Está en la página 1de 2

Los fines del derecho son la paz y la justicia, vocablos polisémicos; la paz incluye

la seguridad;17 por eso la guerra supone la suspensión del derecho. El jurista Rudolf von
Ihering en su Der Kampf ums Recht o La lucha por el Derecho (1872) sostuvo que la fuerza es
la base del derecho y que el derecho sin la fuerza es una utopía.18 Pero el derecho es la lucha
contra la injusticia:
Todo derecho en el mundo debió ser adquirido por la lucha; esos principios de derecho
que están hoy en vigor ha sido indispensable imponerlos por la lucha a los que no lo
aceptaban, por lo que todo derecho, tanto el derecho de un pueblo, como el de un
individuo, supone que están el individuo y el pueblo dispuestos a defenderlo. El
derecho no es una idea lógica, sino una idea fuerza; he ahí porque la justicia, que
sostiene en una mano la balanza donde pesa el derecho, sostiene en la otra la espada
que sirve para hacerle efectivo. La espada, sin la balanza, es la fuerza bruta, y la
balanza sin la espada, es el derecho en su impotencia; se completan recíprocamente:
y el derecho no reina verdaderamente, más que en el caso en que la fuerza
desplegada por la justicia para sostener la espada, iguale a la habilidad que emplea en
manejar la balanza.19

Causas de la guerra[editar]

La cosecha de la batalla (1918), óleo de Christopher Nevinson sobre la I Guerra Mundial

Buscar una o varias causas a las guerras ha sido una constante para muchos
historiadores y políticos con el fin de evitar posibles conflictos futuros o encontrar
culpables.20 Pero el jurista Papiniano afirmaba que "es más fácil cometer un crimen que
justificarlo" y el senador Hiram Johnson escribió ya en 1917 que «la primera víctima
cuando llega la guerra es la verdad». Autores como Brian Hayes señalan, sin embargo,
que hay consenso en tener como ciertas algunas causas.

Causas tradicionales[editar]
Una de las causas de la guerra es que dos naciones tengan diferencias profundas en
diversos temas, que solo pueden resolverse con la vía armada. El historiador
griego Tucídides afirma en su "Diálogo de los melios", incluido en su Historia de la guerra
del Peloponeso que "no es vergonzoso someterse a un enemigo más fuerte,
especialmente uno que está ofreciendo términos razonables... La justicia solo se tiene en
cuenta en el razonamiento de los hombres si las fuerzas son iguales en ambos lados; en
el caso contrario, los fuertes ejercen su poder y los débiles deben ceder ante ellos", pero
de hecho muchos inferiores no se someten a la razón sino a la guerra. Desde el punto de
vista socio-filosófico, se han avanzado muchas teorías sobre el origen y causa de la
guerra. La primera, más contundente, resumida, filosófica, racional (en cuanto a explicar el
origen de un fenómeno) es la que propone Platón en La República (tras afirmar que una
ciudad es feliz si se ocupa de disponer de lo necesario y nada más):
Si queremos tener bastantes pastos y tierras de labor, ¿tendremos necesidad de
usurpar algo a nuestros vecinos y nuestros vecinos harán otro tanto con nosotros, si
traspasando los límites de lo necesario, se entregan como nosotros al deseo insaciable
de enriquecerse? [...] ¿Haremos pues la guerra en pos de esto? [...] Hemos descubierto
nosotros el origen de este azote, que cuando descarga, acarrea funestos males a los
estados y a los particulares.

También podría gustarte