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Cuando el “no sabemos” entra al aula.

Parte II
Módulo 1: La ciencia se trata, sobre todo, de hacer preguntas

Como decíamos anteriormente, sostenemos que las ciencias nos ayudan a


desarrollar las actitudes y las habilidades para hacernos preguntas y construir
conocimiento para y por nosotros mismos.

Por supuesto, esta propuesta no es nueva ni es nuestra. Muchísimos pedagogos


y modelos didácticos han promovido una mirada de la enseñanza de la ciencia (y de
otras disciplinas) en donde se desafía a los estudiantes a resolver un problema, a indagar
un fenómeno o llevar adelante un proyecto. Hacia el final del recorrido -que puede ser
una sola actividad o involucrar muchas clases- los estudiantes han aprendido tanto
contenidos conceptuales como habilidades vinculadas a la investigación y el trabajo en
equipo.

Veamos un ejemplo concreto:

Imaginemos que somos docentes de sexto grado, trabajando una unidad didáctica
vinculada a las células. Uno de nuestros principales objetivos es que nuestros estudiantes
aprendan que todos los seres vivos estamos formados por células. Para ello, una opción es
simplemente contarles, o leerles, que estamos formados por células. Luego habría que dar una
definición o explicación de qué es una célula, y mostrarles imágenes de ellas. ¿Cómo podemos
transformar este aprendizaje en una experiencia más rica?

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Contenidos producidos Milena Rosenzvit y Silvina Vidal para el curso La enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela
primaria, desarrollado en colaboración con la Universidad Austral, en el marco del Programa Sembrador, un programa de la
Fundación Bunge y Born en alianza con la Fundación Perez Companc.

Prohibida la reproducción, total o parcial de los contenidos sin previa autorización

Buenos Aires, enero de 2020.


Imaginemos la siguiente serie de actividades. Comenzamos invitando a los alumnos a
investigar cómo están formados los seres vivos para ello, les repartimos fotografías de
diferentes tejidos y microorganismos vistos al microscopio: de sangre, de epidermis de plantas,
de levaduras, etc. Les contamos que son seres vivos (les decimos cuáles son) vistos con
muchísimo aumento, pero no les decimos nada acerca de las células. Como segundo paso, les
enseñamos a observar: les pedimos que describan las formas que ven, los tamaños, los bordes,
las similitudes y diferencias entre las diferentes fotografías. En tercer lugar, nos pondremos de
acuerdo, en base a sus observaciones, que todos los seres vivos observados comparten algo:
en todos hay pequeñas estructuras, unidades que se repiten, a veces más redondas y a veces
más cuadraditas, muchas veces pegadas unas a otras. Por último, podemos contarles que esas
estructuras están presentes en todos los seres vivos, y que los científicos las han llamado
células.

¿Qué ganamos y qué perdemos con una y otra forma de enseñanza? Lo primero
que podemos notar es que, sin dudas, la segunda estrategia lleva más tiempo. Sin
embargo, no necesariamente los estudiantes han aprendido “menos” por dedicarle más
tiempo a una actividad. Por un lado, es esperable que luego de este camino los alumnos
se hayan acercado a una comprensión más profunda el concepto de célula. No es la
definición de una palabra, sino un término que permite poner nombre a una
observación maravillosa: que todos los seres vivos compartimos una cierta estructura,
que nos parecemos cuando somos vistos desde muy cerca. Por otro lado, la actividad

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Contenidos producidos Milena Rosenzvit y Silvina Vidal para el curso La enseñanza de las Ciencias Naturales en la escuela
primaria, desarrollado en colaboración con la Universidad Austral, en el marco del Programa Sembrador, un programa de la
Fundación Bunge y Born en alianza con la Fundación Perez Companc.

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Buenos Aires, enero de 2020.


nos permitiría enseñar a observar, a describir, a comparar, a identificar patrones, a
formular conclusiones. Los estudiantes dejan de ser solo receptores de información sino
que tendrán la oportunidad de reconstruir, de alguna manera, el mismo camino que han
hecho los primeros naturalistas con microscopio. Han sido arquitectos de sus propios
aprendizajes, y han desarrollado algunas herramientas que les permitirán observar otros
fenómenos de su entorno que les sea de interés.

Un factor clave aquí es el rol del docente. Si bien los estudiantes han observado,
comparado y formulado conclusiones, no podrían haberlo hecho solos. No esperamos
que en 40 u 80 minutos los estudiantes puedan observar y concluir por si solos algo que
a los naturalistas les ha llevado muchos años de investigaciones. El rol del docente es
clave porque es quien conoce la conclusión de antemano y puede orientar a los
estudiantes para que observen en una determinada dirección. Este tipo de actividades
que son, para los niños, verdaderas investigaciones (puesto que no saben la conclusión
a la que llegarán) son para el docente algo similar a una obra de teatro. Son una suerte
de ficción en la cual finge no saber la respuesta y explorar codo a codo con los alumnos,
pero es el único actor que conoce el guión, sabe la respuesta, y los atajos para
encontrarla. A lo largo del curso exploraremos juntos distintas herramientas para
acompañar estas indagaciones: preguntas claves, respuestas esperadas, experimentos
necesarios, sugerencias, historias. Compartiremos unidades didácticas en donde cada
clase es una secuencia de actividades diseñada y puesta a prueba para que los
estudiantes comiencen apropiándose de una pregunta y explorando maneras de
construir respuestas.

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primaria, desarrollado en colaboración con la Universidad Austral, en el marco del Programa Sembrador, un programa de la
Fundación Bunge y Born en alianza con la Fundación Perez Companc.

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Buenos Aires, enero de 2020.


En definitiva, participar de este curso es hacerle un lugar a nuestra propia
curiosidad y a nuestras ganas de fomentarla en los estudiantes. ¡Comencemos!

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primaria, desarrollado en colaboración con la Universidad Austral, en el marco del Programa Sembrador, un programa de la
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Buenos Aires, enero de 2020.


Lectura de la lección:

● Furman, Melina (2016) Educar mentes curiosas: la formación del pensamiento


científico y tecnológico en la infancia: documento básico, XI Foro Latinoamericano de
Educación / Melina Furman. - 1a ed compendiada. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Santillana. Disponible en:
https://www.fundacionsantillana.com/PDFs/xi_forodocumento_basico_web.pdf

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primaria, desarrollado en colaboración con la Universidad Austral, en el marco del Programa Sembrador, un programa de la
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