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Casa Fourniel: Reflejo de la influencia Vasco Francesa en la


historia del Sur de Chile

Fecha, noviembre de 2021

Andrés Exequiel Figueroa Kocksch

Licenciado en Historia, Universidad Andrés Bello

Estudiante de Máster en Historia y Gestión Cultural, Universidad de Los Andes

@anfigueroakocksch@gmail.com

Fono: 56994089967

Rut. 18.462.903-8
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Introducción:
Esta investigación tiene como objetivo reconstruir la situación histórica del entorno urbano en
que se construyó la Casa Patrimonial Fourniel. Aquello, nace de la necesidad por aportar al
proceso de reposición del valor estético y patrimonial de esta edificación, la que actualmente
está representada por las diversas planimetrías y fotografías del Museo Moller Sandrock, de la
Comuna de Río Bueno.

La Casa Fourniel (Casa Furniel), es un Monumento Nacional desde el año 2012 y está protegida
por el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile (MBN). Hasta el año 2014, fue una de las tres
edificaciones representativas de una tendencia arquitectónico-domiciliar de estilo neoclásico,
que se instaló en la Región de los Ríos a fines del siglo XIX y principios del XX. Transformándose,
a partir del incendio que sufrió en 2014, en el desafío de diversos restauradores, museógrafos,
topógrafos e historiadores, quienes abogan por su restauración y por la instalación de un
nuevo centro cultural. Esta edificación de tres pisos, está ubicada en la zona centro de la
Ciudad de Río Bueno (Región de Los Ríos). El trabajo en torno a dicha casa patrimonial, está
hecho de cara al proyecto de restauración y puesta en valor realizado desde principios del año
2021, por parte de expertos, reclutados por la empresa ARQTLOFT. El intercambio documental
y las dos reuniones realizadas por vía remota, con la encargada principal del área de
restauración del proyecto, comenzó mediante la entrega de la posesión efectiva de José María
Fourniel Ríos y de los títulos de dominio de sus herederos sobre la casa, desde el año 1922 a
1946. A su vez, la obtención de estos documentos, se logró mediante gestiones previas entre
el historiador encargado de esta investigación y la Notaría de la Ciudad de Río Bueno, oficina
emplazada en la Calle Ejército Libertador 1059. Los aportes conseguidos en dicho proceso, han
sido determinantes para la labor de la restauradora, en su descripción de la evolución de la
planimetría de la Casa Fourniel, cuyo análisis se complementa, además, con los planos
originarios de la casa, que esta funcionaria posee.

En nuestra investigación, hemos observado que gran parte de las construcciones de la Región
de la Araucanía y de los Ríos poseen recubrimientos de paredes y techos hechos con planchas
metálicas. Estas planchas se encuentran en su mayoría onduladas, con terminaciones
cuadradas, de pequeño, mediano o gran tamaño. Mediante la observación de fotografías de
las terminaciones antiguas de la Casa Fourniel, encontradas en septiembre de 2021, pudimos
percatarnos de la presencia de planchas que presentan una serie de cantos curvos, los cuales,
en su tiempo, pretendieron proteger la casa de la erosión, oxidación y de posibles incendios.
Este es un material que, de acuerdo con las conclusiones sacadas en nuestras reuniones con la
encargada de restauración, corresponde a un tipo de planchas, cuyo estilo se repite en gran
parte de los conjuntos habitacionales de Río Bueno.
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La existencia de estos metales en la Ciudad de Río Bueno, responde a un gran desarrollo dado
en el país en el siglo XIX, en cuanto a importación de minerales. Esta importación fue hecha
bajo un objetivo de inversión claro y preciso, como lo era la protección frente a las
permanentes lluvias y cambios abruptos en las temperaturas de la región. Mediante la
comparación con fotografías que fueron facilitadas por la Municipalidad de Río Bueno, con el
texto vanguardia de María Emilia Villagra Huijse (“Pieles metálicas del Sur de Chile”) y con la
observación de las condiciones socio económicas que, en general, presentan las casas de la
zona, podemos concluir que este tipo de metal es un material de bajo costo. Al mismo tiempo,
es un metal que posee cualidades reciclables, lo que se comprueba mediante la presencia de
diversas planchas quemadas, presentes a lo largo de varias cuadras de la zona centro de Río
Bueno, posiblemente extraídas de la misma Casa Fourniel. Esto resulta interesante, a la luz de
la gran cultura de reciclaje que existe dentro de esta zona de medianos y bajos recursos
económicos, en su mayoría, lo cual viene a potenciar la posibilidad de que tras el incendio y
posterior abandono de esta construcción se hayan extraído piezas u ornamentos de este lugar
patrimonial, para otro tipo de usos habitacionales.

Nuestro recorrido histórico servirá para comprender la función que desde 1981 tuvo este
inmueble, año en que fue traspasado a la Municipalidad de Río Bueno, en el marco del proceso
de “municipalización de la educación”, emprendido por el régimen militar (1973-1990). Esta
antigua propiedad aportó al fundamento del modelo de desarrollo infraestructural que
emprendió el régimen militar, a inicios de la década de 1980. Esta política de reforma
infraestructural e institucional, pretendía la incorporación de la educación al área de gestión y
planificación social de las comunas del país. Dentro de estas políticas, tomaron parte diversos
actores sociales, quienes pusieron al servicio del gobierno sus aportes para el desarrollo de la
nueva etapa de municipalización de la educación, que nacía dentro del vocabulario chileno.
Esto se hizo de cara a una consigna gubernamental, basada en la idea de “colaboración” de los
privados del país, en el nuevo modelo de desarrollo y de descentralización del territorio
nacional.

Todos los registros documentales fueron facilitados por medio de la Ley de Transparencia del
MBN y han llevado a la conclusión de que el terreno en que se emplaza esta casa formó parte
del patrimonio agro ganadero de un descendiente de inmigrantes vasco franceses llegados al
país en la década de 1820, de apellido Fourniel. Este apellido es de origen francés y data de
1794, año en que fue traído desde Perú el prisionero Carlos Fourniel, tras proferir consignas
en contra del Rey Luis XVI de Francia. Señala Gabriel Guarda que, al ser presentadas las pruebas
en su contra, el virrey del Perú, Arzobispo Francisco Boada, determina, el 9 de julio de 1794,
trasladarlo a la Ciudad de Valdivia, en calidad de detenido. Luego de estar algunos años preso,
queda en libertad. Hacia el año 1819 se asentó en Valparaíso, donde instaló una fonda de
comida y licores, fue aquí donde conoció a Doña Rosario Martínez Pinuer, con quien contrajo
4

matrimonio. De esta unión nació José María Fourniel Martínez en 1822, hombre de gran
fortuna, quien se casó en 1857 con Juana María Ríos Vásquez. Ellos fueron padres de José
María Fourniel Ríos, uno de los hombres más acaudalados de la Ciudad de Río Bueno, su padre
murió el 20 de junio de 1888, dejando gran parte de la herencia a José María Fourniel Ríos,
quien construyó una casa en el centro de la Ciudad de Río Bueno, alrededor de 1906.

La superficie aproximada del polígono en que se halla dicha casa es de 4,117, 45 m2, con una
superficie construida de 393,06 m2. El primer piso de la casa se inauguró en 1910, para ser
destinado a cocina y servicios. En cuanto al resto de la vivienda, está compuesta por cuatro
dormitorios, cuyo conjunto fue donado en 1947, por la viuda de José María Fourniel Ríos al
Ministerio de Educación, para que éste la habilitase como un colegio fiscal, al servicio de
alumnos de Enseñanza Media de Río Bueno. Esta transferencia, hecha a favor del fisco, está a
fojas 290, vuelta número 346 de la Notaría de Río Bueno. 1 Según la copia de registro de
dominio, del 21 de junio de 1984, la municipalidad adquirió el predio donde se ubicaba esta
edificación hacia 1981, el cual limita al norte con Calle Esmeralda, al sur con el Club Alemán, al
oriente con Calle Pedro Lagos y al Poniente con Calle Comercio. Esta transferencia, gestionada
por las autoridades de la época, se logró por medio del decreto de educación 3140, del año
1981. Con motivo de la municipalización de la educación del régimen militar, los estudiantes
dejan este recinto en 1981. Por protocolos del decreto de educación este sitio, que por más
de 30 años fue parte de la historia del llamado “Liceo B14 de Río Bueno”, pasó a manos del
municipio. A partir de este periodo, las habitaciones principales pasaron a ser utilizadas por la
secretaría comunal del gobierno militar y también del servicio Telex Chile. Durante esta época,
se construyeron bases de cemento para el edificio, se cambió la instalación eléctrica, se
realizaron mejoramientos en la escalera y se construyó un baño. Hasta el incendio del año
2014 el inmueble fue utilizado como un edificio municipal, albergando servicios como Fonasa,
CONACE, Juzgado de Policía Local, salas de reuniones, de ballet y de exposiciones.

Descripción del Marco temporal


Respecto a su marco temporal, este texto recorre los orígenes de la Región de los Ríos,
principalmente de su periodo de formación. Para ello, se ha optado por un repaso descriptivo
y cualitativo, en torno a las obras bibliográficas más relevantes en que se enumeran las
características arquitectónicas que nacieron durante la trayectoria de evolución económica y
política de la Región de Los Ríos en el siglo XIX y XX. La investigación se llevó a cabo abarcando
un marco temporal que va desde el periodo colonial, pasando por el inicio de la política de
colonización del Estado chileno a partir de 1845, hasta abril de 1922, fecha en la que murió el

1
Conservador de Bienes Raíces de Río Bueno, fojas 290, vuelta número 356, Registro de propiedad de 1947
5

comprador del predio donde se ubica esta edificación patrimonial, José María Fourniel Ríos.
Aquel marco temporal servirá para poder analizar una tendencia arquitectónica europeísta,
por medio de la cual se fueron produciendo mecanismos de legitimación de grupos selectos
de inmigrantes alemanes y vasco/ franceses en la Región de los Ríos, principalmente a partir
de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de una etapa de la historia republicana que se inicia
con la locación de colonos en los márgenes del Lago Llanquihue, lo cual fue un punto decisivo
para el desarrollo de una serie de ciudades lacustres, entre las que se encuentra Puerto Octay,
Llanquihue, Puerto Varas, Osorno y Río Bueno. La colonización alemana, iniciada en la década
de 1850, por Bernardo Phillipi y Vicente Pérez Rosales, permitió la unificación política y
económica del sur de Chile con el resto del territorio nacional. Son familias vasco/ francesas
que cooperaron con los alemanes, en la consolidación de espacios en donde se desarrolló,
tanto la idiosincrasia de las localidades, como también la producción a nivel de las grandes
agroindustrias. Este tipo de formas arquitectónicas comprende categorías que van, desde un
estilo de enmaderamiento primitivo y neoclásico, hasta aquellos estilos que son catalogados
como del “tipo chalet” o “art novau”.

La pauta arquitectónica de estas ciudades del Sur de Chile, constituye un valioso registro
material y documental, de las primeras políticas de planificación urbana de nuestra historia
nacional, promovidas desde el Estado chileno. Son un tipo de obras arquitectónicas que
cotejan con un diseño urbano en forma de damero, que se encuentra funcionalmente
adaptado a las condiciones geográficas, de lagos, ríos y mares de la zona, dejando evidencia
de ser zonas, cuyas políticas de construcción de vivienda y espacios públicos dependen, en su
totalidad, de los cursos de agua que les brinda la región, para su establecimiento y
sostenibilidad en el tiempo, lo cual se ve en las costaneras, plazas y espacios públicos de la
mayoría de estas ciudades australes.

Lo que entendemos por arquitectura tradicional en el sur de Chile, es el resultado de un largo


y complejo proceso de adaptación vernácula, en el cual las tradiciones arquitectónicas de las
diferentes latitudes de la región latinoamericana y europea se someten a un proceso de
sincretismo, donde se dejaron entrever las adaptaciones de las distintas etapas del periodo
colonial y republicano. El volumen “Arquitectura Tradicional de Osorno” de Gabriel Guarda, ha
sido una parte fundamental para perfilar el modelo urbano que nos sirve como aproximación
a los antecedentes arquitectónicos que yacían en la Ciudad de Río Bueno, a fines del siglo XIX.
Permitiéndonos, de esta forma, consolidar un estado del arte que sirve como laboratorio para
acercarnos al relato que hay tras las distintas técnicas y materiales de construcción que se
usaron en el levantamiento de la Casa Fourniel, durante la primera mitad del siglo XX.
6

Marco espacial
Chile es un país que, históricamente, se consolidó sobre una base multicultural (multiétnica).
Asimismo, su diversidad geográfica, con su zona sur, centro norte, mar y cordillera ha
permitido la evolución de relaciones sociales marcadas por los recursos que entrega el clima
de la zona. A esto, hay que sumar que actualmente existen dos cuerpos legales que regulan la
protección del patrimonio inmueble o cultural, la ley 17.288 de monumentos nacionales y la
Ley de Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones en su artículo 60 (DFL Nª 468).2

La XIV Región de los Ríos es una de las quince regiones en que se encuentra dividido Chile.
Limita al norte con la Región de La Araucanía, al sur con la Región de Los Lagos, entre los 39 y
15 y los 40 y 33 de latitud sur, al éste con la República Argentina y al oeste con el Océano
Pacífico. Su demografía es de 31.373 habitantes, con una densidad poblacional de 14,8 hab/
km2. A su vez, posee una superficie de 2.211,7 km.2 Esta región contaba hasta el año 2002 con
16 monumentos nacionales, de los cuales 14 son monumentos históricos, 1 zona típica y 2
santuarios de la naturaleza.3 Dentro de la Provincia de Ranco, existen dos monumentos
históricos, ambos se encuentran concentrados en su ciudad capital, Río Bueno. Estos
monumentos corresponden a dos complejos religiosos y ceremoniales mapuches,
Nolgyehue (cementerio) y el fortín de San José de Alcudía.4

A partir del siglo XIX, los alemanes fueron quienes se hicieron cargo de brindar servicios
públicos en la zona, de cara a la incapacidad económica del gobierno nacional. Esto mediante
la “ley de inmigración selectiva” impulsada por el presidente conservador Manuel Bulnes, en
el año 1845. Estos colonos e inmigrantes dejaron su huella en el área del comercio, la industria,
la arquitectura, la agricultura y otros. Con la llegada de artesanos y profesionales alemanes,
se comenzó a edificar una arquitectura, cuyos patrones respondieron a un tipo de tendencia
neoclásica, catalogada como judegnstill o también llamado art novau. Este estilo se encontraba
en consonancia con las bajas temperaturas en invierno, las que demandaban un nivel mínimo
de aislación térmica. Razón por la cual, era común la predominancia de una albañilería firme,
que a su vez cotejara con volumetrías, proporciones, detalles y ornamentos inspirados en
modelos europeos.

2
Leyla Sade, Levantamiento de Tesis, (Roma: Facoltà di Architettura "Valle Giulia", 2012)
3
Leyla Sade, Levantamiento de Tesis, (Roma: Facoltà di Architettura "Valle Giulia", 2012)
4
Leyla Sade, Levantamiento de Tesis, (Roma: Facoltà di Architettura "Valle Giulia", 2012)
7

Marco espacial a nivel provincial


La Ciudad de Río Bueno se localiza en el Valle del Río Bueno, que es el desagüe del Lago Ranco.
Posee una superficie de 2.212 Km2 y una población de 32.627 habitantes. Hasta el año 2002,
la Comuna de Río Bueno acogía a un 9,1 % de la población total de la Región de Los Ríos, un
54% de población rural y un 46% de población urbana.5 El Río bueno nace a partir del Lago
Ranco y sus principales tributarios son los ríos Pilmaiquén, Rahue y Negro. Además, se
destacan los ríos Chirre y Currilelfu. Su clima es húmedo y templado, con suelos fértiles, que
han permitido el desarrollo de una agricultura de cereales, frutas, hortalizas y legumbres.
También posee ganadería vacuna y fábricas de curtidos, cervezas, licores y harinas. Está
ubicada a unos 70 km de la Ciudad de Valdivia (Capital Regional de Los Ríos (noroeste de la
Ciudad de Río Bueno y a 30 km de la Ciudad de Osorno) (sureste de la Ciudad de Río Bueno),
escenario que ha favorecido su progreso económico, social, cultural y político.

Río Bueno fue habitado por una serie de grupos originarios huilliches, quienes, desde tiempos
ancestrales, coloniales y de los primeros años de la república chilena, ocuparon un lugar
importante dentro del mapa geopolítico de la zona. Estas castas originarias vivieron durante el
siglo XVIII un proceso de simbiosis socio cultural, generado principalmente a partir de la
incorporación de etnias, provenientes de otras latitudes de la zona austral de Chile, proceso al
cual aportaron también los grupos étnicos que se encontraban relativamente cercanos a la
zona más al norte, la denominada (gente del mar o gente del oeste) .6

Recorrido histórico por la Región de Los Ríos


En el año 1552, las huestes de Pedro de Valdivia fundaron la ciudad que lleva el nombre de
este conquistador. Esta ciudad formó parte importante dentro del (proceso de pacificación del
territorio chileno). Se trataba del territorio más austral alcanzado hasta entonces por el
conquistador Don Pedro de Valdivia. Todos los esfuerzos de pacificación española, sobre los
grupos originarios que se alzaron ante el poder de la corona, sufrieron una fisura a partir del
año 1598, con la destrucción de una de las columnas del Gobernador Martín Óñez de Loyola,
a manos de los toquis mapuches Pelantarü, Huaiquimilla y Anganamön. Tras la destrucción de
varias ciudades y fuertes españoles, la Corona hispana reconoció que en la zona se había
instalado un escenario de impenetrabilidad, lo que conllevó a un periodo de desmoralización

5
Datos censales del Año 2002
6
Leyla Sade, Levantamiento de Tesis, (Roma: Facoltà di Architettura "Valle Giulia", 2012)
8

dentro de las huestes hispanas (conocido como la Guerra Defensiva). Produciéndose, en los
siguientes 40 años, el cese de los esfuerzos de conquista y dominación.

La Ciudad de Valdivia era un punto estratégico, pero también representaba un foco de


amenaza para la institucionalidad virreinal. Desde que Felipe II inició la lucha por establecer la
unidad religiosa en Flandes, el mundo contempló una interminable guerra entre dos colosos
casi iguales de poder, España y Holanda.7 Las constantes colisiones armadas, entre España y
Holanda, llevaron a la destrucción de las principales riquezas estratégicas halladas en
territorios hispanoamericanos. Esto respondía al cumplimiento de un objetivo de
desarticulación de la esfera de dominio español en América, por parte de Holanda. Se trataba
de una estrategia, basada en el envío de corsarios a zonas enemigas. Aquella estrategia
holandesa, se centró en zonas específicas del pacífico del sur y particularmente en el sur de
Chile, territorio abandonado, desde la famosa “destrucción de las siete ciudades”, en 1598.
Con el fin de asegurar protección frente a las hostilidades de holandeses, de ingleses y
mapuches, el Virrey Francisco de Toledo ordenó la edificación de fortificaciones en la Ciudad
de Valdivia, para proteger la integridad del territorio chileno. Por ese entonces Valdivia pasó a
ser denominada como la Llave del mar del sur.

El crecimiento paulatino de las hostilidades, no sólo se produjo entre el reino de España y sus
enemigos externos, sino que también fue un problema que se dio al interior de las propias
gobernaciones. Por un lado, el Gobernador de Chiloé, Francisco Hurtado, heredero de una
larga tradición de brutales campeadas contra las poblaciones indígenas continentales, era
partidario de un avance armado sobre los indios, que obligase a estos ceder. Por otro lado,
Mariano Pusterla, su par valdiviano, proponía una negociación pacífica y un avance gradual
sobre el territorio indígena, basado en el fortalecimiento de la actividad de los misioneros y
del comercio. 8 En consecuencia, se comenzaron a llevar a cabo negociaciones con las
comunidades mapuches de la zona, acuerdos que tenían como objetivo optimizar condiciones
de seguridad para la instalación de una conexión con el resto del territorio, el denominado
Camino Real. Se preveía, que el complejo misión-fuerte constituyera una solución
combinatoria, entre el intento pacífico de un diálogo mediante intervención religiosa, con el
respaldo de las armas, en caso de levantarse una resistencia indígena.

Durante el siglo XVII, la jurisdicción de la gubernatura regional se extendía desde Toltén al Río
Bueno. Desde el año 1645, Valdivia fue erigida como gubernatura independiente, subordinada
al Virreinato del Perú. Esta independencia existió durante un periodo de 10 años, hasta 1655,
año en que ocurrió la Batalla de Río Bueno, conocida como el Desastre de Río Bueno, que puso
término a las malocas de los soldados españoles, quienes, tradicionalmente, cruzaban el Río

7
Fernando Guarda Geywitz, Historia de Valdivia: 1552 – 1952. (Santiago de Chile: imprenta cultura, 1953) P, 57
8
Fernando Guarda Geywitz, Historia de Valdivia: 1552 – 1952. (Santiago de Chile: imprenta cultura, 1953) P, 129
9

Bueno para capturar indígenas y venderlos como esclavos. Fueron años en que las poblaciones
de las distintas localidades del sur de Chile conocieron pestes como la de 1646. Por si fuera
poco, en 1682, año de erguimiento de Valdivia como ciudad perteneciente a la jurisdicción de
la capitanía general de Chile, se produjo un fatídico incendio.

La segunda mitad del siglo XVIII suma a la dependencia militar de la zona una declaración que
afirmaba su dependencia civil y política a la corona. En este periodo, Valdivia gozaba de una
infraestructura marcada por sus grandes fuertes y castillos, entre los que se incluían el Castillo
Pedro de Alcántara, el Castillo San Luis de Alba en Punta de Amargos, el Castillo de Niebla y el
Castillo de Cruces, a siete leguas de Valdivia. Una hambruna, un terremoto, tres incendios y
una peste se sucedieron en esta época.9 La peste se propagó a partir de 1736, el incendio
ocurrió el 29 de abril de 1737, el terremoto el 24 de diciembre del mismo año, originado por
una violenta erupción del Volcán Osorno. El 27 de diciembre de 1752 partió una expedición a
la Ciudad de Valdivia, con el fin de fundar en Río Bueno, un fuerte bajo el nombre de “San
Fernando.”

Bajo la dirección del Gobernador Ambrosio O'Higgins, las zonas de Osorno y Río Bueno
comenzaron a ser parte de una política de repoblamiento, centrada en el objetivo de fomentar,
por medio de la colaboración de actores de Concepción, Valdivia y Chiloé, la explotación de los
recursos naturales de la zona, principalmente la agricultura. A su vez, el crecimiento de la
producción agrícola permitió abastecer a la Plaza Militar de Valdivia y a los castillos del
puerto.10

La repoblación de la Ciudad de Osorno, efectuada por el Gobernador Ambrosio O'Higgins,


mediante el mandato de Real Cédula de 179311, permitió la ampliación del espacio destinado
a ser usado para correrías de indios, fundamentales para dicha repoblación. Fue a partir de
esta etapa en donde se comenzó a cimentar un esfuerzo colaborativo entre chilenos y
europeos, el que se mantendría como una tónica constante durante el resto del siglo XVIII, del
XIX y del XX. A partir de entonces, la modernización institucional y económica se mantuvo
como el objetivo principal, proceso que nació en tiempos reconquista del espacio geográfico
de la Ciudad de Valdivia y se consolidó en tiempos de resguardo territorial en el archipiélago
de Chiloé, perdido a fines del siglo XVI y que recién vino a ser recuperado en el año 1881. 12
Este proceso de repoblación se hizo en el mismo emplazamiento de la antigua ciudad del siglo

9
Fernando Guarda Geywitz, Historia de Valdivia: 1552 – 1952. (Santiago de Chile: imprenta cultura, 1953) P, 45
10
Gabriel Guarda, Conjuntos Urbanos Historico Arquitectónicos. Valdivia, S. XVIII-XIX, (Santiago: Ediciones Nueva
Universidad, 1980) P,28
11
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P, 4
12
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P, 4
10

XVI, edificando la ciudad sobre sus antiguos cimientos.13 En este proceso, jugó un papel
predominante la estrategia política y diplomática, impulsada mediante la construcción de
espacios misionales y los establecimientos agrícolas.14 El posicionamiento de la ciudad de
Valdivia como baluarte financiero y político de la zona de los ríos durante el siglo XVII la hizo
convertirse en un punto estratégico para las ambiciones de expansión del virreinato español,
lo cual implicó la instalación de diversos fuertes y misiones, entre ellos estaba la misión de San
Francisco y el fuerte de San José de Alcudia, base de la Ciudad de Río Bueno, poblada con los
familiares de los hacendados de los alrededores y de los oficiales y soldados del fuerte.15 Este
suceso fue semejante al que se produjo en la misión de Panguipulli, fundada en el año 1787 y
cédula primaria de la fundación de la Villa de San José de la Unión.16

Hacia fines del siglo XVIII, las ciudades estaban sufriendo un gran crecimiento demográfico,
pasando en zonas como Osorno, de 628 personas en 1797, a los 1200 cuatro años más tarde.
Este aumento en el número de habitantes se complementó con el trabajo de limpieza de
hectáreas que habían llevado a cabo los colonos en la zona, más de 20.000 hectáreas, lo que
en conjunto con un aumento de la masa agro ganadera permitió ir cubriendo las necesidades
de abastecimiento de las localidades de la Región de los Ríos. Sin embargo, aquella
consolidación agro ganadera y financiera tuvo un importante punto de quiebre, en cuanto
comenzaron los primeros incidentes derivados por la guerra independentista y el alejamiento
de las instituciones reales del sur del Bio Bio. Este escenario se mantuvo hasta la etapa de
consolidación del republicanismo nacional, en la segunda mitad del siglo XIX.

El levantamiento de la arquitectura institucional, presente en el último tramo de vida del


dominio hispano colonial, estuvo en coordinación con el diseño de viviendas para los colonos
de la zona, lo que implicó pasar desde un tipo de viviendas levantadas provisoriamente en
madera, hacia un sinnúmero de casas de adobe. Estas familias de pobladores, provenían de
Valdivia, Chiloé, Santiago y Colchagua, las cuales se colisionaron con clanes provenientes de
países europeos para fortalecer la agricultura y la ganadería de esta zona. En las instrucciones
al Superintendente de Osorno, Ambrosio O’Higgins dejó constancia de las razones de la
fundación de la Ciudad de Osorno, sembrando en este terreno la expectativa de construir una
futura ciudad, que sobresaliera económica y agrariamente respecto a las demás latitudes del
sector sur austral de Chile, abasteciendo y poniéndose a la par con dos ciudades tradicional y
estratégicamente claves para la corona española en caso de guerra, como lo eran Ancud y

13
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P, 4
14
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P,3
15
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P,3
16
Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos: Universidad de Chile,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo) P,4
11

Valdivia. Aquel primer impulso económico en la zona, dado por el Gobernador O’Higgins se
instaló en un contexto de grandes incrementos demográficos.

En medio de la ola independentista que en Chile se había venido produciendo desde el año
1818, el 27 de febrero de 1820 el intendente de la zona valdiviana, Don Vicente Gómez,
escribió a Bernardo O’Higgins, ofreciéndole la adhesión incondicional de la zona. Entre los
patriotas que se hallaban enlistados para la emancipación de Valdivia figuraban Don Manuel
de la Vega, Don Victorino Sepúlveda, Don José Guillermo Plaza, Don Felipe Bastidas, Don
Ignacio Jaramillo y Don Leandro Uribe. A partir de este año, comenzó la articulación de las
nuevas instituciones nacidas tras el fragor de las cruentas batallas de independencia. En
Valdivia y en las zonas llanas, las gobernaciones fueron otorgadas a Don Diego Plaza y a Don
Felipe Bastidas. En medio de este proceso nació la declaración oficial de la independencia de
la provincia, que se celebró el 15 y 16 de junio de 1820. Lo que sobrevino a este suceso fueron
una serie de motines, que tuvieron como principal foco de epicentro y reproducción a la Ciudad
de Osorno, ciudad que despertó una serie de otros motines y una sensación de anarquía dentro
de la población, sentimiento que se mantuvo por más de seis meses. Sin embargo, sería el
levantamiento de tropas, del 31 de diciembre, el que causaría mayor conmoción, dadas las
pretensiones de los sublevados, de dirigirse a la Ciudad de Valdivia. En 1827 se creó la Provincia
de Valdivia, donde la actual Ciudad de Río Bueno alcanzó la categoría de subdelegación,
dependiente del Departamento de la Unión.

A partir de esta década, se produjo además una depresión económica, puesto que el gobierno
concentró sus recursos en las actividades mineras del norte del país.17 Esta situación se
mantuvo hasta después de la guerra civil de 1829, con la instalación de una prolongada
estabilidad social, política e institucional, permitiendo con esto, la generación de nuevas
iniciativas de reactivación económica por parte de las autoridades centrales. Fueron gestiones,
cuyos frutos se comenzaron a ver a partir de la década de 1840, con la llegada de los primeros
pobladores extranjeros hacia Valdivia. Este escenario implicaba, en consecuencia, el
reconocimiento de nuevos compromisos por parte del Estado chileno. Las autoridades se
comprometieron entregar a los colonos europeos una serie de tierras, aptas para el desarrollo
económico.

Los campesinos se establecieron en la zona de Llanquihue y su interior, los grandes agricultores


tendieron a instalarse en los llanos de Río Bueno, La Unión y Osorno, mientras que los
industriales se asentaron en Valdivia.18En medio de esta transición, sobrevino el terremoto de
1837, el cual, terminó echando por tierra los edificios más emblemáticos. El terremoto del año

17
Katherinne Osses “Parentesco, redes y poder local. Conformación de la elite local de Osorno durante el siglo XIX
y principios del siglo XX” (tesis de doctorado de ciencias sociales en estudios territoriales, Universidad de los Lagos,
2018) P, 10
18
Rosales Vicente, Recuerdos del pasado 1814-1860, (Ediciones Septiembre,1973) P, 320
12

1837 destruyó gran parte de las obras emprendidas bajo la administración de Juan Mackenna,
levantadas en los días de 1797. Sus similitudes con las viviendas de Chiloé se deben
principalmente por ser una de las procedencias de los ciudadanos con que fue repoblada en el
siglo XVIII.19

Con la homogeneización del escenario sociopolítico, dentro de las latitudes más importantes
de la región latinoamericana, los distintos gobiernos comienzan a consolidar una antigua
expectativa de expansión hacia tierras interiores, que se encontraban huérfanas de la mano
estatal. Esto se hizo bajo un ideal republicano con cortes nacionalistas. Sin embargo, aquel
sueño no podía llevarse a cabo sin la cooperación de las mentes europeas, poderosa entidad
que al procurar enriquecerse enriquece al país donde se asila.20

A mediados de la década de 1830, se comenzaron a vislumbrar iniciativas consulares


encaminadas al financiamiento de expediciones científicas, encargadas de recolectar datos
demográficos del país e identificar fuentes para la explotación agropecuaria y minera. Son
destacados, en este sentido, los trabajos realizados por el francés Claudio Gay, entre los años
1830 y 1837 (que permitieron documentar desde la región de Atacama por el norte hasta la
isla de Chiloé, por el sur), así como también las expediciones del polaco Ignacio Domeyko entre
los años 1840 y 1846, (que entregó antecedentes del inexplorado territorio de la Araucanía).

Estas expediciones científicas se hicieron sobre un territorio financiera e industrialmente


abandonado, donde había grandes explanadas de terreno libre y entre cuyos puntos
importantes se encontraba la Ciudad de Osorno, Castro, Ancud y Valdivia. La primera
consecuencia de estos trabajos será la declaración como territorio de la colonización (1845) a
todo el ámbito situado entre la ribera sur del río Biobío y el Cabo de Hornos, con una extensión
estimada de 2.000 km de longitud, correspondiente a casi la mitad del territorio nacional y con
condiciones agrestes en su extremo sur.21 Fue un proceso que, al mismo tiempo que posicionó
el esfuerzo de descolonización realizado por el Estado chileno, se unía al objetivo de
desvinculación respecto al estilo conceptual proveniente del antiguo coloniaje español.

Sin embargo, la puesta en marcha de estas nuevas iniciativas no implicó de forma automática
la atracción de inmigrantes europeos a la zona, sino que, por el contrario, implicó un
exhaustivo proceso de selección de determinadas categorías o perfiles. Se optó por artesanos,
comerciantes, arquitectos y pedagogos alemanes, los cuales inmigraron con sus familias. Los
primeros colonos que se instalaron fueron nueve familias alemanas que habían llegado a
mediados de 1849 al Puerto de Corral. En los tres años siguientes, este tipo de familias se

19
Jocelyn Tillería González y Fernando Vela Cossío. “Las viviendas de la colonización alemana en el sur de Chile”,
Cuaderno de Notas, 18, (2017) P, 56
20
Rosales Vicente, Recuerdos del pasado 1814-1860, (Ediciones Septiembre,1973) P, 320
21
Jocelyn Tillería González y Fernando Vela Cossío. “Las viviendas de la colonización alemana en el sur de Chile”,
Cuaderno de Notas, 18, (2017) P, 56
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concentraron principalmente en trabajar un modelo de agricultura que se convirtió en el


motor de arranque de una potente fuerza económica e industrial. Aquellos factores
permitieron la perpetuación definitiva de los distintos clanes de colonos en la región, lo que
con el tiempo se tradujo en una arquitectura cimentada sobre avanzadas bases de ingeniería
en diseño, en cuanto a sus cimientos y finas terminaciones. A pesar de esta renovación, las
grandes construcciones institucionales de servicios y los hogares de colonos, conviven aún con
asentamientos levantados sobre madera.

Los primeros colonos alemanes llegaron a Osorno en 1851, originarios de Rotheburgo, Essen y
Baviera. Entre las embarcaciones más famosas que trajeron a estos inmigrantes está el Velero
Middleton. que trajo a la familia Gunter, Swarzenberg y Buschmann. El 30 de agosto de 1850,
arribó a las costas sureñas la embarcación Helene, procedente de Hamburgo, al lanzamiento
de aquella embarcación le siguió el Herman y el Velero Susannne. Las familias del viejo mundo,
venidas en estas embarcaciones, crearon grandes expectativas de riqueza y de progreso
dentro de la zona. Su llegada, estuvo marcada por la entrega de un formulario de parte del
Gobernador Carlos Adwandter, quien solicitó su presencia para averiguar sus verdaderos
deseos e intenciones dentro de la zona, en el cual se advertían los deberes y responsabilidades
que debían adoptar para pasar a ser ciudadanos chilenos.

Toda esta política de inmigración selectiva, que se mantuvo en los sucesivos gobiernos
liberales del último cuarto del siglo XIX, permitió la modernización del aparato industrial. Así
como también, la instalación de casas comerciales y fundos, dando paso a nuevas formas de
identidad, sociabilidad y renovación de la arquitectura dentro de la Región de Los Ríos. Las
formas de sociabilidad que estas élites fueron generando, a nivel laboral y familiar, sirven para
entender y analizar la construcción de nuevas formas de infraestructura dentro de la Región
de Río Bueno, las cuales aportaron a la elevación del valor de los barrios, en cuanto a plusvalía.
Generando, a través de la prestancia ornamental de las distintas construcciones domiciliares
surgidas, la consolidación del poder, influencia y negociación con los habitantes de la zona. A
estos grupos de colonos podemos agregar también la posterior llegada de vasco/ franceses.
En la Villa de Río Bueno, el sector rural circundante estaba habitado tanto por chilenos, colonos
a inmigrantes y fue en esta época, con la creación de la Notaría de la Ciudad de Constitución
que se favoreció además la constitución definitiva de la gran propiedad blanca.

Estos aportes actuaron en función del crecimiento de los ingresos y gastos de un Estado
Chileno que, en vísperas de su triunfo en la guerra con Perú y Bolivia, vio superar el valor de
las exportaciones, respecto de las importaciones. Esta evolución respondía, casi en su
totalidad, a la elevación del presupuesto fiscal, fundamentado en la aparición abrupta de
nuevos yacimientos mineros en el norte, cuyos conglomerados, empleados en la extracción de
salitre, impusieron, sobre las tierras del sur chileno, grandes demandas de alimentos. Este
mercado de consumo, proveniente de las principales mineras, junto con el aumento de la
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demografía a nivel país ejerció influencia en el desarrollo de la agricultura chilena de la zona


austral. Todo este escenario permitió dar la bienvenida a un siglo XX, en el cual la Ciudad de
Valdivia y el puerto marítimo de Corral se habían ya convertido en el epicentro comercial de la
zona austral chilena.

En diciembre de 1909 un incendio destruyó todo el centro de la Ciudad de Valdivia, desde los
alrededores de la Plaza de la República hasta el río, dando una posibilidad única para
reorganizar el espacio urbano. Se produjo entonces un intenso debate centrado en el tipo de
transformación que se debía hacer, entre los vecinos, la municipalidad y el gobierno central.
El proceso de renovación urbana nacido a partir de la década de 1910 en la Ciudad de Valdivia
tuvo una gran repercusión en el resto de las ciudades que circundaban la Región de Los Ríos.
Todo ello era expresión de la modernidad. Pero para serlo verdaderamente, requería que ese
proceso fuera planificado, estructurado, normado, en definitiva, racional. Era la autoridad
estatal, central y local la que asumió nuevas y mayores tareas en este ámbito, así como
también la asumieron las élites de colonos y los criollos nacionales.

El curso de la evolución económica, tanto de Osorno como de Valdivia, a partir de la década


de 1920, evidencia que dentro de esta zona se optó por el privilegio en torno a una economía
agropecuaria, así como también de un plano arquitectónico domiciliar e industrial que
manifestó la preferencia de los grandes dueños del capital de la zona por un orden racionalista.
Esto se puede visualizar en el diseño de los principales espacios de reunión pública que para
ese entonces tenía la ciudad, tal como lo fue la Plaza de Armas, que para la construcción de su
arquitectura de hormigón contó con los arquitectos de mayor renombre del sur de Chile para
esa época. A estos exclusivos diseños, con que se nutrió a las arterias más relevantes de
Osorno, se le suma, de igual forma que en las décadas del siglo pasado, el tradicional cotejo y
el modesto paisaje rural que aún mostraban las grandes casas de roble y pellín, que, a
diferencia de la mayoría de las iglesias de San Francisco y San Mateo, de los hospitales y de los
hoteles, no subsistieron en su mayoría frente a incendios de 1914, 1920 y 1923.

En este ambiente socio político y económico se construyó la Casa Fourniel, conocida


popularmente como el “Palacio de las lágrimas”. Fue construida sobre terrenos que,
ancestralmente, fueron de propiedad Huilliche, comunidad cuyos territorios fueron reducidos
por el Estado chileno durante la segunda mitad del siglo XIX, en una época en que primaba
fuertemente la Influencia del político alemán Carlos Adwandter, lo que se evidencia en el lote
de alrededor de unos cincuenta terrenos. En este caso, estamos hablando de un terreno
rodeado de bosques nativos, el cual se vio sometido a partir de la instalación definitiva de la
casa de José María Fourniel en 1910, a constantes dilemas legales con las comunidades
huilliches de la zona. Este tipo de problemas entre dueños colonialistas y comunidades
originarias, decantaron en una violencia armada, de carácter recíproco.
15

En esta época, tanto la Ciudad de Río Bueno, como la Región de los Ríos en general, se
encuentran sometidas al desmantelamiento del circuito de propiedad reduccional. Por pérdida
de tierras reduccionales, entendemos: “la entrega de un Título de Merced por parte del Estado
sobre un terreno, que fue posteriormente traspasado ya sea de forma ilegal o ilegal a
propietarios no indígenas”22. El desplome histórico de las expectativas de estos grupos
originarios por hacer surgir sus tierras, es un tema que, ante la existencia de traspasos en los
registros civiles por parte del Estado, los impulsó a llevar adelante acciones legales, de
restitución de tierras. Estas acciones legales, involucraron una serie de tierras, cuyo proceso
estuvo a cargo de una Comisión Radicadora, la que se involucró mediante el lineamiento de
una serie de trazados, dispuestos mediante mapas que abarcan gran parte de las cuadras de
lo que hoy comprende la Ciudad de Río Bueno, entre estas tierras se encontraba el Fundo
Huenchul perteneciente a los señores Francisco Cuante, José Miguel, Juan de Dios Aucal y
Tránsito Rerequeo, quienes mediante al abrupto y drástico accionar de las fuerzas de
seguridad de la zona y de un abogado, tomaron posesión de este fundo. Sin embargo, el
proceso fue retenido por la misma fuerza pública, que actuó de acuerdo a una sentencia de
primera y segunda instancia, anclada en una querella por restablecimiento interpuesta por
José María Fourniel.

Mitos populares construidos en torno a la vida familiar y el


patrimonio de José María Fourniel Ríos
Quienes convivieron en sociedad con la familia Fourniel describen el interior de su casa como
un lugar de muchos lujos y comodidades. Incluso había un tercer piso, donde dormía la
servidumbre, un sector destinado a servicios, que se sumaba a un ala del primer piso, que en
gran medida desapareció, ubicada en dirección norte - sur, donde se encontraba la cocina. Así
como también, existía un sótano, con despensas para licores de chicha de manzana.

Dentro de sus vastas propiedades en la zona, José María Fourniel también tenía un fundo
llamado El Cardal, de 160 hectáreas, con un valor de 100.000$, el Fundo Morro de 1.500
hectáreas, en 80.000$ y el Fundo Paillahue, de 1.500 hectáreas. Así como también, el Fundo
Forrahue, de 600 hectáreas, tazado en 230.000$, dedicado a crianza de animales, vacunos
ovejunos y cabríos.23 Esta gran cantidad de propiedades a su haber lo llevaron a figurar dentro
del Anuario Prado Martínez . Este anuario se publicó en 1.905, en él aparece como uno de los
quince principales propietarios de la zona de Río Bueno, con una fortuna tasada de 35.000

22
Jorge Vergara, Aldo Mascareño y Rolf Foerster, La propiedad Hulliche en la Provincia de Valdivia (Santiago de
Chile: Corporación Nacional de Desarrollo indígena, CONADI, 1996) P, 318
23
Entrevista a Historiador Eduardo Araneda Pradenas- “La fortuna de José María Fourniel aparece en el anuario
Prado Martínez y en el Álbum de la Zona Austral de Chile” -
16

pesos en oro24, cuya fortuna se acrecentó de forma exponencial hasta el 22 de abril de 1923,
fecha de su muerte. Estos datos también aparecen en el Álbum de la Zona Austral de Chile,
escrito por Juvenal Valenzuela.

El testimonio de gran fortuna que esta casa representó hasta el año 1947, junto con el
deterioro que provocó la instalación de servicios públicos en la década del 2000 y la clausura
de una serie de habitaciones, levantó una serie de mitos provenientes tanto del mundo
intelectual de la Región de los Ríos, como de los propios transeúntes. Se comenta, que en el
tercer piso de la casa se encontraba alojada la hija de Fourniel, desde la ventana de su
habitación, pasaba largas horas de la noche mirando pasar a los transeúntes. Asimismo, se dice
que, en otra habitación, actualmente clausurada, se encuentra un gran repositorio literario,
con la historia jamás contada del palacio de las lágrimas (casa Fourniel).

Se dice también, que el poder de este hombre era de tal magnitud, que lentamente comenzó
a construir el espacio de hábitat que su cuerpo ocuparía más allá de la vida mortal, con un
mausoleo que fue terminado por su viuda, Isabel Henríquez. Este mausoleo, tiene una cripta
que da cuenta, tanto de la fortuna, como de la tendencia devocional de su clan familiar. Los
ornamentos de mármol rojo y rosado que se hallan en este Mausoleo son alusivos a figuras del
Niño Jesús y de angelitos, habiendo escasas temáticas de adultos, todo esto en una época con
alta mortalidad infantil. La gente de la zona sostiene la creencia de que José María Fourniel
tenía un pacto con el diablo (estaba empautado). Se trata de una creencia popular que surgió
en los ciudadanos de la zona y también a partir de algunos curanderos mapuches, a los que su
mujer y algunos sirvientes hallados bajo alguna dolencia física, acudían a espaldas de su
patrón. Incluso, una nieta de José María Fourniel atestigua que los curanderos dijeron a la
viuda de Fourniel que el diablo “cobraba” y que si tenía otro niño y moría lo enterraran de
pie.25

Bibliografía utilizada

24
Alberto Prado Martínez, Anuario Prado Martínez: Única Guía General de Chile, (Biblioteca Nacional de Chile:
Memoria Chilena) P, 555
25
Entrevista a historiador de la zona austral, Eduardo Araneda Pradenas, Santiago, 19 octubre de 2020
17

Corporación Toesca, Arquitectura Tradicional de Osorno y La Unión (Región de Los Ríos:


Universidad de Chile. Facultad de Arquitectura y Urbanismo)

Fernando Guarda Geywitz. Historia de Valdivia: 1552 – 1952. (Santiago de Chile: imprenta
cultura, 1953)

Guarda Fernando, Historia de Valdivia: 1552 – 1952. (Santiago de Chile: imprenta cultura,
1953) P,111-331

La vivienda patrimonial en madera en el sur de Chile, citado por Sandra Aliaga, visitado el 2 de
febrero de 2021.

Villagra Huijse, Emilia. Pieles Metálicas, Patrimonio material del sur de Chile. 1875 – 1930.
(Centro de Estudios Científicos (CECs) P,10-108

Tillería González, Jocelyn y Fernando Vela Cossío. “Las viviendas de la colonización alemana en
el sur de Chile”, Cuaderno de Notas, 18, (2017).

Osses, Katherinne “Parentesco, redes y poder local. Conformación de la elite local de Osorno
durante el siglo XIX y principios del siglo XX” (tesis de doctorado de ciencias sociales en estudios
territoriales, Universidad de los Lagos, 2018) P, 2-65

Rosales, Vicente. Recuerdos del pasado 1814-1860. (Ediciones Septiembre,1973) P, 320

Vergara Jorge, Mascareño Aldo y Foerster, Rolf. La propiedad Hulliche en la Provincia de


Valdivia. (Santiago de Chile: Corporación Nacional de Desarrollo indígena, CONADI, 1996) P,
256-354

Fuentes primarias utilizadas


18

Copia de inscripción del Conservador de Bienes Raíces de Río Bueno, fojas 21, número 32,
Registro del año 1984

Copia de inscripción del Conservador de Bienes Raíces de Río Bueno, fojas 290, vuelta número
356, Registro de propiedad de 1947

Gabriel Guarda, Conjuntos Urbanos Historico Arquitectónicos. Valdivia, S. XVIII-XIX (Santiago:


Ediciones Nueva Universidad, 1980), 13.

La vivienda patrimonial en madera en el sur de Chile, documento citado por restauradora


Sandra Aliaga, visitado el 2 de febrero de 2021.

Ministerio de Obras Públicas. Reconstrucción y puesta en valor Centro Cultural Casa Furniel.
Da MOP- Región de los Ríos 13062018

Prado, Martínez, Alberto. Anuario Prado Martínez: Única Guía General de Chile. (Biblioteca
Nacional de Chile: Memoria Chilena), 11-555

Leyla Sade, Levantamiento de Tesis, (Roma: Facoltà di Architettura "Valle Giulia", 2012)

LAM_EH_11_ELEVACIONES NORTE - ORIENTE AÑO 2012:


19

Entrevistas realizadas

Entrevista a historiador de la zona austral, Eduardo Araneda Pradenas, Santiago, 19 octubre


de 2020

Imágenes

Todas las imágenes adjuntadas, fueron proporcionadas el día 19 de octubre por la


municipalidad de Río Bueno, a través de la encargada del área de gestión y desarrollo cultural
Daniela Muñoz

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