
170
emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna
viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo,
vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él
a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un
habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a
guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las
algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de
comer. Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos
jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan,
mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en
camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco
llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus
jornaleros."

Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando


todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y,
echando a correr, se le echó al cuello y se puso a
besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo
y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo." Pero el
padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor
traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y
sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo;
celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba
muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos
171
encontrado." Y empezaron el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se


acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando
a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le
contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado
el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió
e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira:
en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca
una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito
para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha
venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con
malas mujeres, le matas el ternero cebado." El padre le
dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es
tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo
estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo
hemos encontrado.""

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 13 de marzo de


2015.

La llamada de Jesús nos impulsa a cada uno de


nosotros a no detenerse jamás en la superficie de las
cosas, sobre todo cuando estamos ante una persona.
Estamos llamados a mirar más allá, a centrarnos en el
172
corazón para ver de cuánta generosidad es capaz cada
uno.

Nadie puede ser excluido de la misericordia de Dios.


Todos conocen el camino para acceder a ella y la Iglesia
es la casa que acoge a todos y no rechaza a nadie. Sus
puertas permanecen abiertas de par en par, para que
quienes son tocados por la gracia puedan encontrar la
certeza del perdón. Cuanto más grande es el pecado,
mayor debe ser el amor que la Iglesia expresa hacia
quienes se convierten. ¡Con cuánto amor nos mira
Jesús! ¡Con cuánto amor cura nuestro corazón pecador!
Jamás se asusta de nuestros pecados.
Pensemos en el hijo pródigo que, cuando decidió
volver al padre, pensaba hacerle un discurso, pero el
padre no lo dejó hablar, lo abrazó (cf. Lc 15, 17-24). Así
es Jesús con nosotros. “Padre, tengo muchos
pecados...”. —“Pero Él estará contento si tú vas: ¡te
abrazará con mucho amor! No tengas miedo”.

Petición del día: Señor Jesús, que por nuestro amor


entregaste tu vida en la cruz, te pedimos acrecientes en
nosotros el amor para que podamos acoger a nuestros
hermanos no por sus obras, sino solamente por ser
nuestros hermanos e hijos tuyos, como tú los acoges
siempre. Oremos al Señor.
173
Padre nuestro,

Ave María,

Gloria al Padre…

Oración final:

Oh Dios, que, por tu Verbo, realizas de modo


admirable la reconciliación del género humano, haz
que el pueblo cristiano se apresure, con fe gozosa y
entrega diligente, a celebrar las próximas fiestas
pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oración en tiempo de Pandemia
Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Para colorear:

174
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: DOMINGO
IV DE CUARESMA
Antífona de entrada
Alégrate, Jerusalén, reúnanse todos los que la aman,
regocíjense los que estuvieron tristes para que exulten;
mamarán de sus pechos y se saciarán de sus consuelos.

Monición de entrada
El Cuarto Domingo de Cuaresma que estamos
celebrando recibe tradicionalmente el nombre de
“domingo laetare”, de la alegría, porque están ya más
cerca las fiestas pascuales. La Iglesia es llamada en este
tiempo a una oración más intensa que nos devuelva a
175
la comunión con Dios. Como en el caso del pueblo de
Israel, los profetas y Jesús, la oración en el desierto
puede ser de lucha, pero también puede ser experiencia
de gloria.

Monición a la Primera Lectura


El Señor cumplió su promesa: llegaron a la Tierra
prometida. Ahora podrán comer del fruto de su
trabajo. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Josué 5, 9a. 10-12
En aquellos días, el Señor dijo a Josué:
—«Hoy os he despojado del oprobio de Egipto».
Los israelitas acamparon en Guilgal y celebraron la
Pascua al atardecer del día catorce del mes, en la estepa
de Jericó.
El día siguiente a la Pascua, ese mismo día, comieron
del fruto de la tierra: panes ázimos y espigas fritas.
Cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra, cesó
el maná. Los israelitas ya no tuvieron maná, sino que
aquel año comieron de la cosecha de la tierra de
Canaán.

Palabra de Dios. 176

SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7 (R.: 9a)

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Bendigo al Señor en todo momento,


su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,


ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,


vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.

Monición a la Segunda Lectura


Dios da su gracia al hombre, nos reconcilia con Él; nos
toca ahora ser agentes de reconciliación. Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA 177


Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Corintios 5, 17-21

Hermanos:
El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo
ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos
reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la
reconciliación.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al
mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a
nosotros nos ha confiado la palabra de la
reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y
es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio.
En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con
Dios.
Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por
nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él,
recibamos la justificación de Dios.
Palabra de Dios.

Monición al Evangelio
Alegrémonos, hermanos; nuestro Dios es
misericordioso como el padre de la parábola que
escucharemos. Pongámonos de pie. 178

Versículo antes del Evangelio Lc 15, 18


Me pondré en camino a dónde está mi padre,
y le diré:
«Padre, he pecado contra el cielo y contra ti».

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-3.
11-32

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos


y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los
escribas murmuraban entre ellos:
—«Ése acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
—«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a
su padre:
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna".
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo
lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su
fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra
un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel
país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le 179
entraban ganas de llenarse el estómago de las
algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de
comer.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de
pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me
pondré en camino adonde está mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no
merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus
jornaleros".
Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando
todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y,
echando a correr, se le echó al cuello y se puso a
besarlo.
Su hijo le dijo:
"Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no
merezco llamarme hijo tuyo".
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un
anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el
ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete,
porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado".
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo. 180
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música
y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó
qué pasaba.
Éste le contesto:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el
ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud".
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió
e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer
nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un
cabrito para tener un banquete con mis amigos; y
cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus
bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado".
El padre le dijo:
"Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo:
deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba
muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos
encontrado"».

Palabra del Señor.

Plegaria Universal
Oremos a Dios Padre. Él escucha al afligido que lo
invoca, y lo salva de sus angustias. 181

- Por la Iglesia, que ha recibido de Cristo la


Misión de reconciliar, para que sea fermento de
unidad y de paz. Roguemos al Señor.
- Por nuestro mundo dividido por el odio, las
guerras y otros factores que separan a unos
hombres de otros, para que sea posible la paz,
fruto de la justicia y del amor fraterno.
Roguemos al Señor.
- Por los que se indignan por los que perdonan y
son perdonados, como el hijo mayor de la
parábola, para que depongan su intransigencia
y sepan comprender. Roguemos al Señor.
- Por nosotros, que nos reconocemos pecadores y
nos acogemos a la misericordia y perdón de
Dios, para que valoremos el sacramento de la
penitencia y nos dispongamos a celebrar
nuestra reconciliación en Cristo. Roguemos al
Señor.

PARA ORAR EN COMUNIDAD O EN FAMILIA

LUNES DE LA IV SEMANA
28 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido 182

Canto: SEÑOR, A QUIÉN IREMOS.


https://www.youtube.com/watch?v=N5LECNqQs7Q

¿Señor, a quién iremos?


Si tú eres nuestra vida
¿Señor, a quién iremos?
Si tú eres nuestro amor. (bis)
Si tú eres nuestro amor

Quién como tú conoce


Lo insondable de nuestro corazón
A quién como a ti le pesan
Nuestros dolores, nuestros errores
Quién podría amar cómo tú
Nuestra carne débil
Nuestro barro frágil
Si tú eres nuestro amor
Quién como tú confía
En la mecha que humea en nuestro interior
Quién como tú sostiene
Nuestra esperanza malherida
Y nuestros anhelos insaciables
Quién como tú espera
Nuestro sí de amor.
183
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 4, 43-54

En aquel tiempo, Jesús salió de Samaria y se fue a


Galilea. Jesús mismo había declarado que a ningún
profeta se le honra en su propia patria. Cuando llegó,
los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo
lo que él había hecho en Jerusalén durante la fiesta,
pues también ellos habían estado allí.
Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había
convertido el agua en vino. Había allí un funcionario
real, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm. Al oír
que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a verlo y
le rogó que fuera a curar a su hijo, que se estaba
muriendo. Jesús le dijo: Si no ven ustedes señales y
prodigios, no creen. Pero el funcionario del rey insistió:
Señor, ven antes de que mi muchachito muera. Jesús le
contestó: Vete, tu hijo ya está a salvo.

Aquel hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en


camino. Cuando iba llegando, sus criados le salieron al
encuentro para decirle que su hijo ya estaba sano. Él les
184
pregunto a qué hora había empezado la mejoría. Le
contestaron: Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la
fiebre. El padre reconoció que a esa misma hora Jesús
le había dicho: Tu hijo ya está sano, y creyó con todos
los de su casa. Esta fue la segunda señal milagrosa que
hizo Jesús al volver de Judea a Galilea.

Reflexión: Comentario de San Juan Crisóstomo

Sobre el Evangelio de san Juan: Curó al padre enfermo


en el espíritu y al hijo enfermo en su cuerpo Si no veis
signos y prodigios, no creéis» (Lc 4,48).
Si no ves prodigios y signos, no crees. (Jn 4,48) El
funcionario real parece no creer que Jesús tenga el
poder de resucitar a los muertos. ¡Baja antes que no
muera mi hijo! (Jn 4,49) Parece que cree que Jesús
ignora la gravedad de la enfermedad de su hijo. Por
esto, Jesús le reprocha su poca fe, para mostrarle que
los signos y prodigios se realizan sobre todo para curar
a las almas. Así, Jesús cura al padre que está enfermo
del espíritu no menos que al hijo que está enfermo en
su cuerpo. Así nos enseña que hace falta unirse a él, no
a causa de los milagros, sino por su enseñanza
confirmada por los milagros. Jesús realiza los prodigios
no para los creyentes sino para los incrédulos.... 185

Una vez en casa, creyó y toda su familia (Jn 4, 53) Gente


que no había visto nunca a Jesús ni oído hablar, creen
en él. ¿Qué nos quiere enseñar el evangelio? Hay que
creer en él sin exigir prodigios; no hay que exigir a Dios
pruebas de su poder. En nuestros días, ¡cuánta gente
muestra un amor mayor a Dios después que su hijo o
su mujer hayan experimentado alivio en sus
enfermedades! Aunque nuestros ruegos no fueran
escuchados, hay que perseverar igualmente en la
acción de gracias y la alabanza. ¡Quedemos unidos a
Dios en la adversidad y en la prosperidad!
Petición:
Señor, sí, yo también necesito verte, y cuando no puedo
hacerlo te ansío, te deseo. Necesito que sigas tocando
mi corazón, sé que es también una búsqueda
interesada, pero así, barro como soy, voy aprendiendo
a amarte porque sí.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final
Oh, Dios, que, por tu verbo, Realizas de modo 186
admirable la reconciliación del género humano, haz
que el pueblo cristiano se apresure, con fe gozosa y
entrega diligente, a celebrar las próximas fiestas
pascuales. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

MARTES DE LA IV SEMANA
29 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido

CANTO: CAMINARÉ
https://www.youtube.com/watch?v=BTq_ElSM-zY
187
CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (2)
Amo al señor porque me escuche
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte


caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del Señor
¡Señor, salva mi vida!
El Señor es benigno y justo
nuestro Dios es compasivo
el Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.

Alma mía, recobra tú calma


que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 5, 1-3. 5-


16 188
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos,
y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la
puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo
Betesda. Ésta tiene cinco portales, y allí estaban
echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y
ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo
que ya llevaba mucho tiempo, le dice: ¿Quieres quedar
sano? El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie
que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado. Jesús
le dice: Levántate, toma tu camilla y echa a andar. Y al
momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y
echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron
al hombre que había quedado sano: Hoy es sábado, y
no se puede llevar la camilla. Él les contestó: El que me
ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa
a andar. Ellos le preguntaron: ¿Quién es el que te ha
dicho que tomes la camilla y eches a andar? Pero el que
había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús,
aprovechando el barullo de aquel sitio, se había
alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le
dice: Mira, has quedado sano; no peques más, no sea
que te ocurra algo peor. Se marchó aquel hombre y dijo
a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por 189
esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacia tales
cosas en sábado.

Reflexión: Cf Homilía de S.S. Francisco, 17 de marzo


de 2015, en Santa Marta.

El agua de la piscina de Betzatà, descrita en el


Evangelio, cerca de la cual hay un paralítico desde hace
38 años entristecido y un poco perezoso, que no ha
encontrado nunca la forma de hacerse sumergir
cuando las aguas se mueven y por tanto buscar la
sanación. Jesús lo sana y lo anima a ir adelante, pero
esto desencadena la crítica de los doctores de la ley
porque la sanación tuvo lugar un sábado. Una historia
que sucede muchas veces también hoy.

Un hombre, una mujer, que se siente enfermo en el


alma, triste, que ha cometido muchos errores en su
vida, y en un cierto momento siente que las aguas no
se mueven, está el Espíritu Santo que mueve algo, o
escucha una palabra o... "Ah, ¡yo quisiera ir! “.. Y tiene
coraje y va. Y cuántas veces hoy en las comunidades
cristianas se encuentran las puertas cerradas. ‘Pero tú
no puedes, no, tú no puedes. Tú te has equivocado aquí
y no puedes. Si quieres venir, ven a misa el domingo,
pero quédate ahí, no hagas más’. Lo que hace el 190
Espíritu Santo en el corazón de las personas, lo
destruyen los cristianos con psicología de doctores de
la ley.

La Iglesia tiene siempre las puertas abiertas. Es la casa


de Jesús y Jesús acoge. Pero no solo acoge, va a
encontrar a la gente como fue a buscar a este. Y si la
gente está herida, ¿qué hace Jesús? ¿Le regaña por estar
herida? No, va y lo carga sobre los hombros. Y esto se
llama misericordia. Y cuando Dios regaña a su pueblo
--Misericordia quiero, no sacrificios-- habla de esto.
Petición
Por todas las naciones y sus habitantes: para que la
paz de Cristo se extienda a toda la familia humana, y
los gobernantes sepan subordinar los intereses
particulares al bienestar de todos. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Te pedimos, Señor, que las prácticas


santas de esta Cuaresma dispongan el corazón de tus
fieles para celebrar dignamente el misterio pascual y
anunciar a todos los hombres la grandeza de tu 191
salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

MIÉRCOLES DE LA IV SEMANA
30 de marzo

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido

Canto: CAMINARÉ
https://www.youtube.com/watch?v=BTq_ElSM-zY

CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (2)


Amo al señor porque me escuche 192
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte


caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del Señor
¡Señor, salva mi vida!
El Señor es benigno y justo
nuestro Dios es compasivo
el Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.
Alma mía, recobra tú calma
que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan 5, 17-30


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Mi Padre sigue
actuando, y yo también actúo. Por eso los judíos tenían
más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado,
193
sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose
igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo: Os lo aseguro: El Hijo
no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al
Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el
Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que
él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para
vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los
muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los
que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que
ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos
honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra
al Hijo no honra al Padre que le envió.
Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que
me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio,
porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro
que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos
oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído
vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida,
así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le
ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del
hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que
los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan
hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los
que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, 194
juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi
voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Reflexión: Cf Homilía de S.S. Francisco, 15 de enero


de 2016, en Santa Marta.
¿Cómo es mi fe en Jesucristo? ¿Creo que Jesucristo es
Dios, el Hijo de Dios? ¿Esta fe me cambia la vida?
¿Hace que mi corazón se renueve en este año de gracia,
este año de perdón, este año de acercamiento al Señor?

Se trata de una invitación a descubrir la calidad de la


fe, conscientes de que esta es un don. Nadie merece la
fe. Nadie la puede comprar. Háganse la pregunta: ¿Mi
fe en Jesucristo me lleva a la humillación? No digo a la
humildad: a la humillación, al arrepentimiento, a la
oración que pide: Perdóname, Señor; y que es capaz de
dar testimonio: Tú eres Dios. Tú puedes perdonar mis
pecados.
Que el Señor nos haga crecer en la fe para que nos
hagamos como quienes habiendo oído a Jesús y visto
sus obras se maravillaban y alababan a Dios. De hecho,
es la alabanza la prueba de que yo creo que Jesucristo
es Dios en mi vida, que fue enviado a mí para
perdonarme. Y la alabanza es gratuita. Es un
sentimiento que da el Espíritu Santo y que te lleva a
decir: Tú eres el único Dios. 195

Petición
Sigue atrayendo mi mirada hacia ti, Señor. Reconozco
que en muchos momentos me avergüenzo y preferiría
esconderme de mí mismo, pero necesito tu mirada y tu
palabra. Deseo seguir creciendo, Señor, no te canses de
mirarme y de llamarme.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Oh Dios que concedes a lo justo es el
premio de sus méritos y a los pecadores que hacen
penitencia les perdona sus pecados ten piedad de
nosotros y danos por la humildad confesión de
nuestras culpas, tu paz, y tu perdón.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al 196
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

JUEVES DE LA IV SEMANA
31 de marzo
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un cirio encendido
Canto: CAMINARÉ
https://www.youtube.com/watch?v=BTq_ElSM-zY

CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (2)


Amo al señor porque me escuche
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte


caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del Señor
¡Señor, salva mi vida!
197
El Señor es benigno y justo
nuestro Dios es compasivo
el Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.

Alma mía, recobra tú calma


que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.
Lectura del Santo Evangelio san Juan 5, 31-47

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Si yo diera


testimonio de mí, mi testimonio no tendría valor; otro
es el que da testimonio de mí y yo bien sé que ese
testimonio que da de mí es válido.

Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio


testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme
en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que
ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y
brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con
su luz. Pero yo tengo un testimonio mejor que el de
198
Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y
que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me
acreditan como enviado del Padre.
El Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí.
Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su
rostro, y su palabra no habita en ustedes, porque no le
creen al que él ha enviado.

Ustedes estudian las Escrituras pensando encontrar en


ellas vida eterna; pues bien, ellas son las que dan
testimonio de mí. ¡Y ustedes no quieren venir a mí para
tener vida! Yo no busco la gloria que viene de los
hombres; es que los conozco y sé que el amor de Dios
no está en ellos. Yo he venido en nombre de mi Padre
y ustedes no me han recibido. Si otro viniera en nombre
propio, a ese sí lo recibirían. ¿Cómo va a ser posible que
crean ustedes, que aspiran a recibir gloria los unos de
los otros y no buscan la gloria que sólo viene de Dios?

No piensen que yo los voy a acusar ante el Padre; ya


hay alguien que los acusa: Moisés, en quien ustedes
tienen su esperanza. Si creyeran en Moisés, me creerían
a mí, porque él escribió acerca de mí. Pero, si no dan fe
a sus escritos, ¿cómo darán fe a mis palabras?”

Reflexión: Homilía Benedicto XVI, 15 de agosto de 199


2006:
Creer no es añadir una opinión a otras. Y la convicción,
la fe en que Dios existe, no es una información como
otras. Muchas informaciones no nos importan si son
verdaderas o falsas, pues no cambian nuestra vida.
Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es
vacío. En cambio, si Dios existe, todo cambia, la vida es
luz, nuestro futuro es luz y tenemos una orientación
para saber cómo vivir.

Por eso, creer constituye la orientación fundamental de


nuestra vida. Creer, decir: "Sí, creo que tú eres Dios,
creo que en el Hijo encarnado estás presente entre
nosotros", orienta mi vida, me impulsa a adherirme a
Dios, a unirme a Dios y a encontrar así el lugar donde
vivir, y el modo como debo vivir. Y creer no es sólo una
forma de pensamiento, una idea; como he dicho, es una
acción, una forma de vivir. Creer quiere decir seguir la
senda señalada por la palabra de Dios.

Petición
Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta mi confianza
para que pueda creer con una fe más desinteresada.
Ayúdame a olvidarme de mí mismo y a lanzarme a
encontrar tu voluntad. Roguemos al Señor.

Padre nuestro, 200


Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Padre lleno de amor, te pedimos que,


purificados por la penitencia y por la práctica de las
buenas obras, nos mantengamos fieles a tus
mandamientos, para llegar, bien dispuestos, a las
fiestas de Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

VIERNES DE LA IV SEMANA
01 de abril

Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un


crucifijo y delante de él un cirio encendido

Canto: CAMINARÉ 201


https://www.youtube.com/watch?v=BTq_ElSM-zY

CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (2)


Amo al señor porque me escuche
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte


caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del Señor
¡Señor, salva mi vida!
El Señor es benigno y justo
nuestro Dios es compasivo
el Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.

Alma mía, recobra tú calma


que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.
202
Lectura del santo Evangelio San Juan 7, 1-2.10.25-30
Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería
transitar por Judea porque los judíos intentaban
matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Sin
embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta,
también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien
querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y
nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades
que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros
sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el
Mesías, nadie sabrá de dónde es". Entonces Jesús, que
enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me
conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no
vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la
verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco,
porque vengo de él y es él el que me envió". Entonces
quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre
él, porque todavía no había llegado su hora.

Reflexión:
Nuestro Evangelio de hoy nos cuenta de la subida de
Jesús a Jerusalén, para uno de los principales días de
fiesta, y cómo predicaba a la gente. La recepción a sus
palabras fue mixta. Muchos rehusaron creerle porque 203
no les parecía suficientemente importante y sabían de
dónde venía, que era de un pueblo atrasado. Jesús trató
de decirles que Él venía de Dios, y les pidió que
escucharan el mensaje de Dios.
¿Cómo oras con un texto así? Algunas sugerencias:1)
imaginarse la manera cómo Jesús debe haberse sentido
en su frustración, y en el rechazo del pueblo a oír sus
buenas nuevas. Esto nos ayuda a entender mejor el
aspecto humano de su vida y nos acerca a Él, al darnos
cuenta cuán semejante a nosotros es. 2) ¿Cómo te las
arreglas cuando la gente te rechaza y te critica cuando
quieres su bien? Puede ser de gran ayuda dirigirse al
Señor como alguien que te comprende desde su propia
experiencia, y que te apoya con su amistad.

Petición
Señor, que no tengamos vergüenza de hablar de lo que
conocemos de Ti gracias a Jesucristo tu hijo. Roguemos
al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…

Oración final: Dios todopoderoso, que confiaste los 204


primeros misterios de la salvación de los hombres a la
fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la
Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en
su misión salvadora. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

SÁBADO DE LA IV SEMANA
02 de abril
Ambientación: En una Mesita de la casa colocamos un
crucifijo y delante de él un cirio encendido

CANTO: CAMINARÉ
https://www.youtube.com/watch?v=BTq_ElSM-zY

205
CAMINARÉ EN PRESENCIA DEL SEÑOR (2)
Amo al señor porque me escuche
mi voz suplicante
porque inclina su oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte


caí en tristeza y en angustia
invoqué el nombre del Señor
¡Señor, salva mi vida!
El Señor es benigno y justo
nuestro Dios es compasivo
el Señor guarda a los sencillos
estando yo sin fuerza me salvó.

Alma mía, recobra tú calma


que el señor fue bueno contigo
arrancó ni alma de la muerte
mis ojos de las lagrimas
mis pies de la caída.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 7, 40-53

En aquel tiempo, algunos de los que habían escuchado 206


a Jesús comenzaron a decir: “Este es verdaderamente
el profeta”. Otros afirmaban: “Este es el Mesías”. Otros,
en cambio, decían: “¿Acaso el Mesías va a venir de
Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de
la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?”
Así surgió entre la gente una división por causa de
Jesús. Algunos querían apoderarse de él, pero nadie le
puso la mano encima.

Los guardias del templo, que habían sido enviados


para apresar a Jesús, volvieron a donde estaban los
sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos les dijeron:
“¿Por qué no lo han traído?” Ellos respondieron:
“Nadie ha hablado nunca como ese hombre”. Los
fariseos les replicaron: “¿Acaso también ustedes se han
dejado embaucar por él? ¿Acaso ha creído en él alguno
de los jefes o de los fariseos? La chusma ésa, que no
entiende la ley, está maldita.

Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a


Jesús, y que era fariseo, les dijo: “¿Acaso nuestra ley
condena a un hombre sin oírlo primero y sin averiguar
lo que ha hecho?” Ellos le replicaron: “¿También tú eres
galileo? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no
ha salido ningún profeta”. Y después de esto, cada uno 207
de ellos se fue a su propia casa.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 10 de noviembre


de 2015
También hoy, queridos hermanos y hermanas, nuestra
alegría es compartir esta fe y responder juntos al Señor
Jesús: “Tú eres para nosotros el Cristo, el Hijo del Dios
vivo”. Nuestra alegría también es ir a contracorriente e
ir más allá de la opinión corriente, que, como entonces,
no logra ver en Jesús más que a un profeta o un
maestro. Nuestra alegría es reconocer en Él la presencia
de Dios, el enviado del Padre, el Hijo que vino para ser
instrumento de salvación para la humanidad. Esta
profesión de fe proclamada por Simón Pedro es
también para nosotros. La misma no representa sólo el
fundamento de nuestra salvación, sino también el
camino a través del cual ella se realiza y la meta a la
cual tiende.

En la raíz del misterio de la salvación está, en efecto, la


voluntad de un Dios misericordioso, que no se quiere
rendir ante la incomprensión, la culpa y la miseria del
hombre, sino que se dona a él hasta llegar a ser Él
mismo hombre para ir al encuentro de cada persona en
su condición concreta.
208
Petición
• Por los que pasan hambre o sed, por los
extranjeros, los indigentes, los enfermos y los presos.
Para que encuentren consuelo en el Señor y ayuda
oportuna en nuestro amor fraterno. Roguemos al
Señor.
• Por nuestros jóvenes. Para que de entre ellos
surjan líderes que la Iglesia y el mundo de hoy
necesitan. Roguemos al Señor.

Padre nuestro,
Ave María,
Gloria al Padre…
Oración final: Que tu amor y tu misericordia dirijan
nuestros corazones, Señor, ya que sin tu ayuda no
podemos complacerte. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos 209
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

V DOMINGO DE CUARESMA
03 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado,


o una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0
ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL
SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN;
ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL
SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.
210
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del Santo Evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos.


Al amanecer se presentó otra vez en el Templo, y todo
el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a
enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer
sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas
mujeres. ¿Tú qué dices?» Esto lo decían para tentarle,
para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se
puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos
insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel
de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la
primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en
la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando
uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se
quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio.
Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? 211
¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie,
Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y
en adelante no peques más».

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 23 de marzo de


2015, en Santa Marta

Los fariseos que llevan la adúltera a Jesús tenían


adentro el corazón, la corrupción de la rigidez. Se
sentían puros porque observaban la letra de la ley y
porque decían: La ley dice esto y se debe hacer esto.
Pero no eran santos, eran corruptos, porque una
rigidez de este género solamente puede ir adelante en
una doble vida y estos que condenaban a estas mujeres
después iban a buscarlas de manera escondida, para
divertirse un poco. Los rígidos son, uso el adjetivo que
Jesús les daba a ellos, hipócritas. Tienen una doble
vida. Con la rigidez no se puede ni siquiera respirar.
[…]

También hoy, el pueblo de Dios cuando encuentra a


estos jueces sufre un juicio sin misericordia, sea en el
lado civil que en el eclesiástico. Y donde no hay
misericordia no hay justicia. Cuando el pueblo de Dios
se acerca voluntariamente para pedir perdón, para ser
juzgado, cuantas veces, cuantas veces, encuentra a uno
212
de estos.

Encuentra a los viciosos que son capaces de intentar


explotarlos y esto es uno de los pecados más graves;
encuentra a los negociantes que no le dan oxígeno a esa
alma ni esperanza; y encuentra a los rígidos que
castigan al penitente lo que ellos esconden en su alma.
Esto se llama falta de misericordia.

Querría solamente decir que una de las palabras más


bonitas del evangelio que a mí me conmueve tanto:
«¿Nadie te ha condenado? -No, nadie Señor. -Tampoco
yo te condeno». El Tampoco yo te condeno es una de
las palabras más hermosas, porque llenas de
misericordia.

Peticiones:
Acudamos a nuestro Redentor, que nos concede estos
días de perdón, y, bendiciéndole, digamos: Infúndenos,
Señor, un espíritu nuevo
- Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has
sepultado místicamente contigo en la muerte, para que
contigo también resucitemos, concédenos caminar hoy
en una vida nueva.
- Ayúdanos Señor, a trabajar concordes en la
edificación de nuestra ciudad terrena, sin olvidar
nunca tu reino eterno. 213
- Tú Señor, que eres médico de los cuerpos y de las
almas, sana las dolencias de nuestro espíritu para que
crezcamos en santidad.

Oración final:
Te pedimos, Señor Dios nuestro, que, con tu ayuda,
avancemos animosamente hacia aquel mismo amor
que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la
salvación del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén.
Oración en tiempo de pandemia
Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

Para colorear 214


CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA: DOMINGO
V DE CUARESMA
Antífona de entrada
Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra
gente sin piedad; sálvame del hombre traidor y
malvado, porque tú eres mi Dios y mi fortaleza.
Monición de entrada:
Celebramos el quinto domingo de Cuaresma. Para la
Iglesia y en especial para los que serán próximamente
bautizados, es tiempo de purificación e iluminación,
dimensiones del bautismo cristiano. Jesús, que se
encamina a Jerusalén, lleva consigo a toda la Iglesia
215
hacia el momento decisivo de la historia: él es el Señor
del tiempo y avanza hacia el Misterio Pascual
sembrando la salvación.

Monición a la Primera Lectura


El profeta nos anuncia una futura salvación muy
superior a la del Mar Rojo. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 43, 16-21

Así dice el Señor, que abrió camino en el mar


y senda en las aguas impetuosas;
que sacó a batalla carros y caballos,
tropa con sus valientes; caían para no levantarse,
se apagaron como mecha que se extingue.
«No recordéis lo de antaño,
no penséis en lo antiguo;
mirad que realizo algo nuevo;
ya está brotando, ¿no lo notáis?
Abriré un camino por el desierto,
ríos en el yermo.
Me glorificarán las bestias del campo,
chacales y avestruces,
porque ofreceré agua en el desierto,
ríos en el yermo, 216
para apagar la sed de mi pueblo, de mi escogido,
el pueblo que yo formé,
para que proclamara mi alabanza».

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL:
Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 3)

R. El Señor ha estado grande con nosotros,


y estamos alegres.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,


nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.

Hasta los gentiles decían: «El Señor


ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R.

Que el Señor cambie nuestra suerte,


como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R.
217
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.

Monición a la Segunda Lectura


San Pablo nos enseña que nada se compara a la gloria
de nuestra futura resurrección.

SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Filipenses 3, 8-14
Hermanos:
Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.
Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de
ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la
de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la
justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.

Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la


comunión con sus padecimientos, muriendo su misma
muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los
muertos.
No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté 218
en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues
Cristo Jesús lo obtuvo para mí.
Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio.
Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda
atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro
hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde
arriba llama en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

Monición al Evangelio
La Salvación de Cristo es superior a la de la Antigua
Alianza porque todos estamos llamados a ella sin
excepción. Pongámonos de pie.
Versículo antes del Evangelio Jl 2, 12-13
Ahora—oráculo del Señor—
convertíos a mí de todo corazón,
porque soy compasivo y misericordioso.

EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos.


Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo
el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer
sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le 219
dijeron:
—«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en
flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda
apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder
acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el
suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
—«El que esté sin pecado, que le tire la primera
piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno,
empezando por los más viejos.
Y quedó sólo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía
allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó:
—«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te
ha condenado?».
Ella contestó:
—«Ninguno, Señor».
Jesús dijo:
—«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no
peques más».

Palabra del Señor. 220

Plegaria Universal
Oremos al Señor nuestro Dios, que no quiere la muerte
del pecador, sino que se convierta y viva.
- Para que la Iglesia sea para el mundo signo de
esperanza, acogiendo, animando y consolando a
todos los hombres. Roguemos al Señor.
- Para que nuestra sociedad reconozca sus
pecados colectivos que dañan a los hombres,
asuma su culpa, y procure el remedio.
Roguemos al Señor.
- Para que los marginados de la sociedad
encuentren en los cristianos la ayuda fraterna
que necesitan para salir de su situación.
Roguemos al Señor.
- Para que no nos creamos limpios de pecado, ni
nos erijamos en jueces de los demás, como los
acusadores de la mujer adúltera, sino que
aprendamos de Jesús a ser comprensivos y a
perdonar. Roguemos al Señor.

PARA ORAR EN COMUNIDAD O EN FAMILIA

LUNES DE LA V SEMANA
04 de abril
221
Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o
una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL


SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR.
1. Parte tu pan con el hambriento,
dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


222
Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos.


Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo
el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los
escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida
en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las
adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para
comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús,
inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como
insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que
esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E
inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo,
se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los
más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio,
que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le
preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?;
¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno,
Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y
en adelante no peques más».

Reflexión: Sermón de San Agustín de Hipona “Se


223
encontraron la miseria y la misericordia”

Dice el salmista: "Aprended, jueces de la tierra" (Sal


2.10). Aquellos que juzgan la tierra son los reyes,
gobernadores, príncipes, los jueces propiamente dicho.
Sed sensatos, porque es la tierra quien juzga la tierra,
pero debe temer al que está en el cielo. Juzgan a sus
iguales: un ser humano juzga a un hombre, un mortal
a un mortal, un pecador a otro pecador. ¿Si nuestro
Señor hizo resonar en medio de los jueces esta frase
divina: "el que esté sin pecado que tire la primera
piedra", todos los que juzgan la tierra no estarán
sobrecogidos de espanto? Los fariseos, para tentarlo, le
llevaron una mujer sorprendida en adulterio. Jesús
dijo: "Queréis apedrear a esta mujer, según lo prescrito
por la ley. Pues bien, aquel de entre vosotros que esté
sin pecado, que tire la primera piedra". Mientras se
cuestionaban, Él escribió sobre la tierra, para "enseñar
a la tierra"; pero cuando les dio esta respuesta, levantó
los ojos, "miró a la tierra y ésta se estremeció" (Sal
103,32). Los fariseos, confundidos y temblorosos, se
fueron uno tras otro. La pecadora se queda a solas con
el Salvador: la enferma con el médico, la gran miseria
con la gran misericordia. Mirando a esta mujer, Jesús le
dijo: "¿Nadie te ha condenado? -Nadie, Señor". Pero
ella permaneció delante del juez que está libre de 224
pecado. "¿Nadie te ha condenado? - Nadie, Señor, y si
tú mismo no me condenas, estoy salvada" En silencio,
el Señor responde a esta inquietud: "Yo tampoco te
condeno. La voz de sus conciencias les impedía a los
acusadores castigarte, la misericordia me empuja a
venir en tu ayuda". Reflexionar sobre estas verdades e
"instruiros jueces de la tierra".
Peticiones:
- Señor de misericordia, que en el bautismo nos diste
una vida nueva, te pedimos que nos hagas cada día
más conformes a ti.
- Que procuremos, Señor, hacer lo bueno, lo recto y lo
verdadero ante ti, y que busquemos tu rostro con
sinceridad de corazón.
- Recemos para que vivamos el sacramento de la
reconciliación con renovada profundidad, para
saborear la infinita misericordia de Dios.

Oración final:
Oh Dios, por tu gracia inefable nos sentimos
enriquecidos con toda bendición; haz que pasemos de
la corrupción del hombre viejo a la novedad de vida,
de modo que nos preparemos para la gloria del reino
225
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad

Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada


acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
MARTES DE LA V SEMANA
05 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o


una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL


SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR. 226

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy


y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde
yo voy no podéis venir vosotros». Y los judíos
comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice:
“Donde yo voy no podéis venir vosotros”?» Y él les
dijo: «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba:
vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Con razón os he dicho que moriréis en vuestros 227
pecados: pues, si no creéis que Yo soy, moriréis en
vuestros pecados». Ellos le decían: «¿Quién eres tú?».
Jesús les contestó: «Lo que os estoy diciendo desde el
principio. Podría decir y condenar muchas cosas en
vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo
comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos
no comprendieron que les hablaba del Padre. Y
entonces dijo Jesús: «Cuando levantéis en alto al Hijo
del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada
por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha
enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha
dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada».
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Reflexión: Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de


Nazaret, segunda parte, p. 30.

…Y es siempre Jesús quien tiene que ayudarnos a


entender una y otra vez que el poder de Dios es
diferente, que el Mesías tiene que entrar en la gloria y
llevar a la gloria a través del sufrimiento. En el segundo
coloquio, después de que Judas ha salido y se ha
proclamado el mandamiento nuevo, se pasa al tema del
martirio. Esto aparece bajo la palabra clave "irse", "ir
hacia". Según Juan, Jesús habló en dos ocasiones de su 228
"irse" donde los judíos no podían ir. Quienes lo
escuchaban trataron de adivinar el sentido de esto y
avanzaron dos suposiciones. En un caso dijeron: «¿Se
irá a los que viven dispersos entre los griegos para
enseñar a los griegos?». En otro, comentaron: «Será que
va a suicidarse?». En ambas suposiciones se barrunta
algo verdadero y, sin embargo, fallan radicalmente en
la verdad fundamental. Sí, su irse es un ir a la muerte,
pero no en el sentido de darse muerte a sí mismo, sino
de transformar su muerte violenta en la libre entrega
de su propia vida»
Peticiones:
- Señor, sacia nuestra hambre en el banquete de tu
eucaristía y haz que participemos plenamente de los
bienes de tu sacrificio pascual.
- Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu palabra con
corazón noble y haz que perseveremos hasta dar fruto.
- Que, con nuestro trabajo, Señor, cooperemos contigo
para mejorar el mundo, para que así, por la acción de
tu Iglesia, crezca en él la paz.

Oración final:
Concédenos, Señor, perseverar en el fiel cumplimiento
de tu voluntad, para que, en nuestros días, crezca en 229
santidad y en número el pueblo dedicado a tu servicio.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración en tiempo de pandemia


Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos
del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

MIÉRCOLES DE LA V SEMANA
06 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o


una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL 230


SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían


creído en él: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de
verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres». Le replicaron: «Somos linaje de
Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo 231
dices tú: “Seréis libres”?». Jesús les contestó: «En
verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado
es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para
siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os
hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje
de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque
mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he
visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le
habéis oído a vuestro padre». Ellos replicaron:
«Nuestro padre es Abrahán». Jesús les dijo: «Si fuerais
hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin
embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado
de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo
Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de
prostitución; tenemos un solo padre: Dios». Jesús les
contestó: «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais,
porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido
por mi cuenta, sino que él me envió».

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 26 de marzo de


2015, en Santa Marta
Los doctores de la ley no entendían la alegría de la
promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no
entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No
sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de
232
la felicidad, que solamente viene de la fe.

Nuestro padre Abraham ha sido capaz de ser feliz


porque tenía fe: se ha hecho justo en la fe. Estos habían
perdido la fe. ¡Eran doctores de la ley, pero sin fe! Y aún
más: ¡habían perdido la ley! Porque el centro de la ley
es el amor, el amor por Dios y por el prójimo. […]

Esta es la vida sin fe en Dios, sin confianza en Dios, sin


esperanza en Dios. Y su corazón estaba petrificado. De
este modo es triste ser creyente, sin alegría, y no hay
alegría cuando no hay fe, cuando no hay esperanza,
cuando no hay ley, sino solamente las prescripciones,
la doctrina fría.

La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio


de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es
un verdadero creyente. Abraham, vuestro padre,
exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó
de alegría. Les exhorto a pedir al Señor la gracia de ser
exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día
de Jesús cuando nos encontremos con Él y la gracia de
la alegría.

Peticiones: 233
- Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una
tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu
Santo, para que lleguemos a gozar eternamente de ti en
la nueva Jerusalén.
- Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra
desidia y a poner nuestro corazón en los bienes eternos.
- Líbranos del mal, y presérvanos de la fascinación de
la vanidad, que oscurece la mente y oculta el bien.

Oración final:
Ilumina, Dios misericordioso, el corazón de tus hijos,
santificado por la penitencia, y, al infundirles el
piadoso deseo de servirte, escucha compasivo a los que
te suplican. Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Oración por la Sinodalidad


Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor. 234
Amén.

JUEVES DE LA V SEMANA
07 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o


una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0
ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL
SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR.

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.
235
3. Mira al Señor que está escondido,
sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59


En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos: Os aseguro que
guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás. Le dijeron
los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un
demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú
dices: "Si alguno guarda mi Palabra, no probará la
muerte jamás." ¿Eres tú acaso más grande que nuestro
padre Abraham, que murió? También los profetas
murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?» Jesús
respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria
no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de
quien vosotros decís: "Él es nuestro Dios", y sin
embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera
que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros.
Pero yo le conozco, y guardo su Palabra. Vuestro padre
Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y
se alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no
tienes cincuenta años y has visto a Abraham?» Jesús les 236
respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que
Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras
para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 31 de mayo de


2015, en Santa Marta.

La Trinidad, como mencionaba, es también el fin


último hacia el cual está orientada nuestra
peregrinación terrenal. El camino de la vida cristiana
es, en efecto, un camino esencialmente 'trinitario': el
Espíritu Santo nos guía al conocimiento pleno de las
enseñanzas de Cristo. Y también nos recuerda lo que
Jesús nos ha enseñado. Y Jesús, a su vez, ha venido al
mundo para hacernos conocer al Padre, para guiarnos
hacia Él, para reconciliarnos con Él. Todo, en la vida
cristiana, gira alrededor del misterio trinitario y se
cumple en orden a este misterio infinito. Intentemos,
por tanto, mantener siempre elevado el 'tono' de
nuestra vida, recordándonos para qué fin, para cuál
gloria existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos. Y a
cuál inmenso premio estamos llamados.

Este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro


ser cristiano. Lo recordamos, por ejemplo, cada vez que
hacemos la señal de la cruz: en nombre del Padre, del
237
Hijo y del Espíritu Santo. Y ahora los invito a hacer
todos juntos, y en voz alta, esta señal de la cruz ¡todos
juntos! "En nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo".

Peticiones:
- Como la Virgen María recibió con gozo el anuncio del
ángel, haz, oh Dios, que nosotros recibamos de buen
grado a nuestro Salvador
- De igual manera que la nueva Eva se sometió a tu
Palabra divina, así se haga en nosotros según tu
voluntad
- Que Santa María socorra a los pobres, ayude a los
débiles, consuele a los tristes, ruegue por el pueblo,
interceda por el clero y por las vírgenes consagradas al
Señor

Oración final:
Oh, Dios, has querido que tu Verbo asumiera la verdad
de la carne humana en el seno de la Virgen María,
concédenos que cuantos confesamos a nuestro
Redentor Dios y hombre merezcamos ser partícipes
también de su naturaleza divina. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
238
Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
VIERNES DE LA V SEMANA
08 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o


una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.

Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL


SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR. 239

1. Parte tu pan con el hambriento,


dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para


apedrear a Jesús. Elles replicó: «Os he hecho ver
muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por
cuál de ellas me apedreáis?». Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una
blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces
Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra
ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama 240
dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y
no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró
y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!”
Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las
obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago,
aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que
comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en
el Padre». Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les
escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro
lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado
Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo
de este era verdad». Y muchos creyeron en él allí.

Reflexión: Homilía de S.S. Francisco, 31 de mayo de


2015, en Santa Marta.
La Trinidad, como mencionaba, es también el fin
último hacia el cual está orientada nuestra
peregrinación terrenal. El camino de la vida cristiana
es, en efecto, un camino esencialmente 'trinitario': el
Espíritu Santo nos guía al conocimiento pleno de las
enseñanzas de Cristo. Y también nos recuerda lo que
Jesús nos ha enseñado. Y Jesús, a su vez, ha venido al
mundo para hacernos conocer al Padre, para guiarnos
241
hacia Él, para reconciliarnos con Él. Todo, en la vida
cristiana, gira alrededor del misterio trinitario y se
cumple en orden a este misterio infinito. Intentemos,
por tanto, mantener siempre elevado el 'tono' de
nuestra vida, recordándonos para qué fin, para cuál
gloria existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos. Y a
cuál inmenso premio estamos llamados.

Este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro


ser cristiano. Lo recordamos, por ejemplo, cada vez que
hacemos la señal de la cruz: en nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Y ahora los invito a hacer
todos juntos, y en voz alta, esta señal de la cruz ¡todos
juntos! "En nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo".

Peticiones:

- Maestro y Salvador nuestro, que nos revelaste con tu


palabra el designio de Dios y nos renovaste con tu
gloriosa pasión, aleja de nuestra vida toda maldad.

- Que sepamos, Señor, abstenernos hoy de los manjares


del cuerpo, para ayudar con nuestra abstinencia a los
hambrientos y necesitados.

- Que vivamos santamente este día de penitencia 242


cuaresmal y lo consagremos a tu servicio, mediante
obras de misericordia.

Oración final:
Oh, Dios, que en este tiempo otorgas con bondad a tu
Iglesia imitar devotamente a santa María en la
contemplación de la pasión de Cristo, concédenos, por
la intercesión de la Virgen, adherirnos cada día más
firmemente a tu Hijo unigénito y llegar finalmente a la
plenitud de su gracia. Él que vive y reina contigo, en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
Oración por la Sinodalidad
Padre bueno, tu familia la Iglesia desea que en cada
acción realizada se note que caminamos juntos;
queremos hacer realidad lo que tu hijo pidió en su
oración sacerdotal: “Padre que sean uno como tú y yo
somos uno”; que comprendamos que nuestras
diferencias nos ayudan a crecer y que nos
complementamos para hacer realidad la tan anhelada
civilización del amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

SÁBADO DE LA V SEMANA 243


09 de abril

Ambientación: De ser posible, tener un crucifijo a lado, o


una imagen penitente de Nuestro Señor Jesucristo.
Canto: ÉSTE ES EL AYUNO

https://www.youtube.com/watch?v=SINBPCfheu0

ÉSTE ES EL AYUNO QUE AGRADA AL


SEÑOR, ÉSTA ES LA SINCERA
CONVERSIÓN; ÉSTE ES EL AYUNO QUE
AGRADA AL SEÑOR.
1. Parte tu pan con el hambriento,
dale posada al peregrino;
acoge al emigrante y extranjero.

2. Abre las cárceles injustas,


libra los presos y oprimidos;
y rompe las cadenas y los cepos.

3. Mira al Señor que está escondido,


sale a tu encuentro en los hermanos,
y rasga el corazón y no el vestido.

Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


244
Todos: Amén.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 45-57

En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a


casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron
en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les
contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos
sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y
dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos
signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y
vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y
la nación». Uno de ellos, Caifás, que era sumo
sacerdote aquel año, les dijo: «Vosotros no entendéis ni
palabra; no comprendéis que os conviene que uno
muera por el pueblo, y que no perezca la nación
entera». Esto no lo dijo por propio impulso, sino que,
por ser sumo sacerdote aquel año, habló
proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por
la nación; y no solo por la nación, sino también para
reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día
decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba
públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la
región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín,
y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba
la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región 245
subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse.
Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se
preguntaban: «¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que
el que se enterase de dónde estaba les avisara para
prenderlo.

Reflexión: Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, segunda


parte, p. 66.
Hemos dicho que Jesús, en su anuncio y en toda su
obra, había inaugurado un reino no político del Mesías
y comenzado a deslindar los dos ámbitos hasta ahora
inseparables. Pero esta separación entre política y fe,
entre pueblo de Dios y política, que forma parte
esencial de su mensaje, sólo era posible en última
instancia a través de la cruz: sólo mediante la pérdida
verdaderamente absoluta de todo poder externo, del
ser despojado radicalmente en la cruz, la novedad se
hacía realidad. Sólo mediante la fe en el Crucificado, en
Aquel que es desposeído de todo poder terrenal, y por
eso enaltecido, aparece también la nueva comunidad,
el modo nuevo en que Dios domina en el mundo. Pero
eso significa que la cruz respondía a una “necesidad”
divina y que Caifás, con su decisión, fue en último
análisis el ejecutor de la voluntad de Dios, aun cuando
su motivación personal fuera impura y no respondiera 246
a la voluntad de Dios, sino a sus propias miras
egoístas»

Peticiones:
- Señor Jesucristo, que sepamos ayudar a los
necesitados y consolar a los que sufren, para imitarte a
ti, el buen Samaritano.
- Que María, la Virgen Madre, interceda por las
vírgenes que se han consagrado a tu servicio, para que
vivan su virginidad en bien de la Iglesia.
- Concédenos la abundancia de tu misericordia, y
perdona la multitud de nuestros pecados y el castigo
que por ellos merecemos.
Oración final:
Te pedimos, Señor Dios nuestro, que, con tu ayuda,
avancemos animosamente hacia aquel mismo amor
que movió a tu hijo a entregarse a la muerte por la
salvación del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración en tiempo de pandemia

Dios de ternura: En este tiempo de pandemia, líbranos


del mero deseo de “volver a la normalidad”; ábrenos,
más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al
terminar esta crisis, estemos más conscientes y 247
dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos
de cuyo trabajo siempre hemos dependido. Danos
corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto; te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
248

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