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“LA PÉRGOLA DE LA FLORES”: DIÁLOGOS ENTRE LA MODERNIDAD Y LA

POSMODERNIDAD NACIONAL.

"THE FLOWERS OF pergola" DIALOGUE BETWEEN THE MODERN AND NATIONAL


POSTMODERNISM”

María Isabel Molina Pavez

Universidad Austral de Chile, Facultad de Filosofía y humanidades.

Estudiante del Magister en Literatura Hispanoamericana Contemporánea, Valdivia, Chile

Resumen:

La comedia musical “La Pérgola de las Flores” de la dramaturga chilena Isidora Aguirre, se ha convertido en
una de las obras dramáticas más representativas del período sociopolítico de los años sesenta ya que ha
logrado registrar, mediante sus diálogos, un conflicto atemporal que prevalecerá en la historia como inherente
al hombre en su calidad de sujeto histórico político y , lo más importante ,registra en su discurso dialógico el
cambio de época, vivido en Chile, desde la Modernidad a la Posmodernidad.

Palabras claves: comedia musical-diálogos -modernidad-posmodernidad.

Abstrac:

The musical comedy "La Pergola de las Flores" Chilean playwright Isidora Aguirre, has become one of the
most representative works of dramatic sociopolitical period of the sixties and has managed to register through
their dialogues and dramatic exposure timeless conflict prevail in history as inherent in man in his capacity as
historic political subject and, most importantly focuses on his dramatic speech epochal change from
modernity to.

Keywords: musical-drama-dialogue- modernity-postmodernity

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I. INTRODUCCIÓN

Cuando en 1960 se estrena “La pérgola de la Flores”, en Chile se vivían algunos resabios
de los que en el resto del mundo ya comenzaba a ser los restos fúnebres de una época
llamada modernidad. Políticamente, se venían dando hechos sociales que desde años atrás,
lenta y subterráneamente, iban conformando un movimiento que años más tarde, tendría su
estallido social. Aparecen nuevas fuerzas políticas que contrarrestan las existentes, se crea
la “Ley de Sindicalización Campesina” en 1931, en 1938 se forma el Frente Popular, se
producen levantamientos campesinos; durante el Gobierno de Gabriel González Videla se
proclama la “Ley maldita”, que será suprimida en 1952. Posteriormente, al perder Eduardo
Frei Montalva en 1957,las elecciones frente a Jorge Alessandri, fracasa el proyecto de que
el Estado tuviese una mayor participación en el desarrollo económico y de políticas
públicas, y posteriormente, entrada la década del ´60, el candidato Salvador Allende se
lanza a la candidatura con un proyecto que tenía como objetivo alcanzar la democracia.
Para el logro de ésta, muchas personalidades políticas, académicas, intelectuales y artistas,
aportaron desde su ámbito. Visualizaban, una posibilidad de integración social y de resolver
el gran conflicto dramático que Isidora Aguirre, en muchas de sus obras, pondría al
descubierto.

II. DESARROLLO

El cuadro político anterior, se condice con un panorama de movilidad social que se verá
representado en la “Pérgola de las flores”. Dicha movilidad, se puede observar en hechos
tales como: procesos de urbanización de las ciudades, movimientos migratorios de la
población del campo a la ciudad, tomas de terreno, movilizaciones de actores sociales tales
como estudiantes y trabajadores, con figuración y participación social, movilizados ante
problemáticas comunes. Isidora Aguirre, activa representante del teatro social en Chile y
que tuvo directa participación en la candidatura del presidente Allende, llevando el teatro a
las clases populares y también a los futuros electores, supo plasmar en sus obras, “La
Pérgola de las Flores” una de las primeras, la situación sociopolítica del país que ya se vivía
y la que se avecinaba.

Esta obra nos plantea una gran temática que escapa a la risa, a la humorada o la liviandad y
simpleza de una simple comedia. Es probable que, con un doble propósito, por el peso y
complejidad sociopolítica de la temática presentada, Aguirre, inscribiera su obra dentro del
subgénero de comedia, sustentándola con la música, y circunscribiendo la trama dramática
en torno al personaje popular y simple de Carmela. Así presentada a la sociedad chilena,
“La Pérgola de las Flores”, se convertiría en la comedia más representativa de nuestra
chilenidad, destacándose la figura de la protagonista como el prototipo de la mujer chilena
rural. Cuesta imaginarse que no es la Carmela la protagonista de la obra sino Chile, como
como sujeto personificado, poseedor de una conducta cíclica de fenómenos sociales. Este
protagonista es un personaje atemporal, que sufre y escapa para volver a sentir y a vivir, los
mismos problemas y dolores.

Ya en 1848 Carlos Marx y Frederich Engel afirmaban en el Manifiesto Comunista: “La


historia es la historia de la lucha de clases”. Más adelante, los autores concluyen que: "Las
ideas imperantes en una época han sido siempre las ideas propias de la clase imperante".
En Chile, no obstante, aunque en su historia se repitieran las mismas luchas y tuviera
preponderancia la misma clase social, tras cada gobierno, una gran mayoría del país
aspiraba la consecución de un proyecto político distinto, democrático, asistencialista y
justo. Cuando en 1960, Isidora Aguirre llevaba el producto teatral del T.E.P.A a los
campamentos, a las poblaciones y al campo, era para recoger diálogos e historias, catarsis y
clímax esperando, con el público, un nuevo y mejor desenlace. No obstante, el drama no
concluye ya que no hay respuesta posible mientras la historia sea siempre la misma historia
y el drama y la comedia tengan los mismos protagonistas y los mismos acontecimientos se
sucedan una y otra vez en los mismos escenarios. Mientras los conflictos se desarrollen
pero no se resuelvan no habrá, un desenlace ansiado. No obstante, se mantiene la esperanza
con los pequeños logros, aquellos de “los otros”, de los que viven el día porque las
esperanzas no le alcanzan para más allá de la escena que les toca representar. Conseguir
que no saquen la Pérgola del lugar en donde han estado años, es un gran triunfo, volverse la
Carmela al campo y no enredarse en la fantasía y el placer, en la forma y en el lujo de la
nueva época que se vislumbra, es una batalla ganada. Por ello, se puede afirmar que en la
obra de Isidora Aguirre, es un puente que sostiene, en un mismo texto, dos mundos: el
modernismo que se vuelve con la Carmela al campo y el posmodernismo, que llega en
brazos de Carloncho, el hijo del alcalde, quien representa, el hedonismo, lo frívolo y lo
superficial de la época posmoderna:” Charo: Buenos días, don Carluchito.¿Cómo es que
está tan madrugador?/Carloncho: Todos los días me despierta ese maldito cañonazo de las
doce./Chao: Dígale a su papacito que lo haga correr para la una, pues. (…)" Sujeto que,
junto con representar el “populismo estético” en su afán de pintar cuadros a sus conquistas,
representa “el proceso de personalización” que reivindica la libertad del baile, del arte, de la
pasión por el ocio y aumento del tiempo libre. Este personaje, además, grafica los nuevos
tiempo que se avecinan. Al respecto Lipovetsky (1986) señalaba: “el deseo de liberación
personal, ha producido un cambio de prioridades en las aspiraciones y por otro lado, el
tolerar mejor las desigualdades sociales, se legitiman las elites del poder”. Según Touraine
(1997): “Cuando el sistema político, en proceso de modernización, carece de instituciones
políticas desarrolladas, adaptables a los desafíos de su entorno...Cuando son
organizaciones poco productivas y corruptas…no pueden dar satisfacción a las
necesidades y demandas articuladas por las nuevas masas movilizadas”.

Esta comedia musical, que ha tenido múltiples montajes y ha sido vista por una gran
diversidad de público, tan heterogéneo como los efectos causados en él, es la más clara
señal de tiempos avecindados a nuestro país y de una época crucial en las transformaciones
sociales. “La Pérgola de las Flores “es el símbolo referencial más claro de una etapa de
nuestra historia y manifiesta en todos sus aspectos, las características más puntuales de ella.
Se inserta en las fronteras entre la modernidad y la posmodernidad y se constituye como la
obra más directa del nuevo orden de cosas que estaba asolando al mundo y por ende, a
Chile. Por esto, no es una comedia en el sentido estricto de la clasificación de los géneros
literario, la hibridez y “la interferencias genéricas” permiten señalar la presencia de
matices dramáticos vinculados a la sátira, la farsa a la comedia seria e incluso, aventurarse
a la idea, bajo el concepto de efecto de distanciación propuesto por Brecht, de visualizar
cuna propuesta épica dentro de ella. Este efecto, propone el rechazo de la pasividad e
ilusión en el teatro a través de la incorporación del relato histórico a la manera del género
épico. (Huerta Calvo:1995) Sin embargo, es muy probable que Aguirre clasificara su obra
como comedia, considerando la acepción realizada por Aristóteles: “imitación de hombres
inferiores, pero no en toda su extensión del vicio, sino que lo risible es parte de lo feo.
Pues lo risible es un defecto y una fealdad que no causa dolor ni ruina .Sátira de la vida
política y social…”(1449,pág.142).En la obra, encontramos personajes que encarnan los
defectos humanos de la época y se mofan, inconscientemente, de actitudes propias. De
acuerdo a la convención teatral del subgénero, la historia muestra conflictos cotidianos y
decisiones que el ser humano toma en el límite de sus acciones, decisiones que en esta obra
en particular, no siempre llevan a la risa del espectador o lector sino a una complicidad y
sentido de representación a través de las acciones presentadas.
Por otra parte, y al respecto, podemos observar que la obra en análisis, presenta un grado de
dramaticidad tal que la hace adquirir rasgos de la comedia dramática. Su composición está
atravesada por la profundidad de la reflexión contenida en su trama, no se atenúan en ella,
por su condición de obra cómica, los conflictos ni los problemas sociales en ella
presentados. Se observa, en los diferentes elementos compositivos, la habilidad
constructiva sobre la autenticidad de los personajes y situaciones, y, por sobre todo, la
dramaturga hace un cuadro visionario de la realidad social chilena que grafica el
advenimiento de una época social como el posmodernismo y muestra las estelas de aquella
que se escapa como es el modernismo.

Desde un principio la obra “La pérgola de las flores”, nos revela los puntos centrales de un
conflicto social que ha estado presente como baluarte de una insolución, como pilar que
sostiene uno de las mayores tensiones dramáticas de la historia del mundo y de nuestro
país: la lucha de clases:

“Rosaura: (…), señor alcalde, como presidenta de la Pérgola de las Flores y de las
más antiguas aquí, le voy a decir que esto que están haciendo es una gran injusticia
con nosotras (…) no puede negar que es harto querida la Pérgola de las Flores.
(…) Nosotras llegamos aquí con puros canastos, y luchamos. Dimos la pelea hasta
que conseguimos que nos levantaran esta Pérgola. Vengan a demolernos no más,
¡aquí vamos a estar nosotras y no nos vamos a mover aunque se nos venga la
Pérgola encima!”

También la mentira y la corrupción:” Rosaura: ¿No podría hacerle un empeñito para que
nos den otra prórroga en la Municipalidad, señor alcalde?/ Alcalde: Sí, sí, cómo
no./Charo:(Con muchos coqueteos). ¡Ay que se lo vamos a agradecérselo, señor alcalde!”

Otros de los grandes temas que se discuten como propios de la época posmoderna y que
aparecen señalados claramente en la obra, son la pérdida de identidad y tradiciones, los
falsos principios de autoridad que se enredan en el ovillo de las falsas apariencias:
“Rosaura: El alcalde es buen partido. Dicen que "tiene" (Gesto con los dedos indicando
mucho dinero)./Rufino:.¡Y no va a tener! Así son los políticos: maman mientras están,
arriba. Y uno ¡que se pudra trabajando!”(pág.) ; el culto a la novedad y al cambio , por
otra parte, se contrarresta en la obra con la belleza y autenticidad del sujeto rural,
”incivilizado”, ”no contaminado”; la fidelidad, la solidaridad de clase, la consecuencia de
los principios morales, el apego y respeto por los símbolos identitarios.:”Yo vengo de San
Rosendo a vivir a la ciudad; allá la vida es muy sana, pero nunca pasa na. Se trabaja todo
el día, se duerme al anochecer y apenas clarea el alba trabajamos otra vez...” Pero en la
ciudad no ocurre lo mismo y Carmela se encuentra con la ruptura de las sociedades
nacionales en beneficio de los mercados extranjeros y los nacionales invasivos.
Las aves y los automóviles una dicotomía de lo natural y la tecnología que destierra hasta
los afectos y envuelve la vida en un papel luminoso que cubre lo sustancia, lo auténtico, la
tradición y la historia. ”Carmela: .Total, traía unas aves de San Rosendo y con tanto
bocinazo me le espantaron, pues. /Facundo:El choque fue causado por las aves, que se
atravesaron en la vía pública”.

“Lipovetsky señalaba en 2006:”Ha nacido una nueva modernidad: coincide con la


“civilización del deseo” que se construyó durante la segunda mitad del siglo XX”. Esa
modernidad se pasea ya en la sociedad representada en “La Pérgola de las flores” .Lo
sofisticado y lo elegante, la ropa y las marcas, los extranjerismos y la alcurnia, el lujo y el
placer, imponiéndose ante el trabajo y el esfuerzo la sencillez y el decoro, la tradición y la
identidad de una cultura, de un pueblo, de una clase al fin. Todo tratándose de imponer a
establecido y tradicional. En la obra, como en nuestra sociedad de ayer y de hoy, mientras
una parte del mundo se repliega en la defensa y en la búsqueda de su identidad nacional,
colectiva o persona, otra, por el contrario, sólo cree en el cambio permanente y ve el mundo
como un supermercado en el que aparecen sin cesar nuevos productos. “Clara ¡Mis medias
Kayser recién compradas!” /“Luchi: No seas exótica, ¿dónde vas a meter más
paquetes?”/Laura: No hay derecho: el Ford "Coupé", nuevo, flamante…”Y como
personajes secundarios de la obra y en medio de los fragmentos de vida social, cargados de
valores opuestos, aparecen sujetos aferrados a la racionalidad técnica, operarios,
empleados, técnicos de alto o bajo nivel, despreocupados de los fines de su acción ,seres
que accionan y generan movimientos de manera automática, respetando o repitiendo
órdenes, sin emociones, ni racionalidad.“Rosaura:¿Y con qué autorización?/Urbanista:
Con la debida autorización de la Ilustre Municipalidad./Rosaura: ¿Y quién es usted para
venir a ensancharnos la calle? /Urbanista: Yo soy el urbanista Valenzuela, quien debe
solucionar el más fundamental de los problemas que es el de transitar. “

La Pérgola de las flores nos entrega elementos importantes y definitorios de la sociedad


mundial y chilena de la época de los sesenta, un rostro de ella. El hombre moderno está
abierto a las novedades, apto para el cambio sin resistencia al nuevo modo de vida, se ha
vuelto cinético. Con el universo de los objetos, la publicidad y los mass media, la vida
cotidiana y el individuo ya no tienen un peso propio, han sido incorporados al proceso de la
moda y de la obsolencia acelerada. No obstante, la imposición y dominio de las estructuras
de poder, se hace presente en los escenarios sociales de la época, la resistencia de los
actores sociales que luchan por aminorar los desmanes de los cambios : ” Todos los aquí
firmantes han querido protestar en un gesto que los honra(…):/Don Eugenio Pereira, por
los defensores de la cultura (…),Rafael Frontaura …por los actores...Don Juan Francisco
González, por los pintores./-Y desde el exilio, don Arturo Alessandri Palma. ¡Todo Chile
entero!”

La política chilena en los años sesenta conflictúa al sujeto por el dinamismo social que
produce. La incertidumbre ante las certezas que debieran entregar las instituciones y los
logros alcanzados, oscilan entre el derrumbe de esperanzas y la aparición de nuevas
posibilidades que están más allá de las fronteras de nuestro país. Según Touraine(1999):
”…Lo que denominábamos política, la gestión de los asuntos de la ciudad o la nación se
desintegró de la misma manera que el yo individual,…las normas sociales se debilitan y
las instituciones se vuelven más modestas.” Ejemplo de esto es lo que revela
Laura:”(…)somos íntimas del alcalde y que vamos a presentar queja. (…). Tómale el
número de la placa. Con este régimen de milicos los pacos creen que pueden hacer lo que
se les da la gana” o bien cuando expresa el Alcalde su disconformidad y a la vez
indiferencia ante la defensa de los intereses del pueblo: “Es natural que protesten: les
quieren demoler su Pérgola. Pero eso no va a influenciar a la opinión pública./Laura:!
Viera el boche que tenían... Si son muy revolucionarias”. / Alci..., ¿puedo contar con
usted? ¡Como alcalde, quiero decir!/Alcalde: Por supuesto, Laurita, no faltaba más. (…)”.

El Santiago de 1960, ya se muestra en la cartelera noticiosa, el progreso provoca caos y la


cultura del automóvil atomiza la vida peatonal santiaguina, minando los espacios de
conversación, recreación y convivencia comunitaria. No obstante, el sentido de negación
ante el desarrollo que tienen las floristas, no está sólo relacionado con una pérdida
económica, es mucho más que eso y por ello otros sectores las apoyan. “Compañeros,
ciudadanos, protestamos con furor contra aquellos malhechores que amenazan de esta
plaza su total demolición “.Los años sesenta son los conectores entre la época moderna y la
posmoderna. En ella , el existir se identificó con la carrera de los objetos y con una fase
desencantada, en la que las autoridades no son confiables: “Tomasito: A veces hablan "por
las puras" no más./Rufino:¿Se acuerda que les dio con la "estatua" de ese patilludo que
había en la Alameda? Que llévenlo pa'llá, que tráiganlo pa'cá, /Alcalde: esta mañana se
aprobó un nuevo proyecto: el del ferrocarril metropolitano para Santiago. /Rosaura:¿y
qué pasó con la demolición de la Pérgola”.

No obstante, este mundo y el de la posmodernidad no logran arrasar con principios ni con


las tradiciones. “Rosaura:¡la demolición de la Pérgola de las Flores!..., para evitar la
angostura de que adolece...,dicho "sector"...,a la altura de San Francisco..."/ Ramona:
Jesús! Se les hace chica la calle para correr en automóvil y la agarran con una que
trabaja honradamente./ Rufino: Esta es cosa de la política. “.No hay modernidad sin
racionalización, pero tampoco sin la formación de un sujeto en el mundo que se sienta
responsable de sí mismo y de la sociedad. Al respecto, Touraine, señala que: (...) La
modernidad significa la contradicción, trastrueque de las convenciones, las costumbres y
las creencias, la salida de los particularismos la entrada en el universalismo o también la
salida del estado de naturaleza y la entrada en la edad de la razón.”

Y en medio de las pérdidas y sin sentidos, quedan los afectos, los apegos a las fuerzas
profundas de la fe. Gran parte de las sociedades, a través del tiempo se han sostenido y
generado acciones de vida aferrándose a la religión. No obstante lo moderno y lo
posmoderno, más tarde, han tratado de romper con el espíritu y orden religioso como forma
de ordenación y conducta moral ante la exagerada racionalización. Lipovtsky G. (1986)
plantea: “El espíritu moderno se caracteriza ante todo por su lucha contra la religión…
Eclipse delo sagrado quebranta el orden religioso así como todas las formas de orden
social y libera al sujeto encarnado en la religión… “No obstante, Ramona cree, confía en
que junto a los trabajadores, estudiantes y mujeres trabajadoras como ella, hay seres no
terrenales que la ayudarán:”. Viene para acá. ¡Misericordia, Dios de los Ejércitos! San
Judas Tadeo, Fray Andresito..., ¡asístanme(…) Recé un rosario y le hice manda a San
Judas y a Fray Andresito. Si uno me falla, ¡cómo no me va a "apechugar" el otro!”

III. CONCLUSIÓN

“La Pérgola de las flores” es una obra que mediante dualidades va configurando las
estructuras sociales que albergan este tiempo y su historia. A través de dos contextos
geográficos y espaciales, el campo y la ciudad-pérgola, vemos, simbólicamente
demostradas, las dos épocas que sociólogos como Lipovesky y Touraine han venido a
llamar la modernidad y la posmodernidad. Esta es una obra que representa la identidad,
el principio, lo natural y verdadero, junto la soledad, la corrupción, la mentira, lo
superficial y lo perverso. No obstante, No habrá un beso que quiebre la solidez de
principios ni habrá ensanchamientos de avenida que derriben la tradición y lo propio.

Obras citadas:

Aguirre, Isidora. 1986. La Pérgola de las flores. Santiago de Chile .Editorial Andrés Bello.

1.- García Antonio y Huerta Javier. 1995. Los géneros literarios: Sistema e Historia.
Madrid. Ediciones Cátedra S.A. 2.-Touraine Alain. 1997¿Podremos vivir juntos?. Capítulo.
Introducción. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica.

3.-Touraine, Alain.1999. La sociedad moderna como sociedad inconclusa. Buenos Aires,


1999, pág. 191. Editorial Fondo de cultura económica. El sujeto crítica de la modernidad,
capítulo IX.

4.- Lipovtsky Guilles.1986.La era del vacío. Capítulo IV, Modernismo y Posmodernismo.
Barcelona. pp, 79.134. Editorial Anagrama.

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