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La Historia con Micréfono ‘Textos introductorios a la historia oral Graciela de Garay (coordinadora) Traituio Instituto de Investigaciones Dr José Maria Luis Mora Hira de Gortari Rabiela Director general Luge Veuyas Comsille Coontinador de publicaciones Primera edicion, 1994 © Derechos reservados conforme a la ley, 1994 Insttito'de Investigaciones Dr. José Maria Luis Mora Plaza Valentin Gomez Farias 12, ‘San Juan Mixcoac ‘México, 03730, DF. ISBN 968-6914-11.0 Iinpreso en México Printed in Mexico indice Agradecimicntos Presentacion Graciela de Garay {Qué es la historia oral? Ma. del Carmen Collado Hertera ~ Sobre los problemas y méfodos de la historia oral + Jorge E. Aceves Lozano Conversacién iinica ¢ irepetible: lo singular de la historia oral Mario Camarena Ocampo * Gerardo Nécoechea Gracia Metodologia y prictica de la entrevista Graziella Atamirano Historia oral de la gente comin, una posibilidad cn Ia historia urbana Leonor Correa Fichegaray Patricia Pensado Leglise 3 3 47 62 9 La historia oral: una alas mujeres Ana Lau Jaiven La historia oral de las elites Graciela de Garay Historia videoral, Potencialidades en tela de juicio Ma, Lourdes Roc Itermativa para estudiar 90. 102 412 Agradecimientos El proyecto de Historia Oral agradece’a las maestras Atifora Loyo y Dolores Pla la lectura critica del texto que ahora se presenta. Un Feconocimiento a los correctores de estilo Patricia Escandén y Gustavo Villalobos: La gratitud de los autores a iii Maro Simchez. por el trabajo de capturar incomprensibles caligrafias Nuestro aprecio a los alumnos del Taller dé Historia Oral por compartir con nosotros sus inquietudes y comentarios. Presentacién Decir que la historia se modermiza Porque ahora se hace con un ‘equipo sofisticado que incluye un micréfono, und grabadora y, en el mejor de los casos, una video y una computadora de gran memoria Y velocidad, es referir s6lo una parte de la historia, Los avances en la ingenieria de sonido, de imagen y de sistemas, han permitido registrar y escribircon mayor fidelidad las vivencias que a diario rekatan los.testigos y actores del acontecer contempori- neo, Paradéjicamente, con la tecnologia més avanzada cl historiador actial rescata al personaje més amtiguo dela historia: al “contadorde historias, responsable de constmuirlas identidades de los pueblos. Con estos cambios en la forma de hacer'y producir historia, la posibilidad narrativa interés6 de nueva cuenta a la zeme ansiosa de + conlar y de escuchar historias..La relacién narrador-escuchia que, ‘segin Walter Benjamin, habia desaparecido con ef surgimiento:de lanovela, repacié en el primer tercio del siglo ix con’ nuevos brios Y grandes desafios, Indudablemenic las opciones técnicas intensiticaron las antiguas inclinaciones humanas de platicary de oir de viva voz las. anécdotas: nis verdaderas 0 més dramticas. Hacer una historia de carne y hhueso por fin estuvo al alcance de la mano y en la agenda de proyectos de algunos atrevidos investigadores. Pero los apoyos técnicos adoptados para fabricar esta historia, aparentemente mis real y creible, no la hacian ni més auténtica ni ‘mais atractiva a los ojos de los ortodoxos, que preferian las verdades de los documentos escritos, resistentes a las deformaciones del 9 tiempo y de la frigil memoria. Las emociones que acompaiian a la interaccién del narrador y del escucha, parecian contaminar de sentidos y significados a los supuestamente “*puros” hechos histé- ricos que perseguia la historia cientifica. De esta manera, csa historia que se reconocia como una “nueva historia” por sus metas y responsabilidades, va fucra la de indagar otros aspectos y opiniones del pasado o la de dar la palabra a los constructores silentes de la experiencia humana, se antojaba poco académica para ingresar a la antesala del conocimiento. Para las expertos era una prictica car- gada de tos mates de la vieja escuela, mucha “literatura” y poca historia, El hecho historic que se esperaba obtener del relato de testigos directos era tan-falso-y desafortunado como el rogistrado por las relaciones mal escritas y poco investigadas de los romant cos, deslumbrados por las fanlasias de sus interlocutores, La legi- timidad de esa historia, que los pioneros llamaron historia oral, tuvo que sufrir Varios reajustes tebrico-inctodologicos antes de ser dice tada y comprendida en todas sus dimensiones por las modemas corricntes historiogrificas dispuestas a escuchar a nuevos sujetos y aa nuevas historias, La verdad es que !a entrada de 1a historla oral at campo de ta historia supuso un gran esfuerzo para’sus promotores y para sus ctiticos, Sus paladines construyeron argumentos para defender ta suibjetividad de! testimonio oral como 1a aportacién mas valiosa de * esta narracién, mientras sus detraciores sé empeiiaron ext subrayar 1g irrelevancia de su contenido, Ia no representatividad estadistica de su informacion y la naturaleza, sicmpre imidecuada, de los + testimonios-personales para explicair la historia. La lucha se exacer- be cad dia mis y: tal vez, por varios aftos los historiadores orales se perdieron recogiendo relatos sin saber para qué. y los historiado- res tradicionales subestimaron esos esfuerzos port falta de método y objetividad Recorreresta larga experiencia de aciettosy desacierto’ es contar la otra parte Ue kt Iistoria que en un principio nos parecié ausente en esa version que se refiere-a su‘modemizacién. Revivir esta aventura constituyeel esfuerzo de este texto, que intenta familiarizar al lector con una primera definicién de la historia oral, su método, sus técnicas, sus aplicaciones, sus alcances y sus limites. La tarea no es de ninguna manera ociosa, ya que vincula al interesado con ia materia en cuestion, con las herramientas mis elementales de la disciplina para moverse en este campo, para plantear proyectos, para 10 saber qué preguntar y qué esperar, para analizar el discurso y valorarlo cn su contexio: ¢s el afan de hacer entender que la historia ‘oral puede, por una parte, cnsetiar a preguntar para integrar archivos de la palabra y, por otra, preparar para saber escuchar y poder explicar. Es el empeiio de mostrar que la historia oral trabaja con representaciones del mundo apreciables por sus significados cuali- {ativos mas que cuantitativos, interesantes todos éstos como percep- ciones que rescatan la subjetividad, Ia individualidad de los aciores ¥ participes de la historia, Pero esto no quicre decir que 'a historia oral tome wn camino in- dependientey séaparte porcompleto de los logros metodologicosde a historia tradictonal, Los procesos de andlisis y critica de fucutes son.tan severos cn la historia oral como en cualquier otra fuente do~ cumental- El historiador oral esta obligado a estudiar la autenticidad desu fuente, sabersi el testigo quecontesta sabe de lo que habla, pues es.un hecho que alguien dispuesta a hablar no necesariamente es el informante adecuado para la pregunta planteada, Todas estas consi- deraciones conforman las inquictudes que desarrollan los autores del {exto que ahora presentamos, y esperamos entusiasmealalumno de- seoso de conocer esta herramienta y prictica de investigacién que, nuestro juicio, ilustra claramnente las interrojgantes del hombre detsi- slo xx. Por ejemplo, la necesitlad de sabery de preguntar sobre lov. yido al que lo vio y Is sintié ms de cerea; de tener la fuiente’ mis directa y de conocer esas paftes oscuras que nilos documentos ni las estadisticas permiten diluicidar. Es trascender los espacios impent- trables de la vida que ots ciencias sociales; consus sofisticadosins- {tumentos de anilsis, intentan descifraren fas almas de los hombres ydelasociedad. . : ‘San Juan Mixcoac, octubre de 1993 Graciala de Garay Instituto Mora {Qué es la historia oral? Ma. del Carmen Collado Herrera Instituto Mora Ped La historia oral ha sido definida por William Baum, uno de sus estudiosos mas conocidos, como una metodologia utilizada para reservar el conocimiento de.los eventos histricos tal como fueron, percibidos por los participantes.' De una manera mis arnplia, sc la podria definit como una metodologia creadora 9 productora de fuentes para el estudio de céme los individuos (actores, sujetos, Protagonistas, obscrvadores) perciben y/o son afectados por los diferentes procesos historicos de su tiempo: i La historia oral construe estos testimonios mediante la técnica de la entrevista. Su utilizacién por especialistas interesados en obtener testimonios para la historia Contemporanea és una actividad ¢ircular, en tanto hay una retroalimentacién que va del entrevistador al entrevistado. Es decir, el inyestigador es quien pregunta, quien. one un determinado otden; quien conduce el discurso, hacia sus ‘reas de interés y hace hincapié en deterininados aspectos, pero el entrevistado, al claborar su discurso oral, aporta nuevos clementos, Percepciones, acentiia aspectos distintos que modifican de continuo Jas preguntas que originalmente se habia propuesto hacer el entre- vistador. La historia oral no es un mero rescate que implica una accién unilateral del investigador hacia el material, sino una creacién, ! William Baum, Transcribing and editing oral history, American Association for State and Local History, Nashville, 197%, p. 5 puesto que en la elaboracién del discurso oral se articulan entrevis- lador/entrevistado y producen el testimonio. La historia oral es fundamental para el andlisis de la época contemporinea cuando ¢! investigador busca testimonios distintos a los que proporciona el tal, vivencias y percepciones de actores sociales que, por di razones, no las consignan en forma escrita, 0 procesos que por su naturaleza tienen poca o nula prezencia en los testimonios tradicio- a entrevista oral en su forms mis ortodoxa consiste en In gra- bacion del testimonio de una’ persona qué participo u observe un icontecimiento 0 proceso de relevania hist6rica pata el investiga- dor. La historia oral, como metodologia proveedora de materiales de investigaciOn para Ja historia cartemporinca, cs intewisciplinaria, ya que puede ser uiilizada tanto por historiadores como por socid- logos, antropdlogos; politélogos, psicdlogos, trabajadores sociales, maestros, etc. Si bien es cierto que en sus inicios norteamericanos fue-utilizada solo por historiadores, al difunditse por el resto del ‘mundo —piarticularmente en Europa y América Latina—empez6 a ser utilizida por diversos cientificos sociales y miembros de.la propia comunidad interesados en los aspectos sociales de la historia, El cardcter interdisciplinario de ls historia oral fia sido, resultado del acercamiento de Ia historia hacia las ciencias sociales y las huma- nidades durante el presente siglo” Es necesario seftalar que existen al menos dos formas de cultivo de la historia oral. La primera busca crear archivos de oralidad, constfuir-fuentes. para la consulta de los interesados mediante el depésito de.las entrévistas procesadas —de acuerdo con etapas formalmente definidas— en recepticiilos adecuados para-su con: servacién. Este tipo de trabajo, que privilegia el procesamiento y archivo de la entrevista, no se interesa en el anilisis y 1a utilizacion de ésta para una investigacion histérica, La segunda, ademas de abocarse a la recopilacion de fuentes orales, acude a la consulta de los mismos testimonios para la elaboracién de una investiga- ion determinada. En este caso, el procesamiento y almacenaje de 2 La esouela francesa de los Anales hu planteado con mayor clarida Ia interde ppondencia dela historia y las ciencias sociales. Cf. Fernand Braudel, La storia y Tas ciencias sociales, Alianza Editorial, Madrid, 1979. “4 Jos testimonios no se apega necesariamente a los empleados en la integracién de los archivos orales. Sin embargo, a este respecto es necesario llamar la atencion de quienes utilizan esta tltima técnica para que tomen conciencia de que, finalmente, no sélo estin obte- niendo materiales para su investigacién particular en cuestién, sino que simultincamente pueden producir fuentes para los inves- tigadores del futuro. Por ello, también la preservacion de estos ‘materiales es cnvcial.” Desde ahora es pertinente distinguir entre la tradicién oral y ta historia oral. Si bien ambas derivan de la memoria colectiva, la primera nage entra las sociedades para trarsmitir, de genéracion en generacién, ciertos mitos, leyendas, gestas 0 sucesos de fa comuni= ddad, que le dan cohesi6n y forman parte de,su autoconciencie, La segunda, mediante la entrevista, busca y construye ef téstimonio de actores,u observadores directos de ciertos aspects del aconte- cer que sii considerados:imponantes por el cientifico social. Es decir, quesia entrevista de historia oral demanda el testimonio del actor, del que vivié desde diversos angulos los procesos; requiere de'su memoria y percepcién sobre determinados eventos pasados: "También es necesario.marcar las diferencias entre la enciesta 0 lagiurevista sociolégica y la historia oral. Pata esta iltima la técnica de muestreo catece de relevancia, no necesita de la construccién de lintiniverso represcintativo, ella decide a quién entrevista y estable- ce stis redes de informantes con base en aspectos cualltativos, no cuaftitativos. Ademsis, al contratio de 1a metodologia de encuesta ¥y entrevista utilizada por la socio‘ogia, en historia oral la entrevista no tiene cuestionarios rigidos, ni preguntas. cerradas y. por lo general, sobre todo si sé trata de historias de vida, es muchisimot indis extensd. Origenes de lahistoria oral. ~ # Los antecedents de esta metodologia pueden ubicarse en Estados Unidos entre 1934 y 1935, En esos afios se entrevisté a negros sobrevivientes dela época esclavista en Kentucky, Indiana estados, > La tdonica dels entrevista, Sus fases son abordadas por Grazella Attmirano ‘en oto capitulo de esta obra ‘Vecinos para rescatar sus recuerdos; dicha experiencia fue uno de {antos programas promovidos en la etapa del New Deal aso ipa del New Deal para crear Posteriormente, Allan Nevins se dedicé a recoger testimonios de dela sociedad nor- Ir ‘Nevins logré que su Proyecto fucraacogido porla Universidad de Columbia, Nueva York. donde se fund6 el primer centro de historia oral. Aqui cabe seftalny ue en un principio Nevins temaba notas de sus entrevistas, pero que & partir de 1949 utlizé la grabacién.magnetofénica para preservar si material, El centro dé la Universidad de Columbia, pues, seconvindé EP un archivo oral,"responsable de recibir las grabaciones, transer. experiencia de Nevins se claboraron las nosmas ji se han convertido en las cisinas de la eae n la década de los sesenta esta metodologia se dift Prueba de ello fue la fundacién de a. Aeosiatan ap isters Ones 1967. En sus inicios, la corriente norteamericana se dirigié priorita- riamente a la entrevista de lideres, con ello se intentaba ectablecer hechos: de naturaleza Politica y social, esclarecer ‘Su contexta 0 el ambiente en que se habian_ ‘gestado. Sobre ld experienciade la reci¢nte segunda guerra mundial, los trabajos de historia ofal demostraron ue, en la toma de decisiones importantes, participaba un mimero. cada vez mayor de individuos, y. que los-cambios Y politicas’ con <, Alinsttucionalizarse'l historia oral en Estados Unidos, surgié se forialecio una escuela importante: Ia élidelore o entreviste ve historia oral a las elites.” Los supuestos de los que parte descansg en la teoria de las elites, que €n términos simples podria definirse como Ia busqueda de la explicacién y del conocimiento de las “ Lata Nithamamer, “Para gu se Ia stra os”, Hiro nim. 2, 1989, Barcelona, p, 7. = SEER cn ea nresPecIO aa elitelore puede verse el emsayo de Graciela de Garay includ 16 sociedades a partir del estudio de sus lideres.° Sin embargo, la prictica de la elitelore no es Ia tinica que prevalece en Estados Unidos actualmente; en Chicago la historia oral evolucion6 hacia uuna tendencia mis social con Smds Terkel y otros, quienes so preocuparon por la constniccién de testimonios de la gente comin.” En el caso de Europa, en Gra Bretatia, Escandinavia e Italia se ‘babian hecho entrevistas con fines lingiiisticos para conocer del folklore y de la vida obrera varios lustros antes de que Nevins fundara en Columbia su archivo oral. Ello prueba que la necesidad de crear el testimonio de los grafos con fines de reconstruccién historica flotaba en el ambiente de la posguerra. s En contraste con la preferencia por lg historia oral de elites mos- trada por algunos historiadores norteamericanos, en Inglaterra, gra~ , gicos occidentales.*? Los positivistas, en su biisqueda de documen- ién eserita y de factualidad, et el colmo de la artoganecia y de la didez, legaron.a creer que la historia alcanzarla sy eulmitecion, C8 decir. el encuentro de fa Verdad, en ef momento que reuniem todo’ las datos:t0do el material “historico™: por ellodiigieron sug penis y desvelos mis-hucia i“acumulacion de un corpus ction ve a5 interpre lems de la veneracién por el material escrito, los his cer la objetividad, a partir de la cual, segin su punto de chine derivaba la validez de los trabajos cientificos. Esta fue reducidd a in op pucsta neutralidad deLinvestigador y det material documental en gy te basaba su econsimuccién. Desarrollaron una metodolopia y

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