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 Anatomía del pecho materno, hormonas que estimulan durante

la lactancia materna (Prolactina, Oxitocina)


La mama tiene una estructura arbórea internamente. Contiene unos 15 a 20
lóbulos mamarios y cada uno de ellos desemboca en un conducto, denominado
conducto galactóforo que llega al tejido cutáneo del pezón de forma
independiente. A su vez cada lóbulo principal se divide en lobulillos más
pequeños. Bajo la areola, estos mismos conductos se ensanchan formando los
denominados senos lactíferos donde se almacena la leche. Las ramificaciones de
los conductos terminan en conductos cada vez más pequeños, terminando en
alvéolos, donde se encuentran las células alveolares, que son las que participan
en la síntesis y producción de la leche. Para que los alvéolos excreten la leche
producida, están rodeados de una malla que cuando se realiza la succión se
comprime y por efecto de la oxitocina, hace salir la leche por los conductos
galactóforos.
Para que la mujer pueda producir leche materna debe estar bajo la influencia de
las hormonas prolactina y oxitocina.
La prolactina es una hormona proteica secretada por células lactotropas de la
parte anterior de la hipófisis, la adenohipófisis es la encargada de que haya
producción de leche.
La oxitocina es una hormona producida por los núcleos supraóptico y
paraventricular del hipotálamo que es liberada a la circulación a través de la
neurohipófisis. Desencadena la eyección (salida) de la leche.
 Concepto y composición de Lactancia materna.

Agua. Representa el 87% del total de sus componentes y cubre


satisfactoriamente los requerimientos del bebé, aún en circunstancias de
extremo calor, por lo que no se requieren líquidos suplementarios.
Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa, aunque
la cantidad que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La grasa se
concentra especialmente al final de la toma, por lo que la leche presenta
una textura más cremosa que al inicio. Las grasas de la leche materna son
importantes para el desarrollo neurológico del niño.

Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta que


en otro tipo de leches y sirve como fuente de energía. Otros hidratos de
carbono presentes en la leche materna son los oligosacáridos,
importantes para combatir infecciones.

Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de


proteínas que la leche normal, lo cual la hace más adecuada para los
lactantes. Algunas de estas proteínas son la caseína o la alfa-
lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína presente en la leche
de vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está presente
en la leche materna.
Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada de
la mayoría de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para corregir
esa carencia, se debe exponer al bebé a la luz del sol para que la genere
de manera endógena, o si no, mediante suplementos vitamínicos.

Factores anti-infecciosos: Entre ellos se encuentran las


inmunoglobulinas, los glóbulos blancos, las proteínas del suero o los
oligosacáridos.

Factores bioactivos: Algunos de ellos son la lipasa, que ayuda a la


digestión de la grasa en el intestino delgado; o el factor epidérmico de
crecimiento, que estimula la maduración de las células de la mucosa del
intestino para mejorar la absorción y digestión de los nutrientes.

 Importancia desde el punto de vista de salud general, emocional,


económico, y odontológico.
La lactancia materna, establece el vínculo madre-hijo-a, el cual constituye una
experiencia especial, singular e intensa; también protege la salud de la madre,
aporta a la economía del hogar y a la protección del medio ambiente, por cuanto
no se invierte dinero en la compra de leches artificiales infantiles, biberones,
combustible y tiempo para la preparación. Además se reducen los gastos en
salud por hospitalización y compra de medicamentos porque los bebés se
enferman menos. La leche materna no requiere de grandes industrias que
generan desechos y contaminan el ambiente, por eso la lactancia materna
protege el planeta.
A nivel bucodental, la lactancia favorece el desarrollo de todo el sistema
maxilofacial, específicamente, ayuda al correcto posicionamiento de las arcadas
dentarias, previene malos hábitos de succión y desarrolla un adecuado tono
muscular, a diferencia de cuando se usa mamadera donde sólo trabajan los
músculos alrededor de los labios, en la lactancia materna se involucran los
músculos de la cara, de la boca e incluso del cuello.

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