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El sistema de protección al trabajador contra los Accidentes del Trabajo, estuvo regido en
la República Dominicana por la referida Ley 385; en consonancia con la misma, todos los
trabajadores del país, sean obreros y empleados ( con excepción de los familiares), debían
ser cubiertos por una póliza de accidentes, garantizándoles servicios médicos y prestaciones
económicas en caso de sufrir accidentes (lesiones o muerte) causado por cualquier acto
inherente al trabajo, siempre que tales accidentes ocurrieran dentro del desempeño laboral.
En principio, la Ley 385 tenía por norte la prevención y atención de las victimas de
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (se dice en principio, atendiendo, que
en la practica el sistema fue inoperante), llevando consigo el pago de indemnizaciones y
pensiones a los trabajadores cuyos ingresos mensuales no fueran superior a cuatro salarios
mínimos.
Hasta el año 2006, la protección de los trabajadores frente a los riesgos derivados de su
trabajo venía principalmente regida por el Reglamento de Seguridad e Higiene Industrial,
norma que fue promulgada el 30 de diciembre de 1966. Debido al desarrollo tecnológico
experimentado en las últimas décadas en el país y a los cambios asociados en los procesos
de trabajo, esta norma acabó quedando obsoleta. La consecuencia de ello fue que la
mayoría de las empresas que implementaban programas de prevención en la República
Dominicana utilizaban como referencia normativas internacionales, en especial la
legislación estadounidense en materia de seguridad y salud laboral.
Esto cambió en el año 2006 con la promulgación del Decreto Nº 522-06, del 17 de octubre
de 2006, por el que se aprobó el Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, que
supone dispone de un notable desarrollo en cuanto a las obligaciones que conciernen a la
protección de la seguridad y salud de la población trabajadora. Aun así, existen algunos
riesgos específicos que siguen sin contar con una regulación nacional y que por lo tanto
deben observarse normas y estándares reconocidos internacionalmente.
Las dos principales normas por las que se regula la protección de la seguridad y salud de
los trabajadores son:
• Resolución nº 04/2007, del 30 de enero de 2007, por la que se establecen las Condiciones
Generales y Particulares de Seguridad y Salud en el Trabajo.
El ámbito de aplicación de ambas normas no varía, viniendo éste definido en el artículo 1
del Decreto nº 522-06 (Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo). En él se dispone
que dicha norma sea de aplicación a todas las ramas de actividades laborales que sean
ejecutadas en el ámbito del país, dentro de los límites previstos por el Principio III del
Código de Trabajo de la República Dominicana.
Ministerio de Trabajo: Es la más alta autoridad por ley en materia de administración del
trabajo asalariado.
Evaluación de riesgos
Vigilancia de la salud
Tal y como dispone la norma, todo empresario está obligado a garantizar a los trabajadores
a su cargo la vigilancia periódica de su estado de salud, en función de los riesgos inherentes
al trabajo. La vigilancia de la salud se llevará a cabo principalmente a través de
reconocimientos médicos iniciales y periódicos, no pudiendo éstos últimos presentar una
periodicidad que exceda un año.
Infracciones y sanciones
Las normas que regulan en el país la seguridad y salud laboral remiten al Libro Octavo del
Código de Trabajo (Ley nº 16-92, promulgada el 29 de mayo de 1992) la definición de las
sanciones correspondientes al incumplimiento de las obligaciones en materia de SST.
Cabe destacar que estas sanciones económicas pueden ser igualmente exigidas a
empresarios como a trabajadores. El matiz, sin embrago, radica en que en el caso de las
personas jurídicas, los administradores gerentes, representantes o directores de empresa
podrán además ser sancionados con penas de cárcel, en función de lo dispuesto en el
artículo 463 del Código Penal de la República Dominicana.
Formulario ATR-2.
Certificado Médico Original.
Acta de defunción.
Carta de reclamación de los interesados.
Actas de Nacimiento de los hijos menores del afiliado fallecido.
Acta de Matrimonio (si son casados).
Acta de Notoriedad (cuando no sea casado).
PARA NOTIFICAR UNA ENFERMEDAD PROFESIONAL: