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Estudios de seroprevalencia

Si bien todas las personas son susceptibles de contraer COVID-19, el personal sanitario se
encuentra expuesto a una situación de mayor vulnerabilidad. Al igual que el resto de la
población, el personal de la salud está expuesto en las relaciones sociales que establece, pero
además, se le añade otro riesgo: el derivado de la asistencia a pacientes y en centros sanitarios
y hospitalarios (a veces en varios de ellos) que, siendo instituciones cerradas, pueden actuar
como amplificadoras de la transmisibilidad de la enfermedad. En estas instituciones juega un
papel fundamental la infraestructura de los establecimientos de salud, la disponibilidad de
elementos de protección personal, la adecuada utilización de los mismos, la organización del
trabajo y un constante trabajo de testeo de casos.

Teniendo en cuenta esto, y junto con los protocolos de tratamiento, la detección de casos fue
una línea de investigación prioritaria para el Ministerio de Salud Pública. La prueba para el
diagnóstico de COVID-19 sigue siendo la RT-PCR, pero debido a la limitada cantidad de
pruebas, esta prueba no permite conocer la totalidad de los casos confirmados. Los estudios
de seroprevalencia pueden en cambio ser utilizados para el diagnóstico retrospectivo de casos,
tanto sintomáticos como asintomáticos. Las técnicas serológicas detectan anticuerpos
específicos frente a SARS-CoV-2, con una sensibilidad creciente mientras más días pasan desde
la aparición de los síntomas. Realizarlo en poblaciones susceptibles, como lo es el personal de
salud, permitiría evaluar el nivel de exposición del personal sanitario e identificar los
subgrupos de mayor riesgo.

El conocimiento de la infección pasada entre los trabajadores sanitarios podría ser útil para
evitar cuarentenas innecesarias y para la planificación de los recursos de atención médica.
Pese a ser un estudio de detección cualitativa y diagnóstico auxiliar, cuenta con la ventaja de
otorgar resultados rápidos, de ser una técnica simple y relativamente económica. Estas
ventajas convierten a los estudios de seroprevalencia en una herramienta que permitiría
contar con mejor información sobre la proporción de personal de salud que se infecta, lo que
ayudaría a diseñar mejores políticas para enfrentar esta y otras epidemias, y a proteger a los
que la enfrentan directamente.

IMMCA: MSPT/CONICET/UNT

En relación al Instituto de Investigación en Medicina Molecular y Celular Aplicada (IMMCA), el


Ministerio de Salud Pública ha trabajado activamente en conjunto en esta tri-dependencia, en
tareas de investigación y desarrollo, durante la pandemia.

Desde mayo del año 2020, con la integración de un grupo multidisciplinario, ha trabajado en el
desarrollo local de un kit diagnóstico para la detección de anticuerpos para coronavirus para
ser utilizados por el sistema de salud, sin fines comercializables, para lograr un método
cuantitativo de diagnóstico de COVID-19. Por otro lado, se ha trabajado en lograr un suero
hiperinmune en llamas, y se está estudiando también el efecto post-pandemia del coronavirus
en enfermedades neurodegenerativas. El Ministerio de Salud por su parte aportó muestras de
plasma de pacientes convalecientes de COVID-19 junto al registro de los mismos, relevante
para los estudios llevados a cabo por el Instituto.

En el marco de la intensa campaña de vacunación desarrollada a nivel mundial, actualmente el


IMMCA, junto con el Laboratorio de Salud Pública, desarrolló un nuevo test elaborado
íntegramente en Tucumán, para medir los anticuerpos de las personas vacunadas, proyecto
liderado por el Ministerio de Salud en el que el CONICET está colaborando. Este es un trabajo
muy importante para evaluar la efectividad de la vacuna Sputnik V en aquellos pacientes que
ya fueron inoculados en la provincia.

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