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POSTGRADOS UVM

GRADOS UVM POSTGRADOS UVM

POSTGRA

CULTURA, IDIOSINCRASIA
Y ECONOMÍA

Fernanda Rodríguez Valenzuela

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INTRODUCCIÓN

En relación al impacto de la globalización en la cultura, en la economía e idiosincrasia de los países, se


puede señalar que a lo largo de las últimas tres décadas hemos sido testigos de cómo la integración
y globalización de la economía han alterado los patrones de consumo y producción en la mayoría
de los países. Las interrogantes que surgen son respecto a la homogeneización cultural producida a
través de la globalización y el rol que han desempeñado las empresas multinacionales en los cambios
culturales que han enfrentado los países durante el período referido. Según lo planteado por Joseph
Stiglitz (2006) las multinacionales, como las demás empresas, pretenden no sólo generar beneficios,
sino también maximizarlos a través de procesos económicos como producción o agregando valor, en
consecuencia, el alcance de las empresas multinacionales supera el ámbito netamente económico:
“La corporación multinacional moderna es una fuerza económica, política, medioambiental y cultural
inevitable en el actual mundo globalizado” (Roach, 2007. p. 19).

A partir de un análisis de las definiciones que presenta la UNCTAD (1999) acerca de este tipo de
empresas, es fácil deducir que, desde su misma concepción, las empresas multinacionales aparecen
como entidades que ejercen su “influencia”, directa e indirecta, sobre sus ramas, subsidiarias u otras
entidades controladas por ellas1.

Un aspecto muy relevante, y que permite comprender en perspectiva la influencia para la cultura
que este tipo de empresas tiene a escala global, es que, según datos de Naciones Unidas, para el
año 2017 existían alrededor de 170.000 corporaciones transnacionales de las cuales dependían
aproximadamente 1.000.000 de subsidiarias.

En este sentido, no puede dejarse pasar el hecho que, las empresas multinacionales producen una
trasmisión de “conocimiento” que va prioritariamente en la dirección esperada: desde la matriz
hacia la periferia (UNCTAD, 1999. p. 45-46). Esto es a través de lo que se conoce como International
Management, entendido como “el proceso de aplicar conceptos administrativos y técnicas en un
ambiente multinacional y de adaptar prácticas administrativas a ambientes económicos, políticos y
culturales diferentes”. (Luthans and Doh, 2009. p. 6)

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I. GLOBALIZACIÓN Y CULTURA

En el ámbito de las ciencias sociales, se ha observado una creciente preocupación por las relaciones
y vínculos existentes entre el proceso de globalización e integración económica y los cambios en las
formas culturales. La globalización ha sido descrita como un fenómeno económico, pero también,
como un fenómeno político, tecnológico o cultural. En este concepto se encuentra implícito el hecho
de que el mundo está en un proceso de cambio continuo y profundo que se traduce en que cada
vez las distintas regiones y/o localidades están más interconectadas. Es decir, para poner un ejemplo
extremo, hoy en día suele ser más fácil “convivir” con amigos/as en el otro extremo del mundo
que con compañeros de trabajo. Entonces, en este sentido y en términos muy amplios, podemos
definir la globalización como la conciencia de un aumento de la interconectividad entre las distintas
regiones del planeta. Desde una primera mirada, pareciera que la globalización tiene un sentido
netamente economicista, sin embargo, el impacto de este fenómeno no es solo en lo económico,
sino que impacta en todos los aspectos diarios de la vida de un país. Por esto mismo, la globalización
al influenciar en distintos aspectos de la sociedad, tiene lo que se puede denominar como cultura
política global, con aspectos como el respeto a los derechos humanos, la calidad de vida, democracia,
empleo, preocupación por el medio ambiente.

Es así como en la actualidad estamos impactados por procesos globales, de una magnitud sin
precedentes, dando origen a aspectos positivos como el crecimiento de la producción y el consumo,
la competencia y transferencias tecnológicas, entre otros efectos. Sin embargo, por otra parte, esta
integración económica ha dado espacio a una enorme concentración de la riqueza y de marginación
social, y un agrandamiento vertiginoso de la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados,
mientras se anticipa una crisis ambiental de alcance mundial.

Respecto al impacto de la globalización en la cultura, analizado desde una perspectiva más profunda,
y entendiendo que la cultura es el conjunto de formas y expresiones que caracterizan a una sociedad
determinada, se puede entender que existe una alta interdependencia entre los citados conceptos,
a saber: globalización y cultura. Entonces vemos que cultura son todas esas formas de expresión y
tradiciones que caracterizan a una determinada sociedad. En este punto surge la siguiente interrogante:
¿cómo se ven influenciadas las tradiciones y costumbres, cuando la sociedad se ve inmersa en la
globalización? La respuesta es evidente. Al igual que en muchos otros ámbitos, la cultura también se
ve impactada con la llegada de la globalización a un país. Ya que con ésta llegan nuevas costumbres
y nuevas ideas a las sociedades, alterando los patrones tradicionales de los países.

Cuando hablamos del impacto que tiene la globalización sobre la cultura, hablamos de la adopción de
prácticas culturales y de consumo que son características de las naciones capitalistas y que incluye el
uso de ciertas marcas ya consolidadas. Con la globalización llega el consumo de las marcas, consumo
de medios, consumo de símbolos y adopción de estilos de vida que van siendo tomados como iconos
representativos de una sociedad, que regularmente están asociados y relacionados con modelos
comerciales de grandes marcas.

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Con respecto al impacto que la globalización tiene en la cultura, éste se puede resumir en tres
grandes puntos:

• En primer lugar, irrumpe el concepto de “cultura global”, que en gran parte es una globalización
de aspectos básicos de la cultura predominantemente norteamericana junto con otras culturas
avanzadas. Esta es la cultura de los grupos que en los diversos países están más identificados
con los procesos de la globalización, porque están insertos y han sido beneficiados por el
modelo aplicado.

• En segundo lugar, se encuentra un resurgimiento de las culturas locales, como reacción contra
la globalización y como una forma de revalorización de lo propio. Este proceso toma formas
muy diversas, desde la identidad de las propias raíces culturales hasta la exclusión racial.

• Finalmente, y como tercer punto, también es posible observar que se están generando
contraculturas, en los grupos excluidos o marginados del proceso de globalización.

II. EMPRESAS MULTINACIONALES Y CULTURA

La Economía mundial se caracteriza, como hemos señalado anteriormente, por la globalización


de los intercambios comerciales y flujos financieros, con las repercusiones que ello significa en
múltiples áreas de la sociedad. Cabe señalar que el impacto que tienen las empresas multinacionales
en el empleo no es muy significativo, sin embargo, al organizarse y adaptarse a los procesos de
globalización, estas organizaciones constituyen un medio dinámico para la inversión extranjera
directa, la transferencia tecnológica, innovación de procesos, todos ellos elementos fundamentales
tanto para los países desarrollados como para los países en desarrollo. No obstante, lo anterior, estas
organizaciones, han sido objeto de amplia discusión y debate respecto de los distintos efectos que
producen en los mercados locales especialmente en materia de concentración de los mercados y
en el impacto que esto tiene en los consumidores de los mercados receptores. Con frecuencia, estas
empresas han sido un elemento principal en la expansión del comercio internacional, en el contexto
de la globalización. Por otra parte, “los intercambios a nivel mundial que conforman un gran mercado
global son un proceso que tiene variadas ramificaciones más allá de lo económico, necesariamente
involucra fuertes cambios en materia de transportes, medios de comunicación, ciencia y tecnología,
en particular en tecnologías de la información, y en las interacciones culturales y finalmente en la
propia reafirmación de las identidades culturales”. (Castells 2007)

Es importante destacar que la globalización también incluye a los mercados financieros cuyo
comportamiento determina los movimientos de capital, el crédito, las monedas, los tipos de cambio
y los flujos de divisas. A sí como también, indicar que estos flujos han desempeñado un papel
fundamental en las crisis de Balanza de Pagos que con frecuencia ocurren en los países, en especial
aquellos muy abiertos al mercado mundial.

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Una investigación centrada en América Latina, identifica seis características para el proceso de
expansión económica2: la intensificación de la competencia global; el surgimiento de nuevos
centros de producción; la proliferación, expansión y reestructuración de empresas transnacionales;
la reestructuración del entorno tecnológico caracterizado por rápidos avances en transportes y
comunicaciones; un sistema financiero global y desigualdades globales crecientes tanto entre
regiones mundiales como al interior de los países (Garretón. 2004: 41).

III. LAS EMPRESAS MULTINACIONALES COMO AGENTES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS

En el escenario integrado y global, los países establecen regulaciones que deben ser cumplidas por
todas las empresas que operan y se registran en ellos, y son válidas “para toda organización formen
o no parte de conglomerados multinacionales, y lo mismo sucede con la inversión extranjera, que en
su mayor parte se canaliza a través de empresas internacionales. También hay normas aplicables a las
fusiones o joint ventures entre empresas extranjeras y capital nacional”. (Castells 2007).

“La globalización de la economía mundial se manifiesta en cuatro áreas principales: el comercio


internacional, las corporaciones transnacionales, las corrientes financieras y los marcos regulatorios,
mencionando entre estos últimos las reducciones arancelarias, la formación de la OMC con normas
comunes y más liberales para el tratamiento de las inversiones privadas directas y los servicios, pero
más rigurosas para la protección de la propiedad intelectual” (Ferrer, 2006:16). Ante este escenario y
de acuerdo a estudios, América Latina como región habría ido perdiendo posiciones en el mercado
mundial debido a lo que se conoce como «visión fundamentalista de la globalización» “que sugiere que
el dilema del desarrollo en un mundo global ha desaparecido por cuanto «las decisiones principales
no las adoptan hoy las sociedades y sus Estados, sino los agentes transnacionales»” (Ferrer, 2006:16)
En este contexto, «las condiciones vigentes de la competencia global obligan al Estado a facilitar la
navegación de las empresas en el mercado sin fronteras» (Ferrer, 2006: pp. 24 y 25).

Frente a lo anterior, Ferrer destaca mecanismos como el Mercosur que, a pesar de sus problemas, ha
permitido incrementar el comercio intrazonal y señala que la dimensión endógena es fundamental.

IV. LA CONCENTRACIÓN ECONÓMICA Y LA CULTURA

Un análisis de las empresas multinacionales o trasnacionales permite observar que la propiedad de


éstas se concentra fundamentalmente en países desarrollados, si consideramos a las más grandes,
según el monto de sus activos en el extranjero, vemos que el listado estaría encabezado “por General
Electric (Estados Unidos); Vodefone Group Plc. (Reino Unido); Ford Motor Co. (Estados Unidos); British
Petroleum Co. (Reino Unido) y General Motors (Estados Unidos)” (Castells 2007)

Dado lo anterior, es evidente que la globalización como un fenómeno que afecta a todas las
dimensiones de la vida social debe ser diferenciado de lo que se conoce como el “globalismo” que
es una ideología que busca legitimar el proyecto de dominación hegemónica a escala planetaria de
determinados países y grupos particulares.3 Planteadas estas distinciones conceptuales y haciendo
referencia a las consecuencias de la globalización en aspectos económicos, sociales y culturales,

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vemos que este proceso implica la reorganización de la geografía macro-social, y un cambio profundo
en las relaciones referidas a este aspecto. En este sentido, existen tres dimensiones de la globalización
que resulta interesante de analizar:4

• La primera dimensión se relaciona con los efectos ya estudiados en las actividades económicas,
políticas y culturales especialmente en los países en desarrollo.

• Segundo está la dimensión de intensificación de los niveles de interacción e interconexión


entre los Estados y las empresas multinacionales.

• Tercero está la dimensión del reordenamiento del espacio y el tiempo en la vida social. El
desarrollo de redes globales de comunicación y de complejos sistemas globales de producción
e intercambio disminuye el poder de las circunstancias locales sobre la vida de la gente y ésta
se ve crecientemente afectada por lo que ocurre en otros lados.

Según G. Giménez, producto de la globalización surgen las llamadas ciudades mundiales, que
conforman en conjunto un sistema metropolitano jerarquizado de cobertura global. Estas ciudades
son centros donde se concentran las corporaciones transnacionales más importantes, en conjunto
con las mayores compañías de servicios especializados que les prestan apoyo: bancos, oficinas de
abogados especialistas, compañías de seguros y de publicidad. Así como también las organizaciones
internacionales de envergadura mundial, las corporaciones mediáticas más poderosas e influyentes,
los servicios internacionales de información y las industrias culturales.

Esto significa que la globalización tiene fundamentalmente una dimensión urbana, y se nos manifiesta
en primera instancia como una gigantesca red virtual entre las grandes metrópolis de los países
industrializados avanzados, debido a la supresión o a la radical reducción de las distancias.

Una consecuencia inmediata de lo anterior es lo que el mismo Giménez llama, siguiendo a David
Harvey, compresión del tiempo y del espacio, expresión que se usa para designar a la aceleración de los
ritmos de vida provocada por las nuevas tecnologías, las telecomunicaciones y los transportes aéreos
continentales e intercontinentales, que han modificado la topología de la comunicación humana.

V. GLOBALIZACIÓN Y POLÍTICA

De acuerdo con estudios realizados por el reconocido sociólogo y economista Manuel Castells, “las
relaciones y estructuras políticas, culturales y sociales que se desarrollan a escala mundial adquieren
preeminencia sobre las que se desarrollan a escala nacional. La sociedad nacional está siendo
recubierta, asimilada o subsumida por la sociedad global”.

En este sentido, si bien es cierto, “la sociedad nacional mantiene su vigencia y por ello existen
movimientos nacionalistas, simultáneamente se articula con las configuraciones de la sociedad
global, que, poco a poco y, en ocasiones, rápidamente asimila a la sociedad nacional” (Castells 2007)
“Sociedad, como tal, pasa a comprender una multitud de ‘sociedades’ que, en el contexto de un

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sistema más amplio, pueden solamente encontrar una autonomía relativa y condicionada, en gran
medida como naciones-estados estrechamente entrelazados.”5

“La identidad es un fenómeno que resurge como respuesta política y cultural a las transformaciones
del mundo global. Este resurgimiento se debe a la crisis de las instituciones del Estado-nación y
la sociedad civil. El Estado comienza a adaptarse a los nuevos flujos globales y a las normas de la
economía global. El Estado deja de asumir un rol proteccionista y muchas de las funciones que le han
sido tradicionalmente asignadas son reemplazadas por el mercado”. (Giménez 2007).

Para Castells globalización es “la intensificación de las relaciones sociales en dimensión mundial,
al ligar localidades distantes de tal manera que los acontecimientos locales son modelados por
eventos que ocurren a muchas millas de distancia y viceversa.” Es así como en muchas ocasiones
nos afectan más los acontecimientos que ocurren al otro lado del mundo que aquellos que suceden
en nuestra región.

Otra característica importante que destacar en esta sociedad global dice relación con la inmediatez
de las comunicaciones, claro ejemplo es el uso de la internet, este medio de comunicación global que
se ha masificado en los países y que está provisto de la más alta tecnología, permite a los usuarios
acceder a los más variados temas, desde aquellos relacionados con educación hasta recreativos.

El desarrollo del sistema global ha demostrado un doble carácter, ha sido incluyente toda vez que
incluye a todo lo que tiene valor según aspectos económicos- rentables y excluye todo aquello que
carece de valor.

Finalmente, y dado lo señalado en el párrafo anterior, la globalización ha aumentado los niveles de


desigualdad en la Economía Mundial y es en este punto en el que los Estados a través de la conducción
política, debieran agotar todos los esfuerzos para que el beneficio de la integración económica se
extienda a la mayor parte de los sectores productivos de un país, con el consiguiente efecto positivo
en el empleo, salarios y bienestar.

VI. GLOBALIZACIÓN, CONSUMISMO Y CAPITALISMO

Según lo planteado por Castells, una “sociedad capitalista exige una cultura basada en imágenes.
En consecuencia, debe proporcionar diversiones, distracciones, para fomentar el consumo y
adormecer el dolor causado por el hecho de pertenecer a cierta clase, raza o sexo”. A través de
dichas imágenes también se proporciona una ideología dominante. La disminución de “libertad
de opción política” que se traduce en un aumento de “libertad de consumo”, esto exige producción
ilimitada y consumo de imágenes.6

Cuando se analizan los aspectos sociológicos de las sociedades actuales, surge la expresión “sociedad
de consumo”, concepto utilizado para designar a las sociedades en las que el consumo de los
ciudadanos, a través de la demanda, se orienta y se dirige en función de las exigencias de la industria
y no a la inversa, como había sucedido tradicionalmente. (Ferrer 2007).

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“La sociedad de consumo es la de los medios masivos de comunicación, la del desarrollo de la ciudad
frente al campo, y la del dominio de los valores de la moda y el individualismo. Es frecuente que
el comportamiento del individuo se vea condicionado por el consumo de bienes y servicios, este
fenómeno que se da con mayor fuerza en países occidentales desarrollados, también ha permeado
a sociedades menos desarrolladas. En esta masificación de la cultura del consumo, a través de la
publicidad y los distintos sistemas de comunicación, se dan a conocer productos, mostrando una
imagen favorable de los mismos, lo cual estimula su compra y su consumo”. (Castells 2007)

En la sociedad de consumo, la publicidad constituye el instrumento adecuado para adaptar la


demanda de bienes de consumo a las condiciones y exigencias del sistema productivo. La publicidad
actual desempeña un papel muy importante en la civilización industrial urbana, condicionando —
para bien o para mal— prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana.

La “persuasión invisible” forma parte de la publicidad. Se ha podido observar que gran parte de esta
última es de por sí invisible, con el objeto de evitar la resistencia o las formas de defensa racionales
del consumidor.7 Entre las características de la persuasión invisible están las formas y los colores. Es
frecuente observar que, frente al mismo producto en aspectos como calidad, practicidad e incluso
precio, el consumidor siempre prefiere aquellos que muestran imágenes y colores que resultan
más agradables.

Finalmente, es necesario destacar que la globalización e integración económica, fomentan las


sociedades de consumo llamadas así por Castells. Esto obedece a la ampliación de los mercados,
pero también al aumento de posibilidades de estrategias de mercado que pueden ser utilizadas por
productores. Las estructuras de comercio en los países se van homogeneizando y los consumidores
al enfrentar la decisión de compra tienen disponibilidad de productos provenientes de diferentes
partes del mundo, lo que desata un clima de competencia entre productores nacionales y extranjeros.
Esta conducta a juicio de economistas, propicia la productividad, las economías de escala y en última
instancia, favorece a consumidores por rebaja de precios y mejora de productos. Sin embargo, en
muchas ocasiones, esta competencia se torna desleal si tenemos en cuenta las diferencias en cuanto
al precio de la mano de obra, desarrollo tecnológico, capacidad productiva entre los países. Estos
temas constituyen importantes debates en la sociedad.

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Referencias

1 http://www.unctad.org/en/docs/psiteiitd11v2.en.pdf.

2 Korten, David (2005), Cuando las transnacionales gobiernan el mundo, Santiago, Editorial Cuatro Vientos

3 Gilberto Giménez, “Cultura, identidad y metropolitanismo global”. P. 124.

4 Cf. J. Larraín, “Identidad latinoamericana y globalización”

5 Castells M, 1997 “La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura”. Editorial Madrid

6 Castells M, 1997 “La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura”. Editorial Madrid

7 Castells M, 1997 “La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura”. Editorial Madrid

9
Bibliografía

Castells M, (1997) “La Era de la Información. Economía, Sociedad y Cultura”. Editorial Madrid.

Giménez G, (2005) “Cultura, Identidad y Metropolitanismo Global”. Editorial Universidad Autónoma


de México.

Giménez, Gilberto. (2005). Cultura, identidad y metropolitanismo global. Revista mexicana de


sociología, 67(3), 483-512. Recuperado en 11 de agosto de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032005000300002&lng=es&tlng=es

http://repositorio.uahurtado.cl/handle/11242/3783

Korten D, (2005) “Cuando las Transnacionales Gobiernan el Mundo” Editorial Cuatro Vientos. Santiago.

Larraín, J, (2005) “Identidad Latinoamericana y Globalización”. Editorial LOM Ediciones. Santiago.

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