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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”
Educación Mención Inicial
Curso: Facilitación de los Aprendizajes en Familia y Comunidad.

APRENDIENDO A ESCUCHAR

Profesora: Participante:
-Dexy Guerrero. –Yolvelis Reyes.
C.I.N° 27.543.154

Santa Ana De Coro; Enero 2022


APRENDIENDO A ESCUCHAR
Dentro del listado de aprendizajes para tener éxito en la vida está el saber
escuchar. Este aprendizaje debe comenzar desde temprana edad y supone una
buena valoración del otro, del qué “que habla”, así como la comprensión de su
mensaje y una respuesta verbal o gestual sobre lo escuchado. Se trata de
escuchar para tener qué decir o qué hacer.
Escuchar adecuadamente es también señal de respeto y comprensión del
otro así como como muestra de poseer una “inteligencia comunicacional” que
hace posible entenderse con los demás, ya sea mediante el diálogo amistoso o
mediante el debate respetuoso de las ideas de cada quien.
Se “aprende” y se “enseña a escuchar” para convivir con los demás. Si
escucho al otro, éste estará obligado a escucharme. Los padres y maestros
“enseñan a escuchar” escuchando siempre a sus hijos y estudiantes. Dejarlos
hablar y escucharlos con atención es una manera de conocer sus ideas,
sentimientos, miedos, valores e intereses y de servir como modelo del buen hablar
y del buen escuchar.
Tanto los padres como los profesores deben procurar tener “buenas
relaciones”, “buena comunicación con sus hijos y estudiantes”. Y las buenas
relaciones comienzan por escucharlos. Escucharlos es una manera de
respetarlos, de amarlos y de conocerlos. Ser escuchado es un derecho de la
persona. De ahí que los padres y profesores tienen el deber de escuchar a sus
hijos y estudiantes siempre.
¿CÓMO DESARROLLAR LA COMPETENCIA DE ESCUCHAR Y HACERSE
ESCUCHAR EN LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA?
 Nunca castigue imponiendo un tiempo de silencio ni individual ni
colectivamente. Escuche primero y procure que el niño escuche de usted
razones para tomar la decisión de escuchar a su vez atentamente.
 Nunca mande a callar a sus niños o a sus alumnos en público ni en privado,
se considera una humillación y un boicot al diálogo. A medida que aumenta
la edad aumenta el impacto psicológico de la humillación.
 Jamás utilice la expresión “quítate de mi vista que no quiero verte ni
escuchar tus payasadas”. Algunas payasadas son expresión de alegría,
otras de necesidad de orientación.
 Evite sermonear. Los niños y los jóvenes “aprenden a no escuchar” cuando
se le sermonea.
 Evite decir las mismas cosas muchas veces. Esto no les enseña los
comportamientos que se quiere que aprendan. Persuada, motive, fije límites
con ecuanimidad, dulzura e inteligencia.
 Hacer que el niño escuche cosas serias no es sinónimo de ofensa o de
regaño. También los padres y profesores deben enseñar a dialogar y a
hacerse escuchar sin ofender, humillar o perder la cabeza.
 Fomente la práctica del diálogo en la familia y en la escuela. Hacerse
escuchar no significa infundir temor o miedo. Realice reuniones familiares y
escolares para practicar la “escucha activa, comprensiva y educada”.
ESCUCHA REFLEXIVA O ACTIVA
La escucha activa es una manera de escuchar para hacer que sus hijos hablen
con ustedes. La escucha activa tiene un principio básico: la aceptación.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA ESCUCHA REFLEXIVA O ACTIVA:
Hay una serie de aspectos que son necesarios saber para comprender la Escucha
Activa, entre ellos:
a) Lo emocional frente a lo racional
• Hay dos aspectos psicológicos en el ser humano:
– Nuestra parte RACIONAL: conjunto de ideas, pensamientos, creencias,
conocimientos, etc.
– Nuestra parte EMOCIONAL: conjunto de sensaciones, sentimientos y
emociones.
• La Escucha Activa atiende primero a la parte emocional del mensaje,
posteriormente lo escuchado se racionaliza. La Escucha Activa atiende a la parte
emocional del que habla.
Con los siguientes ejemplos se puede captar la forma activa de escuchar:
Ejemplo 1º
Un niño/a llega a casa de la escuela diciendo:
“Odio la escuela, no voy a ir más”. La reacción típica de los padres suele ser:
“¡Cómo, que dices! Cómo que no quieres ir, a la escuela vas aunque te tenga que
llevar yo. Es por tu bien”. (Aquí los padres han racionalizado el mensaje del hijo/a.
Su respuesta es racional).
La reacción desde la Escucha Activa podría ser:
“Parece que hoy has tenido un día malo en la escuela, ¿no es cierto, hijo/a?,
cuenta, ¿qué ha ocurrido?” (Aquí los padres “escuchan” el mensaje emocional del
hijo/a y responden emocionalmente). A partir de aquí se puede seguir escuchando
lo que se va exponiendo y haciéndole frente.
Ejemplo 2º
Un niño/a les comenta a sus padres: “Me han castigado hoy en la escuela”. Una
reacción frecuente en los padres suele ser: “¿Qué es lo que hiciste tú?”; o esta
otra: “Probablemente te lo merecías”. (Respuesta racional).
La reacción desde la Escucha Activa podría haber sido: “Me imagino que te
sentirías mal, ¿quieres contarme lo que ocurrió?”. (Reacción emocional). A partir
de aquí se puede seguir escuchando lo que se va exponiendo y haciéndole frente.
Podemos DEFINIR la Escucha Activa como la forma de escuchar en la que el
receptor (el que escucha) trata de entender lo que siente el transmisor (el que
habla), o lo que significa el mensaje. Posteriormente expresa con palabras lo que
comprendió y lo transmite para que el transmisor lo verifique. El receptor no
manda un mensaje propio, como sería el caso de una evaluación, opinión,
consejo, reproche, análisis, etc., sino que transmite lo que piensa que significa el
mensaje del otro.
LA FORMA Y LAS ACTITUDES DE LA ESCUCHA REFLEXIVA O ACTIVA
Algunos aspectos de la forma y las actitudes que hay que tener para escuchar
activamente al otro:
La forma activa de escuchar:
• Ayuda a que los niños tengan menos miedo de sus sentimientos negativos.
• Promueve una relación cálida entre padres e hijos.
• Facilita que el niño resuelva sus problemas.
• Influye para que el niño sienta más deseo de escuchar las ideas y pensamientos
de sus padres.
• Hace que “el niño sea el que habla”.
ACTITUDES NECESARIAS PARA UTILIZAR LA ESCUCHA REFLEXIVA O
ACTIVA
Para llevar a cabo la escucha activa deben estar presentes ciertas actitudes
básicas. Sin ellas, usted no será un buen escucha.
Actitudes básicas:
• Debe desear escuchar lo que el niño tiene que decir.
• Debe desear ser de ayuda para él para resolver ese problema en particular.
• Debe poder aceptar sus sentimientos.
• Debe tener una profunda confianza en la capacidad del niño para manejar sus
sentimientos, para trabajar en ellos y para encontrar soluciones a sus problemas.
• Debe estar consciente de que los sentimientos son transitorios.
• Debe poder ver al niño como alguien aparte de usted.
• Debe tener una gran capacidad de paciencia.
LA ACEPTACIÓN
Para poder realizar una escucha activa es necesario tener una buena
capacidad de aceptación del otro.
Todos los padres tienen dos diferentes clases de sentimientos hacia sus
hijos: aceptación y no aceptación. Esto lo podemos reflejar en la “ventana de la
aceptación”:
ÁREA de ACEPTACIÓN (Lo que te acepto)
ÁREA de NO ACEPTACIÓN (Lo que no te acepto)
El grado de aceptación que muestra un padre hacia su hijo está influido por:
– Las características del padre (“aceptante”/“rechazante”).
– Las características del niño.
– El estado de ánimo de los padres en un momento dado y la situación en la que
se encuentran.
ESCUCHAR REFLEXIVAMENTE Y EXPLORAR ALTERNATIVAS
La escucha reflexiva te dará la forma de ayudar a tu hijo a sentirse mejor y
casi de forma automática se comportará mejor. Esta técnica ayuda a los niños y a
los adultos a que los sentimientos incómodos se acepten y después, poder
encontrar la mejor solución. Cuando un padre practica la escucha reflexiva, es una
forma de reconocer los sentimientos de los hijos y la mala conducta normalmente
desaparece.
Esta estrategia trata de tomar el tiempo suficiente y hacer el esfuerzo para
tratar de entender lo que tu hijo está sintiendo en ese momento. Después, cuando
el niño sienta más calma en su interior, entonces llegará el momento de usar las
palabras para nombrar las emociones que está sintiendo en ese momento. Una
vez llegado a este punto y cuando el niño sabe que sus emociones y sus
sentimientos nos importan, entonces, llegará el momento de buscar soluciones de
forma conjunta a ese malestar.
¿Cómo dominar la escucha reflexiva cuando el niño está enfadado?
 Pon tus emociones temporalmente a un lado. Si tu hijo está molesto no te
molestes tú más. No es una batalla de enfados. Tus fuertes sentimientos
pueden nublar tu pensamiento y llevarte a reaccionar de forma impulsiva en
lugar de ayudar a tu hijo a mejorar sus emociones.
 Antes de nada, busca tu calma. Despeja tu mente y aunque sigas teniendo
ese sentimiento, puedes volver más tarde a él. La calma es primordial para
que tu hijo se calme. Eres su ejemplo.
 Mira a tu hijo y escúchale de verdad. Mira a tu hijo y demuéstrale que
realmente le estás escuchando con tu lenguaje no verbal y contestando a
todo lo que te pregunte (ponte a su altura, mírale a los ojos, cógele la
mano…). En caso de que tu hijo no explique con palabras lo que le ocurre,
deberás tener en cuenta su lenguaje corporal y sus expresiones faciales, su
postura o sus gestos.
 Imagina lo que está sintiendo tu hijo. Imagina lo que está sintiendo tu hijo y
pon esas emociones en palabras. Pregúntale si ese sentimiento es lo que le
hace sentir mal y así entenderá mejor qué le ocurre. Pero en lugar de
intentar cambiar sus pensamientos utiliza la empatía para la resolución de
conflictos.
DETERMINAR “DE QUIÉN ES EL PROBLEMA”
El primer principio de la comunicación es que las personas responden a lo
que ellas pensaron que se dijo o se refirieron y no necesariamente al mensaje que
quiso dar el interlocutor. Por eso, el primer paso para comunicarse con los
estudiantes es escuchar realmente lo que dicen. Escuchar bien requiere atención,
estar receptivo, perceptivo y sensible para captar los sentimientos que subyacen
en las palabras del estudiante. Asimismo, los alumnos deben estar atentos a lo
que el maestro dice y pedir aclaración de conceptos, actitudes, formas de
expresar, en el sentido de entenderse y convivir.
Muchas veces el maestro encuentra desagradables, inaceptables o
problemáticas muchas actitudes y conductas de los estudiantes. Casi nunca
podemos alejarnos de estos problemas, y menos tenemos una visión objetiva y
decidimos la respuesta apropiada. La clave para una buena relación comunicativa
maestro alumno es determinar porque se siente perturbado de una conducta en
particular y de quien es el problema. Para ello, el maestro debe comenzar
preguntando de quién es el problema.
Por supuesto que la respuesta a esta pregunta es crítica. Si es un problema
del alumno, el maestro debe volverse consejero, apoyo y ayudar al estudiante a
encontrar la propia solución. El maestro no debe tomar la responsabilidad del
problema, sin embargo, si lo hace suyo, será responsabilidad del maestro
encontrar la solución junto con el estudiante.
ENVIAR “MENSAJES YO”
Los «mensajes yo» son una herramienta de comunicación especialmente
útil cuando queremos expresar nuestros pensamientos o emociones sin herir a
nuestro interlocutor. Es aquel que se envía “en primera persona”. Define el origen
personal de los sentimientos, opiniones, deseos y preferencias que se tienen. Es
un mensaje sumamente respetuoso que expresa los sentimientos, opiniones y
deseos sin evaluar o reprochar la conducta de los/as demás, y facilita la expresión
de las diferencias y del desacuerdo.
¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?
∗ Porque cuando envías “mensajes Yo”, tus opiniones, deseos y sentimientos son
más dignos de crédito y tienen mayor probabilidad de ser tenidos en cuenta.
∗ Porque te revistes de una actitud democrática y de respeto hacia ti y hacia el
otro que incita al compromiso y participación.
∗ Porque existen necesidades y problemas que no puedes resolver ni escuchando
activamente ni ignorándolos. Has de tomar parte activa y tratar de lograr que tus
necesidades sean satisfechas.
∗ Porque facilitan y promueven en nuestro/a interlocutor/a la disposición a
cambiar, no suelen implicar una evaluación negativa del interlocutor/a ni minimizar
(no dar importancia) sus opiniones.
∗ Porque muestran un modelo de habilidad interpersonal que será observado y
probablemente imitado.
FOMENTAR LAS REUNIONES FAMILIARES
Las reuniones familiares son las encargadas de crear conexión entre los
miembros de una familia, son las que dan forma a las relaciones y ayudan a
resolver las cosas con calma cuando en algún momento, se tensan. Las reuniones
familiares ayudan a que los hijos aprendan a resolver los problemas.
También, ayudan a los niños a que se sientan integrantes de la familia, a
que tengan un estupendo sentimiento de pertenencia e incluso puede ayudar a los
hermanos a que funcionen mejor la relación entre ellos.
LOS ROLES
Evitar los siguientes Roles:
 Mandamás: Se aplica a la persona que desempeña una función de mando,
en especial la que lo hace sin tener un título legítimo. Persona que ostenta
demasiado su autoridad.
 Moralista: Se aplica a la persona que pretende moralizar o propagar las
normas morales.
 Sabelotodo: Se considera un experto en todo, aunque los demás no lo
llegan a escuchar, precisamente por tenerlo encasillado en ese rol.
 Crítico: Buscan los errores de los demás, cuestionan todas las ideas y, en
muchas ocasiones, se atribuyen méritos que no son suyos para destacar
sobre el resto. La envidia y ponerse a la defensiva, son sus actitudes
predominantes.
 Psicólogo: Analiza los pensamientos, sentimientos y conductas de una
comunidad, para establecer cuáles son sus faltas y desarrollar planes e
intervenciones para mejorar su calidad de vida.
 Consolador: Se entiende por consolador el que consuela, mitiga,
tranquiliza y alivia al que esta triste, afligido, pesadumbre, pesar, dolor,
pesadumbre o el padecimiento de la persona y también que mejora el
estado anímico.

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