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DISCAPACIDAD MOTRIZ (Física movilidad)

¿Qué es la discapacidad motriz?


La discapacidad motriz se puede definir como una alteración de la capacidad del
movimiento que implica en distinto grado a las funciones de desplazamiento,
manipulación o respiración y que limita a la persona en su desarrollo personal y
social. Se habla de discapacidad motriz cuando hay una alteración en músculos,
huesos o articulaciones o, bien, cuando hay un daño en el cerebro que afecta el
área motriz e impide a la persona moverse de forma adecuada o realizar
movimientos finos con precisión.
¿Cuáles son las características generales de la discapacidad motriz?
La discapacidad motriz se puede clasificar en física o asociada a daño
neurológico.
Discapacidad motriz sólo física: alumnos que presentan limitaciones
en el movimiento de alguna(s) de las extremidades (en huesos,
articulaciones o músculos) o carecen de uno o más segmentos del cuerpo
porque nacieron así o tuvieron algún accidente.
Discapacidad motriz asociada a daño neurológico: se refiere al
daño originado en el área del cerebro encargada de procesar y enviar la
información del movimiento al resto del cuerpo (corteza motora
cerebral), lo que origina dificultades en la movilidad, uso, sensaciones y
control de ciertas partes del cuerpo.
Las características más comunes son la parálisis cerebral, los traumatismos
craneoencefálicos y los tumores localizados en el cerebro.
Por su parte, la parálisis cerebral se clasifica con base en sus características
funcionales y en la ubicación de las alteraciones de la movilidad en el cuerpo.
Como todos los niños, niñas y jóvenes, los alumnos con discapacidad motriz se
ven beneficiados si asisten a clases de música, danza, natación o practican otro
deporte. Estas clases extraescolares pueden estar o no adaptadas dependiendo
de las características de los alumnos. Por lo anterior, se busca que las
instituciones públicas y privadas que ofrecen estos servicios abran sus puertas y
ofrezcan espacios accesibles para las personas con discapacidad motriz. De
hecho, se puede observar que existe mayor difusión y fomento del deporte
adaptado (basquetbol, tenis, ping-pong, atletismo, natación, tiro con arco,
lanzamiento de bala, entre otros).

“La discapacidad no es una lucha valiente o coraje en frente de la adversidad. La


discapacidad es un arte. Es una forma ingeniosa de vivir”.
¿Cuáles son los indicios que ayudan a las familias o a los maestros a
detectar el tipo de apoyos que requiere un alumno con discapacidad motriz?
La discapacidad motriz presenta múltiples características y grados. Algunos
alumnos podrán caminar, aunque con dificultad, otros no podrán mover sus brazos
ni manos adecuadamente, pero podrán realizar actividades diversas. Habrá otros
cuya discapacidad motriz sea muy evidente, pues para desplazarse utilizan sillas
de ruedas, andaderas, muletas o bastones.
Algunos indicadores que pueden servir para observar las características de
movilidad de los alumnos y así determinar sus posibilidades de participación en el
grupo y por tanto, los apoyos requeridos, se señalan a continuación.
Es importante que el maestro explique con detalle lo que observa en relación con
lo que cada uno de los alumnos puede y no hacer:
Posiciones estáticas. Es muy importante detectar cuáles son las posturas que
tiene el alumno en posiciones fijas; es decir, cómo se mantiene de pie o cómo se
mantiene sentado, ejemplo: Se puede mantener de pie por sí mismo, Puede
mantener el equilibrio, Puede caminar solo, Puede caminar si se le sostiene,
Puede caminar usando un bastón o andadera, Se mantiene sentado por sí mismo.
Posición sentada. Es muy importante determinar cuál es la mejor silla y qué
ajustes debe tener su mobiliario, así como la posición dentro del salón para que el
alumno pueda poner atención; ver el pizarrón o las láminas que se le muestran;
estar en contacto con sus compañeros y hacer uso de sus materiales.
Habilidades con la pelota. Es importante cerciorarse si el alumno es capaz de
aventar, cachar y patear una pelota de diferentes tamaños. Asimismo, si mantiene
el equilibrio estando de pie para poder patear una pelota.
Prensión y manipulación. Es importante observar si el alumno puede agarrar
cosas de diferentes tamaños y si las puede sostener por periodos prolongados:
por ejemplo, sostiene un lápiz o una crayola con la prensión suficiente para
colorear o escribir.
Tono muscular y fuerza en las manos. En ocasiones, los alumnos que
presentan problemas en su motricidad tienen dificultades en su fuerza muscular;
quizá aprieten demasiado el lápiz o tengan tan apretada la mano que no puedan
extenderla para tomar cosas con ella. También puede suceder lo contrario, que el
tono sea demasiado bajo y que no tengan la fuerza suficiente para sostener
objetos con sus manos o el tiempo que puede mantenerlos sea corto.
Habilidades para soltar. Comprobar si el alumno puede cambiar objetos de una
mano a otra y dejarlos suavemente sobre una superficie. Desarrollo bilateral. Se
refiere al uso de ambas manos de manera funcional, por ejemplo, observar si al

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escribir es capaz de sostener el lápiz con una mano y con la otra sostener el papel
o si al cortar puede usar las tijeras con una mano y con la otra sostener el papel.
Control del tronco y de la cabeza. Es importante cerciorarse si el alumno es
capaz de mantener su postura sentado al realizar actividades con las manos.
Funciones perceptuales. Posiblemente por sus características motrices el alumno
no pueda bajar la cabeza con facilidad para ver su cuaderno o no pueda moverla
de un lado a otro, por lo que es necesario mostrarle el material dentro de su
campo visual, de ahí la importancia de conocer lo siguiente:
Agudeza visual: percatarse si es capaz de focalizar imágenes para
comprenderlas y a qué distancia puede verlas.
Campo visual: es importante conocer qué porción del espacio es capaz de ver sin
mover la cabeza ni los ojos. Una persona con visión normal tiene un campo visual
de 150º en plano horizontal y 140º en el plano vertical.
Seguimiento visual: observar si es capaz de seguir un
objeto en movimiento.

APOYOS QUE GENERALMENTE NECESITAN LOS NIÑOS CON


DISCAPACIDAD MOTRIZ (física movilidad)

La discapacidad motriz reúne una serie de características muy variadas, por ello
es difícil generalizar los apoyos, ya que éstos dependerán no sólo de las
características del alumno (habilidades motrices y posibilidades de comunicación),
sino también del contexto en donde se encuentre.
En general, podemos decir que los alumnos con discapacidad motriz debido a un
problema a nivel periférico; es decir en sus articulaciones, músculos o huesos
requerirán menos apoyos para aprender y realizar trazos; leer y escribir.
En el caso de alumnos con parálisis cerebral los apoyos tienden a incrementarse,
ya que ellos presentan más dificultades en el control voluntario de sus
movimientos o estos son muy limitados.
A continuación, se listan algunas consideraciones generales:
Darle tiempo necesario sin presiones.

Desmenuzar la actividad en pasos muy pequeños y de dificultad progresiva.

Dar consignas parciales.

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Ofrecer apoyos motrices, como andaderas, bastones, barras en la pared para que
el niño pueda sostenerse.

Emplear el medio de comunicación que usa frecuentemente el alumno y


escribir las palabras para que pueda ir relacionándolas con los objetos.

En algunos casos, utilizar preguntas cerradas que se respondan con un


movimiento de cabeza.

Es importante establecer una respuesta clara y específica para la expresión de


“sí” y otra para el “no”; puede ser un sonido, gestos, parpadear, abrir la boca, entre
otros; dependerá del movimiento voluntario que pueda realizar el alumno.

Presentar las actividades en plano vertical para alumnos con pobre control de
cabeza, esto es, si al alumno le cuesta trabajo mover la cabeza para ver el
pizarrón y luego su mesa, hay que colocar el material de forma vertical para que
no tenga que agacharse y conserve el control de su cabeza (se puede lograr
utilizando un atril).

Colocar los objetos dentro del campo motriz del alumno, es decir, dentro del
espacio donde pueda tomar los objetos.
Presentar el material del tamaño adecuado a las características de visión del
alumno.

Observar expresiones habladas o gestuales que indiquen el estado emocional


del alumno y, de preferencia, darle nombre a lo que siente: estás enojado, te
gusta, te duele, para que él pueda identificar y nombrar sentimientos y
sensaciones.

En general, los alumnos con discapacidad motriz requieren que en las


instalaciones de la escuela y en el aula se realicen adecuaciones de acceso;
también necesitan distintos apoyos y recursos que faciliten su autonomía y
favorezcan su comunicación, participación y logro educativo.

APOYOS PARA ESTUDIANTES CON DISCAPACIDAD MOTRIZ

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• Es conveniente ubicar al alumno en el lugar más adecuado
dentro del aula; en ocasiones será mejor ubicarlo en medio y
frente al pizarrón, en otras buscar un lugar dónde pueda ver
el pizarrón, los materiales y a sus compañeros
• Algunos de los alumnos presentan dificultades cuando en el
ambiente hay estímulos diversos, como por ejemplo mucho
ruido, por lo que es preferible mantener ambientes
ordenados, con bajo nivel de sonido.
• Cuando el alumno presente severas dificultades en la escritura, permitir que otro
compañero le preste sus cuadernos y notas para que pueda estudiar en casa.
•Si el alumno presenta dificultad para pasar las páginas de un libro se le pueden
colocar pinzas de ropa o palitos planos de madera para que pueda hacerlo por sí
mismo.
• En algunas ocasiones será necesario adaptar los utensilios de escritura, como
ensanchar los lápices, colores, crayolas, pinceles con ayuda de una pelota de
unicel, por ejemplo.
• Facilitar guías de escritura para el caso de niños que no puedan respetar el
renglón. Estas guías pueden ser elaboradas con hojas gruesas, papel ilustración o
cartoncillo, a las cuales se le harán ranuras para simular los renglones del
cuaderno.
• Utilizar hojas con cuadrícula grande para ayudar en el trazo, cuando los alumnos
presentan dificultades en trazos pequeños.
• Los libros de texto gratuitos en macro tipos, de la Secretaría de Educación
Pública, también pueden ser usados por alumnos con discapacidad motriz, ya que
el tamaño favorece su manipulación y gracias a los espacios más grandes
permiten que el alumno pueda realizar los ejercicios.
• Colocación de pivotes o agujeros a los distintos elementos de los materiales,
tales como rompecabezas, juegos geométricos, gomas, entre otros.
• Aumentar el grosor de las piezas para poder tomarlos, pegándoles en su base
trozos de corcho u otro material.
• Adaptación de útiles de escritura, generalmente acoplando tubos de goma o
espuma a lápices, bolígrafos, por citar algunos ejemplos.
• Incorporar anillos o agujeros a las hojas de los libros o cuentos para facilitar
pasar las hojas.
• Colocar bases antideslizantes de goma a los materiales para evitar que resbalen
y caigan de la mesa.

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• Para conocer más sobre los apoyos que la escuela puede brindar al alumno con
discapacidad motriz para facilitar su participación en las actividades dentro del
salón de clases.
Aun se necesita trabajar mucho para derribar las barreras actitudinales, además
de las físicas y las curriculares para poder integrar a niños y jóvenes con
discapacidad motriz en las mejores condiciones.
Al respecto, algunos de los mitos que hay que erradicar son los siguientes:
La discapacidad motriz es una enfermedad. La discapacidad motriz no es una
enfermedad, es una condición de la persona.
Los alumnos con discapacidad motriz (o cualquier otra) son ángeles. Los alumnos
con discapacidad son niños, niñas y adolescentes que requieren apoyos
específicos para continuar aprendiendo y participar en todas las actividades
escolares.
Los alumnos con discapacidad motriz merecen compasión y lástima. Los alumnos
con discapacidad no necesitan compasión ni lástima; no hay que
sobreprotegernos ni devaluarlos; uno u otro extremo conlleva a la discriminación.
Necesitan ser respetados y apoyados en forma objetiva.
Si algún alumno presenta discapacidad motriz no puede participar en la clase de
educación física. Siempre habrá una adecuación y un rol para que el alumno con
discapacidad participe en todos los ámbitos educativos, incluido el de educación
física.
Son niños eternos y por tanto asexuales. Las personas con discapacidad
generalmente presentan un desarrollo sexual acorde con su edad.
Si un alumno con discapacidad motriz está integrado al grupo, la calidad de la
educación disminuye. Por el contrario, el hecho de tener un alumno con
discapacidad en el grupo exige mayor calidad en la enseñanza.
En la medida en que los mitos anteriores se replanteen y exista mayor disposición
y mejor actitud por parte del personal directivo y docente para integrar a los
alumnos con discapacidad motriz (o con otras discapacidades), será más fácil
eliminar las barreras físicas y curriculares.

¿Qué recomendar a los alumnos para que ayuden a la integración de


compañeros con discapacidad motriz?

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Es importante realizar diversas actividades que permitan a sus compañeros tomar
conciencia de las necesidades de apoyo que requiere. Por lo anterior, es
indispensable brindarles toda la información que sea necesaria e incluso realizar
algunas dinámicas de sensibilización.
Algunas ideas
El maestro puede pedir a los alumnos que realicen cierta actividad en equipo que
implique desarrollar diversas habilidades (armar un rompecabezas, jugar avioncito
en el patio, hacer un collage, leer un libro, por ejemplo), pero algunos de alumnos
y integrantes deben tener una, dos o tres extremidades inmovilizadas con una
venda o retazos de tela; quizá alguien puede utilizar una silla de ruedas, una
andadera o bastones. Al final de la actividad, el maestro tiene que invitar a los
alumnos a reflexionar respecto de:
• ¿Cómo se sintieron quienes tenían inmovilizada una o más extremidades?
• ¿Cómo se sintieron quienes no tenían inmovilizadas las extremidades?
• ¿Pudieron terminar la actividad?, ¿participaron todos?
• ¿Qué apoyos ofrecieron?, ¿qué apoyos recibieron?
• ¿Qué actividades resultaron más difíciles y cuáles fueron más fáciles para lograr
la participación de los compañeros que tenían inmovilizadas las extremidades?,
¿por qué?
• ¿Qué actitudes observaron: sobreprotección, discriminación o inclusión?

Mi discapacidad no existe porque uso una silla de


ruedas, sino porque el entorno más amplio no es
accesible

DISCAPACIDAD PSICOSOCIAL (Mental)


La Discapacidad Psicosocial Mental es la limitación de las personas que padecen
disfunciones temporales o permanentes de la mente
para realizar una o más actividades cotidianas o para
ejercer sus Derechos Humanos. Está causada por las
anuencias del entorno social a falta de diagnóstico
oportuno y tratamiento adecuado de disfunciones

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mentales tales como: depresión, bulimia, anorexia, trastorno obsesivo-compulsivo,
etc.”
Por otra parte, es importante saber que la discapacidad psicosocial no es
resultado de las debilidades del individuo o la falta de carácter o de la
personalidad pues depende de múltiples factores (genéticos, sociales, culturales,
económicos, etc
Esta discapacidad es causada generalmente por enfermedades como la
esquizofrenia, trastorno bipolar, psicosis, entre otras. Se manifiesta a través de
deficiencias o trastornos de la conciencia, comportamiento, razonamiento, estados
de ánimo, afectividad, y/o comprensión de la realidad (irritabilidad, depresión,
inestabilidad emocional crónica). Como lo mencionamos, esas deficiencias
variarán según el nivel. En los casos de deficiencias leves o moderadas, la
persona con la debida medicación podrá realizar sus actividades diarias con
autonomía e independencia. Sin embargo, una de las mayores preocupaciones es
el tratamiento de personas con discapacidad psicosocial (mental) grave o muy
grave/severa, pues la tendencia es el internamiento en instituciones psiquiátricas,
muchas veces de manera forzosa.
Al hablar de discapacidad psicosocial se debe considerar lo siguiente:
Que, la discapacidad psicosocial implica limitación por parte de las personas con
disfunciones temporales o permanentes de la mente para realizar una o más
actividades cotidianas.
Que, la discapacidad psicosocial no surge como el resultado factores meramente
individuales “debilidades del individuo o la falta de carácter o de la personalidad”,
puesto que su génesis depende de múltiples factores asociados (genéticos,
sociales, culturales, económicos, etc.)
Que, en los casos con características clínicas leves o moderadas, la persona con
la debida intervención profesional podrá realizar sus actividades diarias con
autonomía e independencia.

CARACTERISTICAS
Algunos estudiantes podrían presentar las siguientes características en relación
con la personalidad, comportamiento y sociabilidad:
» Comportamientos o conductas inadecuadas.
» Resistencia al cambio, por temor a lo nuevo.

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» Dificultad para seguir normas, reglas e instrucciones.
» Dificultad para comprender las consecuencias de sus actos.
» Falta de habilidades sociales para iniciar o mantener relaciones interpersonales.
» Baja tolerancia a la frustración.
» Sensibilidad excesiva.
» Dificultades en la comunicación.
» Falta de motivación e interés para realizar y terminar sus tareas.

Estrategias pedagógicas para el aula


Cuando el estudiante presente algunas de las características anteriores u
otras que afecten su proceso educativo, se sugiere que el docente utilice las
siguientes estrategias:
» Crear un ambiente de confianza para fortalecer la participación y la
espontaneidad de los estudiantes.
» Considerar el aspecto afectivo y el estado emocional del estudiante.
» Elogiar las actitudes, logros y comportamientos adecuados del estudiante frente
a sí mismo y al grupo.
» Establecer reglas, normas y consecuencias claras de convivencia dentro y fuera
del aula apoyándose en imágenes (gráficos, dibujos). Recordar permanentemente
el valor e importancia de estas, lo cual le brindará seguridad. De acuerdo con la
edad de los estudiantes éstas se pueden establecer en conjunto.
» Conversar con el estudiante y aplicar la consecuencia acordada, cuando no
cumpla con las reglas y normas establecidas.
» Realizar el llamado de atención en forma directa y personal (nunca frente a
terceros).
» Anticipar las consecuencias frente a un comportamiento inadecuado, previo a
ejecutar una actividad; esto le ayudará a mejorar su autocontrol.
» Utilizar actividades, dinámicas grupales y material de apoyo acorde a la edad del
estudiante.
» Motivar y guiar en la realización y culminación de sus tareas con éxito.

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» Fomentar valores de respeto, tolerancia, cooperación y solidaridad en el grupo a
través de actividades grupales, de cuentos, videos, salidas, entre otras.
» Realizar actividades en grupo tanto dentro como fuera del aula.
Estrategias pedagógicas orientadas al grupo
A continuación, se plantean estrategias que
favorecen la interacción social del estudiante con
necesidades educativas especiales dentro del
grupo:
» Ubicar al niño, niña y/o adolescente con
necesidades educativas cerca de los estudiantes
que tengan mejores habilidades.
Promover una relación positiva y natural, conversando con el grupo, realzando
las fortalezas del estudiante con necesidades educativas especiales, sin enfocarse
en sus dificultades para evitar las barreras actitudinales y sociales.
» Brindarle la oportunidad de liderar grupos.
» Incluirle en programas escolares, presentaciones, actividades vivenciales,
promoviendo su participación.
» Brindar apoyo acorde a las dificultades del estudiante antes y durante
exposiciones, casas abiertas, concurso de lectura y otras actividades similares.
» Promover juegos en equipo en los que participen todos los estudiantes.
» Sensibilizar al grupo para que ayuden a su compañero/compañera cuando
éste lo necesite. Por ejemplo: cuando un estudiante con discapacidad física
requiere movilizarse.
» Utilizar el arte, la música, el teatro, el deporte, entre otros, como un medio
para favorecer las interrelaciones con el grupo.
» Evitar la estigmatización que generan los apodos, mostrando respeto al nombre
e identidad.
Las estrategias metodológicas que se citan a continuación fortalecen la interacción
entre los estudiantes de una misma aula y se consideran como un apoyo que
facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje
Aprendizaje cooperativo

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Se forman grupos pequeños y diversos (nivel académico, capacidad, intereses,
entre otros) para aprovechar las diferentes habilidades, aptitudes y destrezas de
cada estudiante.
El grupo genera apoyos mutuos, valora las características individuales, trata de
unir potencialidades en busca del éxito, por ejemplo, un estudiante expone, otro
dibuja o escribe y otro dramatiza.
Al trabajar de manera cooperativa, los estudiantes aprenden a manejar y resolver
conflictos. Además, debe orientar el trabajo del grupo y establecer con ellos
normas y reglas claras.
Tutoría entre iguales
Es una estrategia en la cual participan dos compañeros de la misma aula y edad,
en la que uno hace el papel de tutor. El estudiante con necesidades educativas
especiales debe tener la oportunidad de ejercer el rol de tutor, lo cual favorece el
desarrollo de su autoestima, seguridad y calidad en las relaciones sociales.
Estrategias Pedagógicas orientadas hacia la familia
Promover espacios de encuentro con la familia para realizar un trabajo coordinado
en el cual cada una de las partes se respete y apoye.
» Involucrar a la familia en el proceso educativo del estudiante.
» Mantener una comunicación positiva y permanente con la familia.
» Apoyar a los padres en momentos en los cuales se sientan vulnerables
emocionalmente por alguna dificultad de su hijo/a.
» Orientar a los padres para que asignen responsabilidades a su hijo/a en el
hogar.
» Comprometer a los padres para que estén pendientes de los avances y logros
de sus hijos/as.
» Orientar a los padres para que den responsabilidades al hijo/a dentro del hogar
acordes a su desarrollo.
» Socializar con los padres, hermanos y familia extendida las estrategias
pedagógicas que se aplican en el aula, para que las utilicen en el hogar.
» Apoyar a la familia en el manejo de ayudas técnicas como: sistema braille,
ábaco, bastón, escritura tinta, apoyos tecnológicos, entre otros.
» Promover en la familia actividades recreativas y deportivas como experiencias
que refuercen el aprendizaje escolar.

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» Sugerir a los padres que inviten a su casa a un compañero/a de su hijo/a a la
vez (no siempre el mismo/a) con la supervisión de un adulto responsable.
» Orientar y asesorar a los padres en el uso correcto del tiempo libre.
» Enviar a la familia lecturas selectas para que compartan con sus hijos y
familiares

TRASTORNOS DE COMPORTAMIENTO

Los trastornos de comportamiento son un desorden emocional caracterizado por


una actuación no acorde al momento ni lugar donde se encuentra. Los niños,
niñas y/o adolescentes con este trastorno presentan dificultad para seguir reglas y
comportarse de una manera socialmente aceptable.
Aunque no se ha identificado una causa específica del trastorno, se cree que se
debe a daño cerebral, abuso infantil, bajo nivel de desempeño en la escuela,
disfunción familiar, factores individuales, psicosociales, ambientales, genéticos,
entre otros.
Características
A continuación, se detallan algunas características que pueden o no tener todos
los niños, niñas y/o adolescentes con trastorno del comportamiento.
» Desarrollo intelectual adecuado.
» Fuertes vínculos de amistad con determinados compañeros.
» Solidaridad y lealtad con sus amigos.
» Inadecuados comportamientos sociales con el grupo en general.
» Destrucción de sus propias pertenencias y las de los demás.
» Desafío a la autoridad.
» Molesta deliberadamente a otras personas.
» Acusa a otros de sus errores y comportamientos.
» Dificultad para resolver problemas cotidianos.
» Tendencia a la irritabilidad, reacciones de ira incontrolada y rabietas frecuentes.
» Poca tolerancia con quienes no considera sus amigos.

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» Conducta agresiva con sus compañeros.
» Bajo rendimiento académico.
» El temor a ser castigados por sus permanentes problemas hace que estos niños,
niñas y/o adolescentes incurran en frecuentes mentiras; por lo tanto, tratan de
justificar sus actos con los argumentos más inverosímiles.

ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS EN EL AULA

» Elogiar y reforzar constantemente los comportamientos adecuados.


» Establecer reglas claras y precisas, así como las consecuencias; colocarlas en
un lugar visible y recordárselas periódicamente.
» Ubicarlo en un puesto cercano al docente y junto a compañeros que influyan en
él positivamente.
» Trabajar en espera de turnos.
» Promover espacios de diálogo y reflexión ante comportamientos inadecuados,
esto mejorará su autocontrol.
» Utilizar diferentes técnicas de modificación de conducta de acuerdo a su nivel de
desarrollo, por ejemplo: refuerzo positivo, aproximaciones sucesivas, modelado,
tiempo fuera, entre otras.
» Fomentar actividades lúdicas, artísticas, deportivas, que sirvan como
mecanismos de catarsis.
» Recordarle periódicamente lo que se espera de él/ella utilizando mensajes
positivos. Ejemplo: “Recuerda que es importante respetar a tus amigos en la fila”,
en lugar de decir “no empujes y no pegues a tus amigos en la fila”.
» Permitir el uso de equipos tecnológicos como un recurso motivador cuando
demuestra un comportamiento adecuado.
» Evitar el envío de tareas no concluidas al hogar, asegurarse de que las termine
dentro del horario escolar.
» Fomentar el respeto y las buenas relaciones entre los compañeros a través de
actividades grupales en las que se privilegie el trabajo cooperativo.

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DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
Es un síndrome conductual que está marcado por la falta de atención,
impulsividad e hiperactividad. El estudiante presenta un bajo rendimiento
académico asociado a otros síntomas como: baja autoestima, labilidad de ánimo,
baja tolerancia a la frustración y accesos de cólera. El trastorno se manifiesta
cuando el estudiante inicia su aprendizaje formal y presenta dificultad para
satisfacer las exigencias académicas. La actividad excesiva es una característica
del síndrome durante la infancia, se presenta con más frecuencia en varones que
en mujeres. Muchos de los síntomas desaparecen o se atenúan cuando el
alumno/a entra en la adolescencia

A continuación, se citan los síntomas más frecuentes, que ayudarán para la


evaluación.
Falta de atención:
» Dificultad para organizar sus tareas y actividades.
» Evita o le disgusta comprometerse en tareas que requieran esfuerzo mental
continuo (como las tareas escolares).
Con frecuencia pierde juguetes, tareas escolares, lápices, libros o herramientas
necesarias para las actividades.
» Se distrae fácilmente.
» Se muestra a menudo olvidadizo en las actividades diarias.

Hiperactividad:

“La discapacidad no es una lucha valiente o coraje en frente de la adversidad. La


discapacidad es un arte. Es una forma ingeniosa de vivir”.
» Está en constante movimiento.
» Abandona su asiento cuando se espera que se quede sentado.
» Corre excesivamente en situaciones inapropiadas.
» Tiene dificultad para realizar actividades en forma silenciosa.
» A menudo habla excesivamente, está “en movimiento” o actúa como si fuera
“impulsado por un motor”.

Impulsividad:

» Emite respuestas antes de que termine de escuchar la pregunta.


» Tiene dificultades para esperar su turno.
» Se entromete o interrumpe a los demás (irrumpe en conversaciones o juegos).
» No mide riesgos ni peligros.
ESTRATEGIAS PEDAGOGICAS
» Ubicarlo lejos de estímulos que le distraigan.
» Sentarlo junto a compañeros que puedan ser un modelo positivo.
» Ubicarle cerca del docente, para proporcionarle apoyo oportuno.
» Utilizar varios mecanismos para captar la atención del niño, niña y/o
adolescente, por ejemplo:
» Acordar una clave o señal (visuales, táctiles, gestuales) entre el docente y el
estudiante para modular la conducta.
» Hacer contacto visual con el estudiante antes de llamarlo o de darle
instrucciones; esto ayuda al autocontrol.
» Cuando la conducta del estudiante interfiera de manera significativa en el
desarrollo de la clase, darle una tarea que implique salir del aula por unos minutos.

SI TIENES LA SUERTE DE SER DIFERENTE


NO CAMBIES NUNCA

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discapacidad es un arte. Es una forma ingeniosa de vivir”.

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