NUESTRO LEMA 2022

PRESENTACIÓN LOCAL 2022

Caminos de esperanza, compromiso de fraternidad

Como cada año, un lema nos convoca y nos invita a dejarnos habitar por él en la escuela.
No se trata meramente de una frase bonita, de reproducir acríticamente un slogan o de
una estrategia de mercadotecnia que nos visibilice.

El lema es la condensación de miradas y objetivos en un enunciado de riqueza espiritual

que ayuda a pensar la realidad desde nuevas perspectivas, recuperando aquello más
valioso de nuestra tradición congregacional y eclesial.

Esta frase se renueva anualmente ya que refleja un modo de mirar la vida, de

relacionarnos y de vincularnos entre las personas y con el mundo que nos rodea hoy. El
lema nos convoca al desafío de levantar la mirada por encima de los fríos datos y el gris
escenario que, día tras día, amenaza con minar nuestra esperanza.

En este nuevo capítulo de la historia que transitamos, nos acompañan palabras que se
contrastan con la realidad de hoy: ESPERANZA y FRATERNIDAD. Estas palabras nos
proponen tejer historias buenas y captar lo mejor de nuestro corazón. Necesitamos narrar
la epidemia de ternura, de compasión y esperanza que nos está contagiando a muchos y
muchas, y que nos está haciendo mejores. Dos ideas que soñamos nos impulsen a
contagiar ternura, compasión y esperanza dando lugar a un tiempo nuevo. Tiempo que
queremos poder vivir, narrar y compartir comunitariamente.
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La imagen que nos acompaña

En la imagen que acompaña nuestro lema encontramos como base y fundamento la

Palabra de Dios desde la que comienzan los recorridos vitales. Caminos de esperanza que
se tornan un abrazo fraterno que sostiene y alienta nuestra misión, nuestros
compromisos y nuestra pertenencia. (“La presencia de Dios le será de mucha utilidad para
ayudarle y animarlo a hacer con perfección sus obras”- carta 102,7)

Es por eso que, en el centro de la imagen, se encuentra nuestra estrella lasallana.

(“ilumíname, Dios mío, con tu luz divina para que te vea siempre y te reconozca siempre
presente en todo lugar”- EMO 04 138 02b) (“Recurran a María: ella los iluminará y les
ayudará a conocer la voluntad de Dios para con ustedes ya que ha participado de la luz de
su hijo Jesucristo”- MF 164,1,2).

En cuanto a los colores, la Palabra de Dios es de un color naranja. Se tomaron de

referencia las morfologías de logos anteriores con la idea de resignificar nuestra propia
historia, recordarla y así avanzar hacia nuevos caminos. (“El espíritu de nuestro instituto
es, en primer lugar, el espíritu de fe, que debe mover a los que lo componen a no mirar
nada sino con los ojos de la fe, a no hacer nada sino con la mira de Dios, y a atribuirlo
todo a Dios”- CT 11,1,2).

El camino que nace y envuelve la estrella es a la vez verde y azul, un verde que referencia
la esperanza y la vida, y un azul que vuelve a recordarnos al logo que tenemos bordado
todos los días justo por encima de nuestro corazón. (“Se manifestará y se conservará
siempre en este instituto verdadero espíritu de comunidad”- RC 3,1) (“Me ofrezco yo
mismo a vos, Dios mío, con todas mis acciones y toda mi conducta durante el día”- EMO
20 338 03)
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Que decimos cuando decimos ESPERANZA

La esperanza es la actitud humana que, ante la realidad del futuro, que nos permite vivir la vida
presente de manera positiva, con alegría y optimismo. Y nos mantiene de pie ante el dolor, los
conflictos y las pérdidas.
Para quienes profesamos la fe, la esperanza es la única actitud posible para mirar hacia el futuro,
porque estamos convencidos de que el Dios en quien creemos es el cielo hacia el cual nos
encaminamos, pero también nuestro por-venir.
La esperanza surge al experimentar que si todavía no hemos alcanzado el futuro, el presente no es
el fin. Al contrario, nos permite expresar nuestra apertura hacia el futuro, es un impulso que tiene
características cósmicas en el sentido del deseo de alcanzar la plenitud del ser humano y todo lo
creado.
La esperanza es una tensión hacia el futuro que nos hace constantemente avanzar aunque tan
sólo percibamos unos pocos "signos de los tiempos" positivos. Los signos de la destrucción
aumentan cada vez más.
Nuestra esperanza no puede ser por más tiempo acrítica o ingenua. Tiene que convertirse
firmemente en común resistencia contra el mal y la muerte. Quien tiene esperanza vive de otra
manera, se le ha dado una vida nueva.
«No podemos limitarnos solo a tener esperanza. Hay que organizar la esperanza» dice Francisco-
para afrontar la letal amenaza de la desesperanza que, como siempre, asoma en situaciones de
crisis. Porque una crisis siempre desafía la esperanza.
Tenemos que hacer una lectura crítica del mundo que no genere desesperanza, sino que permita
ver las resistencias, las formas de salir adelante, de construcción de lo nuevo, las posibilidades
permanentes que tenemos los seres humanos de reconstruir nuestra vida, porque la esperanza es
una cuestión inherente a la práctica educativa recordando que la transformación aunque difícil, es
posible.
Una reflexión sobre la esperanza, nos tiene que animar a un compromiso cristiano lúcido y atento
a las exigencias de hoy, la crítica a la realidad y el compromiso por la justicia y la vida son tareas
inevitables, cuando la esperanza echa raíces en el presente, se hace praxis, y conduce al futuro en
una transformación de la realidad, anticipando la plenitud del Reino.
El compromiso histórico concreto expresa una esperanza auténtica vivida, compartida y celebrada
con otros y otras como hermanos y hermanas, y hace presente la adhesión al seguimiento de Jesús
y su proyecto de vida abundante. “Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay
futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”.(Cf.FT 107)
La esperanza es esperanza crítica del presente cuando juega un rol dinamizador y movilizador de
la historia, cuando nos lleva a encarnar y recuperar la opción por la justicia y la solidaridad con
los pobres como signo del Reino.
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Dónde ponemos nuestra esperanza

Las y los invitamos a mirar un poco la historia de cada una y cada uno, a mirar el tiempo
que pasó y el que vendrá. En todos los tiempos, la esperanza de alguna manera se hace
presente.
El maestro Paulo Freire conjugó, quizás como nadie, la relación existente entre esperanza
y educación. En su reflexión, los procesos pedagógicos y políticos que desatan nuestras
prácticas están llamados a ser instancias que multipliquen la esperanza.

Por eso dirá:

“Es preciso tener esperanza, pero tener esperanza del verbo esperanzar; porque hay gente que
tiene esperanza del verbo esperar. Y la esperanza del verbo esperar no es esperanza, es
espera.

¡Esperanzar es levantarse, esperanzar es perseguir algo, esperanzar es construir, esperanzar

es no desistir!

Esperanzar es avanzar, esperanzar es juntarse con otros para hacer las cosas de otro modo…
Es preciso reinventar el mundo, buscar su belleza. Belleza que pasa por nuestra capacidad de
imaginar, de crear, de actuar, de transgredir… de comprometernos con la existencia humana,
alimentados aquí por la esperanza”.

A partir de las palabras de Freire, las y los invitamos vivir un momento comunitario en
pequeños grupos donde pueda circular la palabra.

Es importante compartir hasta donde nos permita la confianza, tanto desde lo personal
como en la tarea:

-¿Qué es para vos esperanzar?

-¿Qué necesita la esperanza para esperanzar y no para esperar?
-¿Qué situaciones o vivencias o experiencias del pasado me dieron una profunda
esperanza?
-“Si esperanzar es avanzar, es levantarse, es perseguir algo…” ¿Qué cosas del presente te
dan esperanza?
-¿En que pones tu esperanza? ¿Con quienes queres esperanzar?

Mi esperanza está en lo que podemos construir juntos. Para ser escuela necesitamos
construir fraternidad en los gestos concretos cotidianos.
PRESENTACIÓN LOCAL 2022
Dónde ponemos nuestra esperanza

Los y las invitamos a tomarnos un momento para leer el primero de los poemas del
Hermano Fermín con los que vamos a encontrarnos hoy y que presentamos a
continuación.

Una vez completada la lectura, los y las invitamos a elegir una palabra que conecte con el
lema de este año, que además tenga sentido personal para cada uno y cada una y que
invite a la esperanza. Vamos a escribir esa palabra en un papel (previamente repartir un
recorte de cartulina a cada uno).

Después de dar un tiempo para que todos escriban, los invitamos a que cada uno y cada
una libremente pueda ir colocando su palabra, construyendo un camino en el suelo
(colocando una al lado de otra).

Una vez construido el camino, vamos a recorrerlo, haciéndonos eco de la siguiente

pregunta: ¿dónde pongo mi esperanza en esta comunidad?

Se recorre el camino escuchando la canción Nahuel Pennisi, Avanzar:

Para finalizar este momento, invitamos al que quiera compartir los ecos de su vivencia.

ESCUCHALA HACIENDO CLIC ACÁ

Para finalizar este momento, invitamos al que quiera compartir los ecos de su vivencia.

Himno sobre la esperanza

Sobre la oscuridad de nuestras noches, Sobre el frío metido en nuestro pecho,

amanece la luz de tu Palabra. va cayendo tu voz como una llama.
la vida recupera su sentido Y el humo azul de nuestras oraciones
y se despiertan nuestras esperanzas. sube como un incienso en la mañana.

Sobre la soledad de nuestros surcos, Gloria a Ti: Padre fuente de la luz

se acuna la semilla que Tú lanzas, y de la Vida y el Amor, que mandas
y tu Palabra arraiga en nuestra tierra a tu hijo y a tu Espíritu a llamarnos
y empieza a florecer nuestra alabanza. a la paz sempiterna de tu casa.
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A qué nos desafía el lema 2022

Vamos a repartir a cada uno de los grupos un cuadro (en la próxima página) para que
puedan ir desglosando y profundizando algunos elementos del lema 2022. Se tomarán un
tiempo para trabajar, designando cada grupo alguien que pueda gestionar el uso de la
palabra y un encargado de tomar nota de las conclusiones.

Conclusiones, sensaciones, despedida.

Por último, vamos a regalarnos un plenario final para poder extraer algunas conclusiones
de lo trabajado en el día. Se puede orientar este momento con algunas preguntas:

1.¿Qué cosas nuevas aprendí en esta jornada?

2.¿Cómo me sentí trabajando el día de hoy? ¿Qué emociones o sentimientos me
invadieron?
3.¿Pude llegar a algunas conclusiones o síntesis nuevas? ¿Cuáles?
4.¿A qué me desafía o compromete lo trabajado el día de hoy de cara a este año escolar
que comienza?

Terminamos esta jornada rezando juntos por cada una de nuestras intenciones y
volvemos a hacerlo de la mano del Hno. Fermín con su Himno sobre la Fraternidad.

Himno sobre la fraternidad

En el silencio de su Trinidad, En el acorde sobrio de las lágrimas,

Dios armoniza un sempiterno canto. el mismo Jesucristo es nuestro llanto.
Para asociarnos a su melodía, En la fraternidad de nuestros gozos,
envía al Hijo a dar el tono exacto. el mismo Cristo es gozo sobrehumano.

Como hijos suyos, somos una cítara En la cadencia acorde de los sueños,
que Él va tañendo con sus propias manos. el mismo Jesucristo es lo que ansiamos.
En la fraternidad de nuestras cuerdas, Y en la fraternidad de nuestra muerte,
el mismo Jesucristo es nuestro canto. Cristo será el unísono descanso.

En la euritmia de nuestras oraciones, Gloria al Padre que quiso, por su Hijo

el mismo Jesucristo es nuestro salmo. y el espíritu Santo, que ajustáramos
En la armonía fiel de nuestras luchas, la armonía de nuestra humilde vida
el mismo Jesucristo es el reparo. con la eterna armonía de su canto.

PRESENTACIÓN LOCAL 2022

Impresiones personales,
resonancias personales,
sentimientos personales

que nos remite el lema.

Sentidos evangélicos,
bíblicos, de relación con
Jesús que nos despierta el

lema.

Sentidos como comunidad

remite el
Iglesia que nos

lema.

Sentidos pedagógicos, de
nuestro modo de entender
la escuela, el aula, el

enseñar y el aprender que

nos invita a vivir el lema.

Sentidos antropológicos,
filosóficos, sociológicos que

nos remite ese lema.

Qué podemos hacer en el

aula, como maestros y

profesores, como Colegio

con este lema.

Acciones, didácticas,
lógicas, contenidos.