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un Camino de
Encuentro
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Pastoral de Misiones
Diócesis de Escuintla
BIENVENIDA
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bienvenida, deseándonos buena participación y un corazón abierto a la Palabra
de Dios.
Para profundizar
Pablo no usa la palabra Sinodalidad, , pero en su mensaje sobre la Iglesia habla
que ella es el Cuerpo de Señor. En este cuerpo eclesial hay unidad y al mismo
tiempo diversidad y para explicarlo lo compara con el cuerpo humano. En este
cuerpo todos los miembros son importantes, son necesarios, ninguno sobra,
porque cada uno tiene una tarea para el bien de todo el cuerpo. Y agrega Pablo
algo muy importante: todos los miembros del cuerpo gozan de la misma dignidad
por el Bautismo. Esto significa que en la Iglesia todas las personas somos iguales
con la misma dignidad, puesto que todas recibimos la plenitud del Espíritu. Por
esta razón, agrega Pablo en Gálatas 3, 28, que “ya no importa el ser judío o
griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos
ustedes son uno.”
ORACIÓN
Nos colocamos en rueda en torno al camino que hemos dibujado en el suelo.
• ¿Qué vemos? ¿Qué representa este símbolo que hemos preparado?
• ¿Qué hay en este camino?
• ¿Qué está en el centro del camino? ¿Por qué?
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Rezamos en dos coros la Oración: Haciendo camino juntos
(Nos ofrecemos la mano unos a otros mientras recitamos juntos el estribillo)
Toma mi mano hermana, Toma mi mano luz que ilumina, Brújula que guía. Él es
hermano Porque el camino es duro, el Camino.
camino es largo. Si caminamos juntos Toma mi mano hermana, ...
será más fácil Levantarnos de nuevo si
tropezamos. Tú sentirás mi mano que te Coro 1: Señor, somos tu pueblo Y en tu
sostiene Yo sentiré tu mano si acaso nombre estamos, hoy reunidos. Juntos
caigo. como hermanos, en el camino, Que
abrió para nosotros nuestro Bautismo
Coro 1: No somos granos sueltos, somos Un corazón solo y un alma sola Y en
espigas. No somos uvas solas, somos medio nuestro, hermano, va Jesucristo.
racimo Dios nos llama a su viña, Él nos
invita A gozar de su vida, de su cariño. Toma mi mano hermana, …
Con nosotros camina, Jesús Amigo, Nos
comparte su pan, y nos da su fresco . Coro 2: A caminar juntos nos ha
invitado, Este hermano nuestro, el papa
Toma mi mano hermana, ... Francisco, Nos mantendremos juntos
como un racimo, que nadie ha de
Coro 2: Si caminamos juntos y perderse en este camino. Compartiendo
compartimos Dolores e ilusiones, la vida, luchas y penas nacerá la
sueños y penas, Crecerá la esperanza esperanza entre los espinos. Que con
entre los espinos, Que con nosotros nosotros viene, Jesús amigo.
viene, Jesús Amigo. El es verdad y vida,
Toma mi mano hermana, …
BIENVENIDA
El animador o animadora da la
bienvenida a todos y todas
deseándoles que se sientan a gusto, con deseos de caminar juntos, juntas, a la
luz de la Palabra de Dios.
Para profundizar
Cuando los hebreos salieron de Egipto, en aquella primera Pascua de liberación,
fueron acompañados por muchos esclavos de otras etnias y pueblos (Éxodo
12,38). Se fueron haciendo un pueblo a medida que caminaban por el desierto,
uniéndose a diferentes grupos y pueblos que ansiaban la liberación. Soñaban
con una tierra donde poder organizar una sociedad más igualitaria. La llamaban
la “tierra prometida”
Hace como cien años atrás llegaron también unos grupos que venían huyendo
de la esclavitud en Egipto. Los había conducido hasta aquí un gran líder llamado
Moisés y habían pasado cuarenta años en el desierto soñando con una sociedad
sin esclavitud. Aquí se unieron a los antiguos esclavos cananeos y se asimilaron a
esta manera de vivir. Ellos aportaron su fe en un Dios Liberador llamado Yahvé.
Después de un tiempo, todos nuestros antepasados lo aceptaron como su Dios.
La fe en Yahvé garantizaba que esta sociedad siguiera siendo igualitaria. Nos
hemos dado una organización basada en familias extensas, también llamadas
clanes. No tenemos un rey con su palacio donde viven en el lujo a costillas de los
campesinos; nosotros tenemos Jueces y Juezas elegidos por las Tribus. La mujer
tiene la misma igualdad que el varón, ya ven yo soy Jueza ahora. No tengo
palacio, sino que gobierno desde este lugar lleno de palmeras. Aquí la gente
viene y presentan sus problemas y conflictos y los vamos resolviendo en bien de
todos. No almacenamos los productos del campo, sino que los distribuimos
entre todos. No hay esclavos entre nosotros. Las decisiones que atañen a toda la
Confederación las tomamos en asambleas participativas. Tampoco tenemos
templos con sacerdotes pagados. Los jefes de familia hacen las bendiciones y
celebraciones en memoria de las acciones liberadoras de Yahvé. No tenemos un
ejército profesional, como en las ciudades estado, sino un ejército popular, para
defendernos cuando nos atacan. Está formado por campesinos que cuando
termina la guerra vuelven a sus campos a seguir trabajando. Yo soy también
generala de este ejército. Ahora acabamos de ganar una batalla contra los
cananeos que nos atacaron para dominarnos, robar nuestros productos y
llevarnos como esclavos y esclavas a sus ciudades-Estado. Nos ayudó una mujer,
Jael, de una tribu que no pertenece a la Confederación, pero con la que nos
mantenemos en buenas relaciones de vecindad.
Verán, nuestro ejército había vencido al ejército cananeo del Rey Jabín. Yahvé
nos ayudó enviando una lluvia intensa que desató la furia de los torrentes de
esta montaña. El ejército cananeo venía con grandes carros de guerra que se
empantanaron y nuestros soldados aprovecharon para matarlos. El general
Sísara, que comandaba a los cananeos, huyó a pie y se refugió en la tienda de
campaña de Jael, la mujer de la tribu Quenita. Allí le pidió de comer y refugio.
Jael le dio alimento y lo hizo acostar en su tienda, pero cuando se durmió lo
mató clavándole una estaca en la sien. Ella se solidarizó con nuestro pueblo que
ganó así una batalla importante en defensa de nuestra sociedad igualitaria.
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Diálogo comunitario:
¿Qué nos ha resultado más iluminador de este caminar del pueblo de la Biblia?
¿Cómo vivían la Sinodalidad, en las montañas de Canaán?
¿En nuestra cultura, qué prácticas conocemos que podríamos llamar sinodales?
¿Cómo hacen causa común los pueblos originarios en América Latina?
ORACIÓN
Nos colocamos en rueda en torno al camino que hemos dibujado en el suelo, en
la reunión pasada y que nos acompañará durante estas reflexiones. Será nuestro
“camino sinodal”
Animador/a: El camino sinodal se alimenta de una espiritualidad sinodal. Tenemos
que cultivar relaciones de cooperación, ayuda muta, solidaridad, de lo contario
no habrá Sinodalidad, . Hemos colocado en el camino un plato con tierra y otro
con semillas. Quienes deseen pueden pasar a sembrar unas semillas en la tierra y
hacer una oración pidiendo al Señor que nos ayude a caminar juntos, en un
compromiso de mayor hermandad, para ayudar a crecer el Reino de Dios dentro
y fuera de la Iglesia. A cada intención respondemos: Padre Dios, ayúdanos a hacer
juntos un camino de Sinodalidad, como hicieron los pueblos de la Biblia.
Para terminar:
Padre nuestro... Nos bendecimos unos a otros y otras: En el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Podemos decir que hemos vivido la Sinodalidad, desde que nacimos como
comunidad porque nos organizamos en “asamblea”. Todo pasa por la asamblea
que realizamos una vez al año. Todo se decide ahí: el tema que se va a
reflexionar en las Comunidades de nuestra parroquia todo el año, con quien se
articularan, las actividades, fechas y responsables. En la asamblea, todos y todas
tenemos la misma voz, curas, laicos y religiosas, todos somos compañeros de
camino.
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También se realizan mensualmente asambleas por comunidad. En asamblea se
resuelve todo. Se evalúa la vida de la comunidad y se median los conflictos. Esta
práctica sinodal nos ha hecho crecer en discusión, porque es espacio donde se
vive la igualdad y la circularidad. También vivimos la Sinodalidad, al hacer
camino con otros grupos de catequistas y otras experiencias de la Iglesia
católica que nos son Comunidades de nuestra parroquia , pero que están
caminando en el mismo sentido que nosotros. De la misma manera tenemos
muchas articulaciones con programas del estado provincial y nacional, con otras
Iglesias y con movimientos sociales.
El primer paso es “hacerse equipo” para tener una relación de amistad con las
comunidades, conocer cómo se organizan, cómo trabajan, y tener una meta en
común para salir adelante en unión con ellas.
El segundo paso es “acercarse al pueblo”, para ello se tienen reuniones
mensuales con los animadores de las comunidades para ver con ellos qué se
puede hacer y si es necesaria la presencia del sacerdote.
El tercer paso es “desatar procesos liberadores” – por ejemplo: cuando hay
conflictos en la comunidad se acompaña particularmente desde la familia.
El cuarto paso es “la Palabra de Dios en manos del Pueblo”. Por ejemplo, en las
misas el pueblo comparte la Palabra, aporta y no solo el sacerdote.
Finalmente, el quinto paso es “el diálogo constante” que lo hacemos entre
provincias. Cada mes se reúne el equipo para ver cómo están las comunidades,
que se cambia o qué se planea con ellas.
Trabajo en grupos:
¿Qué nos llama más la atención de estas dos experiencias?
¿En qué se parecen? ¿En qué se diferencian?
¿Qué nos aportan para el caminar sinodal de nuestra comunidad?
Puesta en común:
Los dos grupos comparten lo que han reflexionado. Luego, colocamos una vela
encendida al lado del libro de la Palabra de Dios, diciendo: “Las Comunidades de
nuestra parroquia iluminan el camino de las Comunidades de nuestra
parroquia .” Si es una reunión virtual, todos y todas podemos tener una vela
frente al monitor de nuestra computadora o la pantalla del celular, junto a
nuestra Biblia.
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COMPARTAMOS LA PALABRA EN COMUNIDAD
Acerquémonos a una de las experiencias más profundas que refleja un camino
sinodal de Dios con su pueblo y de su pueblo con Dios.
Animador/a: Invitamos a alguno de los presentes a invocar al Espíritu Santo para
recibir la Palabra de Dios.
Lectura: Apocalipsis 22, 1-5.
• ¿Qué símbolos aparecen en el texto? Los nombramos.
• Busquemos entre los símbolos que tenemos y los colocamos en un camino,
ubicado al centro de nuestra reunión presencial. Si es virtual, podemos pedir a
alguien de la comunidad que tenga todos los símbolos y los coloque en un
camino. Podemos ir repitiendo como un eco el texto del Apocalipsis (Por
ejemplo: Hay un río de agua de vida; hay árboles; los árboles dan frutos todos los
meses del año, etc.)
• Identifiquemos en el Texto la presencia de la Trinidad: (¿A quién representa el río
de agua que da vida? ¿Quién está en el trono? ¿Quién es el Cordero?)
• ¿Qué rasgos de Sinodalidad, encontramos en este actuar comunitario de Dios?
(Por ejemplo: Padre, Hijo y Espíritu Santo trabajan juntos y el fruto de su trabajo
es una vida plena llena de felicidad para el pueblo)
• ¿Qué rasgos de Sinodalidad, encontramos a través de los símbolos que
aparecen? (Por ejemplo: ¿Qué pasa si no hay agua?; ¿Qué pasa si ningún árbol da
frutos? ¿Qué pasa si no hay plantas medicinales?)
• ¿Cómo enriquecer nuestras prácticas sinodales a partir de la reflexión de este
texto?
Para profundizar
En el Nuevo Testamento vemos cómo Jesús hace causa común con los pobres de
su tiempo. Con ellos trabajó en equipo. Sí, en equipo. Jesús se organizó
“sinodalmente”. La primera acción pastoral que realizó
Jesús fue llamar a mujeres y hombres a caminar con él haciendo el bien por los
caminos polvorientos de Galilea. Y es que Jesús sentía que Dios Padre actuaba en
él y la fuerza que lo desbordaba con Amor infinito mostró un camino tan
apasionante, que muchas personas quisieron caminar a su lado. Esto lo vemos en
las primitivas comunidades cristianas a lo largo de todo el Nuevo Testamento.
Cada comunidad de forma creativa construyó un camino sinodal y quienes las
acompañaron entendieron que los ministerios eran servicios, no puestos de
privilegio.
Compromisos:
• ¿Qué compromisos hemos de asumir en la comunidad para dar y multiplicar la
vida para todos y todas?
• ¿Qué pasos dar para acercarnos respetuosamente a otras Iglesias no católicas de
nuestro sector?
ORACIÓN
Nos colocamos en torno al camino. Rezamos juntos/as esta hermosa oración que
el papa Francisco ha escrito al final de una carta encíclica llamada “Fratelli tutti” y
quiere decir “A todos mis hermanos”. Así escribía san Francisco de Asís a sus
hermanos.
Oración al Creador
Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la
misma dignidad, infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal. Inspíranos un
sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz. Impúlsanos a crear
sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia,
sin guerras. Que nuestro corazón se abra a todos los pueblos y naciones de la tierra,
para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos
de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas. Amén.
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Para preparar el próximo encuentro ver el siguiente video: “KAMBAK – Huellas y
sueños” https://www.youtube.com/watch? v=gGYlHGOdpJk&list=
PLmebh5aITt7rv4b2NBD76sW26Elefrgye&index=12
PREPARACIÓN DEL
ENCUENTRO
Preparamos el lugar de la
reunión, con las sillas
colocadas en círculo, raíces
grandes, la soga de la vida y
los demás símbolos del
encuentro anterior.
En el centro del camino el
libro de la Palabra de Dios
abierto en el texto de
Romanos 16, 1-16.
En un rincón preparamos una mesita con algunas cosas como si fuera una tienda
de barrio, para el hecho de vida.
Cerca del camino que hemos hecho en el suelo y que acompaña todos nuestros
encuentros, colocamos cartulinas cortadas como si fueran ladrillos y
marcadores, una caja de cartón y cinta de pegar, para el momento de la oración.
Algo para compartir como: fruta, tortilla, jugo de frutas o cereales. Pan y fresco .
BIENVENIDA
El animador o animadora, o alguna persona de la comunidad que lo desee, da la
bienvenida a todos y todas deseándoles que se sientan a gusto, con deseos de
caminar juntos, juntas, a la luz de la Palabra de Dios y de la Palabra de nuestros
ancestros.
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Nos damos un abrazo de bienvenida, deseándonos buena participación y un
corazón abierto. Comencemos nuestro encuentro cantando: (Se sugiere: Signo
de Esperanza) https://www.youtube.com/watch?v=sp7Yt0SwQWw
Animador/a: Vamos a recordar algunas conclusiones del encuentro anterior. Los
y las invito a mirar los símbolos y hacer una lluvia de comentarios de lo que
quedó en nuestro corazón del encuentro anterior. (Se pueden hacer unas 4 o 5
intervenciones, antes de iniciar la reflexión del día.) Hoy reflexionaremos en cómo las
Comunidades de nuestra parroquia hacemos camino sinodal, desde la
diversidad de ministerios, en autonomía y comunión. Para esto compartamos el
siguiente hecho de vida. (Si es posible, dramatizarlo)
HECHO DE VIDA
- Comentarista: Estaba Estela atendiendo en su almacén, cuando llega Alicia.
- Estela: Qué bueno verte Alicia, hace rato que no venías a comprar nada...
- Alicia: Y si Estela, con este encierro no podía salir de casa. Me cuido porque así
también cuido a los demás.
- Estela: Eso está muy bien. ¿Qué necesitas?
- Alicia: Hoy, la comunidad se reúne en mi casa y tengo que dejar la cena pronta.
Aquí tengo la lista de lo que falta….
- Comentarista: Mientras Estela prepara el pedido de Alicia, siguieron
conversando:
- Estela: ¿La comunidad de ustedes se reúne en las casas de la gente? Aquí no
podemos. El párroco no nos deja reunir en las casas. Él dice que el templo es el
lugar para reunirse, porque es la casa de Dios y la Palabra debe leerse
solamente allí.
- Alicia: Pues es muy raro eso que dice el cura. En nuestra capilla el padre que va
a celebrar la misa nunca dice cosas así. Él no pretende dirigir nuestros asuntos,
dice que ya somos grandes, que todos tenemos que asumir nuestras
responsabilidades y que entonces la comunidad debe ser autónoma.
- Estela: ¿Autónoma? ¿Y eso qué significa?
- Alicia: ¡Huy! Significa que la comunidad reflexiona la Palabra de Dios, toma sus
decisiones y se organiza según las necesidades que vamos viendo y los
acuerdos que salen de las reuniones.
- Estela: A mí eso de AU-TÓ-NO-MA no me parece bien. Yo pienso que debemos
hacer lo que diga el padre, ¿no ves que él tiene el poder del Espíritu Santo? Él no
se equivoca cuando nos manda hacer las cosas, en cambio nosotros somos
ignorantes, podemos equivocarnos.
Alicia: Pues Estela, tienes razón en cuanto que él tiene el poder del Espíritu
Santo, pero resulta que nosotros, por nuestro bautismo, también lo tenemos.
Además, cuando nos reunimos en torno al Evangelio para tomar decisiones en
bien de toda la gente, ese poder comunitario es sagrado. Ya dijo Jesús que:
Donde dos o más se reúnen en su nombre, Él está presente.
- Estela: ¿Entonces para qué va el cura a la capilla si no puede mandar ni ordenar
lo que hay que hacer?
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- Alicia: No se crea, él tiene mucho que hacer. Tiene que escucharnos y
acompañarnos como un buen pastor, ese es su ministerio o servicio. Tiene que
ayudarnos a discernir, pero como una persona más de la comunidad. En esto no
tenemos problema porque somos como hermanos, cada uno aporta y sirve de
acuerdo con los dones que Dios le ha dado a cada uno.
- Estela: A lo mejor, nosotros deberíamos hacer lo mismo que ustedes. Creo que
seríamos más responsables...
- Alicia: La fórmula es autonomía y comunión. Uy me tengo que ir. ¡Que tengas
una buena noche Estela!
- Estela: ¡Ve con Dios Alicia!
Dialogo comunitario:
¿A cuál de las dos comunidades se parece nuestra comunidad? ¿Por qué?
¿Cuál creen que se parece más a las comunidades del Nuevo Testamento? Y
¿por qué?
Para profundizar
La comunidad cristiana de Roma, a la que Pablo escribe esta carta, fue fundada
unos diez años después de la Resurrección de Jesús. Estaba formada por varios
grupos en diferentes sectores de la ciudad, que se reunían diariamente en las
casas a la madrugada porque eran perseguidas, para la reflexión de la Palabra y
la oración. Aunque Pablo escribe la carta a los Romanos, él no fundó la
comunidad. Al momento de escribir, ya eran comunidades florecientes (1,8).
Parece que la comunidad fue fundada por la pareja Prisca o Priscila y Aquila. Es
significativo que cuando nombran a esta pareja, casi siempre nombran primero a
la mujer: Prisca.
Señal que desempeñaba un ministerio muy importante.
El capítulo 16 de la carta de Pablo a los Romanos es una clara muestra del trabajo
evangelizador que hacían en equipo. Todos y todas eran responsables de llevar
la Buena Nueva del Evangelio a todos los rincones del imperio.
Estos equipos muestran una riqueza ministerial extraordinaria y al mismo tiempo
dejan ver cómo las comunidades en los orígenes cristianos vivieron una
experiencia sinodal profunda.
Actualmente este dinamismo ministerial tan nítido en las Iglesias de los orígenes
fue ratificado en Aparecida cuando afirmó que “los laicos deben participar del
discernimiento, la toma de decisiones, la planeación y la ejecución” de los
trabajos misioneros (371) Razón por la cual la Iglesia, para hacer realidad esta
participación en comunión de todas y todos los bautizados como pueblo de Dios
que somos, debe abandonar las estructuras caducas, piramidales, jerárquicas
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que no permiten ni la autonomía para vivir la diversidad ministerial, ni la
comunión a la que nos llama la conversión sinodal.
ORACIÓN
Animador/a: Nos colocamos en rueda junto al camino. Esta caja representa
nuestra comunidad. Invito a quienes deseen, a tomar una cartulina en forma de
ladrillo y escribir qué servicio cumplimos en la comunidad o si recién estamos
comenzando qué servicio nos gustaría prestar. Cuando han escrito, los invita a
decirlo en voz alta y pegar el ladrillo en la “casa-comunidad”.
La “casa-comunidad” se construye con el servicio de todos y todas. Y la “casa-
comunidad” debe abrirse al barrio, a la vereda, para servir a las necesidades del
vecindario, desde nuestras posibilidades.
Vamos a hacer una oración de lo que nuestra comunidad quiere ser y hacer para
servir al Reino de Dios.
Todos/as:
Somos semillas del Reino plantadas en la tierra de este mundo. Con hondas
raíces en el pasado y una larga mirada hacia el futuro. Delante nuestro va el
Pastor, Jesús de Nazaret, y su Evangelio, Marca el camino que lleva hacia su
Reino. Enviadas en misión samaritana, Iglesias abiertas y en salida; Queremos ser
comunidades servidoras, atentas a la vida:
Todos/as:
Queremos servir al Reino que gratuito nos regalas escuchar al Espíritu, Señor,
cada mañana, Es la voz del Pastor que llama y nos envía a la fraterna misión de
ser entre la gente presencia de fe, de paz y de alegría. Queremos, en humilde
servicio, la vida hoy ofrecerte, Junto a los pobres, los humildes y sufrientes, los
caídos a la orilla del camino y olvidados, Con el arma de tu santa Palabra entre
las manos Hijas e hijos tuyos, Padre, y con Jesús en la unidad del Espirito Santo,
todos hermanos y hermanas. Amén
Enséñanos el camino,
muéstranos cómo
alcanzar la meta.
Impide que perdamos el rumbo
como personas débiles y pecadoras.
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