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Ciencias de la vida

Bases químicas de la vida

Bases químicas de la vida

BASES QUÍMICAS DE LA VIDA


CUATRO FAMILIAS DE MOLÉCULAS BIOLÓGICAS (CARBOHIDRATOS, LÍPIDOS,
PROTEÍNAS Y ÁCIDOS NUCLÉICOS).
ELEMENTOS BIOGENESICOS (C, H, O, N, S, P) Estructura de la materia viva. Toda la
materia viva está compuesta de elementos primarios como (C,H,O,N,S,P) que son
imprescindibles para formar las principales moléculas biológicas como son los glúcidos,
lípidos, proteínas y ácidos nucleídos.
BIOELEMENTOS SECUNDARIOS: como Ca, Na, Cl, K, Mg, Fe entre otros. ELEMENTOS
BIOGENESICOS
PRIMARIOS: son básicos para la vida y ayudan a la formación de glúcidos, lípidos,
proteínas y ácidos nucleídos y estos son: Carbono, hidrogeno, oxigeno, nitrógeno, azufre y
fosforo.
El grafito se lo encuentra libre en la naturaleza en 2 formas a demás forma parte del
compuesto inorgánico CO2, C6H12O6 en un 20%.
Hidrogeno: es un gas incoloro inodoro e insípido es mas que el aire en un 10%. Oxigeno: gas
impar que sirve para la mayoría de los seres vivos por que ayuda a su respiración se encuentra
en el aire un 65%
Nitrógeno: componente esencial de los ácidos nucleídos por participar en el contenido del
ADN forma el 3% de las sustancias fundamentales en la materia viva.
Azufre: se encuentra en forma natural en regiones volcánicas 0.02%.
Fosforo: desempeña un papel esencial en la transferencia de energía como lo es en el
metabolismo la formación muscular en un 0.01%.
SECUNDARIOS: son aquellos cuya concentración entre las células un 0.05% llamados
micro elementos y se dividen en indispensable variable i oligoelemento. INDISPENSABLES:
estos no pueden faltar en la vida celular, tenemos eL
Na necesario para la contracción muscular el
K para la conducción nerviosa
Cl para mantener el balance de agua en la sangre incluido intersticiales
Ca coagulación de la sangre y perpetuidad de la membrana.
OLIGOELEMENTOS: Se presentan en cantidad muy pequeña pero cumplen funciones
esenciales en los seres vivos siendo los principales oligoelementos:
Calcio: Este oligoelemento lo encontramos en productos lácteos como la lache, quesos,
yogurt, etc. Su aportación al organismo es balancear el sistema nervioso, constituir los huesos,
los dientes y llevar un óptimo nivel de coagulación de la sangre.
Cobalto: Lo podemos encontrar en algunos vegetales como el rábano, las cebollas, la coliflor
y las setas; también lo encontramos en carnes y crustáceos. Sus propiedades previenen la
osteoartritis y es un excelente anti-anémico.
Cobre: Las fuentes donde podemos encontrar este metal son en los moluscos, vísceras,
frijoles, cereales, frutos y carne de pollo. Forma parte de los tejidos corporales como el
hígado, cerebro, riñones y corazón; y su función es prevenir infecciones de las vías
respiratorias, reumatismos y aceleración de la síntesis de la queratina.
Flúor: Lo encontramos en el agua y el té. Una de sus principales funciones es prevenir la
caries dental.
Fósforo: Este oligoelemento lo podemos encontrar en el pescado, cereales y carne. Constituye
huesos y dientes, proporciona reacciones energéticas y lleva una parte fundamental en la
formación de proteínas.
Hierro: Lo encontramos en el hígado, ostras, moluscos, carnes rojas, pollo, pescado y cerveza;
los cereales y los frijoles son buenas fuentes vegetales. Su función es ser componente de la
hemoglobina, alrededor de un 75% de la sangre.
Manganeso: Este oligoelemento lo podemos localizar en cereales, almendras, legumbres,
frutas secas, pescados y soya Es parte importante en la constitución de ciertas enzimas, su
deficiencia produce pérdida de peso, dermatitis y náuseas; se cree que participa en funciones
sexuales y reproductoras. En el organismo se encuentra principalmente en el hígado, huesos,
páncreas e hipófisis.
Magnesio: Se localiza en el chocolate, almendras, búlgaros, cacahuates, pan entero, carnes y
soya. Su función es disminuir el deseo de los azúcares y el drenaje del agua, además actúa en
la irritabilidad, cansancio, calambres, palpitaciones y preserva la tonicidad de la piel.
Potasio: Lo podemos encontrar en las frutas frescas y secas, legumbres y en los cereales. Su
función es favorecer los intercambios celulares e intracelulares. Selenio: Este elemento se
ubica en los cereales completos, la levadura de cerveza, ajo, cebolla, germen de trigo y carnes.
La función que desempeña en el organismo es la de neutralizar los radicales libres
(envejecimiento), retrasa los procesos de la miopía y preserva la tonicidad de la piel.
Sodio: Lo encontramos principalmente en la sal y en otros alimentos como el queso y el pan.
Su labor es la de hidratar correctamente el organismo y actuar en la excitabilidad de los
músculos.
Yodo: Las principales fuentes donde se localiza este oligoelemento es en los productos de mar
como los mariscos. Este elemento es indispensable al ser constituyente de las hormonas
tiroideas.
Zinc: Lo encontramos en las carnes rojas, pescado, pollo, productos lácteos, frijoles, granos y
nueces. Su función dentro del organismo es la de acelerar la cicatrización de las heridas,
favorecer en el crecimiento del feto en mujeres embarazadas, participar en la formación del
colágeno y de la elastina de la dermis, favorecer el tránsito intestinal y participar en el buen
funcionamiento de la próstata y de los ovarios.

Moléculas orgánicas:
Las moléculas orgánicas se pueden definir como moléculas que contienen carbono y que se
encuentran en los seres vivos. Una sola célula bacteriana contiene alrededor de cinco mil
clases diferentes de moléculas y una célula vegetal o animal tiene aproximadamente el
doble. Estas miles de moléculas, sin embargo, están compuestas de relativamente pocos
elementos (CHNOPS). De modo similar, relativamente pocos tipos de moléculas desempeñan
los principales papeles en los sistemas vivos. Como notamos con anterioridad, el agua
constituye entre el 50 y el 95% de un sistema vivo, y los iones pequeños tales como K+, Na+ y
Ca2+ dan cuenta de no más del 1%. Casi todo el resto, hablando en términos químicos, está
compuesto de moléculas orgánicas. En los organismos se encuentran cuatro tipos diferentes
de moléculas orgánicas en gran cantidad. Estos cuatro tipos son los carbohidratos
(compuestos de azúcares), lípidos (moléculas no polares, muchas de las cuales contienen
ácidos grasos), proteínas (compuestas de aminoácidos) y nucleótidos (moléculas complejas
que desempeñan papeles centrales en los intercambios energéticos y que también pueden
combinarse para formar moléculas muy grandes, conocidas como ácidos nucleicos). Todas
estas moléculas: carbohidratos, lípidos, proteínas y nucleótidos contienen carbono,
hidrógeno y oxígeno. Además, las proteínas contienen nitrógeno y azufre, y los nucleótidos,
así como algunos lípidos, contienen nitrógeno y fósforo.

EL PAPEL CENTRAL DEL CARBONO El esqueleto de carbono Un átomo de carbono tiene seis protones,
seis electrones, dos electrones en su primer nivel de energía y cuatro en el segundo. Así, el carbono
puede formar cuatro enlaces covalentes con cuatro átomos diferentes como máximo. El metano
(CH4), que es un gas natural, es un ejemplo aun más importante, en términos del papel biológico del
carbono, sus átomos pueden formar enlaces entre sí. El etano, por ejemplo, contiene dos carbonos;
el propano, tres; el butano, cuatro; y así sucesivamente, formando cadenas largas . En general, una
molécula orgánica deriva su configuración final de la disposición de sus átomos de carbono, que
constituyen el esqueleto o columna de la molécula. La configuración de la molécula, a su vez,
determina muchas de sus propiedades y su función dentro de los sistemas vivo. Los compuestos
formados sólo por carbono e hidrógeno se conocen como hidrocarburos. Estructuralmente, son el
tipo más simple de moléculas orgánicas. Aunque la mayor parte de los hidrocarburos derivan de los
restos de organismos que murieron hace millones de años, son relativamente de poca importancia
en los organismos vivos. Sin embargo, son de gran importancia económica; los combustibles líquidos
de los cuales dependemos, gasolina, diesel y petróleo para calefacción, están todos compuestos de
hidrocarburos.

Isómeros y actividad biológica Ciertos compuestos tienen la misma fórmula química


pero sus átomos se disponen de manera diferente. Estos compuestos se denominan isómeros. Los
isómeros estructurales son compuestos que tienen la misma fórmula molecular pero difieren en
cómo se unen los átomos entre sí. Por ejemplo, la acetona tiene la misma fórmula general que el
propionaldehído (C3H6O). La diferencia entre ambos compuestos es que, en el primer caso, el grupo
funcional que caracteriza a la molécula es una cetona, y en el segundo, un aldehído. Si bien tienen el
mismo tipo y cantidad de átomos, los isómeros estructurales difieren en sus propiedades químicas.

Carbohidratos
Los carbohidratos son las moléculas fundamentales de almacenamiento de
energía en la mayoría de los seres vivos. Además, forman parte de diversas
estructuras de las células vivas; las paredes de las células vegetales jóvenes,
por ejemplo, contienen aproximadamente un 40% de celulosa, que es el
compuesto orgánico más común en la biosfera. Los carbohidratos, también
llamados glúcidos, pueden ser moléculas pequeñas, conocidas como azúcares,
o moléculas más grandes y complejas. Hay tres tipos principales de
carbohidratos, clasificados de acuerdo con el número de moléculas de azúcar
que contienen. Los monosacáridos (―azúcares simples‖) como la ribosa, la
glucosa y la fructosa, contienen sólo una molécula de azúcar. Los disacáridos
consisten en dos moléculas de azúcar simples unidas covalentemente. Ejemplos
familiares son la sacarosa (azúcar de caña), la maltosa (azúcar de malta) y la
lactosa (azúcar de la leche). Los polisacáridos como la celulosa y el almidón,
contienen muchas moléculas de azúcar simples unidas entre sí. En general, las
moléculas grandes, como los polisacáridos, que están constituidas de
subunidades idénticas o similares, se conocen como polímeros (―muchas
partes‖) y las subunidades son llamadas monómeros. Los monosacáridos:
energía lista para los sistemas vivos Los monosacáridos son compuestos
orgánicos constituidos por carbono, hidrógeno y oxígeno. Han sido descritos
con la fórmula (CH2O)n, donde n puede ser tan pequeño como tres, como en el
caso del C3H6O3, o llegar a ocho, como en C8H16O8 . Estas proporciones
originaron el término carbohidrato (―hidrato de carbono‖) para los azúcares
simples y las moléculas más grandes formadas por subunidades de azúcares.
los monosacáridos se caracterizan por la presencia de grupos hidroxilo y un
grupo aldehído o cetona. Estos grupos funcionales constituyen azúcares
altamente solubles en agua –y en soluciones acuosas–, y en moléculas que
contienen más de cinco átomos de carbono, llevan a una reacción interna que
cambia dramáticamente la conformación de la molécula. Cuando estos
monosacáridos están en solución, el grupo aldehído o cetona tiene una
tendencia a reaccionar con uno de los grupos hidroxilo, produciendo una
estructura en anillo. En la glucosa, por ejemplo, el grupo aldehído del primer
átomo de carbono reacciona con el grupo hidroxilo del quinto átomo de
carbono. Al igual que los hidrocarburos, los monosacáridos pueden quemarse,
u oxidarse, y así producir dióxido de carbono y agua:
La fuente principal de energía para los humanos y otros vertebrados es el
monosacárido glucosa, que es la forma en que el azúcar se transporta
generalmente en el cuerpo animal. Un paciente que recibe alimentación
endovenosa en un hospital obtiene glucosa disuelta en una solución salina cuya
composición iónica se asemeja a la de los fluidos corporales. La glucosa
disuelta es llevada por el torrente sanguíneo a las células del cuerpo en que
ocurren las reacciones que liberan energía. Disacáridos: formas de transporte
Aunque la glucosa es el azúcar común de transporte de los vertebrados, a
menudo los azúcares son transportados en otros organismos como disacáridos.
La sacarosa, comúnmente llamada azúcar de caña, es la forma común en la
cual el azúcar se transporta en las plantas, desde las células fotosintéticas
(principalmente en las hojas), donde se la produce, a otras partes del cuerpo
vegetal. La sacarosa está compuesta por los monosacáridos glucosa y fructosa.
El azúcar es transportada a través de la sangre de muchos insectos en forma
de otro disacárido, la trehalosa, que consiste en dos unidades de glucosa
enlazadas. Otro disacárido común es la lactosa, azúcar que existe sólo en la
leche. La lactosa está constituida por glucosa combinada con otro
monosacárido, la galactosa. En la síntesis de una molécula de disacárido a
partir de dos moléculas de monosacárido, se elimina una molécula de agua en
el proceso de formación del nuevo enlace entre los dos monosacáridos. Este
tipo de reacción química, que ocurre durante la síntesis de la mayoría de los
polímeros orgánicos a partir de sus subunidades, se conoce como
condensación. Así, solamente los monómeros libres de los carbohidratos tienen
en realidad la relación CH2O, porque dos átomos de hidrógeno y un átomo de
oxígeno son eliminados cada vez que se forma un enlace durante la síntesis.
Cuando un disacárido se escinde en sus unidades de monosacárido, lo cual
ocurre cuando se lo usa como fuente de energía, la molécula de agua vuelve a
añadirse. Esta escisión se conoce como hidrólisis, de hidro que significa
―agua‖ y lisis que significa ―separar‖. La hidrólisis es una reacción que
libera energía. La hidrólisis de la sacarosa, por ejemplo, libera 5,5 kilocalorías
por mol. De modo inverso, la formación de sacarosa a partir de glucosa y
fructosa requiere un ingreso de energía de 5,5 kilocalorías por mol de
sacarosa.
Polisacáridos de almacenamiento Los polisacáridos están constituidos por
monosacáridos unidos en cadenas largas. Algunos de ellos son formas de
almacenamiento del azúcar. El almidón, por ejemplo, es la principal reserva
alimenticia de la mayoría de las plantas. Una papa contiene almidón
producido a partir del azúcar formado en las hojas verdes de la planta; el
azúcar se transporta a las estructuras subterráneas y se acumula allí, en una
forma adecuada para el almacenamiento de invierno, después de lo cual se
utilizará para el crecimiento nuevo durante la primavera. El almidón tiene dos
formas: la amilosa y la amilopectina, ambas formadas por unidades de glucosa
acopladas. El glucógeno es la principal forma de almacenamiento del azúcar
en la mayoría de los animales. El glucógeno tiene una estructura muy
semejante a la de la amilopectina, salvo que es mucho más ramificado. En los
vertebrados, el glucógeno se almacena principalmente en el hígado y el tejido
muscular. Si hay un exceso de glucosa en el torrente sanguíneo, el hígado
forma glucógeno. Cuando la concentración de glucosa en la sangre cae, la
hormona glucagón, producida por el páncreas, se descarga en el torrente
sanguíneo; el glucagón estimula al hígado para hidrolizar el glucógeno a
glucosa, la cual entra en la sangre.
La formación de polisacáridos a partir de monosacáridos requiere energía. Sin
embargo, cuando la célula necesita energía, estos polisacáridos pueden ser
hidrolizados, liberando monosacáridos que a su vez pueden oxidarse,
suministrando energía para el trabajo celular. Polisacáridos estructurales Una
función principal de las moléculas en los sistemas vivos es formar los
componentes estructurales de las células y de los tejidos. La principal molécula
estructural de las plantas es la celulosa. De hecho, la mitad de todo el carbono
orgánico de la biosfera está contenido en la celulosa. La madera es
aproximadamente 50% de celulosa y el algodón es celulosa casi pura. Las
moléculas de celulosa forman la parte fibrosa de la pared de las células
vegetales. Las fibras de celulosa, incluidas en una matriz de polisacáridos de
otros tipos, forman una envoltura externa alrededor de la célula vegetal.
Cuando la célula es joven, esta envoltura es flexible y se estira a medida que la
célula crece, pero se hace cada vez más gruesa y más rígida a medida que la
célula madura. En algunos tejidos vegetales, tales como los tejidos que forman
el leño y la corteza, las células finalmente mueren, dejando solamente sus
paredes externas rígidas. La celulosa es un polímero compuesto de monómeros
de glucosa, así como lo son el almidón y el glucógeno. Éstos pueden ser
utilizados fácilmente como combustible por casi todos los tipos de sistemas
vivos, pero sólo unos pocos microorganismos (ciertas bacterias, protozoarios y
hongos) pueden hidrolizar celulosa. Las vacas y otros rumiantes, las termitas y
las cucarachas pueden utilizar a la celulosa como fuente de energía sólo
gracias a los microorganismos que habitan en sus aparatos digestivos. Para
comprender las diferencias entre los polisacáridos estructurales –como la
celulosa– y los polisacáridos de almacenamiento de energía –como el almidón o
el glucógeno– debemos considerar nuevamente la molécula de glucosa. Se
recordará que esta molécula es básicamente una cadena de seis átomos de
carbono y que cuando está en solución, tal como ocurre en la célula, adopta
una forma en anillo. El anillo puede estar cerrado de dos maneras distintas,
adoptando la forma alfa o la forma beta. Ambas formas están en equilibrio; un
cierto número de moléculas cambian de una forma a la otra constantemente,
usando como paso intermedio la estructura de cadena abierta. El almidón y el
glucógeno están constituidos completamente por unidades alfa. La celulosa, sin
embargo, consiste íntegramente en unidades beta. Esta ligera diferencia ejerce
un profundo efecto sobre la estructura tridimensional de las moléculas, que se
alinean en paralelo, formando microfibrillas cristalinas de celulosa. Como
resultado, la celulosa es impermeable a las enzimas que degradan tan
exitosamente a los polisacáridos de almacenamiento. La quitina, que es un
componente principal de los exoesqueletos de los artrópodos, como los insectos
y crustáceos, y también de las paredes celulares de muchos hongos, es un
polisacárido modificado, resistente y duro. Al menos 900 mil especies
diferentes de organismos pueden sintetizar quitina, y se ha calculado que los
individuos que pertenecen a una sola especie de cangrejo producen varios
millones de toneladas de quitina por año

Los lípidos
Son moléculas hidrofóbicas que, como los carbohidratos, almacenan energía y
son importantes componentes estructurales. Incluyen las grasas y los aceites, los
fosfolípidos, los glucolípidos, las ceras, y el colesterol y otros esteroides.

LÍPIDOS: GRASAS FOSFOLÍPIDOS, GLUCOLÍPIDOS Y ESTEROIDES. Son un conjunto


de moléculas orgánicas (la mayoría biomoléculas) compuestas principalmente por carbono e
hidrógeno y en menor medida oxígeno, aunque también pueden contener fósforo, azufre y
nitrógeno. Tienen como característica principal el ser hidrófobas (insolubles en agua) y
solubles en disolventes orgánicos como la bencina, el benceno y el cloroformo. En el uso
coloquial, a los lípidos se les llama incorrectamente grasas, ya que las grasas son sólo un tipo
de lípidos procedentes de animales. Los lípidos cumplen funciones diversas en los organismos
vivientes, entre ellas la de reserva energética (como los triglicéridos), la estructural (como los
fosfolípidos de las bicapas) y la reguladora (como las hormonas esteroides). SATURADA:
reino animal grasa cerdo son sólidos. INSATURADA: líquidos aceites de oliva reino vegetal.
Fosfolípidos y glucolípidos Los lípidos, especialmente los fosfolípidos y los glucolípidos, también
desempeñan papeles estructurales extremadamente importantes. Al igual que las grasas, tanto los
fosfolípidos como los glucolípidos están compuestos de cadenas de ácidos grasos unidas a un
esqueleto de glicerol. En los fosfolípidos, no obstante, el tercer carbono de la molécula de glicerol no
está ocupado por un ácido graso, sino por un grupo fosfato, al que está unido habitualmente otro
grupo polar. Los grupos fosfato están cargados negativamente. Como resultado, el extremo fosfato
de la molécula es hidrofílico, mientras que las porciones de ácido graso son hidrofóbicas. esta
disposición de las moléculas de fosfolípido, con sus cabezas hidrofílicas expuestas y sus colas
hidrofóbicas agrupadas, forma la base estructural de las membranas celulares. En los glucolípidos
(―lípidos con azúcar‖), el tercer carbono de la molécula de glicerol no está ocupado por un grupo
fosfato, sino por una cadena de carbohidrato corta. Dependiendo del glucolípido particular, esta
cadena puede contener, en cualquier lugar, entre uno y quince monómeros de monosacárido. Al
igual que la cabeza de fosfato de un fosfolípido, la cabeza de carbohidrato de un glucolípido es
hidrofílica, y las colas de ácidos grasos son, por supuesto, hidrofóbicas. En solución acuosa, los
glucolípidos se comportan del mismo modo que los fosfolípidos Ceras Las ceras también son una
forma de lípido. Son producidas, por ejemplo, por las abejas para construir sus panales. También
forman cubiertas protectoras, lubricantes e impermeabilizantes sobre la piel, el pelaje y las plumas y
sobre los exoesqueletos de algunos animales. En las plantas terrestres se encuentran sobre las hojas
y los frutos. Las ceras protegen las superficies donde se depositan de la pérdida de agua y aíslan del
frío a los tejidos internos. Colesterol y otros esteroides El colesterol pertenece a un grupo importante
de compuestos conocidos como esteroides. Aunque los esteroides no se asemejan estructuralmente
a los otros lípidos, se los agrupa con ellos porque son insolubles en agua. Al igual que el colesterol,
todos los esteroides tienen cuatro anillos de carbono unidos y varios de ellos tienen una cola.
Además, muchos poseen el grupo funcional –OH, que los identifica como alcoholes.
El colesterol se encuentra en las membranas celulares (excepto en las células bacterianas);
aproximadamente el 25% (en peso seco) de la membrana de un glóbulo rojo es colesterol. Su
presencia da rigidez a las membranas y evita su congelamiento a muy bajas temperaturas. También
es un componente principal de la vaina de mielina, la membrana lipídica que envuelve a las fibras
nerviosas de conducción rápida, acelerando el impulso nervioso. El colesterol es sintetizado en el
hígado a partir de ácidos grasos saturados y también se obtiene de la dieta, principalmente de la
carne, el queso y las yemas de huevo. Las altas concentraciones de colesterol en la sangre están
asociadas con la aterosclerosis, enfermedad en la cual el colesterol se encuentra en depósitos grasos
en el interior de los vasos sanguíneos afectados. Las hormonas sexuales y las hormonas de la corteza
adrenal (la porción más externa de las glándulas suprarrenales, que se encuentran por encima de los
riñones) también son esteroides. Estas hormonas se forman a partir del colesterol en los ovarios, los
testículos, la corteza suprarrenal y otras glándulas que las producen. Las prostaglandinas representan
un grupo de lípidos derivados de los ácidos grasos y tienen acciones hormonales.

AMINOÁCIDOS Y PROTEÍNAS Las proteínas figuran entre las moléculas orgánicas más
abundantes; en la mayoría de los sistemas vivos constituyen hasta el 50% o más del peso seco.
Solamente en las plantas, con su alto contenido en celulosa, las proteínas representan algo menos de
la mitad del peso seco. Hay muchas moléculas de proteína diferentes: enzimas, hormonas, proteínas
de almacenamiento, como las que se encuentran en los huevos de las aves y de los reptiles y en las
semillas; proteínas de transporte como la hemoglobina; proteínas contráctiles, del tipo de las que se
encuentran en el músculo; inmunoglobulinas (anticuerpos); proteínas de membrana y muchos tipos
diferentes de proteínas estructurales . Su diversidad funcional es abrumadora. En estructura, sin
embargo, todas siguen el mismo esquema simple: todas son polímeros de aminoácidos, dispuestos
en una secuencia lineal. Son moléculas muy grandes compuestas de cadenas largas de
aminoácidos, conocidas como cadenas polipeptídicas. A partir de sólo veinte
aminoácidos diferentes usados para hacer proteínas se puede sintetizar una inmensa
variedad de diferentes tipos de moléculas proteínicas, cada una de las cuales cumple
una función altamente específica en los sistemas vivos.

Las moléculas de proteínas contienen frecuentemente varias centenas de aminoácidos. Así, el


número de diferentes secuencias de aminoácidos y, por lo tanto, la posible variedad de moléculas de
proteínas es enorme, casi tan enorme como el número de diferentes oraciones que pueden
escribirse con nuestro alfabeto de 28 letras. Sin embargo, los organismos tienen sólo una fracción
muy pequeña de las proteínas que son teóricamente posibles. La bacteria unicelular Escherichia coli,
por ejemplo, contiene simultáneamente entre 600 y 800 clases diferentes de proteínas, y la célula de
un vegetal o de un animal tiene varias veces esa cantidad. En un organismo complejo hay, cuando
menos, varios miles de proteínas diferentes, cada una con una función especial y cada una
específicamente adecuada para esa función por su naturaleza química única. Aminoácidos: las
unidades estructurales de las proteínas Cada aminoácido tiene la misma estructura fundamental: un
átomo de carbono central unido a un grupo amino (–NH2), a un grupo carboxilo (–COOH) y a un
átomo de hidrógeno. En cada aminoácido también hay otro átomo o grupo de átomos (designado
como ―R‖) unido al carbono central. En teoría es posible la existencia de una gran variedad de
aminoácidos distintos, pero solamente veinte tipos diferentes se utilizan para construir las proteínas
y siempre los mismos veinte, ya se trate de una célula bacteriana, de una célula vegetal o de una
célula de nuestro propio organismo. Las únicas diferencias entre estos veinte aminoácidos radican en
sus grupos laterales (R). En ocho de las moléculas, el grupo lateral está formado por cadenas cortas o
por anillos de carbono e hidrógeno; como podemos imaginar, dichos grupos son no polares y por lo
tanto son hidrofóbicos. Los grupos laterales de siete de los aminoácidos restantes tienen cadenas
laterales que son ácidos débiles o bases débiles; dependiendo del grupo lateral en particular y del pH
de la solución, pueden estar negativa o positivamente cargados. En otro ejemplo de una reacción de
condensación, la ―cabeza‖ amino de un aminoácido se puede unir a la ―cola‖ carboxilo de otro, por
la eliminación de una molécula de agua. La unión covalente que se forma se conoce como enlace
peptídico y la molécula que surge de la unión de muchos aminoácidos se llama polipéptido. La
secuencia de aminoácidos en la cadena polipeptídica determina el carácter biológico de la molécula
proteica; aun una pequeña variación en la secuencia puede alterar o destruir la manera de funcionar
de la proteína. Para ensamblar los aminoácidos en proteínas, una célula no sólo debe tener una
cantidad bastante grande de aminoácidos, sino también suficiente cantidad de cada tipo.

Funciones biológicas de las proteínas Proteínas estructurales Colágeno, seda, cubiertas virales,
microtúbulos Proteínas reguladoras Insulina, ACTH, hormona de crecimiento Proteínas contráctiles
Actina, miosina Proteínas de transporte Hemoglobina, mioglobina Proteínas de almacenamiento
Clara de huevo, proteína de las semillas Proteínas de defensa en la Anticuerpos, complemento sangre
de los vertebrados. Proteínas de membrana Receptores, proteínas de transporte de membrana,
antígenos Toxinas Toxina botulínica, toxina de la difteria. Enzimas Sacarasa, pepsina.

Proteínas fibrosas En general, las proteínas fibrosas tienen una secuencia repetida de aminoácidos y,
por lo tanto, una estructura redundante, regular. Un ejemplo es el colágeno, que constituye
aproximadamente un tercio de toda la proteína de los vertebrados. La molécula básica de colágeno
está compuesta de tres polipéptidos muy largos (alrededor de mil aminoácidos por cadena). Estos
tres polipéptidos, constituidos por grupos repetidos de aminoácidos, se mantienen unidos por
puentes de hidrógeno que enlazan a los aminoácidos de diferentes cadenas formando una espiral
cerrada. Las moléculas pueden enroscarse tan cerradamente porque cada tres aminoácidos se
encuentra una glicina, que es el más pequeño de todos. Las moléculas de colágeno se empaquetan y
forman fibrillas , que a su vez se asocian en fibras de mayor tamaño. El colágeno constituye en
realidad una familia de proteínas. Diferentes tipos de moléculas de colágeno contienen polipéptidos
con secuencias ligeramente diferentes de aminoácidos. Las estructuras más grandes, formadas a
partir de los diferentes tipos de moléculas, desempeñan una variedad de funciones en el cuerpo.
Consideremos una vaca: los tendones, que unen el músculo al hueso, están constituidos de fibras de
colágeno en haces paralelos; así dispuestos son muy fuertes, pero no se estiran. En contraste, el
cuero de la vaca está constituido por fibrillas de colágeno dispuestas en una malla entrelazada que se
deposita en láminas. Incluso sus córneas (las cubiertas transparentes de los globos oculares) están
compuestas de colágeno. Cuando el colágeno se hierve en agua, los polímeros se dispersan en
cadenas más cortas, que conocemos como gelatina. Otras proteínas fibrosas incluyen a la queratina,
la seda y la elastina, esta última presente en el tejido elástico de los ligamentos. Proteínas globulares
Como vimos, algunas proteínas estructurales son globulares. Por ejemplo, los microtúbulos, que
funcionan de diversas maneras dentro de la célula, están constituidos por proteínas globulares. Estas
proteínas se asocian para formar tubos largos y huecos, tan largos que su longitud total pocas veces
puede observarse en un solo corte microscópico. Los microtúbulos desempeñan un papel crítico en la
división celular. También participan en el esqueleto interno, que da rigidez a ciertas partes del cuerpo
celular, y además parecen funcionar a modo de andamios durante el trabajo de construcción celular.
Por ejemplo, la formación de una nueva pared celular en una planta puede predecirse por la
aparición en esa zona de un gran número de microtúbulos; cuando la pared de una célula vegetal se
está formando o creciendo, y en el exterior de la membrana celular se están depositando fibrillas de
celulosa, dentro de la célula pueden detectarse microtúbulos, alineados en la misma dirección que
las fibrillas exteriores.

PROTEÍNAS: AMINOÁCIDOS. Las proteínas son moléculas formadas por cadenas lineales
de aminoácidos. El término proteína proviene de la palabra francesa protéine y ésta del griego
πρωτεῖος (proteios), que significa 'prominente, de primera calidad'.1 Por sus propiedades
físico-químicas, las proteínas se pueden clasificar en proteínas simples (holoproteidos), que
por hidrólisis dan solo aminoácidos o sus derivados; proteínas conjugadas (heteroproteidos),
que por hidrólisis dan aminoácidos acompañados de sustancias diversas, y proteínas
derivadas, sustancias formadas por desnaturalización y desdoblamiento de las anteriores. Las
proteínas son indispensables para la vida, sobre todo por su función plástica (constituyen el
80% del protoplasma deshidratado de toda célula), pero también por sus funciones
biorreguladoras (forman parte de las enzimas) y de defensa (los anticuerpos son proteínas).
Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las biomoléculas más
versátiles y diversas CLASIFICACION: HOLOPROTEINA: globulares filamentos y
aminoácidos. HETEROPROTEINA: aminoácidos y otras moléculas no proteicas y se
clasifican según el grupo de proteínas.

Los nucleótidos
Son moléculas complejas formadas por un grupo fosfato, un azúcar de cinco
carbonos y una base nitrogenada. Son los bloques estructurales de los ácidos
desoxirribonucleico (DNA) y ribonucleico (RNA), que transmiten y traducen la
información genética. Los nucleótidos también desempeñan papeles centrales en
los intercambios de energía que acompañan a las reacciones químicas dentro de
los sistemas vivos. El principal portador de energía en la mayoría de las
reacciones químicas que ocurren dentro de las células es un nucleótido que lleva
tres fosfatos, el ATP.

EL ADN Son biopolímeros, de elevado peso molecular, formados por otras subunidades
estructurales o monómeros, denominados nucleótidos. El descubrimiento de los ácidos
nucleicos se debe a Meischer (1869), el cual trabajando con leucocitos y espermatozoides de
salmón, obtuvo una sustancia rica en carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y un porcentaje
elevado de fósforo. A esta sustancia se le llamó en un principio nucleina, por encontrarse en el
núcleo. Años más tarde, se fragmentó esta nucleina, y se separó un componente proteico y un
grupo prostético, este último, por ser ácido, se le llamó ácido nucleico. En los años 30, Kossel
comprobó que tenían una estructura bastante compleja. En 1953, James Watson y Francis
Crick, descubrieron la estructura tridimensional de uno de estos ácidos, concretamente del
ácido desoxirribonucleico (ADN). la información con la que se fabrican las moléculas
necesarias para el mantenimiento de las funciones celulares está guardada en una molécula de
ácido nucleico llamada ácido desoxirribonucleico (ADN). En este apartado describiremos su
estructura y explicaremos cómo se almacena dentro del núcleo celular. En la década de los
cincuenta, el campo de la biología fue convulsionado por el desarrollo del modelo de la
estructura del ADN. James Watson y Francis Crick en 1953 demostraron que consiste en una
doble hélice formada por dos cadenas. El ADN es un ácido nucleico formado por nucleótidos.
Cada nucleótido consta de tres elementos: a. un azúcar: desoxirribosa en este caso (en el caso
de ARN o ácido ribonucleico, el azúcar que lo forma es una ribosa), b. un grupo fosfato y c.
una base nitrogenada Si la molécula tiene sólo el azúcar unido a la base nitrogenada entonces
se denomina nucleósido.
Las bases nitrogenadas que constituyen parte del ADN son: adenina (A), guanina (G), citosina
(C) y timina (T). Estas forman puentes de hidrógeno entre ellas, respetando una estricta
complementariedad: A sólo se aparea con T (y viceversa) mediante dos puentes de hidrógeno,
y G sólo con C (y viceversa) mediante 3 puentes de hidrógeno. Los extremos de cada una de
las hebras del ADN son denominados 5’-P (fosfato) y 3’–OH (hidroxilo) en la desoxirribosa.
Las dos cadenas se alinean en forma paralela, pero en direcciones inversas (una en sentido 5’
→ 3’ y la complementaria en el sentido inverso), pues la interacción entre las dos cadenas está
determinada por los puentes de hidrógeno entre sus bases nitrogenadas. Se dice, entonces, que
las cadenas son antiparalelas.
EL ARN El Ácido Ribonucleico está constituido por la unión de nucleótidos formados por
una pentosa, la Ribosa, unas bases nitrogenadas, que son Adenina, Guanina, Citosina y
Uracilo. No aparece la Timina. Los nucleótidos se unen formando una cadena con una
ordenación en la que el primer nucleótido tiene libre el carbono 5’ de la pentosa. El último
nucleótido tiene libre el carbono 3’. Por ello, se dice que la ordenación de la secuencia de
nucleótidos va desde 5’ a 3’ (5’ ® 3’). En la célula aparecen cuatro tipos de ARN, con
distintas funciones, que son el ARN mensajero, el ARN ribosómico, el ARN transferente y el
ARN heteronuclear. ARN mensajero (ARNm) ARN lineal, que contiene la información,
copiada del ADN, para sintetizar una proteína. Se forma en el núcleo celular, a partir de una
secuencia de ADN. Sale del núcleo y se asocia a ribosomas, donde se construye la proteína. A
cada tres nucleótidos (codon) corresponde un aminoácido distinto. Así, la secuencia de
aminoácidos de la proteína está configurada a partir de la secuencia de los nucleótidos del
ARNm. ARN ribosómico (ARNr) El ARN ribosómico, o ribosomal, unido a proteínas de
carácter básico, forma los ribosomas. Los ribosomas son las estructuras celulares donde se
ensamblan aminoácidos para formar proteínas, a partir de la información que transmite el
ARN mensajero. Hay dos tipos de ribosomas, el que se encuentra en células procariotas y en
el interior de mitocondrias y cloroplastos, y el que se encuentra en el hialoplasma o en el
retículo endoplásmico de células eucariotas. ARN transferente (ARNt) El ARN transferente o
soluble es un ARN no lineal. En él se pueden observar tramos de doble hélice intracatenaria,
es decir, entre las bases que son complementarias, dentro de la misma cadena. Esta estructura
se estabiliza mediante puentes de Hidrógeno. Además de los nucleótidos de Adenina,
Guanina, Citosina y Uracilo, el ARN transferente presenta otros nucleótidos con bases
modificadas. Estos nucleótidos no pueden emparejarse, y su existencia genera puntos de
apertura en la hélice, produciendo bucles. En el ARNt se distinguen tres tramos (brazos). En
uno de ellos, aparece una secuencia de tres nucleótidos, denominada anticodon. Esta
secuencia es complementaria con una secuencia del ARNm, el codon. En el brazo opuesto (2
en la figura), en el extremo 3' de la cadena, se une un aminoácido específico predeterminado
por la secuencia de anticodon. La función del ARNt consiste en llevar un aminoácido
específico al ribosoma. En él se une a la secuencia complementaria del ARNm, mediante el
anticodon. A la vez, transfiere el aminoácido correspondiente a la secuencia de aminoácidos
que está formándose en el ribosoma.
ARN heteronuclear (ARNhn) El ARN heteronuclear, o heterogéneo nuclear, agrupa a todos
los tipos de ARN que acaban de ser transcritos (pre-ARN). Son moléculas de diversos
tamaños. Este ARN se encuentra en el núcleo de las células eucariotas. En células procariotas
no aparece. Su función consiste en ser el precursor de los distintos tipos de ARN.
Comparación entre el ARN y el ADN ARN ADN Pentosa Ribosa Desoxirribosa Purinas
Adenina y Guanina Adenina y Guanina Pirimidinas Citosina y Uracilo Citosina y Timina

Papel central del carbono

Puede formar 4 enlaces covalentes con cuatro átomos diferentes y entre si Una
molécula orgánica deriva su configuración final de la dispo-sición de sus átomos
de C, esqueleto. De la configuración de-pende las propiedades y función dentro
de los sistemas vivos. Hidrocarburos, compuestos formados solo por C e H,
estructuralmente son el tipo más simple de moléculas orgánicas Derivan de los
restos de organismos que murieron hace millones de años. Son de poca
importancia en organismos vivos, pero de estos sale gasolina, etc.

Grupos funcionales

Determinan las propiedades químicas de las moléculas orgánicas Unidos al


esqueleto de C, reemplazando a uno o más de los H presentes en
el hidrocarburo. Ejm. Grupo –OH (hidroxilo). Cuando un H y un O se unen
covalentemente, un e exterior del O sobra, queda no apareado, no compartido,
puede entonces ser compartido con un electrón exterior que, de modo semejante,
quedo disponible en una átomo de C, formando así un enlace covalente con el C.
Conocer los grupos funcionales facilita reconocer moléculas particulares y
predecir sus propiedades. Ej. Grupo carboxilo –COOH, propiedades de
ácido Alcoholes, con sus grupos hidroxilos polares, tienden a ser solubles en
agua Metilo, grupos funcionales no polares, insolubles en agua. Aldehído
asociados con olores y sabores acres. Formaldehido. Mayoría de grupos
funcionales son polares y confieren solubilidad en agua.

Isómeros y actividad biológica

 Isómeros fórmula química, pero diferente en disposición de átomos Isómeros


estructurales: forma molecular, pero diferente forma de unión entre átomos.
Estos difieren en sus propiedades químicas. Isómeros ópticos o
enantiómeros: moléculas idénticas excepto en su geometría tridimensional,
“espejo”. Todos los aa se presentan en dos formas, los dos isómeros ópticos,
llamados forma L y forma D. Solo los aa L se encuentran comunmente en las
proteínas de los seres vivos

El factor energético

Los Enlaces covalentes que se encuentran comúnmente en las moléculas


orgánicas, son enlaces fuertes y estables, sus e se mueven alrededor de dos o
más núcleos atómicos. Estos enlaces pueden romperse por fuentes de energía,
kilocalorías, y después pueden volver a formar la misma molécula o una
diferente, lo cual depende de varios factores: la temperatura, la presión y los
átomos que estén disponibles. Dependiendo de las fuerzas relativas de los
enlaces rotos y de los formados se liberará o se obtendrá energía del medio
circundante. Los seres vivos utilizan enzimas para minimizar el uso de energía.

 El agua
Para poder entender las funciones del agua, su composición y el ciclo,
primero debemos definir qué es el agua: se trata de una sustancia cuyas
moléculas están compuestas por un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno. Es
un líquido inodoro –no tiene olor–, insípido –no tiene sabor– e incoloro –sin
color–.
El agua se está presente en diferentes estados, por lo que la encontraremos
en los distintos elementos naturales que están distribuidos por todo el planeta.
En su estado líquido fluye por ríos, arroyos y océanos. En su aspecto sólido
se encuentra en los polos, o cuando los lagos y ríos se congelan y se
convierten en hielo. Por último, el agua en forma gaseosa es el vapor y lo
encontramos en la atmósfera.
El 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua líquida y, de ella,
alrededor del 96% corresponde al agua salada que compone los océanos.
Cerca del 69% del restante 30% es el agua congelada de los polos. Solo
entre un 1% y un 4% corresponde al vapor de agua presente en la atmósfera.
Tipos de agua
Si bien su definición es aplicable a cualquier forma en la que se pueda
presentar, conviene aclarar que existen varios tipos de agua en función de
sus características químicas, físicas o biológicas:

 Potable: aquella destinada para el consumo humano.


 Dulce: se encuentra en la superficie terrestre de manera natural, así como en
ecosistemas subterráneos.
 Salada: posee una concentración de sales minerales disueltas de cerca del
35%. Se encuentra en océanos y mares.
 Salobre: tiene más sales disueltas que la dulce, pero menos que la salada.
 Dura: aquella que contiene un alto nivel de minerales disueltos.
 Blanda: en ella se encuentra disuelta una mínima cantidad de sales.
 Destilada: cuando ha sido purificada o limpiada mediante destilación.
 Residuales: cualquier tipo de agua cuya calidad está afectada negativamente
por la influencia del ser humano.
 Negras: contaminadas con heces u orina.
 Grises: también conocida como agua usada, es aquella que proviene del uso
doméstico.
 Cruda o bruta: no ha recibido ningún tratamiento y suele encontrarse en
fuentes y reservas naturales.
Composición del agua
En 1782, Henry Cavendish descubrió que la molécula de agua estaba
formada por dos elementos: un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno (H2O).
Estos elementos están unidos mediante enlaces covalentes. Hasta entonces
se pensaba que era un solo elemento.
La molécula de agua tiene una estructura no lineal. La distribución de los
átomos y el alto valor de electronegatividad del oxígeno genera la formación
de un dipolo que determina la polaridad del agua. Esta característica hace
que el agua tenga una buena conductividad eléctrica.
El agua es el solvente universal, dado que la gran mayoría de las sustancias
se pueden disolver en ella. Posee una cualidad adhesiva enorme, que es el
motivo por el que puede mojar objetos y cuerpos, gracias a la polaridad de
sus moléculas. Y, además, es un excelente conductor de la electricidad y del
calor.
Funciones para el ser humano

Otro aspecto que define qué es el agua se encuentra en las diferentes


funciones que ejerce. Todas ellas son vitales para la salud del planeta y de
los diferentes ecosistemas que lo componen, sean acuáticos o no. Pero
también aporta numerosos beneficios para la salud del ser humano:

 Transporta nutrientes hasta las células para la producción de energía y es el


medio en el que se disuelven los líquidos corporales.
 Facilita la eliminación de toxinas y el exceso de nutrientes por la orina.
 Una buena hidratación preserva la elasticidad, suavidad y tono de la piel.
 Regula la temperatura corporal.
 Mantiene hidratado el cerebro.
 Ayuda a la normalización de la tensión arterial.
 Produce las reacciones de hidrólisis en la digestión.
 Funciona como sostén, lubricante y amortiguador en las articulaciones.
Ciclo del agua

El ciclo del agua o el ciclo hidrológico es uno de los procesos bioquímicos


más importantes. El agua sufre una serie de transformaciones y
desplazamientos en los que va pasando por sus tres estados: líquido, sólido y
gaseoso.
Este ciclo se compone de varias etapas, que se desarrollan de forma sucesiva
y simultánea, y se repiten y compenetran con otras:

 Evaporación. El sol calienta los océanos y del resto de superficies acuáticas.


Se produce la evaporación y el aire se carga de humedad. En esta misma
fase del ciclo hidrológico estarían incluidas la transpiración y sudoración de
los seres vivos y la sublimación que se produce en la superficie de los
glaciares.
 Condensación. Cuando las moléculas de agua reducen su movilidad y se
unen sobre partículas sólidas suspendidas en el aire, se produce la
condensación al enfriarse el agua. Así se forman las nubes.
 Precipitación. Según se enfrían y condensan las gotas, crecen de tamaño y
acaban cayendo debido a su peso, produciéndose las lluvias.
 Derretimiento y aguas escurridas. El agua que cae sobre tierra firme regresa a
los ecosistemas acuáticos en forma de aguas filtradas hacia las superficies
subterráneas, por medio del escurrimiento por acción de la gravedad y la
topografía, o a través del derretimiento de los hielos en las estaciones cálidas

Propiedades del agua. Proveniente del latín aqua, es el término que se usa para
referirse al agua en estado líquida (entre 0°C y 100°C). Al encontrarse por
debajo de los 100°, el agua se mantiene intacta. Por esta razón existen los
océanos, mares, ríos, lagos o lagunas dispersos sobre la Tierra.
Características físicas y químicas
El agua es inodora, incolora, e insípida, es decir, no tiene un olor propio, no
tiene color ni sabor.4 Su importancia reside en que casi la totalidad de
los procesos químicos que suceden en la naturaleza, no solo en organismos
vivos sino también en la superficie no organizada de la tierra, así como los
que se llevan a cabo en laboratorios y en la industria, tienen lugar entre
sustancias disueltas en agua.5
La molécula de agua adopta una geometría no lineal, con los dos átomos de
hidrógeno formando un ángulo de 104,45 grados entre sí. 8 Esta configuración,
junto con la mayor electronegatividad del átomo de oxígeno le
confieren polaridad a la molécula, cuyo momento dipolar eléctrico es de
6,2x10-30 C m.9 Este carácter dipolar de la molécula de agua da lugar a la
formación de hasta cuatro enlaces de hidrógeno con moléculas
circundantes.10
Los enlaces por puentes de hidrógeno son enlaces por fuerzas de van der
Waals de gran magnitud, aunque son unas 20 veces más débiles que
los enlaces covalentes; son responsables de la dilatación del agua
al solidificarse, es decir, su disminución de densidad cuando se congela.
En estado sólido, las moléculas de agua se ordenan formando tetraedros,
situándose en el centro de cada tetraedro un átomo de oxígeno y en los
vértices dos átomos de hidrógeno de la misma molécula y otros dos átomos
de hidrógeno de otras moléculas que se enlazan electrostáticamente por
puentes de hidrógeno con el átomo de oxígeno. La estructura
cristalina resultante es muy abierta y poco compacta, menos densa que
en estado líquido. El agua tiene una densidad máxima de 1 g/cm³ cuando
está a una temperatura de 4 °C,11 característica especialmente importante en
la naturaleza que hace posible el mantenimiento de la vida en medios
acuáticos sometidos a condiciones exteriores de bajas temperaturas.
La dilatación del agua al solidificarse también tiene efectos de importancia en
los procesos geológicos de erosión. Al introducirse agua en grietas del suelo
y congelarse posteriormente, se originan tensiones que rompen las rocas.
Disolvente
El agua es descrita muchas veces como el solvente universal, porque
disuelve muchos de los compuestos sólidos, acuosos y gaseosos conocidos.
Sin embargo, no lo es (aunque es tal vez lo más cercano), porque no disuelve
a todos los compuestos y, de hacerlo, no sería posible construir ningún
recipiente para contenerla.
El agua es un disolvente polar, más polar, por ejemplo, que el etanol. Como
tal, disuelve bien sustancias iónicas y polares, como la sal de mesa (cloruro
de sodio). No disuelve, de manera apreciable, sustancias fuertemente
apolares, como el azufre en la mayoría de sus formas alotrópicas, además,
es inmiscible con disolventes apolares, como el hexano. Esta cualidad es de
gran importancia para la vida.
Esta selectividad en la disolución de distintas clases de sustancias se debe a
su capacidad para formar puentes de hidrógeno con otras sustancias que
pueden presentar grupos polares, o con carga iónica,
como: alcoholes, azúcares con grupos R-OH, aminoácidos y proteínas con
grupos que presentan cargas parciales + y − dentro de la molécula, lo que da
lugar a disoluciones moleculares. También, las moléculas de agua pueden
disolver sustancias salinas que se disocian formando disoluciones iónicas.
En las disoluciones iónicas, los iones de las sales orientan, debido al campo
eléctrico que crean a su alrededor, a los dipolos del agua, quedando
"atrapados" y recubiertos de moléculas de agua en forma de iones hidratados
o solvatados.
Algunas sustancias, sin embargo, no se mezclan bien con el agua,
incluyendo aceites y otras sustancias hidrofóbicas. Membranas celulares,
compuestas de lípidos y proteínas, aprovechan esta propiedad para
controlar las interacciones entre sus contenidos químicos y los externos, lo
que se facilita, en parte, por la tensión superficial del agua.
La capacidad disolvente es responsable de:

 Las funciones metabólicas.
 Los sistemas de transporte de sustancias en los organismos.
Sin embargo, la disolución de sustancias en el agua es la causa de la
contaminación de la misma: si se arrojan materiales sensibles al agua como
plástico o madera, en años (que podrían ser más de 100) se desintegran y
pasan a circular libre y peligrosamente por el agua. Esto es principalmente
malo para los animales acuáticos. Los más peligrosos contaminantes son:

 Arrojo de basura al agua (bolsas, botellas, maderas, restos de comida,


sustancias líquidas ácidas, etc), que con el tiempo se desintegra.
 Derrames petroleros: grandes accidentes sobre una plataforma petrolera
que derraman petróleo y toxinas en el mar/océano.
 Degradación de los naufragios: El rescate de pecios es importante, ya
que con el tiempo, los aviones y barcos sumergidos en el agua se
degradan y contaminan el agua. Una idea muy buena para rescatar pecios
sería destruyéndolos y llevarlos a la superficie de a pedazos (para que no
sean tan pesados), pero es inaceptable dejarlos en el fondo.
 Proceso de sustancias químicas: el arrojo de sustancias químicas muy
complejas al agua. La única forma que existe para separar estas
sustancias es con métodos científicos como la destilación.
Polaridad
Las moléculas de agua son muy polares, puesto que hay una gran diferencia
de electronegatividad entre el hidrógeno y el oxígeno. Los átomos de
oxígeno son mucho más electronegativos (atraen más a los electrones) que
los de hidrógeno, lo que dota a los dos enlaces de una fuerte polaridad
eléctrica, con un exceso de carga negativa del lado del oxígeno, y de carga
positiva del lado del hidrógeno. Los dos enlaces no están opuestos, sino que
forman un ángulo de 104,45° debido a la hibridación del átomo de oxígeno así
que, en conjunto, los tres átomos forman una molécula angular, cargado
negativamente en el vértice del ángulo, donde se ubica el oxígeno y,
positivamente, en los extremos de la molécula, donde se encuentran los
hidrógenos. Este hecho tiene una importante consecuencia, y es que las
moléculas de agua se atraen fuertemente, adhiriéndose por donde son
opuestas las cargas. En la práctica, un átomo de hidrógeno sirve como puente
entre el átomo de oxígeno al que está unido covalentemente y el oxígeno de
otra molécula. La estructura anterior se denomina enlace de hidrógeno o
puente de hidrógeno.
El hecho de que las moléculas de agua se adhieran electrostáticamente, a su
vez modifica muchas propiedades importantes de la sustancia que llamamos
agua, como la viscosidad dinámica, que es muy grande, o los puntos
(temperaturas) de fusión y ebullición o los calores de
fusión y vaporización, que se asemejan a los de sustancias de mayor masa
molecular.
Cohesión
La cohesión es la propiedad por la que las moléculas de agua se atraen
entre sí. Debido a esta interacción se forman cuerpos de agua por adhesión
de moléculas de agua, las gotas.
Los puentes de hidrógeno mantienen las moléculas de agua fuertemente
unidas, formando una estructura compacta que la convierte en un líquido casi
incompresible. Al no poder comprimirse puede funcionar en algunos animales
como un esqueleto hidrostático, como ocurre en
algunos gusanos perforadores capaces de agujerear la roca mediante
la presión generada por sus líquidos internos. Estos puentes se pueden
romper fácilmente con la llegada de otra molécula con un polo negativo o
positivo dependiendo de la molécula, o, con el calor.
La fuerza de cohesión permite que el agua se mantenga líquida a
temperaturas no extremas.
Adhesión
El agua, por su gran potencial de polaridad, cuenta con la propiedad de
la adhesión, es decir, el agua generalmente es atraída y se mantiene
adherida a otras superficies.
Tensión superficial[editar]

El efecto que produce al caer una gota de agua en la superficie del líquido.
Por su misma propiedad de cohesión, el agua tiene una gran atracción entre
las moléculas de su superficie, creando tensión superficial. La superficie del
líquido se comporta como una película capaz de alargarse y al mismo tiempo
ofrecer cierta resistencia al intentar romperla; esta propiedad contribuye a que
algunos objetos muy ligeros floten en la superficie del agua aun siendo más
densos que esta. A presión constante, el índice de tensión superficial del
agua disminuye al aumentar su temperatura.12
Debido a su elevada tensión superficial, algunos insectos pueden estar sobre
ella sin sumergirse e, incluso, hay animales que corren sobre ella, como
el basilisco. También es la causa de que se vea muy afectada por
fenómenos de capilaridad.
Las gotas de agua son estables también debido a su alta tensión superficial.
Esto se puede ver cuando pequeñas cantidades de agua se ponen en
superficies no solubles, como el vidrio, donde el agua se agrupa en forma de
gotas.
Acción capilar
El agua cuenta con la propiedad de la capilaridad, que es la propiedad de
ascenso, o descenso, de un líquido dentro de un tubo capilar. Esto se debe a
sus propiedades de adhesión y cohesión.
Cuando se introduce un capilar en un recipiente con agua, esta asciende
espontáneamente por el capilar como si trepase "agarrándose" por las
paredes, hasta alcanzar un nivel superior al del recipiente, donde la presión
que ejerce la columna de agua se equilibra con la presión capilar. A este
fenómeno se debe, en parte, la ascensión de la savia bruta, desde las raíces
hasta las hojas, a través de los vasos leñosos.
Calor específico
Esta propiedad también se encuentra en relación directa con la capacidad del
agua para formar puentes de hidrógeno intermoleculares. El agua puede
absorber grandes cantidades de calor que es utilizado para romper los
puentes de hidrógeno, por lo que la temperatura se eleva muy lentamente.
El calor específico del agua se define como la cantidad de energía necesaria
para elevar la temperatura, en un grado Celsius, a un gramo de agua en
condiciones estándar y es de 1 cal/°C•g, que es igual a 4,1840 J/K•g.
Esta propiedad es fundamental para los seres vivos (y la Biosfera en general)
ya que gracias a esto, el agua reduce los cambios bruscos de temperatura,
siendo un regulador térmico muy bueno. Un ejemplo de esto son las
temperaturas tan suaves que hay en las zonas costeras, que son
consecuencias de estas propiedad. También ayuda a regular la temperatura
de los animales y las células permitiendo que el citoplasma acuoso sirva de
protección ante los cambios de temperatura. Así se mantiene la temperatura
constante.
La capacidad calorífica del agua es mayor que la de otros líquidos.
Para evaporar el agua se necesita mucha energía. Primero hay que romper
los puentes y posteriormente dotar a las moléculas de agua de la suficiente
energía cinética para pasar de la fase líquida a la gaseosa. Para evaporar un
gramo de agua se precisan 540 calorías, a una temperatura de 100 °C.
Temperatura de fusión y evaporación
Presenta un punto de ebullición de 100 °C (373,15 K) a presión de
1 atmósfera (se considera como estándar para la presión de una atmósfera la
presión promedio existente al nivel del mar). El calor latente de evaporación
del agua a 100 °C es 540 cal/g
Tiene un punto de fusión de 0 °C (273,15 K) a presión de 1 atm, sin
embargo, nuevos estudios por parte de un equipo de químicos de
la Universidad de Utah (EE. UU.), han demostrado que el agua no
se fusiona completamente a 0 °C sino que es a -13 °C que el hielo se
solidifica por completo.13 El calor latente de fusión del hielo a 0 °C es 80 cal/g
(o 335 J/g). Tiene un estado de sobreenfriado líquido a −25 °C.
La temperatura crítica del agua, es decir, aquella a partir de la cual no puede
estar en estado líquido independientemente de la presión a la que esté
sometida, es de 374 °C y se corresponde con una presión de
217,5 atmósferas.
Densidad
La densidad del agua líquida es muy estable y varía poco con los cambios de
temperatura y presión.
A la presión normal (1 atmósfera), el agua líquida tiene una mínima densidad
a los 100 °C, donde tiene 0,958 kg/L. Mientras baja la temperatura, aumenta
la densidad (por ejemplo, a 90 °C tiene 0,965 kg/L) y ese aumento es
constante hasta llegar a los 4,0 °C, donde alcanza su máxima densidad:
1 kg/L.
Cristalización
A partir de ese punto, al bajar la temperatura, la densidad comienza a
disminuir, aunque muy lentamente, hasta que a los 0 °C disminuye hasta
0,9999 kg/L. Cuando pasa al estado sólido (a 0 °C), ocurre una brusca
disminución de la densidad pasando de 0,9999 kg/L a 0,917 kg/L.
La cristalización es el proceso por el que el agua pasa de su estado líquido al
sólido cuando la temperatura disminuye de forma continua convirtiéndolo en
hielo.
Otras propiedades

 pH neutro, en presencia de CO2 se vuelve ligeramente ácido.


 Con ciertas sales forma hidratos.
 Reacciona con los óxidos de metales formando bases.
 Es catalizador en muchas reacciones químicas.
 Presenta un equilibrio de autoionización, en el cual hay iones H3O+ y OH−.

Destilación
 Agua destilada
Para obtener agua químicamente pura es necesario realizar
diversos procesos físicos de purificación ya que el agua es capaz de
disolver una gran cantidad de sustancias químicas, incluyendo gases.
Se llama aguadestilada al agua que ha sido evaporada y
posteriormente condensada. Al realizar este proceso se eliminan casi la
totalidad de sustancias disueltas y microorganismos que suele contener el
agua y el resultado es prácticamente la sustancia química pura H2O.
El agua pura no conduce la electricidad, pues está libre
de sales y minerales.
La coexistencia de las fases sólidas, líquidas y gaseosas pero, sobre todo, la
presencia permanente de agua líquida, es vital para comprender el origen y la
evolución de la vida en la Tierra tal como es. Sin embargo, si la posición de la
Tierra en el Sistema Solar fuera más cercana o más alejada del Sol, la
existencia de las condiciones que permiten a las formas del agua estar
presentes simultáneamente serían menos probables.
La masa de la Tierra permite mantener la atmósfera. El vapor de agua y
el dióxido de carbono en la atmósfera causan el efecto invernadero, lo que
ayuda a mantener relativamente constante la temperatura superficial. Si el
planeta tuviera menos masa, una atmósfera más delgada causaría
temperaturas extremas no permitiendo la acumulación de agua excepto en los
casquetes polares (como en Marte). De acuerdo con el modelo nébula
solar de la formación del Sistema Solar, la masa de la Tierra se debe en gran
parte a su distancia al Sol.
La distancia entre el Sol y la Tierra y la combinación de radiación
solar recibida y el efecto invernadero en la atmósfera aseguran que su
superficie no sea demasiado fría o caliente para el agua líquida. Si la Tierra
estuviera más alejada del Sol, el agua líquida se congelaría. Si estuviera más
cercana, su temperatura superficial elevada limitaría la formación de las capas
polares o forzaría al agua a existir solo como vapor. En el primer caso, la baja
reflectibilidad de los océanos causaría la absorción de más energía solar. En
el último caso, la Tierra sería inhabitable (al menos por lasformas de vida
conocidas) y tendría condiciones semejantes a las del planeta Venus.
Las teorías Gaia proponen que la vida se mantiene adecuada a las condiciones por
sí misma al afectar el ambiente de la Tierra.
Estado sólido
Hielo
Al estar el agua en estado sólido, todas las moléculas se encuentran unidas
mediante un enlace de hidrógeno, que es un enlace intermolecular y forma una
estructura parecida a un panal de abejas, lo que explica que el agua sea menos
densa en estado sólido que en el estado líquido. La energía cinética de las
moléculas es muy baja, es decir que las moléculas están casi inmóviles.
El agua glacial sometida a extremas temperaturas y presiones criogénicas adquiere
una alta capacidad de sublimación, al pasar de sólida a vapor por la acción
energética de los elementos que la integran —oxígeno e hidrógeno— y del calor
atrapado durante su proceso de congelación-expansión. Es decir, por su situación de
confinamiento a grandes profundidades se deshiela parcialmente, lo cual genera
vapor a una temperatura ligeramente superior del helado entorno, suficiente para
socavar y formar cavernas en el interior de los densos glaciales. Estas grutas, que
además contienen agua proveniente de sistemas subglaciales, involucran a las tres
fases actuales del agua, donde al interactuar en un congelado ambiente subterráneo
y sin la acción del viento se transforman en el cuarto estado del agua: plasma
semilíquido o gelatinoso.
Agua cambiando de estado sólido a líquido.
Estado líquido
Cuando el agua está en estado líquido, al estar a mayor temperatura, aumenta la
energía cinética de las moléculas, por lo tanto el movimiento de las moléculas es
mayor produciendo rotura en los enlaces de hidrógeno quedando algunas moléculas
sueltas y la mayoría unidas. Es un estado de la agregación de la materia en forma
de fluido altamente incompresible.
Estado gaseoso
Vapor de agua
Cuando el agua es gaseosa, la energía cinética es tal que se rompen todos los
enlaces de hidrógeno quedando todas las moléculas libres. El vapor de agua es tan
invisible como el aire; el vapor que se observa sobre el agua en ebullición o en el
aliento emitido en aire muy frío, está formado por gotas microscópicas de agua
líquida en suspensión; lo mismo que las nubes.

 Moléculas biológicas

 Carbohidratos

 Lípidos

 Proteínas

 Ácidos nucleicos: ADN y ARN

Características generales de los seres vivos

Célula

 Características generales

 Diferencias entre células procariotes y eucariotes


 Célula procariote: estructura general

 Célula eucariote:

 Membrana: modelo del mosaico fluido

 Citoplasma: Organelas y sus funciones

 Núcleo

 Ciclo celular: fases

 Reproducción celular:

 Mitosis

 Meiosis

Expresión genética

 Dogma central de la biología molecular

 Replicación del ADN

 Transcripción

 Traducción

Evolución: conceptos generales:

 Selección natural

 Especiación

Ecología: Conceptos Generales

 Niveles de organización ecológica

 Redes tróficas

 Ecosistemas

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