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5-EN BUSCA DE UN AMIGO

Esteban es el dueño de Contame una historia, una librería que alberga toda clase de
libros de cuentos.
Tiene un sector especial de literatura infantil con unas mesas y sillas pequeñas para que
los niños estuviesen cómodos al momento sumergirse en las páginas de aquellos libros
que los trasladarían a pequeñas aventuras o historias.
-No sé qué pasa aquí -decía Esteban a su empleada. Mientras levantaba del piso un libro
de cuentos muy colorido llamado. Cuentos para leer antes de irse a dormir.
-A cada momento este libro está en el piso, estoy seguro que hace un rato lo puse en el
segundo estante.- Protestaba
Esteban desconocía que Cuentos para leer entes de irse a dormir tiene alma.
El libro sabe que ha sido creado para ser adoptado por algún niño. Tiene dibujos muy
coloridos, letras grandes, llamativas y tapa dura a prueba de golpes y raspaduras.
Su lugar en la librería es en la segunda repisa. En el Sector INFANTILES.
Permanentemente esta asomado al filo del estante tratando de sobresalir, llamando la
atención para que alguien se lo lleve. Muchas veces lograba su cometido, otras perdía
estabilidad y terminaba en el piso. Siendo socorrido por algún niño que lo levantaba.
Es en ese momento cuando las pequeñas manitos lo toman y comienzan a deslizarse sobre
sus hojas, él siente que la ternura y el afecto van en aumento.
Lo abrazan, lo llevan contra su pecho, él advierte el latir de ese corazón y su alma se llena
de alegría.
-¡Llévame!-dice- Quiero pasar los días junto a vos, quiero verte crecer, quiero que me leas
todas las noches. Quiero ser tu mejor amigo ¡Llévame contigo!
La mayoría de las veces, con tristeza termina en la estantería nuevamente. Pero él no
decae en su intento; es obstinado.
Una tarde llega a Contame una historia una señora, muy elegante. Dirigiéndose a la
empleada y en un tono amable le expresó que necesita un libro de cuentos para su nieto.
En lo posible con tapa dura, colorido, con letras grandes y llamativas.
La empleada que estaba muy abstraída en su computadora, sin levantar la mirada, hizo
una seña y le dijo. -Primer pasillo, infantiles-
Nuestro amigo al escuchar tal descripción, se abalanzó sobre la señora, como si se hubiera
caído del estante.
Sorprendida lo tomó en el aire antes de que se estrellase en el suelo. Lo observó
detenidamente y sin perder tiempo, se acercó a la empleada, que seguía con la mirada en
la computadora y le indicó que lo envolviera para regalo.
Papel con dibujos coloridos y un moño inmenso le dieron un aspecto formal al paquete.
Durante el viaje, dentro de la bolsa el libro pensaba como seria su dueño. ¡Qué nervioso
estaba!.
Al cabo de unas horas llegó a su destino.
-¡Federico, llegó la abuela!- dijo su madre- ¡Y trae una bolsa para vos!
Federico llego corriendo. Besó a su abuela y recibió el regalo.
Entusiasmado sacó el paquete de la bolsa y rompió el papel.
Impresionado distinguió que el regalo era un libro. El mismo que hace un tiempo había
ojeado en aquella librería.
Alzó los brazos y le dio un fuerte abrazo y un beso a su abuela:- ¡Gracias! ¡Justo el que
quería!
Lo acercó a su pecho y nuestro amigo sintió el latido del corazón y su alma se llenó de
alegría.
Esta vez supo que seria para siempre.

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