Está en la página 1de 3

El diario de 01072.

Creo que todo comenzó a mediados del 2022, el virus había mutado
drásticamente y cada vez era más letal, no había vacuna que funcionase y los
científicos no sabían que hacer para pararlo. Una mañana encendí la televisión y lo
vi a él, un hombre de unos cincuenta y algo años de edad con cabello castaño,
estaba subiendo al escenario donde entrevistaban al presidente, gritando que él
tenía la solución para parar la pandemia y al instante lo bajaron de allí.

-Como si fuera posible hacerlo en estos momentos-. dijo mi padre antes de ir a la


cama- Descansa Emma.

Los días pasaron y una noche muy tarde golpearon a la puerta, pensé que
eran mis padres que habían salido por una urgencia, pero al mirar por la ventana
pude ver a unas cuatro personas fuera. Sentí miedo y me alejé de la puerta, cuando
iba a llamar a mi madre uno de ellos entro rompiendo la cerradura, lo último que vi
antes de quedar inconsciente fue una foto de mis padres.

Desperté en un lugar extraño al escuchar un grito.

-¡Bienvenida Emma! o debería decir, número 01072-. dijo una voz conocida.

-¿Número 01072?-. abrí mis ojos y miré al hombre- ¡E-eres tú! el de las noticias.

-Así que me reconoces-. rio y dejo una bolsa sobre la camilla en donde me
encontraba- a partir de hoy usarás esto y serás número 01072, serás de gran ayuda
para todos.

Dentro de la bolsa había una especie de pijama azul marino, parecía una
hospitalaria. Miré por doquier tratando de comprender donde me encontraba, de
repente alguien entró.

-Vístete y come esto-. dijo mientras dejaba una bandeja con algo extraño en ella-
es todo, asegúrate de comerlo.

-¿Dónde estoy? ¿Qué es esto?- grité pero no obtuve respuesta. Quiero ir a casa.

• • •
Han pasado casi tres meses desde que estamos aquí, si, no soy la única
aquí. Había diecinueve personas más conmigo. Nos trajeron para experimentar con
nosotros y encontrar una cura, he visto morir a diez de ellos por culpa de los
experimentos, nos sujetan a sillas inyectándonos toda clase de cosas o nos dejan
sin comer por días para ver las reacciones, usando la fuerza si nos resistimos, etc.
Quien está detrás de todo esto es aquel tipo de la televisión que decía saber cómo
salvarnos, el mismo que ahora mismo nos usa hasta la muerte. Se hace llamar Dr.
Murr.

No hemos tenido contacto con nadie del exterior, nisiquiera podemos hablar
entre nosotros, estamos solos aquí. A veces pienso en lo que deben estar pasando
mis padres, desaparecí sin dejar rastro alguno, realmente quiero verlos. Hemos
estado viviendo en pequeñas habitaciones dentro del laboratorio, vistiendo las
mismas ropas desde el primer día, llorando y maldiciendo el estar aquí.

Quiero saber cuándo terminará esto o si lo hará. Cuando experimentan con


nosotros veo a Murr pasearse por allí estando orgulloso de todo esto ¿realmente le
alegra el vernos así? Odio a este monstruo.

Es casi fin de año, lo escuche de Murr, no se exactamente la fecha. El doctor


nos reunió a los que quedamos para darnos una noticia.

-¡Estoy feliz de que aún sigan aquí!- dijo dándonos unas copas con algo para brindar
al parecer- Estamos muy cerca de alcanzar mis objetivos, ¡ustedes superaron mis
expectativas! Los cuatro son mis favoritos- dijo mientras nos unía en un abrazo.

¿Favoritos? No me hagas reír. Me das asco.

-Como sea, con respecto a las pruebas de mañana, estas serán las últimas- dijo
Murr tomando distancia de nosotros y mirando nuestros rostros- Luego podrán
regresar a sus hogares con su querida familia, lo prometo.

-¿En serio quieres que creamos eso? Grité y el doctor abandonó la habitación.

Se que no vamos a regresar, no sería conveniente para él dejarnos


libremente por ahí. Por esta razón escribo todo esto aquí, en un pequeño diario
donde dibujaba y que tenía en mi bolsillo en el momento del secuestro. Deseo que
si alguien lo encuentra conozca todo lo que pasamos aquí, la tortura que Murr
comenzó para nosotros, que veinte personas murieron injustamente a causa de
esto, soy Emma Ukei de diecisiete años, sigo sin saber por qué estoy aquí pero ya
estoy cansada de todo esto. Quisiera poder decirles a mis padres que los amo una
vez más, quisiera saber si todo esto no será en vano, quisiera tantas cosas en este
momento, cosas que no podré tener.

Adiós.

• • •

-¡Número 01072! Es tu turno.

Estoy temblando y a punto de llorar. No quiero morir.

-Gracias y adiós Emma- dice Murr inyectándome por última vez. En cuestión de
segundos mis ojos se cerraron y nunca los volvería a abrir otra vez.

También podría gustarte