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Tapa

Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres

America‟s Family Coaches (Entrenadores de la familia estadounidense)


comparten este nuevo estudio que puede sorprenderle y cambiar la
forma en la que usted vive su matrimonio.

Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg

Lomo

Las 5 necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres


Rosberg
Tyndale

Contratapa

“Entrenadores de la Familia Estadounidense”


Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg

El Dr. Gary Rosberg habla a las esposas sobre

- Las cinco necesidades principales de un esposo


- El secreto de la sexualidad del hombre
- La necesidad del esposo de amor incondicional

Barbara Rosberg habla a los esposos sobre

- Cómo las esposas deletrean INTIMIDAD


- Cómo salvaguardar su matrimonio
- Qué significa cuando una mujer crea distancia

“Cada vez que escuché a Gary hablar, mi corazón fue tocado. El suyo
también lo será si lee este libro.”
Max Lucado, autor de God Came Near

“Con un claro entendimiento de las realidades de la vida matrimonial,


juntamente con una cuidadosa exposición de la Biblia, Gary y Barbara
Rosberg exponen las necesidades de los esposos y las esposas, para
que las parejas puedan disfrutar las alturas del matrimonio y evitar los
pozos de la infidelidad marital.”
Dr. Tony Evans, autor de Who Is This King of Glory?

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“Los Rosberg exponen y explican necesidades, a menudo son
inexpresables, que hay en el corazón de los esposos y las esposas.”
Michael Medved, anfitrión de un programa nacional de entrevistas
radiales y columnista de USA Today, y Dr. Diane Medved, autora de
The Case Against Divorce

“Personalmente, no sólo he prestado atención a este revelador libro de


Gary y Barb, sino a sus propias vidas también. Y créanme, ellos saben
lo que están diciendo.”
Patsy Clairmont, conferencista de Women of Faith y autora de I Love
Being a Woman y Stardust on My Pillow

Lengüeta de la Tapa

Basados en resultados sorprendentes de una investigación a nivel


nacional sobre las necesidades de las parejas en el matrimonio, Las 5
necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres explora
algunos de los mitos sobre el matrimonio. Conduce a esposos y
esposas a un nivel más profundo de entendimiento mutuo y provee
pasos prácticos para desarrollar un matrimonio genuino y maravilloso.

Lea lo que otros han dicho acerca de los Rosberg y Las 5


necesidades de amor de los Hombres y las Mujeres:

“Este libro tiene el poder de impactar radicalmente su relación...


provee una guía excelente para entender al amor de su vida.” Dr.
Gary Smalley, autor de Secrets to Lasting Love

“Cuando pienso en un gran compañerismo, pienso en Gary y Barb


Rosberg. He conocido y observado a estos dos siervos increíbles amar,
bendecir y animar a cientos de hombres y mujeres con el correr de los
años, comenzando con sus propias hijas.” Dr. John Trent, autor de
Choosing to Live the Blessing

“Este libro está lleno de sugerencias bien específicas y herramientas


para esposos y esposas. Gary y Barb escriben honestamente respecto
a las necesidades que todos tenemos en nuestro matrimonio.”
Dr. Stu Weber, autor de Tender Warrior

“Toda pareja que quiera que su matrimonio sea todo lo que Dios
espera que sea, tiene la obligación de leer este libro.” Dr. Dennis
Rainey, autor de Moments Together for Couples

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Lengüeta de Contratapa

El Dr. Gary Rosberg y su esposa Barbara, quienes han estado


casados por veinticinco años, son America‟s Family Coaches
(Entrenadores de la Familia Estadounidense). Juntos, Gary y Barbara
son los anfitriones de tres programas radiales, incluyendo America’s
Family Coaches LIVE, un programa diario a nivel nacional. Los Rosberg
también son parte de los equipos nacionales para conferencias
matrimoniales de FamiliLife y eventos para parejas llamados “I Still Do
(Todavía lo digo: Acepto)”. Gary también habla en eventos masivos de
los Cumplidores de Promesas y “Life on the Edge” de Focus on the
Family.
Gary, quien obtuvo su Ed.D. en la Universidad de Drake, ha sido
consejero matrimonial y familiar por más de quince años. Ha escrito
dos best-sellers: Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship Mender y
Guard Your Heart. También supervisa CrossTrainers, un estudio bíblico
y de rendición de cuentas para un grupo de más de seiscientos
hombres.
Barbara ha sido coautora (con Gary) de un estudio bíblico para vida
familiar y de edificación de hogares titulado Improving Communication
in Your Marriage. Barbara supervisa y anima a las mujeres por medio
de
A Woman‟s Legacy, una serie que enfatiza el increíble valor y la
dignidad de ser mujer.
Los Rosberg viven en West Des Moines, Iowa, y son los padres de dos
hijas adultas.

Reconocimientos

Han pasado cinco años desde que escribí (Gary) Guard Your Heart. En
la opinión de algunas personas, esperar cinco años entre dos libros es
mucho tiempo. Para mí no, principalmente por tres razones.
Primero, Barb y yo sabíamos que la próxima vez que escribiéramos un
libro, lo haríamos juntos. La vida es corta, y queremos trabajar como
equipo y en pareja lo más posible, para poder causar un impacto
positivo en las familias. Barb escribió una sección muy poderosa y
especial en Guard Your Heart, en la conclusión del libro, mostrándole a

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las mujeres cómo ayudar a sus esposos a guardar sus corazones. Pese
a eso, ella tiene mucho más que decir, lo cual usted leerá en este
libro.
En segundo lugar, nuestras dos dulces hijas debían ser educadas y
recibir más “independencia.” Dios hizo que esa “independencia” se
produjera con una separación de diez días la una de la otra en
septiembre de 1999. ¡Ay, ay, ay! Sarah se casó el 11 de septiembre
con Scott Wolfswinkel. Estamos emocionados, y ahora tenemos un
hijo, a quien amamos. Missy, nuestra hija menor, partió rumbo a la
universidad el mismo mes. Decidimos que nuestro rol como madre y
padre era mucho más importante que escribir un libro, así que
esperamos. Ahora que nuestras hijas tienen más independencia,
nosotros tenemos la independencia para escribir también.
La tercera razón es quizá más importante para usted que las dos
primeras. No queríamos escribir otro libro hasta que el Espíritu Santo
hiciera arder en nuestros corazones y espíritus alguna enseñanza que
debía ser dicha. Nuestro querido amigo el Dr. John Trent me dijo una
vez: “La comunidad cristiana no necesita otro libro escrito por gente
que no tiene nada que decir.” Recibimos su consejo. Esperamos hasta
ahora porque ahora tenemos algo que decir. Luego de nuestra
comunión con Jesucristo, nada es más importante que el matrimonio.
Es por eso que escribimos este libro. Queremos ayudarle a fortalecer
su matrimonio y animarle a que usted tenga la pasión de ayudar a
otros a que fortalezcan sus matrimonios también.
Algo que nos ayudó mientras escribimos este libro, fue estar rodeados
de gente que estaba tan comprometida como nosotros en sacar el
mejor libro posible. Eso es lo que hicimos, y queremos agradecer a
aquellos que nos ayudaron.
Primeramente, agradecemos a Ron Brees de Tyndale House
Publishers. Cuando te conocimos en el CBA en 1997, supimos que eras
una persona auténtica. Tu compromiso no sólo con los grandes libros
sino también con las relaciones interpersonales maravillosas nos
convenció inmediatamente. Gracias por haber trabajado en equipo con
nosotros y estar tan comprometido con la excelencia para publicar este
libro. Gracias también a Ken Petersen y el resto del equipo de Tyndale.
Ustedes son lo máximo.
También queremos agradecer a Greg Johnson, nuestro agente literario
de Alive Communications, Inc. Greg, tú no solo nos condujiste en la
dirección indicada (hacia Tyndale), sino que además contribuiste con
un sólido fundamento para este libro. Es bueno ser tu amigo y tu
colaborador en la publicación de libros que marcan una diferencia.
Lynn Vanderzalm y Judith Markam, ustedes son unas editoras
extraordinarias. Nos mantuvieron en la senda correcta. Elevaron el

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nivel de la excelencia así como también el nivel de la gracia. Ustedes
dos son el dúo dinámico en nuestros corazones.
Agradecemos al Dr. Lloyd Taylor de Midwestern State University por
ayudarnos con el análisis estadístico de nuestros datos, y a todas las
parejas que participaron en nuestra encuesta, la cual fue usada como
base para este libro. El mismo se enriqueció con todo su conocimiento
revelador. Ustedes están marcando una diferencia.
Queremos agradecer al Pastor Quintin Stieff por ministrar a nuestra
familia, semana tras semana. Has pastoreado las familias de Valley
Evangelical Free Church con gracia y verdad. Gracias por servirnos a
todos tan bien.
Asimismo queremos agradecer a nuestro equipo ministerial de
America‟s Family Coaches. El compromiso que ustedes tienen de llevar
la verdad de Dios a las familias del centro de Iowa y a toda la nación
es algo notable y que sale de sus corazones. Su sacrificio nos ha
permitido invertir el tiempo necesario para escribir este libro. Que sus
familias y miles de otras sean fortalecidos como resultado de su
servicio. Les amamos y consideramos un gran honor el poder servirles.
Y por sobre todo, queremos agradecer a nuestra familia. Sarah y
Scott, les amamos y estamos orgullosos de ustedes y de cómo Dios
está desarrollando su precioso matrimonio. Les apoyamos en oración y
les queremos muchísimo. Han comenzado bien y ahora, con el poder
de Dios, acaben bien. Missy, también te apreciamos y nos emociona
que nos llames Mamá y Papá. Es un verdadero gozo ver a Dios
usándote y moldeándote para llegar a ser una mujer valiosa.
¡Manténganse bajo Su cuidado chicos, y acaben en forma victoriosa!

Dr. Gary Rosberg y Barbara Rosberg


America‟s Family Coaches

Sobre los autores

El Dr. Gary Rosberg y su esposa Barbara son America‟s Family


Coaches (Entrenadores de la familia estadounidense); ellos preparan y
animan a las familias estadounidenses a vivir la vida en buena forma y
terminarla en buena forma también. Habiendo estado casados por más
de veinticinco años, Gary y Barbara tienen un mensaje único para las
parejas. Han conducido conferencias sobre la familia y las relaciones
interpersonales en más de cien ciudades de Estados Unidos. Están en
los equipos nacionales de predicadores para las conferencias
matrimoniales de FamilyLife, y para los eventos para parejas de
FamilyLife llamados “I Still Do (Todavía lo digo: Acepto.)” Gary

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también ha hablado a miles de hombres en los eventos de
Cumplidores de Promesas y a padres y adolescentes en las
conferencias denominadas “Life on the Edge Tour” del ministerio Focus
on the Family (Enfoque a la familia).
Juntos, Gary y Barbara llevan a delante un programa radial diario,
transmitido a nivel nacional que se llama America’s Family Coaches
LIVE. Este programa con llamadas en vivo, es escuchado en ciudades
de todo el país, donde se atiende a radioescuchas que llaman para
preguntar sobre variados temas familiares. Gary y Barbara también
son anfitriones de un programa radial los sábados, en la premiada
Radio WHO.
Gary, quien obtuvo su Ed. D. en la Universidad Drake, ha sido
consejero matrimonial y familiar por más de quince años. Ha escrito
dos best sellers: Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship Mender
(Tyndale y Focus on the Family), que trata sobre el tema de acortar el
distanciamiento creado por el conflicto en las relaciones
interpersonales, y Guard Your Heart (Multnomah), que ayuda a los
hombres a resistir firmes en medio de las tentaciones. Gary es
entrenador en CrossTrainers, un grupo de rendición de cuentas y
estudio bíblico para hombres que tiene más de seiscientos miembros.
Barbara se unió a Gary al escribir un capítulo especial para Guard Your
Heart y al escribir un estudio titulado Improving Communication in
Your Marriage (Group Publishing) para la serie de estudios para
parejas de FamilyLife‟s HomeBuilders. Además de hablar a familias,
Barbara instruye y anima a las mujeres por medio de A Woman’s
Legacy, una serie que enfatiza el increíble valor de la mujer.
El matrimonio Rosberg vive en West Des Moines, Iowa, y son padres
de dos hijas: Missy, universitaria que estudia comunicaciones, y Sarah,
quien vive en West Des Moines con su esposo, Scott.

Para más información sobre los ministerios de America‟s Family


Coaches, contacte:

America’s Family Coaches


2540 106th Street, Suite 101
Des Moines, Iowa 50322
1-888-ROSBERG
www.americasfamilycoaches.com

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A nuestros hijos-Sarah y Scott Wolfswinkel
y Missy Rosberg y su futuro esposo

Que experimenten la plenitud de un gran matrimonio, lo cual es el


resultado de rendir sus vidas al Señor y mutuamente.

LES AMAMOS A TODOS PROFUNDAMENTE.


¡Gracias por llamarnos Mamá y Papá!

ÍNDICE

Reconocimientos
La carta que cambió un matrimonio

PRIMERA PARTE: Entendiendo y satisfaciendo las necesidades mutuas

de amor

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1. La necesidad de amor #1 del esposo: Amor incondicional
(Gary habla a las esposas)
2. La necesidad de amor #1 de la esposa: Amor incondicional
(Barb habla a los esposos)
3. La necesidad de amor #2 del esposo: Intimidad-Los hombres
deletrean Intimidad así: S-E-X-O
(Gary habla a las esposas)
4. La necesidad de amor #2 de la esposa: Intimidad-Las mujeres
deletrean Intimidad así: H-A-B-L-A-R
(Barb habla a los esposos)
5. La necesidad de amor #3 del esposo: Amistad
(Gary habla a las esposas)
6. La necesidad de amor #3 de la esposa: Intimidad espiritual
(Barb habla a los esposos)
7. La necesidad de amor #4 del esposo: Aliento
(Gary habla a las esposas)
8. La necesidad de amor #4 de la esposa: Aliento
(Barb habla a los esposos)
9. La necesidad de amor #5 del esposo: Intimidad espiritual
(Gary habla a las esposas)
10. La necesidad de amor #5 de la esposa: Amistad
(Barb habla a los esposos)

SEGUNDA PARTE: Disfrutando el matrimonio maravilloso que Dios


planeó

11. Palabra final de Gary para los hombres


12. Palabra final de Barb para las mujeres
Apéndice
Acerca de los autores

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BOSQUEJO.

I. CONCEPTO DE COMUNICACION EFECTIVA.

II. ¿COMO LOGRAR LA COMUNICACION EFECTIVA?

A. CLAVE 1: LA CREACION DEL MENSAJE.

B. CLAVE 2. ELIMINAR LAS INTERFERENCIAS.

C. CLAVE 3. APRENDER A ESCUCHAR.

D. CLAVE 4. SENTIMIENTOS EN CORRESPONDENCIA.

1. TIENES QUE ENTENDER TUS SENTIMIENTOS.

2. LA PERSONA TIENE QUE HACERSE RESPONSABLE DE SUS


SENTIMIENTOS.

3. NECESITAS EXPRESAR TUS SENTIMIENTOS DE MODO POSITIVO.

4. DEBES RESPONDER A LOS SENTIMIENTOS DE LOS OTROS.

E. CLAVE 5. LA COMPRENSION Y LA PRÁCTICA DEL AMOR.

1. EL AMOR COMO UNA NECESIDAD.

2. EL AMOR ES ALGO CARO.

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3. EL AMOR COMO MOTIVACION.

4. CARACTERÍSTICAS DEL AMOR.

F. CLAVE 6. ALIMENTAR EL DIALOGO.

G. CLAVE 7. LA FUENTE DE PODER.

¿QUE ENTIENDE USTED POR UNA COMUNICACION EFECTIVA?


¿CUAL SERIA LA FORMA DE COMUNICARSE CON LOS DIFERENTES
PUBLICOS?

Para nuestro trabajo utilizaremos como texto el libro “Siete claves para
la comunicación efectiva”, de Paul A. Cedar.

I. CONCEPTO DE COMUNICACION EFECTIVA.

La comunicación efectiva en su sentido pleno requiere no solamente la


transmisión de la información, sino la participación en el mensaje; no
sólo la participación en el mensaje, sino en el sentido del mensaje; no
sólo en el sentido del mensaje, sino la participación en la vida del otro,
y esto es lo que se llama comunicación.

II. ¿COMO LOGRAR LA COMUNICACION EFECTIVA?

Para lograr una comunicación efectiva Paul A. Cedar menciona siete


claves que presentaremos de forma resumida.

A. CLAVE 1: LA CREACION DEL MENSAJE.

Hemos de entender los componentes básicos de la comunicación a fin


de crear un mensaje efectivo.

Los componentes básicos de un mensaje son los siguientes:

1. Origen. Es el comunicador o comunicante original.


2. Transmisor. Es el medio por el cual la fuente envía su mensaje.
3. Cauce. Es el medio de unión de la fuente con el destinatario.
4. El receptor es el órgano a través del cual se recibe el mensaje.
5. Destinatario. Es la persona que recibe el mensaje.

B. CLAVE 2. ELIMINAR LAS INTERFERENCIAS.

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Hemos de eliminar el “ruido” que interfiere o bloquea nuestra
comunicación efectiva.

El “ruido” es todo aquello que interfiere o bloquea la transmisión


precisa y la recepción apropiada del mensaje.

Ejemplos de interferencias externas:

Sonidos.
Vista.
Lengua o idioma.
Vocabulario.
Símbolos.
Posición del cuerpo. (poner ejemplos)

Ejemplos de interferencias internas.

El aire de superioridad.
Egocentrismo.
Dogmatismo.
Falta de sensibilidad.
Manipulación.
El habla compulsiva.
Una actitud crítica.

C. CLAVE 3. APRENDER A ESCUCHAR.

Hemos de dominar el arte de escuchar de modo inteligente y


comprensivo.

“Dios nos ha dado dos oidos y una sola boca. Por lo que es más sabio
escuchar que hablar en las muchas palabras no falta pecado”

Podemos ver que existe una gran diferencia entre oir y escuchar. El oír
denotya simplemente la acapacidad fisiológi a de recibir mensajes
orales de otra fuentes. Sin embargo el mensaje piede semplemente
entrar por un oído y dalir por el otro. El escuchar es deteniminto
aprendisaje del mensaje transmitido, respuesta adecuada al mismo,
no es un oír pasajero y general sino algo concreto y asimilable.(Poner
ejemplos)

No es tan grabe la encontrar un comunicador como encontrar uno que


esté dispuesto a escuchar. En muchas ocaciones se pone más la

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tención en lo que uno va a decir cuando el otreo termine de hablar que
nno le presta atención. Si queremos ser buen comunicador debemos
ser buen escuchador, (aun del tercer oido): el sudor, los mivimientos
bruscos y nerviosos, la fente fruncida, los accidentes repetidos, el
comer excesivo, un silencio peolongado no común, la puerta cerrada, y
tantas otras manifestaciones que hablan frecuante, pero muchas veces
no son escuchadas.

La clave para vencer estas barreras se halla en ti mismo. Por medio de


un acto de la voluntad y con la práctica asidua puedes convertir estas
barreras en cauces de comunicación.

D. CLAVE 4. SENTIMIENTOS EN CORRESPONDENCIA.

Hemos de reconocer y darnos cuenta de cuáles son nuestros


sentimientos y luego hacernos sensibles y corresponder a los
sentimientos de la otra persona.

Los sentimientos son meramente una expresión de la condición o


estado presente. Cuando expresas tus sentimientos, lo que estás en
realidad expresando es tu “ser real”, tu “yo” en un momento dado. Los
sentimientos comunican la realidad de tu yo interno. Revelan tu
condición interna.

Por desgracia, una razón por la que muchos toman drogas o beben en
exceso es porque esto hace que se sientan menos cohibidos y más
libres de comunicar sus sentimientos después de haber usado la droga
o el alcohol. En muchos casos la inconformidad de las personas con el
“yo verdadero” los lleva a la supresión de la expresión de sus
sentimientos, por ello se cierran, se vuelven reservados y se ponen a
la defensiva.

Veamos algunos consejos para cambiar nuestro yo interior de modo


que podamos expresar los sentimientos con alegría y satisfacción en
vez de avergonzarnos de ellos.

1. TIENES QUE ENTENDER TUS SENTIMIENTOS.

Debes empezar por reconocer el hecho de que los sentimientos son


una realidad importante en nuestras vidas. Hemos sido creados como
seres sensibles o emocionales, con sentimientos. Muchos conseguirían
una nueva dimensión de libertad si pudieran reconocer la naturaleza
de su emociones.

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El problema es que a muchos se les enseña desde niños que no deben
expresar sus sentimientos.

Hemos de reconocer nuestros propios sentimientos. Es posible que no


nos gusten, pero nunca podemos conseguir cambiarlos a menos que
reconozcamos su naturaleza. Sólo entonces podemos empezar a
trabajar sobre ellos y cambiarlos para hacerlos mejores.

Por ejemplo: ¿Has estado airado alguna vez contra alguien a quien
amas de veras? En vez de expresar esta ira, lo que hacemos muchas
veces es suprimirla y quedarnos callados. Cuando la persona de que se
trata nos pregunta qué es lo que nos pasa, le contestamos muchas
veces diciendo simplemente que no tenemos ganas de hablar. En
realidad, el problema no se puede resolver nunca hasta que hemos
reconocido nuestro sentimiento de ira, y lo hemos expresado de una
manera constructiva. Sólo así se puede resolver el problema.

Nuestras vidas pueden ser como un río que fluye de un modo


sosegado y hermoso dentro del cauce, o sea, con las orillas como
bordes, es decir, bajo control; o bien pueden ser como un río
impetuoso y desbordado, que acarrea destrucción y muerte a su paso.
¡Qué diferencia pueden hacer las emociones en la vida cuando están
bajo control!

Si hemos de comunicar nuestros sentimientos de modo adecuado y


también responder de modo apropiado a los sentimientos de otros,
hemos de empezar reconociendo la realidad de nuestros sentimientos
y luego aprender a reconocerlos e identificarlos.

2. LA PERSONA TIENE QUE HACERSE RESPONSABLE DE SUS


SENTIMIENTOS.

Al aprender a reconocer e identificar nuestros propios sentimientos


hemos de aprender también a asumir responsabilidad por ellos. Los
sentimientos vienen de dentro. Sólo nosotros somos responsables de
nuestros sentimientos.

Debido a nuestra naturaleza humana, con frecuencia intentamos poner


en toros la responsabilidad de nuestros sentimientos en un momento
dado. Por ejemplo, decimos: “¡Me ha hecho enojar!”, o bien: “¡Me da
asco!” Esto simplemente no es exacto. La otra persona no es la causa
esencial de estos sentimientos nuestros: nosotros consentimos en que
ella nos influencie de esta manera.

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El poner la culpa de nuestros sentimientos negativos en otro, es
buscar excusas o escaparse por la tangente. La otra persona da lugar
al estímulo que nos hará reaccionar, pero nosotros tenemos la
capacidad de responder a este estímulo según queramos hacerlo. Sólo
tú eres el que decide si vas a responder con ira o con buen humor. Tú
puedes dominar tus sentimientos. ¡Tú eres responsable!

El asumir responsabilidad por nuestros sentimientos nos da una


sensación de libertad. Dios nos ha dado a cada uno la capacidad de
controlar nuestras emociones. Cuando nuestras emociones nos
controlan no somos dueños de nosotros mismos. Cuando controlamos
nuestras emociones somos los guías de nuestra propia vida.

3. NECESITAS EXPRESAR TUS SENTIMIENTOS DE MODO POSITIVO.

Cuando tú estás en control de tus sentimiento, estás en una posición


ventajosa para poder expresarlos de modo abierto y franco. Por
desgracia, muchos hemos aprendido el arte de suprimir nuestros
sentimientos. Debido a que nuestros sentimientos son, con frecuencia,
negativos o potencialmente destructivos, nos vemos en la necesidad
de retenerlos o mantenerlos a raya.

Si uno está constantemente suprimiendo sus emociones, puede estar


seguro de una cosa: acabará enfermo, sea física, emocional o
espiritualmente. la supresión conduce a la enfermedad. De hecho,
algunos médicos sugieren que un porcentaje enorme de las
enfermedades físicas tienen causas que podemos llamar
psicosomáticas, es decir, se originan en el estado anímico o del alma.
El suprimir las emociones no permite tener paz con uno mismo, o sea,
bienestar. Puede darnos la impresión de que estamos a punto de
“estallar” o “colapsar”, pero lo que no hará nunca es darnos
satisfacción.

Voy a poner un ejemplo de este principio. Supongamos que la madre


de Billy le ha dicho al niño que no pinte monigotes en la pared, pero
que Billy no ha obedecido y los ha pintado. Su madre puede responder
de varias maneras. Puede encolerizarse, chillarle a Billy y castigarle,
incluso físicamente. Sin embargo, es mucho mejor para los dos si ella
puede expresar su ira verbalmente con calma, explicarle el por qué y
luego disciplinarle de modo apropiado, y hacerle limpiar la pared acto
seguido.

En otras palabras, Billy debe aprender que no puede controlar a su


madre, ni tampoco puede conseguir que ella pierda su propio control:

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lo que sí debe hacer es pagar las consecuencias de su desobediencia
Es posible que una azotaina sea un medio adecuado en este caso, pero
lo importante es que Billy se dé cuenta que la azotaina no es el
resultado de la ira de su madre, sino la consecuencia directa de su
desobediencia.

Estos mismos principios deben ser aplicados en nuestras relaciones


con otros adultos. Necesitamos reconocer que no hay nadie que pueda
“hacernos enfadar”. Tenemos el derecho a decidir si nos enfadamos o
no, y de qué forma, si nos enojamos, vamos a expresar este enojo.

¡No tenemos que suprimir nuestros sentimientos, sino expresarlos de


modo sincero y constructivo!

4. DEBES RESPONDER A LOS SENTIMIENTOS DE LOS OTROS.

Al aprender a reconocer y asumir responsabilidad por nuestros propios


sentimientos y a saber expresarlos de modo franco y constructivo,
estamos preparados para aprender a responder a los sentimientos de
los demás. hemos de empezar con nuestro propio modo de vida. Al
comunicar con los otros hay que practicar una sinceridad total, y
expresar no sólo nuestras ideas, o sea dar información, o datos, sino
que también hemos de comunicar nuestros sentimientos.

La identificación o reconocimiento es, pues, una herramienta


importante. Cuando las otras personas están comunicándose contigo
verbalmente, procura no sólo reconocer lo que están diciendo, sino
también entender al comunicante como persona. Escucha no sólo el
mensaje verbal, sino está atento a los sentimientos que expresa.

Luego, intenta “corresponder” a estos sentimientos, del mismo modo


que respondes a la persona. Responde al que te comunica algo de un
modo simple, por lo que te dice. No caigas en la trampa de tratar de
analizar al comunicante. Respóndele de modo simple, con afecto y
sensatez. En otras palabras, hemos de aprender a gozarnos con los
que se gozan y llorar cono los que lloran. Si hemos de ser
comunicantes efectivos hemos de serlo todo para todos, según las
necesidades.

La comunicación de eficacia máxima incluye mi deseo y voluntad de


estar disponible para la otra persona, identificarme con ella y
responder con interés genuino y con ayuda práctica.

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Al intentar corresponder a las emociones del otro, hemos de tener
cuidado de compartir, animar, construir, llevar cargas, suavizar
heridas, curar y vendar, todo con sentimientos de compasión y amor
auténtico.

E. CLAVE 5. LA COMPRENSION Y LA PRACTICA DEL AMOR.


Hemos de comprender la dinámica del amor y luego practicarlo
activamente en nuestro modo de vivir.

Sin el amor, la comunicación interpersonal se hace meramente


mecánica. El amor es a la comunicación lo que la corriente sanguínea
es al cuerpo humano. Sin el flujo continuo de la sangre a las células, el
cuerpo humano es un mero cadáver. Y sin el amor como centro de
muestras comunicaciones personales, las relaciones con los otros
acaban también muriendo. ¡El amor trae la vida!

1. EL AMOR COMO UNA NECESIDAD.

Sólo el amor puede satisfacer una d las necesidades más primarias de


la humanidad. Si los científicos de la psicología behavorista están de
acuerdo en una premisa común, es la de que el amor, amar y ser
amado, es una necesidad universal, o sea de todas las personas. No
hay ninguna otra necesidad más evidente en nuestras vidas diarias
que la necesidad de amar.

De hecho, gran parte de nuestra conducta personal es una expresión


de nuestra necesidad básica de ser amados. Deseamos ser aceptados,
apreciados y corroborados Y, generalmente, nos comportamos de
manera que invitamos a la respuesta del amor.

Todos hemos observado a niños que están haciendo un gran esfuerzo


por recibir atención y ganar la aprobación de sus mayores. Gran parte
de nuestra conducta como adultos es meramente una expresión
velada de este mismo modo de comportamiento: el buscar ser amado
y ser corroborado.

Los técnicos de los anuncios usan sus medios múltiples sobre nosotros
en el punto preciso de nuestras necesidades y luego intentan
instigarnos a que compremos una mercancía particular a fin de
satisfacer esta necesidad. Se nos está bombardeando constantemente
en los periódicos, la radio, o la televisión, asegurándonos que un cierto
desodorante, pasta dentífrica o un automóvil nos hará más aceptados
y queridos.

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Muchos hemos probado estos productos con grandes expectativas,
pero hemos quedado decepcionados con los resultados obtenidos.
Hemos descubierto que el perfume de una cierta loción para afeitarse
o el color de un cierto lápiz para labios no es un punto clave para ser
aceptado y ser amado. Para gozar del amor de los otros y vivir una ida
de amor se requiere mucho más que esto. ¡El amor auténtico es
mucho más caro!

2. EL AMOR ES ALGO CARO.

Si has de disfrutar una vida de amor, tienes que satisfacer unos


requisitos inevitables. El amor no fluye meramente de una fuente
indefinible. El verdadero amor viene siempre de Dios. El es la única
fuente del amor. Veamos cuáles son los precios que hay que pagar por
esta mercancía tan maravillosa del amor.

Riesgo.
Dolor.
Tiempo.
Decisión.
Sensibilidad.

3. EL AMOR COMO MOTIVACION.


La conducta de una persona está determinada por sus motivos
interiores. La palabra procede de la palabra latina “motum”, que
quiere decir “mover”. ¡el motivo es pues lo que nos induce a la acción
o causa movimiento!

Si el amor pasa a ser nuestro motivo interno primario, la vida


empezará a ser caracterizada por el amor. Esta cualidad de amor es
muy diferente de lo que es sólo contentación y fachada. El amor
fabricado es superficial y poco digno de confianza. Su existencia es
como un actor en el escenario que hace los gestos, pero que no tiene
los sentimientos auténticos.

El amor que es genuino debe fluir de dentro del corazón. No puede ser
fabricado. Este amor empieza como un motivo, y entonces se
manifiesta como una expresión auténtica, en palabras y en hechos. Si
es así, ¿Cuáles son las características de un amor genuino?

4. CARACTERÍSTICAS DEL AMOR.

-El amor es muy paciente.

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-El amor es amable.
-El amor no es envidioso ni tiene celos.
-El amor nunca es fingido.
-El amor no es jactancioso, arrogante, altanero u ordinario. Se
preocupa siempre de lo que es mejor para los demás antes de hacerlo
por uno mismo. Reconoce que lo que es bueno para uno mismo y lo
que es bueno para los demás no se excluyen en general. Al contrario,
están en armonía entre sí. Cuando hay amor, lo que es bueno para el
uno es bueno para el otro. Naturalmente , esta afirmación se basa
sobre la premisa de que la vida no es meramente un accidente, sino
que Dios está realmente en control del universo y se preocupa de
nuestras vidas. He descubierto que cuando Dios me bendice, nunca lo
hace perjudicando a otro. La bendición de dos no va dirigida a
aislarme, sino que me hace potencialmente una bendición para otros
cuya vida está relacionada con la mía. Cuando otro es favorecido y yo
no, aun puedo gozarme de modo genuino, porque la bendición del otro
es una bendición para mí.

Esta es una de las distinciones básicas entre el amor y el deseo


egoísta. El deseo egoísta exige siempre y procura conseguir la
satisfacción propia sin la menor preocupación respecto al otro. En el
amor hay una sana preocupación para uno mismo y para el toro. El
amor prefiere dar y compartir para el bienestar mutuo o de todos los
afectados.

- El amor no es irritable, quisquilloso o resentido.

- El amor nunca se deleita en la injusticia, sino que se deleita en la


verdad. El amor sólo se decide por lo recto y lo justo, cualquiera que
será el precio a pagar. De hecho, hemos dicho ya que el amor siempre
es costoso. La búsqueda de la justicia y la verdad es siempre muy
costosa, y el amor es el que guía. La Biblia habla muy claramente de
“decir la verdad en amor”. Hay una manera de expresar la verdad que
hiere, que destruye. Pero, cuando la verdad es expresada en amor, es
constructiva, anima, edifica. ¡Donde hay verdad y justicia, se necesita
amor!

- El amor es también optimista y animoso. El amor tiene el potencial


de reparar toda relación humana fracturada. ¡No es de extrañar que el
amor sea optimista y animoso!

- El amor puede vencer literalmente toda clase de obstáculos. El amor


lo resiste todo. El amor es una de las pocas cualidades de la vida que

18
tiene el potencial de persistir para siempre. ¡El amor nunca termina, y
nunca fracasa!

F. CLAVE 6. ALIMENTAR EL DIALOGO.

Hemos de aprender a alentar el diálogo y luego a vivirlo.

Una definición contemporánea del proceso de comunicación sería: la


comunicación es el proceso del encuentro. Hallaremos el modelo de
esta definición moderna en las siguientes páginas.

El vocablo que hemos usado para esta definición es “encuentro”.


Veamos qué queremos decir con esta palabra. Es en realidad un
modelo de tipo existencial contemporáneo, que reconoce que dos
personas, Juan y María, son algo más que meros objetos de
comunicación. Como personas las dos tienen necesidades y
ansiedades. La comunicación en este modelo es mucho más que un
comunicante (o fuente) que hace llegar una carga de información a
otro (el destinatario). Este modelo reconoce la realidad de dos
individuos que tienen necesidades y problemas personales y que se
acercan el uno al otro a fin de experimentar un “encuentro
significativo”, como se dice hoy.

FIGURA 9, PAGINA 92.

Cuando dos personas reconocen la existencia de necesidades y


ansiedades personales, pueden comunicarse en un nivel
completamente diferente del nivel en que lo harían de otro modo.
Tienen un potencial para experimentar un encuentro auténtico. son
capaces de expresar sus sentimientos de modo franco y abierto, de
responder el uno al otro con comprensión compasiva y de empezar a
mostrarse el uno al otro tal como son, como si fueran transparentes.
El “encuentro” es muy distinto, pues, de pasar información de un
objeto a otro objeto.

Pero hay todavía un nivel más elevado de comunicación. Es el “milagro


del diálogo”. El diálogo auténtico es la comunicación en su forma más
elevada y significativa. La definición de diálogo en el sentido de
comunicaciones es como sigue: Es un proceso de comunicación que
consiste en una relación creativa, en hacerlo todo común o mutuo.
Dice: “Yo quiero compartir mi vida con la tuya. No sólo mi
conocimiento, mi fuerza, mis éxitos, sino que también quiero
compartir mis fallos, mis preguntas, dudas y necesidades. Quiero

19
compartir mi amor y mis sentimientos contigo de modo abierto y
franco, para nuestro mutuo crecimiento y beneficio.”

¡La clave para este tipo de comunicación en diálogo es el amor! el


modelo de comunicación en diálogo se ve en la figura siguiente

FIGURA 10, PAG. 95.

El diálogo implica el acto de compartir la vida. Como podemos ver en


el modelo, en la comunicación en diálogo, Juan y María no sólo se
buscan uno al otro para el encuentro y comunicación de información y
de ideas; en realidad se buscan para compartir sus vidas. La
comunicación en diálogo tiene lugar en las áreas que han sido
subrayadas.

Sin la menor duda no comparten sus vidas de modo total. De hecho, la


mayor parte de sus vidas permanece privada. Pero hay un acto abierto
de su voluntad, y comparten una porción de sí mismos el uno con el
otro. ¡Esto es diálogo!

Al ir creciendo una relación en diálogo, el círculo del diálogo crece más


y más. Al ir compartiendo su vida, hay un aumento en el amor, la
confianza y la relación personal. A medida que el círculo del diálogo se
va haciendo mayor, el círculo de la vida privada y personal se va
haciendo menor. La relación última en diálogo sería el compartir
totalmente la vida del uno con el otro. Es interesante notar que este es
el modelo bíblico para la relación del matrimonio: ¡el que dos vidas se
vuelvan una!

En mi opinión, esta verdad es la refutación más clara de los llamados


“matrimonios a prueba”. Un matrimonio a prueba nunca puede ser
auténtico. Sólo cuando dos personas hacen un pacto uno con el otro y
con Dios puede haber el potencial para que las dos vidas se conviertan
en una. Esta clase d entrega total del uno al otro es absolutamente
esencial para el matrimonio. En realidad, esta relación de amor,
confianza y entrega es el epítome de la vida de diálogo.

G. CLAVE 7. LA FUENTE DE PODER.

Hemos de permitir a Dios que sea la fuente que nos dé fuerzas para
hacer posible nuestra comunicación.

1. LA VIDA DE DIALOGO.

20
El libro de los Hechos nos habla del estilo de vida de la Iglesia
Cristiana Primitiva. Estos cristianos disfrutaban de modo espontáneo
de un estilo vida en el que reinaba el amor y el gozo, la paz y a
franqueza. la palabra que describe este tipo de relación es la que en
griego se dice “koinonía”, que literalmente se traduce por
“fraternización” o “comunión”. Se caracteriza por un modo de
compartir generoso, de relacionarse unos con oros de modo común, o
sea, en comunidad.

En realidad “koinonía” es el ejemplo humano más perfecto de lo que


hemos presentado como la comunicación en diálogo. Es el compartir la
vida con otros en el sentido más profundo.

Estas personas se nos dice que “estaban juntas”, “lo tenían todo en
común”, “compartían lo suyo con los que tenían necesidad”,
“participaban en las comidas con gozo espontáneo”, “estaban juntos
en una genuina alabanza a Dios”, y eran bien considerados por todo el
pueblo.”

En resumen, disfrutaban de una vida de máxima comunicación, un


estilo de vida de diálogo. No hay duda que no sabían nada de la teoría
de las comunicaciones que nosotros formulamos o de nuestros
principios sociológicos, pero experimentaban la cosa de modo
verdadero, todo lo que muchas veces nosotros discutimos en teoría,
pero que somos incapaces de poner en práctica.

Creo que la solución a este problema en nuestras vidas es en realidad


simple u accesible por completo a daca uno de nosotros. Además de
conocer los principios básicos de la comunicación y el modo de
practicarlos necesitamos recibir el poder de vivirlos, para gozar de la
máxima comunicación posible.

Como probablemente has supuesto, yo creo que lo que necesitamos


para conseguirlo es que Dios mismo nos ayude. Y como muchos otros,
yo he encontrado esta ayuda, que está a nuestra disposición. Podemos
gozar del mismo estilo de vida de la “koinonía” auténtica que
experimentaron los cristianos primitivos.

Tres áreas de la comunicación

1- La comunicación familiar. (Esposa, hijos)


2- La comunicación en el noviazgo.

21
3- La comunicación secular.

Principios para ser un buen comunicador.

1- Conocerse bien
2- Ser un buen escuchador
3- Sea empática
Sentir lo que la otra persona siente. La ventana Johari puede ayudarle
a lograr más empático con otra persona.
4- Sea confiable.
5- No sea un comunicador selectivo (los nosotros y los ellos)

El joven del siglo XXI

Debe planificar bien su tiempo


El joven es libre (ama a Dios y haz lo que quieras)
Debe ser un buen comunicador
Debe escoger bien su pareja
Debe conocer el peligro o la bendición del sexo.

Tipos de personas que existen en una comunicación

- los introvertidos y poco comunicativos, penosos


- los que son todo lo contrario.

Peligros de la Comunicación

Es la lengua un fuego (estudio inductivo)

Más y más hombres se están haciendo esta pregunta. Y las


estadísticas de divorcios muestran que muchos de ellos no
encuentran la respuesta. Pero sí hay respuestas; en la Palabra
de Dios. Y es con esta confianza que David Egner ha escrito
este opúsculo para dar una recapitulación de lo que la Biblia
dice acerca del matrimonio. Es nuestra oración que por medio
de las respuestas que se encuentran en estas páginas el amor
de muchos se vea renovado y sustentado.

Cuando una relación matrimonial comienza a deteriorarse, los


hombres y las mujeres reaccionan de diversas maneras. Aquí

22
tenemos un muestrario de cómo reacionan algunos maridos y
mujeres:

Lo voy a dejar correr. No tengo por qué seguir en este suplicio


más tiempo. La vida es demasiado corta para tener que
soportar todo este sufrimiento. Me sentiría más feliz si lo
dejara correr, y ella también.

Lo hemos intentado todo. No hay nada que parezca funcionar.


Él sólo insiste en que todo sea como a él le parece. Es inútil. Lo
único que queda es separarnos.

Estamos en la década de los ochenta, no de los veinte. El


matrimonio no significa lo que solía significar. Y mucha gente
ya ni se molesta en celebrar la ceremonia. Lo pruebas, y si no
va bien, lo dejas. No hay razón para ponerse moralizador
acerca de esto.

No hay más que mirar el elevado porcentaje de divorcios.


Todos se divorcian, hasta destacados cristianos. ¿Por qué debo
yo sufrir por causa de un mal matrimonio? No tengo ninguna
necesidad de ser yo la excepción.

Nuestro matrimonio sólo necesita de un poco de animación.


Estamos demasiado acostumbrados el uno al otro. Quizá si
tubiera una breve relación extramarital volvería un poco de
calor a nuestra relación matrimonial.

Hemos ido pasando de consejero en consejero. No sé cuánto


dinero hemos gastado. Incluso fuimos a ver a un predicador.
Alguien debe tener la fórmula adecuada para nuestro caso.
Supongo que simplemente tendremos que seguir buscando.

Sé que al final nuestro matrimonio saldrá bien. Una vez me he


tomado unas cuantas copas, puedo tolerar casi cualquier cosa.
Esto me ayudará a aguantar hasta que las cosas mejoren.

23
Supongo que mi destino es una vida de infelicidad. No hay nada
que pueda hacer acerca de mi matrimonio. Quizá cuando los
niños se hayan ido de casa tendré el valor suficiente para irme
yo también. Hasta entonces, tendré que hacer ver que todo me
va bien.

Divorcio. Relaciones extramaritales. Consejeros. Alcohol.


Drogas. Resignación. Éstas son algunas de las maneras en que
se intenta afrontar las dificultades matrimoniales. Pero en la
mayor parte de las ocasiones lo que se consigue con ello es
empeorar una situación mala. Hay otra vía, una vía mejor.
Incluso si estás deseando llamar a un abogado. Incluso si la
reconciliación parece imposible. Puedes acudir a Dios, a Aquel
que instituyó el matrimonio al principio, Él es Quien puede
transformaros en el marido o la mujer adecuados, en la
persona que le agrada a Él.

El matrimonio fue ideado en el cielo. Todo comenzó en el


Paraíso. Dios vio que la soledad del hombre no era buena, por
lo que le hizo "una ayuda comparable a él". Y cuando Dios le
trajo la mujer comenzó la primera relación marital. Adán y Eva
compartieron como marido y mujer el maravilloso y paradisíaco
huerto que Dios había creado para ellos. Así nos dice la Biblia
que todo comenzó:

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le


haré ayuda idónea para él. ... Entonces Jehová Dios hizo caer
sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una
de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que
Jehová Dios tomó del hombre, formó una mujer, y la trajo al
hombre (Génesis 2:18,21,22).

Eva fue hecha para ser la "ayuda comparable" de Adán. Como


su ayuda, ella fue dada a él para ayudarle a hallar la plenitud.
La palabra castellana "ayuda" no expresa todo lo que denota el
término hebreo. Se refiere a alguien que ayuda a otro a
encontrar la plenitud. En un caso, se emplea para designar a
alguien que acude al rescate de otro. Así, en aquella primera
relación marital la mujer fue traída al hombre para realizarlo,
en el sentido de rescatarlo de su soledad.

24
Como ayuda idónea o comparable, Eva era la compañera
cualificada de Adán, correspondiéndose con él. Dios la hizo a
ella para que fuera una compañía apropiada para el hombre
que había hecho. Ella era, tal como la ha descrito Charles
Swindoll, "la pieza que faltaba en el rompecabezas de su vida".

Así es como Dios lo empezó en Edén. Y para que nuestro


matrimonio funcione nos es necesario volver a Sus principios:
aquellos bloques constructivos para el matrimonio que
encontramos en la Palabra de Dios.

El relato de Génesis acerca del origen del matrimonio concluye


con una declaración que expresa cuatro elementos que
deberían constituir parte de cada matrimonio (véase Génesis
2:24,25). Son como sigue:

 Una separación. "Por tanto, dejará el hombre a su padre y


a su madre". Las partes del matrimonio dejan a sus
padres.
 Una adhesión. "Y se unirá a su mujer". La imagen del
primer matrimonio incluye la idea de un encolado, de una
adhesión permanente.
 Una unidad. "Y se harán una sola carne". Los dos deben
considerarse como uno. Las viejas unidades familiares se
rompen, y se forma una nueva.
 Una intimidad. "Y estaban ambos desnudos... y no se
avergonzaban" Su carencia de egocentrismo les
posibilitaba disfrutar del otro y suplir las necesidadesl del
otro sin ningún sentimiento de turbación o de rechazo.

Cuando Dios instituyó el matrimonio, dio el mandamiento de


que la tierra fuera llenada, e insistió en que el matrimonio era

25
una relación para siempre. No nos dejó a nosotros mismos para
que lo hiciéramos funcionar como mejor supiéramos. A
continuación examinaremos 10 bloques constructivos bíblicos
para edificar un matrimonio con éxito.

1. Entrega para toda la vida


2. Identidad compartida
3. Fidelidad absoluta
4. Papeles bien definidos
5. Amor sin reservas
6. Sometimiento mutuo
7. Plenitud sexual
8. Comunicación abierta
9. Tierno repeto
10. Compañerismo
espiritual

Al ir examinando y reflexionando acerca de estos 10 bloques


constructivos, recordemos que no son de factura humana. Nos
han sido dados por el mismo Dios. Y por cuanto ello es así,
puedes saber con certidumbre que cuando tú y tu cónyuge los
sigáis, tendréis un matrimonio que funciona.

Pero quizá eso sea imposible porque tu cónyuge que no es


salvo, o porque rehúsa aceptar la autoridad de la Biblia. Sin
embargo, si tu cónyuge está dispuesto a quedarse contigo,
tienes la oportunidad de mostrar a tu cónyuge clase de marido
o mujer que Dios puede ayudarte a ser (1 Corintios 7:12-16).
Así que no pongas este libro a un lado. De verdad creemos que
te será de ayuda.

26
El primer bloque constructivo bíblico para un
matrimonio que funcione es que el hombre y la mujer se
entreguen mutuamente para toda la vida. Cuando un hombre y
una mujer deciden casarse, están a la vez comprometiéndose a
permanecer casados hasta que uno de ellos muera. El Señor
Jesús dijo:
¿No habéis leído que el que los creó, desde el principio los hizo
varón y hembra, y dijo: Por eso el hombre dejará a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y los dos vendrán a ser una
sola carne? Así que ya no son dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Mateo 19:4-
6).

Luego, en respuesta a una pregunta acerca del divorcio, Jesús


proseguía:
Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a
vuestras mujeres; pero no fue así desde el principio. Y yo os
digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de
fornicación, y se casa con otra, comete adulterio; y el que se
casa con la repudiada, comete adulterio (vv. 8,9).

Por tanto, el voto matrimonial es la expresión de una entrega


para toda la vida. El significado del voto "desde hoy en
adelante" dura toda la vida. Es un voto que no debe ser
quebrantado (véase Eclesiastés 5:4).

Considera esta historia de la vida real: Un hombre y una mujer


llevaban casados sólo un año cuando a ella se le diagnosticó
una esclerosis múltiple. Después de pensar seriamente acerca
de lo que ello significaba, le dijo a su marido que "le concedía
la libertad". Pero él no quiso dejarla. Los tiernos cuidados y el
amor que derramó sobre ella hicieron que los últimos años de
ella fueran dichosos y especiales. ¿Por qué actuó él así?
"Porque", dijo él, "cuando me comprometí ante Dios 'para lo
bueno y para lo malo' y 'en salud y en enfermedad', sabía lo
que decía. Y Dios nos hizo a ambos increíblemente felices como
resultado de ello".

El segundo bloque constructivo en un matrimonio que funcione


es que marido y mujer se vean como uno. Ya no se trata de un
hombre viviendo su vida para sí y de una mujer viviendo la

27
suya para sí misma. Hay ahora una nueva unión, una nueva
familia, una nueva unidad. Adán expresó esta identidad
compartida cuando Dios le trajo la mujer. Dijo: Esto es ahora
hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada
Varona, porque del varón fue tomada (Génesis 2:23).

El siguiente versículo concluye con las palabras "se harán una


sola carne" (v. 24).

Pero no siempre es fácil vivir esta identificación en la vida de


cada día. Esto se debe a que el marido y la mujer tienen
diferentes hábitos, diferentes antecedentes, diferentes padres,
diferentes educación, diferentes personalidades y diferentes
cicatrices emocionales.

Además, Eva no era un clone de Adán, sino que era singular,


como lo es cada ser humano. Ella no salió de ninguna línea de
montaje. Era diferente, tanto física como emocionalmente.
Tenía diferentes necesidades, necesidades que sólo Adán
podría satisfacer. Y sólo ella podría dar satisfacción a las
necesidades de Adán.,/p>

En el matrimonio, el hombre y la mujer son llevados a la unión.


Vienen a ser uno, fundiéndose en la vida del otro. Es un acto de
una vez para siempre, pero conlleva un proceso. Se precisa de
tiempo, amor, paciencia y perdón para llevar a la madurez la
identidad compartida del matrimonio. Y tiene maravillosos
resultados. El hombre y la mujer ya no están solos. Son uno,
incluso en momentos en que:

 él está en la habitación de un hotel a miles de kilómetros.


 ella siente dolores de parto.
 él acaba de perder su trabajo.
 ella ha descubierto un bulto misterioso en su cuerpo.
 él ha recibido un ascenso en el trabajo.
 a ella le han ofrecido un nuevo trabajo.

28
Los dos son uno. Aunque sean distintas personas con inmensas
diferencias, han acordado caminar por la vida como uno.
Comparten una misma identidad.

No sólo el matrimonio es una entrega mutua para toda la vida


de dos personas que comparten una misma identidad, sino que
también demanda una fidelidad total por parte del marido y de
la mujer. Deben ser fieles el uno al otro. La Biblia no admite
vacilaciones en esta cuestión. El hombre debe ser fiel a su
mujer, y la mujer a él. El escritor de Proverbios advierte:
¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos
ardan? ¿Andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se
quemen? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no
quedará impune ninguno que la toque (6:27-29).

La Biblia no admite contemporizaciones en su exigencia de


fidelidad sexual. Pablo ordenó a Tito que las mujeres más
ancianas enseñaran a las mujeres jóvenes en la iglesia a "a ser
amantes de sus maridos y de sus hijos, a ser sensatas, castas
..." (2:4, 5). Cuando una mujer entra en la relación
matrimonial, debe comprometerse a entregarse sólo a su
marido.,

El adulterio está estricatamente prohibido en la Biblia. El sexto


mandamiento promulgado en el Sinaí fue: "No cometerás
adulterio" (Éxodo 20:14). Jesús mencionó este mandamiento
en Su conversación con el joven rico (Mateo 19:18). Y Pablo
mencionó el adulterio en su lista de los pecados de la carne
(Gálatas 5:19). La fidelidad marital es el cumplimiento del voto
pronunciado ante Dios y los hombres durante la ceremonia
nupcial. "Y a ti te prometo mi fidelidad". Un escritor ha dicho:
Es de esta manera que nos tenemos que amar uno a otro, con
un amor comprometido que no depende de la felicidad ni de
ninguna evidencia de éxito. ¿Dónde ha de comenzar tal amor si
no comienza con aquelllos más cercanos a nosotros, con el
cónyuge que hemos elegido de entre todas las otras personas
del mundo como la niña de nuestros ojos? (Mike Mason, The
Mystery of Marriage, pag. 106).

Aquí tenemos algunas de las implicaciones de una absoluta


fidelidad - el tercer bloque del matrimonio:

29
 Concentraremos nuestro amor en nuestro cónyuge.
 No seremos desleales en las cosas pequeñas.
 No galantearemos con otros.
 Huiremos de la tentación.
 Controlaremos nuestras fantasías.

Para las actuales normas, la fidelidad absoluta "no es natural".


Naturalmente que no lo es, no lo es en un mundo caído. Pero
para nuestros primeros padres en el Paraíso era tan natural
como la vida misma. Y en la actualidad será parte integral de
todo matrimonio que funcione bien.

La sociedad actual ha emprendido un ataque frontal contra el


matrimonio. Y uno de sus ataques se lanza contra los papeles
tradicionales dentro de la familia. A la esposa se le dice que por
cuanto ella tiene los mismos derechos que su marido no tienen
que someterse a nadie. Se está aplicando presión al marido
para que se cuide de sí mismo y no se ocupe de ella. Como
resultado de ello, los maridos y las mujeres necesitan
orientación. Necesitan respuestas a las preguntas básicas
acerca de sus papeles específicos.

Estas respuestas se hallan en la Biblia. Y cuando sean puestas


en práctica, el matrimonio funcionará.

El papel del marido.


La Biblia dice que el marido es la cabeza de la mujer. Pablo
escribió:
Pero quiero que sepáis que ...el varón es la cabeza de la mujer,
y Dios la cabeza de Cristo (1Corintios 11:3)
Porque el marido es cabeza de la mujer. (Efesios 5:23).

¿Qué significa esto? Significa que el marido debe proveer un


liderazgo responsable sin ser dictatotial o ciegamente egoísta.
Biblicamente, su liderazgo debe:

 ser ejercido en amor (Efesios 5:25; Colosenses 3:19).


 seguir el ejemplo del amor de Cristo para con la iglesia
(Efesios 5:25).
 ser ejercido sin amargura (Colosenses 3:19).
 ser ejercido con comprensión (1 Pedro 3:7).

30
 ser igual en su amor a su esposa al que tiene por su
propio cuerpo (Efesisos 5:28).

Ahora bien, el hecho de que el marido haya sido designado


como cabeza de la mujer no significa que sea superior a ella. El
mismo versículo que dice que el hombre es cabeza de la mujer
dice también que Dios es la cabeza de Cristo (1 Corintios 11:3).
Y sabemos que ellos son idénticos en naturaleza. Ambos son
plenamente el mismo Dios.

La posición de cabeza del marido es funcional. Ayuda a que el


matrimonio funcione. Desempata "los votos iguales". Conlleva
asimismo una gran responsabilidad. El marido debe proveer un
liderazgo amante, comprensivo y que honre a Dios.

El papel de la mujer.
La mujer es instruida en la Biblia a someterse al liderazgo de su
marido. Por ejemplo:
Las casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al
Señor (Efesios 5:22; cp, Colosenses 3:18).
Asimismo vosotras, mujeres, estad sometidas a vuestros
maridos (1 Pedro 3:1).
...que enseñen a las mujeres jóvenes a ser...sujetas a sus
maridos (Tito 2:4,5).

Dios hizo que el hombre y la mujer tuvieran una relación que


los llenara y satisfaciera. Hizo primero a Adán (1 Timoteo
2:13), y lo hizo ser cabeza (1 Corintios 11:3; Efesisos 5:23).
Adán fue realizado como conductor; Eva iba a ser realizada
aceptándole como su conductor (Génesis 2:18; 1 Corintios
11:8,9).

Una mujer que insista en ser la que toma las decisiones en la


familia se está situando en una posición de desobediencia.

Su decisión a salirse con la suya - a pesar del claro


mandamiento de Dios y de las instrucciones en las Escrituras-
es una vergüenza para ella y una amenaza al éxito de su
matrimonio.

El matrimonio funciona en su punto óptimo cuando tanto el


marido como la mujer aceptan sus papeles respectivos. Ello es
una necesidad funcional, necesidad que queda ejemplificada
incluso en el seno de la Deidad. Considérense estas palabras de

31
Cristo: "El Padre es mayor que yo" (Juan 14:28). Sin embargo,
también había dicho: "Yo y el Padre somo una sola cosa" (Juan
10:30).

Jesús vino a la tierra a llevar a cabo de manera exacta la


voluntad y el plan del Padre. Aunque Él era igual al Padre, se
sometió a la dirección del Padre.

Es similar en el matrimonio. El marido encontrará su realización


como cabeza, y la mujer encontrará gozo en el sometimiento, y
el matrimonio será bendecido por Dios. Ésta es la forma en que
Él lo dispuso.

El quinto bloque constructivo para un matrimonio que funcione


es el amor: un amor genuino, cordial, a toda prueba, hasta que
la muerte nos separe. Marido y mujer deben amarse con la
clase de amor carente de reservas que los conduzca a honrarse
el uno al otro, a estimarse el uno al otro, a considerar el
bienestar del otro antes que el propio, y a mantenerse al lado
del otro a través de los altibajos de toda vida matrimonial.

Al marido se le ordena específicamente en la Biblia que ame a


su mujer. Pablo lo dijo sucintamente en Colosenses 3:19:
"Maridos, amad a vuestras mujeres..."(véase también Efesios
5:25).

La mujer también debe amar a su marido. Recordarás, por


ejemplo, que a las mujeres ancianas de Creta se les mandó que
enseñaran a las mujeres jóvenes "a ser amantes de sus
maridos" (Tito 2:4).

El amor entre marido y mujer, que va creciendo a través de los


años de relación matrimonial, no aparece automáticamente con
la repetición de los votos o el intercambio de anillos. ¡Se tiene
que cultivar! Cierto, muchos maravillosos y profundos
sentimientos son experimentados por una pareja que se
enamoran, galantean y se casan. Pero al ir transcurriendo el
tiempo aprenden que el amor tiene una dimensión más
profunda y práctica que el aspecto romántico. Descubren que
tienen que cultivar el amor hacia el otro.

32
La pauta bíblica del amor cristiano es descrita en 1 Corintios
13. Aunque el amor definido y explicado en estos conocidos
versículos es cierto para todas las relaciones, puede aplicarse
al matrimonio. Piensa acerca de la forma en que los elementos
del amor que se ven en los versículos 4-8 se aplican en la
relación marido-mujer:

 el amor es paciente, perdonando sus olvidos una y otra


vez.
 el amor es servicial y lava los platos sin murmurar cuando
ella ha tenido un día difícil.
 el amor no tiene envidia de la importante posición que él
tiene en su trabajo ni de la alabanza que ella recibe por su
amabilidad.
 el amor no es jactancioso acerca de conseguir el mayor
salario ni acerca de conseguir el mejor resultado en un
deporte.
 el amor no se engríe sino que admite que ella puede haber
tenido razón acerca de qué problema tenía el automóvil.
 el amor no hace nada indecoroso, porque habla
repetuosamente de él en privado así como en público.
 el amor no busca su propio interés, sino que la lleva de
buena gana de compras un sábado por la mañana.
 el amor no se irrita, y si se irrita ni siquiera levanta la voz.
 el amor no toma en cuenta el mal, sino que perdona de
inmediato y no vuelve a mencionarlo.
 el amor no se goza de la injusticia y no apremia al
cónyuge a actuar mal.
 el amor se goza de la verdad afrontando la realidad y
actuando en consecuencia.
 el amor siempre protege, guardándola y poniéndola a
seguro.
 el amor siempre confía, dándole el beneficio de la duda y
evitando las sospechas.
 el amor siempre espera, aferrándose a los sueños
compartidos cuando su puesto de trabajo es eliminado.
 el amor siempre persevera, haciéndose aún más fuerte en
medio de la adversidad y de las tensiones.
 el amor nunca caduca, aunque la juventud, la salud y el
vigor se desvanezcan.

Marido o mujer cristianos, esto debería ser la descripción de tu


amor para con tu cónyuge. El amor debería expresarse en la

33
paciencia, amabilidad, confianza y esperanza en vuestra vida
diaria. No tendría que esperar una crisis para expresase.

Los principios del amor cristiano deberían ser experimentados


con la mayor profundidad y genuinidad, y con la mayor
frecuencia por parte de aquellla persona que tú hayas elegido
como tu cónyuge.

"Pero espera un minuto" - dirás tú - . "Estoy poniendo todo de


mi parte, pero mi cónyuge no. ¿Esperas de mí que siga
amándolo cuando a mi no me ama a su vez?

Es difícil amar cuando todo el amor parece que va en dirección


única. Es difícil cuando tú eres el único que está dando,
sacrificando, persisitiendo. Es difícil cuando el ego u orgullo o
egoísmo de tu cónyuge impide que tu amor sea correspondido.
Tú has intentado hablar con él pero nada cambia. Y sientes
ganas de tirar la toalla.

Si estás pensando así, pudiera serte de ayuda meditar acerca


del Señor Jesús.

Si alguien jamás tuvo razones para dejar de amar, fue Él. Pero
Él nos amó sin reservas, hasta el punto de morir en la cruz por
nosotros.

Ésta es la clase de amor que debemos manifestar.

Algunos intérpretes bíblicos han sacado mucho del hecho de


que en la Biblia se ordena a las mujeres que se sometan a sus
maridos. Pero al destacar la responsabilidad de la mujer han
dejado de ver que este pasaje de Efesios 5 va precedido por
estas importantes palabras:
Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay libertinaje; antes
bien, sed llenos del Espíritu..., sometiéndonos unos a otros en
el temor de Dios (Efesisos 5:18,21).

Estos versículos fueron escritos a toda la comunidad cristiana.


El apóstol aplicaba a continuación el principio de la mutua

34
sumisión a muchas relaciones diferentes, el matrimonio la
primera. Cuando un hombre y una mujer pronuncian sus votos
matrimoniales, entran en una relación de amor que los llama a
una vida de mutuo sometimiento. El sometimiento y el amor
van de la mano. Sabemos que Dios es amor, pero ¿cómo
sabemos que Él nos ama? Porque con toda humildad y sumisión
Cristo fue a la cruz (Filipenses 2:5-8).

En un matrimonio cristiano, el marido y la mujer, por cuanto


aman a Dios, se someten a la voluntad de Dios para ellos. Están
en el proceso de desligarse de sí mismos y de someterse a Dios
y el uno al otro. La adopción de "la mente de Cristo" produce el
mutuo sometimiento. Algunos aspectos pueden expresarse de
esta manera:

 el matrimonio es un toma y daca - no sólo tomar.


 el matrimonio es un conflicto de voluntades.
 el matrimonio es conseguir la victoria sobre el yo.
 el matrimonio es ser siervo.
 el matrimonio es lavar los platos cuando ella está
demasiado cansada.
 el matrimonio es lavar sus camisas favoritas.

Así, ¿qué significa todo esto? Significa que una mujer no tiene
derecho a considerar que las tareas domésticas están por
debajo de ella. No tiene que considerarse como la criada de la
familia, sino debido a que estos deberes son de ella. Pero
también significa que el marido no debe considerar que su casa
es su castillo, y que todos sus moradores, incluyendo a su
esposa, sean sus súbditos. Más bien, teniendo la mente de
Cristo, tiene que considerarla como el lugar en el que tiene la
mejor oportunidad para humillarse a sí mismo, para ser un
siervo.

Después de todo, en cada situación vital - incluyendo el hogar-


ésta es la clase de personas que los cristianos deben ser. La
sumisión mutua es un bloque constructivo importante que
llevará a que un matrimonio funcione.

35
En el paradisíaco huerto donde todo comenzó. Adán y Eva
compartían una maravillosa intimidad: "Y estaban ambos
desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban" (Génesis
2:25). Además, el mandamiento de llenar la tierra fue dado
antes de la caída. Así, la intimidad y la mutua realización física
siempre han formado parte da la relación marido-mujer. El
marido y la mujer deben encontrar su realización sexual el uno
con el otro. La Biblia nos da las siguientes prespectivas:

Es protectora. Marido y mujer deben reservar esta especial


intimidad el uno para el otro, y deben entregarse libremente.
Pablo escribió: "Pero a causa de las fornicaciones, cada uno
tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido" (1
Corintios 7:2).

Vivimos en una época socialmente promiscua. Hay pocos


frenos. Los anuncios son extremados. Las escenas televisivas
son provocativas. Hay énfasis en el cuerpo. Los hombres y las
mujeres son más agresivos que nunca.

Un marido y una mujer que mantienen su intimidad se protegen


entre sí ante una sociedad obsesionada en lo sexual. Protegen
su propia fidelidad.

Es deleitosa. Después de dar una severa advertencia acerca de


la prostitución, el sabio autor de Proverbios escribió estas
palabras a los jóvenes maridos:
¡Bebe las aguas de tu misma cisterna, y corrientes que manan
de en medio de tu propio pozo! ¿Acaso tus manantiales deben
derramarse por las calles, y tus corrientes de aguas, por las
plazas? Sean tuyas solamente, y no de los extraños juntamente
contigo. ¡Sea tu fuente bendita, y regocíjate con la mujer de tu
juventud¡; ¡séate como la ambale cierva y la graciosa gacela;

36
sus pechos te embriaguen en todo tiempo, y anda siempre
ciego de su amor. (Probervios 5:15-19,Versión Moderna).

El aspecto sexual del matrimonio no es un mal necesario que


debe ser soportado con el propósito de procrear. Fue designado
por Dios para dar un placer continuo -- una parte íntima,
entusiasmante y renovadora de la relación conyugal.

Es de esperar. Cuando un hombre y una mujer se unen en


matrimonio, ambos tienen derecho a esperar la satisfacción
sexual de parte del otro. Pablo escribió:
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la
mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su
propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer (1 Corintios 7:3,
4).

Pablo seguía diciendo que si un conyugue decide abstenerse,


ello debe ser acordado primero con el otro. Además, el tiempo
de abstenencia debe ser breve.

No os privéis el uno del otro, a no ser por algún tiempo de


común acuerdo, para ocuparos sosegadamente en la oración; y
volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa
de vuestra incontinencia (1 Corintios 7:5).

La satisfacción sexual constituye una parte importante del


matrimonio. La sexualidad no es mala. No fue esto el pecado en
Edén que trajo la caída. No tiene que hacerse más importante
de lo que es; pero tampoco debería ser minimizada. Constituye
una parte de la totalidad, una parte íntima de la identidad
compartida de marido y mujer.

En una encuesta efectuada hace unos cuantos años, la


Asociación de Servicios Familiares descubrió que el 87 por
ciento de maridos y mujeres entrevistados dijeron que el
principal problema en sus relaciones matrimoniales era la falta
de comunicación. El porcentaje sería probablemente el mismo
en los matrimonios cristianos. la mujer se queda frustrada
porque no consigue hacer hablar a su marido. El marido no cree

37
que valga para nada, por cuanto su esposa ya está decidida de
todas maneras.

Estas son algunas de las razones que los maridos y mujeres no


se comuniquen eficazmente:

 No se hacen caso.
 Quieren evitar un enfrentamiento.
 Se sienten obsesionados por sus propios intereses.
 Creen que están siendo manipulados.
 Están demasiado agobiados para tomarse el tiempo.
 No quieren hacer daño a la otra persona.

Pero para que un matrimonio funcione bien se tienen que echar


abajo las barreras a la comunicación. Y una manera de hacerlo
es seguir el ejemplo de Cristo. Recordarás que a los maridos se
les manda que amen a sus esposas como Cristo amó a la
iglesia. Se podrían aplicar al matrimonio dos aspectos de la
relación del Señor con la iglesia:

Cristo, el Comunicador. Él es el Verbo viviente de Dios (Juan


1:1-4). Vino para revelar a Dios por palabra y ejemplo. Reveló
al hombre el carácter y la voluntad de Dios.

Cristo está también involucrado en un proceso en marcha de


comunicación con la iglesia. Está sentado en el cielo,
invitándonos a acercarnos "confiadamente al trono de la
gracia" (Hebreos 4:16) para relatar a Dios lo que está en
nuestros corazones y hacerlo sabedor de nuestras necesidades.

¿Cómo puede aplicarse al matrimonio el ejemplo de Cristo de


Su comunicación con la iglesia?

 Los maridos deben hablar con sus mujeres.


 Las mujeres deben hablar con sus maridos.
 Ambos deberían sentirse con la libertad de responder
sinceramente.
 Cada problema debería ser tratado a fondo.
 Se debería dar valor a las oportunidades para hablar.

Sin la comunicación abierta, será difícil que el matrimonio


funcione bien.

38
Cristo, la cabeza. En Colosenses 1:18 se dice que Cristo es "la
cabeza del cuerpo que es la iglesia". Una cabeza debe estar en
contacto con todas las partes del cuerpo para que éste funcione
bien. Por medio del sistema nervioso, envía y recibe
informacion. Le dice al dedo cuándo moverse; sabe cuándo el
dedo es dañado. Si no hay comunicación, el cuerpo no puede
funcionar como una unidad.

Lo mismo sucede con un matrimonio. El hombre, como cabeza


de la casa, debe sentirse libre para comunicarse con él. A no
ser que haya una comunicación de dos vías, como entre Cristo y
los suyos, el matrimonio se encontrará con dificultades.

El psicólogo cristiano Paul Tournier hizo esta observación


acerca de la comunicación conyugal:
Es indudable que ellos, marido y mujer, hablan acerca de todo,
pero es todo objetivo, todo acerca de hechos e ideas, que es en
lo que el hombre está interesado. Para una mujer, un
verdadero diálogo significa hablar acerca de los sentimientos
de ellla -- lo que siente en su interior--. Pero aún más
importante, acerca de los sentimientos de su marido, que ella
quiere comprender, pero que él no sabe cómo explicar
("Listening to Her" -Escuchándola a ella-, Family Life Today,
noviembre 1982, pág. 26).

¿Qué puedes hacer si crees que tu cónyuge no te escucha? Aquí


hay cuatro sugerencias:

 Comunícale tu necesidad de comunicar.


 No rehagas viejas conversaciones.
 Comienza a un nivel factual.
 Vete pasando a los niveles de los sentimientos y de las
convicciones.

Es difícil conversar honradamente a todos los niveles, pero vale


la pena y el esfuerzo. ¡La comunicación abierta es un bloque
constructivo esencial para el matrimonio!

En ocasiones los cónyuges se comportan como el doctor Jekill y


mister Hyde. En público son considerados, perdonadores,

39
pacientes y dulces. Pero una vez se encuentran detrás de las
puertas de su propio hogar se vuelven temperamentales,
ásperos y duros. Y sus cónyuges sólo querrían ser tratados de
la manera en que el otro trata a los extraños.

En Efesios 4:31, 32 el ápostol Pablo escribió así:


Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. Antes bien, sed benignos unos
con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como
también Dios os perdonó a vosotros en Cristo.

Este pasaje desde luego se aplica a maridos y mujeres en una


relación conyugal.

Hablando a las mujeres, Pablo dijo: "...la mujer respete a su


marido" (Efesios 5:33). Pedro dijo a las mujeres que fueran
sumisas a sus maridos, e incluso que conformaran su conducta
a la de Sara, que "obedecía a Abraham, llamándole señor" (1
Pedro 3:1, 5, 6), una imagen del respeto que ella tenía hacia él.

Pedro se dirigió luego a los maridos en el versículo 7,


ordenando también que ellos respetaran a las mujeres. Dio tres
instrucciones:

1. "Convivid con ellas con compresión". Estaba diciendo:


"Conoced a vuestra mujer de manera que podáis respetar
sus sentimientos". El marido debería hacer de esto su
meta. Debería saber qué es lo que la complace y consuela,
y también lo que le duele e irrita. Esta especial
comprensión puede ser empleada luego para la edificación
de ella, en lugar de para su demoronamiento.

2. "Tratando a la mujer como a vaso más frágil". Si un


hombre va a cambiar de sitio cinco recipientes, y sabe que
uno de ellos es más frágil que otros, manejará éste con
mayor cuidado. Así es como el marido debería tratar a su
mujer. Debería tratarla con especial cuidado y respeto.
Maridos, comprad regalos para vuestras mujeres,
mandadles flores, recordad su cumpleaños, llevadla a
lugares especiales.

3. "Dándoles honor también como a coherederas de la gracia


de la vida". Los dones de la vida no son sólo para el
disfrute del marido. Son dados por Dios igualmente a

40
ambos, y debieran ser compartidos por un igual. El
hombre debe respetar a su mujer y no defraudarla del
goce de la vida que Dios dispuso que ella tubiera.

Finalmente, y quizá lo más importante, un marido y una mujer


cristianos deberían considerarse como compañeros
espirituales. Están juntos en una peregrinación espiritual a
través de la vida, andando de la mano como hijos de Dios hacia
la maravillosa eternidad con el Dios que les espera. ¡Qué
diferiencia hay en un matrimonio formado por un marido
piadoso y una mujer entregada! Nadie puede medir cuánto
pueden ayudarse el uno al otro espiritualmente al viajar juntos
a lo largo del camino de la vida.

La dimensión espiritual ha sido incluida en los pasajes que


hemos estado considerando respecto al matrimonio. Hablando
a los maridos acerca de sus mujeres, Pablo dijo:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado con el lavamiento del agua por la
palabra, a fin de presentársela a él a sí mismo como una iglesia
gloriosa, que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que sea santa y sin mancha. Así también los maridos
deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos (Efesios
5:25-28).

En el matrimonio debe haber una relación purificadora,


limpiadora. Así como la iglesia es purificada por Jesucristo, así
la mujer debe ser mejorada por medio de su relación con su
marido.

41
¿Y cómo se consigue esto? De la misma manera en que Cristo
ayudó a la iglesia: La amó y se entregó a sí mismo por ella.
Amor y sacrificio: esto pone aparte a un matrimonio, y
posibilita un verdadero compañerismo espiritual.

Pedro también mencionó la dimensión espiritual en su pasaje


acerca del matrimonio. Terminaba diciendo: "...para que
vuestras oraciones no sean estorbadas" (1 Pedro 3:7). Al
adoptar el marido una actitud de comprensión hacia su mujer,
honrándola y considerándola como coheredera de la gracia de
la vida, podrá orar con poder. Si no es así, dice Pedro, sus
oraciones serán "estorbadas". Perderá la fácil libertad de la
oración sin obstáculos.

Éstas son algunas de las cualidades presentes en una relación


conyugal en la que marido y mujer son compañeros
espirituales:

 Adoran a Dios juntos.


 Buscan juntos la voluntad de Dios.
 Sirven juntos a Cristo.
 Crían juntos a sus hijos.
 Oran el uno por el otro.
 Fortalecen el uno la fe del otro.
 Aceptan la autoridad de la Palabra de Dios.

Al ir marido y mujer allegándose más y más al Señor por medio


de la oración, de la lectura de la Biblia, de la comunión y de la
sumisión a Cristo, también se allegarán el uno al otro. Esta
relación puede ser diagramada como un triángulo. Al allegarse
marido y mujer a Dios, tambiénse estrecharán sus vínculos
entre sí en una relación que complace a Dios.

Los Pastores y los consejeros matrimoniales oyen


repetidamente a maridos y mujeres haciendo afirmaciones que
no son ciertas. Aquí tenemos cinco hechos acerca del
matrimonio que son frecuentemente contradichos por cónyuges
bajo tensión.

42
1. No estás casado con la persona equivocada. A veces no se
precisa de mucho tiempo antes que la mujer comienza a
preguntarse si se casó con el hombre que debía, o que el
marido comienza a pensar que cometió un error. Esto sucede
frecuentemente en aquel período de ajuste en que las
expectativas idealistas acerca del matrimonio son llevadas en
línea con la realidad.

 Descubres que a ella le disgusta cocinar.


 Descubres que él es incapaz de ajustar un carburador.
 Tenéis puntos de vista diferentes acerca de las finanzas.
 Aprendéis los dos que el otro puede ser terco, fácilmente
ofendido, deprimido o encolerizado.

Así, comienza a convencerte de que te casaste con quien no


debías. Pero esto ya no es más un problema. Concertaste un
compromiso para toda la vida. Ahora tu responsabilidad ante
Dios, excepto en casos de infidelidad, es permanecer con
aquella persona con quien te casaste (Mateo 19:4-9; 1
Corintios 7:10-14).

2. Que él descuide su deber de guiar no es una excusa para ti.


"Bueno", dijo la joven mujer, "si tan sólo guiara yendo adelante
del camino, tal como se supone que debe hacer, podríamo
solucionar las cosas. Pero no quiere, por lo que soy yo quien
tiene que tomar las decisiones. Luego, él lo que hace es
criticarlas. No puedo soportarlo más".

Ella tiene razón en un punto. Su marido debería asumir el papel


que le corresponde de cabeza de familia. Debería tomar la
conducción, especialmente en las cuestiones espirituales.

Incluso así, su descuido en asumir la conducción no es una


excusa para la desobediencia de ella. Su responsabilidad ante
el Señor sigue demandando que ella sea una mujer amante y
espiritual con una belleza interior creciente (1 Pedro 3:1-6). Si
ella emplea lo que considera ser su dejación de guiar como
excusa por su propia conducta deficiente, está fallando tanto
como él.

3. La resistencia de ella a someterse no es excusa para ti.


Algunos maridos tienen una excusa incorporada para cada uno
de sus fallos o deficiencias: le echan la culpa a su mujer.

43
 "Ella es siempre tan piadosa. Me corrige cada vez que
intento conducir las devociones familiares. Es culpa de
ella que ya no las tengamos".
 "Ella tenía que tener esta casa. Me lancé a ello porque
sabía que le complacería. Es su culpa si nos encontramos
empantanados en probemas de dinero".

Cuando un hombre comienza a hablar de esta manera, está


rehusando aceptar su propia responsabilidad en el proceso de
toma de decisiones de la familia. Cierto, ella aportó de su parte.
Quizá se puso muy insistente. Pero esto no sirve de excusa
para él. Tiene que dejar de echarle la culpa a ella y comenzar a
hacer lo que es recto delante de Dios.

4. El sexo no es lo único que le interesa a él. En ocasiones una


esposa muy trabajadora y ocupada comienza a pensar que todo
lo que su marido quiere es tener satisfechas sus necesidades
sexuales. Este pensamiento puede llegar a ser muy obsesivo si
se dan algunas de estas cirunstancias:

 Él tiene adicción al trabajo.


 Ella tiene una casa muy grande que mantener limpia.
 Él raras veces ayuda con los niños.
 Tiene el día lleno de actividades.

Ahora bien, es cierto que él puede que necesite un marcado


recordatorio de que tú tienes otras necesidades aparte de las
físicas. Pero también es verdad que puede que hayas estado
entregándote a la autocompasión y a exagerar tu problema. Los
dos necesitáis reajustaros un poco. Intenta darle el beneficio
de la duda. Háblale acerca de tus sentimientos. Planea un fin de
semana a solas o una minivacación juntos. Y no lo dejes para
más tarde. El problema tiene que ser tratado antes que se
hinche.

5. No es cierto que ella sólo se preocupe de las apariencias. Un


tercer hecho acerca del matrimonio es que las mujeres piensan
más acerca de las apariencias. Pero algunos maridos no se lo
creen. Y argumentan así:

 "Ella casi siempre quiere comprar cosas nuevas para la


casa"
 "Tarda demasiado tiempo en escoger un vestido"

44
 "Ella insiste en que los armarios de la cocina piden otra
mano de pintura. ¡Pues para mi están bien!"
 "Necesita una eternidad para prepararse para ir a
cualquier parte. ¡Y siempre llegamos tarde!
 "Le encanta ir de compras y gastarse en tonterías el
dinero que tanto me ha costado ganar".

Es verdad que las mujeres se cuidan mucho de su apariencia.


Frecuentemente se preocupan más por lo que los otros piensan
acerca de ellas que los hombres. Y Pedro desde luego habló sin
ambagajes a las mujeres sobre poner demasiado énfasis acerca
de parecer bien exteriormente, cuando debieran estar
prestando atención al "ser interior de la persona" (1 Pedro
3:4). Pero enfrentémonos con la realidad, hombres:
necesitamos que nuestras mujeres nos ayuden. Algunos de
nosotros somos unos descuidados. Si somos honrados,
admitiremos que estamos contentos por la atención que ellas
prestan a los detalles.

Maridos, ahora que habéis leído lo que la Biblia os enseña


acerca de vuestro papel y responsabilidades en la vida
matrimonial, tomaos un tiempo para evaluarnos a vosotros
mismos. Calificaos poniendo un círculo alrededor del número
apropiado: 5, excelente; 4, muy bien; 3, bien; 2 escaso; 1
suspenso.

1 2 3 4 5 Me considero como habiendo


dejado padre y madre y como
unido a mi mujer.
1 2 3 4 5 Veo a mi mujer como una
conmigo en cada fase de mi
vida.
1 2 3 4 5 Hago todo lo posible por serle
fiel en pensamiento así como en
acto.
1 2 3 4 5 Doy a mi esposa el tipo de
liderazgo amante que Cristo da
a la Iglesia.

45
1 2 3 4 5 Frecuentemente sacrifico mis
intereses por el bienestar de mi
mujer.
1 2 3 4 5 Le digo frecuentemente que la
amo, y hago pequeñas cosas
para mostrárselo.
1 2 3 4 5 Tengo interés en sus
sentimientos, y le presto
atención cuando me habla
acerca de ellos.
1 2 3 4 5 Intento decir algo agradable a
mi mujer cada día, y no ir
irritado a la cama.
1 2 3 4 5 No empleo los fallos de mi mujer
como excusas para mis propios
fracasos.
1 2 3 4 5 Hablo con ella acerca de
cuestiones espirituales, y
frecuentemente oro con ella y
por ella.

Ahora que tu mujer te califique. Ábrete a aquellas áreas que


precisen de mejora.

Mujeres, ahora que habéis leído lo que la Biblia os enseña


acerca de vuestro papel y responsabilidades en la vida
matrimonial, tomaos un tiempo para evaluaros a vosotras
mismas. Calificaos poniendo un círculo alrededor del número
apropiado: 5, excelente; 4, muy bien; 3, bien; 2, escaso; 1,
suspenso.

1 2 3 4 5 No me permito pensar que me


he casado con quien no debía.
1 2 3 4 5 He dejado a mi padre y a mi
madre y comparto la identidad
con mi marido.

46
1 2 3 4 5 Estoy entregada a hacer nuestro
matrimonio hasta que uno de
nosotros muera.
1 2 3 4 5 No empleo la sexualidad como
un arma para conseguir mis
propios fines.
1 2 3 4 5 Estoy dispuesta a someterme a
la posición de cabeza de mi
marido como está ordenado por
Dios.
1 2 3 4 5 Pienso que la belleza interior es
más importante que el atractivo
físico.
1 2 3 4 5 Muestro respeto hacia mi
marido con mis actitudes y
acciones.
Hago cosas pequeñas para él
12345
que sé que le complacerán.
1 2 3 4 5 No empleo los fallos de mi
marido como excusa de mis
fracasos.
1 2 3 4 5 Me considero la compañera
espiritual de mi marido, y oro
por él y con él.

Ahora que tu marido te califique en estas áreas, y comparad las


conclusiones. Sé honrada y abierta a las áreas que precisan de
mejora.

Para que un matrimonio funcione de la manera que Dios quiere,


ambos cónyuges deben estar reconciliados con Él. Él creó el
matrimonio porque vio que no era bueno que el hombre
estuviera solo. Él ha revelado Su voluntad acerca del
matrimonio. Y cuando marido y mujer le obedezcan, el
matrimonio de ellos irá bien.

Como cristiano, ¿va bien tu matrimonio? Si hay problemas, ¿se


deben a que has dejado a Dios de lado, intentando hacerlo

47
funcionar con tus propias fuerzas? Si es así, permite que te
apremie a que te vuelvas a la Biblia... y al mismo Dios. Admite
que lo has echado a perder todo y que no puedes hacer nada
sin Él. Vuélvete de tu orgullo, rebelión y terquedad. Confiesa a
Dios tu pecado. Pídele que te ayude a edificar en tu vida
matrimonial los 10 bloques constructivos bíblicos que hemos
visto en este opúsculo. Y comunica a tu cónyuge lo que has
hecho, incluso si tienes que verte quebrantado en esíritu para
volver a empezar.

Si no eres cristiano, el primer paso que tienes que dar es


confiar en Jesucristo. El punto de partida para un matrimonio
que funcione es que involucre a dos personas renacidas. Para
ser cristiano tienes que reconocer tu pecado, estar dispuesto a
apartarte de él, admitir que no te puedes salvar a ti mismo, y
pedir a Cristo que te salve. Reivindica la promesa de Juan 3:16
y confía en Cristo como tu Señor y Salvador.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su


Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.

¡Cuando creas en Él, habrás dado el primer paso hacia un


matrimonio que funciona!

Contenido
Lo que algunos dicen
Todo comenzó con Dios
Diez bloques constructivos bíblicos
1. Entrega para toda la vida
2. Identidad compartida
3. Fidelidad absoluta
4. Papeles bien definidos
5. Amor sin reservas
6. Sometimiento mutuo
7. Plenitud sexual
8. Comunicación abierta
9. Tierno respeto
10. Compañerismo espiritual
Cinco hechos acerca del matrimonio
Tests para maridos
Tests para mujeres
El primer paso

48
La carta que cambió un matrimonio

Phil llamó a mi oficina de consejería (la de Gary) para preguntar si él y


su esposa podían hacer una cita. Al mirar mi ajustadísima agenda le
respondí:
-Estoy realmente ocupado estos días, Phil. Puede que pasen varias
semanas antes que podamos tener una cita.-
-No puedo esperar varias semanas,- me dijo. –Tiene que ser hoy.-
Luego agregó, -Gary, no te lo pediría si no fuera urgente.-
Yo no conocía muy bien a Phil, pero sí sabía reconocer el pánico
cuando lo escuchaba. –Si realmente necesitas venir,- le dije, -pasa por
aquí a las cinco.-
-Estaremos allí,- dijo.
Durante el transcurso del día seguí pensando en esa llamada telefónica
y estuve orando por Phil y su esposa. El tono urgente de su voz era
como una bandera roja, la cual me advertía que estábamos por
comenzar una batalla, una batalla por la vida de su familia.
Varias horas después mis peores temores se cumplieron cuando saludé
a Phil y a Susan en la sala de espera de mi oficina. Susan estaba
llorando y mirando hacia el suelo. Phil se veía como un hombre que
acababa de enfrentar su peor pesadilla.
Una vez que estuvimos todos sentados en mi oficina, les pregunté
sobre qué necesitaban hablar.
-Iba a llevar a los niños al parque esta tarde,- dijo Phil. –Antes de
salir, estaba cambiando el pañal de Annie. No podía encontrar las
toallas higiénicas, así que le pedí a uno de los niños más grandes que
cuidara a la bebé mientras buscaba algunas. Entonces recordé que
Susan a veces lleva un paquete de toallas higiénicas en su bolso de
playa, el cual estaba en el armario de nuestra hija mayor. Cuando
busqué dentro del bolso, encontré una carta. Era una carta de amor
para Susan. El único problema es que... no era mía.-
Phil miró a Susan por un segundo, entonces volvió a mirarme.
-La carta era de otro hombre. Él estaba expresando su amor por mi
esposa. Hablaba de momentos en los que estuvieron juntos. Frente a
mis ojos y por escrito, comencé a ver cómo mi vida se
desenmarañaba. No podía creerlo. Él hablaba del perfume de ella... del
vestido que a él más le gustaba, y había sido yo quien le había
comprado ese vestido. Hablaba de sus recuerdos de hoteles y
almuerzos en secreto. No podía creer lo que veía. Era mi esposa, la
madre de mis hijos, de quien él estaba hablando. Pero creo que la
cosa que más me afectó fue que incluso estuvieron juntos en nuestra

49
recámara. Yo salgo de la ciudad para ganar dinero para ella y los
niños, y ella está en nuestro cuarto con este hombre. Todo lo que
pude hacer fue mirar fijamente la carta.-
-¿Qué hiciste luego?- le pregunté.
-Me deslicé hacia el suelo, dentro del armario y leí la carta una y otra
vez. No podía detenerme,- dijo. –Sabía que si salía de ese armario,
tendría que enfrentar más dolor del que pudiera imaginar. Sabía que
mi vida no sería la misma. Podía escuchar a los niños corriendo a
través de la casa, completamente inconscientes de que su mundo
estaba a punto de cambiar. Finalmente reuní la fuerza suficiente para
ponerme en pie. Pude escuchar a Susan que hablaba desde el teléfono
de nuestro cuarto, así que comencé a caminar por el pasillo hacia
donde ella estaba. A medida que lo hacía, pasé al costado de las fotos
que representaban todo lo que tenía sentido para mí. Fotos de
vacaciones, reuniones familiares, aventuras en el río... Fue la caminata
más larga de mi vida.-
-Al entrar al cuarto, Susan estaba dándome la espalda. Entonces colgó
el teléfono y se volvió hacia mí. Al hacerlo, la miré a los ojos y todo lo
que pude decir fueron cuatro palabras: „Susan, ya lo sé.‟
-Al decirlo, ella se postró sobre la cama y comenzó a sollozar. Fue allí
que me di cuenta que no era un mal sueño. Realmente estaba
sucediendo. Mi esposa estaba teniendo una relación extramatrimonial.
Un dolor desgarrador me atravesó desde alguna parte de mi alma, y
ambos nos desmoronamos.
-Oh no Señor. No otra familia más, comencé a orar. No esta pareja...
esos pequeños niños. Padre, dame las palabras, dame la sabiduría.
-¿Qué fue lo que nos sucedió Gary?- preguntó Phil, con lágrimas en
sus ojos y mirándome. –Comenzamos nuestro matrimonio con mucho
amor el uno hacia el otro, con una esperanza tremenda con respecto a
nuestro futuro juntos. Estábamos decididos a tener un matrimonio
fuerte y Cristocéntrico. ¿Qué sucedió?-
-Phil y Susan, lo lamento mucho. Hablemos un poco sobre su
situación,- les dije. –Lo que suceda en los próximos minutos será
literalmente un momento de definición para el resto de su matrimonio,
porque ustedes dos están en una encrucijada. Si estuvieran en una
crisis física tan seria como esta, haría que un médico les hospitalizara.
Ahora, no hospitalizamos a parejas que están en crisis, pero lo que sí
hago yo es proveerles un lugar seguro en el cual sufrir, con la promesa
de que Dios puede solucionar todo esto. No es demasiado tarde. Él
está aquí, y yo también.-
En los minutos siguientes, ayudé a Phil y a Susan a comenzar a drenar
su dolor. Hubo lágrimas, exabruptos de ira, y momentos en los cuales
estuvieron listos para irse. Pero no lo hicieron. Se quedaron y
comenzaron a enfrentar esta tormenta. Entonces, cuando comencé a

50
sentir que estaban listos para escuchar algunas verdades, comencé a
hacer dos cosas: presionarles y darles una visión de lo que debería
suceder para que su matrimonio fuera restaurado.
-Debo comenzar por preguntarles algunas cosas que puedan ponerme
al tanto,- dije. –Susan, creo que comenzaré preguntándote cómo fue
que tu relación con este otro hombre pasó de cero a 145 kph. Por
doloroso que sea, Phil debe escuchar esto, y yo también si es que voy
a ayudarles. Sé que no comenzó con una relación sexual.-
-No, no comenzó así. Comenzó con la atención,- respondió Susan. –
Miradas, inocentes al comienzo, y luego juguetonas. Escuchando.
Luego nos hicimos amigos a través de un proyecto voluntario en el que
trabajamos juntos. Nunca hubiera hecho esto intencionalmente, Phil,
lo juro. Te amo y amo a los niños. Estaba muy confundida. Es como si
hubiera dado algunos pasos inocentes y luego quedé atrapada en esto.
Estaba muy sola. Tú estabas viajando y totalmente absorto en tu
trabajo. Yo trataba de manejar a los niños, la casa, las cuentas. Ese
proyecto fue mi único descanso, y creo que en el mismo bajé mi
guardia. Comenzó con pequeñas cosas. Yo sabía que estaba mal, pero
se sentía muy bien. ¿Cómo es que algo que se sentía tan bien me
haga sentir ahora tan sucia y avergonzada? No puedo creer que esto
me esté sucediendo.-
-Susan, ¿cómo es que podías mentirme una y otra vez?- preguntó Phil.
–Aquella vez que yo pensé estabas en la casa de tu hermana estabas
con él, ¿verdad? Y cuando dejabas a los niños con diferentes personas,
yo pensaba que estabas haciendo un trabajo voluntario. ¡Qué farsa!
Toda mi vida es un chiste. Nada es lo que parece ser. Sé que no le
estaba prestando atención a todas tus necesidades, pero tenía que
terminar este tiempo de mucho trabajo.-
En ese momento me metí nuevamente.
-Phil y Susan, quiero que me escuchen. No voy a suavizar la realidad
de la condición de su matrimonio. Es un caos. Están en problemas, y
todo lo que tenía sentido para ustedes al despertarse esta mañana
está hecho pedazos. Susan, tus mentiras ahora están expuestas a la
luz. Phil, estás siendo arrollado por un tren de carga que ni siquiera
sabías venía en camino.-
-Susan, bajaste la guardia. En vez de guardar tu corazón y ser
precavida, te entregaste a lo que se sentía bien en ese momento. Esta
persona satisfizo una necesidad de escuchar, responder y pasar
tiempo contigo. En todas las formas. Te creo cuando dices que no
pretendías que eso sucediese. Rara vez la gente quiere eso. Pero sí
sucedió. Y Susan, precisamente las cosas que tú le dabas a este otro
hombre eran las cosas que Phil necesita de ti. Él necesita tu amor, tu
afirmación, saber que crees en él. Él necesita tu compañía y tu tiempo.
Él necesita saber que tú eres de él únicamente, sexualmente y en tu

51
corazón. Él necesita que le alientes, y que le equipes para las batallas
de la vida.-
-Y Phil, tú no te salvas del anzuelo tampoco. Tú no le estabas
prestando atención a las necesidades de tu esposa, ¿verdad? Sé lo que
significa tener un itinerario muy exigente. Tenías mucha presión en el
trabajo. Además, a los hombres les gusta ir a aquellos lugares donde
alcanzan el éxito, donde saben que pueden lograr algo, y ese lugar por
lo general es el trabajo. Pero el tiempo y atención que le dedicaste a
tu trabajo tuvo que restarse de algún otro lado, y fue de Susan y los
niños por ejemplo. Phil, tú también bajaste la guardia. Precisamente el
compromiso y energía que se requería para alimentar tu relación
matrimonial se dirigió a cualquier persona y cosa, excepto a tu esposa.
La casa, el trabajo, las actividades de la iglesia e incluso el jardín.
Susan necesita tu amor, tu corazón, tu tiempo. Necesita que seas
quien la anima y alienta y la dirige espiritualmente. Ella necesita que
tú seas su amigo del alma, su mejor amigo.-
Hice una pausa por un momento y miré directamente a Susan y luego
a Phil. –Créanme en lo siguiente, no pueden edificar un matrimonio a
menos que se derramen el uno en el otro. En eso consiste el
compromiso. De eso se trata el pacto del matrimonio. En eso consiste
el matrimonio de tres: Dios, un esposo y una esposa. Ustedes
perdieron el primer amor el uno por el otro. Ambos necesitaban que
sus necesidades fueran satisfechas, pero buscaron en los lugares
equivocados.
-Ahora, ambos necesitan estar dispuestos a caminar a través del ojo
de esta tormenta, sabiendo que Dios caminará con ustedes si se lo
permiten, durante todo el camino, hasta llegar al otro lado. Pero
permítanme que les diga, será la pelea de sus vidas.-
Mientras miraba a este hombre y esta mujer que estaban sentados en
mi oficina, cuyos corazones estaban quebrantados y heridos, hice la
gran pregunta: -Phil, ¿qué vas a hacer?-
-Te digo lo que voy a hacer,- dijo, mirándome con determinación en
sus ojos. –Voy a reconquistar a mi esposa.-
Al decirlo, se volvió y miró a Susan. –Te amo Susan- dijo. –Te quiero a
ti. Aunque eso demande todo lo que tengo, te reconquistaré.
-Estoy herido y airado,- siguió diciendo, -pero te quiero a ti, Susan.
Quiero a nuestros hijos, y quiero que nuestra familia se sane.-
En ese momento, Susan estiró sus brazos alrededor de su esposo y se
aferró a él como si su vida dependiese de eso. -¿Después de todo lo
que te hice todavía me quieres?- Su voz estaba entrecortada por las
lágrimas.
-Sí. Te quiero. Me has herido y sé que yo también te he herido con el
correr del tiempo. No he prestado atención a tus necesidades. Sé que

52
mi trabajo me ha consumido, y no me he acercado a ti. Pero te amo.
Por favor... hagamos que esto funcione.-

¿Y qué piensa usted?


¿Cuál es su respuesta a la historia de Phil y Susan? ¿Acaso está
pensando, Eso nunca nos sucederá a nosotros?
Antes que arribe a esa conclusión, por favor entienda que Phil y Susan
hubieran dicho la misma cosa un año o dos antes. Ellos nunca soñaron
que con sus responsabilidades en el trabajo, la familia y la iglesia,
habían abandonado inconscientemente su compromiso de satisfacer
las necesidades del otro. Ellos no vieron que su relación se estaba
deteriorando. No eran conscientes del déficit y las carencias que les
dejaban vulnerables y desprotegidos. No quiero ser insidioso cuando
digo que lo que sucedió con Phil y Susan puede sucederle a usted. Tal
vez su amorío no sea sexual. Tal vez sea un amorío emocional o un
amorío con el trabajo u otras actividades. He visto que eso sucede
demasiadas veces como para ignorar esa realidad. También sé que no
tiene por qué suceder. Usted puede salvaguardar su matrimonio, y el
resto de este libro le ayudará precisamente a eso.
O tal vez usted lea la historia de Phil y Susan y piense: Esos somos
nosotros. Nuestro matrimonio se está desintegrando. No veo cómo
podemos llegar a tener un gran matrimonio. Mi cónyuge y yo ya no
hablamos mucho. Nuestra vida sexual es casi inexistente. Discutimos
más que nunca. De hecho, no estoy seguro de si mi cónyuge
realmente me quiere.
Si usted está en ese punto de desánimo en su matrimonio, aliéntese.
Puede que sea tarde, pero no es demasiado tarde. Dios puede
restaurar la relación más dañada. Y creemos que él puede usar las
historias, la perspectiva y los principios de este libro como
herramientas para fortalecer y sanar su matrimonio.

¿Por qué es importante satisfacer las necesidades de amor de su


cónyuge?
El satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge es una de las
responsabilidades más importantes que usted tiene en su
matrimonio... por varias razones.
Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge consiste en
mantener sus votos. Cuando usted se casó, prometió amar a su
esposo, cuidar a su esposa, enfrentar lo bueno y lo malo de la mano,
juntos, como uno. Cuando usted satisface las necesidades de su
cónyuge, está cumpliendo sus votos matrimoniales. Precisamente de
eso se trata el pacto matrimonial, que fue lo que les recordé a Phil y
Susan. Nuestra cultura no reconoce, respeta ni apoya la importancia

53
de los votos. Pero Dios sí, así como también los hombres y mujeres
que eligen vivir matrimonios bíblicos.
Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge es lo que Dios nos
llama a hacer. Algunas de las palabras más poderosas del Nuevo
Testamento al respecto del matrimonio llama a los esposos y las
esposas a vivir un tipo de amor sacrificado que les lleva a estar
dispuestos a ofrecer sus vidas el uno por el otro. Dios quiere esposos y
esposas que consideren las necesidades del otro como más
importantes que las suyas propias. Cuando usted satisface las
necesidades de su cónyuge, es como si usted fuera “Dios en carne y
hueso,” una frase que Barb y yo usamos para describir el privilegio
que tenemos de reflejar el amor de Cristo mutuamente.
Satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge le llevará a un gran
matrimonio. ¿Usted quiere un gran matrimonio? ¿Acaso desea una
relación íntima y saludable con su esposo o esposa? Cuando usted
satisface las necesidades de amor de su cónyuge, está colocando los
cimientos para un matrimonio grandioso. Cuando usted presta
atención a cómo satisfacer las necesidades de su cónyuge, se motiva a
hacer lo que Dios le llama a hacer. Y cuando un esposo y esposa hacen
esto de corazón, cuando cada uno apunta con amor a satisfacer las
necesidades legítimas del otro, la relación sin lugar a dudas se
fortalece. Ya no es un acuerdo en el que cada parte pone un 50 por
ciento, sino que es un compromiso de un 100 por ciento.
Pero cuidado: cuando nuestras necesidades de amor no son
satisfechas y escogemos vivir el plan del mundo, que propone un
resultado basado en un 50 por ciento por cada parte, los resultados no
son buenos.
El ser negligente en satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge

le puede costar su matrimonio.

Tal vez la razón básica por la cual se debe satisfacer las necesidades
del cónyuge es que si no lo hace, puede terminar perdiéndolo o
perdiéndola frente a otro hombre o mujer, o frente a cualquier
“amorío” que su cónyuge considere que satisface esa necesidad de su
corazón. Obviamente, usted nunca pensaría en dejar de satisfacer las
necesidades que su cónyuge tiene de agua y comida, ya que moriría
sin estas cosas esenciales. De la misma forma, las necesidades
emocionales, físicas, de relaciones y espirituales de su cónyuge son
tan vitales, tan críticas, que si no son satisfechas, su matrimonio
comenzará a morir. Es así de sencillo. Cuando usted satisface las
necesidades de su esposo o esposa, usted protege su matrimonio de la
tentación.

54
Esto nos resulta tan imprescindible que Barb y yo sentimos que el
satisfacer las necesidades de amor es nuestro profundo compromiso
con el matrimonio y la familia, tanto la nuestra como la suya. Los
primeros diez años de mi vida como adulto, trabajé con hombres y
mujeres en prisión, cuyas vidas estaban marcadas por relaciones
interpersonales quebrantadas y familias devastadas. Durante los
últimos dieciséis años, en más de veinticinco mil horas de consejería,
he trabajado con miles de parejas que han venido a mi oficina para
intentar reparar sus relaciones heridas. En total entonces, estos
últimos veintiséis años he vivido “debajo de la superficie” con gente
herida, escuchando el dolor de sus corazones. Ahora, juntos, Barb y yo
hablamos a parejas en todo el país sobre cómo mantener sus
matrimonios firmes y arraigados en la verdad bíblica. Todos hacen la
misma pregunta básica:
-¿Cómo podemos tener un matrimonio maravilloso?
Creo que la mayoría estaríamos de acuerdo en que nuestra cultura no
tiene respuestas para esa pregunta. Y el sólo hecho de ser cristiano no
hace que un matrimonio sea genial.
Una encuesta de Geroge Barna nos dice que los matrimonios cristianos
están terminando en divorcio en un porcentaje más elevado que los no
cristianos (27 por ciento versus 23 por ciento). Estas estadísticas
indican que el sólo hecho de asistir a la iglesia no hará que
edifiquemos un matrimonio saludable y bíblico. Debemos ser más que
meros oidores de la Palabra, debemos ser hacedores de la misma. Eso
es lo que quiso decir Santiago, uno de los escritores del Nuevo
Testamento, cuando dijo: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros mismo” (Santiago 1:22).
Usted necesita conocer las necesidades del corazón de su cónyuge, y
entonces, con sacrificio, apartarse de su propio egoísmo y aprender,
aprender realmente, cómo satisfacer esas necesidades. Debe construir
su vida sobre un cimiento que resista la prueba de las tormentas, un
cimiento firme como la roca, que no se mueva bajo la presión. Esa es
la roca a la que Phil y Susan se aferraron para poder mantener sus
vidas a flote.
Al final del Sermón del Monte, Jesús dijo, “Cualquiera, pues, que me
oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente,
que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque
estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y
fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27).

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Las casas sobre un fundamento arenoso no duran mucho. Tampoco las
relaciones semejantes. Los matrimonios edificados sobre la roca de
Cristo Jesús no sólo comienzan en buena forma sino que terminan así
también.

¿Cuáles son las necesidades de amor de su cónyuge?


La naturaleza humana es extraña. Hay algo dentro de nosotros que
asume que si tratamos a nuestro cónyuge en la forma que nos
gustaría a nosotros ser tratados, estamos satisfaciendo las
necesidades de nuestra pareja. Pero cuando hablamos de necesidades,
la Regla de Oro no se aplica siempre. ¿Por qué? Porque en muchos
casos, las necesidades de un esposo son diferentes de las de su
esposa. Eso se hace más evidente en áreas como las necesidades
sexuales, pero también se aplica en otras áreas.
Si le preguntara si usted está satisfaciendo las necesidades de amor de
su cónyuge, usted probablemente respondería que sí. En realidad, lo
que muchos de nosotros en realidad hacemos es simplemente asumir
que nuestro cónyuge quiere lo que nosotros queremos, así que
obramos de acuerdo a ese pensar. A menudo no sabemos en realidad
cuáles son las necesidades de nuestro cónyuge. Y si desconocemos sus
necesidades, tampoco podremos satisfacerlas eficazmente.
Para ayudarnos a entender las necesidades de amor particulares de
los esposos y las esposas, Barb y yo hemos investigado más de
setecientas parejas, a las cuales les dimos una lista de veinte
necesidades y les pedimos que las calificaran en orden de importancia,
lo que ellos necesitaban de su cónyuge y lo que pensaban que su
cónyuge necesitaba de ellos.
Los resultados completos de esa investigación se pueden encontrar en
el apéndice, pero aquí están las cinco respuestas principales:

Principales necesidades de Principales necesidades de


amor de los esposos amor de las esposas
1. Amor incondicional y aceptación 1. Amor incondicional y aceptación

2. Intimidad sexual 2. Intimidad emocional y


comunicación

3. Amistad 3. Intimidad espiritual

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4. Ánimo y afirmación 4. Ánimo y afirmación

5. Intimidad espiritual 5. Amistad

Compare estas necesidades de amor con las suyas. ¿Alguna de estas


necesidades le sorprende? ¿Le sorprende el orden de prioridad?
Barb y yo tenemos un buen matrimonio. De hecho, tenemos un
matrimonio realmente bueno. Hay momentos en los que estamos
convencidos que tenemos el mejor matrimonio del planeta. Nos
miramos a los ojos el uno al otro y decimos: -Lo que tenemos no
podríamos mejorarlo.- Pero también están esos momentos en los que
sabemos que aún no lo hemos logrado. Sin embargo, armados con
nuestro amor mutuo y las herramientas de información necesarias,
seguimos trabajando para lograr que nuestro matrimonio sea lo mejor
que pudiera ser. Queremos un matrimonio maravilloso, y ese es
nuestro deseo para usted también.
Me encanta observar y entrevistar a parejas que han estado casadas
por cincuenta años o más. Barb y yo tratamos de tener una pareja que
esté en sus “bodas de oro” en nuestro programa radial una vez al mes,
y cuando lo logramos, nos dedicamos a absorber su sabiduría. Una de
las cosas que les pregunto es esta: -¿Qué les dirían a aquellos que no
han recorrido tanto camino en su matrimonio? ¿Qué es lo que
funciona? ¿Cómo lo han hecho? Sus respuestas casi siempre incluyen
las necesidades que las parejas que entrevistamos pusieron como
prioritarias:
-Gary y Barb, tomamos tiempo cada día para escucharnos
mutuamente y saber lo que el otro experimentó ese día.-
-Nos encanta pasar tiempo el uno con el otro. Sencillamente
disfrutamos ser el mejor amigo el uno del otro.-
-Es un poco vergonzoso decirlo en la radio, pero Barney me enseñó
hace mucho tiempo que cuando yo satisfago sus necesidades sexuales,
él se siente valorado. Cuando lo escucho y lo animo, se siente
respetado. Cuando ora conmigo, me siento segura. Cuando paso
tiempo con él, él siente como si tuviese un millón de dólares.-
-Mildred me enseñó hace mucho tiempo que mi voz, cuando le expreso
que confío en ella, es la única voz real (junto con la de Dios) que ella
realmente necesita escuchar. Así que aprendí a hablar. Sí, hemos
estado casados por cincuenta y cuatro años, y creo que el matrimonio

57
perdurará, ¿no les parece Barb y Gary?- La guiñada del ojo de este
hombre casi nos hace caer de nuestras sillas.
Amor incondicional. Estímulo. Compañerismo. Intimidad sexual y
espiritual. ¿Le suena familiar? Mire nuevamente las principales
necesidades de amor de los hombres y las mujeres. Todas están allí.
No todas las parejas que han estado casadas por cincuenta años o más
tienen matrimonios maravillosos, pero muchos de nuestros padres y
abuelos sí los tuvieron y quieren dejarnos la experiencia.
En los siguientes diez capítulos, exploraremos cada una de las
necesidades de amor listadas anteriormente. Hablaré con las esposas
acerca de las cinco principales necesidades de amor que los esposos
tienen porque creo que puedo ofrecerle a las esposas un enfoque único
sobre cómo los hombres piensan y sienten. Barb hablará a los esposos
acerca de las cinco principales necesidades de amor que las esposas
tienen, porque ella puede hablar con autoridad sobre cómo las mujeres
piensan y sienten. Luego, en los dos capítulos finales del libro
cambiaremos los roles, yo le hablaré a los esposos, y Barb hablará a
las esposas. Al combinar nuestras “voces”, esperamos poder ofrecerle
la mejor oportunidad posible para que entienda las necesidades de su
cónyuge y aprenda a satisfacer las mismas.
Usted puede optar por leer todos los capítulos del libro, o puede elegir
leer sólo aquellos que sienta se aplican específicamente a usted. Sin
embargo, le recomiendo que los lea todos, porque si usted es un
esposo, puede llegar a descubrir que no hice un buen trabajo al
describirle sus necesidades a su esposa. Y si usted es una esposa y
siente que Barb no le describe en forma adecuada sus necesidades a
su esposo, puede ampliar lo que ella dice para que su esposo tenga
una idea más clara de sus necesidades. De esta forma, el libro será
una fuente inspiradora para sus conversaciones y acciones personales.
También le animamos a estudiar este libro con otras parejas en su
casa o en la Escuela Dominical. En vez de agregar preguntas para
estudio grupal al final de cada capítulo, optamos por incluir preguntas
a lo largo de los capítulos. Úselas como base para sus intercambios de
opiniones sobre las necesidades particulares que tienen los esposos y
las esposas. Luego incentívense unos a otros a satisfacer las
particulares necesidades de amor de sus cónyuges.
Nuestras metas en este libro van más allá de ayudarle a entender y
aprender a satisfacer las necesidades de amor de su cónyuge.
También queremos que entienda por qué es importante que satisfaga
dichas necesidades. Y esperamos que las historias y principios que
compartimos le inspiren y motiven a hacer un compromiso de por vida

58
de amar a su cónyuge en formas que ninguno de ustedes creía
posibles. Pero sobre todo, deseamos que descubra que al satisfacer las
necesidades de amor de su cónyuge, usted está haciendo que el amor
de Dios sea como de “carne y hueso”. El matrimonio es en realidad
una relación de tres: Dios, un hombre y una mujer. El mundo no
entiende eso, ¿verdad? Y tristemente muchas parejas cristianas no
han entendido la profundidad de esa verdad tampoco. Pero cuando un
esposo y una esposa verdaderamente comienzan a entender el
significado de un matrimonio de tres, las relaciones comienzan a
florecer.
Dios ha usado la intimidad de la relación matrimonial como una
metáfora para describir su amor por nosotros. Como esposo o esposa,
usted puede demostrar cómo es el amor de Dios por su cónyuge;
usted puede ser la voz de Dios, y sus brazos de amor y cuidado. ¡Qué
privilegio!

El resto de la historia
Ahora, usted debe estarse preguntando qué sucedió con Phil y Susan.
Bueno, durante varios meses luego de su primer cita en mi oficina,
vinieron a consejería e investigaron las causas de su desintegrada
relación. En ese momento tenían un largo camino por delante, pero
como se mudaron cuando el empleo de Phil los llevó a otro estado, no
los vi por un buen tiempo.
Luego, no hace mucho, Phil y Susan me llamaron. Habían oído que yo
iría a hablar en una conferencia en su ciudad, y me pidieron si podía
pasar una noche en su casa. Les dije que sí, deseando verles.
Al llegar a la entrada para autos de su casa en la primera noche de la
conferencia, observé su hermosa casa y me pregunté si las vidas de
las personas que estaban dentro se verían tan bien como la casa.
Cuando hice sonar el timbre, una pequeña niña, vestida como de
domingo, respondió la puerta. Esta niña de cabello rubio y enrulado
levantó su cabecita para verme y preguntó, -¿Es usted el Dr. Gary?-
-Pues sí, cariño. Soy yo. ¿Cuál es tu nombre?-
-Yo soy Annie. Usted se va a quedar en mi cuarto esta noche.-
Con esa proclamación, la pequeña Annie, quien era un bebé cuando
Phil y Susan vinieron por primera vez a mi oficina hacía cuatro años,
me dio la bienvenida. Y luego, junto a la escalera estaban Phil y
Susan, tomados de la mano con el resto de su familia.

59
¡Qué cuadro! Tan sólo verles hacía que las lágrimas comenzaran a
fluir. Hubo lágrimas de gratitud a Dios que es quien nos da segundas
oportunidades. Lágrimas de gratitud ya que Phil tuvo la humildad de
perdonar a su esposa y reedificar su familia. Lágrimas de gozo ya que
a medida que Susan y Phil aprendieron cómo entender y satisfacer sus
necesidades mutuas, comenzaron a edificar un matrimonio que no sólo
estaba sobreviviendo, sino que estaba radiante.
Ese es el gozo y la unidad que Barb y yo deseamos para cada
matrimonio.

Dé un paso hacia delante para satisfacer las necesidades de amor de


su cónyuge
Así que, ¿por dónde empezar? Bueno, primeramente...
1. ¿Qué tan comprometido está en satisfacer las necesidades de
amor de su cónyuge?
2. Tómese un tiempo durante los siguientes dos días para hablar
con su cónyuge sobre cuáles son sus necesidades de amor. Una
forma en la que puede comenzar esa charla es haciendo una
lista con las que usted piensa son las cinco necesidades
principales.
3. Al mismo tiempo, haga una lista de sus propias cinco
necesidades principales. (Si no está seguro que las necesidades
listadas en la página 8 sean sus necesidades y si quiere algunas
otras ideas, vaya al apéndice de la página 235 para ver la lista
de las veinte necesidades que usamos en nuestra encuesta.)
4. Siéntese con su cónyuge y diga: -Quiero saber cuáles son tus
necesidades de amor para poder satisfacerlas más plenamente.
He hecho una lista de lo que pienso son tus cinco necesidades
principales de amor, y quiero que hablemos sobre ellas juntos.
Pero lo que es más importante para mí es lo que tú piensas que
son las necesidades de amor más importantes que quieres que
yo satisfaga.- Luego comiencen a hablar sobre esas necesidades.
Si su cónyuge le pregunta cuáles son sus propias necesidades de
amor, ya usted tiene su lista hecha.

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Primera Parte

Entendiendo y satisfaciendo las necesidades mutuas de amor

CAPÍTULO 1
Amor incondicional
La necesidad de amor #1 del esposo
-¿Quieres decir que me amarás pase lo que pase?-

Gary habla a las esposas

Amor incondicional y aceptación. ¿Acaso no es eso lo que cada uno de


nosotros busca, y la razón por la que nos arriesgamos al permitir que
otra gente se nos acerque? Cuando abrimos nuestros corazones a otra
persona, nuestro deseo fundamental es ser aceptados y amados tal y
como somos, con todos nuestros defectos. Queremos poder dejar a un
lado la máscara y sentirnos seguros. Queremos amor incondicional.
Queremos algo auténtico. Profundo. Duradero. Flexible.
En nuestra encuesta nacional la mayoría, tanto de hombres como de
mujeres, nos dijo que el amor incondicional es la necesidad de amor
número uno que esperan sea satisfecha por su pareja. Sin duda
alguna, muchos hubieran esperado que la necesidad número uno para
los hombres fuera el sexo y que la número uno para las mujeres fuera
la comunicación, pero eso no fue lo que nosotros encontramos. En
lugar de eso, por diferentes que sean los hombres de las mujeres,
ambos están de acuerdo en esta verdad: todos necesitamos ser
amados incondicionalmente por nuestros cónyuges.
Cuando mi esposa necesita mi amor incondicional, sencillamente
significa que ella necesita que la ame y la reciba cualquiera que sea la

61
situación. En riqueza y en pobreza. En enfermedad y en salud.
¿Recuerda los votos, verdad? El amor incondicional es el compromiso
que dice: “estaré contigo pase lo que pase. Siempre te amaré.
Siempre te ayudaré y te apoyaré.” La aceptación significa: “te recibiré
incluso en el medio de los tiempos difíciles.”
Barb y yo hemos descubierto que nuestro amor mutuo es algo glorioso
en los buenos tiempos (las vacaciones en la playa, las experiencias
memorables con las niñas, los momentos de profunda intimidad con
Jesucristo). Es fácil amar en los buenos tiempos. Pero cuando nuestro
matrimonio está bajo una prueba intensa, necesitamos amor
incondicional. Amor que no claudique. Necesitamos saber que somos
aceptados aun cuando nos equivocamos, aun cuando no podemos ver
más allá de nuestro dolor y fracaso.
Usted ha tenido tiempos de esos, yo sé que sí. Tiempos de crisis.
Tiempos de un estrés insoportable. Tiempos en los que, en lo profundo
de su corazón, usted se pregunta si su esposo se le acercará y la
amará sin cuestionarla o si le volverá la espalda y la rechazará.
Permítame compartir una de mis experiencias con este tipo de crisis.
Hubo un tiempo en el que yo realmente necesitaba escuchar que Barb
dijera, “Estoy aquí, Gary. No me voy a ir. Estoy aquí por ti. Pase lo que
pase.”
Mi crisis comenzó con una llamada telefónica a un cliente que tenía en
otro estado. Durante la llamada, tuve que asumir una posición firme
en cuanto a un asunto de ética. El resultado de esa decisión fue que
cuando esa llamada terminó, yo había perdido la mitad de mis
ingresos anuales.
¡La mitad de mis ingresos!
Esa llamada telefónica hizo que comenzara a caer en picada, y supe
que necesitaba ayuda para poder salir de esa situación. Más que eso,
necesitaba un lugar seguro, un lugar donde mi corazón, mi espíritu, y
mi alma fueran amados incondicionalmente. Sin ataduras. Sin
excepciones. Sin límites.
Tomé el teléfono y llamé a Barb.
–Algo ha sucedido. Necesito saber Barb, pese a lo que tenga que
decirte, que tú me apoyarás. Que vamos a estar bien. Que el Señor y
tú estarán a mi lado.-
-Gary, ni siquiera tienes que preguntármelo. Sí, te apoyaré. Y Dios
promete que nunca nos abandonará. ¿Qué sucedió?-
-Barb, necesito hablar contigo ahora mismo, pero no puedo hacerlo
por teléfono. Estaré en casa en diez minutos. Por favor, despeja la
casa para que podamos hablar.-
Cuando colgué el teléfono, supe que la red de seguridad para mi caída
estaba en su lugar, lo mereciera o no. Yo sabía por el tono de voz de

62
Barb que ella era mía, y yo era de ella, y que ambos éramos de Dios.
Supe que pese a lo que yo le iba a contar, estas cosas no cambiarían.
Pese a eso, en camino a casa, ciertos temores asaltaron mi corazón.
Como hombre, mis roles como proveedor y protector (los dos roles
que todo hombre siente que tiene que cumplir) estaban en peligro. Me
sentía como un fracasado, y tenía temor de estar poniendo
arriesgando el bienestar de mi familia. Así que comencé a reprocharme
lo que había hecho. Tal vez podría haberlo arreglado de alguna forma.
¿Debía haber asumido esa posición tan firme con mi cliente? ¿Pudiera
ser que yo haya malinterpretado lo que él estaba diciendo?
Entonces pensé en las consecuencias que esto tendría sobre mi
familia: ¿Cómo voy a compensar esta significativa pérdida en los
ingresos?¿Qué dirían Barb y las niñas? ¿Qué tendremos que vender
para mantenernos a flote?
En ese momento, el Espíritu de Dios comenzó a disipar algunas de las
dudas que estaban rondando mi cabeza. Sabía que él proveería para
todas nuestras necesidades, y que yo había tomado la decisión
acertada al confrontar el tema. Pero aún necesitaba poder mirar a
Barb de frente. Necesitaba estar conectado a ella y saber que ella
pensaba que había hecho lo correcto. Necesitaba saber que me
amaba, y que nada cambiaría entre nosotros.
Al entrar por la puerta trasera, yo debo haber tenido “una mirada de
aquellas” en mi rostro, ya que Barb inmediatamente me tomó y me
sostuvo. –Pase lo que pase, Gary, estoy aquí contigo,- me aseguró. –
Por favor, siéntate y dime qué sucedió.-
Fue uno de esos momentos en los que ella parecía “Dios en carne y
hueso”, necesitábamos afirmarnos el uno al otro y estar seguros, a
salvo, mutuamente y con el Señor.
-Barb, hablé con ________________ por teléfono. Sabes que yo he
sentido que algo está mal, muy mal, en nuestra relación de negocios.
Como resultado de eso, no he dormido bien últimamente, ni me he
concentrado ni enfocado en el ministerio, y tú y las chicas no han
tenido lo mejor de mí en los últimos días. En fin, tenía una convicción
tan profunda en mi espíritu que necesitaba confrontar a esta persona
acerca de sus prácticas comerciales, pero sabía que si lo hacía,
correría el riego de perder el contrato. Hoy le llamé y le pregunté si
podía hablar algo con él. A los pocos minutos estuvimos de acuerdo en
que no podíamos seguir trabajando juntos. Así de rápido, nuestra
relación comercial llegó a su fin. Sé que hice es lo correcto, pero en
realidad nos va a afectar bastante económicamente.-
-Gary, lo siento mucho,- dijo Barb. –Debes sentirte abrumado y
atemorizado a la vez.-

63
-No sé qué voy a hacer. ¿Qué pasaría si esto implicase que tuviésemos
que vender la casa? Me sigo preguntando si debí haberlo manejado de
otra manera.-
-Cariño, ¿cuál es la mejor forma en la que te puedo ayudar ahora?-
me dijo.
-Así como lo estás haciendo, sencillamente escuchándome.-
Pese a estar diciendo todo eso, observaba los ojos de Barb para ver
cuál era su verdadera respuesta. Qué alivio sentí cuando no vi pánico
ni temor en ellos. Ni siquiera decepción. En vez de eso, sus ojos me
dijeron las mismas cosas que sus palabras: -Siento que te haya
sucedido esto. Pero todo va a estar bien. Vamos a estar bien.- Frente
a cada comentario cargado de temor que yo hacía, Barb respondía con
un toque alentador, o asintiendo con su cabeza en señal de
comprensión. Las circunstancias no habían cambiado, aún íbamos a
perder una parte significativa de nuestros ingresos por un buen
tiempo. Pese a eso, debido a la respuesta de Barb todo era diferente.
Sabía que no estaba solo, y sabía que con el Señor y mi esposa estaba
seguro.
Cuando terminé de decirle por qué y cómo había tomado la decisión de
terminar la relación comercial con esta persona, Barb me miró a los
ojos y calmadamente pero con confianza me recordó una verdad que a
menudo descuidamos en momentos de presión, estrés, o problemas. –
Gary, Dios es el dueño de todo. Él proveerá para ti y para nuestra
familia,- dijo. –Y pase lo que pase, yo estaré cerca de ti.- Y luego dijo
las palabras que nunca me canso de escuchar: -Estoy orgullosa de ti,
Gary. Hiciste lo correcto.-
Recuerdo haberla mirado y pensar, pese a que las lágrimas corrían por
mis mejillas, ¿Quieres decir que me amas... incluso ahora? Y no puedo
siquiera comenzar a explicar el impacto que su respuesta tuvo sobre
mí. Sus palabras, su toque, su mirada, cosas que afirmaban mi valor
como hombre y que me ayudaron a tener nuevamente la confianza en
que yo era un esposo que merecía el respeto de ella.
Esa fue la más pura manifestación de amor incondicional y aceptación.
Y permítame decirle, no hay nada mejor que eso para un hombre.
Cuando la esposa que Dios le ha dado le recuerda que siempre estará
allí por él, es ahí cuando él conoce el poder, el verdadero poder, del
amor incondicional y la aceptación.

El amor incondicional comienza con Dios


La respuesta de Barb aquel día llegó a ser un momento trascendente
en nuestro matrimonio. Pero ese momento fue posible sólo debido a
que, años atrás, Barb y yo habíamos sido presentados a Aquel del cual
fluye todo el amor incondicional. Permítame retroceder un poco...

64
Yo crecí en un buen hogar, un hogar moral. Era un hogar
culturalmente cristiano, pero no bíblicamente cristiano, pese a que no
fue hasta que yo estaba en la universidad que aprendí la diferencia
entre ambos. De hecho, estaba sentado en una sociedad de
estudiantes cuando aprendí la diferencia, escuchando a algunos
muchachos de la Cruzada Estudiantil para Cristo, los cuales hablaban
de una comunión personal con Jesucristo, e inmediatamente me di
cuenta de dos cosas. La primera era que yo no podía “vivir la vida” sin
Dios, y que su amor estaba allí, al alcance de quien lo quisiera. Todo lo
que debía hacer era pedirlo. Dependía de mí el humillarme y confesar
a Dios que le necesitaba en mi vida. La segunda cosa era que él me
amaba a mí (a mí, Gary Rosberg) lo suficiente para enviar a su Hijo a
vivir una vida perfecta en la tierra y morir una muerte sacrificial por
mis pecados. Sabía que Dios amaba a la gente. Pero no tenía idea
hasta esa noche que él me amaba a mí con ese tipo de amor
sacrificial. Estas dos verdades que pueden parecer elementales para
usted, hicieron que yo me estremeciera.
¿Por qué nadie me había dicho esto antes? -fue mi primera reacción.
Mi segunda reacción fue tratar de probar que la resurrección de
Jesucristo no era cierta.
En ese tiempo estaba saliendo con Barb y me estaba enamorando de
ella. Ella recién se había convertido. Luego de cinco meses de estudio
intenso, en los cuales luchaba con Dios, y a veces casi torturaba con
incontables preguntas a Barb y a los muchachos que Dios había
enviado a mi vida, finalmente acepté a Jesucristo como mi Señor y
Salvador. ¿Qué fue lo que me convenció en definitiva? Fue la sencilla
pero abrumadora verdad que Dios me amaba incondicionalmente.
Completamente. Sin reserva. Inequívocamente. Tal y como yo era. A
pesar de todo.
El apóstol Pablo nos recuerda, “Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”
(Efesios 2:4-5).
Eso describe el amor ágape. Su gran amor. Su misericordia. Su gracia.
Estas palabras cobraron un completo y nuevo significado a medida
que comencé a tener un verdadero entendimiento de cuánto Dios
realmente me ama.
Y ahí está el corazón del amor de Cristo para mí: El realmente me ama
sin límite. Me amaba antes que yo confiara en él. Antes que yo le
conociese. Antes que yo incluso existiese. Él me ama, aunque yo le
fallo en forma lastimosa, aunque me equivoco emocionalmente,
espiritualmente y racionalmente. Él me ama pese a que yo no lo
merezco, lo cual es mucho decir. Él me ama aunque sería más fácil no

65
amarme ya que yo le decepciono con mis pensamientos, palabras,
acciones, y obras. Él me ama aunque mi corazón está lleno de orgullo
y mis pensamientos son egoístas.
¿Conclusión? Él me ama, pase lo que pase. Él me acepta, pase lo que
pase. Y es así que yo sé en qué consiste el amor incondicional, porque
he ido a la Fuente misma.

El amor incondicional cambia vidas


Pero ese es Dios, puede que alguno esté pensando. ¿Cómo es que el
amor incondicional y la aceptación operan en forma práctica a un nivel
humano?

Mateo y Melania
Permítame decirle cómo opera, en ambos niveles, para Mateo y
Melania. Hace dos veranos, Mateo subió a un autobús con un grupo de
hombres de su iglesia para dirigirse a una conferencia de Cumplidores
de Promesas. Su esposa, Melania, y sus hijos estaban emocionados y
entusiasmados ya que habían orado por Mateo por varios años, y
ahora aquellas oraciones podrían ser respondidas. Y lo fueron. Mateo
hizo un compromiso personal con Cristo en la conferencia y volvió a su
hogar con una vida nueva y redimida. Luego comenzó a reunirse
semanalmente con un grupo masculino de estudio bíblico y rendición
de cuentas, y estaba creciendo espiritualmente.
Entonces Mateo comenzó a recibir ondas negativas de parte de los
compañeros de oficina. -¿Qué pasó con Mateo? ¿Acaso no está
llevando este tema de la religión demasiado lejos?- Encima de eso, sus
padres expresaron su preocupación de que se había pasado del límite,
que quizá estaba siendo demasiado extremista.
En los próximos meses, el compromiso de fe de Mateo comenzó a
disminuir, y volvió a viejos hábitos: Horarios excesivos de trabajo,
reuniones con sus amigos para beber después del trabajo. Como él se
aferró a la creencia de que podía “manejar” su propio pecado en vez
de ser transformado por el poder de la obra del Espíritu Santo en él, se
alejó más y más de su caminar con Cristo y de su revitalizado
matrimonio.
Las esperanzas que Melania tenía de que su matrimonio cristiano y su
familia fueran algo distinguido se estaban desvaneciendo frente a sus
ojos. Con todo, ella sabía que había aceptado un compromiso cuando

66
tomó sus votos matrimoniales, y que los mismos implicaban amar a
Mateo pese a su temor de perder todo lo que ella consideraba querido.
Sus fieles amigos hacían eco de esta verdad. –Ámale
incondicionalmente,- le animaban. –Has visto la obra de Dios en
Mateo. Sabes que es posible. No claudiques nunca.-
Así que Melania continuó amando a su esposo, pese a que él hizo
cosas que le decepcionaron a ella profundamente, e incluso cuando él
se comportó en formas que hicieron muy difícil que ella le amara.
Mateo está muy consciente del amor de Melania por él, y se da cuenta
que a menudo no lo merece. Felizmente, él está volviendo a mostrar
señales de que está volviendo a su compromiso de seguir a Cristo.

Patricia y José
José creció en una granja con tres hermanos, y el padre de José
siempre hacía tiempo para pescar, cazar, y practicar deportes con sus
hijos. A José le fascina cazar, y tenía la expectativa de compartir esta
experiencia con su propio hijo, Zacarías. La esposa de José, Patricia,
sin embargo, creció en la ciudad y no compartía la pasión de José por
pasar días en el bosque durante el otoño con un rifle. Además de eso,
a ella le preocupaba. Creía que Zacarías era demasiado joven e
inexperto para ir en un viaje de caza. –Apenas ha disparado y probado
el alcance de su nueva arma unas pocas veces- le dijo a José. –Por
favor, no lo lleves. Todavía no. No está listo.- José desatendió los
temores de su esposa. Ella sencillamente no entendía la importancia
de esta tradición familiar para un padre y su hijo.
Así que José y Zacarías se fueron al bosque un sábado en la mañana,
y pasaron un día maravilloso. Zacarías incluso cazó su primer venado.
Cuando José conducía rumbo a su hogar esa noche, sabía que él y
Zacarías se habían acercado debido a esa experiencia en común y el
tiempo que pasaron juntos. Él estaba pensando en formas en las que
podría continuar profundizando su relación con su hijo.
Repentinamente, un auto que venía de frente subió la loma a alta
velocidad y perdió el control, pasándose a la senda por donde venían
José y Zacarías. José sobrevivió el terrible accidente, pero Zacarías
falleció instantáneamente.
Han pasado tres años desde el accidente, y pese a que Patricia sabe
que el accidente no fue culpa de José, aún es perseguida por voces
que siguen diciéndole a su mente: Si tan solo no hubiesen ido ese día.
Si sólo José me hubiese escuchado. Si sólo... El dolor de su pérdida y

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la presión sobre su matrimonio a menudo parecen ser insoportables.
Pese a eso, Dios continúa llamando a Patricia a que ame a su esposo,
pese a todo. Y ella lo está haciendo. Mientras tanto, José mismo está
comenzando a sentirse un poco aliviado de su propia culpa y dolor.
Dios está vertiendo nueva vida en la relación que tienen como
matrimonio, y gran parte de eso se debe al amor incondicional de
Patricia por José.

Margarita y Benjamín
Benjamín es otro hombre que sabe lo que significa ser amado pase lo
que pase. Luego de una carrera profesional de veintitrés años,
Benjamín estaba agotado, exhausto de intentar subir la escalera de la
corporación. Resulta que una mañana vio un comercial informativo en
televisión que le prometía todos los lujos de la vida si simplemente
asistía a un seminario que se celebraría próximamente en un hotel de
la ciudad. Así que Benjamín fue al seminario, y quedó abrumado con el
potencial del programa a medida que veía los videos y estudiaba los
folletos. Él y Margarita habían decidido siempre juntos sobre cualquier
gasto que superara los cien dólares. Pero ese día él se aferró a su
codicia y retiró todos sus ahorros, así como también sus ahorros de
jubilación, para invertirlos en este negocio que rápidamente le haría
rico. Parecía algo tan seguro. Había funcionado para tanta gente.
Meses más tarde, la vida de Benjamín era un gran caos. Había
renunciado a su trabajo, creyendo que si le dedicaba todo su tiempo a
esta nueva aventura, seguramente cosecharía las riquezas que los
videos y los llamativos folletos ofrecían. Desafortunadamente, eso no
fue lo que sucedió. Se quedó sin empleo, sus tarjetas de crédito fueron
canceladas, y Margarita tuvo que volver a trabajar a tiempo completo
por primera vez desde que habían comenzado a tener hijos.
Pese a todo esto, Margarita no abandonó a su esposo. Cuando habló
con su pastor sobre su temor, ira y frustración, él le dijo, “Margarita,
acabas de chocar contra una de esas realidades expresadas por la
frase „En salud o enfermedad.‟ Pero estás llamada a amar a Benjamín
pese a... Ese es el tipo de amor que Cristo nos otorga, amor ágape.
Ese es el amor auténtico, Margarita. Es un amor sin límites.- Con la
fuerza y el compromiso que según Margarita admite provienen
solamente de Dios, tomó las palabras de su pastor a pecho.
Y Benjamín respondió. Encontró un nuevo trabajo con un patrón
cristiano, y la naturaleza del trabajo le hizo sentirse verdaderamente
útil por primera vez en años. Él y Margarita tuvieron que mudarse a

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una casa menor, vendieron su bote e hicieron cambios serios para
pagar a sus acreedores. Benjamín reemplazó su deseo de enriquecerse
con una renovada visión y compromiso de vivir y terminar su vida en
buena forma. Cuando le pregunté qué fue lo que marcó la diferencia,
él dijo, “Cristo y Margarita. Así de sencillo. Aprendí que Dios realmente
me ama. Margarita me enseñó eso. Ella me aceptó incluso cuando yo
eché a perder todo. Y me mostró el tipo de amor incondicional y
aceptación que yo nunca pensé existiesen. Realmente me había
enredado en mi propia codicia, pero ahora las cosas sencillas tienen
más sentido. Una caminata con Margarita. Una tarde en nuestro hogar.
Pasar tiempo con los amigos cercanos. La Palabra de Dios cada día. Y
un día honesto de trabajo. Estoy comenzando a sentirme completo
nuevamente.-
Mateo, José, y Benjamín, a través de experiencias dolorosas y difíciles,
aprendieron la diferencia que puede producir el amor incondicional y la
aceptación. De parte de Cristo y de nuestras esposas.
Ahora, permítame que le haga una pregunta difícil. ¿Ha sido puesto a
prueba alguna vez su amor incondicional? ¿Los votos que tomó en el
día de su boda, de amar a su esposo en las buenas y en las malas,
han sido puestos en el crisol de la dolorosa realidad? Si es así, de igual
forma que Barb y Melania, Patricia y Margarita, usted ha sido llamada
a amar a su esposo incondicionalmente. Pese a todo.
Toda familia lucha con tiempos difíciles, promesas rotas, expectativas
no cumplidas, retrocesos financieros, traiciones. Cuando enfrente tales
dificultades, acuda a la fuerza de Dios, para que usted y su esposo
puedan caminar a través del dolor juntos, y emerger más fortalecidos.
Más fortalecidos en lo individual y como pareja.

El poder del amor incondicional y la aceptación


El amor incondicional es una cosa poderosa. A manera de ejemplo,
permítame decirle qué sucedió dentro de mí cuando Barb me mostró
su amor incondicional. Si Mateo, José y Benjamín pudieran hablar con
usted, probablemente dirían cosas semejantes.
La respuesta de Barb me hizo sentir seguro en el medio de una
tormenta eléctrica. Su amor me permitió ser honesto. Proveyó un
ambiente cómodo para abrir la comunicación entre nosotros. Su amor
me recordó que yo no era en definitiva quien estaba a cargo, sino el
Señor. Me recordó que su compromiso era realmente en las buenas y
en las malas. Me confirmó que pese a que mi decisión iba a poner a
nuestra familia bajo un riesgo económico, fue la decisión correcta.

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Cuando comparto la historia de aquel día memorable, la gente a
menudo me pregunta: -¿Qué habría sucedido si Barb no hubiera
respondido con tanta gracia y aliento? ¿Qué hubiera pasado si ella
respondía con ira y me decía que había tomado una decisión tonta?
¿Qué si hubiera entrado en pánico y se hubiera alejado? ¿Qué si me
hubiera vuelto la espalda? ¿Qué si me hubiera dicho: “Gary, te lo dije.
Nunca debías haberte involucrado con esa persona.”
No me malinterprete. Barb ciertamente tuvo que lidiar con su propia
porción de temor e incertidumbre durante ese turbulento momento de
nuestra vida. Pero si me hubiera rechazado, o aún peor, si hubiese
sido neutral e insensible conmigo, me habría sentido solo y aislado. Su
rechazo hubiera edificado un muro que habría debilitado nuestra
intimidad y confianza.

¿Qué puede hacer para satisfacer las necesidades de su


esposo?
Su respuesta, su iniciativa y su conexión con su esposo son vitales
para la salud de su matrimonio y la de su familia. La expresión que
usted demuestre de su amor incondicional y aceptación es
precisamente la fuerza que les unirá en el medio de los tiempos
difíciles de su matrimonio. El que esté al lado de él en los tiempos
dolorosos así como en los tiempos felices, es uno de los elementos
primarios de un gran matrimonio.
Algunas veces eso implicará que deje a un lado sus propias
necesidades para poder satisfacer las de él. Implica que resista su
tendencia de ser egoísta y de autoprotegerse. Pero si usted ama
incondicionalmente en los tiempos difíciles, tanto usted como su
esposo se harán uno con el tipo de intimidad que el Señor desea para
ustedes. Si no lo hace, terminarán viviendo como dos hijos inmaduros,
cada uno tratando de salirse con la suya y resentido con la otra
persona cuando no lo consigue. Puede que usted aún permanezca
casada, pero se perderá el gozo de vivir un gran matrimonio.
Su esposo desesperadamente necesita saber que usted le acepta a
pesar de los pesares. Incluso cuando fracase o tome decisiones que
dejen que desear. Incluso cuando él se sienta inferior o le decepcione.
Su amor es una realidad que, o construye o destruye. Si no está
capacitada o si rehúsa amar, dañará a su esposo y lo desmoronará.
Por otro lado, su amor incondicional y aceptación le edificará y le
liberará para seguir adelante.

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Bien, todo esto suena lindo en teoría, puede que usted diga, ¿pero
cómo poner en práctica esto en los detalles de la vida real?¿Cómo se
hace? Antes de que lleguemos a eso y discutamos algunas formas
prácticas en las que puede demostrar amor incondicional,
enfoquémonos una vez más en lo que dijimos anteriormente en este
capítulo: El amor incondicional comienza con Dios. No podemos perder
eso de vista. Nuestra habilidad de entregar un amor valioso viene del
amor incondicional con el que Dios nos ama.
Piense por un momento en su propia relación con Dios. Debido a que
usted está convencida de Su gracia hacia su vida, su fe tiene sentido y
fundamento. Después de todo, cada uno de nosotros conoce la
condición de su corazón; sabemos lo que hemos hecho que ofende a
Dios en palabra y en hecho. Pese a eso, como creyentes podemos
comenzar de nuevo cada día con Dios, arrepintiéndonos de nuestros
lapsos de pecado y teniendo la seguridad de Su perdón. Tal vez, en
una forma similar, necesitamos una limpieza diaria entre esposos y
esposas.
Esto se hace especialmente importante para aquellas de ustedes que
están en situaciones en este preciso momento en las cuales la
necesidad de demostrar amor incondicional es una preocupación diaria
o una lucha. Puede que usted viva con un esposo de corazón duro. O
quizá sus deseos y sus sueños han sido puestos en espera, mientras
que usted ayuda a su esposo a que logre sus propios sueños. Puede
que su esposo le haya lastimado y traicionado. O puede que usted esté
casada con un hombre que es pasivo espiritualmente, que no le sirve a
usted tal y como Dios le instruyó a que hiciera. Pero ya sea que usted
esté en el medio de una crisis, o que esté viviendo una circunstancia
que perdura, o que esté respondiendo a la rutina normal de la vida de
casada, el darle a su esposo la seguridad de su amor inmutable
requiere por lo menos cinco elementos: Muestre gracia frente a sus
debilidades, anímelo siempre que pueda, ayúdele a sentirse a salvo,
tome tiempo para conectarse y estudie a su esposo.

Muestre gracia frente a sus debilidades


Todos necesitamos gracia. Pero más la necesitamos cuando estamos
totalmente conscientes de que no la merecemos, cuando hemos
fracasado, cuando hemos cometido errores, cuando hemos sido
egoístas, cuando hemos pecado.
Si su esposo le ha fallado o decepcionado, o pecado contra usted,
entonces él necesita su gracia. Y cuando usted expresa gracia hacia su

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esposo en áreas de debilidad y pecado, le ama de la misma forma en
que Jesús le ama a él.
Permítame que le pregunte, ¿dónde es que su esposo necesita una
dosis extra de gracia en este momento? ¿Qué parte de sus debilidades
necesita que se le cubra con la gracia que proviene de usted, su
esposa?
 Si él ha pecado contra usted, perdónele. Una y otra vez.
 Si él ha dañado seriamente la confianza que le tenía, muestre su
amor recibiendo ayuda de un pastor o de un consejero cristiano
profesional.
 Si está experimentando el fracaso, hágale saber que usted
estará con él, pase lo que pase.
 Si él está experimentando una cierta presión en su vida, tal vez
en el trabajo o por una decisión que debe tomar, anímele con
comprensión.
 Si está pasando por un período peligroso de su vida y se están
zafando sus amarras, recuérdele que Dios y usted le aman y que
ambos están con él, incluso en esas circunstancias.

Anímelo siempre que pueda


Mark Twain dijo una vez: “Puedo vivir todo un mes con un solo
cumplido.” Piense en la vitalidad que le puede dar al matrimonio una
fuente de la que continuamente fluya el estímulo.
Fortalezca a su esposo con comentarios tales como:

 “Estoy orgullosa de ti, cariño.”


 “Me encanta la forma en la que me amas cuando ...”
 “Cuando te vi con uno de los niños esta mañana, me animó
tanto que tú...”
 “Ayer, cuando me dijiste que me amabas significó mucho para
mí. Gracias por expresarme tu amor.”
 “Gracias por proveer para nuestra familia.”
 “Tú eres una de las más ricas bendiciones de Dios para mí.”

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 “Cuando me recibes, pese a que te he lastimado, me siento a
salvo y segura en tu amor.”

El ánimo nacido del corazón es un ingrediente clave del amor


incondicional. Es como si fuese un imán: nos acerca, nos atrae.
Si a usted le cuesta verbalizar su aliento hacia su esposo, piense en
cuando le conoció por primera vez. ¿Qué lo atrajo a él? ¿Qué hizo que
usted le abriese su corazón? ¿Qué había en él que hizo que usted
sintiera un hormigueo por dentro? ¿Qué le hubiera dicho en ese
entonces?
Ahora bien, ya que usted ha madurado en su matrimonio, ¿qué es lo
que aprecia de su esposo? Escriba sus pensamientos en una hoja de

 “Aprecio la forma en que haces que los niños me respeten.”


papel. Aquí están algunos ejemplos:

 “Aprecio lo duro que trabajas para proveer para las necesidades


económicas de nuestra familia.”
 Cuando participas en ______________ (alguna actividad
familiar) me hace sentir segura.
 “Me encanta observarte interactuar con gente que no conoce al
Señor.”
 “Tienes tanta paciencia con nuestros problemáticos vecinos.”
 “Aprecio cuando estás activo con otros hombres creyentes.”
 “Cuando me tocas con ese toque de aliento, me hace sentir
amada.”
 “Me enorgullece que no seas parte de la actitud negativa en el
trabajo, pese a que estás rodeado de ella diariamente.”
 “Me enorgullece que perseveres frente al desánimo.”
 “Aprecio que tomes la iniciativa de orar conmigo y me digas qué
es lo que Dios te está enseñando en su Palabra.”

De sus propias respuestas, haga una lista de por lo menos cinco


oraciones a las que se pueda aferrar, y comience a repetírselas a su
esposo. Alguien me dijo una vez que se requieren entre ocho a diez
frases de estímulo para equilibrar el impacto de un comentario
negativo. ¿Usted alienta a su esposo ocho a diez veces más de las que
lo critica?

73
Tome su lista de estímulos y comience a repetírselos a usted misma
cada día. Luego repítaselos a su esposo cada día, aún cuando él la
haya decepcionado. Especialmente si él la ha decepcionado.

Ayúdele a sentirse a salvo


Cuando sé que Barb me entiende, me siento a salvo. Cuando no me
siento entendido, mi inseguridad aumenta. Normalmente, un hombre
no lo reconocería en estos términos. Él no pensaría: Mi esposa no
entiende las presiones que tengo en el trabajo y cómo afecta mis
sentimientos hacia mí mismo. Así que voy a buscar una forma de
compensar. Me voy a descargar con ella y con los niños. Después de
todo, algo tengo que controlar. Nosotros los esposos no sabemos cómo
decirles esto, así que, en vez de eso, explotamos. O nos enterramos
en algún comportamiento excesivo. O buscamos algo que podamos
controlar. Algunos hombres trabajan o comen de más. Otros se
vuelven al alcohol o las drogas, o la pornografía. Algunos hombres se
obsesionan con los pasatiempos o los deportes.
Si usted ve alguno de estos patrones en el comportamiento de su
esposo, hay algo que está faltando en su relación. No estoy diciendo
que usted es la responsable, aunque puede que usted esté
contribuyendo a esos patrones, pero hay algo que definitivamente está
faltando y necesita ser encaminado.
¿Por dónde comenzar? Pase un tiempo a solas con él y dígale que no
intenta criticarlo, sino que usted está comprometida con él y quiere
ayudarle a solucionar cualquier patrón que pudiera estar socavando la
seguridad de su matrimonio. Al hacer esto, usted comenzará a colocar
las bases para que comience la sanidad. En algunos casos, las parejas
o los individuos que están luchando con un comportamiento excesivo
pueden necesitar la ayuda externa de un consejero profesional
cristiano y/o de un pastor. Pero primero usted necesita acercarse a su
esposo para comenzar el proceso.
¿Cómo es que nosotros los esposos sabemos que estamos siendo
entendidos? En dos formas:
1. Cuando usted está realmente interesada en nuestra vida
cotidiana al punto de la fascinación.
2. Cuando tratamos de “arreglar” algo y sabemos que usted
entiende que simplemente estamos ejercitando la parte de
nuestra masculinidad que necesita “hacer que las cosas
mejoren.”

Así como usted se siente entendida cuando nosotros escuchamos sus


sentimientos, nosotros nos sentimos mejor cuando usted escucha
nuestras ideas. Por ejemplo, Barb me hace saber que ella aprecia mis

74
buenas intenciones, pese a que algunas veces me chequea en cuanto
a mi tiempo. En general sucede más o menos así: -Gary, sé que estás
tratando de hacer lo correcto. Y sé que tienes buenos aportes. Pero en
este momento necesito que escuches lo que siento sobre este tema.
Después de eso, me alegraría escuchar lo que piensas que debo hacer
al respecto.- Yo realmente puedo recibir ese mensaje ya que ella no
me está diciendo, -Gary, te equivocas.” Sencillamente está diciendo: -
Me estás dando tu buen aporte con demasiada anticipación.- Puedo
aceptar el hecho de que mi sentido del tiempo adecuado sea pobre en
la medida que no me sienta completamente inservible como esposo.
¿Le suena familiar?
Tomemos el ejemplo de Roberto y Cecilia. Ellos están teniendo una
conversación de sobremesa luego de la cena, y ella está describiendo
un doloroso desacuerdo que tuvo con su madre en el teléfono ese día.
Otro desacuerdo. Ya hubo dos esa semana. A medida que Roberto
escucha, él tiene la solución para el problema en la punta de su
lengua. No puede aguantarse para arreglar la situación, de modo que
Cecilia se sienta mejor y que puedan seguir adelante con el resto de su
noche. Durante todo el día él se encarga de solucionar cosas, y esta no
es muy complicada: Sencillamente no llames a tu madre tan seguido
ya que te perturba tanto. Para él tiene todo el sentido del mundo.
Inconscientemente, Roberto está obrando basado en la suposición de
que si Cecilia le valorara y entendiera, sabría cuán importante es que
reciba su aporte para que ella pueda resolver su problema.
En vez de eso, Cecilia está concentrada en su propia (e inconsciente)
necesidad de ser escuchada, animada y abrazada. Ella necesita el
apoyo y la aprobación de su esposo. Es verdad, esas son necesidades
reales también, pero ahora le estoy hablando a usted sobre los
hombres. (Barb le dará palos a los hombres sobre este tema en el
capítulo de ella.)
Cada día, parejas como la de Roberto y Cecilia toman decisiones
sutiles que, o fortalecen a su cónyuge o alimentan sus inseguridades.
Así como su esposo le muestra lo valiosa que es cuando le escucha
hablar sobre sus sentimientos (fortaleciéndola), así le hace usted
sentir valioso cuando él sabe que usted le entendió y le escuchó.
Realmente no me enorgullezco de los hombres en este punto, pero mi
experiencia en el ministerio y en el hogar lo confirma: Cuando
sentimos que nuestra opinión no está siendo recibida con entusiasmo,
nos sentimos frustrados y rechazados. Luego comenzamos a
impacientarnos o a enojarnos. Y cuando esto sucede con frecuencia,
puede destruir la seguridad de la relación. Para que un matrimonio sea
un gran matrimonio, los esposos y las esposas deben aprender a andar
juntos, acentuando mutuamente sus puntos fuertes y ayudándose a
compensar las debilidades mutuas también.

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Tome tiempo para conectarse
Por increíble que parezca, los primeros minutos en los cuales usted y
su esposo se conectan al final del día de trabajo son cruciales.
A medida que yo crecía, vi un ejemplo positivo de esto con mis padres.
Cuando de niños escuchábamos que papá estacionaba en la cochera
después de trabajar, gritábamos, “Llegó papá.” Luego corríamos para
saludarlo en la puerta trasera y él nos acariciaba despeinándonos o
nos abrazaba. Pero entonces, los siguientes sesenta minutos, nosotros
desaparecíamos (la mayoría de las veces) mientras él y mamá se
sentaban y hablaban. ¡Sesenta minutos!
Barb y yo llevamos esa tradición a nuestro propio hogar. A los pocos
minutos de saludarnos al final del día, nos sentamos en dos sillas de
color lila claro, y hablamos, sólo nosotros dos. Hablamos acerca de las
niñas y repasamos el día de Barb y el mío, hablamos de lo bueno, de
lo malo, en fin, de todo. Algunas veces esto implica conversaciones
profundas, pero a menudo simplemente se trata de noticias,
conversaciones que nos conectan. Y esta conexión establece el tono
para el resto de la noche. Nos recuerda que somos compañeros de
equipo que están absolutamente comprometidos en el mismo juego.
No hay competencia entre nosotros, ni temor de escuchar un sermón
en lugar de un oído comprensivo. Yo no trato de solucionar sus
problemas (por lo menos no siempre), y ella me escucha. Somos dos
personas cansadas que nos reconectamos, y lo más importante, nos
quitamos de encima las costras del día. Entonces, al hacerlo, nuestras
almas reviven.
Cuando esto no sucede en forma consistente, la atmósfera se puede
poner más fría que un día invernal al sur de la Patagonia. Perdemos la
sincronización, nos desconectamos, y eso da lugar a que crezca la
frialdad y el egoísmo. He tratado de imaginarme qué sucedería si no
hubiera conexión entre nosotros por una semana, un mes o un año.
¿Adivine qué? No tengo que hacer mucho esfuerzo para imaginarme,
porque veo la cruel realidad de esa situación cada semana acercarse a
mi oficina de consejería. Parejas que se aferran con desesperación,
deseando que sus matrimonios sobrevivan, cuando todo podría
haberse prevenido con una hora al día... treinta minutos... o incluso
quince.
El amor incondicional ocurre sólo en el contexto de la comunicación y
la verdadera conexión.
Piense en su relación con Dios. ¿Cuándo se siente más segura,
protegida, amada y entendida? Cuando ha tenido un enriquecedor
tiempo de oración, cuando Dios le ha hablado personalmente a través
de su Palabra, y cuando usted ha alcanzado el corazón del Padre en
adoración. Y cuando esta conexión se lleva a cabo todos los días, no

76
sólo usted se siente segura como creyente, sino que también
desarrolla una relación madura con Dios, en la cual todo es posible.
El matrimonio se formó para que funcionase de esa manera.

Estudie a su esposo
Una de las mejores formas en las que usted puede saber cómo
satisfacer las necesidades de su esposo de amor incondicional y
aceptación es conociendo a su esposo. Esto significa que usted debe
transformarse en una estudiante, llegando a conocer a su esposo por
dentro y por fuera.
Como hombre, no puedo darme cuenta cómo es que Barb conoce
ciertas cosas, pero ella las conoce. Las niñas pueden estar lastimadas,
o escondiendo algo, o teniendo problemas con una amiga, o aislándose
un poco debido a alguna inseguridad o conflicto, y Barb lo sabe. Y
nuestra casa no es la única en ese sentido. Cuando un esposo y padre
siente que los niños no están por ahí tanto como de costumbre, él
puede pensar: Bien, ahora puedo trabajar un poco, o mirar tal partido,
o leer el periódico. Pero cuando una esposa y madre siente este tipo
de distancia hacia los niños, se preocupa. Usted necesita utilizar
precisamente esa sensible feminidad para darse cuenta qué es lo que
está sucediendo con su esposo, lo cual implica no sólo leer sus
movimientos, sino también su estado de ánimo.
Los hombres a menudo no saben cómo verbalizar lo que están
sintiendo. Así que es esencial para usted usar sus instintos cuando
trate de entender lo que está sucediendo en nuestras cabezas.
Conocer los tiempos es siempre importante, incluso cuando se lidia
con el hombre de temperamento más moderado. Así que aprenda a
leer nuestros estados de ánimo. Si lo hace, pronto conocerá la
respuesta a este tipo de preguntas.

 Si usted plantea un asunto delicado al final del día, ¿su esposo


entrará en la conversación, se aislará en el transcurso de la
misma, o la va a increpar?
 Cuando su esposo llega a casa después del trabajo y usted le
está contando sobre su día, ¿es más probable que el le dé algún
consejo o hace lo que usted realmente necesita y sencillamente
escucha?
 Si usted recibe una preocupante llamada telefónica de su madre
un sábado por la tarde y su esposo está trabajando en la
cochera, ¿él la atenderá con cariño y comprensión, o se distraerá
por las tareas que tiene a mano?
 ¿Cuándo su esposo se vuelve caprichoso?

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 ¿Qué cosas tienden a disminuir el sentido de valor de su esposo?
 ¿Su esposo se irrita más cuando está cansado o fatigado?
 Aunque no sea algo común, su esposo parece estar irritable.
¿Está molesto con usted o está estresado por alguna razón
laboral?

Un amigo mío recientemente alardeaba: “Mi esposa puede leerme


como a un libro.” Piense en esa declaración. Usted va a una librería,
deseando que entre la gran cantidad de libros pueda encontrar un
tesoro. Toma algunos, lee la portada, hojea algunos otros, y se
pregunta si su interior concuerda con toda la publicidad que se le hace
por fuera. ¿Será el contenido tan hermoso como la tapa? Finalmente
usted elige uno y se lo lleva a su casa, y se acurruca en su silla
favorita. Repentinamente, los personajes se vuelven sus amigos y la
historia se hace parte de usted. No siente ganas dejarlo y desea seguir
la lectura más y más.
Cámbiele algunas palabras, y así podría describir lo que es un gran
matrimonio. La relación comienza con una atracción hacia lo externo,
los aspectos visibles, la apariencia, la personalidad, el encanto y el
sentido del humor. Pero es cuando ven lo que realmente hay adentro
que ustedes se comienzan a conocer mutuamente en el sentido más
profundo de una relación entre esposo y esposa; es cuando realmente
comienzan a deleitarse mutuamente y a hacerse uno.
Gracia. Aliento. Seguridad. Tiempo. Estudio. Todos estos son clave
para el amor incondicional y la aceptación. Aquí hay una lista para
evaluar, la cual le ayudará a medir cómo le está yendo en cada una de

 ¿Dónde necesito mostrar algo de gracia, gracia verdadera, al


estas áreas:

hombre con el cual me casé? ¿Dónde necesito dejar de obrar yo


y permitir que Dios haga Su obra en él?
 ¿Quién necesita mis palabras de aliento más que nadie en mi
vida? ¿Es más fácil para mí alentar a mis hijos y a mis amigos de
lo que lo es alentar a mi esposo?
 ¿Qué estamos haciendo para edificar la seguridad en nuestro
matrimonio, de tal manera que nos arriesguemos a amar
incondicionalmente?
 ¿Cuándo fue la última vez que tomamos un tiempo para
profundizar mutuamente? ¿Estamos dejando algún tiempo para
conectarnos mutuamente a diario?

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 ¿Estoy estudiando a mi esposo? ¿Conozco sus puntos fuertes así
como también sus debilidades? ¿Le estoy ayudando a edificar lo
primero y fortalecer lo último de modo tal que pueda llegar a ser
una con él de la mejor forma?

Estas son preguntas difíciles. Construir un gran matrimonio no es fácil.


Como dice Barb, el verdadero amor no siempre tiene lugar en un
balcón romántico. Algunas veces se lleva a cabo en un campo de
batalla. Permítame que le cuente sobre un esposo y una esposa que
saben todo sobre la realidad del amor incondicional en tiempos
difíciles.

El mejor ejemplo de amor incondicional


Ernesto trabajaba duro y provenía de una larga genealogía de
hombres trabajadores, estoicos, de buena madera. Su padre y su
abuelo se habían enorgullecido de una ética de trabajo que se jactaba
diciendo: “Quizá seas más inteligente que yo, pero nunca trabajarás
más que yo.” Con todo, bajo la presión, esa firme ética laboral parecía
más bien una actitud tozuda que hería y asustaba a la esposa de
Ernesto, Karen.
El mayor temor de Karen era que Ernesto se rehusaba a cuidarse, y
que eso la llevara a quedarse sin esposo, y a los niños sin padre. Ella
tenía buenas razones para temer. Tanto el padre de Ernesto como su
abuelo habían muerto a los cincuenta y tantos años debido a ataques
cardíacos. A la edad de cuarenta y ocho, Ernesto tenía el colesterol
alto y comía alimentos pesados en cada “poderoso” almuerzo. Hacía
meses que no participaba de la rutina de su hogar, y habitualmente
cancelaba su visita anual al médico, diciendo con insistencia: “Estoy
demasiado ocupado en el trabajo para ir allí.” Karen había hecho todo
lo que podía para cuidar a su esposo. Le había presionado para que
fuera a ver al doctor. Había hecho un itinerario de comidas saludables
en la casa, pese a que ya había desistido de tratar de controlar sus
hábitos alimenticios en el trabajo. En resumen: Ernesto no se estaba
cuidando, y la estaba enloqueciendo. Habían tenido más de una
discusión acalorada al respecto.
Ernesto sabía que las molestias que Karen le causaba (como él solía
llamarlas) fluían de su amor y preocupación por él, pero él no estaba
dispuesto a cambiar. Simplemente no podía ser molestado. Entonces
comenzó a sentir un leve dolor en el pecho y se asustó. No le dijo nada
a Karen. Por un lado no quería que ella se preocupara, y por otro no
quería admitir ante sí mismo que algo andaba mal.
Entonces, una noche sus dolores de pecho se hicieron más intensos,
haciendo que dejara de negarlos y llegara al punto de exclamar: -

79
Karen, tengo que decirte algo. Durante las últimas tres semanas
aproximadamente he tenido un dolor en el pecho. Creo que
probablemente es sólo una indigestión, pero... - De alguna manera, el
permitir que ella estuviera al tanto de sus temores alivió algo de la
ansiedad de Ernesto.
Si bien Karen estaba agradecida que Ernesto había sido honesto con
ella, sintió aún más temor. Le suplicó que fuera al hospital
inmediatamente. Él no quiso hacer eso, pero le prometió que llamaría
al médico al otro día. Con desesperación Karen le dijo, -Si tienes un
ataque cardíaco y mueres, los niños y yo siempre sabremos que fue tu
culpa. Tú deliberadamente escoges no cuidarte. Estoy muy frustrada, y
no sé siquiera a dónde ir. Por favor, haz algo.-
Pero era demasiado tarde. Cuando a la mañana siguiente estaba
subiendo a su oficina del segundo piso por las escaleras, Ernesto tuvo
un ataque cardíaco masivo. No murió, pero tuvo que enfrentar una
larga recuperación, y nunca volvería a ser el mismo.
Karen por mucho tiempo había temido que esto mismo sucediera, y
finalmente sucedió. En un instante, la vida de ella había cambiado.
Con uno de sus hijos en la universidad y el otro listo para ir, tuvo que
enfrentar algunos ajustes significativos. Trabajaba día y noche,
cuidando a Ernesto, siendo una madre para sus hijos y tratando de
poner orden y estabilidad en una casa en crisis. En su corazón sentía
que había quedado sólo ella para luchar debido a la negligencia de
Ernesto, pese a eso amaba a su esposo y quería cuidarlo.
El estilo de vida que llevaban cambió dramáticamente. Ernesto ya no
podría retornar a su gran empleo. Habiendo disminuido en gran
manera sus ingresos, y con sus ahorros agotados, Karen se vio forzada
a conseguir un empleo fuera de la casa.
Ella tuvo que enfrentar una decisión. Podía resentirse con Ernesto por
su comportamiento obstinado y despreocupado, el cual les había
llevado a esa situación, o podía perdonar sus equivocaciones y amarle
incondicionalmente con el amor de Cristo. ¿Le daría ella un amor que
él no merecía? ¿O cubriría su corazón con una pared y continuaría con
su matrimonio sin que le importara mucho, no liberándolo nunca del
dolor que sus acciones habían ocasionado a su familia?
Ella escogió amarlo incondicionalmente. Karen enfrentó la verdad que
mientras no le otorgara amor y perdón a Ernesto, su propia ira y
resentimiento la encarcelarían. En su quebrantamiento y obediencia,
Dios le ayudó y le dio el valor y la humildad para amar a su esposo a
pesar de los pesares, independientemente del resultado de las
acciones de este. Ella tomó un camino superior, devolviendo bendición
por maldición (vea 1 Pedro 3:9).
Al amor sacrificial de Karen ejemplificó el amor de Cristo frente a
Ernesto, y él respondió. Comenzó a lidiar seriamente con el dolor que

80
le había ocasionado a ella y a su familia, y comenzó a amarla con el
mismo tipo de amor sacrificial.
Esta familia que supo tener éxito social, se había transformado en algo
mucho más significativo: habían llegado a modelar el amor de Cristo el
uno al otro. Su matrimonio tomó una dimensión completamente
nueva, y comenzaron a servirse y amarse mutua e
incondicionalmente. Las cosas que parecían ser tan importantes
(membresía en el club de golf, vacaciones exóticas, una cartera con
sustanciosas sumas) fueron reemplazadas con momentos juntos en
oración, placeres sencillos, tales como salir a caminar una vuelta a la
manzana, y el tipo de entendimiento y conexión íntimas que nunca
habían experimentado.
No me malinterprete, Ernesto y Karen tuvieron que hacer grandes
ajustes en su estilo de vida. Pero lo hicieron bien. ¿Por qué? Porque
siguieron el ejemplo de Cristo, amándose uno a otro con el amor
ágape. Y Karen estableció el paso.
El amor incondicional es lo auténtico. El artículo genuino. Es el tipo de
amor que se da cuando no se merece. Jesús nos da el ejemplo de
esto, Pablo escribe sobre él, y el Padre nos lo da.
¿Amará a su esposo incondicionalmente, en la misma forma que Karen
amó a Ernesto? Esta es la principal necesidad de amor que los
hombres tienen en sus matrimonios. Esta es la forma en la que se
puede obtener un gran matrimonio. Es Dios quien lo dice.

Capítulo 2

Amor incondicional
La necesidad de amor #1 de la esposa
“Necesito que me ames con el amor de Cristo.”

Barb habla a los esposos

81
Ni en sus sueños más atrevidos, José podría haberse preparado para lo
que estaba a punto de escuchar de su esposa.
-¿Qué es lo que te molesta, Leslie?-
-Nada- Una nube descendió sobre el rostro de ella, a medida que se
alejaba de él.
Era una pregunta sencilla. La misma pregunta que José le había hecho
docenas de veces durante sus treinta y cinco años de matrimonio. Y la
respuesta de ella era siempre la misma: las palabras de Leslie decían
que no había nada mal, pero su humor y la distancia que ponía decían
lo contrario. Cuando este interruptor invisible se activaba dentro de
ella, José se sentía incómodo e inútil.
Tal vez el caminar nos ayude. –Vayamos a caminar,- le dijo. –Es un
día sumamente hermoso.-
El clima era perfecto en esa tarde fresca de octubre, y el sol les
abrigaba. A José le fascinaba poder estar con su esposa. Le tomó la
mano mientras caminaban, deseando que el sol pudiera penetrar el
frío de su alma.
Nuevamente intentó llegar a ella. -¿Quieres hablarme sobre lo que te
está preocupando?-
-No es nada, José.-
-Mira, estoy intentándolo todo para que seas feliz hoy. Una caminata
en el parque, un tiempo a solas como pareja. Pensé que te gustaría,
pero no puedo obtener nada de ti. No puedo llegar a ti. Pareces estar
muy fría.-
Fría. Tienes razón, José. Estoy fría. Estoy congelada por mi pasado.
También estoy aterrada. ¿Cómo podría contarte sobre los recuerdos
que me atormentan? He orado para poder olvidar, pero no puedo. Si
te lo dijera, me dejarías. Nunca podrías amarme si supieras. Nadie
podría amarme. Es mi secreto, y tengo que mantenerlo así.
A medida que Leslie batallaba con sus pensamientos internos,
comenzó a llorar.
Oh grandioso, está llorando de nuevo, pensó José. Yo sólo quería que
este fuera un lindo día. ¿Qué hago ahora?
-Sentémonos por unos minutos,- le sugirió él.
Se sentaron en un banco del parque que estaba debajo de árboles de
hojas rojas y robles dorados. El viento movía las hojas hacia nuestros
pies mientras Leslie continuaba llorando.
-¿Qué anda mal, Leslie? Lamento si te parecí duro o abrupto, pero
cuando estás así de herida quiero ayudarte. Sin embargo sólo guardas
silencio, y no puedo acercarme a ti. Leslie, te conozco desde hace
treinta y siete años, y puedo ver que sea lo que sea que causa este
dolor, se está poniendo peor. ¿De qué se trata?-
-Te amo tanto, José, y tú sabes que me amas en la medida que me
conoces,- susurró Leslie, enjugando sus lágrimas.

82
-¿En la medida que te conozco? Te conozco desde que tenías diecisiete
años y te mudaste a aquella casa vieja al final de la calle. ¿Qué
quieres decir con eso de que „en la medida que te conozco‟? Cariño,
por favor dime qué es lo que anda mal. Me puedes contar cualquier
cosa.-
Sobrevino un silencio que parecía una eternidad, a medida que Leslie
luchaba entre si al fin y al cabo le diría o no a José. Luego de lo que
había sucedido dos días atrás, ella sabía que no tenía mucho tiempo.
Las circunstancias podrían llegar a tomar esa decisión en vez de ella.
Dios, por favor no permitas que pierda a José. No ahora. No después
de todos estos años.
José esperó pacientemente, sintiendo la batalla interior de su esposa.
-Oh José, te amo tanto, pero tengo tanto temor.-
José sostuvo su mano con firmeza. –Está bien cariño. Toma tu tiempo.
Estás a salvo conmigo. Te amo más de lo que cualquier otra persona
sobre la faz de la tierra pudiera amarte.-
Leslie se sonó su nariz con su pañuelo y tomó aire profundamente
antes de continuar. –José, sé que es así, y eso es lo que tengo miedo
de perder. Tengo temor de que no puedas amarme después que sepas
quién soy realmente.-
-Siempre te amaré,- le susurró José, sin querer perturbar su
disponibilidad de hablar.
-Cuando nos conocimos, tú me otorgaste el tipo de amor y respeto
que yo nunca antes había conocido. Ahora sé que no puedo vivir sin
ese amor, y tengo temor de perderlo. He estado corriendo toda mi
vida. Cuando me mudé a nuestro vecindario siendo joven y te conocí,
pensé que podría comenzar de nuevo. Yo estaba comenzando de
nuevo José. Estaba huyendo de algo terrible de mi pasado. Estaba tan
avergonzada de decírtelo. Verás, yo tuve un bebé.- Leslie comenzó a
sollozar nuevamente.
José exhaló y cerró sus ojos. –Oh cariño, lo siento mucho. Que cosa
tan pesada para haber cargado todos estos años.- Él puso su brazo
alrededor de ella, dejó que la cabeza de Leslie quedara gacha y oró en
silencio, dándole la oportunidad de continuar.
-Tenía catorce años cuando sucedió. Mis padres estaban devastados y
avergonzados de mí. Su principal preocupación era que nadie supiera
de mi embarazo, así que me enviaron a vivir con mi tía Edna por seis
meses.-
José acarició el hombro de ella, alentándola silenciosamente a seguir
hablando.
-El bebé era una niña. La sostuve por sólo unos minutos y luego se la
entregué a la enfermera. Nunca más volví a verla.-
-Oh Leslie, que duro debe haber sido para ti hacerlo. Qué pérdida tan
terrible,- le dijo José tiernamente.

83
Alentada por su consuelo y palabras de comprensión, Leslie tomó
aliento profundamente y levantó su cabeza un poco. –Luego de
conocerte, tú te transformaste en mi todo, y me aterraba pensar que
nunca me amarías verdaderamente si sabías. He vivido una mentira
todos estos años porque no te lo dije. Y deseaba mantener esa
mentira por el resto de mi vida. Pero esa esperanza murió hace dos
noches.- Leslie inclinó su cabeza nuevamente y dudó, preguntándose
si tendría el valor de decirle el resto.
-Está bien. Puedes decirme.-
-Hace dos noches recibí una llamada telefónica. Era mi hija, José. Ella
ha estado buscándome, y me ha encontrado. ¿Qué voy a hacer?- y se
echó a llorar.
José comenzó a llorar también. Envolvió a su esposa con sus dos
brazos, y juntos lloraron por el engaño, las heridas y las cicatrices del
pasado.
Él sostuvo la cabeza de ella contra su pecho y la arrulló, susurrando en
su oído: -Sea lo que sea que está por delante, me tienes a tu lado.
Nunca te dejaré, cielo. Pasaremos juntos por esto, y saldremos mejor.
Siempre te amaré. Sin importar qué. Nunca te dejaré. Nunca.-
Aliviada por las palabras de su esposo y fortalecida por su inamovible
amor, Leslie comenzó a relajarse. Todavía resonaban los temores
dentro de ella: ¿Puedo confiar en su amor? ¿Realmente se quedará?
Percibiendo que su esposa necesitaba una reafirmación, José comenzó
a hablar sobre lo que él estaba sintiendo. –Yo no siento vergüenza de
ti, Leslie. No sería honesto si te dijera que no estoy herido debido a
que no me dijiste esto antes, pero te perdono. Dios nos permitirá
superar esto. No necesitas sentir más temor, cariño. No te dejaré.-
Leslie levantó su cabeza y miró a José a los ojos por primera vez
desde que se sentaron. –José, no puedo creer que me ames luego de
saber esto sobre mí. Me siento tan vulnerable, tan culpable, tan
indigna.-
-Tú eres culpable e indigna. Igual que yo. Ambos somos pecadores
salvados por la gracia. Pero si lo que creemos sobre el amor de Dios es
verdad, que nos ama incluso cuando no lo merecemos, entonces
debemos creer que él puede ayudarnos a amarnos mutuamente, pese
a que hayamos hecho cosas que están mal. ¿Crees que Dios te ha
perdonado?-
-No puedo decirte cuántos cientos de veces he confesado mi pecado y
le he pedido que me perdone. Sé que la Biblia dice que él lo hace, pero
yo no lo siento. Sencillamente me siento sucia.-
José la tomó en sus brazos nuevamente y la abrazó firmemente por
varios minutos. –Dios te ha perdonado Leslie. Y yo también.- luego él
comenzó a orar. –Señor, realmente necesitamos tu ayuda. Libera a
Leslie de esta carga pesada que ha llevado por tanto tiempo. Ayúdala

84
a aceptar tu perdón y tu amor. Ayúdala a creer en mi amor por ella.
Me entrego nuevamente para amarla incondicionalmente por el resto
de nuestras vidas. Llena mi vida con el tuyo propio. Ayúdanos ahora a
seguir adelante desde aquí. Amén.-
En los días y las semanas que siguieron, José y Leslie compartieron la
historia de Leslie con sus hijos adultos. Y en la medida que José
modeló su amor hacia Leslie, los hijos siguieron el ejemplo del padre.
Ellos animaron a su madre y la consolaron a medida que ella les reveló
el dolor de su pasado.
Una noche, cuando Leslie y José fueron a su cama, ella dijo, -José, tú
conoces mis más severas equivocaciones y con todo, tu amor me
cubre. Me siento limpia y aceptada. Ya no siento la desgracia. Nunca
soñé que pudiera sentirme así de segura.-
-Estás a salvo, cariño. Y estás libre. Ya no eres una prisionera de tu
pasado. Algo siempre nos ha unido como familia, y ahora sabemos de
qué se trata. Esta es como una segunda oportunidad para todos
nosotros.-
Al ser liberada de su temor, Leslie pudo comenzar a tener algún
contacto con la hija que había dado en adopción.
El destino de toda una familia fue cambiado debido a que un hombre
amó a su esposa incondicionalmente.

El poder del amor incondicional


La historia de cada esposa es diferente, pero cada esposa comparte
esta misma necesidad de amor incondicional y aceptación. Eso se nos
hizo bien en claro cuando la mayoría de las mujeres de nuestra
encuesta respondió que la necesidad de amor incondicional y
aceptación era su principal necesidad de amor.
No deberíamos sorprendernos si lo consideramos. Todos necesitamos
amor, pero más lo necesitamos cuando menos lo merecemos, cuando
hemos pecado contra alguien, cuando hemos hecho malas elecciones,
o cuando hemos fracasado. En estas situaciones, el amor común y
corriente se transforma en un amor extraordinario.
Imagine que su cónyuge le ame por completo, sin siquiera dudar al
pensar en los errores suyos. ¿Verdad que luce como el amor de Cristo?
Lo es. Esa es la raíz del amor incondicional, y él es la fuente exclusiva
del mismo. El amor incondicional cubre nuestros errores, y los
resultados conducen a que una pareja profundice su relación.
El amor de José hacia Leslie reflejó el amor de Dios hacia nosotros.
Fue cuando aún éramos pecadores (cuando no merecíamos el amor de
Dios), que él nos mostró su amor enviándonos a Cristo a morir por
nuestros pecados (Romanos 5:8).
Recuerdo cuando sentí por primera vez el poder del amor incondicional
de Dios hacia mí. Fue durante mi segundo año en la universidad,

85
cuando me di cuenta que estaba por perder dos materias. No tenía a
nadie para culpar más que a mí misma por dicha situación;
sencillamente había pasado más tiempo con mis amigas que con mis
tareas escolares. Pero no podía soportar el tener que decírselo a mis
padres, quienes con tanto sacrificio financiero me estaban apoyando
allí.
Estaba avergonzada de mí misma, mi corazón estaba enfermo por
haberlos defraudado. Había fracasado en satisfacer sus esperanzas y
expectativas. Anhelaba tener la aprobación de mis padres, y quería
que ellos estuvieran orgullosos de mí, pero mis notas reflejaban que
yo era una hija muy inmadura. Sentía como si tuviera un enorme
cartel en mi espalda, que me pesaba mucho, sobre el cual estaba el
veredicto: Culpable. ¿Se identifica con lo que yo estaba
experimentando? Independientemente de lo que hayamos hecho,
nuestra culpa y vergüenza tienen una forma de hacernos sentir
abrumados y horribles.
Al darse cuenta de que mi corazón estaba sobrecargado, mi hermano
Barry quiso hablar sobre mi desánimo. Barry era un recién convertido,
y me animó con palabras sobre cómo la gracia de Dios cubre nuestros
peores errores y cómo su amor hacia nosotros es incondicional, él nos
ama incluso cuando somos culpables.
Esa noche, mientras yo luchaba con mis sentimientos internos y las
palabras de Barry que daban dirección espiritual, fue como si las
fuerzas del bien y del mal estuvieran en una batalla por mi alma. Y fue
en esa hora negra que comencé a ver y creer que Dios me amaba a
pesar que yo no lo merecía. Escuché a Dios diciendo: Barb, te amo
tanto que envié a mi Hijo a morir por ti. Y por causa de su muerte, te
declaro inocente. Esa noche, por primera vez gusté el amor
incondicional de Dios. Y en los años que le sucedieron, Dios me ha
recordado una y otra vez, en muchas formas, su amor incondicional
hacia mí, especialmente en los momentos en que mi esposo me ha
amado cuando no lo merecía o cuando yo le estaba hiriendo.
Cuando usted ama a su esposa incondicionalmente, le refleja el amor
de Dios a ella. Así como Leslie, su esposa, querido amigo, necesita
este tipo de amor, mayormente en momentos de sufrimiento. Ella
necesita que usted le rodee con su presencia, su cariño, y su deseo de
ayudarla para que sane. Pruebas tan terribles le ofrecen a usted la
oportunidad de colocar sus pies sobre las brasas juntamente con ella y
mostrarle a su esposa que usted la ama a pesar de los pesares.
Aproveche estas oportunidades para mostrar su completa confianza y
devoción hacia ella. Use esos momentos para amar a su esposa en la
forma en que Dios la amaría. El Espíritu de Dios está en usted. Confíe
en que él le enseñará qué decir, cómo decirlo tiernamente y qué

86
hacer. Apóyese en su entendimiento para llegar a ser “Dios en carne y
hueso” para su esposa.
El amor incondicional tiene el poder de transformar a su esposa. Así y
como transformó a Leslie. Así como transformó a Julia.
Julia intentaba educar a sus cinco hijos por sí misma mientras que su
esposo, Frank, viajaba constantemente ya que era vendedor. La
mayor parte de los días sobrevivía a la batalla, pero en la noche caía
sobre su cama exhausta por las interminables demandas que se le
hacían. Las olas del desánimo pasaban sobre ella. En la oscuridad sus
temores crecían. Julia temía que su esposo la abandonara. Después de
todo, el padre de ella ya lo había hecho antes. Luego que sus padres
se divorciaron, su padre remontó vuelo, dejando a su esposa y a los
niños para valerse por sí mismos.
Durante las prolongadas horas de la noche, Julia temía que Frank se
escapara de ella también. Para el momento en que Frank regresaba de
sus viajes de negocios, sus temores habían crecido con tal proporción
que a menudo se irritaba fácilmente con él y le gritaba por lo más
insignificante. Una vez incluso llegó a amenazarlo con abandonarlo.
No sé si se daba o cuenta o no de esto, pero su contaminante
sufrimiento estaba destruyendo la confianza mutua que se tenían.
Frank estaba frustrado por los arrebatos de su esposa, los cuales a él
le parecían irracionales, pero no desistió. Entonces un día, en un
ataque de ira, ella dejó salir todos sus temores: -Sé que me vas a
abandonar tal y como hizo mi padre cuando yo tenía ocho años.-
Repentinamente, Frank tuvo un vistazo de la raíz del problema: Julia
estaba viviendo y reviviendo el abandono que sufrió de niña, en un
constante temor de que el hombre que amaba la dejaría tal y como su
padre había hecho.
Frank decidió que amaría a su esposa para llevarla nuevamente a
sentirse segura. Ajustó su itinerario de modo que pudiera pasar más
tiempo con ella cada semana durante dos meses. Canceló un juego de
pelota que tenía el fin de semana, le pidió a su hermana que cuidara a
los niños y llevó a Julia al museo de arte. En algunas ocasiones sólo
almorzaban juntos, caminaban por algún centro comercial, o iban a la
tienda a hacer las compras.
La persistencia amorosa de Frank y su acción decisiva le comunicaron
a Julia que él reconocía las muchas responsabilidades que ella estaba
cargando cuando él estaba fuera. Cuando estaban juntos, él la
animaba a que hablara. Él se apoyaba sobre su silla y decía, -Háblame
de tu día, Julia.- Entonces la escuchaba. A medida que lo hacía,
conoció más temas que surgían del abandono por parte del padre de
ella, la sucesiva soledad, y el deseo de que Frank la acompañara.
Frank comenzó a ocuparse de las preocupaciones de su esposa en

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nuevas formas. Al entender la soledad de su esposa, intentó llamarla
más a menudo cuando estaba de viaje.
En lugar de culpar a su esposa por su comportamiento irritable, Frank
escogió amarla incondicionalmente. Y Julia floreció a la luz de ese
amor.
Al igual que Frank y José lo descubrieron, cuando usted elige amar a
su esposa incondicionalmente, ese amor cosechará enormes
dividendos en su matrimonio. De hecho, transformará su matrimonio.
Cuando miro hacia atrás y contemplo todo lo que Gary y yo hemos
atravesado como pareja, me doy cuenta que nuestro matrimonio ha
sido fortalecido más en los momentos en que él me amó a pesar de
mis fracasos y debilidades. A través de esos tiempos dolorosos, Dios
forjó un amor en nosotros que durará toda la vida. Nos hemos unido
de tal forma que nada nos puede separar. El experimentar el profundo
gozo del amor incondicional de Gary hacia mí me ha dado el deseo
ferviente de devolverle el mismo tipo de amor que he recibido.
Si usted tiene hijos, descubrirá, así como José y Leslie hicieron, que su
amor incondicional hacia su esposa también tendrá una gran influencia
en ellos. Cuando sus hijos le vean amar a la madre de ellos en forma
incondicional, tendrán un ejemplo para imitar en sus propios
matrimonios. Por lo tanto, el efecto será transmitido de generación en
generación.

¿Cuándo necesita su esposa su amor incondicional?


¿Cómo completaría su esposa las siguientes oraciones?



Me gustaría que mi esposo me amara incluso si yo ...


Necesito el amor de mi esposo especialmente cuando ...


No merezco el amor de mi esposo porque yo ...
Mi esposo nunca me amaría si supiese ...

Si usted puede completar estas frases con confianza, ha dado un paso


importante hacia delante en lo que respecta a satisfacer las
necesidades de su esposa al estar consciente de las situaciones que
requieren de su amor incondicional. Cómo mostrar ese amor es el
próximo paso, el cual veremos después. Pero ahora, concentrémonos
en lo que es entender la necesidad de ella.
Si no puede completar las oraciones, entonces puede hacer dos cosas:
lea las siguientes secciones y pídale a su esposa que le ayude a
completar las frases en la forma que se aplican a ella.

Amor en su punto de máximo sufrimiento


Las áreas de sufrimiento varían de mujer a mujer. Quizás la mayor
área de sufrimiento para su esposa tiene que ver con algo que ella

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hizo en el pasado, algo que todavía la persigue. Así como Leslie, su
esposa puede necesitar perdón y paciencia y un lugar seguro donde
sanar. Tal vez ella no pueda olvidar una relación que según su parecer
ella echó a perder, o algún incidente que ella perciba como un fracaso
de su parte.
O quizá el sufrimiento es algo que le fue hecho en el pasado. Si su
esposa fue descuidada o si se abusó de ella o fue abandonada cuando
niña, ella necesita su amor incondicional a medida que vaya saliendo
del daño que le fue hecho. Si fue humillada, haciéndole que perdiera
confianza en sí misma, necesita saber que usted la amará pase lo que
pase.
El sufrimiento de su esposa puede surgir de problemas físicos, de ella
o de alguien más. Si su esposa tiene problemas crónicos de salud o si
cuida a otra persona que los tiene, necesita paciencia y estímulo. Su
disposición de estar con ella revitalizará su energía emocional.
Puede que su esposa esté luchando con alguna pérdida. Puede ser un
extravío o la muerte de uno de sus padres, un cambio de carrera o la
pérdida de alguna amiga, el mudarse a una nueva localidad o a una
nueva iglesia. Ya sea que esté planeado o no, los cambios tienen su
forma de afectar a la mujer, haciéndola sentir como si le hubiera
quitado la alfombra donde estaba parada. En tales momentos, ella
desesperadamente necesita que esté conectado emocionalmente a
ella, compartiendo el dolor con ella.

Amor en su punto máximo de vulnerabilidad


Para muchas mujeres, el deseo de complacer es un punto de enorme
vulnerabilidad. La mayoría de las mujeres tienen una profunda
necesidad de complacer a otros. Simplemente fuimos hechas así.
Necesitamos conectarnos y relacionarnos con la gente a medida que
cumplimos nuestras metas en la vida. Nos estimulan las actividades
que involucran a las personas. Y parte de nuestra conexión con la
gente es complacerles: nos sentimos útiles al saber que hemos
complacido a otros, que hemos hecho a otros felices, que hemos
hecho bien nuestro trabajo. El problema es que el tratar de complacer
a otros puede tomar la prioridad sobre cualquier otra cosa. Cuando eso
sucede, puede algunas veces parecer como si hubiese un mar de
rostros en una audiencia, y se supone que nosotros debemos
complacer a cada uno de ellos. Esta es la exigencia que nostras las
mujeres nos podemos atribuir fácilmente, y es una meta que nunca
podremos alcanzar.
Trabajamos lo más que podemos para complacer a las personas a
quienes rendimos cuentas: nuestros esposos, nuestros hijos, nuestros
padres y nuestros amigos cercanos. Pese a eso, no podemos satisfacer

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a todos durante todo el tiempo sin autodestruirnos. Es allí que su amor
incondicional, querido esposo, puede marcar una verdadera diferencia.
Usted puede animar a su esposa en esta área de vulnerabilidad al
recordarle que ella está viviendo su vida delante de una audiencia de
Una persona, y que la verdadera fuente de sus logros es su comunión
con el Creador. Él la creó, planeó el propósito de su vida, y la formó
para complacerle. Ese es el “vacío con forma de Dios” que ella intenta
llenar. Ella no debe definirse a sí misma por lo bien que pueda
complacer a otros, sino por cómo ella le trae gozo al Señor,
complaciendo esta audiencia de Uno sólo.
Demasiadas veces sin embargo, las mujeres buscan en los rostros de
las personas que rodean sus vidas para satisfacer esta necesidad,
colocando demasiada presión sobre ellas mismas y experimentando
devastadores desengaños cuando las mismas no satisfacen sus propias
expectativas o las de otros. En lugar de intentar complacer a Dios,
ellas se ponen en la precaria posición de complacer a las personas.
Muchas mujeres trabajan muy duro, tratando de causar una buena
impresión a todos, y terminan sin complacer a nadie, ni siquiera a ellas
mismas. Algunas veces, esa tendencia lleva a las mujeres a
comprometerse con demasiadas actividades, dejándolas abrumadas o
con riesgos de sufrir problemas de salud. Si usted ve estas tendencias
en su esposa, asegúrele que usted la ama en la forma que ella es.
Recuérdele a menudo que Dios se deleita en ella. Su amor
incondicional puede ayudarla a dejar de intentar complacer las
demandas interminables de la gente, y a descansar en los planes de
Dios para su vida.
El temor al fracaso puede ser otra área de vulnerabilidad para las
mujeres. Si el temor está inmovilizando a su esposa al punto de que
ella tiene temor de hacer cualquier cosa, ella necesita saber que usted
la amará incluso si ella fracasa. Ella necesita saber que la amará
independientemente de sus logros. Su amor incondicional derretirá su
temor y la liberará de las expectativas interiores que está
amontonando sobre sí misma.
Si su esposa es como la mayoría de las mujeres, pasará mucho tiempo
comparándose con otras personas, a menudo evaluándose como
inadecuada. Ella teme secretamente que otras son mejores, más
fuertes, más sabias, o más hermosas que ella. Eso puede quitarle su
contentamiento y su confianza en sí misma. Ella necesita su amor
incondicional para cubrir esas inseguridades escondidas y asegurarle
que ella es una bendición para usted. Recuérdele que ella es el regalo
de Dios para usted. Recuérdele todas las cosas que ella le provee a su
vida.
El amor incondicional provee un clima de seguridad en el cual su
esposa puede aceptarse a sí misma por quien ella es.

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Amor en su punto máximo de fracaso
Espero que usted piense que su esposa es la mujer más maravillosa
del mundo. Espero que usted sea quien más la admire y le dé ánimo.
Pero usted probablemente es también la persona que ve sus fallas con
más claridad. No debido a que usted se dedique a criticarla (por lo
menos espero que no lo haga) sino porque usted la conoce más que
ninguna otra persona.
La pregunta crucial es esta: ¿Qué es lo que usted hace con lo que sabe
sobre ella? ¿Qué hace cuando ve las faltas de su esposa? ¿Las
exagera? ¿Retiene el amor que le tiene hasta que ella corrija sus
equivocaciones? ¿Usa lo que ve para poder herirla?
¿O acaso ve todas sus debilidades humanas y elige amarla a pesar de
las mismas? ¿Elige amarla incluso aunque ella no cambie? Eso es el
amor incondicional.

Cuando la necesidad de amor número uno de su esposa no es


satisfecha
Marcos es un exitoso hombre de negocios, él es un alto productor para
su compañía y recibe muy buena recompensa por su duro trabajo. Su
empleo implica que viaje mucho, y cuando no está de viaje, preside
diversas juntas. Siempre está activo, siempre mirando hacia adelante,
siempre procurando nuevas oportunidades para lo que él denomina “la
razón” de su vida.
La esposa de Marcos, Sally, es precisamente lo opuesto. Parecería que
se queda en la espera. De hecho, puede que hasta incluso vaya hacia
atrás. Invierte horas viendo televisión, y cuando Marcos llega a casa,
parece estar en otro mundo y desinteresada en lo que él hace. Sus
conversaciones giran principalmente en torno al calendario familiar, los
niños, y asuntos inmediatos que deben ser resueltos. Molesto con esta
situación, Marcos se ha dedicado aún más a sus propios intereses.
Lo que Marcos no ve es que mientras él se ha dedicado a su trabajo y
a sus otras actividades, ha estado descuidando a su esposa y las
necesidades de ella. Sally siente que Marcos no la valora tanto como
valora su trabajo. En su ausencia, ella se ha vuelto a las telenovelas,
los programas de entrevistas y las redes de compra en busca de
compañía.
Marcos tiene una elección que hacer aquí. A un cierto nivel él está
consciente que su esposa esta marchitándose. Él puede continuar
estando molesto y apartarla cada vez más, o puede mirar por encima
de sus “fallas” y descubrir que la raíz de todo es la necesidad que ella
tiene de ser amada. Si Marcos está dispuesto a darle a Sally tiempo y
una verdadera atención, la verá florecer y transformarse en la mujer

91
que debe ser. También verá a su matrimonio transformarse en la
relación vital que debería ser.
Su esposa es un regalo especial de Dios para que usted disfrute
durante toda su vida. Ella tiene amor, ternura y mucho más para
ofrecerle. Pero una mujer que no recibe amor incondicional y
aceptación de su esposo se marchitará y se alejará. Si sus necesidades
emocionales no son satisfechas por su esposo, tal y como las de Sally
no fueron satisfechas por Marcos, este amor y ternura no tiene a
dónde dirigirse. Se seca y abandona tanto al esposo como a la esposa,
dejándoles vacíos. En el peor de los casos, Sally podría comenzar a
mirar a otros hombres para obtener el tiempo y la atención que no
consigue de Marcos.
David ha tenido una amarga experiencia con “el peor de los casos”.
Cuando su esposa le confesó que había estado teniendo un amorío con
su jefe, la respuesta de David fue, -¿Quieres divorciarte?- Él nunca le
habló acerca del amorío que su esposa le mencionó. Nunca discutió
con ella sobre el tema, nunca intentó salvar su matrimonio.
Sencillamente claudicó.
Después que yo escuché su historia, le pregunté a David, -¿Por qué no
peleaste por tu matrimonio? ¿No pensaste acaso que tal vez ella te
confesó lo que había hecho para probar tu amor hacia ella? ¿Se te
ocurrió que quizá estaba intentando averiguar si tu amor era
condicional o incondicional? Al llegar a ese punto tan bajo de su vida,
ella probablemente anheló que tú la amaras completamente, y que
pelearas por el matrimonio. Tal vez ella nunca quiso el divorcio. Quizás
sólo te estaba pidiendo que la amaras incondicionalmente. En ese
momento del fracaso más profundo de tu esposa, tuviste una
oportunidad de mostrarle cómo es el amor y perdón incondicional de
Dios. Me pregunto cómo habría respondido ella si lo hubieras hecho.-
El rostro de David reflejó su profundo arrepentimiento, ya que se dio
cuenta que había perdido una oportunidad de intentar salvar a su
matrimonio. En vez de eso, había dado la vuelta y se había marchado.
Cuando Marcos y David se casaron con sus respectivas esposas, cada
uno se comprometió delante de Dios a ser el hombre exclusivo que
amara y sostuviera a su esposa. Y esos votos matrimoniales incluían el
ajuste de las actividades diarias para continuar satisfaciendo las
necesidades de ellas así como también mostrarles el continuo y real
amor de Dios.
¿Que dónde dice eso? Bueno, Efesios 5:25 contiene este
mandamiento: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo
amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” Su primera acción
es seguir a Jesucristo, quien nos mostró lo que es el amor auténtico e
incondicional. Él no fue egoísta. Él voluntariamente cambió el confort
celestial y su posición de realeza por la forma humana; se hizo uno de

92
nosotros para poder servirnos, hombres y mujeres sin Dios y
culpables.

Satisfaciendo la necesidad de su esposa de amor incondicional


Una vez que entienda las particulares necesidades de amor de su
esposa, usted puede comenzar a aprender cómo satisfacerlas. Pese a
que todas las mujeres son diferentes, tenemos varias áreas en común
en las cuales necesitamos amor incondicional y aceptación.

Anímela
Cuando su esposa falle o le defraude, a usted o a otros, la primer
respuesta suya (sus palabras) determinarán si ella se rinde ante la
presión o si se eleva por sobre las circunstancias. Usted le puede
mostrar amor incondicional con frases como



-Nunca te dejaré ni te daré la espalda.-


-No interesa lo que hayas hecho, podemos resolverlo.-


-Te amo, y mi amor nunca será algo que tú tengas que ganarte.-
-Te perdono.-

El poder de la aceptación incondicional durante momentos difíciles o de


fracaso puede sanar el alma herida de una mujer. Debido a que estos
mensajes emotivos conectan su corazón al de ella, literalmente
pueden alimentar y fortalecer a su esposa... y su matrimonio. Un
estímulo tal sana corazones quebrantados. Mitiga la dolorosa soledad
que roe el espíritu de la persona.
En definitiva, depende de usted el proveer a su esposa con el sentido
de permanencia y seguridad en su matrimonio, venga lo que venga.

Esté con ella


Cuando su esposa se siente como un fracaso o cuando está
desanimada por no crecer, su habilidad para estar con ella durante
dicha trayectoria le dará la fuerza para llegar a estar más fortalecida.
Toda mujer lucha con la inseguridad de vez en cuando. Cuando eso
sucede, ella debe decidir si el problema con el que está luchando habrá
de sacudirla y hacerla cautiva del mismo, o si tomará el control de la
situación. La peor cosa que un marido puede hacer es usar este tipo
de situación para ejercer el control sobre su esposa.
Lamentablemente, Gary y yo hemos visto a muchos hombres que
hacen exactamente eso. En vez de “ponerse al lado” de sus esposas y
ayudarles a atravesar por ese período difícil, estos hombres se vuelven
dominantes, dejando a sus esposas con un sentimiento de
desvalorización.

93
Gary es fabuloso durante esas ocasiones en las que yo estoy luchando
y no puedo librarme de mis cargas. Él usa esos momentos para
acercarse más a mí y saber qué es lo que me está sucediendo. Al
hacer esto, con gentileza y consolación me expresa su amor
incondicional hacia mí, asegurándome que me amará cualquiera sea la
situación.
Usted puede mostrarle su amor incondicional a su esposa diciéndole

 -Está bien. Estoy aquí.-


cosas como

 -No puedo fingir que sé lo que sientes. Dime qué es lo que te

 -No entiendo bien qué es lo que te está pasando, pero


está molestando.-

sinceramente quiero entender. Ayúdame diciéndome lo que


estás pensando. ¿Es algo del pasado lo que te causa problemas?

 -Permíteme que ore contigo. Juntos averiguaremos los pasos


Háblame de eso.-

 -Saldremos de esto juntos.-


que deben ser tomados.-

Su habilidad para estar con su esposa durante esos momentos de


verdaderas pruebas tiene el poder de disolver el temor. ¿Por qué?
Sencillamente porque ella no tiene que enfrentar la vida sola. ¿Quiere
usted saber cómo es la verdadera sabiduría? Entonces deje a un lado
lo que sea que está haciendo y sintonícese con el tema que tiene entre
manos. Apague el televisor y sintonice a su esposa. Mírela a ella y
escúchela atentamente. Sienta como ella siente lo mejor que pueda.
Su esposa necesita una atención no dividida. Su amor incondicional en
esta área le permite a ella saber que no hay nada más importante
para usted. Además de eso, su compasión le otorga a ella la fortaleza
que necesita, a ella la sostiene el saber que no tendrá que atravesar
ese momento sola.

Hágale cumplidos
Cuando su esposa se sienta insegura y preocupada consigo misma,
usted puede hacerle cumplidos y afirmarla. Todas las mujeres quieren
lucir bien y sentirse bien acerca consigo mismas, pero cuando se miran
en el espejo, tienden a darse cuenta de lo que está mal en ellas en vez
de lo que está bien. Esa tendencia puede robarle el gozo a su esposa.
Así que aquí está lo que puede hacer para mostrarle aceptación

 Dígale específicamente que la ama. Hágale saber cuánto ella lo


incondicional y afirmación:

 Use palabras de estímulo. Si puede hacerlo con creatividad,


excita, lo bien que luce, y lo bien que huele.

hágale un cumplido a su esposa por lo menos tres veces al día.

94
Es fácil. Sólo comience cada frase con, “Tú eres...,” y haga un
comentario sobre su cabello, la suavidad de su piel, lo
encantador que es su rostro, el atractivo de su ropa, las cosas


especiales que ama de ella.
Sea sensible. La mayoría de las mujeres son sensibles a temas
como la edad, el peso y los cambios corporales. Cuando su
esposa se sienta desanimada por su apariencia, diga cosas
como:
-Tú eres la mujer que siempre necesitaré.-
-Sé que te desanima tu cuerpo, pero recuerda que yo pienso que
eres hermosa.-
-Amo tu cuerpo porque es tuyo.-
-Para mí nunca luces mal.-
-Tus quejas no pueden lograr que yo mire para otro lado. Aún
eres la mujer más hermosa que he visto.-

Hágale cumplidos a su esposa por quien ella es. Sus acciones y su


carácter son tan importantes como su apariencia. Exprese su amor

 Su habilidad para manejar las cosas, tales como la casa y el


incondicional con palabras sobre:

 La forma en que aconseja a otras mujeres que vinieron a ella


trabajo

 La paciencia con la que maneja a los niños


buscando consejo

 El fruto del Espíritu que usted ve en la vida de ella


 Lo bien que ella trata con la familia de usted
 Su perspectiva, la cual le da un panorama adicional sobre las

 La forma en que ella renuncia a cosas en su vida para que usted


personas y sus situaciones

 Su habilidad de ser amable incluso cuando otros son descorteses


pueda alcanzar sus sueños

 Su crecimiento espiritual

Respete su opinión
Cuando su esposa está expresando su opinión, demuestre su amor

 -Esa es una gran idea.-


escuchándola. Valide lo que ella dice con comentarios como:

 -Hiciste un buen trabajo en esa situación difícil.-


 -Dime más. Necesito entender.-
 -Desearía que se me hubiera ocurrido eso.-

Tales comentarios positivos reafirman la presencia que ella tiene en su


vida.

95
Cuando su esposa dice cosas con las que usted puede estar en
desacuerdo, antes de intentar “enderezarla” o “arreglar su forma de
pensar,” exprese su amor incondicional estando dispuesto a escucharla
y hacerle preguntas. Ese tipo de aceptación y entendimiento le
permitirá a ella procesar sus propios pensamientos, descargar su
ansiedad, y responder positivamente frente a la reacción de usted.

Hable con ella y escuche


Cuando su esposa necesita hablar, es esencial que usted cree una
atmósfera segura para ella. No minimice la importancia que tiene su

 apagar el televisor a la hora de un partido de fútbol o quitándole


rol. Establezca dicha atmósfera al:

 decirle a los niños que usted y mamá tendrán un tiempo para


el sonido (y sin estar mirando de reojo la puntuación)

hablar y que necesitan diez minutos ininterrumpidos para estar

 No contestar el teléfono si este sonara.


juntos.

Comience los tiempos de charla entre los dos. Recuerde que la práctica
hace al maestro.
Su habilidad de amar a su esposa incondicionalmente depende en
cierto grado de la profundidad de su relación. Prepárese para
momentos en los que su amor deba pasar de lo común a lo
extraordinario, manteniendo una atmósfera abierta donde compartan
mutuamente.¿Recuerda a Leslie y José? José persistió con Leslie
acerca de la necesidad que ella tenía de hablar. La llevó a caminar. La
animó a decir lo que sentía y le proveyó seguridad a través de su amor
incondicional. Como resultado, Leslie fue finalmente capaz de
compartir sus temores y sentimientos más profundos con él.
Como veremos en capítulos posteriores, las mujeres necesitan
procesar verbalmente sus pensamientos e ideas, más que los
hombres. Usted puede crear un ambiente seguro para que su esposa
se franquee totalmente con usted al tomar tiempo para hablar con ella

 Establezca momentos frecuentes para preguntarle sobre lo que


y asegurarle que la escucha. Practique estas cosas regularmente:

 Escuche con atención cuando su esposa expresa un deseo o un


piensa, sus sueños, esperanzas y temores.

sueño. Pídale que le diga más sobre ese anhelo. Pregúntele

 Resístase a la tentación de arreglar el problema cuando su


cómo usted podría ayudarla a cumplir ese sueño.

esposa describe una situación vergonzosa que tuvo que


atravesar. Déjele en claro que usted la ama, aunque haya hecho

 Llámela a mitad del día para ver cómo va su día.


algo que la haya hecho queda mal (a ella o a usted).

96
Cuando su esposa siente confianza en que usted la escucha y que la
entiende (o por lo menos lo intenta), tendrá una intimidad muy
profunda con usted.

Sea tierno con ella


¿Le resulta difícil amar a su esposa cuando ella está caprichosa e
irritable? Nos damos cuenta que es imposible para usted entender por
completo lo que las mujeres experimentan con sus cambios mensuales
de humor y su fluctuante nivel de energía. Nosotras lloramos
aparentemente sin razón alguna, o cambiamos nuestra forma de
pensar repentinamente, sufrimos, nos molestamos con todos por cosas
sin importancia. Todos los factores fisiológicos (calambres,
hinchazones, lentitud) hacen que la mayoría de las mujeres se sientan
irritables. ¡Algunas hasta cambian por completo su personalidad!
Cuando a su esposa le llega “ese momento del mes,” dé un paso hacia
atrás y permítale expresar sus sentimientos. Anticipe su ciclo
menstrual, y reconozca que las hormonas afectan sus emociones.

 Haga un esfuerzo especial para ser más cariñoso y sensible con


¿Qué debería hacer?

su esposa. No importa lo resistentes que podamos ser, nuestra

 Esté preparado para que ella agrande sus problemas. Un día yo


necesidad de ternura está siempre presente.

estaba sentada en el piso, llorando por la leche que había caído


sobre la alfombra. (¡Realmente estaba llorando por la leche
derramada!) Gary bajó su mirada hacia mí y me dijo con
tranquilidad: -Este es el tiempo difícil, ¿verdad?- ¿Me humilló o
se rió? No, supo manejar la situación. Se apresuró a realizar sus
tareas de padre para que yo no tuviera que enfrentar presiones

 No tome el cambio de humor de ella personalmente. Luego que


adicionales.

haya pasado la tormenta interna, ella se sentirá avergonzada por


cómo actuó en forma exagerada. Incluso puede que hasta se
disculpe si actuó en una forma que no era muy cristiana.

Pase tiempo con ella


Cuando los días de su esposa estén llenos de trabajo duro y de
necesidades interminables por parte de la familia, cuando ella esté
dando más de lo que está tomando, necesita tiempo con el hombre
más familiar, confiable y consolador de su vida. Usted no creería lo
reconfortante que puede ser para ella. Haga que ese tiempo juntos se
haga posible.

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 Elimine algunas actividades deportivas durante la semana.


Dígale a sus amigos que es un tiempo reservado para su esposa.
Deje a un lado el golf o la cacería una vez al mes y pase tiempo


con ella.
Establezca períodos específicos cada mes para estar con su
esposa. Dígale: -Tenemos un nuevo mes, planifiquemos el


calendario juntos.-
Reemplace una reunión “extra” a la que generalmente va, y
sirva a su esposa pasando tiempo con ella. Inviértalo en hacer
algo que a ella le fascina hacer.

Sírvale
La primera vez que Gary hablo a los hombres en una conferencia de
Cumplidores de Promesas, yo fui con él para poder apoyarlo y orar por
él.
El escenario era un vasto mar de hombres, miles de ellos, y Gary
estaba animado esa noche, predicando con fuego. Entonces, hacia el
final de su mensaje, recibí el impacto de escuchar estas palabras: -Le
voy a pedir a mi esposa, Barbara, que venga a la plataforma conmigo.
Ella no sabía que le iba a pedir que hiciera esto.-
Mientras esas palabras se arremolinaban en mi cabeza, alguien me
guió por las escaleras de metal negro. En el momento en que pensé
que mis rodillas se paralizarían por el miedo, un hombre me trajo una
silla. Yo no me atrevía a mirar hacia la izquierda. Sabía que
seguramente moriría si veía sesenta mil hombres mirándome.
Así que fijé mis ojos en Gary, esperando la próxima señal. ¿Para qué
me había llamado a estar en la plataforma con él? Nuestros ojos se
encontraron, los míos estaban gritando, ¿Qué va a pasar ahora? Luego
sentí las palabras “Confía en él” resonando en mi corazón.
Delante de mí estaba mi esposo con su Biblia en la mano. Al comenzar
a leer la Escritura, me di cuenta que estaba leyendo en el Evangelio de
Juan, “Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás” (Juan 13:8).
El temor se apoderó de mí nuevamente. ¿Pies? ¿Los pies de quién? Oh
no, nadie me va a lavar los pies.
Todo lo que pude hacer fue confiar en Gary, mi compañero del alma.
Mi amigo más confiable. Un hombre de integridad. Un hombre que
practica lo que dice. Así que observé y esperé mientras él se
arrodillaba frente a mí y me quitaba los zapatos. Confié en él a medida
que tomó mis pies y comenzó a lavarlos. Lágrimas corrían por sus
mejillas al mostrarme la profundidad de su amor por mí.
Le observé sacar su pañuelo del bolsillo. Ese era el mismo pañuelo que
me da cuando vemos alguna película triste. El mismo en el que lloro
cuando nuestra hija menor Missy interpreta “Memories” en el piano. El
mismo en el que lloré hasta que ya no me quedaron lágrimas cuando

98
le dije adiós a Sarah, nuestra hija mayor, cuando partió rumbo a su
primer año en la universidad. Con ese pañuelo él enjugó sus lágrimas
y el agua de mis pies. Y en ese momento sentí como si nosotros dos
fuéramos las únicas personas en el estadio.
Luego Gary se paró delante de aquella multitud silenciosa de hombres
perplejos. Y con la fuerza de un guerrero pero con la ternura de un
cordero, desafió a esos hombres a ir al siguiente nivel de amor hacia
sus esposas, y les pidió que se arrodillaran mientras oraban. A través
de todo el estadio, los hombres se arrodillaron, demostrando
públicamente que querían ir a su hogar para amar y servir a sus
esposas.
¿Tiene usted idea de cómo se siente una mujer que vive con un
hombre así? La disposición de Gary de servirme (demostrada no
solamente en ese momento en la conferencia, sino también en los
momentos diarios de nuestro matrimonio) me convence en la forma
más profunda que no importa qué nos pueda sobrevenir, no importa
qué fallas pueda tener, no importa qué pueda hacer que lo defraude,
él me amará incondicionalmente.
Arriésguese. Pídale a Dios que le ayude a amar y aceptar a su esposa
incondicionalmente, en el medio del dolor de ella, de su vulnerabilidad
y debilidad. Ámele aunque ella lo moleste, aunque lo defraude, aunque
ella no merezca su amor. Ámela con el mismo amor que Cristo le
muestra.
Derrame sobre ella un amor extravagante, un amor que no es
condicional.

99
Capítulo 3
Intimidad – Los hombres deletrean intimidad así: S-E-X-O
La necesidad de amor #2 del esposo
“El sexo es una necesidad más profunda de lo que usted cree.”

Gary habla a las esposas

Daniel y Mónica podrían servirnos como ejemplo del diseño creativo de


Dios. Para Mónica, la intimidad es sentarse junto con Daniel en su sofá
para dos, con un par de capuchinos a su lado, los leños de la estufa
ardiendo frente a su vista, sin niños alrededor y mucho tiempo para
tener una buena conversación de corazón a corazón. Si bien Mónica
ciertamente puede sentirse estimulada sexualmente en este ambiente,
primeramente necesita sentir la seguridad del compromiso y el amor
de Daniel.
La idea de Daniel de intimidad es pasar de largo los capuchinos y
encender su propia hoguera. La primera vez que ambos hablaron
realmente sobre este asunto de la intimidad, Daniel dijo:-Sé que te
gusta toda la cuestión romántica cariño, pero ¿qué sucede cuando, de
la nada me pasa que, tú sabes, te miro a ti, la mujer a quien amo con
todo mi corazón, y..., bueno, de pronto me vienen ganas.-
Como sucedió en un domingo específico. Después de la iglesia y el
almuerzo, Daniel pagó algunas cuentas, miró un poco la cadena ESPN
de deportes, y jugó baloncesto con uno de sus hijos. Luego entró en la
cocina y vio a Mónica caminando allí y... eso fue todo lo que hizo falta.
De pronto le vinieron ganas.
Mientras tanto, Mónica vio a Daniel y pensó, -Sé lo que significa ese
tipo de mirada en sus ojos. Pero hay cosas que debemos hacer hoy, y
además, siempre estamos diciendo que vamos a salir a caminar por
ese nuevo sendero que está cerca de la casa.- Así repentinamente ella
estaba pensando en toda la lista de cosas que quería hacer esa tarde:

100
plantar algunas flores en el cantero del frente, salir a caminar juntos, y
quizá hasta visitar a su madre.
Pero Daniel tenía otra cosa en su mente. Así que a eso de las seis de la
tarde, cuando estaban cenando, él comenzó a enviarle a Mónica
algunas señales “guiñando sus ojos”. Era su danza de cortejo.
Uno de los niños lo miró y le dijo, -Papi, ¿tienes algo en tu ojo?-
El desafío de Daniel (porque lo tomaba como todo un desafío) era no
sólo llegar hasta Mónica sino además lograr que los niños se
distrajeran. Pocos minutos después se quitó su zapato y comenzó a
frotar el tobillo de Mónica con sus dedos.
Su hija de seis años hizo una mueca y dijo, -¿Mamá, no hueles algo
extraño?
Para el momento en que Daniel y Mónica se fueron a acostar, ella
estaba dispuesta a estrangularlo por estar tan enfocado en una sola
cosa. Debido a que Daniel estaba tan deseoso que los niños se
acostaran temprano, los planes de Mónica se interrumpieron, y ella se
frustró por el hecho de que nunca salieron a caminar.
Escenas similares se suceden cada fin de semana en innumerables
hogares. Pese a las muchas veces que escucho a parejas que se
quejan de sus diferencias, ya sea en la sala de consejería o en las
conferencias, es siempre la misma historia: los hombres deletrean
intimidad S-E-X-O, y las mujeres la deletrean H-A-B-L-A-R.
¿Por qué esto es así? ¿Por qué la mujer piensa en dormir, en los
mandados, en los niños, en la casa... mientras que su esposo está
pensando en el sexo? Comencemos con la verdad que es fundamental:
Dios nos creó diferentes. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Lo
que esto nos está diciendo es que somos bien diferentes.
Pero aquí están las buenas noticias: ese es el diseño de Dios. Él le creó
a usted como mujer con todos los talentos y necesidades increíbles y
únicas que usted habrá de aportar a la relación con su esposo. Y él
creó a su esposo con todos sus talentos y necesidades únicas.
Incluyendo su necesidad de intimidad sexual.

Los hombres y las mujeres están hechos en forma diferente


Cuando se trata de expresar intimidad, los hombres y las mujeres
están hechos diferentes. Piense en esto. Al final de un largo día, Daniel
entra a la casa completamente exhausto. Sin embargo, por cansado
que pueda estar, no pasa mucho rato hasta que tiene “esa mirada” en
sus ojos. Puede que haya tenido una maratón de reuniones o que haya
armado un motor, puede que se haya visto forzado a eliminar varios
megabytes en su computadora o que haya tenido que construir una
casa durante todo el día a temperaturas bajo cero, y pese a cómo pasó
su día, aún tiene la misteriosa y asombrosa habilidad de colocar los

101
cambios y acelerar inmediatamente. Todo lo que requiere es un toque,
una palabra, una sola mirada.
Por otro lado, al final del día de Mónica, a menudo ella sólo quiere
abrazar una sola cosa cuando va a su cama: su almohada. Ella no sólo
está exhausta por todo el estrés del día de trabajo, lo niños y la casa,
sino que también está preocupada por lo que tiene que hacer mañana.
Y si pudiera escapar de todo eso, ¿qué cosa querría? Pasar un buen
tiempo a solas tomando un baño relajante. Un tiempo sencillamente
para sentarse y disfrutar de su casa y de su esposo. Eso suena
maravilloso.
¿Qué era lo que Dios estaba pensando cuando creó a los esposos con
tan poca energía para la comunicación y un entusiasmo de sobra
cuando se trata de... „tener ganas”?
Seamos honestos: Usted ha experimentado esta transformación de
primera mano más de una vez, ¿verdad? No importa lo pésimo que
pueda haber sido el día para su esposo o cuánta presión tenga que
soportar, cuando él tiene ese sentimiento... bueno, tiene ese
sentimiento. Pero no se trata solamente de sentimientos; tiene
muchísimo que ver con nuestra química como hombres.
No es de sorprenderse que los hombres que encuestamos citaron a la
intimidad sexual como su necesidad de amor número dos. Dios creó a
los hombres con un fuerte deseo sexual. Los estudios científicos de los
deseos sexuales indican que los mismos son generados en nuestro
cerebro y que el deseo sexual puede ocurrir sin ningún estímulo
externo o de nuestro propio cuerpo. El sistema límbico de nuestro
cerebro contiene centros que estimulan nuestro deseo sexual, y otros
centros que, cuando son activados, lo inhiben. También sabemos que
la testosterona, la principal hormona masculina (que también se
encuentra en las mujeres), juega un rol fundamental en el deseo del
hombre de tener sexo.
Los hombres también tienen la misteriosa habilidad de separar sus
vidas en diferentes áreas. Vivimos en “cajas.” Tenemos una caja para
el trabajo, otra para la iglesia, una caja para los amigos, otra para los
deportes, otra para el sexo, y así podríamos seguir. La caja del sexo
está siempre en la periferia de nuestras vidas, lista para ser abierta en
cualquier momento. Puede que estemos agotados por nuestro trabajo,
preocupados con las presiones, o incluso luchando con el conflicto de
nuestros corazones, pero rápidamente colocamos cada uno de esos
problemas en una caja diferente (mucho más pequeña), separada de
la del sexo. Nos olvidamos de todas las otras cajas cuando somos
estimulados sexualmente.
Las mujeres, sin embargo, tienden a unir todas estas cajas. O quizá
una mejor forma de decirlo es que cuando una caja se abre, todas las
demás también lo hacen. Es por eso que la comunicación abierta y

102
vulnerable es tan importante para una mujer. Eso es lo que la ayuda a
resolver el resto y sentirse cómoda para tener intimidad sexual.
Tal vez el hecho más importante que usted necesita saber es que el
hombre encuentra mucho de su propia masculinidad en su sexualidad.
Esto forma parte de nuestra masculinidad, no podemos evitarlo. Pese
a que los porcentajes difieren de hombre a hombre, no menos de un
50 por ciento y puede llegar hasta un 90 por ciento de la autoimagen
(el hecho de que se “sienta hombre”) depende de su sexualidad.
¡Noventa por ciento! (Quise decirlo nuevamente sólo por si usted
pensó que fue un error de imprenta.) El sexo, la pasión, el satisfacer a
la mujer que ama... eso es lo que hace que un hombre se sienta como
hombre. Consecuentemente, cuando el hombre experimenta un
rechazo sexual de su esposa, incluso cuando se trata de una razón
completamente justificable, puede cerrarse, apartarse, o (en el peor
de los casos) hacer algo moralmente tonto.
Cuando una esposa no se entrega sexualmente, sea cual sea la razón,
su esposo se siente castrado y debilitado. Seamos claros, otros
factores también pueden contribuir a este sentimiento: cuando la
esposa es demasiado crítica, cuando compara a su esposo con otros
hombres, cuando su proyecto número uno de mejora en el hogar es su
propio esposo, etc.
Cuando un hombre comienza a sentir que él nunca podrá satisfacer las
expectativas de su esposa, entonces, a menudo inconscientemente,
dejará de satisfacer las necesidades emocionales de ella. ¿Y adivine a
qué lleva todo eso? No hay diálogo, no hay sexo. No hay sexo, no hay
diálogo. Es un círculo vicioso.
Puede que usted piense, ustedes sí que tienen un ego sensible. Bueno,
tiene razón. Es por eso que la forma en la que ustedes se conectan
con nosotros marca la diferencia.

Entendiendo la necesidad de su esposo de intimidad sexual


Recientemente estaba hablando con un grupo de hombres acerca del
matrimonio, los hijos, el envejecimiento, y el equilibrio en nuestras
vidas ocupadas. Fue una de esas ocasiones en las que uno puede
sentir que el Espíritu Santo se está moviendo y que estábamos a punto
de experimentar una discusión honesta.
Bernardo fue el primero que se atrevió a decir: -Tina y yo estamos
teniendo algunas luchas. ¿A ustedes les ha pasado alguna vez que se
sienten como si no encajan en el área sexual como quisieran hacerlo?
En vez de responder con risas (que es la forma en la que la mayoría
hubiera respondido en nuestros días de adolescentes), su pregunta fue
recibida en una forma completamente diferente. Cada uno de los
hombres miró a su alrededor, y se hizo visible que cada uno de ellos
esta dando ese tipo de permiso no verbal para profundizar más.

103
-Por años esperé que un hombre de Dios tocara este tema, pero ya
comenzaba a pensar que nadie nunca lo haría,- dijo Timoteo. –Amo a
mi esposa. Me encanta hacer el amor con ella. Pero hay algo que
realmente me molesta. Ella nunca toma la iniciativa. Y si le digo que
me gustaría que lo hiciera, me hace sentir como un viejo sucio. ¿Hay
algo mal en mí?
Uno podía sentir que la atmósfera iba cambiando a medida que las
preguntas y comentarios comenzaban a hacerse más personales. Es
difícil para los hombres hablar sobre sus sentimientos, pero debido a
que estas personas querían respuestas y, yo creo, realmente querían
honrar sus matrimonios, las cosas llegaron a un nivel profundo y
osado de honestidad.
-¿Está bien si siento que no siempre soy el mejor amante?-
-Perdí la erección el otro día. Nunca pensé que me pudiera suceder.
Me sentí fracasado. Sé que esto le sucede a los hombres algunas veces
cuando hay mucho estrés o fatiga, pero siento como si yo hubiese
fracasado, no mi sistema.-
-Creo que mi esposa me ve como si fuese una máquina salvaje de
sexo cuando quiero hacer el amor con ella. Admito que en ocasiones
quiero tener sexo para aliviar cierta tensión, pero otras veces quiero
un tiempo de amor que nos satisfaga, con toda la pasión, y sin
embargo no obtengo nada a cambio. ¿Alguna vez se han sentido así?-
-No me malinterpreten. Yo amo a mis hijos. Pero antes de tener hijos
nosotros éramos muy espontáneos con el sexo. Ahora mi esposa está
agotada por su tarea como madre, yo estoy estresado por el dinero, y
parece como si nunca tuviéramos tiempo o energía para hacer el
amor. Para ser realmente honesto, siento que he sido reemplazado por
mis propios hijos en su corazón. ¿Cómo es que ustedes hacen todo? Es
decir, ¿cómo logran el equilibrio de ser esposos, padres, hijos, amigos,
y empleados? Yo no puedo resolverlo, y cada vez que mi esposa y yo
intentamos hablar de esto, suena el teléfono, o llora el bebé, o yo
tengo que salir a trabajar. ¿Mejorarán las cosas en algún momento?-
-Creo que yo tengo un problema bien diferente. Mi esposa está más
interesada en el sexo que yo. Últimamente he tenido que lidiar con la
muerte de mi madre y los problemas del trabajo, por lo tanto ya no le
doy importancia. El sexo es en lo último que pienso.-
Sé que esto probablemente no es lo que las mujeres piensan que se
conversa en los vestidores, pero estos hombres son creyentes
auténticos y esposos preocupados, quienes intentan encontrar
respuestas a preguntas difíciles sobre una parte fundamental de sus
vidas y una parte crucial de su relación matrimonial. A medida que
hablaban tocaron los temas principales que veo en las sesiones de

 Un esposo necesita que su esposa inicie la relación sexual


consejería cuando hablo con los hombres y la intimidad sexual:

104
 Un esposo a menudo lucha con sentimientos de inadaptabilidad o


fracaso.
Un esposo se desanima cuando su esposa no expresa su pasión


por él.
Un esposo siente que él no es importante para su esposa cuando


ella no se toma tiempo para hacer el amor.
Un esposo se preocupa cuando las situaciones de la vida (tales
como la depresión, la tristeza, y la pérdida) interfieren con su


interés en el sexo.
Un esposo se siente amado cuando su esposa le recibe y
responde a él sexualmente

A la mayoría de los hombres no les gusta hablar de sexo con nadie.


Eso incluye nuestros amigos y nuestras esposas. Cuando niños,
ansiosamente compartíamos nuestra ignorancia acerca del tema con
nuestros amigos, pero como hombres (reales y piadosos) a menudo no
sabemos qué decir ni cómo decirlo. Es cierto que algunos hombres
inseguros harán bromas sobre su vida sexual, incluso en momentos
exageran la realidad. Pero rara vez un esposo se acercará a su esposa
y le dirá: -Hablemos de nuestra vida sexual.- No queremos admitir
para nosotros mismos, mucho menos verbalizar a alguien más, que
podemos estar teniendo un problema. Queremos que el aspecto sexual
de nuestra vida se resuelva solo. Pero luego de años de aconsejar
parejas, le puedo decir que rara vez sucede.
Principalmente se debe a que los hombres no están seguros de lo que
es el deseo sexual “normal.” Debido a que ni siquiera sabemos de
dónde viene nuestro deseo (más allá del hecho que Dios lo puso allí),
el saber lo que es normal en un matrimonio es más complicado aún.
Sicológicamente, por supuesto, existe un fuerte vínculo entre nuestro
interés sexual y nuestra salud sicológica. Si estamos estresados o
deprimidos, o atravesamos por ciclos difíciles de nuestra vida, nuestro
interés sexual disminuye. Entre nuestro cerebro, nuestras hormonas y
nuestras emociones, muchas cosas pueden influir en nuestro deseo
sexual y nuestra relación sexual en el matrimonio.
Generalmente, sin embargo, no son los problemas “internos” los que
preocupan a los hombres. Es usted.
¿Por qué han pasado meses o años desde que usted tomó la iniciativa
para hacer el amor?
¿Por qué, cuando no hay obstáculos para la intimidad un domingo por
la mañana, usted elige lavar la ropa o lavar los baños en lugar de
abrazarlo cariñosamente a él?
¿Por qué es que, tarde tras tarde, no hay una chispa en usted hacia
él?

105
¿Por qué es que una vez más ha rechazado sus insinuaciones cuando
está en la cama por la noche?
Estas son las preguntas que dividen a los matrimonios en toda la
tierra. Algunas parejas se divorcian porque las heridas y la negligencia
han llegado a puntos muy profundos. Pero muchas parejas cristianas
simplemente soportan la distancia emocional. Hombres que aman a
Dios, a sus esposas y a sus hijos pasan por intensas luchas tratando
de darse cuenta de qué es lo que no está funcionando.
A menos que ambos cónyuges estén de acuerdo, la falta de frecuencia
sexual (una vez por semana o menos) debería ser una causa de mayor
preocupación en cualquier matrimonio.

Cuando la necesidad de intimidad sexual de su esposo no es


satisfecha
Para cuando veo a los hombres en mi oficina de consejería, sus
frustraciones sexuales les han conducido a verdaderos problemas en
sus matrimonios.
Luis, por ejemplo, me dijo que él había llegado al punto en el que
había abandonado la idea de siquiera tener una relación sexual
saludable con su esposa, Laura. En la primera etapa de su matrimonio
habían tenido una relación sexual vibrante, pero a medida que
transcurrió el tiempo, Laura mostró cada vez menos interés, y Luis se
sintió rechazado. En vez de comunicar que se sentía herido y mostrar
sus necesidades, ambos se alejaron. Ahora Laura parece que satisface
sus necesidades de amor por la relación con sus hijos, y Luis reprimió
las suyas... o por lo menos eso pensaba. Pero entonces comenzaron a
involucrarse en áreas incorrectas. Él se halló teniendo fantasías con
una de las mujeres de su clase de escuela dominical. Algunas veces
esos pensamientos eran sexuales, otras veces románticos, pero
independientemente del contenido, siempre causaban sentimientos de
culpa.
Rogelio dijo que él sencillamente se enfadó y se alejó de su esposa,
Micaela, cuando ella le rechazó. Rogelio tenía una elevada necesidad
sexual y culpaba a Micaela no sólo por no satisfacer sus necesidades
sino también por socavar la intimidad de su matrimonio. Micaela había
sufrido abuso sexual siendo joven y nunca había logrado superar ese
dolor. Ella se sentía paralizada y atrapada entre su temor de entender
el abuso que había sufrido y su falta de deseo por un esposo que no
respetaba sus heridas ni trataba de resolverlas junto con ella. Rogelio
sabía que iban cayendo en picada, pero no podía imaginarse cómo
salir, así que alimentó la situación con un comportamiento
autodestructivo y una furia creciente. Comenzó a comer
excesivamente y aumentó muchísimo de peso, lo cual le hizo menos
atractivo aún y le hizo decrecer mucho en su auto-imagen.

106
Cuando las necesidades sexuales de un hombre no son satisfechas en
el matrimonio, él responde en una o más de estas tres formas: Se
siente rechazado. Se cierra. Busca fuera de su matrimonio para
satisfacer su necesidad.

Se siente rechazado como persona


Gregorio creció en un hogar donde cualquier palabra de elogio que
recibía estaba ligada a sus logros en la escuela o en los deportes. Su
papá aplaudía sus logros atléticos, y su madre le alababa en sus
estudios. Pese a eso, a menudo se hallaba en un conflicto entre ellos
dos. Si sus notas comenzaban a caer, su madre no sólo le criticaba
sino que además le retiraba sus palabras de aliento. Si se dedicaba
más tiempo a los estudios y no le iba demasiado bien en uno de los
tres deportes en los cuales se había inscrito, su padre le gritaba desde
las gradas y refrenaba las frases de aliento que todos los jóvenes
necesitan. A partir de esta experiencia en sus años formativos,
Gregorio aprendió una cosa: -Si hago las cosas bien seré amado y
recibiré afirmación. Si no, soy rechazado.- Él llevó este estándar de
comportamiento a su matrimonio con Carolina, y cuando comenzaron
a tener problemas sexuales, él simplemente se sintió rechazado y se
alejó. Debido a que sus padres nunca le habían animado a hablar las
cosas ni le proveyeron una atmósfera en la cual él se sintiera seguro
para hacerlo, Gregorio no tenía la práctica de verbalizar lo que sentía.
A menudo, cuando las necesidades del hombre son obstruidas, se
siente rechazado y se aislará en vez de expresar su frustración y
conectarse verbalmente con su esposa. Muchos hombres ni siquiera se
arriesgarían a exponer sus sentimientos de rechazo porque eso los
sujeta al temor o a un rechazo mayor aún. En hombres como
Gregorio, cuyo temor de rechazo fue aprendido a temprana edad por
medio de sus padres, este patrón de “logro = aceptación” debe ser
quebrantado de alguna forma. Si no se cambia este patrón, entonces
se volverá auto protector y sencillamente se cerrará y alejará.

Se cierra o se aleja
Algunos hombres, cuando sus necesidades de intimidad sexual con sus
esposas no son satisfechas, se cierran emocionalmente. Comienzan a
alejarse de sus esposas y se aíslan. Aquí están algunos de los

 Él no va a la cama cuando usted lo hace por temor a otro


síntomas:

 Desistirá de ser romántico con usted con flores o citas debido a


rechazo.

que usted le ha transmitido el mensaje de que cuando él hace


eso, sólo quiere una cosa.

107
 Trabajará más horas así no tiene que pensar en la distancia


emocional que tiene con usted.
Se ocupará en actividades recreativas, actividades con los niños,
o el televisor (cualquier cosa con tal de evitar el dolor de
expectativas que nunca se satisfacen).

¿Qué deben hacer las esposas cuando esto sucede? Lamentablemente,


la mayoría le da la bienvenida al sentirse aliviadas. Se imaginan que
han tenido éxito en “entrenar” a sus esposos a que estén satisfechos
con la baja frecuencia. –Él se ha acostumbrado a mi reloj biológico, y
las cosas son ahora como deberían ser.- Algunas esposas tienen la
idea de que “el sexo no es como la comida o el aire. En realidad no lo
necesita.”
Jaime es un buen ejemplo de un hombre que a menudo tiene más
deseos sexuales que su esposa. Al principio, su relación sexual era
vibrante. Sin embargo, al pasar varios años llegaron los niños, el
estrés laboral, y los problemas financieros. ¿Resultado? Su intimidad
sexual no es frecuente. Pese a eso, el deseo de Jaime sigue siendo
fuerte.
-Quiero y deseo tener relaciones sexuales más que una vez por
semana o una vez al mes como a veces me sucede con Amanda,- dice
Jaime. –Pero parece que no logro que ella responda, mucho menos
que tenga la iniciativa.-
Su vasta diferencia en ritmos sexuales está causando un conflicto no
sólo dentro de Jaime sino también entre Jaime y Amanda. Jaime se
está volviendo cada vez más frustrado, y esto solamente alimenta los
conflictos diarios. Cuando Jaime espera y necesita intimidad sexual y
ésta no se da, a menudo termina haciendo que Amanda se las pague
ya que le quita las cosas que ella necesita de él (el apoyo emocional).
La distancia emocional que él coloca sólo agrava su conflicto
matrimonial. Su matrimonio comienza a caer en picada.

Busca fuera de su matrimonio para satisfacer su necesidad


Cuando un hombre se siente rechazado o se aísla, nuestro enemigo, el
príncipe de las tinieblas, está precisamente allí, listo para proveer una
alternativa que arruinará no sólo al hombre de la familia sino también
las generaciones que surgirán de él. No estoy siendo melodramático en
esto. Sucede a cada rato.
Algunos hombres se vuelven a otras mujeres. Lorenzo, en su anhelo
de intimidad, comenzó una relación emocional con una mujer con la
que trabaja en la oficina de uno de sus clientes.
La esposa de Lorenzo, Ruth, era una perfeccionista. Ella era exigente y
criticaba mucho a Lorenzo. No es de sorprenderse que la actitud de
ella comenzara a afectar su intimidad marital. Ella presionaba y él

108
corría (a los brazos de otras mujeres). Parecía algo tan inocente al
comienzo, la otra mujer era amable y comprensiva, y ellos podían
mantener grandiosas conversaciones. Pero las conversaciones sobre
negocios pronto llevaron a almuerzos en privado, y antes que pasara
mucho tiempo ambos habían consumado una relación sexual. Ahora
eran dos familias (la de él y la de ella) las que estaban siendo
derribadas.
Otros hombres se vuelven a una vida perversa de fantasía y
pornografía. Con el acceso a Internet, esto ahora está más disponible
en el propio hogar. Los hombres solían tener que salir de su hogar
para buscar la pornografía en un kiosco de revistas o en una librería,
pero ahora no. Tal y como me decía un hombre recientemente en una
conferencia masculina: -Ahora el pecado viene buscándolo a uno. Está
allí mismo, al alcance de la mano en la pantalla de mi computadora,
las veinticuatro horas del día. Yo solía tener que ir a buscarlo. Ahora
me persigue y me consume, y parece que no puedo detenerlo.”
Arnaldo se queda hasta altas horas de la noche navegando en
Internet, buscando pornografía. Él dice que comenzó por curiosidad,
pero se ha vuelto una obsesión.
La esposa de Arnaldo, Luisa, creció con una madre que le decía
repetidamente que los hombres querían sólo una cosa: Sexo. Luisa
arrastró a su matrimonio esta distorsionada perspectiva del diseño de
Dios para una relación sexual saludable. Le dijo a Arnaldo que ella
podía tener sexo o no. De hecho, parecía estar más inclinada a no
tenerlo, ya que pasaba más tiempo con sus novelas románticas que
con él.
A medida que Luisa se alejaba, Arnaldo comenzó a actuar a través del
uso de la pornografía. Debido a que él nunca había establecido límites
espirituales efectivos para su vida, pronto empezó a caer en picada,
sintiéndose totalmente fuera de control. Él se siente avergonzado de
su comportamiento, pero piensa para sí que como no tiene una
relación sexual vital con su esposa, se merece tener sus necesidades
satisfechas en alguna otra forma. Él desarrolló un hábito de
masturbación que sólo perpetúa su auto-desagrado. Pese a eso, se
siente atrapado en su incapacidad de expresarle sus verdaderas
necesidades a su esposa.
Si bien los esposos son ciertamente los responsables de sus propias
decisiones morales, la esposa juega un rol fundamental en lo que
respecta a evitar que su esposo desees satisfacer sus necesidades
sexuales, dadas por Dios, en algún otro lugar que no sea su
matrimonio. Ella es la persona elegida por Dios para satisfacer esas
necesidades. Eso no significa que ella es una esclava sexual, significa
que ella tiene el privilegio de ser la única persona que satisface las
necesidades sexuales de su esposo y de tenerlo a él satisfaciendo las

109
de ella también. Por lo tanto, usted juega un rol vital en lo que
respecta al contentamiento de su esposo.

Satisfaciendo la necesidad de intimidad sexual de su esposo


Cuando hablo con los hombres en las conferencias o en la oficina de
consejería, les animo a que reconozcan que nuestro enfoque en las
necesidades físicas nos hace parecer como si eso fuera todo lo que
pensamos. De hecho, el hombre típico sí piensa en el sexo durante
todo el día, evidentemente no es eso en lo único que pensamos, pero
el entender esto con respecto a su esposo es fundamental para
aprender a satisfacer su necesidad.
Cuando aconsejo a una mujer sobre esta área sensible, a menudo le
desafío a que reconozca que la intimidad sexual es una necesidad muy
real y vital para su esposo. Y cuando ella responde a él sexualmente,
le afirma más de lo que se puede imaginar. Esto por consiguiente,
resulta en una respuesta recíproca por parte de él, ya que se siente
motivado a satisfacer las necesidades de afecto de ella, toque (no
sensual), y cariño.
Recientemente, Barb y yo estábamos hablando con una pareja joven
acerca de esta gran diferencia entre los hombres y las mujeres. –No
puedo explicarlo, pero sé que es verdad,- le decía Barb a la joven
esposa. –Nosotras como mujeres a menudo respondemos sexualmente
cuando nuestra necesidad de cariño y afecto es satisfecha. Nuestros
esposos, por otro lado, a menudo responden cariñosamente después
que sus necesidades sexuales fueron satisfechas. Sí, somos lo
opuesto, pero es en esas diferencias que Dios nos une para honrarnos
el uno al otro y satisfacer las necesidades mutuas. He estado casada
con Gary por casi veinticinco años, y todavía es un misterio para mí,
pero sé que es cierto: cuando atiendo a sus necesidades y me acerco a
él sexualmente, él recibe una gran afirmación. Luego casi no puede
esperar para darme el cariño que yo necesito. Ambos debemos buscar
las formas de servirnos mutuamente.-

Hable con Dios sobre este tema


Uno de los mejores lugares para comenzar es siendo honesta con Dios
y directamente admitirle lo que él ya sabe: el aspecto sexual de su
matrimonio puede estar necesitando una evaluación.
Para algunas parejas, por supuesto, la relación sexual es el único
aspecto del matrimonio que está funcionando. Este hecho siempre me
sorprende en mi oficina de consejería, pero es cierto: alrededor del 10
por ciento de las veces, las parejas que todavía disfrutan de una
relación sexual maravillosa tienen matrimonios que están en profundos
problemas. Pese a eso, es común que las parejas que están luchando
con conflictos, desilusiones, falta de comunicación, aislamiento y dolor

110
señalan que su vida sexual es realmente un barómetro de los
problemas en el matrimonio.
Para aquellos de ustedes que tienen matrimonios saludables con una
relación vibrante, quizá un poco de estímulo pueda ayudarles en esta
sección. Para aquellos que están padeciendo, profundicemos un poco
para poder encontrar algunas respuestas.

Comience con su propio corazón


El siguiente lugar para analizar es su propio corazón. Permítame que le

 ¿Qué es lo que obstaculiza que usted disfrute el aspecto sexual


haga algunas preguntas:

 ¿Existen algunas heridas en la relación con su esposo? ¿Hay


de su matrimonio?

 ¿Acaso está arrastrando un dolor del pasado (de otras


conflictos no resueltos? ¿Existe falta de perdón?

relaciones) a su lecho matrimonial? ¿Acaso las experiencias


sexuales del pasado o las dificultades familiares le obstaculizan
que pueda disfrutar de una relación sexual saludable con su
esposo?

Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, entonces descubrirá


que mientras que usted no desinfecte su propio corazón y su dolor,
será casi imposible que tenga una relación sexual activa y saludable
con su esposo. Las mujeres que tienen un dolor emocional no resuelto
encuentran dificultades en arriesgarse a abrir sus corazones y sus
cuerpos a sus maridos.
Me tocó aconsejar a Reinaldo y a Elisa, y para ser honesto estábamos
estancados (un término que usamos en consejería cuando uno deja de
ver progreso). Pese a lo duro que Elisa intentaba derribar su pared de
autoprotección, Reinaldo no podía atravesarla. Ella le permitía que se
acercara hasta cierto punto, y luego se alejaba de él, hasta que un día
él respiró profundamente y decidió arriesgarse aún más.
-Elisa, ¿no te parece que tu temor de entregarte a mí, quiero decir,
totalmente a mí, puede tener algo que ver con lo que me contaste
cuando éramos novios?- le preguntó. -¿Podríamos permitir que Gary lo
sepa para que nos pueda ayudar?-
-No sé si puedo,- susurró Elisa. –Siento mucha vergüenza.-
Entonces Reinaldo la miró a los ojos y con un tono de voz genuino y
firme le dijo, -Yo sé cariño. Pero estoy aquí, y nada de lo que
hablemos cambiará jamás mi amor por ti.-
En ese momento todos estábamos respirando profundamente. Yo sabía
que estábamos a punto de aventurarnos en un área donde había algún
tipo de trauma. Un aborto tal vez. O tal vez abuso sexual o abandono.
La relación sexual de la pareja está directamente relacionada con las

111
experiencias que arrastran al matrimonio, o a aquellas que ocurrieron
fuera del lecho matrimonial. Estas heridas pueden ser sanadas, pero el
único camino que lleva a una verdadera sanidad es penetrar al dolor
de nuestros corazones.
Con el apoyo de Reinaldo y su estímulo de profundizar, Elisa le
permitió al Espíritu Santo que obrara. Finalmente comenzó a lidiar con
las consecuencias emocionales de haber abortado un niño cuando
estaba en la secundaria.
-Estaba tan atemorizada,- nos dijo. –Sólo tenía catorce años, y pensé
que el entregarme por completo sexualmente a mi novio era la única
forma en que podría retenerlo.-
La historia de Elisa es dolorosamente familiar. Pero a medida que
comenzó a caminar a través de los malos recuerdos, también comenzó
a caminar en la luz de la gracia de Dios y su perdón. Este proceso de
restauración tomó varios meses, pero a medida que las barreras
emocionales comenzaron a caer, también lo hicieron las barreras
físicas.
Con el amor y el apoyo de su esposo, Elisa recorrió aquellos dolorosos
recuerdos y los confrontó. Al hacerlo, comenzó a evacuar el dolor y a
experimentar la sanidad. Ella había arrastrado la vergüenza durante
muchos años ya que el enemigo le susurraba sus mentiras: -Reinaldo
nunca te amará si le cuentas la verdad.- Pero a medida que su corazón
comenzó a sentirse vivo nuevamente, ella supo que podía arriesgarse
a contarle a Reinaldo. El nivel de intimidad entre esta pareja creció
más y más a medida que ambos bebieron del pozo de la honestidad.
Reinaldo le aseguró que ella era alguien nueva y limpia delante de los
ojos de él, y que su amor incondicional le ofrecía paciencia y apoyo. Él
venía a las sesiones de consejería con ella y (muy importante) se tomó
vacaciones en el aspecto sexual durante ese tiempo en que Elisa
necesitaba sanar.
La raíz de todo conflicto es la condición del corazón. Si nuestros
corazones se han endurecido por los recuerdos dolorosos de relaciones
que fracasaron, será difícil para nosotros tener una relación sexual
íntima y saludable en el matrimonio. ¿Por qué? Porque antes que los
dos cuerpos se toquen, los dos corazones deben tocarse. Y antes que
dos corazones se abran mutuamente, nuestra relación con Cristo
necesita ser abierta y transparente. Esto necesita de confesión,
quebrantamiento, y de enfrentar los hechos del pasado. Un
matrimonio saludable es ciertamente un matrimonio de tres: el
esposo, la esposa y Jesucristo. Y cuando un hombre y una mujer se
someten a la obra de Dios en sus vidas (quebrantando la dureza de
sus corazones) Dios les junta en una unión que no se rompe
fácilmente (Eclesiastés 4:12 nos recuerda que “cordón de tres
dobleces no se rompe pronto”).

112
A medida que usted presente los asuntos de su corazón a Dios y le
pida que le limpie, él promete perdonarla. “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos
de toda maldad” (1 Juan 1:9). A medida que reciba el perdón de Dios,
él le otorgará que tenga intimidad con él. Y cuando eso sucede, su
corazón estará preparado para la intimidad de la relación matrimonial
con su esposo.1

Aprenda qué es lo que satisface a su esposo


Desde 1988, Barb y yo hemos viajado por Estados Unidos, enseñando
en conferencias matrimoniales sobre Vida Familiar para FamilyLife
(una división de Cruzada Estudiantil para Cristo). Uno de los
principales puntos que intentamos comunicar durante esas
conferencias es la absoluta necesidad de convertirse en un
“estudiante” de su cónyuge, emocionalmente, espiritualmente, en
término de relaciones, y sexualmente.
¿Qué quiero decir con esto? Sencillamente esto: estudie a su esposo.
Aprenda todo lo que pueda sobre él: su ritmo sexual, sus necesidades,
y cómo es que usted, siendo su compañera en un matrimonio de por
vida puede obrar para satisfacer esas necesidades en la medida que
Dios fortalece su matrimonio.
El misterio (y la belleza) de una unión sexual saludable es el deseo de
ser conocido al nivel más profundo e íntimo. ¿Usted sabe, o se
preocupa, por lo que complace a su esposo sexualmente? ¿Qué
señales le da que le indican su deseo de tener una experiencia sexual
con usted? ¿Cuál es su ritmo sexual? ¿Con cuánta frecuencia necesita
sentirse entendido y satisfecho sexualmente?
Algunos hombres admiten que desean tener relaciones sexuales
diariamente. Para otros es una vez por mes. Para la mayoría de los
hombres el ritmo está en algún punto intermedio entre las dos
posturas anteriores.
¿Sabe cuál es el caso de su esposo?
Algunas mujeres toman una revista de la tienda, leen un artículo que
habla sobre la estadística nacional y luego tratan de aplicar ese dato a
su propio matrimonio. Probablemente no tenga que decirle que esa no
es su mejor fuente de información. Otras mujeres hablan con sus
amigas, pero esa no es una buena fuente tampoco. Cada relación
matrimonial es única. Así que la mejor fuente para averiguar lo que es
normal para su esposo es su esposo.
¿Cómo lo averigua? Hay dos formas: obsérvelo y pregúntele. Sea
observadora. Usted sabe cuando se siente amoroso. Él le envía
algunas señales. Algunos hombres lo hacen en forma sutil, pero la
mayoría son bastante obvios. Entonces vaya más allá de la
observación. En el momento y lugar adecuado, sencillamente mírelo a

113
los ojos y pregúntele. La mayoría de los hombres no esperan que sus
esposas lean sus mentes (por lo menos no todo el tiempo). Tampoco
esperan ver la perfección. Pero sí esperan entendimiento y atención.
Muestre interés en la vida sexual de él y en su satisfacción sexual.
¿Acaso actúa como si estuviese frustrado o irascible? Tal vez necesite
conectarse con usted íntimamente para que le ayude a aliviar la
tensión que pueda estar experimentando. Esté alerta a sus
necesidades de amor y a sus señales observando sus comentarios y
acciones. Puede que esté iniciando un deseo de experimentar de
intimidad sexual con usted a través de matices que sólo usted y él
conocen. Así que si usted no tiene su antena sintonizada, puede que
pierda su señal y deje de satisfacer esta necesidad real. Hágale alguna
de las siguientes preguntas, las cuales reflejarán su deseo de ser una

 -¿Qué te mostraría que estoy interesada en tus necesidades


estudiante de su esposo:

 -¿Cuán a menudo necesitas relaciones sexuales?-


sexuales?-

 -¿Qué es lo que más te satisface de nuestra relación sexual?-


 -¿Qué es lo que necesitas que haga más seguido?-
 -¿Qué es lo que necesitas que haga con menos frecuencia?-
 -¿Qué significa para ti si yo inicio la relación sexual?-
 -Si no estoy lista para el sexo en el mismo momento que tú,
¿cómo puedo mostrártelo en una forma que no te haga sentirte
rechazado?-

Si la esposa no satisface a su marido en el área de la intimidad sexual,


la mayoría de los hombres (aún los cristianos) a la larga comenzarán a
tener un mal funcionamiento. Así que si una esposa no sabe lo que
conlleva satisfacer a su esposo, es esencial que averigüe.
Si una mujer conoce las necesidades sexuales de su esposo pero no
puede satisfacerlas por un período de tiempo, el esposo tiene la
capacidad de ofrecer la gracia que ella necesita. Si usted estuviese
enferma o bajo estrés emocional o está tratando con un dolor sexual
del pasado o algún otro asunto, entonces un breve receso en lo sexual
es a menudo apropiado. Pero sólo por un breve tiempo. La Escritura es
clara: “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de
mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y
volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de
vuestra incontinencia” (1 Corintios 7:5).
Si su esposo está luchando en alguna área de su vida, entonces usted
necesita amarle de forma sacrificada, poniendo sus propias
necesidades a un lado por un tiempo. Hay momentos en que el esposo
no inicia la intimidad sexual o no responde a las necesidades sexuales
de su esposa. Puede que esté experimentando algún dolor físico

114
(dolores crónicos o problemas después de una operación quirúrgica),
dolor emocional (depresión o ansiedad), o estrés. Si un hombre se
halla perdido en su propia vida, puede que experimente o un aumento
de su deseo por el sexo o un decaimiento de su necesidad de intimidad
sexual. Es frecuente que los hombres experimenten algunos de estos
momentos intermitentes de impotencia o problemas a largo plazo sin
poder obtener o mantener la erección. Las investigaciones recientes y
los medicamentos han acelerado el tratamiento de esta condición, y
una visita al médico puede ser de mucho valor, pero la respuesta suya
para con su esposo durante esos momentos es vital. Nuevamente, la
mejor regla general es conocer a su esposo. Conozca las necesidades
que él menciona y las que no menciona también.
Los esposos y las esposas deben estar siempre dispuestos a
sacrificadamente privarse de su necesidad sexual para alcanzar una
meta superior durante los tiempos difíciles... siempre y cuando haya
mucha comunicación y entendimiento. Si existe dolor o conflicto,
entonces tómense el tiempo para solucionarlo. Pero uno no puede
estar mucho tiempo sin intimidad sexual sin causarle algún daño a la
relación. A medida que pasa el tiempo y las necesidades del esposo o
la esposa no son satisfechas, el cónyuge que ha sido descuidado puede
sentirse tentado a tomar rutas alternativas para satisfacer esta
necesidad. Pese a que esto nunca será una excusa para el pecado que
consiste en satisfacer las necesidades sexuales fuera del matrimonio,
los riesgos para una pareja son demasiado grandes como para que
sean ignorados.

Comprométase a satisfacer las necesidades de él


La sexualidad de su esposo está tan ligada con su masculinidad que a
medida que usted se llegue a él y satisfaga su necesidad de intimidad
sexual, estará afirmando la masculinidad que Dios le ha dado. Tal y
como Barb ha hecho en nuestro matrimonio, ella ha estimulado la
pasión dentro de mí y un compromiso creciente a servirla. Así que, al
concluir este capítulo, le desafío a que se comprometa a satisfacer las
necesidades de su esposo en esta área de intimidad sexual. Pero no
limite este compromiso al silencio de su propio corazón; cuéntele a él
sobre su gran deseo de animarle sexualmente. ¡Dígaselo! ¡Y entonces
hágalo!2
Ahora, permítame ofrecerle algunas sugerencias sobre formas en las
que puede demostrar su compromiso hacia una intimidad sexual con

 Llame a su esposo durante el día y dígale que él es el único y


su esposo:

que no puede contenerse para tener un interludio con él en el


momento oportuno.

115
 Déjele notas (siempre en lugares discretos: su portafolios, en su
equipaje cuando viaje, en la bolsa de su almuerzo, en su


agenda) para estimular la pasión.
Recuérdele que usted está comprometida a satisfacer sus
necesidades así como también que usted necesita que él se
comprometa a satisfacer sus necesidades de intimidad, tanto


emocionales como sexuales.
Pregúntele en qué aspecto él necesita que usted sea una mejor
estudiante de él y dónde ambos necesitan “volver a la escuela”
en lo que se refiere al desarrollo de su relación sexual. ¡Esto


estimulará grandes conversaciones!
No olvide que hay pocas cosas que afirmen a su esposo tanto
como cuando usted inicia, inicia, e inicia momentos de intimidad


sexual.
Dígale que usted se siente atraída hacia él cuando le ve servirle
al pasar tiempo con los niños, y apenas puede esperar para


pasar un tiempo en privado con él más tarde.
A medida que lo vea crecer en su vida espiritual en oración, o
leyendo la Palabra, o compartiendo las verdades espirituales con
usted, déjele saber este secreto: que como su esposa, usted se
siente alimentada y segura en el liderazgo espiritual de él y eso


hace que usted quiera acercarse a él sexualmente.
Coquetee y juegue con su esposo. Barb y yo hemos estado
casados desde 1975, y jugamos más ahora que cuando éramos
recién casados. Cuando las personas nos comentan sobre esto, a
menudo decimos que es porque nos sentimos seguros el uno con
el otro y estamos comprometidos a edificar el cimiento de
nuestro matrimonio sobre la Roca. Esto nos permite jugar y
divertirnos, disfrutándonos mutuamente. A medida que
fortalezcan su matrimonio y se sirvan mutuamente, aumenten


su coqueteo.
¡Estimule el fuego romántico de su matrimonio! Barb y yo
disfrutamos del romance más y más cada año que pasa en


nuestro matrimonio.
Recuerde que su esposo responde al estímulo visual. En este
aspecto, use su imaginación en la seguridad y privacidad de su
relación matrimonial.

Nunca es demasiado tarde


Martín y Lila han estado casados por más de quince años. Al comienzo
de su relación el sexo era algo grandioso. Lila le decía a su amiga
íntima, -No puede quitarme las manos de encima cuando llega a casa.-
Lila estaba tanto halagada como también molesta por el hecho que
Martín parecía inclinar mucho su relación hacia el lado del sexo.

116
Sin embargo, cuando comenzaron a tener hijos, como nos pasa a la
mayoría, se dieron cuenta que el sexo pasó a un segundo plano,
debido a la educación de los hijos, el trabajo, y los asuntos de la vida
diaria. Lila no estaba muy preocupada con respecto a su cada vez
menos frecuente relación sexual. Algunas veces, de hecho, al final de
un largo y agotador día, se sentía aliviada de que Martín sencillamente
se diera vuelta en la cama y se durmiera. Pero sí extrañaba lo que
para ella era “el romance” de su vida matrimonial al principio y se
preguntaba si volverían a experimentar esa vibrante relación
nuevamente. Para satisfacer esa necesidad, comenzó a leer novelas
románticas y a vivir a través de las heroínas. En vez de buscar tiempo
para tener momentos íntimos con su esposo, ella se hallaba
fantaseando con extraños altos, morenos y atractivos.
Martín también extrañaba la relación que habían tenido al principio de
su matrimonio. Le hacía falta tanto la intimidad sexual como la
espontaneidad que tenían para hacer el amor. Es verdad que él no
siempre tenía energía al final de un largo y estresante día en la oficina.
Pero a menudo se sentía dejado a un lado, aislado por la preocupación
de Lila con los niños, la casa e incluso sus amigas (parecía que ella
siempre tenía tiempo para ellas.) Y cuando sí lograba llegarse a ella
sexualmente, la mayoría de las veces ella no respondía a sus avances.
Martín se halló al tiempo alejándose y distanciándose de una
verdadera intimidad con Lila. Cuando los compañeros de su grupo de
“rendir cuentas” le preguntaron si estaba “limpio,” él decía que sí, pero
no estaba siendo honesto. Debido a que su trabajo lo llevaba a viajar
mucho, la tentación se acercó en forma imperiosa. Después de muchas
noches solitarias y sin la protección de un matrimonio saludable,
Martín dejó a un lado sus votos matrimoniales. Comenzó mirando
películas para adultos en el hotel y luego se extendió a navegar
buscando sitios pornográficos en Internet. La curiosidad pronto se
transformó en un quebrantamiento moral total.
Cuando la pornografía dejó de satisfacer sus necesidades, comenzó a
visitar “clubes de caballeros” cuando estaba de viaje. El dilema, tal y
como se había convencido a sí mismo, era que su vida sexual nunca
sería mejor en su hogar, y como ya había llegado tan lejos, le era fácil
avanzar a una serie de encuentros sexuales. Erróneamente pensó que
la falta de sexo era la razón de que su corazón se sintiera tan vacío.
Todas estas malas decisiones le hicieron olvidar que él nunca estaría
satisfecho fuera de una relación íntima y obediente a Jesucristo... y
una relación honesta y abierta con Lila.
Todo este asunto estalló el día que Lila encontró un recibo de la tarjeta
de crédito de Martín, había sido usada en un salón de masajes. Luego
que ella pidió el divorcio, terminaron viniendo a mi oficina, buscando
por lo menos una oportunidad de salvar su matrimonio.

117
-¿Cómo pudo deteriorarse tanto lo nuestro?- Cuántas veces he
escuchado esa pregunta. Y la respuesta no se encuentra en el “juego
de la culpa.” Este tipo de dolor es la consecuencia de la dureza de dos
corazones, hacia Dios y mutuamente. Cuando eso sucede, todo es
posible. Este matrimonio parecía destinado a terminar en tragedia;
otro hogar más que va rumbo a la destrucción. Pero Martín y Lila
lograron vencer los tenebrosos pronósticos.
¿Cómo?
Comenzó con Lila.
Dios quebrantó su corazón y la convenció que ella tenía que amar y
perdonar a su esposo. Pese a que tenía todo el derecho de estar
enojada y de alejarse, siguió el principio bíblico que ha sobrevivido la
prueba del tiempo en un sinnúmero de parejas: “Finalmente, sed
todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición
por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis
llamados para que heredaseis bendición” (1 Pedro 3:8-9).
Puede que algunos digan: -Espere un minuto, Gary. ¿Me está diciendo
que ella volvió a recibirlo? Él sólo merecía que lo echara de la casa,
merecía quedarse fuera del hogar. Incluso Dios mismo dice que una
mujer o un hombre cuyo cónyuge ha cometido adulterio puede quedar
libre de la unión matrimonial.-
Tiene razón. Martín no se merecía el perdón de Lila ni su disponibilidad
de volver a recibirle. Él merecía quedarse fuera, solo.
Pero Dios tenía un plan diferente.
Cuando Lila fue a Dios con su quebrantamiento, y le pidió que hiciera
una obra en su corazón, Martín vio algo tan sobrenatural como
respuesta en la vida de ella que no pudo resistir el deseo de Dios de
obrar también en su propia vida.
El Espíritu Santo convenció a Martín del engaño y las mentiras de su
vida, y Martín enfrentó la verdad: él se había aislado, no solo de Lila y
de sus hijos, sino también de Dios. Cuando sus “pecados lo
descubrieron,” él reconoció que tenía que elegir. Podía continuar
alimentando su lujuria y una vida de engaño, o podía confesar su
pecaminoso corazón a su Padre celestial y comenzar a experimentar la
gracia y el perdón que sólo puede venir de nuestro Señor. Gracias a
Dios, Martín escogió permitir que Él obrara su voluntad. Humillado y
quebrantado, Martín comenzó a buscar la sanidad de Dios para su
propia vida.
Entonces, juntos, Martín y Lila comenzaron a trabajar a través de los
dolorosos pasos de enfrentar lo que habían hecho mal. Lila reconoció
su propia responsabilidad en su relación resquebrajada. Si bien Martín
era 100 por ciento responsable de sus elecciones y acciones
pecaminosas, ella era responsable por ser negligente, por el rechazo y

118
la indiferencia hacia él. Ella también vio cómo se había vuelto a
caminos insalubres de fantasías románticas para satisfacer sus
necesidades.
La voluntad de Lila de aceptar a Martín nuevamente fue una verdadera
expresión de amor incondicional y aceptación. También se
comprometió a entender las necesidades de Martín referentes a la
intimidad sexual y a descubrir cómo satisfacerlas.
Martín y Lila aún tienen mucho camino por recorrer, pero son la
prueba viviente de que Dios es el Dios de la segunda oportunidad, y la
tercera... y la cuarta y... él demuestra una y otra vez que es fiel.
Una relación sexual satisfactoria y vibrante es parte del plan de Dios
para un matrimonio espectacular. Es por eso que cuando un hombre y
una mujer se comprometen a la unidad en su matrimonio, su relación
sexual sólo se pone mejor. Una relación sexual vibrante es el resultado
de una vida y un matrimonio saludable y satisfactorio.
¡Así que disfrute de su esposo! Afírmele. Consiga alcanzarlo. Estúdielo
a él y a sus necesidades. Comuníquele su amor y pasión por él. Y
experimente profundo placer en la seguridad de su relación
matrimonial.
¿Necesita tener el gozo de la intimidad sexual restaurado en su
matrimonio? Dé el primer paso. Satisfaga a su esposo, no hasta la
mitad, sino por completo. (Y a todos los esposos que están
curioseando en este capítulo les digo que hagan lo mismo. En eso
consiste el liderazgo servicial.)
El diseño de Dios para el matrimonio es siempre el mejor.
1
Si esta es un área de necesidad en su matrimonio, le sugiero que le
dé un vistazo a mi libro Dr. Rosberg’s Do-It-Yourself Relationship
Mender (Wheaton, Ill, 1995) para aprender cómo cerrar esos abismos
de conflictos no resueltos.
2
Este deseo y compromiso no significan que usted debe participar con
su esposo en una actividad sexual con la que no se siente cómoda. Los
esposos y las esposas deben comunicarse claramente sus propios
deseos, así como también su propio nivel de confort y los límites
cuando se trata de la intimidad sexual. Pero yo siempre aliento a las
parejas a que tengan estas discusiones fuera de lo que son los
momentos de intimidad sexual.

119
CAPÍTULO 4
Intimidad – Las mujeres deletrean intimidad así: H-A-B-L-A-R
La necesidad de amor #2 de la esposa
“Acércate a mí.”

Barb le habla a los esposos

Carlos es un ex piloto de la fuerza aérea. Él sabe lo que quiere y hace


sus planes para conseguirlo. Hoy no es la excepción. En camino de
regreso a casa conduce su automóvil y se siente muy bien, silba y
sueña acerca de su “plan de amor.”
Dejaré el auto en el garaje, caminaré hacia la casa y desataré mi
corbata. Dejaré mi maletín, me relajaré un rato, haré el amor con
Débora, me pondré ropa deportiva, jugaré un poco al básquetbol,
tomaré el control remoto, miraré algunas noticias, y luego cerraré mis
ojos por unos minutos antes de cenar.
Cuando Carlos llega a su hogar, entra por la puerta trasera, Débora lo
mira y sus ojos se encuentran. Sus ojos traspasan los de ella con “esa
mirada.”
Durante todo el día, Débora ha estado tratando de lidiar con dos niños
preescolares. Sus conversaciones se centraron en una criatura de
ficción color púrpura que se llama Barney, y tuvo que lidiar además
con varias catástrofes: la manguera del lavarropas se rompió, los
niños derramaron jugo de uva sobre la alfombra color crema, el gato
había arañado a uno de los niños, y la madre de Carlos había llamado
diciendo que iría a visitarlos por una semana.
Esa “mirada” en los ojos de Carlos fue la gota que derramó el vaso.
Puso a Débora al límite. Carlos ya no era la compañía y el consuelo

120
que había anhelado durante todo el día. Él ahora era... el enemigo. Su
mirada, ese guiñar de ojos le estaba enviando varios tipos de
mensajes a ella: -Permíteme tomar cada partícula de energía que aún
te queda.- -Permíteme que tome todo lo que tienes y que te deje sin
nada.- -Déjame ser como todos los demás y pararme en la fila para
tomar, tomar y tomar.-
Débora levantó sus manos hacia el aire y gritó, -No, no ahora.-
Entonces salió abruptamente de la cocina y fue a la sala de estar para
sentar sola por primera vez durante todo el día. Normalmente ella es
una persona fuerte y resistente, pero ese día tuvo que contener sus
lágrimas. Su tanque de gasolina indicaba que estaba mucho más que
vacío.
Carlos pensó mientras suspiraba, -Aquí se terminó el “plan de amor”
maestro que traía. Pero en lugar de acusar a Débora por reaccionar
así, caminó hacia la sala de estar y se sentó junto a ella en el sofá.
-Cuéntame sobre tu día, Débora,- le dijo mientras gentilmente la
tomaba y colocaba su brazo alrededor de ella.
-Realmente no tenía idea que ser madre sería tan difícil, Carlos. Estoy
tan cansada de cereales y salsa de manzana. Extraño poder conversar
con personas adultas y tener una conversación que no sea
interrumpida por discusiones y libros para pintar. La casa está en
desorden. Voy de cuarto en cuarto recogiendo cosas, y apenas me
salgo de la vista de ellos entonces comienzan a tirar más cosas. Siento
como que nunca estuviera por encima de la situación.-
Lo que Débora necesitaba en ese momento por parte de Carlos era la
seguridad de poder descargar algo del estrés que se había estado
acumulando en ella durante el día. Y como Carlos conocía a su esposa
tan bien, sabía que en ese momento ella necesitaba conectarse con él,
así que se sentó y la escuchó. A medida que descargaba, él se
concentró totalmente en ella. Luego, después que ya se había
desahogado y quedo más tranquila, él la besó en la frente y le dijo que
se relajara. Entonces fue a la cocina, se arremangó la camisa, vació el
lavaplatos que tenía platos ya limpios y puso los platos sucios que
estaban sobre el mostrador.
Cuando terminó eso, se asomó por la cocina y dijo: -Débora, sé que
tuviste un día muy exhausto. Simplemente siéntate un rato. Voy a
jugar un poco con los niños afuera.-
La sensibilidad de Carlos y su disposición de entrar en acción y
compartir las tareas de la casa no solo validaron la necesidad de
Débora, sino que también aligeraron su carga. De esa manera ella
tuvo tiempo para sí, para poder llenar su tanque vacío.
Luego de cenar Carlos todavía mostraba ternura, asegurándose de que
ella estuviera mejor. -¿Cómo te sientes? ¿Puedo traerte algo?- le
preguntó en cierto momento. También tomó su mano y le dijo: -sé lo

121
duro que trabajas por nuestra familia, y quiero que sepas lo mucho
que aprecio todo lo que haces por los chicos y por mí. Puede que no
pienses así, pero sé que eres la mejor madre del mundo para nuestros
hijos. Me fascina mirarte cuando estás con ellos.-
Débora abrazó a Carlos y le dijo: -Gracias cariño.-
Cuando llegaron las noticias de las diez de la noche, Carlos apagó el
televisor, se levantó de su sofá, cerró la puerta, apagó las luces y
subió las escaleras para dormir antes de comenzar un nuevo día de
trabajo. Pero al abrir la puerta de su dormitorio, vio el brillo de la luz
tenue de un candelero y a Débora sonriéndole desde debajo de las
sábanas.
-La noche es joven, Carlos,- le dijo ella.
Carlos ya no se sintió cansado.
Así que, ¿logré captar su atención muchachos? Si bien los hombres
enlistaron la intimidad sexual como su necesidad de amor número dos
en el matrimonio, las mujeres indicaron que la intimidad emocional es
su segunda necesidad de amor más importante.

Los hombres y las mujeres están hechos en forma diferente


Tal y como Gary le dijo a su esposa en el capítulo anterior, los
hombres deletrean intimidad así: S-E-X-O, y las mujeres la deletrean
así: H-A-B-L-A-R. ¿Qué tan cierto es esto para usted? Si usted es
como la mayoría de los hombres, cuando usted escucha la palabra
intimidad, piensa en una experiencia física y pasional. Pero cuando su
esposa escucha la palabra intimidad, piensa en la conexión emocional
y en la comunicación.
Dios ha hecho al hombre y a la mujer en forma bastante diferente. El
impulso sexual que usted tiene está conectado a sus ojos, usted se
excita visualmente. El impulso sexual de ella está conectado a su
corazón; ella se excita sólo después de sentir la cercanía emocional y
la armonía.
Usted puede separar el sexo de todo lo demás en su vida, mientras
que su esposa ve que todas las cosas están conectadas entre sí.
Usted se siente menos masculino si su esposa se resiste a sus avances
sexuales. Su esposa se siente como una máquina si no experimenta la
intimidad sexual como algo que fluya de la intimidad emocional.
La palabra intimidad viene de una palabra latina que significa “lo más
profundo.” El significado que esto tiene en nuestra relación
matrimonial es que compartamos nuestros pensamientos internos,
nuestros sentimientos, espíritu y verdadero yo al punto de quedar
vulnerables. Tanto los hombres como las mujeres necesitan sentirse
seguros en este compartir, y confiados del apoyo de su cónyuge. Este
apoyo se logra escuchando, mostrando empatía, y también mediante
la oración y la confianza. Generalmente, el compartir y el apoyarse

122
deben estar en su lugar antes de que una mujer se entregue
físicamente en una unión sexual.
Como dijimos antes, la gente ve la intimidad en forma diferente. Por
ejemplo, la perspectiva de Esteban es que la intimidad consiste
solamente en el sexo. Cuando mira a su esposa, Gina, su refrán es
“Hagámoslo.” La respuesta de Gina hacia Esteban es “Ni se te ocurra.”
Ella insiste en que Esteban debe entender y respetar el corazón y la
mente de ella antes de iniciar la relación sexual.
Para Brenda, el procurar la intimidad con Sebastián es una rica
experiencia cuando realmente se abren mutuamente y comparten sus
pensamientos profundos. Los primeros diez años de su matrimonio
fueron bastante duros debido a que Sebastián no entendía cómo es
que Brenda fue hecha. Él pensaba que ella tenía la misma perspectiva
de la intimidad que él. Sólo recientemente Sebastián ha entendido lo
satisfactorio que es un tiempo para hablar para su esposa.
Carla tiene una personalidad fuerte, es extrovertida. Para ella la
intimidad es tener sexo con su esposo, y a ella le molesta que Juan
siempre quiera hablar. Carla fácilmente puede tornarse controladora y
crítica. Es por eso que Juan tiene la fuerte necesidad de hablar como
preparación para los momentos de intimidad; la comunicación con ella
crea seguridad en el matrimonio, afloja el control que ella tiene, y los
coloca en el mismo lugar. La forma en la que Juan piensa es
representativa de cómo la mayoría de las mujeres ven la intimidad, lo
cual puede ayudarle a usted a entender las necesidades de su propia
esposa de forma mejor.
Los hombres, por naturaleza, son criaturas que pueden poner las
cosas en diferentes compartimientos. Hablando en forma figurada,
usted ve su trabajo, su familia, sus pasatiempos y su recreación como
cajas separadas. Una caja sería su desayuno. El que tenga
desacuerdos con su esposa es otra caja. Pasa su día trabajando y para
usted eso es otra caja. Los hombres viven día en cada caja por
separado, sin que se interconecten.
¡Las mujeres son totalmente diferentes! Podemos realizar las mismas
actividades, pero cada caja tiene una conexión invisible y emocional
que las vincula a todas. Todas las áreas se relacionan. Nuestras
emociones están conectadas a nuestros pensamientos, nuestros
corazones, nuestras mentes y nuestros cuerpos. Cuando una caja se
afecta, existe una reacción en cadena que por último afecta nuestro
espíritu. Por ejemplo, si su esposa ha tenido un día difícil con los niños
o con una compañera de trabajo, su tanque emocional estará agotado.
Como resultado, su energía física puede haber disminuido también, y
puede que necesite alejarse un poco para reabastecerse. Su
maternidad o su trabajo están conectados con su caja emocional, la

123
cual está conectada a su caja de energía, que a la vez está conectada
a su caja de relaciones.
¿Se ha dado cuenta de lo rápido que su esposa puede recordar una
desilusión que tuvo hace tres años? Es por eso también que puede
recordar exactamente la última vez que usted le dio flores. Los
eventos en la vida de la mujer están cuidadosamente entrelazados.

Entendiendo la necesidad de intimidad emocional de su esposa


Los Cumplidores de Promesas y otros grupos más han hecho un
trabajo notorio en lo que se refiere a educar a los hombres sobre las
diferencias entre ellos y las mujeres. Los hombres generalmente salen
de esas conferencias sabiendo que las mujeres tienen necesidades que
son exclusivamente femeninas, y muchos de estos hombres se
comprometen a satisfacer las necesidades de sus esposas. El problema
es que conocen su destino, pero les falta el mapa que les diga cómo
llegar allí. Espero que cuando usted termine este capítulo, pueda tener
el manual de la intimidad emocional en su mano y en su corazón. Pero
primero me gustaría que escuche lo que algunas mujeres tienen que
decir sobre el tema.
Gary y yo estábamos llevando a cabo una conferencia matrimonial de
una semana de duración en un crucero, cuando informalmente invité a
las mujeres a que nos reuniéramos un día para una discusión sobre la
intimidad emocional. A la siguiente mañana, todas las mujeres se
presentaron a esa reunión.
-¿Cómo les afecta cuando sus esposos no reconocen su necesidad de
intimidad emocional?- les pregunté.
Una mujer comenzó a decir: -Cuando mi esposo entra con esa “mirada
de amor” en sus ojos-
-¿Mirada de amor o lujuria?- interrumpió otra mujer.
Todas se rieron para aliviar la tensión de hablar sobre este tema
delicado. Entonces la primera mujer prosiguió.
-Mi respuesta inicial es desilusión: Oh, todo lo que quiere es sexo. Me
siento desilusionada porque sé que mis necesidades emocionales no
serán satisfechas.-
La intimidad emocional es tan rica, tan gratificante para una mujer. No
reemplaza la necesidad de sexo, pero para ella, la necesidad
emocional es tan intensa como la necesidad física. Y cuando esa
necesidad es satisfecha por su esposo y apoyada a través de un
significativo D-I-Á-L-O-G-O, es mucho más fácil para ella poder
trasladarse rápidamente hacia el plano sexual.
¿Pero qué pasa si eso no sucede? Puede que usted no se dé cuenta,
pero cuando muestra su desilusión porque su esposa no le responde
sexualmente, usted envía un mensaje no verbal que puede ser
escuchado así: -Oh no. ¿Me estás diciendo que debo escucharte antes

124
de usarte?- Puede que eso suene grosero, pero es así como sus
avances sexuales pueden hacer sentir a su esposa. La mujer tiene la
necesidad dada por Dios de estar conectada emocionalmente, pero si
esa necesidad no es reconocida o si es irrespetuosamente
menospreciada, ella siente que su esposo está únicamente usándola
para satisfacer sus propios deseos sexuales.
-Quiero que mi esposo me trate como a uno de sus clientes,- dijo otra
mujer en el grupo. –Él es el principal vendedor, y les da a sus clientes
el mejor servicio que usted pueda imaginarse. Cuando él hace eso
conmigo, cuando me muestra interés en lo que digo y me mira
directamente a los ojos siguiendo mi conversación, ¡me siento
increíble!
-Sí,- dijeron a coro las demás mujeres, asintiendo con su cabeza y
aprobando con sus palabras.
Una mujer cuyo esposo es un agente de viajes dijo: - La mente de mi
esposo es brillante. Él trabaja con cientos de personas, y pese a eso
puede decirle cuál de sus clientes prefiere los asientos del pasillo y
cuál prefiere junto a la ventana. Algunas veces deseo que recordara
mis preferencias con la misma claridad.-
Todas estuvieron de acuerdo en que después de todo un día de
trabajo, tanto los hombres como las mujeres están cansados y
exhaustos. Pero cuando el esposo pareciera reservar toda su atención
para su trabajo y no muestra ninguna atención a su esposa, ella no se
siente amada. Cuando eso sucede, en lugar de tener una respuesta
sexual y amorosa por parte de la esposa, él correrá el riesgo de estar
en continuo desacuerdo con ella. Obtendrá ira en vez de cariño.
Deje de darle a su esposa las sobras al final del día, y comience a
tratarla con el tipo de atención que usted le reserva a sus mejores
clientes. ¡Los resultados le sorprenderán!
¿Ha tenido alguna vez una conversación con su esposa en la cual usted
balbucea, -Sí querida... Te entiendo cariño... Claro mi dulce,- pero si
ella le preguntara qué le acaba de decir usted difícilmente podría
hacerlo? La necesidad de la mujer de hablar se ha transformado en
material estándar para hacer bromas, pero no es ninguna broma. Para
muchas mujeres, el hablar es una forma de obrar por medio de los
pensamientos, sentimientos, ideas, y problemas. Es la forma en la que
fuimos hechas, y es una construcción sólida. Obviamente, tal y como
la forma en que usted fue hecho, puede haber un cortocircuito algunas
veces. Pero más allá de todo, es una forma positiva de expresar y
procesar sus pensamientos y emociones. Sea sabio: escúchela y
acérquese a ella. Eso les acercará mutuamente como pareja.
Algunas veces, el escuchar y procesar los temas puede parecer de
todo menos algo lógico para usted. Como en esos momentos en que lo
que comenzó como una tranquila discusión sobre un tema familiar

125
termina poniéndose tenso. Pese a que ambos, el esposo y la esposa,
estén de acuerdo lógicamente en el problema (no tener suficiente
tiempo familiar, por ejemplo) puede que encaren el tema desde dos
perspectivas emocionales diferentes. Él quiere llegar a la raíz y
resolver el problema rápidamente. Cuando no escucha y no intenta
entender la perspectiva de ella, el rostro de la esposa cambia,
comienza a sentir cosquilleo en su estómago y sus emociones
comienzan a exaltarse. Enojada y herida ella se sale de las casillas, y
él contesta de igual forma. Entonces él decide que la confrontación no
los lleva a ningún lado, así que se da vuelta y se va, mientras que ella
se quebranta en lágrimas al borde de la cama.
Esta no es una escena imaginaria. Sandra y Douglas estaban en esta
misma situación. Y cuando él se daba vuelta para irse, ella le gritó, -
¡Douglas, vuelve aquí! Estamos edificando una pared entre nosotros y
debemos resolver las cosas, ahora.- Cuando una mujer está herida,
quiere sentirse entendida y por lo tanto, ligada a su esposo.
¿Sabe qué fue lo que hizo Douglas en ese momento? Se dio la vuelta y
sin decir una palabra caminó hacia Sandra, la levantó de la cama y la
abrazó. ¿Qué hizo ella? Se aferró a él como a la vida misma. Ella sabía
que en ese mismo momento estaban peleando para mantener la
unidad, que es el resultado de dos corazones que se unen luego de
haber atravesado el dolor.
Con demasiada frecuencia las parejas claudican cuando están en
conflicto y permanecen en un aislamiento crónico. Ese día en
particular, mientras Douglas y Sandra se abrazaban, se sentían
emocionalmente exhaustos. Pero una vez que atravesaron la dificultad
y se comunicaron (quiero decir que realmente se escucharon y
entendieron mutuamente) experimentaron la más intensa intimidad
emocional que una pareja puede compartir.
La intimidad emocional no viene cuando un lado abandona su posición
o cuando finalmente se pone de acuerdo. Para una mujer, la intimidad
viene cuando su punto de vista fue valorado, escuchado y entendido.
Esto la conecta con la parte más profunda de su alma.

 Su esposa necesita experimentar cercanía emocional.


Permítame recapitular aquí.

 Su esposa necesita sentirse escuchada y entendida.


 Su esposa necesita sentir que ella es su principal cliente.
 Su esposa necesita su atención completa.
 Su esposa necesita que usted le demuestre respeto como

 Su esposa necesita sentir que está por encima de otras


persona

 Su esposa necesita saber que es de valor para usted.


personas.

126
¿Qué sucede cuando la necesidad de intimidad de su esposa no es

satisfecha?

Si usted no satisface la necesidad de intimidad emocional de su


esposa, habrá de dejarla vulnerable. Puede que ella se aleje de usted o
que no se sienta con libertad de responder a usted sexualmente.
Finalmente, ella puede comenzar a buscar en otros lugares para lograr
que sus necesidades sean satisfechas.

Se alejará
Una señal de que su esposa puede estar sedienta de intimidad
emocional es cuando ella se aparta.
-¿Qué te sucede, cariño?- pregunta Ricardo.
-Nada,- contesta ella.
¿Qué hice ahora? Piensa él para sí mismo. ¿Qué nos está sucediendo?
Ricardo conoce esa pared invisible muy bien. La pared que María
construye ladrillo a ladrillo cuando la relación entre ellos no ha sido la
prioridad de él. Esto sucede generalmente cuando han tenido muchas
actividades. Él tiene que estar fuera mucho tiempo o es distraído por
otros temas, y ambos no tienen tiempo para hablar. María comienza a
alejarse a ese lugar dentro de ella que está guardado y es estricto.
Es muy probable que María esté herida por la falta de conexión de su
esposo para con ella en los momentos de diálogo. Ella no sabe a dónde
llevar todos esos temas reales que necesita compartir, así que los
guarda dentro de sí, los entierra vivos, si usted así lo quiere.
Cuando usted siente que la pared de su esposa está subiendo, sabe
que algo está muy mal. Desde la perspectiva de la mujer, significa que
su esposo no representa una seguridad sino mas bien una amenaza. Y
si esto permanece así, con el tiempo pueden terminar como dos
extraños que coexisten bajo el mismo techo, compartiendo las mismas
comidas y la misma cama, pero con una pared que los separa
emocionalmente.
Mire a la persona que encuentra frente al espejo y hágale la difícil
pregunta: -¿Qué he dicho o hecho para contribuir a la pared que mi
esposa ha edificado?-
La mayoría de las veces, la mujer se alejará para protegerse a sí
misma si ella ha sido amenazada por algo que usted esté haciendo o si
ella se siente verbalmente atacada. Cuando sus palabras son positivas,
estas fortalecen el fundamento mismo del matrimonio. Pero si sus
palabras son de crítica, duras y destructivas, su esposa se retirará
para protegerse a sí misma. Si usted en contrapartida la lastima, o la
menosprecia, entonces sepa que le estará arrojando ladrillos que

127
lastimarán su corazón; puede que entonces ella tome esos ladrillos y
continúe edificando la pared.
Tome la iniciativa y encare el dolor. Hágase responsable por el tono de
la relación, y vuelva a encarrilarse, especialmente si es culpable de
haber contribuido al dolor.
Si ve alguna de las siguientes señales de dolor, puede que su esposa
se esté alejando, aislando y protegiéndose a sí misma para no ser

 ¿Su esposa parece estar distraída?


herida:

 ¿Mantiene una relación distante con usted?


 ¿Está invirtiendo más tiempo del usual en el trabajo o en otras

 ¿Está demasiado ocupada para tener intimidad con usted?


actividades?

 ¿Evita pasar tiempo a solas con usted?


 ¿Parecería como que los niños tienen una prioridad más alta que
la suya?

Una mujer puede esconderse detrás de una pared, o puede ir


manteniéndose ocupada con un calendario personal que no tenga el
nombre de usted escrito. Cuando una mujer parece fría y congelada
emocionalmente, algunos hombres cometen el error de intentar quitar
rápidamente esa actitud de ella y “hacerla que se enderece.” Le
aseguro, esta no es la forma de ganar a su esposa nuevamente. Si
usted la intimida por medio de la ira, el enojo o las demandas, ella se
alejará aún más. Permanecerá encerrada y congelada.

No sentirá la libertad de responderle sexualmente


Una segunda señal de que las necesidades emocionales de su esposa
no están siendo satisfechas es que ella puede no responderle
sexualmente. Cuando las esposas se resisten a los avances sexuales
de los esposos, estos tienden a interpretar esa resistencia como
rechazo. A menudo, la resistencia de ellas no es rechazo, sino una
señal de que puede no estarse sintiendo segura y que no puede pasar
por encima de un conflicto que ambos están teniendo.
Miguel es un adicto al trabajo, y tiene éxito en el mismo. Él avanza en
lo que son conquistas, ya sea de personas o de acuerdos. Quince
horas de trabajo diarias lo consumen. Está orgulloso del estilo de vida
que le ha proporcionado a su esposa Paula. Después de todo, él ha
alcanzado el sueño americano de tenerlo todo: una casa grande en
una comunidad selecta, un garaje para tres autos con dos autos
nuevos en el mismo, y vehículos para la nieve para él y para ella.
Pero lo que se define como éxito en la industria no se define de la
misma forma en el hogar. El trabajo que provee todos los juguetes no
es más que “la otra mujer” a los ojos de Paula; el trabajo es la amante

128
que le está robando la atención de su esposo. Ella ha sido desplazada
de la agenda diaria que él tiene.
Cuando las puertas del dormitorio matrimonial se cierran, apartándoles
del resto de la casa, las dos personas que quedan dentro se cierran
también el uno al otro. Miguel puede conquistar cosas en su trabajo,
pero no la está conquistando a ella. Si realmente se preocupara por
ella, estaría tan deseoso de pasar tiempo con ella como lo está
respecto a pasar tiempo en su trabajo. La mayoría de los días él está
tan agotado para el momento en que llega a la casa que no tiene
energía emocional para satisfacer las necesidades del corazón de ella,
y Paula responde rechazando sus avances sexuales.
Miguel trata de comprar su afecto, llevándola a las mejores
habitaciones de hotel cuando viajan, permitiéndole que gaste todo el
dinero que quiera, pero obtiene muy poco a cambio. Él siente como si
estuviese tratando de “enamorar a una piedra.” Pero Miguel no se da
cuenta de que más cosas no satisfacen el corazón de una mujer. Lo
que Paula necesita es una relación que le conecte con su esposo. Ella
le ama y quiere una vida ligada a la de él. Ella no quiere ser la mujer
que está fuera de todos los demás acuerdos. Si un hombre quiere
tener relaciones sexuales grandiosas con su esposa dentro de las
puertas de su dormitorio, debe buscar la forma de relacionarse con
ella fuera de dichas puertas.

Ella puede buscar en algún otro lugar para satisfacer sus


necesidades
Una tercera consecuencia de que su esposa no satisfaga su necesidad
de intimidad emocional es que pueda involucrase con otro hombre.
Este sería el peor de los casos, pero sucede. Si una mujer no es
entendida y amada, y su necesidad de intimidad emocional no es
satisfecha, entonces se vuelve vulnerable a otros hombres que
muestren interés en sus pensamientos y emociones.
Si otro hombre hace que su esposa se sienta cómoda y segura con él,
ya que valorará que comparta sus pensamientos y emociones, usted
puede estar a punto de experimentar problemas. Lo más probable es
que este hombre sea alguien a quien ella encuentra en su vida diaria:
su mejor amigo, un vecino, su jefe, o un socio. Comenzará siendo algo
muy inocente, con unas pocas conversaciones aquí y allá. Cuanto más
compasivo o más empatía muestre, más peligroso se volverá.
Reinaldo y Ana profesan ser cristianos profesantes. Se conocieron en
el trabajo, y fue ahí donde comenzaron los problemas.
Si pudiéramos volver un año en el tiempo y advertirles de la ruina que
proviene de corazones desprotegidos, tanto Reinaldo como Ana
hubieran alardeado: -Bueno, eso nunca nos sucederá a nosotros.
Somos cristianos. Juramos que nunca nos podría pasar.- Pero sí pasó.

129
Todo comenzó en forma muy inocente cierto día en que Ana estaba
vulnerable emocionalmente y comenzó a conectarse con Reinaldo, un
hombre con quien se sentía cómoda de hablar las cosas en su trabajo.
Esta conexión de entendimiento la hacía sentirse tan maravillosamente
bien que quiso tener más y más acceso a la mente de este hombre
espiritual. Con todo, esto nunca hubiera sucedido si la necesidad de
Ana de intimidad emocional hubiera sido satisfecha por su esposo. Ella
ni siquiera sabía que estaba en peligro.
Ana y Reinaldo trabajaban juntos en una oficina en la que la atmósfera
entre los empleados era bastante buena. La gente era abierta con
respecto a sus problemas y voluntariamente se animaban unos a
otros. Pero Reinaldo era un hombre que sobresalía de los demás. Él
realmente se preocupaba por las personas con las que trabajaba y se
entregaba para asegurarse que los demás estaban bien. Él era muy
franco y extrovertido, y a Ana le fascinaba escucharlo. Se sintió atraída
a su personalidad y gradualmente se quedó embelesada con él porque
era un cristiano muy bueno. Ella sentía la ausencia de esas
características en su propio esposo, quien era un cristiano nominal y
un cónyuge no comunicativo. Él rara vez le expresaba abrigo y amor, y
nunca oraba con ella. De hecho, una de las razones por las que Ana
había tomado el empleo era que este le daba la oportunidad de hablar
con otros cristianos.
Un día Reinaldo encontró a Ana llorando. Puso su brazo alrededor de
ella y la consoló. Luego oró por ella. Él, por supuesto, no tenía forma
de saber que el esposo de Ana no estaba satisfaciendo sus
necesidades emocionales básicas. Así que lo que sucedió en los
siguientes minutos tomó a Ana totalmente desprevenida. Mientras
Reinaldo oraba por ella, estaba tocando su vulnerable corazón. Sus
palabras, su calidez, su toque, y su espiritualidad hicieron que algo
dentro de ella se encendiera. Ella sintió intimidad emocional con él ya
que él tuvo acceso a su desprotegido corazón en lo espiritual,
emocional y físico.
Ana comenzó a pensar mucho en Reinaldo. Mientras se vestía para ir a
trabajar en la mañana, pensaba qué podía hacer para que él se
sintiera atraído hacia ella. No podía aguantar las ganas que tenía de ir
al trabajo y conversar con él. Se dirigía hacia la oficina de él por el
problema más pequeño para obtener así su atención. A ella le
fascinaban esos momentos de conexión emocional y con confianza
compartía cosas con él, y usaba cualquier excusa para obtener más de
él. Ella le respondía llegándose a él y tocándole, dando palmaditas en
su brazo mientras hablaban.
Reinaldo pensaba que él era intocable por cualquier otra mujer que no
fuera su esposa, hasta que Ana comenzó a tocarlo en formas muy

130
tiernas. El encanto de ella hacía que se volviera un área gris. Después
de todo eran simplemente amigos, él sólo le estaba ministrando a ella.
¿Cómo es que cosas así le pueden suceder a los cristianos? “Por sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida,”
Proverbios 4:23 nos advierte. Al satisfacer la necesidad de amor de su
esposa con respecto a la intimidad emocional, protegemos
mutuamente nuestros corazones. Una mujer puede crear vínculos
emocionales más fácilmente de lo que un hombre lo hace. Y cuando
una mujer tiene su corazón desprotegido, antes que se dé cuenta, ha
desarrollado una atadura emocional con alguien más además de su
esposo.
No permita que el orgullo y la arrogancia le digan que lo que sucedió
con Reinaldo y Ana no puede sucederle a usted. La etiqueta de
“cristiano” no hará que su matrimonio permanezca intacto. Como
cristianos debemos abandonar todo lo que se interpone en el camino
de seguir a Dios con todo el corazón en nuestros matrimonios.
Comience estando alerta a las banderas rojas que puedan indicar que
su esposa está encontrando satisfacción para sus necesidades
emocionales en otro hombre. Luego trabaje duro para proteger su
matrimonio, asegurándose que usted es el único que satisface las
necesidades emocionales de su esposa completamente.

¿Cómo puede satisfacer la necesidad de intimidad emocional de su

esposa?

Nada satisface la necesidad emocional de una mujer como su conexión


con su marido. Ella confía que usted estará cerca de ella pase lo que
pase (cuando incluso los familiares más cercanos no puedan estar con
ella o entenderla). Y los amigos pueden venir e ir en su vida, pero
usted es su compañero constante, usted está siempre allí con ella.
A manera de ejemplo, desearía que usted se pudiera sentar en mi sala
de estar al final del día y mirara a mi esposo en acción. Gary entra a
casa cada noche deseoso de hablar. No es broma, realmente lo hace.
No importa cómo haya sido su día, él siempre guarda un poco de
energía para mí. Me saluda con un caluroso beso y entonces me
cuenta sobre su día (las conversaciones que tuvo con el equipo de
trabajo, las llamadas telefónicas, las decisiones, lo que estuvo
pensando, etc). Algunas noches podemos hasta sonar como las
noticias de las seis de la tarde, dando el reporte de nuestro día
mutuamente: quién hizo qué, cuándo sucedió, dónde estuvieron, etc.
Pero pase lo que pase, nos involucramos mutuamente, escuchándonos
y respondiéndonos.

131
Nosotras como esposas florecemos al involucrarnos emocionalmente
con nuestros esposos y saber que una es realmente escuchada. Nos
encanta estar en el centro de atención de nuestros maridos. Pero a
ustedes los hombres les fascina tanto como a nosotras.
Frecuentemente, Gary entra por la puerta de atrás, se quita su
chaqueta deportiva y le da vueltas alrededor de la cabeza, entonces
grita: -Nena, tu hermoso perrito está en casa. Vamos a hablar.- Hace
que me desternille de la risa, y entonces se aprovecha del momento y
me hace cosquillas. Tengo que admitir que la risa alivia todas las
tensiones de un mal día para los dos.
Atesoramos nuestro tiempo para compartir al final del día, y eso
establece el tono para toda la noche a medida que permanecemos
conectados. Cuando Gary me muestra su continuo amor y activa
presencia, cuando él abiertamente comparte conmigo todo de todo,
veo su devoción hacia mí, y me siento muy atraída hacia él.
Su esposa será capaz de soportar la mayor parte de las dificultades
que el mundo pueda ofrecer siempre y cuando usted esté a su lado, y
su deseo de ser ese compañero cercano la motivará a darle lo mismo a
usted, al 100 por ciento.
Una mujer está deseosa de escuchar los detalles más pequeños de su
vida, desde lo que comió para almorzar hasta lo que usted estaría
dispuesto a defender con su vida. Ella quiere saber lo que usted piensa
y cómo piensa, y quiere que usted haga lo mismo con ella. ¿Quiere
mantener la química en su relación con su esposa? Pregúntele qué
piensa. A las mujeres les fascina una conversación de ida y vuelta.
Ábrase y cuéntele lo que está pensando y se sorprenderá de lo
regocijante que es eso para ella. Cuando ella le ve creciendo y
desarrollándose, se siente motivada a hacer lo mismo.
¿Recuerda cómo se sentía cuando comenzó a salir con esa joven que
ahora es su esposa? ¿Cómo la llamaba durante el día sencillamente
porque estaba pensando en ella, y porque quería escuchar su voz?
Usted se salía de su ruta para aparecer de pronto y verla en el trabajo
o en su casa. Usted no se distraía cuando hablaba con ella. De hecho,
ambos podían sentarse y hablar por horas. Usted en realidad
escuchaba todo lo que ella decía. Hasta deseaba fervorosamente
descubrir sus pensamientos y opiniones. La conversación era muy
fácil. Usted le contaba todo.
La intimidad emocional era fácil en ese entonces porque sus corazones
estaban siempre conectados. Y ese es el secreto, la raíz: dos
corazones deben estar conectados para experimentar intimidad
emocional. Esa es la forma en la que Gary y yo comenzamos nuestro
día, antes de que siquiera salgamos de la cama. Gary es la persona
madrugadora en nuestra casa, así que generalmente se despierta
antes. Aún estoy medio dormida cuando le escucho susurrarme: -Te

132
amo Barb... te necesito Barb.- Pero lo que me fascina es cuando dice:
-Nena, nena, nena.- Me hace reír cada vez que lo dice, le trae gozo a
mi alma, y es allí cuando yo comienzo a decirle que le amo. Cada día
comenzamos así.
Inténtelo. Antes de salir de la cama en la mañana dele a su esposa un
–Te amo- desde su corazón. Entonces, durante el día llámela desde su
trabajo. No creerá la cantidad de puntos que una sencilla llamada
puede anotar. Hace que una mujer se sienta amada y honrada que
usted se tome un tiempito en medio de todo para hacerle saber que
está pensando en ella.
El esposo de Sonia tiene un elevado puesto de gerente en una gran
compañía de servicio. Con todo, él se toma tiempo por lo menos una
vez al día para llamarla. Algunas veces es para contarle lo que le está
ocurriendo. Algunas veces es para ver cómo le va a ella. Y otras veces
es sencillamente para decir: -Estoy junto a ti. Te amo.-
Este tipo de conexión, de tomarse el tiempo para estar en sintonía
mutuamente provee seguridad e intimidad en la relación. Es parte de
lo que hace que un matrimonio sea grandioso.
Su esposa tiene un intenso deseo de ser emocionalmente transparente
con usted. Ella necesita saber todo sobre usted. No para que ella
pueda poseerle o controlarlo, sino para que pueda experimentar una
verdadera unidad con usted. En eso consiste la intimidad al nivel más
profundo: cuando le permite llegar hasta su alma y usted puede llegar
a la de ella, cuando mutuamente se revelan como son el uno al otro,
cuando pueden hablar todo de todo, cuando comparten sus opiniones
y perspectivas.
Cuando una mujer se siente segura y lo suficientemente protegida
para desvestirse completamente en lo emocional con su esposo, es lo
mejor que puede pasar. Le daré una ayuda: si sus almas se desvisten
frente a frente, sus cuerpos le seguirán.
Si usted provee este tipo de atmósfera de intimidad emocional para su
esposa, su vida jamás será la misma. Pero para que pueda hacerlo,
tiene que lograr varias cosas.

Escúchela
Sobrecargada. Estoy seguro que conoce la palabra, y el sentimiento.
Pocos podemos escapar de esto en el mundo de hoy. Usted está
ocupado, su esposa está ocupada. El ritmo veloz a menudo separa a
las parejas sencillamente porque no hay tiempo de conectarse, o por
lo menos no hacen tiempo para conectarse.
Una forma segura de conectarse es ofrecer un oído para escuchar. El
énfasis aquí está en escuchar, no en arreglar. Realmente escuche los
mensajes que su esposa le envía. No los oiga simplemente, sino
escúchelos. ¿Qué es lo que le está diciendo? ¿Está escuchando los

133
mismos comentarios una y otra vez? ¿Siempre discuten sobre las
mismas cosas? Despiértese, estos son temas no resueltos, los cuales
se están comiendo a su esposa. Y para serle franco, puede que ella ni
siquiera se dé cuenta. Como ya dijimos anteriormente, puede que ella
no reconozca la profundidad de su necesidad de conectarse hasta que
encuentre a un comprensivo oyente en otro hombre.
Invierta unos minutos ahora mismo pensando en cualquier tema no
resulto que usted tenga con su esposa. Luego pregúntele a su esposa
si ella tiene alguno. Y si dice: -Oh, nada cariño- no de un suspiro de
alivio, sentándose frente al televisor. Investigue un poco, y escuche
mucho más aún. Déjela hablar hasta que alcance lo profundo del
corazón de ella y descubra el verdadero problema.

 Dele su completa atención cuando ella le hable. Deje a un lado el


Aquí están algunas formas reales y prácticas para que usted escuche:

 Permita que el contestador del teléfono atienda la llamada si el


periódico. Apague el televisor. Mírela a los ojos.

 Encuentre algún deporte que puedan practicar juntos. Esto no


teléfono suena mientras los dos están hablando.

sólo les proveerá estar juntos físicamente sino que además les
proveerá mucho tiempo para hablar y escuchar. Salgan a pasear

 Siéntense los dos al final de cada día y hablen acerca de todo lo


en bicicleta, o a caminar, o a jugar al golf.

que sucedió. Retenga las ganas de resolver los problemas y

 Esté listo para ir a la cama juntos, y vayan a acostarse al mismo


simplemente escuche.

tiempo. Tienen la oportunidad de terminar el día juntos,


escuchándose mutuamente, abrazándose mutuamente.

Muéstrele comprensión de corazón


¿Es usted crítico con su esposa? Probablemente respondió
rápidamente que no a esta pregunta. Pero piense. ¿Acaso usted, ya
sea por sus palabras o su actitud, algunas veces la hace sentirse
avergonzada o tonta por la forma en que ella se siente? ¿Le dice que
se preocupa mucho? Cuando ella sueña en grande, ¿le ofrece las
razones por las cuales tales proyectos no funcionarán, o se pone usted
a la defensiva?
¿Está preocupada ella con lo ocupado que parece estar su itinerario
familiar el próximo mes? ¿Y acaso usted le respondió: -No te
preocupes por nada. Siempre sale bien.-? ¿Qué me dice si intenta
esto: -Cariño, realmente estamos haciendo muchas cosas, démosle un
vistazo a nuestra agenda y reanalicemos algunos de los planes-? Le
puedo asegurar que para cuando terminen de hablar, su agenda
quedará exactamente igual, pero al haber invertido unos minutos

134
compartiéndolo con su esposa, le ha otorgado un increíble sentimiento
de alivio.
Cuando una mujer ve que su esposo está dispuesto a abrirse y
compartir con ella (y más aún, mostrar comprensión y el deseo de
ayudarla a llevar sus cargas) ella le honrará a él y a sus necesidades.
Si por el contrario las necesidades de ella no son satisfechas, se
sentirá desconectada. Y cuando esto sucede veintitrés horas y media
al día, olvídese también de conectarse físicamente esa última media
hora. Le puedo asegurar que no habrá conexión. Pero cuidado: si su
motivación para conectarse emocionalmente con su esposa es
simplemente para lograr que ella se conecte físicamente, ella se dará
cuenta de su intento.
Ella le observa cada día durante toda la semana. Si usted no es tierno
ni demuestra aprecio en forma consistente, le será difícil confiar en
usted y entregarse por completo. Para la mujer, la intimidad debe ser
genuina y constante, y créame, ella sabe si usted pone a funcionar su
encanto cuando quiere estar con ella en el dormitorio. Dios hizo a la
mujer con el deseo de experimentar un alimento emocional mutuo. En
el momento en que usted se dé cuenta de lo fuerte que es esta
necesidad para su esposa (y esté dispuesto a caminar la milla extra
para satisfacerla) su matrimonio podrá ser transformado.

 Escríbale una carta, y dígale todo lo que le ha estado


¿Quiere algunos consejos?

preocupando. Si usted le permite entrar en las áreas más

 Ore con ella diariamente. Y recuerde agradecerle a Dios, cuando


profundas de su corazón, eso cambiará la vida de ambos.

 Encuéntrese con ella para almorzar, y pregúntele qué podría


ella le escuche, porque le ha dado una mujer tan maravillosa.

 Métase en la conversación cuando ella está compartiendo una


hacer para aliviar su carga.

historia o una carga, repitiendo lo que escucha y animándola.

 Sintonícese con su esposa en el mismo minuto en que entre a su


Ella necesita que usted sea su abogado defensor.

casa al final del día.

Dele atención y afecto


La Biblia anima a los esposos a ser atentos con sus esposas.
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer como a vaso más frágil” (1 Pedro 3:7).
¿Alguna vez su esposa le dijo, -No le estás prestando suficiente
atención a nuestro matrimonio-? Si lo ha hecho, en realidad está
diciendo, -Me siento distante emocionalmente de ti, y tú no me prestas
suficiente atención.- ¿Cómo fue que usted la conquistó al principio? Le

135
dio su más completa atención. La escuchaba y se preocupaba por las
cosas más pequeñas.
Un marido amoroso cuida y alimenta a la verdadera mujer que está
dentro de su esposa. Sea específico. Señálele los cambios positivos
que ella ha tenido en su vida. Deténgase y observe con cuidado las
cosas que ella está haciendo en su mundo. Pero haga más que sólo
darse cuenta; dígalo en voz alta. Su esposa necesita su cercanía, su
toque no sensual que le comunica que usted se preocupa
genuinamente y le recuerda que es amada más allá de su cuerpo
solamente. Su toque cariñoso le comunica: -Estoy aquí. No estás sola.
Te disfruto. Me preocuparé por ti.-
La atención a los detalles más pequeños le demuestra a su esposa que
usted está pensando en ella y que es la persona más importante de su

 Dele un beso y un abrazo cuando se va y cuando vuelve a casa.


mundo. Sea romántico con ella:

 Compre entradas para un espectáculo musical que a ella le

 Dele una rosa de tallo largo como una declaración pública de que
fascine.

 Esfuércese en pasar tiempo juntos a solas: salgan a cenar,


la ama.

vayan a caminar, salgan a tomar un café. Muéstrele a ella (y a

 Vaya con ella cuando sale a hacer mandados al supermercado, a


otros) que disfruta la intimidad de estar a solas con ella.

la tienda o al banco. Demuéstrele que usted disfruta su

 Sorpréndala con un almuerzo tipo picnic, incluyendo un mantel y


compañía.

velas. O haga una fogata romántica, y acurrúquense con una


frazada mientras beben chocolate caliente.

Logre una buena comunicación con ella


Cuando los hombres se hablan entre sí, se informan. Hablan sobre sus
logros, las cosas más importantes, los eventos del fin de semana, el
rendimiento de su nuevo automóvil, en fin, la lista es interminable. En
su “conversación informativa” los hombres condensan sus historias y
dejan a un lado los detalles, para así dar a entender su punto
rápidamente.
Las mujeres, sin embargo, fuimos hechas para una “conversación más
comunicativa.” Los detalles son importantes para las mujeres. No
queremos tener la versión abreviada; queremos todo el paquete. A
medida que hablamos, descubrimos quiénes somos y por qué
pensamos en la forma que lo hacemos. Procesamos la información a
medida que dialogamos. Resolvemos los temas en la conversación.
Hablamos las cosas en su totalidad. De alguna forma, nuestro
escuchar, hablar y pensar están interrelacionados, y necesitamos

136
lograr que los tres funcionen al mismo tiempo para expresarnos
completamente.
Así que si usted quiere conectarse emocionalmente con su esposa,
debe construir una buena comunicación con ella. Su esposa quiere
saber lo que usted piensa. Ella quiere procesar las cosas junto con
usted.
Preste mucha atención a su esposa cuando se llega a usted, y no
siempre intente ofrecer respuestas. La mayoría de las veces ella
simplemente querrá unirse a usted mientras está procesando sus
pensamientos. Ella necesita una audiencia que la ame.
A medida que usted intenta tener una buena comunicación con su
esposa, recuerde estos parámetros:

 No vea cada queja como un ataque. Las mujeres piensan que en


la medida que sientan que el matrimonio está marchando bien,
pueden hablar sobre eso. Los hombres sienten que la relación no
está funcionando bien si tienen que hablar de ella. Cuando su
esposa comente alguna queja, trate de verlo como un acto de


amor.
Resístase a la urgencia de resolverlo (sea lo que sea). Su esposa
necesita que usted reconozca sus sentimientos; ella necesita
saber que lo que está diciendo, está siendo registrado por usted.
Incluso cuando usted no esté de acuerdo con ella, el hecho de
reconocer sus emociones le permitirá saber que usted no las
está menospreciando al pasarlas por alto y apurarse a sugerir


una solución.
Reconozca las emociones fuertes como si fuesen signos de
exclamación. Cuando ella está disgustada, enojada, o frustrada,
dese cuenta que estas emociones son su forma de hacerle saber


lo mucho que le importa un determinado asunto.
Reserve su evaluación o juicio. Escúchela y muestre empatía.


Permítale que se sienta escuchada y entendida.
Tenga una actitud respetuosa. No presuma conocer sus


pensamientos ni entender sus sentimientos.
Encuentre el tesoro en los hechos. Reúna la información basado
en lo que ella está comunicando, dándole valor a lo que ha
hecho bien. Existe un buen dicho para esto: -Escriba las virtudes
sobre mármol, y los errores en la arena.- Con demasiada


frecuencia invertimos esto y desanimamos a nuestro cónyuge.
Esté junto a ella emocionalmente. Si está en luchas, lo último
que necesitaría es que se le digan las razones por las que no
debería estar luchando. Lo que ella necesita de usted es que esté
allí con ella.

137
Resuelva el Conflicto
En Efesios 4:31-32 Pablo nos dice “Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Usted no podrá conectarse emocionalmente si en su interior tiene o
alimenta el rencor, la amargura o la ira. Estas emociones son tóxicas
para cualquier relación. En el ámbito espiritual, el enemigo usa estas
emociones como puertas de entrada para introducir todo tipo de
desorden en el matrimonio.
Debido a que usted está leyendo este libro, sé que tiene cierto nivel de
compromiso hacia su esposa. Afírmese en el poder de sus votos
matrimoniales y permita que este compromiso le libere de las cadenas
de la discordia, las cuales fácilmente pueden alejarlo de la verdadera
intimidad emocional.
Resista cualquier deseo de usar palabras críticas, rencorosas o
sarcásticas. Luego de un seminario matrimonial, una esposa me
escribió la siguiente nota: -Cuán agradecida estoy por el impacto que
su charla en la sesión para los hombres en la Conferencia sobre las
Cinco Necesidades de Amor de los Hombres y las Mujeres provocó en
Roberto. Él había escuchado millones de veces que “las palabras
hieren a las mujeres”, pero su ilustración de que nos lastima como si
fuésemos golpeadas por piedras finalmente le hizo entender.-
Las palabras rudas, insolentes y críticas pueden lastimar el alma de su
esposa y quebrantar su espíritu. El abuso verbal es tan malo como el
abuso físico. No deja ninguna cicatriz física, pero el daño emocional es
igual de devastador y doloroso. Usted tiene el corazón de su esposa en
sus manos, y debido al impacto que ocasionen sus palabras, será
transformado para siempre para bien o para mal.
Usted ya habrá escuchado la expresión: -No lo piense dos veces.-
Bueno, sencillamente usted no se puede dar el lujo de darle a los
pensamientos o comentarios negativos un pie de apoyo (oportunidad
que lo piense dos veces) si quiere permanecer con pensamientos puros
y un corazón puro hacia su esposa. Una mujer nunca se conectará
emocionalmente ni íntimamente con un hombre que la destruye.
¿Alguna vez estuvo cerca de parejas así? ¿Se sintió rebajado
emocionalmente al escuchar a un esposo decirle cosas hirientes a su
esposa? Palabras críticas, palabras demandantes, el tipo de palabras
“que la ponen en su lugar.”
Me sentí rebajada por una situación así recientemente en un
aeropuerto. Estaba en el sector donde se recoge el equipaje cuando
me fijé en un hombre y una mujer que llevaban un carrito cargado
hasta arriba con sus maletas. Repentinamente él se detuvo, giró y
comenzó a gritarle a ella. No pude escuchar lo que le estaba diciendo,

138
pero tan solo mirar a su rostro me asustó. Algunas veces, la expresión
de su rostro, y ni hablar del completo impacto de sus palabras, pueden
asustar a su esposa.
El negar las emociones honestas no es saludable, pero tampoco lo es
el tomar como hábito “arrojar” las negativas sobre otro para que usted
se sienta mejor. No está de más decir que cuando se sienta enojado o
frustrado, entonces debe hablar con Dios. Si usted no aprende a
controlar esas emociones tóxicas en una forma saludable, le prometo
que ocurrirá una de las siguientes tres alternativas: su esposa
responderá dándole pelea, huirá, o se paralizará. Cualquiera de las
tres son malas opciones.
¿Existe algún conflicto en su relación? ¿Es usted consciente de alguna
cosa por la cual le es necesario perdonar a su esposa? ¿Está
guardando algún rencor sobre alguna cosa de su relación? Si es así, es
importante resolver su conflicto.
Pedro tiene una familia que es extremadamente unida, y para su
familia fue difícil aceptar a Belinda en su círculo desde que se casaron.
Pedro tampoco ayudó a remediar la situación. En teoría, él colocaba a
Belinda en primer lugar, pero en la práctica le era muy difícil
desprenderse de su mamá y su papá. Por ejemplo, si Pedro y Belinda
hacían planes para el fin de semana pero su madre le llamaba y le
invitaba a que fueran a cenar, ¿adivine qué es lo que hacían? Adivinó.
Dejaban a un lado sus planes e iban a la casa de los padres de él para
cenar. Durante tres años Pedro y Belinda pelearon por este tema.
Cada conflicto parecía hacer surgir ese reprimido tema (que Pedro no
podía cortar su cordón umbilical). La cosa se ponía peor con cada
conflicto, hasta que finalmente Belinda se hartó. La dependencia de
Pedro sobre su familia estaba arruinando un matrimonio saludable en
potencia, pero ella estaba cansada de hablar sobre eso. Así que
prefirió mantener silencio.
El alejamiento de Belinda sorprendió a Pedro, y lo asustó. Fue lo
suficiente como para que por primera vez comenzara a ver la verdad.
Se dio cuenta del dolor que había causado a su esposa permitiendo
que su relación con sus padres fuera más importante que su relación
con ella. Pedro y Belinda se dispusieron a resolver el asunto y dejar
atrás todo el dolor que se habían ocasionado mutuamente, y se
dispusieron a seguir adelante. A partir de allí no han tenido un
conflicto sobre ese tema nuevamente.
Si usted tiene un conflicto en su matrimonio, trate de arreglarlo. Hable
con Dios al respecto. Luego hable con su esposa. Perdone si tiene que
hacerlo. Confiese si tiene que hacerlo. Deje a un lado su rencor. El
albergar resentimientos puede ofrecer un inmediato sentido de
gratificación o poder, pero los resentimientos causarán úlceras y a la
larga le controlarán. La manera de restaurar la armonía en su

139
matrimonio es quitando los resentimientos, no reviviéndolos. Ningún
matrimonio es capaz de recuperarse de las desilusiones y seguir
avanzando hacia la madurez a menos que ambos dejen a un lado la
amargura. Usted no podrá confiar en su esposa ni amarla mientras
tenga resentimientos hacia ella, ya sea secretamente o abiertamente.
El dejar atrás el rencor, la amargura, el resentimiento y la ira es algo
que hacemos por nosotros así como también por nuestro cónyuge. La
ira pone nuestro propio corazón en tinieblas. Y cuando estamos en
tinieblas, no podemos vivir en la luz. Dios debe ser la fuente para ese
perdón, a medida que extraemos del profundo pozo de sus
provisiones. Dios quiere que amemos en la forma en que fuimos
amados, que consolemos como fuimos consolados, y que perdonemos
como fuimos perdonados (1 Juan 4:11; 2 Corintios 1:4; Efesios 4:32).

Póngale protección a sus relaciones interpersonales


Para ser claros, para un hombre es fácil comenzar a cautivar el
corazón de otra mujer sin que siquiera se dé cuenta. Usted piensa que
simplemente está disfrutando una conversación con una compañera de
trabajo, pero ella puede verlo como la única atención que ha tenido en
toda la semana. Antes que se dé cuenta, sus conversaciones dejarán
de ser una charla amistosa y abarcarán temas más íntimos. No le
estoy sugiriendo que no puede tener amistades con otras mujeres.
Simplemente le advierto que es más fácil de lo que piensa cautivar el
corazón de otra mujer fuera de su matrimonio.
Aquí hay algunas señales de peligro que podrá observar en otras
mujeres:



Elogios


Contacto visual intenso


Efusividad inapropiada


Excesiva referencia a lo importante que usted es


Querer hablar sobre temas íntimos


Querer tocar su brazo o frotar su espalda mientras conversan


Hablar más sobre usted que sobre su esposo
Actuar como si usted fuera su audiencia

Piense en lo siguiente, si esta mujer le invitara a su casa y estuvieran


solos, ¿los temas y la conversación seguirían siendo los mismos que
cuando están en público o con una audiencia? Si ella es sugestiva en
su conversación, y le confiesa que su esposo no satisface sus
necesidades, haciendo que usted sienta compasión o lástima por ella,
tenga mucho cuidado. ¿Le cuenta ella historias que tienen alguna
tonalidad sugestiva o que le lleven a verla a ella bajo esa luz? ¿Acaso
hace referencias sobre su cuerpo o sobre su dormitorio?

140
Sé que esto puede sonar extremista, pero lo mejor es que usted no
permita que lo toque ninguna mujer con la excepción de su esposa. Si
una mujer toca físicamente, es una buena indicación que está tocando
emocionalmente. Si usted está teniendo acceso a las emociones de
una mujer que no es su esposa, está entrando en una zona mayúscula
de peligro. Para ella es algo tan íntimo como prepararse para tener
relaciones sexuales. Es así de serio. Independientemente de lo
atractiva que le pueda resultar a su masculinidad tener la atención de
otra mujer, una amistad inocente puede rápidamente tomarle por
sorpresa y llevarle por un sendero que pronto lamentará.
Un consejo: confíe en los instintos de su esposa en esta área. Si ella le
sugiere que otra mujer se está comportando en forma inapropiada, su
esposa probablemente tenga razón. La mayoría de las mujeres tienen
un radar, un estado de alerta innato hacia la comunicación no verbal y
la habilidad de trasladar el lenguaje corporal a los hechos emocionales.
Su esposa probablemente es capaz de ver estas cosas claramente, así
que no la critique ni la culpe de inseguridad por sus advertencias.
Considérelo como un regalo de Dios que ella le aleje del peligro.

Las recompensas de la intimidad emocional


El verano anterior a que nuestra hija más joven, Missy, nos dejara
para ir a la universidad, la llevé al lugar que más le fascina en el
mundo, Kamp Kanakuk. Por veintiséis días ella estaría como campista,
con importantes responsabilidades de liderazgo en un grupo de
doscientas chicas de todo el país.
Si bien este viaje tenía un significado muy especial para nuestra hija,
también tenía un significado abrumador para mí. Sabía que este era el
comienzo del fin de una era. Pronto tendría que enfrentarme con un
nido vacío. Nuestras dos pequeñas hijas habían crecido. Cuando Missy
regresara a casa, inmediatamente partiría para la universidad. A la
vez, estábamos planificando el casamiento de nuestra hija Sarah.
Como madre, sentía como si toda una vida de apoyo, participación y
compromiso estuviera a punto de desvanecerse sobre el horizonte, y
entonces despertaría- sin hijas.
Me quedé en el campamento tanto como pude para ayudar a que
Missy se estableciera. Luego finalmente supe que tendría que irme.
Ambas estábamos llorando cuando nos abrazamos. Luego me compuse
momentáneamente y le deseé que tuviera un tiempo maravilloso,
mientras yo emprendía mi viaje de ocho horas de regreso a casa.
Quería llegar a casa y estar con Gary lo antes posible, necesitaba
conectarme con él y sentir su apoyo y comprensión, así que decidí
tomar un atajo. Al tomar ciertas rutas podía ahorrarme una hora de
viaje. Mi mente estaba llena de pensamientos sobre Missy, nuestra
pequeña niña. ¿Cuándo había crecido? Yo la necesitaba. Nos había

141
traído tanta alegría. Entonces me puse a llorar de nuevo y me di
cuenta que estaba manejando sola hacia el resto de mi vida sin mis
hijas en casa. Más y más lágrimas me brotaron, al punto en que no
podía ver nada. Me detuve al costado de la carretera y enterré mi
cabeza en mis brazos, llorando con dolor.
Precisamente allí, Gary me llamó al teléfono del auto y yo me
desahogué. Hablamos, lloramos, miramos el futuro y volvimos a
hablar. Gary estaba tan conectado conmigo que yo estaba convencida
que él estaba en el auto conmigo. Finalmente colgamos y yo seguí
conduciendo. Me sentí apoyada y fortalecida para el resto del viaje.
Solamente quería llegar a casa y caer en los brazos de mi esposo, mi
compañero del alma y mi mejor amigo.
Mi confianza había sido restaurada, pero la confianza que Gary tenía
en mí estaba palideciendo. Comenzó a llamarme para preguntarme
cómo me encontraba. Estaba preocupado con mi seguridad y lidió con
la misma tratando de solucionar el problema. Me presionó para que
me saliera de la ruta y pasara la noche en un hotel. Olvídate de su
solución, pensé. La idea me ponía furiosa. Yo necesitaba su presencia,
su compañía, lo necesitaba a él, no una habitación de hotel. Con gusto
habría conducido hasta el fin del mundo para encontrarme con él.
Varias llamadas después, Gary me anunció que había hecho una
reservación en un hotel en la ciudad de Kansas, a mitad de camino
entre nuestro hogar y el campamento. A esa altura estaba bastante
enojada con él. Lo que no me dijo es que en ese momento, él estaba
manejando cuatro horas para encontrarse conmigo en esa habitación
de hotel. Cuando yo llegué, él ya estaba esperándome allí. Él sabía lo
que yo necesitaba; necesitaba su presencia. Él me satisfizo
emocionalmente, y una vez más yo estaba confiada y floreciente.
A la mañana siguiente, al salir el sol, abrí un ojo y escuché esa
maravillosa voz decir: “Nena, nena, nena.” Sonreí y pensé, Hey, quizá
el tener un nido vacío no sea tan malo. Fue así que quedé más
convencida que nunca que como pareja nosotros podíamos atravesar
lo que fuera, con la condición de que lo hiciéramos con intimidad
emocional y siempre juntos.
La forma en la que Gary estableció la atmósfera del día, al entrar a
nuestro nido vacío con una postura tan firme y servicial en lo
emocional es el tipo de amor sacrificado y conexión íntima que él ha
demostrado una y otra vez en nuestra relación. Es el tipo de intimidad
emocional que ha construido una fortaleza de protección alrededor de
nuestro matrimonio.
Le animo a que construya paredes de protección alrededor de su
esposa, entregándose a satisfacer su necesidad de intimidad
emocional y comunicación. Si lo hace, ella florecerá y se acercará a

142
usted, tanto emocionalmente como físicamente. Esta es realmente la
llave hacia el corazón de la mujer.

CAPÍTULO 5
Amistad
La necesidad de amor #3 del esposo
“Te necesito como mi compañera más confiable.”

Gary le habla a las esposas

-Barb, estoy camino de regreso a casa. Necesito hablar contigo


inmediatamente. Tengo unas noticias fantásticas y necesito dártelas
en persona.-
Sé que otras personas hubieran estado deseosas de escuchar estas
noticias también, pero quería que Barb fuera la primera en
escucharlas. Y quería que ella las escuchara directamente de mí.

143
Cuando entré por la puerta de atrás, Barb estaba esperándome. –
Barb, es maravilloso,- dije, sonriendo de oreja a oreja, -Mi papá acaba
de confiar en Cristo como su Salvador.-
Para entender el significado de ese anuncio, usted necesitaría conocer
un poco la historia de esto. Yo no crecí en un hogar cristiano. Si bien
nuestra familia iba a la iglesia, daba dinero, y respetaba a Dios, yo
nunca había oído acerca de una relación personal con Jesucristo hasta
1973, cuando escuché una presentación de la Cruzada Estudiantil para
Cristo en mi sociedad de estudiantes universitarios. En el verano de
1973 yo había aceptado a Jesucristo en mi vida como mi Señor y
Salvador.
Cuando le conté a mis padres sobre esto, mi padre reaccionó
fuertemente. Él pensó que yo me había unido a una secta y tenía
temor que me estuviese volviendo loco. Casi inmediatamente me
encontré entre la espada y la pared. Estaba sediento de esta nueva
relación con Cristo y sentía una increíble carga por la salvación de mi
padre, pero también necesitaba su afirmación o consentimiento, la
cual él no estaba dispuesto a darme.
Durante los siguientes veintiún años oré por mi padre y compartí mi fe
con varias veces sin ningún provecho. Entonces, en la víspera de su
cumpleaños número setenta y cinco, y como estaba a punto de pasar
por una seria operación del corazón, le escribí una carta y se la di
antes de irme de la ciudad. En esta carta le contaba las docenas de
recuerdos de padre e hijo que habíamos experimentado juntos.
También le aseguré que si no sobrevivía la cirugía, yo me haría cargo
de mamá, financieramente y emocionalmente. Finalmente, le hablé
una vez más sobre su necesidad de una relación personal con
Jesucristo. Le dije que me lamentaría por el resto de mi vida si él no
sobrevivía la cirugía sin que yo me hubiera arriesgado a compartir mi
sentir y las Buenas Noticias con él por última vez.
Las últimas palabras en la carta fueron: -Papá... te llamaré en dos
días, precisamente antes del día de tu operación, y te preguntaré una
cosa: ¿Hiciste la oración (oración de salvación) de la página 205 de mi
libro Guard Your Heart?-
Cuando lo llamé dos días después, mi mamá me preguntó, -¿Qué le
dijiste a tu padre en esa carta? Está llevando tu libro a todos lados con
su dedo en una página, pero no me quiere mostrar esa página. Sólo la
sigue leyendo Gary.-
-Déjame hablar con él mamá.-
Cuando mi padre tomó el teléfono le pregunté, -¿Papá, oraste esa
oración?-
-Hijo, hoy me hice cristiano,- me dijo.
Usted no se puede imaginar el gozo que conmovió mi alma cuando
escuché esas palabras, y la primera cosa que quise hacer fue llegar a

144
casa y decírselo a Barb, mi esposa, mi amante, mi mejor amiga, quien
había orado conmigo durante todos estos años por la salvación de mi
padre. Otras personas también habían orado (nuestras hijas, mi grupo
de amigos de oración) pero Barb tenía que ser la primera en escuchar
las noticias.
Quería decirle a Barb en primer lugar ya que al fin y al cabo, los
mejores amigos se cuentan sus mayores temores y gozos. En eso
consiste la amistad de un matrimonio.
La mirada en sus ojos cuando entré por la puerta valía mil palabras.
Me decía: -Tú siempre creíste, Gary, y tu mayor deseo se acaba de
cumplir. Tienes la seguridad que estarás en la vida eterna con tu
papá.- Cuando su esposa, querido lector, como su mejor amiga puede
compartir las experiencias de la cima de la vida luego que soportaron
juntos el dolor del valle, ustedes realmente están en la cumbre de la
montaña. En esto consiste el matrimonio: la intimidad alcanzada por
medio de la unión de dos corazones, almas y mentes en el medio del
gozo y del dolor.
Al poner los pies sobre la tierra, hay una persona con la que sé puedo
contar, pase lo que pase: Barb. Independientemente de lo unido que
esté con mis hermanos en Cristo en una conferencia para hombres o
en nuestros grupos semanales de rendición de cuentas, Barb
realmente es mi amiga número uno, mi mejor amiga.
Así como Barb me había recibido con su amor incondicional el día que
llegué a casa con las dolorosas noticias de perder la mitad de nuestros
ingresos (cosa que compartí en el capítulo 1 ), ella me recibió en
este día con celebración. Eso es lo que hacen los mejores amigos:
ellos le reciben sea cual sea la historia que usted lleve. Ya sea dolor,
heridas, esperanza, pérdida o celebración. Los amigos, los mejores
amigos, se conectan con usted en el transcurso de cualquier
experiencia. En eso consiste ser amigo de su cónyuge.
Cuando comparto la historia de la salvación de mi padre, las personas
reaccionan haciendo eco de mi celebración de la fidelidad de Dios.
Incluso estimula a algunos de ellos a contarme sus propias oraciones
contestadas y anima a otros de a contarme sobre su esperanza que
sus oraciones por algún ser querido sean contestadas un día. Cierto
día, en una conferencia, una mujer me preguntó algo particular al
respecto, -¿Qué fue lo que Barb dijo que le hizo sentirse tan
conectado? Me encantaría acercarme al corazón de mi esposo como mi
mejor amigo.- Como le dije a ella, fueron en realidad varias cosas.



Barb dejó todo a un lado y me dio su completa atención.
Barb se conectó con mi alma con una profunda expresión de
gozo y celebró conmigo.

145
 Debido a que Barb había orado conmigo por tanto tiempo, sus
oraciones genuinas y sentidas también fueron contestadas, así
que ella se regocijó en el obrar de Dios hacia nosotros dos.

¿Qué era lo que yo necesitaba de ella en ese momento? Su atención.


Tener acceso a su alma. Su genuina alegría de que su mejor amigo
estaba celebrando la respuesta a su prolongada oración. Eso es lo que
hacen los mejores amigos: ellos dan así como también buscan; dejan
a un lado sus agendas para buscar el corazón del otro, ellos sienten
con uno en vez de imponer sus propios sentimientos sobre el otro.
Mi amistad con Barb es lo que define la mayor parte de nuestro
matrimonio. No sólo la amo con un amor ágape (incondicional, como
Cristo). También estoy enamorado de ella con el amor eros
(romántico). Pero mi profundo amor phileo (amistad) hacia mi esposa
es tan esencial como mi amor ágape y mi amor eros.
No es una coincidencia que nuestra investigación sobre las
necesidades de amor de los cónyuges indica que las principales
necesidades de amor del esposo concuerdan con las descripciones
bíblicas del amor. El amor ágape, eros y phileo encabezaban la
encuesta sobre las necesidades de los esposos en sus matrimonios (y
en ese mismo orden).
Lamentablemente, he visto un patrón una y otra vez en mi oficina de
consejería: un hombre y una mujer se enamoran románticamente, se
comprometen en casamiento, pero les falta la profundidad del amor de
amigos en su relación.
Rebeca y Patricio son un ejemplo. Rebeca me dijo en una sesión de
consejería: -Si fuera realmente honesta (y no sé cómo admitir esto a
mí misma, mucho menos a Patricio) soy yo la que obstaculiza que
construyamos una fuerte amistad en nuestro matrimonio.-
Rebeca tuvo que reunir mucho valor para admitir esto, pero esa
confesión fue el comienzo de su habilidad para construir un
matrimonio fabuloso. Patricio quería una amistad profunda con
Rebeca, pero ella no le permitía acercarse. Rebeca había sido
abandonada por su padre cuando era adolescente. Precisamente
cuando estaba en una etapa de desarrollo tan importante, su papá
abandonó a su esposa y a sus cuatro hijos. El día que su padre se fue,
Rebeca se prometió a sí misma: -Nunca volveré a confiar en un
hombre.- Ahora Patricio era quien pagaba los platos rotos por la
traición de su padre. La experiencia pasada de Rebeca y su falta de
confianza se había interpuesto en la senda que avanza hacia una
relación íntima con él, y ella simplemente fingía que las cosas estaban
bien. Fue sólo cuando Rebeca comenzó a derribar sus propias paredes
de autodefensa y a lidiar con el dolor no resuelto de su pasado que

146
comenzó a acercarse a Patricio. Hoy día, su relación está creciendo a
medida que su apertura y confianza es fortalecida día a día.
Sé que suena como una paradoja decir que uno tiene que
desprenderse para construir, pero es cierto. Las paredes no se
construyen en un día, y no pueden ser derribadas rápidamente. En vez
de eso, necesitan deshacerse ladrillo por ladrillo. Las paredes
interiores que dividen a un esposo de su esposa necesitan ser
reemplazadas con una pared saludable alrededor del matrimonio. Esto,
entonces, permite que se tomen riesgos y que se experimente la
vulnerabilidad y la transparencia dentro de la relación matrimonial, y
cuando eso sucede, las dos almas se conectan con el amor phileo.

¿Qué es lo que su esposo necesita en la amistad con usted?


En nuestra encuesta, la necesidad de amor número tres para la gran
mayoría de los hombres es la compañía, o la amistad. Esto en realidad
no debería sorprendernos. Desde que Dios colocó a Adán, el primer
hombre, sobre la tierra, los hombres necesitaron ser complementados
por sus esposas. A menudo le digo a la gente: -No estoy bien solo.
Necesito a Barb.- Adán experimentó la misma cosa al estar nombrando
los animales. Él estaba solo. Simplemente no se había dado cuenta de
su soledad hasta que vio a todas las parejas que estaba nombrando.
Allí estaba él, trabajando en el huerto de Eduardoén cuando “dijo
Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda
idónea para él” (Génesis 2:18). Así que, como Adán estaba
cumpliendo el plan de Dios para él nombrando los animales, Dios
estaba cumpliendo su plan para Adán: “Entonces Jehová Dios hizo caer
sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus
costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre” (Génesis 2:21-
22).
Dios trajo a Eva a Adán para complementarlo. Ellos fueron los
compañeros del alma. El tipo de amistad que experimentaron ha sido
una importante necesidad para los hombres y las mujeres desde ese
entonces. Nosotros queremos esa relación cercana, tal y como Dios
quiere estar relacionado con su creación. Nosotros como hombres
necesitamos la amistad de nuestras esposas. Adán necesitaba a Eva.
Yo necesito a Barb. Su esposo le necesita a usted. Esto puede sonar
como un misterio, así que profundicemos un poquito.
Debemos descifrar lo que un hombre está queriendo transmitir cuando
dice: -Necesito la amistad y compañía de mi esposa.- También
necesitamos comparar eso a lo que usted quiere transmitir cuando
piensa en esos términos.
Cuando usted escucha la palabra amistad, ¿qué es lo que pasa por su
mente? ¿Vulnerabilidad? ¿Transparencia? ¿Comunicación de corazón a

147
corazón? Este es probablemente un buen comienzo para describir las
necesidades de una mujer. Ahora, permítame darle una idea de lo que
es el corazón de su esposo. Él necesita las mismas cosas, pero
probablemente no lo comunicaría en la misma forma o con los mismos
términos. Él sabe, por lo menos en lo profundo, que quiere estar
seguro con usted para explorar lo que está dándole vueltas en su
corazón y mente. La verdad es que, probablemente tiene cierta
inseguridad interior, pero no se lo va a comunicar directamente. Él
sabe que si decide arriesgarse con usted, no va a ser juzgado o
rechazado. La mayoría de los hombres que conozco quieren
comunicarse, pero no quieren ser malinterpretados.
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir estas cosas: -Pensé que
teníamos mucho tiempo.-? O -¿Dónde se han ido los años?- O, -Nunca
creí que fuésemos a envejecer tan rápido.-
Si usted está en los veinte y tantos o los treinta y tantos
probablemente esté pensando, Hágame el favor. Eso suena como algo
que mis padres o mis abuelos dirían. Bueno, usted no podrá creer lo
rápido que los años se van volando. Cuando nuestros hijos son
jóvenes, soñamos en tener tiempo a solas con nuestro cónyuge. (Oiga,
¡cuando son realmente jóvenes, soñamos con tan solo poder tener
cuatro horas de sueño ininterrumpido!). Pero antes que se dé cuenta,
tendrá cuarenta y tantos años, contemplando un nido vacío. Usted
anhelará un poco de ruido en la casa proveniente de sus hijos y sus
amigos.
Así que aquí le va un consejo: comience a edificar esos patrones de
amistad lo antes posible en su relación matrimonial. ¿Es demasiado
tarde hacerlo más adelante en la vida? No. Pero cuanto antes
comience, mejor habrá de terminar. No sólo serán excelentes ejemplos
para sus hijos, sino que usted y su esposo se beneficiarán de la
dimensión extra que la verdadera amistad trae a su relación.
La amistad no sucede del día a la noche, incluso entre cónyuges. ¿No
le parece sospechoso cuando alguien dice que un recién conocido es su
“nuevo y mejor amigo”? La verdadera amistad, que implica confianza y
vulnerabilidad, honestidad y estímulo, intereses y actividades
compartidas, demanda tiempo para poder desarrollarse y madurar. Y
la amistad entre cónyuges requiere lo mismo. Yo lo llamo el “síndrome
del conejo aterciopelado.” Para el momento en que nuestro cabello se
haya caído y nuestros ojos no puedan ver bien, finalmente estamos
cómodos el uno con el otro. Estamos los suficientemente cómodos
para decir lo que necesitamos decir y ser lo que necesitamos ser con
honra y gracia y sin condenación.
Su esposo quiere poder ponerse su camiseta favorita y sus jeans
favoritos y estar en casa con usted. Ya sabe, la camiseta que usted
vive amenazando que la usará como trapos y los jeans que no lucen

148
demasiado bien pero le calzan, además son su primera elección
cuando abre la puerta del ropero. Lleva un tiempo hacer que queden
así. La etapa rígida, la de los “pantalones lindos” tiene que pasarse
para lograr que queden más amoldables y cómodos. Lo mismo sucede
con el matrimonio. Usted debe trabajar en la relación hasta que llegue
a la etapa de amistad y compañerismo, la cual logra que un
matrimonio fabuloso se sienta “cómodo.”
Teniendo estas cosas presentes, entonces, concentrémonos en algunas
de las formas en que su esposo pueda necesitar su amistad.

Él necesita que usted tenga expectativas reales


Jugando un poco con el título del libro de Wellington Boone Your Wife
Is Not Your Momma, quiero recordarle que “su esposo no es su
amiga.” Piense en eso. Las esposas y los esposos encaran su
necesidad de amistad en forma diferente.
Su esposo nunca será como “una de las chicas.” Ese no es el tipo de
amistad y compañía que él necesita de usted. Él no es una de las
chicas. Y usted tampoco querría que lo fuera.
Lo que Barb dice que ella necesita de una amiga es una tonelada de
palabras, una relación de confianza en la cual ella pueda explorar toda
una gama de emociones, y un enorme abrazo cuando la conversación
termina con una nota emotiva. Lo que yo necesito con frecuencia de
Barb, como amiga, son pocas palabras, un pequeño espectro de
emociones de modo que no me sienta fuera de control, y un gran
abrazo después de una conversación de corazón a corazón.
Hace un tiempo atrás, yo estaba escuchando mientras Barb estaba
conversando por teléfono con una amiga. Ambas saltaban de
sentimiento en sentimiento y de tema en tema. Cuando terminó yo le
dije, -¿Cómo es que una conversación así puede tener sentido? Yo sé
cómo resolver tu problema. Simplemente haz esto...”
Barb sacudió la cabeza y dijo profundamente, -Gary, simplemente no
eres mujer.-
A lo cual respondí, -Gracias, Jesús.-
Ella me ignoró y continuó: -Sé que tú quieres “hablar como las
mujeres los hacemos” algunas veces, pero no fuiste diseñado para ser
mi amiga... sólo mi mejor amigo.-
Esa fue una declaración brillante. Cuando pienso en que las
expectativas realistas sean un componente de la amistad de nuestro
matrimonio, pienso en ambos dándonos cuenta de quiénes somos y
quiénes no somos. En momentos de mucha presión yo utilizo muchas
palabras. En momentos de gozo exuberante puedo estallar con
muchas palabras. Pero en las experiencias cotidianas de la vida, el
ministerio y los temas familiares, puede que no exprese lo que pienso
o siento con tantas palabras. Eso no significa que no necesite a Barb.

149
Significa que necesito que ella entienda que menos palabras no
significa tener menos necesidad de compañía.
Usted necesita aferrarse a ese entendimiento con su esposo también.
Nosotros los hombres no nos metemos en ese completo espectro de
emociones tan frecuentemente, expresándolas con tanta prontitud y
libertad como ustedes lo hacen. Cuando ustedes sí experimentan eso
con nosotros, quieren más (y tiene sentido), pero dese cuenta que la
mayoría de los hombres no lo hacen tan seguido ni quizá tan
profundamente. ¿Acaso estoy diciendo, -Tome lo que pueda, pero no
espere mucho más-? Quizá. Pero lo más importante es que la estoy
animando a recibir a su esposo y ser ejemplo para él de lo que es la
comunicación profunda, pero sea realista en sus expectativas con
respecto a él.
Y cuando él le comunica cosas profundas, recuerde mantenerlo como
algo únicamente de ustedes dos.

Él necesita que usted le diga la verdad en amor


Ser honesto significa ser vulnerable, y la vulnerabilidad puede ser
como aguas lóbregas para los hombres. En primer lugar, es muy duro
para los hombres abrirse con otros hombres, primeramente debido al
orgullo que tenemos. A menudo se lo llama “ser macho,” pero en
realidad es tener temor de quedar como unos tontos. Si somos muy
honestos nos imaginamos que estamos admitiendo que necesitamos a
alguien que nos ayude a solucionar un problema. En esencia estamos
diciendo: -No sé cómo hacer esto. ¿Me dirías cómo?- (Es como tener
que detenerse y preguntar por una determinada dirección) Nos
sentimos inadecuados, y cuando nos sentimos así, tenemos temor de
terminar pareciendo que somos unos tontos. Odiamos el quedar como
un tonto frente a otro hombre. Pero hay una cosa que odiamos aún
más: quedar como unos tontos frente a ustedes.
Pero si es que los esposos hemos de ser verdaderamente los mejores
amigos de nuestras esposas, tenemos que desarrollar un nivel de
confianza que nos permita sentir que podemos ser honestos con ellas.
El verano pasado, Barb y yo estábamos en la cocina una mañana,
esperando que el café estuviera pronto, cuando lo pregunté lo que yo
creía sería una pregunta sencilla: -Cariño, ¿puedes pensar en algún
momento en el que me viste lleno de orgullo pero que yo no lo
reconocí?- Su respuesta me tomó con la guardia baja porque ella usó
mi vulnerabilidad para señalar con amor pero honestamente algo que
nunca habíamos hablado.
Pocos meses antes de eso, yo había hablado en un gran evento
secular, donde había varias cámaras de televisión y luces brillantes.
Demasiado brillantes para mi propio bien, de acuerdo a como terminó
todo. El gobernador de Iowa, que resulta ser un querido amigo así

150
como también un miembro de mi estudio semanal de la Biblia con
hombres, me precedió en el podio e hizo unos buenos comentarios
sobre mi persona. Cuando yo hablé, la multitud respondió
positivamente frente a mi presentación, y sentí que había podido
controlar el leve equilibrio de llevar a los hogares un mensaje para una
audiencia secular sin violar la confianza de los planificadores que me
habían dicho “juega limpio” (es decir, no prediques).
Luego del evento, Barb y yo salimos a cenar, y comencé a hablar
sobre el logro de aquella tarde, con demasiado de mí en esa
conversación. Ahora Barb me estaba recordando esto y me dijo cómo
aquella noche sintió, por primera vez, que yo estaba comenzando a
creer lo que quienes me adulaban decían de mí.
Cuando dijo eso, un escalofrío subió por mi espalda. Una de mis
mayores preocupaciones es no olvidarme nunca que separado de Dios
no puedo hacer nada.
-Cariño, nunca te había visto así antes,- dijo Barb. –No fue evidente
desde la plataforma, pero en la cena era como si hubieses sido picado
por el enemigo y comenzaras a inflarte. Fue casi como si tuvieras una
reacción alérgica a la picadura de un insecto. Recuerdo que oré para
que Dios obrara en ti al punto en que con gentileza te trajera
nuevamente al lugar donde te veo día y noche.- Ella hizo una pausa y
me miró a los ojos para ver cómo estaba tomando su honestidad,
entonces continuó. –Tú tienes un corazón de siervo y una humildad
que demuestra la unción con la que Dios te ha bendecido.- (No me di
cuenta en ese momento, pero ella con sabiduría estaba tratando de
edificarme como contrapartida a las alteraciones que le hubiera
ocasionado a mi ego.) –Pero tengo que admitirlo, Gary, me asusté un
poquito aquella noche.-
Sin duda alguna fue riesgoso el quedar vulnerable al hacerle a Barb
esa pregunta. Pero Barb también se arriesgó al ser honesta conmigo
sobre mi comportamiento. Al principio me sentí inseguro y quería
defenderme. Luego me di cuenta que quien hablaba conmigo era en
realidad mi mejor amiga.
Barb me dijo la verdad (como todo mejor amigo hace) y la ocasión
para hacerlo fue perfecta. Además, lo hizo con un tono de consuelo, de
ánimo y de gracia. Como mi amorosa esposa y mi amiga, me encaró
en mi punto más vulnerable (mi orgullo) y gentilmente me dio una
dosis de realidad. No me trató como a un tonto que está intoxicado
con su ego, sino más bien como a un hombre que está en proceso. Y
ella esperó hasta que yo estuve tanto receptivo como dispuesto a
aprender. (Ella no me crucificó en la mesa de la cena aquella noche
después del evento porque sintió que yo no estaba listo para oírlo).
En todas estas formas, reafirmó mi confianza en ella y en nuestra
relación.

151
Él necesita que usted perdone
Recientemente hablé con un grupo de hombres sobre la necesidad del
esposo de tener a su esposa como mejor amiga, y luego Alejandro
vino a hablar conmigo. –Quiero conocer a Nina,- dijo, -y quiero que
ella me conozca, pero no estamos cerca. Tengo este agujero en mi
corazón que tiene el tamaño de un transatlántico. No recuerdo la
última vez que ella animó o apoyó alguna cosa mía. Tenemos cuatro
hijos maravillosos. Nuestra empresa está floreciendo. Pero cuando se
trata de este matrimonio... bueno, sencillamente me siento vacío.
Pareciera que ella encuentra faltas en todo lo que hago.-
Yo conocía la historia completa, así que estaba consciente que al
principio de su matrimonio Alejandro había complicado las cosas ya
que trabajaba de dieciséis a dieciocho horas diarias intentando
establecer su empresa. Entonces Nina se apartó y tuvo una relación
emocional con el mejor amigo de Alejandro. Cuando Alejandro se
enteró, hizo lo correcto. En vez de echarle la culpa a ella, procuró su
perdón e hizo todo lo que pudo para acercar esa distancia de
amargura.
Desdichadamente, si bien Nina perdonó a Alejandro por fuera, su
enojo estuvo hirviendo a fuego lento durante años. Ella aún tenía
rencor ya que Alejandro no había satisfecho sus necesidades
emocionales al comienzo de su matrimonio, cuando ella
profundamente le necesitaba para conocerla en la forma que ella
necesitaba ser conocida: sus temores, su pasión, sus esperanzas y
sueños. Alejandro continuó tratando de llegarse a ella, pero sus
comportamientos de castigo continuaban aflorando en la superficie
cuando ambos comenzaban a acercase.
-Creo que ella nunca lo dejará atrás,- dijo él. –Siento que más allá de
lo que yo pueda hacer, todavía estaré pagando por mi error del
pasado. La confianza está destrozada. Así que cuando le escuché
hablar sobre el hecho que de tener una amistad íntima con mi esposa,
le digo que suena fantástico. Pero no puedo ver que nos esté llevando
a ese punto.-
Muchas parejas viven con esa especie de distancia dolorosa de la que
Alejandro estaba hablando. Las razones pueden ser diferentes, pero
los resultados son los mismos. Quizás su esposo cometió algunos
errores inmaduros al principio de su matrimonio. Probablemente
amontonó una deuda financiera increíble de la que usted aún está
queriendo recuperarse. Quizás su esposo era increíblemente egoísta
sobre sus deseos sexuales, no teniendo en cuenta sus propias
necesidades en absoluto querida lectora. Quizás le daba el primer
lugar a su profesión, o al desarrollo de hábitos de trabajo
esclavizantes. Tal vez fue insensible con respecto a la profesión de

152
usted, o al contrario, su propio deseo de ser un ama de casa a tiempo
completo.
Todo tipo de cosas pueden ocasionar problemas en un matrimonio, y
las mismas deben ser resueltas. Pero no debemos permitir que temas
del pasado, o incluso hábitos actuales, se interpongan en el camino de
la edificación de un gran matrimonio. Necesitamos enfrentar los
problemas, y una vez que lo hayamos hecho, no debemos cargar la
amargura con nosotros.

Él necesita que usted sea honesta


Una de las cosas que conozco sobre mí mismo es que la honestidad es
uno de los principales bloques en la edificación de mis relaciones. Ya
sea con Barb, nuestras hijas, mis amigos o mi equipo ministerial. Yo le
doy un gran valor a la honestidad. Y me atrevería a pensar que su
esposo también. La honestidad construye la confianza, y la confianza
construye la amistad. La deshonestidad quebranta la confianza, y la
falta de confianza hace que las relaciones no sean saludables.
Cuando un esposo conoce que su esposa es honesta con él, comienza
a confiar en ella y se hace cada vez más vulnerable para con ella.
Cuando siente que no puede confiar en ella, se aparta o se controla
más. Esto se manifiesta en la forma en la que hacemos todo tipo de
cosas en nuestros matrimonios: el control de las finanzas, el ser
padres, la comunicación con nuestros padres, el decidir cómo invertir
nuestro tiempo. Cuando un esposo sabe que el sí de su esposa es sí y
su no es no, él comienza a confiar en ella.
Si ella intenta encubrir cosas o es deshonesta sobre su modo de gastar
dinero, la confianza se resquebraja. Si ella cambia la disciplina que
ambos decidieron darle a los hijos, la confianza se resquebraja. Si los
padres llaman y les invitan a ambos a ir el fin de semana a la casa de
ellos y ella inventa una excusa, la confianza se resquebraja.
Por favor, sepa que cada uno de estos ejemplos puede obrar en ambos
sentidos. Algunos esposos no son dignos de confianza en sus finanzas
o en su vida como padres. Algunos esposos inventan obstáculos
cuando quieren evitar un fin de semana con sus parientes políticos. Y
ese tipo de comportamiento resquebraja la confianza.
La honestidad es crucial al edificar su relación matrimonial y satisfacer
las necesidades mutuas. Si no hay honestidad, en el mejor de los
casos una amistad común y corriente sería débil o superficial. Pero si
no hay honestidad en un matrimonio, el verdadero compañerismo
entre esposo y esposa es imposible.

153
Él necesita que usted se introduzca en el mundo de él
Barb estaba almorzando con algunas de sus amigas una tarde, y una
de las mujeres comenzó a quejarse que su esposo estaba yendo a
jugar golf muy a menudo.
-¿Por qué no vas con él?- le preguntó Barb.
-No soporto el golf,- le respondió su amiga.
-Pero tú amas a tu esposo, Anita. Ve y juega con él. Únete a él.
Introdúcete en su mundo.-
Barb ayudó a su amiga a entender que usted no tiene que ser “buena”
en todo lo que su esposo se destaca, ni tiene que ser tan entusiasta
como él en las cosas que le gustan. Lo que a él le importa es que
usted le dé valor a sus intereses y se una a él en alguna de sus
actividades. Juegue con él. Recréese con él. Ciertamente él tendrá
“sus cosas” y usted tendrá “las suyas.” Puede que a usted nunca le
llegue a gustar ir a cazar faisanes y puede que a él nunca le
entusiasme ir a un nuevo supermercado en la ciudad, pero usted
puede caminar junto con él a través del campo algún día hermoso, y él
puede caminar junto con usted en una salida al nuevo departamento
del supermercado.
¿Qué es lo que entusiasma a su esposo? ¿La bolsa? Únase a un club de
inversiones y aprender la jerga ¿Ver un juego de fútbol? Preparare
palomitas de maíz y únase a él durante un tiempo del partido. Esto no
significa que el la o el fútbol deban convertirse en su pasión, pero lo
que sí significa es que las necesidades de su esposo son su pasión. Así
como usted desea que su esposo se introduzca en su mundo, entre al
de él. Anímelo. Alégrelo. Si no lo hace usted, ¿quién lo hará? (Y nunca
queremos llegar a ese punto).

¿Cómo es que puede satisfacer la necesidad de amistad de su


esposo?
Para poder entender los componentes básicos de la necesidad de su
esposo de tener en usted la mejor amiga y su compañera del alma,
permítame recapitular aquí.
Ajuste sus expectativas con respecto a su esposo recordando que él es
un hombre. No lo trate como si fuera su amiga. Disfrute su
masculinidad. Atesore esos preciosos momentos de profunda y abierta
transparencia que comparte con usted, pero sepa que él
probablemente no le dará una dieta diaria de una comunicación
profunda y vulnerable.
Eduardoifique y fortalezca la confianza entre usted y su esposo.
Cuando él eche algo a perder, como hice yo en aquella cena, lidie con
él en forma honorable y llena de gracia. Recuerde que bastan unas
palabras acertadas de parte suya para quebrantarlo rápidamente.
Permita que el Espíritu Santo controle su lengua y sus comentarios.

154
Eduardoifíquelo, especialmente cuando está comentando sobre su
comportamiento.
Ejercite el perdón, y entonces permita que la ofensa se aleje. No
almacene o recuerde las heridas de su brusco comportamiento. Incluso
cuando perdonamos, no olvidamos completamente. Sólo Dios tiene la
capacidad de hacer eso. Algunas veces necesitamos recordar para
poder ayudarnos mutuamente a aprender lo que estamos escuchando
de Dios. Pero queremos que recordar con gentileza.
Tome la firme resolución de ser honesta, no en una forma que hiera o
sea condescendiente, sino en forma que se pueda confiar y que
edifique. Las parejas que tienen una relación de confianza y amistad
madura y profunda están comprometidas con ese tipo de honestidad
sólida.
Acérquese a su esposo al entrar a su mundo y disfrutar las pasiones
de su vida. Si bien su elección de recreación puede no ser su primera
elección sobre la forma de pasar una tarde o las vacaciones, él es su
primera elección. Y el hecho de que usted entre a su mundo sólo le
animará a que él aprenda a entrar al suyo.

Permita que su esposo sepa que usted quiere ser su mejor


amiga
Eduardo quedó realmente sorprendido cuando me escuchó decirle a
nuestro grupo semanal de estudio masculino que nuestras esposas
desean no sólo ser nuestras amigas, sino también nuestras mejores
amigas.
-Nunca le escuché a Carmen decir que necesitaba esto de mí,- me dijo
después. –Esta misma noche, cuando llegue a casa le voy a preguntar
y la semana que viene le haré saber lo que ella dijo. Creo que se
equivocó esta vez, Rosberg.-
A la semana siguiente, después de nuestra reunión, Eduardo me dijo, -
Tenía razón. Cuando le pregunté por qué no me lo había dicho, ella me
dijo que creyó que yo pensaría que eso nunca sucedería, así que ni
siquiera quiso arriesgarse. Eso fue lo que originó una buena
conversación.-
El mejor lugar para comenzar a edificar su relación con su esposo es
informándole que, desde su perspectiva, esta es una necesidad real en
su relación. Su esposo creció rodeado de muchachos y haciendo con
ellos “cosas”, por ejemplo practicar deportes, conducir automóviles, o
simplemente pasar tiempo juntos. Cuando los hombres se casan,
algunas veces necesitan aprender cómo hacer “cosas” con sus
esposas. Si su esposo sabe que usted quiere pasar tiempo con él
(además de simplemente cuidar las necesidades de la casa y hacer de
madre con los niños) puede que se arriesgue a pedirle que se le una.
¿Por dónde comenzar?

155
 Haga un inventario de algunos pasatiempos e intereses de su


esposo, y pregúntele si se puede unir a él en alguno de ellos.
Lea algunas de las cosas en las que él esté interesado, y


comience a mencionarle lo que está aprendiendo.
Hágale preguntas sobre lo que está haciendo en el trabajo,
cuando juega o en su tiempo libre. No el tipo de preguntas que
suenan a una inquisición, sino el tipo que muestran verdadero


interés.
Comparta de su propia experiencia con él, para poder acercarlo a


usted también.
Dígale que necesita amor phileo (amistad) de parte de él y que


este tipo de amor bíblico es importante para usted también.
Recuérdele que su relación es un lugar seguro para resolver lo
que sea que está pasando por su corazón. En cualquier momento
y en cualquier lugar.

Haga que su relación sea un lugar seguro para que su esposo enfrente
su dolor
Muchos hombres tienen que lidiar con algunos eventos dolorosos o
algunos temas no resueltos en sus vidas. Un padre alcohólico. Una
familia rota. El haber sido golpeado duramente cuando niño. La lista es
interminable.
La verdad es que, usted bien puede ser la clave para ayudarle a
resolver estos temas. Algunas personas pueden decir: -Eso suena
como si usted criase relaciones codependientes.- Eso no es para nada
lo que estoy diciendo. Su esposo es responsable de llevar sus asuntos
al Señor así como usted es responsable de sus propios temas delante
del Señor. Sólo su esposo puede lidiar con el dolor de su corazón,
humillándose a sí mismo y teniendo una perspectiva de la vida firme y
honesta.
Como su esposa y mejor amiga, sin embargo, usted puede ser (y
necesita serlo) el lugar de refugio para él cuando esté a punto de
sumergirse bajo la superficie. Su ánimo, apoyo y cuidado pueden
ayudar a crear una atmósfera en la cual él se sienta capaz de
confrontar su dolor y comenzar a lidiar con él.
Dígale que él está seguro con usted. Recuérdele que usted está allí con
él. Muéstrele en palabras y hechos que nada puede separarle de él y
que nada puede interponerse al amor que Dios tiene por él. Luego
dígaselo una vez más. Y otra vez. Y nuevamente.
Cuando César supo que su madre abandonaba a su padre, todo lo que
tenía sentido fue para él fue lanzado al viento. Él no quería admitirle a
nadie el profundo dolor que sintió, ni siquiera a Juana, su esposa. Pero
a medida que él se aquietaba más y más, y se introvertía cada vez

156
más, ella con amor creó un ambiente seguro en el cual él podría lidiar
con su dolor. Finalmente, una noche todo lo que había escondido salió
a luz, y admitió lo que estaba pensando y sintiendo. –Juana, no puedo
creer que mi madre abandone a mi padre. ¿Luego de años de
habernos educado con el mensaje de que un hogar cristiano
permanece unido se aleja de él? Sé que a veces puede ser doloroso
vivir con él, pero lo que ella hace en realidad está mal.-
¿Cómo fue que Juana creó un ambiente seguro para César cuando su
mundo se dio vuelta por completo?



Escuchó y no juzgó.


Le dio valor a los sentimientos y temores de él.
Le animó a no sólo tomar el tiempo para solucionar el tema con
su madre, sino también para buscar la dirección de Dios con


respecto a cómo comunicarse con ella.


Le recordó que nunca lo dejaría.
Le recordó que la cruz es el lugar más seguro de la tierra.

Esté dispuesta a amar sacrificadamente


¿Usted está reteniendo cosas que son importantes para su esposo
hasta que usted misma obtenga lo que es importante para usted?
Usted es un ser humano, estamos de acuerdo. Pese a eso, a medida
que edificamos matrimonios íntimos y profundos, debemos amar a
nuestros cónyuges sacrificadamente. Necesitamos amarlos en una
manera que dé la bienvenida, en una forma que ambos se digan
mutuamente: -Quiero ser Dios en carne y hueso para ti.- -Quiero
amarte como Dios te ama, incondicionalmente y sin reserva.- -Quiero
que me des la bienvenida a tu vida así como quiero darte la bienvenida
a la mía.-
Cuando le retiene a su cónyuge el amor que da la bienvenida, usted
está viviendo una relación condicional. Y para un seguidor de
Jesucristo esto es inaceptable. El ejemplo número uno (y el más
profundo ejemplo) de amor sacrificado es la provisión de Dios de su
Hijo como nuestro único medio para obtener la vida eterna. Sé que ya
discutí esto en el primer capítulo, pero se puede repetir: necesitamos
seguir la guía de nuestro Salvador y amar como él ama. Si él retuviera
sus bendiciones en la misma forma en que muchos de nosotros
retenemos nuestro amor a nuestros cónyuges, si su amor para
nosotros fuera condicional en la misma forma que nuestro amor es
condicional, viviríamos como unos miserables sobre la tierra y nunca
nos llegaríamos el cielo.
Nosotros no tenemos absolutamente nada que nos pueda ganar
nuestra salvación. Así que permítame que le haga algunas preguntas:
¿Qué pasaría si encaráramos nuestros matrimonios en la misma forma

157
caritativa en que Cristo encaró nuestra salvación? ¿Qué pasaría si
nosotros intentáramos aventajar a nuestros cónyuges en servicio,
amor y sacrificio? ¿Qué pasaría si no sólo no retuviéramos nada sino
que además diéramos a nuestros cónyuges, incluso cuando no se lo
merezcan?
El principio enseñado en 1 Pedro 3:9 se aplica siempre: “No
devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el
contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que
heredaseis bendición.” ¿Sabe por qué? Porque Dios lo manda. No
fueron algunos sicólogos populares que lo soñaron así, Dios lo ordenó.
Y aquí les va otra gentil admonición amigas: “Por lo cual, animaos
unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.” Funcionó
durante el primer siglo de la iglesia, y funciona hoy día también.
Así que si quiere una relación de amistad íntima con su esposo, si
quiere el tipo de relación que automáticamente hace que él quiera
venir a usted primeramente, tanto en los buenos como en los malos
tiempos, aquí están algunos lugares específicos para comenzar:
Primeramente, revise los puntos en este capítulo e identifique los
temas que se interponen en el camino hacia una amistad cercana
entre usted y su cónyuge. ¿Es usted quien se resiste a esta necesidad?
¿Es su cónyuge?
Segundo, lidie con este asunto por medio de la oración, pidiéndole a
Dios que le revele dónde usted puede estar bloqueando su necesidad
de una relación marital íntima. Y al pedirle a Dios sabiduría para su
matrimonio, confiese cualquier dureza de su corazón y cualquier deseo
que tenga de levantar paredes de autoprotección, manteniendo a su
esposo a cierta distancia. Pídale a Dios que le revele a su esposo
cualquier área en la cual él esté siendo negligente o bloqueando su
amistad.
Tercero, comparta estas preocupaciones con su esposo. Usted puede
escribirle una carta a él. Comiéncela reafirmando su compromiso de
amor hacia él. Recuérdele que usted es su “única mujer” y que está
corriendo la carrera junto con él, y que quiere terminar con vitalidad.
Luego usted puede continuar explicando por qué este aspecto de la
amistad necesita que se le trabaje un poco. Sin embargo, resístase a
la tendencia de ponerlo todo en la carta. Sencillamente use la carta
como una fuente para comenzar la comunicación con su esposo.
Entonces dígale que le ha escrito algo y que quiere que lo lea en algún
momento privado. Tenga cuidado de no usar la palabra escrita como
una herramienta para arruinarlo. En vez de eso, úsela como una forma
de acercarlo a usted. Las palabras ilustradas pueden ser muy útiles
para describir sus sentimientos.1
Cuarto, confiese lo que haya hecho que le haya herido, pídale que le
ayude a identificar los errores que usted no ve de su propia vida.

158
También pídale permiso para compartir con él dónde pueda él tener
manchas que no ve (tal y como Barb hizo conmigo en el tema del
orgullo).
Quinto, al confesar, exprese tristeza y arrepentimiento genuino, no se
olvide de buscar el perdón de él. Y entonces, si puede, dígale con
gentileza las áreas donde usted necesita que él busque el perdón de su
parte.
Sexto, no sea tímida con respecto a expresar el tipo de amistad que
necesita de su esposo. Sea específica y positiva. –Cariño, cuando
haces esto (mencione el comportamiento) conmigo, realmente me
estimula a edificar la amistad de nuestro matrimonio.- Pregúntele qué
es lo que usted puede hacer para satisfacer sus necesidades de
amistad. Sean tan específicos como puedan mutuamente. Entonces
comiencen a practicar aquellas cosas que edifiquen el cimiento de la
confianza.
Finalmente, encuentre y enfóquese en actividades, deportes o cosas
recreativas que ambos disfruten hacer juntos. ¡Sea creativa! Y cuando
su esposo se enganche y participe en estas actividades de amistad,
asegúrese de reafirmar esto con alguna declaración, tal como: -
Gracias por hacer esto conmigo. Realmente me hace sentir amada y
que te preocupas por mí.-
Si usted edifica este tipo de amistad desde el comienzo de su
matrimonio, tendrá un fundamento sólido antes y cuando vengan los
momentos difíciles y de mucha presión. Pero nunca es demasiado
tarde para comenzar. Incluso si usted está en el medio de tiempos
difíciles o ha atravesado por ellos, comience a extenderse para edificar
este tipo de amistad con su cónyuge, tanto para el presente como
para el futuro.

Encuentre la unidad en las estaciones de crecimiento de la vida


Durante uno de los tiempos más dolorosos de nuestras vidas, hace
años atrás, Barb y yo aprendimos lo importante que era la amistad
que teníamos para nuestro matrimonio. Al comienzo de este capítulo,
le dijo cómo yo había orado por veintiún años para que mi padre
comenzara una relación personal con Jesucristo. Como puede
imaginarse, entonces, fue uno de los días más felices de mi vida
cuando escuché las palabras: -Hijo, hoy me hice cristiano.- Sin
embargo, dieciséis meses después que esas palabras me llegaron por
la línea telefónica, recibí otra llamada (la llamada que cada hijo teme).
Era mi madre quien llamaba para decirme: -Papá está en coma.-
Momentos después estaba hablando por teléfono con el neurocirujano
que atendía a mi padre. –Probablemente no sobreviva,- me dijo. –
Venga ahora si quiere verlo.-

159
En dos horas, Barb me llevó a tomar un avión, y llegué a estar junto a
la cama de mi padre a tiempo para tener dos horas y media con él
antes que muriera.
La muerte de mi padre me golpeó como una tonelada de ladrillos, pese
a que sabía que él estaba con el Señor. A pesar de todo, dos días
después del funeral estaba nuevamente de viaje, hablando y
ministrando a las familias por todo Estados Unidos. Nunca había
llorado en realidad por la muerte de mi padre. Sí, experimenté las
etapas iniciales de la tristeza, pero en vez de atravesar por todo el
penoso proceso, me mantuve ocupado para ocultar el profundo dolor
dentro de mi corazón. Guardé mi tristeza en una caja y decidí no lidiar
con ella. (¿Recuerda esos compartimientos de los que hablamos en el
capítulo 3?)
No era de sorprenderse entonces que un año después mi cuerpo y
espíritu finalmente se rindieran, y entrara en una depresión. Ese año
fue en realidad el año más largo de mi vida. Algunos días simplemente
me aislé de los demás y me encerré. Algunas tardes me escabullía por
la puerta trasera de mi oficina y conducía por la autopista, buscando
un lugar donde poder estar solo para llorar. No creía que pudiera
proveer para mi familia. No creía que Dios pudiera usarme. No creía
siquiera que alguna vez podría salir de ese profundo hoyo. Durante
esos tiempos, a menudo caminaba por horas, deseando que el
ejercicio pudiera traer algo de alivio. Ciertamente ayudó, pero los
profundos sentimientos de fracaso e inseguridad eran más pesados de
lo que yo podía soportar.
Un día me hallé sentado por horas en el banco de un parque, con mi
Biblia y una botella de agua. Clamé a Dios: -No me voy a ir hasta que
te reveles a ti mismo y a tus promesas por medio de tu Palabra.-
Después de cinco horas me crucé con Éxodo 14:13-14: “No tengan
miedo – les respondió Moisés-. Mantengan sus posiciones, que hoy
mismo serán testigos de la salvación que el SEÑOR realizará a favor de
ustedes... ustedes quédense quietos, que el SEÑOR presentará batalla
por ustedes.” (NVI)
Luego que Dios me reveló esta promesa que le hizo a Moisés, conduje
a casa para estar con Barb, mi mejor amiga, y decirle lo que había
sucedido.
-Sé que hay esperanza, Barb,- dije. –Voy a salir de esto.- Mientras
hablábamos, una vez más me recordó algunas verdades básicas que
son fundamentales en nuestro matrimonio.
-Gary, yo no espero que tu sólo salgas de esto. Espero que salgas
caminando conmigo a tu lado. También quiero que recuerdes que Dios
peleará por ti, así como te lo reveló en ese banco. Tú necesitas confiar
en él y estar tranquilo. Permítele que te cargue en tu espíritu, y
permíteme cargarte como a mi compañero del alma.-

160
Me recordó que podía confiar en ella. –Estoy unida a ti como el
pegamento, y nada me puede separar de ti. Somos uno. Aquellos
votos matrimoniales son auténticos. Ese pacto es verdadero. En las
buenas o en las malas significa que incluso en los peores momentos
somos un equipo.-
Hablamos sobre cómo algunos de mis comportamientos durante esos
meses de depresión fueron perjudiciales para ella. Mis silencios le
habían herido. Mi alejamiento la había frustrado. Mi profundo
sentimiento de temor, por momentos, la había atemorizado.
Concluimos varias cosas inconclusas durante esos días. El perdón
abundó a medida que recuperé mi esperanza y optimismo en que Dios
no había acabado conmigo todavía.
Barb nunca disminuyó su honestidad para conmigo durante esos
momentos. Ella me afirmó y me reafirmó que nunca me dejaría, que
me amaba y confiaba en mí, y que estaría conmigo a través de esos
momentos, así como había hecho en nuestros tiempos de gozo. Y yo
confié en ella, sabiendo que podríamos superarlo todo juntos.
Incluso comenzamos a aprender más a jugar juntos a medida que
salía de ese tiempo de depresión. Salimos más a caminar. Nos reímos
más. Salimos más en las noches.
Durante esos meses difíciles, varios amigos estuvieron junto a mí
como mentores, dándome ánimo y como compañeros de oración. Pero
la persona que yo más necesitaba en la tierra era mi compañera de
toda la vida, mi amiga, mi esposa. Y ella estuvo siempre allí, en mi
rincón. Ella vivió lo que son los votos matrimoniales mientras yo
lloraba la muerte de mi padre. Ella me amó y me honró. Estuvo
conmigo en las buenas y en las malas, en riqueza y pobreza, en salud
o enfermedad. Como resultado de eso, la intimidad que se forjó en
nuestro matrimonio es tan profunda e impenetrable que sólo Dios sería
capaz de apartarnos el uno del otro cuando él esté listo para llamar a
alguno de los dos a nuestro hogar eterno.
Esa es la amistad íntima. Esa es la unidad marital. Eso es lo que Barb
y yo tenemos, y es lo que queremos para usted. ¿Por qué? Porque
este es el plan de Dios.
Para algunas de ustedes, esto implicará tomar un pequeño paso en la
dirección correcta y luego implementar los principios de este capítulo.
Para otras, resulta que ya lo estarán haciendo. Si es así, la próxima
vez que vea a su esposo, abrácelo y recuérdele el amor y compromiso
que tiene para con él.
Cuando oren juntos, recuérdenle a Dios del amor inmutable que tienen
el uno por el otro.
Cuando se sienten juntos a conversar, profundice y comparta otro
aspecto de quién es usted con el esposo que Dios le ha dado.

161
Luego róbense una hora los dos y salgan a estar juntos. Celebren una
amistad matrimonial de tres: El Señor, su esposo, y usted.
1
Para recibir ayuda en cuanto al uso de palabras ilustradas, le
recomiendo el libro de Gary Smalley y John Trent The Language of
Love (Colorado Springs, Colo.: Focus on the Family, 1992). Es el mejor
libro que he leído sobre el tema.

CAPÍTULO 6
Intimidad Espiritual
La necesidad de amor #3 de la esposa
“No hay mayor consuelo y seguridad que esta.”

Barb le habla a los esposos

Estimado Sr. Rosberg:


Muchos buenos libros cristianos para hombres están al final de la mesa
junto a la silla de mi esposo en la sala de estar. Personalmente los he
leído casi todos, y son fantásticos, libros muy útiles con todo tipo de
consejos maravillosos. Mi esposo nunca se molesta en tomarlos. No los
ha leído, así que ¿cómo es posible que pueda aplicar algo de todo lo
bueno que hay allí? Yo les quito el polvo y los pongo nuevamente en
su lugar cada semana. Allí dan una apariencia buenísima cuando
tenemos invitados, y estoy segura que todos deben pensar que mi
esposo es un super esposo. La verdad es que es un esposo miserable.
Él hace todo un buen espectáculo al asistir a las reuniones de
Cumplidores de Promesas y trae a casa más de esos libros fabulosos.
Vamos a la iglesia juntos, y él asiste a reuniones de liderazgo y es
activo en nuestra iglesia. Se considera a sí mismo un buen cristiano.
Rara vez me habla, nunca me hace un cumplido, me critica tanto en
privado como en público, y es rápido en señalar alguna persona que
no lleva una “buena” vida. Si estamos conduciendo por la calle, no se
pierde detalle de algún nuevo edificio y se fija en cada detalle del
mismo, pero no se da cuenta cuando fui a la peluquería o cuando
estoy vistiendo algo especialmente atractivo.
Exteriormente parecemos una pareja normal. Pero por dentro estoy
dolida, solitaria, triste y desilusionada. Nuestro matrimonio no es en

162
absoluto lo que yo esperaba que fuera. Pensé que tendríamos una
relación íntima, tanto emocional como físicamente, que iríamos a
lugares juntos, que reiríamos mucho y que nos divertiríamos, ya fuera
que estuviéramos en casa juntos o que saliéramos a cenar. Pensé que
tendríamos un estudio bíblico diario y que oraríamos juntos ya que él
aparentaba ser un hombre tan cristiano. En lugar de animarme, me
desanima; en vez de sonreír, generalmente está con su ceño fruncido.
Siempre puede encontrar algo negativo. En lo personal siempre he
sido optimista, y generalmente sonrío pese a su constante crítica y su
hábito de molestarse por cosas sin importancia. Trato a mi esposo
bastante bien, considerando la forma en la que me ignora, me
descuida y me critica.
Entonces, después de todo un día de ser criticada e ignorada, se
supone que me tengo que transformar en una “bomba sexual” cuando
él se da cuenta que soy un cuerpo cálido junto a él en la cama. Es ahí
que se molesta cuando le digo “olvídate,” y todavía es lo
suficientemente caradura para quejarse diciendo que se siente
“rechazado,” luego de que él estuvo rechazándome todo el día, en una
forma u otra.
¿Qué es lo que anda mal en todo esto?
Francamente estoy harta. No estoy segura de querer continuar con un
matrimonio como este. Soy cristiana y creo en la santidad del
matrimonio. Y si bien no se abusa de mí físicamente, estos segura que
no soy tratada en la forma en que Cristo trata a su iglesia, que es el
modelo que ustedes los Cumplidores de Promesas predican a sus
hombres.
Simplemente quiero que mi esposo me ame, y quiero que eso sea
obvio para otros y para mí que me ama y que piensa que soy muy
especial. Quiero que me tenga cariño, así como yo aún tengo cariño
por él a pesar de que se ha vuelto cada vez más difícil para mí
recordar las razones por las que me enamoré de él al principio. Todo lo
malo está enterrando lo bueno. Uno de estos días ya no habrá nada
bueno para ver y será muy tarde para tratar de desenterrarlo de
nuevo.

Esta carta anónima que Gary recibió recientemente me rompe el


corazón. Me duele no sólo por esta mujer sino también por otras
mujeres que están recibiendo el mismo tipo de tratamiento de sus
esposos. Lamentablemente, este no es el único “hogar cristiano”
donde el esposo ha quitado sus ojos (ya sea sutilmente o
deliberadamente) de Jesucristo y los ha puesto en sí mismo. El
resultado es siempre el mismo: todos sufren.
Si usted realmente quiere satisfacer la necesidad de amor de su
esposa de tener intimidad espiritual, entonces debe ver su matrimonio

163
como una trenza de tres cordones: Dios, el esposo, y la esposa. Dios
es el cordón central, alrededor del cual los otros dos son entrelazados.
Y como Dios sin ningún cuestionamiento debe estar entretejido en la
relación marital, no es de sorprenderse que la necesidad de intimidad
espiritual se haya ubicado entre las principales necesidades (de
acuerdo con la encuesta) tanto para hombres como para mujeres. La
intimidad espiritual puede tomar varias formas, pero desde la
perspectiva de la esposa, implica el crecimiento espiritual de su propio
marido, que compartan el crecimiento espiritual de ambos como
esposo y esposa, que tenga comunicación con su marido acerca de
asuntos espirituales, y que su esposo tome el liderazgo espiritual del
hogar.
En el centro mismo de la intimidad espiritual está la confianza. Su
esposa debe confiar en usted, pero no debido a su rango o posición (ni
siquiera porque usted sea su esposo). Es cierto que parte de la
confianza se construye durante el noviazgo y en el compromiso que se
toma con los votos matrimoniales, pero la confianza total es lograda
con el tiempo y bajo las presiones de la vida diaria. Por mi propia
experiencia, y por la experiencia de un sinnúmero de mujeres con las
que he hablado, cuando se trata de asuntos espirituales, una mujer
necesita confiar en su esposo en



el caminar que tenga con Dios,


el apoyo que le brinde al crecimiento espiritual de ella,


la educación espiritual de los hijos,


las decisiones que tome que afecten a la familia, y
su liderazgo espiritual en el hogar.

En 1 Pedro encontramos una aseveración muy clara sobre lo crucial


que es su rol no sólo en su propia vida espiritual, sino también en su
relación matrimonial: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo” (1 Pedro 3:7). A Propósito, el punto aquí de que su
esposa sea “más frágil” no significa que ella sea moralmente o
mentalmente más débil o inferior a usted; más bien se refiere a la
relativa fuerza física.
¡Dios le pide mucho! Pero debido a que usted escogió aceptar su
misión (¿verdad?), causará un increíble impacto en su esposa. Ella
anhela experimentar la llenura que viene de saber que usted ama a
Dios y está dispuesto a servirle al ser un marido y un padre efectivo.
Así que, en la medida que usted fortalece su relación con Dios y toma
seriamente el rol que Dios le ha dado en su hogar, la ayudará a
fortalecer su relación con Dios y con usted.

164
Sin embargo, no me crea así y punto. Pregúntele a su esposa sobre
sus necesidades específicas en esta área.

¿Cuáles son las necesidades de su esposa en cuanto a la intimidad


espiritual?
Las necesidades de una esposa en cuanto a la intimidad espiritual
tienen varios componentes, todos los cuales fortalecen el crecimiento
espiritual de ella y aumentan su seguridad en la relación matrimonial.
Ella necesita crecer espiritualmente; necesita estar en compañía de
otros cristianos, especialmente usted; y necesita expresar sus dones
espirituales. También necesita que usted sea un líder espiritual en el
hogar.

Ella necesita estar creciendo espiritualmente


Su esposa necesita crecer espiritualmente, y si bien usted no es el
responsable principal de su crecimiento, puede contribuir a ese
crecimiento en formas muy significativas. Al acercarse a ella, recuerde
que usted no es la fuente de poder espiritual para su vida. Dios debe
ser la fuente de fortaleza para la vida de ella; él es el único que
realmente puede satisfacer el clamor de su corazón. Pero como
esposo, usted es completamente responsable de ser ejemplo del amor
de Cristo para ella y mostrarle a Aquel que es único para satisfacer las
necesidades más profundas que pueda tener. Usted también puede
animarla a apagar la sed espiritual que tenga al involucrarse en
estudios de la Biblia, grupos de oración, conferencias femeninas, u
otros ámbitos en los que pueda crecer en la relación con Cristo.
Teresa trabaja cuarenta horas semanales como profesora. Cada noche
tiene tareas que revisar y lecciones que preparar para el siguiente día.
Cada vez se frustra más con su trabajo porque está consumiendo todo
su tiempo. Como consecuencia, ella está cada vez más impaciente e
irascible con su esposo Juan. El empleo que antes le fascinaba se ha
convertido ahora en una fuente de resentimiento. Está cansada, vacía
y agotada, y siente que ya no tiene nada que dar a nadie.
Teresa y Juan son lo suficientemente sabios como para saber que la
solución está más allá de ellos mismos. Ambos saben que Teresa
necesita tomar un tiempo para apartarse de todos y profundizar en su
fe, cultivando su propio corazón. Juan ha pasado por lo mismo y
conoce el impacto que ha tenido en su propia vida el preocuparse por
su alma. Como esposo, Juan está en la posición ideal para animar a
Teresa a que consiga ayuda. Si no lo hiciera, no estaría cumpliendo
con el cuidado que debería tener del otro en su rol de líder, que le ha
sido dado por Dios.
La mujer por naturaleza es sensible en su relación con su esposo. Ella
es (en términos futbolísticos) como un delantero, y él es un

165
mediocampista. Ambos son buenos en su trabajo, pero además ambos
se necesitan mutuamente. En este caso, Teresa necesita que Juan se
acerque y le ayude con su tremenda carga. La mejor forma en la que
Juan puede hacerlo es animando a su esposa a tomar tiempo para
refrescar su propia alma y entonces hacer lo posible para que eso
acontezca. ¿Ha llevado ella su carga a Dios? ¿Han orado juntos sobre
la situación? ¿Podría ella unirse al grupo femenino de estudio bíblico
que se reúne en la iglesia los martes de noche? Entones, en forma
bien práctica, ¿qué es lo que él puede hacer en la casa para hacerle
más fácil a ella tomarse ese tiempo?
Dios es la fuente de descanso y refrigerio, y necesitamos a nuestros
esposos que nos ayuden y nos guíen hacia él.

Ella necesita estar en compañía con otros cristianos,


especialmente usted
La comunión espiritual es una relación entre dos o más personas que
tienen hambre y sed de la misma cosa, las cuales se satisfacen
mutuamente, y la experimentan unidos en Cristo. La comunión ocurre
cuando nos animamos, nos apoyamos, y oramos uno por el otro, es el
estar unidos como una familia espiritual, saludable y feliz, donde
podemos abrirnos, sentirnos conectados y disfrutarnos mutuamente.
Cierta noche, Carlos y Rosa estaban sentados en su jacuzzi y hablando
de todo un poco (los niños, el trabajo, el perro, etc). Al poco rato,
Rosa le dijo a Carlos lo distante que se sentía. Como todos los niños
iban a la escuela, ella había vuelto a trabajar, lo que quería decir que
ya no podía reunirse con el grupo femenino de estudio bíblico los
miércoles en la mañana. Y como recientemente habían cambiado de
iglesia, se sentía como desarraigada de sus amigas cristianas.
Ya que Carlos es su mejor amigo, él la escuchó y le hizo preguntas
para poder intentar conocer sus necesidades en mejor forma. Luego
tomó su mano y oró para que Dios satisfaciera su necesidad. Pero
poco antes que terminara de orar, él dijo: -Sabes, hay algo en lo que
he estado pensando mucho pero que aún no te he mencionado. ¿Qué
te parecería si comenzáramos un estudio bíblico para parejas en
nuestro hogar? De esa forma podríamos crecer juntos al estudiar
sobre el Señor, y también podríamos conocer algunas parejas nuevas
de la iglesia. También podrías hacerte nuevas amigas en ese grupo.-
Esa noche fue algo más que dos personas relajándose en un jacuzzi,
eran un esposo y una esposa teniendo comunión espiritual con el tipo
de intimidad que les hace uno.

Ella necesita expresarle sus dones espirituales


Dios nos ha dado a cada uno diversos dones espirituales. Al ejercitar
esos dones, nuestra fe crece, fortaleciendo nuestro carácter para estar

166
firmes en la batalla en otras áreas de nuestras vidas. “Por fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon
bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada,
sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron
en fuga ejércitos extranjeros” (Hebreos 11:33-34).
El crecimiento en la fe es el resultado directo de activar y usar
nuestros dones espirituales. Las mujeres crecen en su fe a medida que
se esfuerzan en apoyarse en el Espíritu Santo para que las equipe a
hacer su tarea. Ellas se asombran cuando contemplan lo que Dios hace
al darles dones y habilidades para cumplir Su obra.
Laura trabaja veinticinco horas a la semana, tiene tres hijos y es
anfitriona en su casa de un estudio bíblico para unas treinta mujeres
de su vecindario. Para Laura, el liderar este estudio bíblico es una de
las cosas más importantes que hace. A ella le encanta enseñar, y el
observar lo que Dios está haciendo en las vidas de otras mujeres hace
que crezca su propia fe. Su esposo, Leonardo, la ha apoyado
totalmente a medida que ella lidera este grupo, y esto también ha
influido mucho en la vida de ella. El se asegura que ella tenga tiempo
para estudiar, preparar las lecciones y desarrollar buenas relaciones
con las mujeres del grupo.
Pese a que él no participa de dicho grupo, no lo ve como una
competencia al tiempo que pasa con ella. Tener este estudio bíblico ha
sido un sueño para su esposa y ha sido un medio valioso para su
propio crecimiento con Dios. Leonardo la ha animado en su
crecimiento más allá de su relación con él, lo cual, a cambio, ha hecho
que ella le aprecie mucho más.
¿Cuáles son los dones espirituales de su esposa? Tal vez, como Laura,
su esposa ame enseñar. Tal vez su corazón compasivo la haga una
buena consejera de otras personas. Tal vez está interesada en las
necesidades de los enfermos o los pobres. Tal vez sea una persona
detallista y se sienta atraída a grupos que necesitan de sus habilidades
para organizar. Puede que su esposa sea creativa en la música, el arte
o la escritura. Tal vez tenga un tremendo talento de hospitalidad.
Quizá sea una intercesora. ¿Qué dones espirituales ve usted en ella?
¿Qué dones espirituales ve ella en sí misma? ¿Está ejerciendo esos
dones? ¿Cómo podría usted ayudarla a que los ejerza, de manera que
tanto ella como la gente que la rodea crezcan espiritualmente?

Ella necesita que usted sea un líder espiritual en el hogar


Al principio en nuestro matrimonio, Gary trabajaba y a la vez iba a una
escuela para graduarse, lo cual le consumía todo el tiempo. Estaba
absorto con su trabajo y sus estudios, y tenía muy poco tiempo o
energía de sobra para mí o para nuestras dos hijas preescolares. No es
que un cierto día se levantó y decidió ser negligente con nuestra

167
familia, sencillamente estaba con demasiado trabajo y en medio de
demasiados libros, así que no estaba nunca en casa.
Como yo realmente quería que él tuviera éxito, tuve que asumir y
proveer el liderazgo (tanto emocional como espiritual) que nuestra
familia necesitaba. Pero yo extrañaba mucho su presencia en nuestras
vidas. Anhelaba tener una interacción espiritual con él, y anhelaba que
él fuera el líder espiritual en nuestro hogar.
Entonces un día, durante el tiempo que Gary estaba estudiando para
su tesis doctoral en consejería, nuestra hija de cinco años, Sarah,
entró a su estudio con un retrato familiar que había dibujado. –Déjame
ver el dibujo cariño... ah, ¡qué lindo!- dijo aunque estaba bastante
ausente. –Lo colgaré en la pared.-
Entonces volvió a mirarlo. Sarah había dibujado a Mamá, a Sarah, a
Missy y al perro, pero Papá no estaba en el cuadro.
-Cariño, ¿dónde está tu Papá?- preguntó Gary.
-Estás en la biblioteca- respondió descuidadamente.
Esa imagen dibujada con una crayola verde valía mil palabras que yo
hubiera querido decirle a Gary con respecto a su ausencia.
Yo no supe de este incidente hasta algunas semanas después, cuando
él finalmente encontró el valor de decir: -Barb, ¿es demasiado tarde
para que yo vuelva a casa, y vuelva a tomar mi lugar en esta familia?-
Me dijo esto una noche en que ambos estábamos acostados en
nuestro dormitorio a oscuras. Pensé que él estaba durmiendo, y me
sorprendió cuando lo escuché susurrándome, -¿Puedo volver a casa?-
Pese a que mis ojos estaban cerrados, mi corazón estaba abierto y
receptivo a él. Me sentí apenada por él, ya que escuchaba en su voz
una vulnerabilidad que nunca antes había escuchado. Lo último que yo
quisiera hacer era lastimar a este hombre maravilloso que estaba
tratando de lograr un cambio por nuestra familia.
-Las niñas y yo te amamos mucho. Queremos que estés en casa,- le
dije. –Pero no has estado aquí y me siento como si yo hubiese sido el
único padre por un buen tiempo. Anhelamos tu liderazgo espiritual.-
Para ser honesta, cuando Gary finalmente reconoció que estaba
absorto consigo mismo y comenzó a hacer cambios, fue difícil para mí
ajustarme. Estaba exhausta, pero había estado solucionando las
situaciones por tanto tiempo que me fue difícil pensar que él era capaz
de sobrellevar la tarea. Sin embargo, en lo profundo, sabía que
nuestro hogar estaba en desorden, y no me gustaba. Quería que mi
esposo fuera un líder vibrante en nuestra familia.
¿Cómo es que usted puede ser un líder espiritual en su casa? ¿Qué es
lo que su esposa necesita?
Primeramente, ella necesita que usted le dé oportunidad de expresar
sus ideas espirituales, que se sintonice a ella y la escuche. Ella puede
tener una mayor necesidad de hablar con usted sobre cosas

168
espirituales que usted mismo. No se moleste por eso. Escuche. Haga
preguntas. Comparta sus aportes con ella.
Su esposa necesita que usted se enfoque en sus puntos fuertes a nivel
espiritual. Cuando usted la vea tomando una decisión difícil basada en
sus convicciones, alábela. Cuando vea la profundidad de su carácter,
dígale lo que ve. Cuando usted se acerque a Dios debido a ella,
hágaselo saber.
Su esposa necesita que usted tenga una vida espiritual vibrante. Ella
necesita ver que Dios tiene el primer lugar en su vida. Cuando usted
llena ese lugar con su trabajo, sus intereses, o sus actividades, le roba
a Dios el lugar que le corresponde, y entonces todos sufren. Las cosas
que le consumen pueden debilitarle como persona, y a la larga pueden
derribar un matrimonio. Esto se revela por medio del caos y la
frustración en su hogar. Cuando usted ignora su necesidad de Dios y
deja de crecer espiritualmente, no sólo se está colocando en un lugar
peligroso sino que también pone en peligro su matrimonio y su familia.
Pero cuando coloca a Dios primero y lo mantiene allí, está proveyendo
no sólo un firme modelo para los miembros de su familia, sino también
un sentido de seguridad para ellos.
Su esposa espera que usted guíe con su ejemplo. Un líder espiritual va
a la iglesia con su familia. Un líder espiritual es consistente, actuando
de igual forma en público que en privado. Demuestra un deseo de
crecer. Un líder espiritual guía a la familia a estudiar la Biblia; los lleva
en oración. Estas cosas pueden sonar difíciles para usted, pero si da
aunque sea pequeños pasos hacia este tipo de liderazgo, a su esposa
le encantará y será animada por ello. Usted no tiene que temer la
presión de estar orando por una hora; sólo tómela de su mano y ore
para bendecir los alimentos. Así de sencillo. Su disposición significa
todo para ella.
Algunos hombres encuentran el liderazgo espiritual como algo difícil
porque no tuvieron modelos. Muchos hombres (y quizá usted es uno
de ellos) vienen de familias quebradas u hogares en los cuales ambos
padres no eran cristianos, u hogares en los cuales se decían ser
cristianos, pero la realidad dentro de las cuatro paredes era bastante
diferente. Debido a que estos hombres carecieron de modelos
adecuados en sus propias familias, muchos de ellos aprendieron
patrones insalubres de comportamiento y hábitos egoístas. Se espera
que sean líderes espirituales, pero no saben las reglas, y no tienen un
director técnico.
Piense en su propia vida. ¿Usted tiene o tuvo un buen modelo del cual
aprender? Muchos de los amigos de Gary y míos son los únicos
cristianos en sus familias, y la mayoría ha luchado tratando de conocer
sus responsabilidades espirituales hacia su esposa y su familia.

169
Aquellos que reconocieron esto han buscado un mentor de afuera, ya
sea en su iglesia o leyendo libros sobre el tema.
¿Cómo le está yendo en su rol de líder espiritual? Evalúe los siguientes
puntos.

 ¿Ora en voz alta con su esposa? (No se puede tener más


intimidad que cuando se ora como pareja.)
¿Está estudiando la Palabra de Dios diariamente? Pueden pasar
algún tiempo juntos, leyendo algo como La Biblia en Un Año, la
cual divide la Biblia en 365 lecturas, una para cada día del año.
O cada uno puede leer el mismo libro devocional o la misma guía
de estudio en su devocional individual, y luego compartir lo que


aprenden mutuamente en algún otro tiempo.
¿Han descubierto la emoción de un ministerio compartido? Dos
personas particulares puede que no sean atraídas
automáticamente a los mismos intereses, pero si pueden
ministrar como equipo, eso dará comienzo a una maravillosa


armonía espiritual.


¿Su esposa lo ve leyendo la Biblia?


¿Ora con su esposa antes de acostarse?
¿Ora diariamente por su esposa y luego le dice por qué cosas ha


orado a su favor?
¿Lee libros que le ayuden a tener más confianza al entender


cómo guiar a su esposa espiritualmente?
¿Usted dirige a su familia a la hora de tomar decisiones? ¿Le
está enseñando a sus hijos, por ejemplo, la importancia de un
acuerdo entre esposo y esposa para tomar decisiones? ¿Les


muestra armonía a ellos? ¿Escucha el consejo de su esposa?
¿Es usted abierto con sus hijos? ¿Le enseña a sus hijos, por
ejemplo, a depender del poder de Dios cuando están
atravesando la adversidad? ¿Les cuenta historias de cómo Dios
le ayudó en tiempos difíciles? ¿Les ayuda a entender cómo la


adversidad le da a uno fortaleza y carácter?


¿Sus hijos le ven leer la Biblia?


¿Ora con sus hijos a la hora que ellos se acuestan?
¿Usted cuenta sus bendiciones, haciendo una lista mental de lo
que sucedió en el día y cómo Dios respondió sus oraciones y


luego se lo cuenta a su familia en la noche?
¿Ora a diario por sus hijos y les dice en qué forma
específicamente ha orado por ellos?

¿Cómo puede satisfacer las necesidades de su esposa de intimidad


espiritual?

170
Si quiere crecer en su habilidad de satisfacer las necesidades de su
esposa de intimidad espiritual, aquí hay una lista de cosas que podría
hacer.

Incentive el crecimiento espiritual de ella


Si hablamos de la comunión que su esposa tiene con Jesucristo, ¿qué
es lo que la ayuda a crecer? ¿Alguna vez lo ha hablado con ella? ¿Su
esposa alguna vez habla con usted sobre su vida de oración? ¿Qué es
lo que la activa espiritualmente? ¿Usted sabe cuando ella atraviesa por
un “desierto espiritual”? ¿Cómo lo sabe? ¿Cuál es su respuesta cuando
esto sucede?
¿Y qué hace su esposa como resultado de su propia fe? ¿Cómo es que
expresa su propio compromiso espiritual? ¿Ella conduce o participa en
estudios bíblicos? ¿Ayuda en la guardería en la iglesia o con las
comidas? ¿Le escribe cartas a misioneros o trabaja con esposas
golpeadas?
Como dijo Yoghi Berra una vez: “Uno puede observar mucho con sólo
mirar las cosas.” Fíjese qué es lo que hace falta para ayudar a que su
fe crezca, y entonces anímela a seguir esas actividades.
Hace varios años, Eugenio asistía a un grupo de estudio bíblico
masculino, un grupo vibrante, en el cual las personas se reunían para
escuchar buena enseñanza bíblica y aprender cómo aplicar los
conceptos de vida en forma que se obtenga un verdadero significado y
propósito. Un día volvió a su hogar y animó a su esposa, Mariana, para
que considerara ir al grupo de estudio femenino. –Tu vida cambiará
espectacularmente si le dedicas tiempo a estudiar la Palabra en
profundidad con otras mujeres. Sé que estudias la Biblia por ti misma,
Mariana, pero también sé lo mucho que este estudio bíblico ha hecho
por mí. Creo que tú podrías obtener mucho del mismo.-
Debido a la dirección y el ánimo de su esposo, Mariana comenzó a
asistir al Compañerismo de Estudio Bíblico. También pudo compartir
sus luchas con las otras mujeres y así trabajar juntas para encontrar
soluciones. Se sintió animada y a cambio, le dio ánimo a las mujeres
que estaban atravesando por situaciones similares. Dios estaba
trabajando personalmente en su vida.
Hoy, las conversaciones entre Eugenio y Mariana están centradas en la
fe y los propósitos de Dios para ellos. Ellos elevan aún las decisiones
más intrascendentes a Dios, para que él les guíe. Sin embargo, lo que
ella disfruta más que nada es lo conectada que está la fe de ellos en su
comunión. Eugenio lee mucho, y a ella le encanta escucharle decir: -
Oh Mariana, tienes que leer esto. Hay tanta enseñanza aquí.
Seguramente te animará.- Y realmente lo hace.
Nunca olvidaré la primera vez que Gary abrió la puerta de nuestro
closet y me encontró allí a oscuras, de rodillas. Fue así que descubrió

171
que yo realmente tengo un closet de oración y lo precioso que es ese
tiempo para mí en mi propio crecimiento espiritual. Si yo descuido la
oración o me enfoco en cosas que me preocupan en vez de orar acerca
de ellas, mi corazón rápidamente se puede endurecer. Así que una
forma en la que tengo comunión con Dios es ir a un lugar aislado para
orar. Ahora que Gary sabe lo vital que es este tiempo de oración en
privado para mí, hace todo lo posible para asegurarse que nada
interfiera con eso.
El ritmo de crecimiento espiritual de cada uno es diferente. Descubra
qué es lo que carga las baterías de su esposa, y entonces haga lo que
pueda para mantenerlas cargadas.

Estimule su comunión con usted y con otros


-Miguel es el mejor cuando se trata de animarme a salir con mi grupo
de rendición de cuentas,- me dijo Clara. –Él deja ese tiempo de su
agenda sin compromiso y se hace cargo de los niños. Y nadie podría
estar más entusiasmado. Él simplemente dice: -Ve.-
Hace siete años, Clara y Miguel comenzaron un estudio bíblico para
parejas, y tres de esas parejas aún se reúnen. Clara dice que ella le
atribuye el éxito del grupo a los hombres. Con los años ellos siguieron
adelante, mantuvieron un compañerismo entre sí, se reunían para
desayunar y orar una vez al mes. Esto se extendió a la dinámica de las
parejas. Debido a eso, las esposas se reunían en un grupo de rendición
de cuentas, en el cual podían tener comunión y compartir sus
necesidades también.
Susana es líder de un pequeño grupo de estudio bíblico que se da en la
ciudad, pero el equipo de liderazgo se reúne cada miércoles a las 5:25
a.m. así que cada miércoles, a las 5:00 a.m., Javier se levanta para
orar con su esposa antes que salga para el grupo. Él está orgulloso de
que ella esté creciendo espiritualmente y quiere que sepa cuánto la
apoya. Ella aprecia que él sacrifique su sueño por amor a ella, de
manera que pueda experimentar el sello de la intimidad espiritual
juntos antes que ella comparta algo con las mujeres del grupo.
Patricia y Timoteo han estado casados por veinte años, y él siempre la
ha estimulado a que vaya a conferencias y eventos femeninos. Él
nunca se ha quejado ni la ha hecho sentir culpable de que lo estaba
cargando con tareas domésticas. Y cuando ella regresa al hogar, no
hay platos sucios para lavar, ni pañales para cambiar, ni una comida
para preparar, ni tiene que bañar a nadie. Él lo llama “el deber de
Papá.” Timoteo conoce el valor de cuidar el corazón de su esposa.

Anímela a expresar sus dones espirituales


Piense en cómo usted se siente cuando otros reconocen sus propios
logros. ¿Acaso dicho reconocimiento no le hace sentirse más completo

172
dentro? Su esposa no es diferente. Esto no significa que ella necesite
ser continuamente elogiada o palmeada en la espalda. Pero ella
necesita que se le recuerde el precioso regalo de Dios que ella es,
tanto para usted como para otros.
Una amiga mía no es una de esas mujeres que esté al frente de un
grupo. No enseña en la Escuela Dominical ni sirve en los comités de la
iglesia, pero tiene un talento de hospitalidad sin paralelos. Todos los
que entran a su casa inmediatamente saben que el Señor vive allí. Ella
le da la bienvenida a sus invitados en una forma tal que les hace
sentirse como viejos amigos, y les ofrece el tipo de zona confortable y
amistosa en la cual se pueden disfrutar de la comunión cristiana.
Su esposo, por su parte, le anima a expresar este talento de
hospitalidad. Él sabe que ella se siente más satisfecha cuando está
sirviendo a otros de esta forma, así que hace lo posible para darle el
tiempo y los recursos para que lo haga. Él sabe que cuando la familia,
los amigos y otros invitados se van, habrán sentido algo con respecto
al Salvador.
Su esposa tiene hambre de ser tratada con dignidad y respeto; ella no
quiere ser alguien tomada por descontado. Ya sea que está usando sus
talentos para el servicio en la iglesia, el trabajo o el hogar, necesita
saber que usted aprecia quién es y cómo Dios la está usando.
Maravíllese de sus dones únicos, y busque formas en las que pueda
aumentar sus dones naturales.
Si su esposa no tiene seguridad sobre sus dones espirituales, ayúdela
a identificarlos. Comparta sus observaciones con ella, anímela a
discutir esto con aquellos amigos que la conozcan bien. Luego hable
sobre formas en las cuales ella pueda ejercitar sus dones. Por ejemplo,
si ella tiene el don de misericordia, puede que esté interesada en hacer
visitas a algún hospital u hogar de ancianos. Si ella es tímida o
insegura, anímela a salir de su zona de comodidad y a que se apoye
en el poder de Dios, aprendiendo a depender de él para cumplir la
tarea. Una vez que se sienta involucrada en un ministerio, ofrézcale
alivio en las tareas del hogar y muestre continuo interés en lo que ella
está haciendo. Afirme su valor y contribución.

Anímela con sus oraciones


Recientemente, una amiga nuestra se fue a hacer la mamografía
anual. Varias mujeres en su familia habían tenido cáncer de mama, así
que este historial hizo que le golpearan más duro las palabras que
toda mujer teme: “Hemos detectado algo anormal en su mamografía.”
Algunos de ustedes probablemente han pasado por esta experiencia
con sus esposas, así que saben exactamente de lo que estoy hablando.
¿Cómo reacciona un esposo en esta situación? Bueno, déjeme decirle
lo que hizo el esposo de Carolina. Cuando ella entró a la casa y le dio

173
las noticias, él sencillamente extendió sus brazos y la acercó hacia él.
Se sentaron por unos minutos en el sofá, y hablaron sobre los temores
que ella tenía. Él la escuchó y la abrazó mientras ella lloraba. Después
de unos minutos comenzó a orar por su esposa. Ella dijo después:
“Nada me habría confortado o afirmado más que lo que Tomás hizo en
ese momento.”
¿Su esposa sabe que usted ora por ella? ¿Lo escucha orar por ella? Si
usted no ha orado por o con su esposa, comience despacio, pero
comience hoy. Sus oraciones por y con ella son uno de los mayores
regalos que le puede dar.

Cómo usted lidera es importante para su esposa


El tema de su liderazgo espiritual es fundamental para su esposa. Pero
cómo usted lidera es tan importante para ella como el hecho que usted
lidere.
Hay un pasaje en Efesios que da algunas directrices sobre cómo los
esposos deben amar y guiar a sus esposas: “Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua
por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus
mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama” (Efesios 5:25-28).
El ser como Cristo es estar dispuesto a dar su vida por la de su
esposa. La Escritura es clara en que un esposo está llamado a
“santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra.” Existe un tipo de transacción divina que ocurre cuando un
esposo cambia su amor superficial por un profundo amor sacrificado,
al colocar las necesidades de su esposa por encima de las suyas
propias y tiene como meta la santidad de su esposa. Al hacer esto, él
cumple su rol de servirle y ser un ejemplo de Cristo Jesús.
Tal demostración de divinidad diaria al vivir con su esposa produce
resultados divinos, tanto en ella como en él. Él será capaz de
“presentarla sin mancha ni arruga ni cosa semejante.” Ella será “santa
y sin mancha.” Fíjese que esta es la segunda vez en este pasaje que
se usa una palabra con respecto a la santidad. Cuando usted derrama
su vida en la vida de su esposa, ella se hace santa. ¡Qué transacción
más maravillosa!
El modelo para el liderazgo descrito en estos versículos es el de un
líder siervo. Ese es el ideal bíblico. Pero demasiado a menudo la
realidad en el matrimonio es que el esposo cae presa de dos estilos
extremistas: Control o pasividad. Antes que analicemos más
profundamente el estilo del líder siervo, miremos estos dos extremos.

174
El líder controlador
El estilo de Cristo nunca incluye la amenaza de un esposo hacia su
esposa en un intento de controlarla o intimidarla. Ninguna mujer
quiere estar casada con un hombre así.
En su libro Rocking the Roles, William Hendricks y Robert Lewis
concluyen que por causa del pecado original (la naturaleza pecaminosa
que todos heredamos de Adán y Eva desde la Caída), los esposos
tienen una tendencia de dominar a sus esposas. “[Génesis] nos dice de
antemano cómo es que los hombres caídos naturalmente tratarán de
vivir con sus esposas. Nos profetiza que las dominarán y las
subyugarán a posiciones de un estatus inferior. Como sabemos, ese ha
sido el caso ciertamente. Tenemos miles de culturas y miles de años
para documentar que eso es exactamente lo que sucedió. Las mujeres
lucharon bajo la dura dominación del hombre natural por siglos.
Incluso hoy día, los lamentos y quejidos provenientes de muchos
hogares, surgen como resultado de un gobierno por parte de
intimidadores egoístas e insensibles” (p. 64).
Aunque usted tenga una esposa extremadamente confiada o de
voluntad muy firme (como Gary tiene a veces), cada mujer está
diseñada para responder a un liderazgo auténtico y bíblico de parte de
su esposo. Lamentablemente, tal como Hendricks y Lewis relatan,
algunos hombres toman la ruta fácil del “liderazgo” e intentan ser los
“jefes.” Esto es dominio, no liderazgo espiritual.
Los hombres que son líderes controladores a menudo tienen el tipo de
personalidad que les capacita para ser motivadores y emprendedores,
los empresarios del mundo. Son resueltos y saben tomar decisiones, y
fácilmente pueden inspirar a otros a que estén en la misma línea de
sus planes y visiones. El problema es que ese tipo de hombre, cuando
está gobernado por sus inclinaciones naturales, fácilmente puede
transformarse en un déspota, y cuando eso sucede en un matrimonio,
lleva a problemas serios.
David es un muy buen ejemplo de esto. En el trabajo, está encargado
de un departamento altamente productivo. No podríamos decir que a
la gente le cae bien, pero consigue que se hagan las cosas. En su
hogar él opera en una forma similar: él es la cabeza de la casa, y todo
tiene que estar bajo su control. Él piensa que puede conducir a su
familia en la forma que quiera. Para él sólo existen dos resultados en
cualquier área de la vida: o se gana o se pierde. Y él detesta perder
(especialmente frente a una mujer, incluso si esa mujer es su esposa).
Todo aquel que se pone en su camino (lo cual significa también todo
aquel que opina diferente que él) es una amenaza. Su esposa Ruth, es
una mujer capaz, cálida y se preocupa por los demás, pero ha sido
herida tantas veces por las crueles palabras de David que uno casi

175
puede verla achicarse cuando él abre su boca. En conclusión: David es
un hombre egoísta y exigente.
Por más que esto parezca un ejemplo extremista de lo lejos que puede
llegar un cristiano como David, quien es diácono en su iglesia, no es
tan raro como pudiera pensarse. Por favor observe que si bien el
seguir el instinto personal, o dar órdenes, y lograr que las cosas se
hagan es algunas veces necesario en el mundo de los negocios, en
general no funciona con su esposa y sus hijos (y ciertamente no es la
forma en que el Señor espera que funcione el matrimonio). El líder
controlador crea desarmonía y discordia, rebelión e infelicidad para
todos quienes viven bajo su autoridad. El resultado a menudo es una
esposa resentida que no quiere andar recibiendo órdenes y niños que
se rebelan con facilidad. El líder controlador ciertamente no está
modelando el amor de Cristo delante de su esposa ni su familia, y no
está creando en ellos la sed de tener una comunión más íntima con
Jesús.
Si usted se amolda a esta descripción, pídale a Dios que no solo le
muestre los momentos en los que usted es controlador, sino que le
ayude a poner su estilo de liderazgo bajo Su control. Luego admita
delante de su esposa que usted ha sido un esposo dominante y que le
gustaría cambiar. Pídale que le ayude. Si puede hacerlo en forma
genuina, permítale a su esposa que le diga cuando ella cree que usted
es controlador. Luego pida ayuda a otros cristianos. Es allí que un
grupo de rendición de cuentas es tan útil. Los hombres pueden
estimular abiertamente a otros hombres a dejar de ser controladores y
pasar a ser líderes serviciales.

El líder pasivo
El otro extremo es la pasividad, o la abdicación del liderazgo. ¿Alguna
vez ha tenido luchas en decidir quién se hará cargo de la salud
espiritual de su familia? Muchos hombres se sienten totalmente
cómodos permitiéndole a sus esposas hacer el trabajo, especialmente
si las vidas de ellas tienen una relación más consistente con Dios o un
conocimiento más profundo de los temas espirituales.
¡Termine con eso! Su esposa (aún en el caso en que sea una líder
natural) no quiere que usted abdique de su rol como líder espiritual.
Cuando Gary y yo hablamos en las conferencias matrimoniales, me
reúno con muchísimas mujeres que quieren consejo sobre cómo tratar
con sus esposos pasivos. Julia me habló una vez sobre su esposo,
Pablo, el cual es un gran padre, esposo y proveedor. Él es el tipo de
persona que dice que “no se puede esperar nada más que de uno
mismo”, es diestro y tiene buena autoestima. Pero cuando se trata de
las cosas espirituales, él permanece en la periferia, y deja que su
esposa tome el liderazgo. A Julia le encantaría permitir que él tome el

176
liderazgo espiritual tanto con ella como con la familia, pero parecería
que él no sabe cómo comenzar, o tal vez simplemente no está
interesado.
Hombres como Pablo puede que tengan el conocimiento para dirigir la
condición espiritual de la familia, pero no lo están usando para animar
y ayudar a sus esposas e hijos a adquirir una sed y hambre por el
amoroso liderazgo de Jesús. Y debido a que ellos escogieron quedar en
la periferia, no existe un ejemplo bíblico de un hombre piadoso en el
hogar. Un sinnúmero de familias están siendo afectadas en forma
negativa por ese tipo de apatía espiritual o indiferencia por parte de
los esposos y padres.
Es interesante, sin embargo, que el hombre que es un líder pasivo en
el hogar, puede ser el mismo hombre que lidera en muy buena forma
en los negocios durante todo el día. Sencillamente no transfiere esas
habilidades a su rol como padre y esposo. Cuando él entra a la casa
cada día, deja de ser el Sr. Dragón Asesino y se convierte en el Sr.
Mosquita Muerta. Por supuesto que esta es una exageración, ya que
existen grados de pasividad, pero imagino que usted entiende lo que
digo.
Si usted es un líder pasivo, eso no significa que debe convertirse en un
tirano en forma repentina. De hecho, usted no debe ser un tirano. Lo
que sí significa es que necesita adquirir (por medio de la obediencia
diaria a Jesucristo) una estatura espiritual que acerque a su esposa a
usted en la medida que toma la iniciativa que Dios quiere que tenga en
el hogar. Cuando un hombre hace esto, su matrimonio y su familia
serán transformados.2

El líder siervo
Un liderazgo balanceado implica el servicio a su esposa. Aquí tenemos
cómo Steve Farrar describe este rol en su excelente libro Point Man:
“Significa, caballeros, que ustedes deben tomar la iniciativa en su
sumisión a Cristo a tal punto que llegarán a ser un ejemplo para su
esposa. La disponibilidad de un hombre de servir a su esposa y
satisfacer sus necesidades le proveerá una atmósfera y un estímulo
para que ella responda en sumisión a su liderazgo. Si ella ve ese tipo
de actitud en usted, y siente que usted está buscando diligentemente
seguir a Cristo con firmeza, será mucho más fácil para ella descansar
en su liderazgo en el hogar. Todavía no conozco una mujer cristiana
cuyo esposo le provea este tipo de liderazgo y que ella aún tenga
dificultad con la idea de la sumisión bíblica. Cuando un esposo ama a
su esposa como la Escritura manda, se obtiene una situación en las
que todos ganan” (p. 182).
La Biblia claramente indica que un esposo creyente debe aceptar las
responsabilidades que Dios le da de amar, liderar y honrar a su

177
familia. Este tipo de liderazgo es un equilibrio entre liderar y servir.
Cuando un hombre asume este rol, protege y provee para cada
miembro de la familia.
Alberto es un ejemplo de servicio en muchas áreas de su vida, pero en
particular con su esposa, Victoria. Cuando su trabajo le requiere horas
extra, él siempre lo conversa con Victoria, asegurándose que las horas
extra de trabajo no interfieran con sus compromisos familiares. Él
siempre trata a Victoria con cortesía. Si ella está entrando las compras
desde el automóvil, él siempre se apresura para cargárselas. Cuando
salen a comer afuera, deciden juntos a dónde irán. Desde cosas como
bañar a los niños hasta orar con su familia, Alberto vive una vida de
servicio.
El liderazgo bíblico es una responsabilidad que Dios le ha dado a usted.
Es una oportunidad para que sirva a su familia. Las palabras de Jesús
en Marcos 10:45 ilustran bellamente el liderazgo bíblico: “Porque el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar
su vida en rescate por muchos.” Jesús dejó su lugar de honra a la
derecha de Dios y vino a la tierra en humildad para salvar al mundo y
mostrar cómo era Dios realmente. Su rol consiste en aprender de él y
demostrar la misma humildad en su vida. El servir a su esposa en sus
necesidades más profundas y sacrificarse para que ella pueda ver más
de Jesús le traerá un consuelo y seguridad que ella nunca conoció.
Como usted tiene la responsabilidad de ser el líder espiritual, debe
cultivar su espíritu para que sea sensible a la gentil guía y dirección
del Espíritu Santo. Pero el desafío no termina ahí. Antes que usted sea
completamente capaz de ministrar a su esposa, debe ser sensible al
espíritu de ella también. Eso implica un verdadero discernimiento (y
paciencia) de su parte, para poder leer las complejas necesidades
emocionales de su compañera de por vida. ¡Es por eso precisamente
que Dios le da a usted toda una vida para hacerlo! El que el hombre
sea sensible al Espíritu de Dios, así como también a su esposa, implica
humildad. A medida que aprenda esta humildad, sin embargo,
disfrutará de su matrimonio más de lo que jamás imaginó posible.
El liderazgo servicial lleva a una intimidad espiritual, y esta meta
alcanzable puede transformarle, dejando de ser un esposo o esposa
que luchan con sus egos y batallan por el control, para transformarse
en una amorosa pareja que experimenta el trabajo de equipo
matrimonial en su más alto nivel.
Una soleada mañana de diciembre, hace muchos años, el suelo estaba
cubierto con un manto de nieve de 13 centímetros de espesor, y Gary
nos había dejado la espina que tenía algo especial para nosotros
después de la iglesia. Le suplicamos y rogamos que nos revelara ese
gran secreto, pero no nos dijo. Cuando llegamos a casa, nos dijo que

178
nos pusiéramos abrigo, y entonces nos hizo ir hasta el frente de la
casa.
-Bien, aquí está,- dijo.
-¿Aquí está qué?- fue mi reacción
-Aquí está el lugar para nuestro primer hombre de nieve en la
historia.-
-¿Es eso lo que vamos a hacer? Pesamos que íbamos a ir a algún
lado.-
-No necesitamos ir a ninguna parte para divertirnos como lo vamos a
hacer,- dijo. –Mira esto.- Fue allí que se inclinó y comenzó a formar
una bola de nieve que sería la base para el hombre de nieve.
Las niñas y yo lo seguimos, y al poco tiempo estábamos sonriendo y
riendo a carcajadas. Pronto, nuestro Congeladito tenía ojos de carbón,
una nariz de zanahoria, una sonrisa hecha de rocas, y un gorro con
franjas rojas y blancas. Fue una tarde grandiosa, ninguno necesitó de
Disneylandia para tener un recuerdo como familia. Missy entró y salió
de la casa toda la tarde, abrazando a Congeladito y orando para que él
“estuviera con nuestra familia para siempre.”
Aquella noche, antes de salir de la casa para dar una vuelta y ver las
luces navideñas, Missy dijo que temía que Scott, el travieso
adolescente que vivía cruzando la calle, derribara el hombre de nieve.
Y cuando regresamos de nuestro paseo, nuestros peores temores se
habían hecho realidad. Congeladito estaba hecho pedazos por todo el
frente.
Missy lloró, y Gary y yo cruzamos la calle hacia la casa de Scott para
conversar con él. Scott negó haberlo hecho. –Estuve en casa toda la
tarde trabajando en una tarea.-
Dándonos cuenta que no iba a confesar, nos fuimos a casa y
comenzamos a rearmar a Congeladito. Al poco tiempo sentimos unos
pasos que pisaban la nieve. Nos dimos vuelta y vimos a Scott que
estaba detrás de su padre, Nick.
-Gary, si tienes algo que decirle a mi hijo, apreciaría que comenzaras
conmigo. Scott ha estado en la casa conmigo todo el día, trabajando
en un deber para la escuela. No hay forma en la que pueda haber
hecho esto. Ahora tú y yo tenemos un problema.- Inmediatamente de
haber dicho esto, Nick y Scott se volvieron y se alejaron.
Gary le preguntó a Missy, -¿Scott te dijo que él derribaría el hombre
de nieve o simplemente pensaste que lo haría?- Nosotros habíamos
asumido que Scott le había dicho eso a Missy en una de sus salidas
para abrazar a Congeladito.
-Bueno, en realidad no me dijo que lo haría.-
-Missy, déjame ver si entiendo. Scott no te dijo que iba a derribar a
Congeladito, pero tú pensaste que lo haría. ¿Por qué?-

179
-Porque él siempre nos hace cosas. Pero no creo que haya hecho
esto.-
Gary nos llevó a todos dentro de la casa para que pudiéramos hablar
sobre esta crisis familiar llamada: “Cómo tener problemas con los
vecinos en treinta segundos.” La decisión que se tomó fue que
teníamos que cruzar la calle y disculparnos. –Yo no voy a ir allí,- dijo
una. –Papi, tú ve. Tú eres el padre,- dijo otra. -¿Puedo quedarme en
casa? Me siento un poco mal.- (No voy a decir “quién fue” que dijo
eso).
-No,- dijo Gary. –Todos vamos a ir. Voy a telefonear a Scott y a su
padre para pedirles que se reúnan con nosotros. Pero antes de
hacerlo, creo que debemos hablar sobre lo que hemos aprendido de
esto.- Su liderazgo hizo que reconociéramos que habíamos acusado
falsamente a Scott. Todos nos sentimos horrible por lo que habíamos
hecho. Entonces, pese a que teníamos temor de enfrentar a los
vecinos, Gary nos llevó a poner en práctica esta humildad dolorosa y
necesaria. Gary llamó a Nick y le dijo si podíamos ir para hablar con él
y con Scott.
-No hay nada que quiera hablar contigo,- dijo Nick.
-Por favor, sólo sal a la puerta del frente y dame un par de minutos,-
dijo Gary. –Es importante que mi familia hable contigo y con tu hijo.-
-Bien,- dijo Nick y colgó bruscamente el teléfono.
A medida que atravesábamos la calle, oramos. ¡Y cómo oramos!
Lo primero que dijo Gary fue, -Nick y Scott, mi familia y yo les hemos
ofendido, y estamos muy apenados. ¿Nos perdonan por favor?-
Nick, obviamente sorprendido fue el siguiente en hablar. –Y yo estoy
apenado por haberme disgustado tanto. Estaba bastante enojado.
Scott había estado dentro todo el día, por lo cual yo sabía que no
había derribado tu hombre de nieve Missy. Está bien. Olvidémoslo.-
Entonces, la arrepentida Missy lloró y abrazó al vecino adolescente que
tenía, y Scott dijo: -Está bien, Missy. Sé cómo te sientes.-
Cuando volvimos a casa, Gary tuvo una segunda reunión familiar. Nos
sentamos en un círculo en el suelo y hablamos acerca de lo que
habíamos aprendido de esta experiencia: que necesitamos orar mucho
antes de que ninguna acusación salga de nuestros labios; que las
palabras airadas deben ser evaluadas antes de dejarlas salir; que
cuando uno se humilla, el corazón de las personas se ablanda; que
cuando uno se equivoca con un vecino, vale la pena el riesgo de pedir
perdón. El liderazgo espiritual de Gary nos había ayudado a hacer lo
correcto, crecer como familia, y sembrar unidad en vez de discordia.

Las recompensas de la intimidad espiritual


El pasaje de Efesios 5 que hemos examinado anteriormente en este
capítulo exhorta al esposo a dar su vida por su esposa “para

180
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra.” ¿Alguna vez ha purificado a su esposa en la palabra?
Gary con frecuencia abre su Biblia y me dice: -Escucha esto, Barb...-
Luego me lee lo que la viva e inspirada Palabra de Dios está haciendo
en su propio corazón y cómo está cambiando su vida. ¡Qué tremendo
testimonio resulta eso para mi propia vida!
Algunas veces, en realidad, yo no me siento cómoda con lo que me lee
ya que desafía mi naturaleza egoísta. Pese a eso, no puedo negar que
mis pensamientos son puestos sobre aviso, y aprendo a ser más como
Cristo debido a eso.
Recuerdo un poderoso ejemplo de esto en nuestras vidas. Gary y yo
estábamos hablando en una conferencia de FamilyLife en Jacksonville,
Florida. Nuestro avión aterrizó tarde, la noche antes de que la
conferencia empezara, y ambos estábamos exhaustos. Estábamos
sentados en nuestra habitación de hotel, con la intención de repasar
nuestras notas para prepararnos para el día siguiente, pero ambos
quedamos repentinamente abrumados.
Gary, quien en ese tiempo aún estaba lidiando con la pena de la
muerte de su padre, estaba agotado emocionalmente. Y esa semana
yo había recibido una carta muy dura de alguien a quien admiraba y
respetaba muchísimo, por lo cual estaba devastada.
Pero al estar sentados en esa habitación, Gary tomó su Biblia y
comenzó a leérmela. Al principio me resistí. Mi propia herida estaba
demasiado fresca, el dolor demasiado profundo. Pero él insistió y
siguió leyendo. Ambos comenzamos a llorar a medida que la Palabra
de Dios seguía derramándose en nuestros corazones y mentes.
Gentilmente, las palabras de Dios abrieron mi protegido corazón y
comenzaron a sanar mi afligido espíritu. La Palabra de Dios nos
fortaleció a ambos, y para cuando Gary terminó de leer, ambos nos
sentíamos renovados, limpios y frescos. Sí, hasta santos y limpios.
A la semana siguiente recibimos una llamada del gerente de la
conferencia FamilyLife. Sus palabras fueron, -¿Qué pasó en
Jacksonville la semana pasada? Sus evaluaciones son increíbles.
Metieron un gol de media cancha.-
Lo que había sucedido es que Dios estuvo con nosotros, como
personas quebrantadas, y restauró nuestras almas a través de su
Palabra en un tiempo de verdadera comunión espiritual.
Cuando Gary toma el liderazgo en esta forma, refleja el carácter de
Dios. Como resultado de ver este tipo de espiritualidad en su vida, me
siento animada a confiar en Dios más y a seguir a Jesús más de cerca.
Esto nos trae a un nivel de confianza y seguridad en nuestra relación
que no se puede encontrar en ningún otro lado.
Ahora, por favor entienda que nosotros luchamos con los temas
familiares lo mismo que todos. Por ejemplo, luchamos con las

181
finanzas. Nos enfrentamos con una pila de cuentas: la universidad de
nuestra hija, las cuentas de la boda de nuestra otra hija, los
impuestos, las contribuciones para el retiro, etc. La lista es
interminable. Pero cuando Gary se acerca a mí en la iglesia y me dice:
-Demos más esta semana,- me siento y admiro lo que Dios está
haciendo en mi esposo. Su generosidad y obediencia a Dios derriten
mi corazón.
¿Aún tengo inseguridad con respecto a dar dinero? Por supuesto que
sí, pero confío en el juicio de Gary y en su liderazgo en este sentido,
porque él es un hombre que sigue a Dios.
Cuando usted se sintonice independientemente con Dios, entonces gire
y sintonícese también con su esposa, así creará una apertura que es la
máxima intimidad entre el esposo y la esposa.
Un esposo y una esposa que construyen su matrimonio sobre el
compromiso fundamental de buscar a Dios sobre todas las cosas,
pueden compartir sus temores, ansiedades, alegrías y sueños. Pueden
abrirse y compartir pensamientos y sentimientos, incluso cuando
puedan lastimar. Tienen la libertad de experimentar la honestidad y
transparencia, sabiendo que se aman mutuamente e
incondicionalmente, y que nunca se alejarán ni levantarán un dedo en
acusación.

Construyendo el futuro
¿Se da cuenta que usted esta formando la próxima generación de
esposos? Hay un viejo adagio que dice: -Si quieres saber qué tipo de
esposo será un hombre, observa cómo trata a su madre.- Y un hombre
trata a su madre, en general, en la forma en que ha visto a su padre
tratarla como esposa. Así que la forma en la que usted ama, guía y
protege a su esposa y a sus hijos, habla a gritos a sus hijos. Le
muestra a su hijo el tipo de hombre que debe ser, le muestra a su hija
el tipo de hombre que debería buscar como marido. Una de las
lecciones más valiosas que puede enseñarle a sus hijos es cómo un
hombre piadoso debe relacionarse con su esposa y cómo debe liderar
en amor a su familia.
Gary tomó a un lado a Scott, nuestro yerno, antes de casarse con
nuestra hija Sarah y le dijo: -Scott, tienes la oportunidad de comenzar
desde el princpio con oración e intimidad espiritual con Sarah.
Comienza tu relación liderando espiritualmente en tu hogar. Cada
mañana cuando despiertes, o en la noche antes de ir a dormir, toma
las manos de Sarah y oren en voz alta juntos. ¿Cuántos hombres
piensas que pueden decir al final de sus vidas que oraron diariamente
con sus esposas? No soy legalista. Si te equivocas, te equivocas. ¿Pero
qué me dirías si te conviertes en el único muchacho en Estados Unidos
que se compromete a orar diariamente con su esposa? Si lo haces,

182
será más fácil para ella confiar en ti y poner su confianza en tu
liderazgo. La estimulará también a desear tener una misma mente y
espíritu contigo. Si quieres una familia bíblica, entonces debes orar con
tu esposa. Dios ha prometido bendecir ese tipo de legado espiritual.-
¿Usted ora cada noche con su esposa? Por mucho que Gary y yo
oremos juntos, no tenemos ese tipo de récord. Pero puede creer lo que
le digo, el orar con su esposa les acercará a ambos en seguridad,
estímulo, e intimidad espiritual. Nada hace que una mujer se sienta
más segura, a salvo y protegida.
Pero no puedo terminar este capítulo sin contarle de mi amiga Emma.
Ella y su esposo son creyentes, pero la distancia que él ha puesto y el
fracaso en satisfacer las necesidades de ella son la fuente de un gran
dolor para Emma. Recientemente ella compartió sobre esa situación
conmigo, tratando de refrenar sus lágrimas. –Lo que sucede es que yo
recuerdo vívidamente a mi madre y mi padre luego de venir de la
iglesia los domingos, el regreso a casa, la puerta de su dormitorio
cerrada mientras se cambiaban de ropa, y su risa juntos.- Su voz se
entrecortaba. –Yo vi la intimidad espiritual puesta en práctica. Cuando
íbamos a la iglesia éramos uno. Los domingos en la tarde estábamos
realmente juntos como familia, ya sea que fuéramos a pasear, o a
visitar un museo, o si nos sentábamos a leer. Esa intimidad les ha
acompañado durante sus cincuenta y cinco años de matrimonio. Ahora
mamá tiene el mal de Alzheimer. Recientemente volvió a casa del
hospital. Papá estaba exhausto, pero se sentó en la cama con ella y la
abrazó. –Estoy muy feliz de tenerte en casa,- dijo. Ella, al sentirse
aliviada en esos brazos familiares dijo: -Estoy muy feliz de estar en
casa.- Estando segura por sus recuerdos, pero abrumada con su dolor,
Emma cerró sus ojos. –Sentí la intimidad de ellos. Escuché su
intimidad. Pero no tengo eso con Jordan.- Su voz vaciló. –Tal vez
algún día se dé.-
No deje a su esposa lastimada y anhelando experimentar la intimidad
espiritual, soñando con lo que podría haber sido. Hoy es un nuevo día.
Comience a comprometerse usted mismo a desarrollar una cercanía
espiritual con su esposa, su mejor amiga.
1
Le recomiendo los siguientes libros: De Gary Rosberg, Guard Your
Heart (Sisters, Org.: Questar, 1994); de Steve Farrar, Point Man: How
a Man Can Lead His Family (Sisters, Oreg.: Multnomah, 1992); y de
Stu Weber, Tender Warrior (Sisters, Oreg.: Multnomah 1993).
2
Si quiere profundizar más en el tema, le recomiendo el libro de James
Walker, Husbands Who Whon’t Lead and Wives Who Won’t Follow
(Minneapolis> Bethany House, 1989).

183
CAPÍTULO 7
Aliento
La necesidad de amor #4 del esposo
“Aliéntame, y cree en mí.”

Gary le habla a las esposas

184
Detesto confesarle esto, pero los hombres son en realidad niños
atrapados en cuerpos grandes. Ya sé, ya sé, se ha quedado totalmente
pasmada.
Lo crea o no, este secreto no muy bien guardado, no me resulta nada
fácil de admitir, ni a mí ni a ningún hombre. Creo que a las mujeres se
les critica por su sensibilidad con respecto a envejecer, como si de
alguna forma el ego masculino fuera impermeable al pasar de los
años. Pero permítame que le diga, en representación de todos los
hombres, es duro ver piel sobre nuestra cabeza en lugar de cabello. Y
cuando comenzamos a agregarle centímetros a nuestra medida de
cintura, puede tornarse bastante frustrante. Después de todo, esa
expansión de la cintura significa que debemos ir a comprar pantalones
nuevos, y usted sabe lo mucho que nos gusta comprar.
¿Recuerda la vieja canción de Bob Dylan, “The Times, They Are A
Changin‟(Los Tiempos Cambian)”? Bueno, nuestra canción lema como
hombres podría ser: “The Old Body, It Is A Changin‟(Nuestro cuerpo
cambia).” Sin embargo, la mayoría de los hombres no lo admiten sin
dar la pelea. Así que peinamos nuestro cabello en forma más
estratégica, hacemos ejercicios e intentamos estar en forma, tratando
de ponernos a dieta. Entonces, una vez cada tanto nos colocamos
nuestros tenis y salimos a la cancha, pista o terreno de béisbol, para
intentar demostrar que todavía “somos buenos.” Hasta que nuestros
tobillos o rodillas nos traicionan. Oiga, no le exagero en este punto.
Recientemente, en una semana, tres hombres diferentes vinieron
verme en muletas, bastón y enyesados, cantando su canción de
lamento atlético. Uno se lastimó la rodilla en una liga de baloncesto
para gente de más de cuarenta años. El otro se desgarró los
ligamentos en la liga de softball de su iglesia (pero pudo atrapar la
bola). El tercero se quebró el brazo practicando luchando con uno de
sus adolescentes.
Seguramente que ustedes, sabias mujeres, miran todo esto y dicen: -
¿Qué es lo que les pasa a estos hombres? ¿Por qué no puede entrar en
su dura testa la idea de que no pueden actuar como muchachos de
veinticuatro años cuando tienen treinta y cuatro, o cuarenta y cuatro,
o cincuenta y cuatro o sesenta y cuatro?-
A primera vista, tiene todo el sentido del mundo... hasta que su hija le
pasa la pelota de baloncesto. Es allí que usted se transporta
inmediatamente a sus días de adolescente, y no hay nada que pueda
impedir que la lleve a la calle a practicar (usando su traje de
negocios). O quizá su hijo le lanza algo cuando usted está ayudando a
su esposa a limpiar la mesa luego de la cena. Su única opción es darle
esa mirada que dice: “Vamos, todavía puedo darte tu merecido.” O
uno de los muchachos de la iglesia llama y le desafía diciendo, -¿Estás

185
demasiado viejo para ir a la cancha para un partido de baloncesto? No
estás en tan mala forma, ¿verdad?-
Entonces usted cuelga el teléfono y todo lo que dice es: -Cariño,
¿dónde están mis tobilleras y mis rodilleras?-
Los hombres se encuentran con desafíos como los siguientes casi a
diario: “Hágalo.” “Aprovéchelo.” “Tómelo.” Y pese a que soy lo
suficientemente sabio como para saber que hay cosas mejores, no soy
diferente a su esposo. No puedo evitar que el entusiasmo me arrastre
y me meto con ambos pies (y generalmente termino con uno de ellos
enyesado). Pregúntele a mis hijas si no me cree.
Cuando nuestra hija mayor, Sarah, tenía diez años, yo acepté ser el
entrenador asistente de su equipo de baloncesto. Pensé que nos daría
un buen tiempo para estar juntos. Nadie me había dicho que durante
el último fin de semana de la serie, los entrenadores debían jugar con
sus jugadoras en frente de las miradas y los gritos de muchos
fanáticos. Era mi primer juego de baloncesto en veinte años, y me fue
bien... en las primeras tres carreras cancha abajo. Luego, de la nada
mis piernas ya no me respondían y mi cabeza no podía ni pensar. Le
digo, no fue lindo. Mis hijas aún se ríen cuando recuerdan ese día. Y yo
también me río... ahora.
¿Por qué lo hice? Porque como la mayoría de los hombres, me fascina
la competencia. Amamos la emoción de la victoria. Pero aún más que
eso, queremos que alguien nos aliente en esa victoria. Pregúntele a los
chicos que compiten en un deporte, o tocan algún instrumento
musical, o participan en actividades escolares, y ellos le contarán cada
vez que sus padres estuvieron allí. ¿Por qué? Porque todos queremos y
necesitamos a un admirador que nos aliente; necesitamos saber que
somos especiales, que nuestra familia está orgullosa de nosotros.
Y créame, no importa lo viejo que pueda ser su esposo, también es
cierto en el caso de él. Necesita saber que es especial, que alguien lo
está apoyando, y ese alguien es usted, su esposa.

Su esposo necesita ser alentado


La naturaleza del juego puede cambiar al pasar de la juventud a la
madurez, pero nuestra necesidad de ser afirmados y animados no
cambia. Los hombres aún necesitan saber que tienen algunos
admiradores. Es la forma en la que fuimos formados. Es por eso que la
mayoría de los setecientos hombres que entrevistamos para este libro
dijeron que su necesidad de amor número cuatro en el matrimonio es
el aliento y la afirmación.
Si bien es cierto que a medida que envejecemos la necesidad de una
palmada en la espalda por parte de nuestros amigos decrece un
poquito, todavía necesitamos el firme apoyo de otros hombres

186
cristianos. Pero la voz de afirmación que más anhelan escuchar es la
que proviene de sus esposas.
No puedo decirle la cantidad de veces que escuché a un esposo decir:
-Ella le dedica todo su tiempo y atención a los niños. No me
malinterprete, amo a mis hijos. ¿Pero qué con respecto a mí?- Esto no
se trata de la canción “pobrecito yo” de un llorón egocéntrico. Se trata
de un hombre que se siente dejado a un lado y necesita la atención de
su esposa, su afirmación y aliento.
¿Qué es lo que pasa entonces cuando un hombre no escucha que su
esposa lo alienta? dos cosas: Se sentirá continuamente desanimado o
derrotado; o como en el caso de Timoteo, buscará el aplauso en algún
otro lado.
Timoteo y Graciela disfrutaban la mayoría de los prestigios del éxito
material. Como pareja tenían ingresos económicos por ambos lados,
no tenían hijos, y le dedicaban la mayoría de su tiempo a sus
respectivas carreras... para deterioro de su matrimonio. Pero a pesar
de que Timoteo tenía cada vez más éxito en sus negocios, la persona a
la que quiere impresionar (Graciela) parece estar totalmente absorbida
por su propio mundo. Ninguno de los dos protegió los vínculos de su
relación, y Timoteo a la larga termino por abrir su corazón a una
compañera en la oficina. Rita siempre estaba allí, era amistosa,
servicial, y elogiaba sus logros, escuchando y comprendiendo sus
necesidades. Meses después, en mi oficina de consejería, Timoteo le
confesaba a Graciela que su corazón se sentía atraído hacia otra
mujer.
Cuando se le preguntó por qué había sucedido esto, Timoteo dijo: -
Graciela nunca estaba conmigo. Estaba tan absorta en sus propias
cosas que yo me cansé de intentar obtener su atención. Rita parecía
estar muy interesada en lo que yo hacía. Ella me preguntaba cómo me
iba con mis proyectos. Me apoyaba muchísimo. Parecía valorarme por
quién yo era. Rita me alentó cuando yo estaba en medio de luchas.-
Graciela estaba sentada y aturdida al principio, con el dolor escrito en
su rostro. Luego surgieron las preguntas, rápidamente y con furia. –
Timoteo, ¿llegaron a algo físico? ¿Te besó? ¿La tocaste?-
-Graciela, nunca hubo nada físico. Simplemente hablamos. ¿Recuerdas
que solíamos hacer eso? Yo sólo necesitaba recibir afirmación de
alguien. Lamento haberte herido de esta forma. Bajé la guardia y le
permití a ella que entrara. Sé que no está bien. Y te quiero a ti, no a
Rita. Pero realmente necesito que me apoyes, que me animes. Que me
hagas saber que piensas que soy un buen muchacho.-
Tanto Timoteo como Graciela prestaron atención a este llamado para
que despertaran, y gracias a Dios, salieron a salvo de las
profundidades de la traición y el dolor. Con el transcurso de varios
meses de consejería, ambos buscaron entender cómo recuperar el

187
gozo de un matrimonio seguro y estimulador. A medida que
comenzaron a poner en práctica lo que estaban aprendiendo, la pared
que estaba alrededor de su matrimonio se fortaleció, y la pared que
estaba entre ellos comenzó a derribarse. Comenzaron a escucharse
mutuamente, a alentarse mutuamente. A compartir lo que pensaban y
sentían, y a reaccionar el uno al otro.
Eso era lo que Timoteo buscaba en su relación con Graciela:
aceptación, acceso (un oído que escuchara), atención, y afirmación; o
para decirlo todo en una palabra: aliento.
Permítame que comience a decirle qué representa para un esposo el
aliento dado por su esposa:

 Alentar es separarse de las distracciones de los niños, la casa, su


trabajo, las cuentas, y sintonizarse con él. Durante esos
momentos él sabe que es el único en el mundo suyo. Usted ha
reservado la energía y el tiempo para concentrarse totalmente


en él.
Alentar es escuchar (escuchar activamente) cuando él habla
sobre el trabajo, sus esperanzas y sueños, sus inseguridades y


tensiones.
Alentar es recordarle que usted cree en él. A medida que él abre
su mundo a usted, recuérdele que le ama, que puede vencer ese


estrés que le parece tan abrumador.
Alentar es animarlo cuando él le dice cómo los chicos más
jóvenes del trabajo parecería que estuviesen esforzándose por
su puesto, o que lo desafiaran a una dura competencia.
Recuérdele que Dios lo ha conducido hasta ahora y que


continuará fortaleciéndolo y usándolo.
Alentar es recordarle que usted se casaría con él de nuevo.
Recuérdele que no está cada vez más viejo, sino cada vez mejor.
Sea su admiradora número uno.

Puede que algunas mujeres no respondan positivamente ante la


ilustración de ser admiradoras. Quizá resulte un poco chocante la idea
de estar al costado mientras otros están en el juego. Pero no piense
así. Recuerde que los admiradores no son solamente las muchachas
con los bastones, son los fanáticos, la banda musical, etc. Usted es
todas esas cosas y más para su esposo. Cuando los dos se reúnen al
final de un largo día y él está exhausto, abatido por el estrés del
trabajo, usted es la persona en la que sabe puede confiar, ser honesto
sobre sus sentimientos y compartir las cosas que tiene que enfrentar.
Usted es la única persona en la que él puede descansar para que le
reafirme y le anime.

188
Si busca la palabra alentar, encontrará sinónimos como éstos: animar,
consolar, inspirar, estimular, vigorizar, poner en la cima del mundo,
regocijar el corazón, hacerle bien al corazón. ¿Se da cuenta del
resultado que tendría esto en su relación matrimonial su usted hiciera
todas estas cosas por su marido?
Su esposo necesita ser animado y afirmado durante los buenos días
así como también en los malos. Cuando especificó el mandamiento
más grande, Jesús dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Usted debe
amar a su esposo de la misma forma.
Durante una reciente reunión en la iglesia me di cuenta que estaban
Teodoro con su esposa, Judith, y sus hijos. Había escuchado que
Teodoro tenía serios problemas en su empleo y que su carrera estaba
en peligro. Me preguntaba cómo le estaría yendo. Al final de la
reunión, Barb y yo fuimos a ofrecerles nuestro apoyo. Al comenzar a
hablar, Judith comenzó a llorar. Barb la acercó a ella y le dijo: -Te
amo, y quiero que sepas que en los tiempos dolorosos, Gary y yo
todavía no hemos visto que Dios fracase en sacarnos adelante.-
Yo tomé a Teodoro e hice la misma cosa, recordándole que Dios no le
había abandonado, que le amábamos, y que lo más importante es
cómo iba a responder al dolor en el que se encontraba. Todos
estábamos dándonos un abrazo grupal, hasta que Teodoro dijo
finalmente: -Gary, todo lo que sé hacer es trabajar. Y como ahora no
puedo, no sé qué es lo que el futuro me depara.-
-Yo tampoco lo sé, Teodoro. Pero la verdad más absoluta es que Dios
sí lo sabe.-
Más tarde, cuando ya estábamos dejando la iglesia, Judith estaba
tomando el brazo de Teodoro y dijo: -Me voy a aferrar a Teodoro, sea
lo que sea que Dios haya planeado para nosotros. Le amo y quiero
ayudarle a sobrellevar el dolor.-
Al mantener contacto con esta pareja, hemos visto a Judith
respondiendo precisamente en la forma en que necesita hacerlo:



Le recuerda a su esposo sobre la gracia de Dios.


Acerca a los niños a Teodoro en el medio de esta lucha.
Llama a los amigos de Teodoro para decirles que necesitan estar


presentes en la vida de Teodoro.


Se arrodilla para orar.
Está a su lado, tan cerca como puede, animándolo.

Eso es lo que hace una esposa alentadora, en los tiempos difíciles y en


los buenos tiempos. En eso consisten los votos matrimoniales, en
amar, honrar y abrigar esperanzas.

189
Cómo alentar a su esposo
Si usted quiere crecer en su habilidad para animar a su esposo,
practique varias de estas sugerencias.

Aliéntelo a que escuche el aplauso


Para el cristiano, el aplauso celestial (la aprobación de Dios) es
esencial. Pero como en el caso de todo hombre, he descubierto que
este aplauso celestial a veces es difícil de escuchar.
¿Por qué? Bueno, principalmente porque algunos hombres ni saben
que existe. Les fascina la parte de la salvación del mensaje cristiano,
pero cuando se trata de conocer a Dios en realidad, o no lo entienden
o sienten que en realidad no lo necesitan.
Otros hombres han bajado el volumen, bien bajo. No están pasando el
tiempo suficiente con Dios, especialmente por medio de un devocional
tranquilo que les aparte de este mundo ruidoso para poder escuchar
claramente Su voz. Sus oídos están tan llenos con los sonidos de este
mundo que constantemente se les pierde esa voz tranquila y pequeña.
Es ahí que usted puede proveer un verdadero estímulo espiritual.
Quizá las prioridades de su esposo están entreveradas. Puede que sea
ambicioso para los negocios pero que no siempre lo sea para escuchar
la voz de Dios. Puede que crea que está muy ocupado como para orar,
o leer la Biblia, o tener comunión con otros creyentes.
Ese tipo de hombre está en peligro de escuchar las voces incorrectas,
y necesita sintonizarse con esta verdad: el enemigo, Satanás, no
quiere que los hombres escuchen la voz de Dios. Él quiere que estén
abrumados y distraídos por causa de otras voces. Dios quiere que su
esposo gane la carrera, pero también está bien consciente de que
Satanás quiere que su esposo caiga antes de alcanzar la meta final. Es
por eso que Pablo dijo en Gálatas 5:7, “Vosotros corríais bien; ¿quién
os estorbó para no obedecer a la verdad?” Sabemos la respuesta. Es el
enemigo quien se pone en el camino.
Lo que el hombre realmente necesita es tener como su máxima menta
el eco del “Bien, buen siervo y fiel” resonando en su oído (Mateo
25:21). Él debería querer la voz de aprobación de Jesús en tal forma
que obstaculice todas las demás voces que le distraen. Pero hacer eso
significa que es lo suficientemente humilde para dejar a un lado su
orgullo y sintonizarse. Implica que debe entrenar su oído para
escuchar la voz del Señor.
Aquellas de ustedes que son madres saben que pueden escuchar el
llante de su hijo por sobre todas las demás cosas en una plaza de
deportes llena de niños. Eso se debe a que han entrenado su oído para
escuchar esa voz. Y necesitamos entrenar nuestros oídos para
escuchar la voz de Jesús. Puede alentar a su esposo a hacer eso. Dios

190
le ha colocado a usted estratégicamente en la vida de su esposo para
ser quien le estimule, siempre de cerca.
Recuérdele dos cosas: Dios y usted están allí las veinticuatro horas del
día, los siete días de la semana. Él puede ir a Dios (y a usted) con
cualquier tema. Así como el Padre, usted quiere ser una voz audible
que le aliente en medio de sus luchas. No se equivoque, él depende
del aplauso que usted le de. Aplique estas frases de ánimo que he
escuchado a las esposas decirle a sus esposos en mi oficina:



-Creo en ti, Guillermo.-
-Cariño, sé que estás profundamente frustrado con tu trabajo,
pero nos sobrepondremos a este valle. Recuerda que estoy a tu


lado, y que estoy adherida a ti como un pegamento.-
-Pase lo que pase, Ricardo, sé que Dios te ayudará en este


tiempo difícil. Y yo también.-
-Sé que es difícil soportar esto. Joaquín se está rebelando y
rompiendo tu corazón, pero debemos mantener nuestra
confianza en que todos los años que hemos invertido en él lo
traerán de vuelta. Estoy contigo.-

Estas mujeres están animando a sus esposos diciéndoles la verdad en


amor y alentándolos. Se han convertido en la admiradora número uno
de sus esposos, incluso en medio de sus propias necesidades y luchas.
Ayude a su esposo a escuchar la voz de Dios. Recuérdele que el Padre
también le habla. Si Dios le hablara a su esposo, puede que le dijera
cosas como:



-Te amo. Envié mi Hijo a morir por ti.-
-Te he dado el poder del Espíritu Santo para alimentar tu fuego y


procurar la santidad.-
Hijo, mantente en el curso. Cuida tu corazón. Termina en forma
victoriosa. Estoy contigo.-

Anímelo recordándole la obra de Dios en su vida


Roberto no tiene ni idea de cómo poner en orden su vida. Su negocio
se tambalea, no está conectándose con su esposa, y sus hijos...
bueno, ya ni sabe dónde están. Roberto ya casi no va a la iglesia, y
cuando no está en el trabajo, está totalmente involucrado en su propio
“vasto mundo de deportes.” Es entrenador de tres deportes diferentes
porque le fascina el inmediato retorno y adulación que recibe de los
chicos y los fanáticos. Es toda su vida. Bueno, casi toda su vida. En un
momento de vulnerabilidad, le confesó a un amigo mutuo que hay
otras cosas que están comenzando a dar vuelta en su mente. La mujer
que acaban de transferir a su departamento. El sueño de hacer mucho

191
dinero. La seducción de objetos que validen su importancia. En fin,
Roberto está a punto de experimentar una crisis de mediana edad.
Su esposa, Victoria, ama a Cristo y ama a Roberto. Pero está
desanimada. Ha tratado de estar en contacto con él, pero él no parece
escucharla en medio de un mar de voces que compiten con la de ella.
¿Qué puede hacer? Lo más importante que puede hacer es, para
comenzar, ayudar a Roberto a que vea cómo Dios está obrando en la
vida de él. ¿Sabe por qué lo sé? Porque es lo que Barb hace conmigo.
Barb ha descubierto cómo alentarme al recordarme frecuente y
adecuadamente las cosas que Dios está haciendo en nuestras vidas.
Puede que estemos conduciendo por la avenida, conversando acerca
de algo abrumador en nuestras vidas, y entonces trae a colación lo
que ha leído ese día en su Biblia en Un Año. En otras ocasiones, debido
a que me conoce a mí y a mis estados de ánimo, se da cuenta de que
estoy luchando con cierta inseguridad en el ministerio o en una
relación, y entonces me ofrecerá orar (por mí y conmigo). En más de
una ocasión cuando yo estaba desanimado, me alentó señalando un
ejemplo bíblico de cómo Dios obró a través de hombres con
debilidades, a pesar de sus errores.
Ella puede hacer esto porque ha plantado la “buena semilla” en su
propia vida, y sus raíces ahora son profundas, arraigadas en la Palabra
de Dios. Esto le ha permitido soportar un sinnúmero de tormentas.
Con libertad me dice que me ama a mí y a las niñas más que su propia
vida, y a la vez muestra mediante sus acciones que ama aun más a
Jesús. Su habilidad de ser una animadora está al máximo debido a que
va a la Fuente para obtener su propia llenura, la sabiduría de Dios en
la Biblia y la persona de Jesucristo.
En caso que se esté preguntando si todo es perfecto en nuestra
relación, la respuesta es: por supuesto que no. Somos dos seres
humanos, igual que ustedes. Pero sí tenemos un matrimonio fabuloso,
y gran parte del crédito de esto se debe a Barb, quien ha llegado a
dominar las habilidades necesarias para transformarse en mi
admiradora y en una animadora consumada. Cuando tengo que
enfrentar cosas difíciles, voy a Dios... y a Barb. Si llegara a ir a Barb
primero, ella me oiría, me animaría y me motivaría a ir al Señor.
Estas no son las únicas dos voces que sé debo buscar, pero debido la
clase de esposa que tengo, estas son las dos voces más importantes
que quiero oír.
¿Cómo es que usted esta buscando animar a su esposo para que vea
la obra de Dios en su vida? Aquí le doy algunas sugerencias:

 Cuando vea a su esposo tomar una posición firme por algo que
es bueno, afírmelo diciéndole que ve el carácter de Dios en él.

192
 Bendiga a su esposo con el aliento de la Palabra de Dios cuando
lo vea desanimado. Envíele una tarjeta en la que escribió
cuidadosamente un mensaje de aprobación, para sorprenderlo
en su lugar de trabajo. Recuérdele la fidelidad que Dios le


mostró a él en el pasado.
Dígale a su esposo cómo ve a Dios obrando en otras personas a
través de las actividades o relaciones interpersonales que él lleva


a cabo.
Apoye la expresión de su esposo de los dones del Espíritu (amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza) cuando vea que él actúa en alguna de estas formas.

Anímelo a que dé cuentas


Dios me ha dado cinco amigos sólidos y firmes, para que caminen en
la vida conmigo y a los cuales les rindo cuentas. Barb, en vez de
resentirse por el tiempo que paso con estos hombres, entiende lo
importante que es esta interacción para mi vida.
Desde finales de los 70 me he reunido semanalmente con Jerry, Tim, y
Mike. Ellos son mi grupo de rendición de cuentas. Hay otro hombre
que tiene la libertad de hacerme preguntas difíciles, ese es mi amigo
Steve Farrar. Pese a que él vive en Texas y yo en Iowa, generalmente
hablamos dos o tres veces por semana y compartimos las cargas que
tenemos. También está mi yerno, Scott, y como soy su mentor le
hablo y le veo casi a diario. Este proceso de ser mentor es en realidad
una cosa recíproca, ya que él me da tanto como recibe.
Quizá su esposo haya ido a Cumplidores de Promesas y usted ha visto
la obra de un Dios santo en su corazón cuando vuelve a casa: es más
tierno, está más enfocado espiritualmente, y también más interesado
en fortalecer a la familia. O quizá alguna otra obra del Espíritu Santo le
ha motivado a comenzar a crecer espiritualmente. Usted, como
esposa, debe ser su principal animadora en lograr esos cambios que
están centrados en Dios, pero hay hombres piadosos que también
pueden ser un firme apoyo para él en ese proceso.
Los amigos creyentes comprometidos, animarán a su esposo a rendir
cuentas. Le harán las preguntas difíciles y le presionarán un poquito,
ya que se preocupan por él y quieren ayudarle a proteger su corazón.
Le harán preguntas como:



¿Cuáles son tus pensamientos?


¿Estás luchando con algún pecado secreto?


¿Meditas en la Palabra y oras con regularidad?


¿Tus prácticas comerciales son éticas y sin reproche?


¿Trabajas honestamente para tu patrón?
¿Estás lidiando con alguna tentación sexual o con pornografía?

193
 ¿Estás atendiendo las necesidades de tu familia?

Algunos hombres evitan este tipo de rendición de cuentas porque


creen que significa que están perdiendo el control de sus vidas. Por
supuesto que no es así. Pero todos nosotros necesitamos hermanos
creyentes que caminen en esta vida junto a nosotros. Es por eso que
el sabio Salomón dijo: “¡Ay del solo! Que cuando cayere, no habrá
segundo que lo levante.” (Eclesiastés 4:10). Su esposo necesita
hombres piadosos que caminen con él, le levanten, le animen, y le
hagan dar cuentas.
“Si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán,” dice Salomón
unos versículos después (Eclesiastés 4:12).
Anime a su esposo a estar cerca de otros hombres piadosos. Él
necesita este tipo de conexión en su vida.

Anímelo a vincularse con sus hijos


Estaba haciendo la fila para comprar entradas, lo cual no es una gran
experiencia para mí. Pero recibir sabiduría de alguien frente a mí en la
fila sí lo es. Hace unos meses, estaba parado detrás de una madre y
su hija, la cual aparentemente tenía tres años. No podía dejar de mirar
a la niña que, tomada de la mano de su madre, sonreía, y jugaba con
su oso de peluche. La mujer debe haber sentido mi fascinación y me
miró. –Usted tiene una niña muy hermosa,- le dije cuando capturó mi
mirada. –¿Ve aquellas maravillosas mujeres que están allá? Son mis
hijas y mi esposa. Mis niñas solían tener tu edad, cariño,- le dije a la
niñita. –Y ahora ya son grandes.-
Sin demora, la mujer que estaba frente a mí dijo: -Padre, el tiempo ha
pasado.-
Sí, ciertamente. El tiempo ha pasado. Y en ese momento recordé lo
rápido que lo hace. Tan sólo “ayer” Sarah y Missy eran dos pequeños
ángeles que abrazaban sus ositos de peluche, y hoy día una es una
joven esposa y la otra una estudiante universitaria. El tiempo ha
pasado. Pero no tengo resentimientos porque Barb siempre estuvo allí
para animarme a estar vinculado con mis hijas.
Un padre necesita a sus hijos tanto como ellos le necesitan a él.
Cuando yo me preocupaba, Barb siempre estaba allí para animarme a
pasar tiempo con las niñas. Me recordaba que aprovechara bien el
tiempo (Salmo 90:12) ya que nuestras niñas no estarían siempre
debajo de nuestro techo. Barb es una experta en ver las áreas sutiles
de la vida. Por ejemplo, si mi corazón se endurecía un poquito o si
tomaba distancia, ella se daba cuenta y sugería que tomara una noche
libre para salir con una de las niñas; o me animaba a dejar la oficina
temprano para llevar a las niñas al Centro Comercial, o a un cine, o a

194
tomar un helado. Cualquier cosa que me vinculara con mi familia en
términos personales.
Una esposa que alienta siente cuando hay demasiada distancia entre
su esposo y los niños (y gentilmente los acerca). Barb siempre ha
hecho eso por mí, y siempre da buenos resultados. Como
consecuencia, yo tengo el tipo de relación con nuestras hijas que es
genuinamente una relación amorosa y de corazón. Yo soy de ellas, y
ellas son mías.

Anímelo a esforzarse y crecer


Barb también está sintonizada con mi necesidad de desarrollarme
continuamente como hombre. Ella gentilmente me anima a participar
en eventos que me hagan esforzarme o que me ayuden a crecer.
Cosas como meterme en un autobús con los muchachos e ir a un
evento de Cumplidores de Promesas. Pese a que con frecuencia hablo
en eventos que se llevan a cabo en estadios, este último verano ella
insistió en que fuera a un evento de Cumplidores de Promesas con un
grupo de muchachos de nuestro grupo masculino llamado
CrossTrainers. Este es un grupo de seiscientos hombres a quienes les
he enseñado semanalmente desde 1979. Caminamos juntos en esta
vida, y como resultado, vemos cómo Dios fortalece hogares en todo
Iowa.
-Necesitas ese tiempo simplemente para estar con los hombres en las
tribunas, no en la plataforma,- me dijo. –Permítele a Dios y a otros
muchachos que llenen tu propio tanque espiritual. ¡Ve!-
El animar a su esposo puede ser algo tan sencillo como sugerirle que
coloque algo de música cristiana en el equipo de audio, o recordarle de
un nuevo libro devocional que cree que él disfrutará, o comentarle de
un artículo en una revista cristiana. Es cierto que usted no puede
obligar, ni lloriquear, ni importunar a su esposo para que tenga sed
espiritual y de relacionarse (y ni debería intentarlo). Pero debe tomar
una decisión consciente y diaria de animar a su hombre. Él tiene sed
de su estímulo.
Como todo ser humano, su esposo es una criatura compleja. Pero en
otro sentido, también es bastante sencillo: él necesita a Dios; le
necesita a usted; necesita a sus hijos (si tienen hijos); y necesita a sus
amigos. Su esposo es un ser relacional tal y como usted lo es. Tal vez
no logre poner en palabras su necesidad con respecto a estas
relaciones, pero no se equivoque, porque él sí las necesita. ¿Por qué?
Porque Dios le creó de esa forma.
Ayúdelo a crecer como hombre, para sí mismo y para con otras
personas.

195
El poder del estímulo
La mayoría de los hombres que conozco tienen una película favorita.
Ya sabe a qué tipo de películas me refiero, esas que su esposo mira
una y otra vez hasta que puede recitar el diálogo de memoria.
Películas como Los Doce del Patíbulo o Tiburón o El Padrino. Bueno, la
mía es Rocky. Bien, su siguiente pregunta es: -¿Cuál de ellas?-
¿Verdad? Ha habido apenas unas diecisiete. En este momento estoy
pensando en una escena al final de Rocky II.
Rocky acababa de noquear a Apollo Creed y estaba en el ring con el
micrófono. –Sólo quiero decir una cosa... Apollo, eres el mejor.- (Ese
es el boxeador que acababa de noquear.) –Quiero agradecer a Mickey,
mi entrenador.- (Mickey gruñe.) Entonces se escuchan sus fanáticos
gritando, -Rocky, te amamos.- A lo cual él responde, -Les amo- (por el
aliento de la multitud). –Pero por sobre todo, quiero agradecer a
Dios... Después del nacimiento de mi hijo, este es el día más
grandioso de mi vida.- (No estuvo mal, Rock.)
Y entonces viene la frase impactante, -Yo, Adrian (esa es su esposa,
quien está mirando por TV en su casa)... ¡te amo!- A lo cual ella dice
en respuesta, -Yo te amo también, Rock.-
Siempre que escucho ese triunfal tema musical de Rocky me erizo. Y
apuesto que su esposo también. ¿Por qué?, se preguntará. Porque
muchos hombres creen que son Rocky Balboa. Y cuando ven a Rocky
gritar frente a todo el mundo: -Yo, Adrian, ¡te amo!,- y la ven
responder, -Yo te amo también, Rock,- él sólo quiere una cosa: Que su
Adrian (o sea usted) le aliente, que lo admire, que crea en él.
Pero no se limite a creer en mis palabras, pregúntele a su esposo.
Averigüe qué es lo que lo motiva. Puede ser cuando usted le guiña el
ojo, o cuando asiente con su cabeza como señal de aprobación, o esa
gentil sonrisa que le dice “Estoy orgullosa de ti.” Puede que usted lo
diga por medio de una tarjeta que compró o por medio de un papelito
que le pegó en la agenda de él o en su espejo, pero dígalo
frecuentemente, positivamente y auténticamente.
Si no ha desarrollado el hábito de hacer esto, comience hoy. Nunca es
demasiado tarde. Aquí hay algunas ideas para que comience:



Escríbale una nota diciéndole que está orgullosa de él.
Averigüe en qué punto está su corazón con el Señor. ¿Qué está


aprendiendo?
Dígale en frente de los chicos que está agradecida por la forma


en la que provee para las necesidades de la familia.
Llame a sus padres y jáctese un poco de él, si es posible cuando


él pueda escucharla.
Hágale comentarios de aprobación por la forma en que la ama.

196
Su esposo también necesita sus oraciones. Tenga el hábito de orar en
formas muy específicas por él cada día.



Ore para que escuche el aplauso celestial.
Ore por su vida de oración, y por su fidelidad en estudiar la


Palabra de Dios.
Ore por formas en las que usted pueda estimularlo a hablar


sobre su propia fe.
Ore para que establezca una relación cercana con algunos
hombres piadosos, los cuales le estimulen y a quienes les dé
cuentas, hombres con quienes pueda ser honesto sobre lo que
está en su corazón y sus necesidades, hombres que estén con él


durante los tiempos buenos y los malos.
Ora para que Dios continúe manteniendo la comunicación abierta
entre su esposo y los hijos, si es que tienen hijos. Ore para que
sea un padre amoroso y gentil. Ore por su propia sensibilidad
para ver las formas en las que pueda promover esto.

Los hombres pasan por muchas luchas hoy día. Puedo verlo todo el
tiempo en mi oficina de consejería, y en mi ministerio con otros
hombres. Solamente en esta semana en CrossTrainers, estuve con
hombres que vinieron a mí con las siguientes necesidades: uno estaba
enfrentando el primer aniversario de la muerte de su hijo; otro
acababa de perder su empleo. Otro hombre, quien había perdido a su
padre hace pocos años, acababa de saber que su madre tenía cáncer.
Otro hombre estaba padeciendo depresión. Uno de los muchachos más
jóvenes acababa de decirle a su esposa que estaban en un verdadero
problema financiero, había estado gastando excesivas sumas de dinero
sin que ella supiera.
Cuando los hombres estamos en el medio de tales pruebas, llegando al
límite mismo, necesitamos escuchar la voz de Dios que nos guíe y nos
sostenga, y necesitamos escuchar a nuestras esposas que nos alienten
y que crean en nosotros.
Trabaje continuamente para ser una presencia marcada en el mundo
de su esposo. Recuérdele el valor que tiene en los ojos de Dios, así
como también en los suyos y en los de sus hijos. Edifíquelo. Aliéntelo.
Anímelo a seguir peleando la buena batalla, a terminar la carrera, y a
retener la fe (2 Timoteooteo 4:7). Y ayúdelo a pelear la buena batalla
y a terminar la carrera con usted. Anímelo a ser la mejor persona que
pueda, de manera que un día, cuando uno de ustedes deba colocar al
otro en las manos del Salvador, pueda escuchar las palabras que Jesús
quiere que todos escuchemos, “Bien, buen siervo y fiel.”

197
Terminar juntos es el mejor estímulo de todos: Un hombre y una
mujer que terminan bien, que aman a sus familias y amigos, y que
proclaman valientemente su amor por su Señor y mutuamente.
Cuando termine de leer este capítulo, quiero que haga alguna de estas
cosas. Si su esposo está en el trabajo, hágale una alentadora llamada
telefónica. Si está acostado en la cama junto a usted mientras usted
lee, dele un beso grande, húmedo y ruidoso. Si está en el otro cuarto,
vaya a sentarse junto a él y dígale lo mucho que lo ama. Si no está
disponible en el momento, escríbale una nota en la que le diga que
está orgullosa de él, loca por él, y que quiere terminar su vida con él.
Y si hay algo que esté bloqueando que usted pueda alcanzar a su
esposo con libertad en este sentido, quiero que ponga a un lado sus
sentimientos y que lo haga de todos modos.
La vida es corta.
Y cuando todo haya sido dicho y hecho, lo único que importará es
nuestra comunión con Jesucristo y del uno para con el otro.

CAPÍTULO 8
Aliento
La necesidad de amor #4 de las esposas
“Recuérdame que soy la única..”

Barb le habla a los esposos

Hace unos meses Gary asomó su cabeza en mi oficina y me pidió si


podía unirme a él en los últimos minutos de una sesión de consejería.
Como yo en general no hago eso, me quedé sorprendida, pero sabía
que él tendría una buena razón para quererme allí.
-Amanda está enfrentando una problemática seria con su esposo,- dijo
Gary. –Creo que le vendría bien que la animaras un poco.-
El esposo de Amanda había estado más insensible hacia ella en los
últimos dos años, y su espíritu se había endurecido gradualmente. Al
comienzo, ella pensó que se estaban distanciando debido a sus días
laborales cada vez más largos y sus frecuentes fines de semana en
viajes de negocios. Lo que la había traído a la oficina de Gary
buscando consejería, sin embargo, era el impacto de saber que su
esposo estaba teniendo una relación amorosa, y para colmo ¡con su
mejor amiga! La vida de Amanda estaba dando vueltas fuera de
control. Las dos personas a las que más amaba estaban rompiendo su
corazón.
Gary hacía lo mejor que podía para darle a Amanda esperanza y
consuelo en su hora más negra. Pero en ese momento, ella también
necesitaba algo que él, como hombre que no era su marido, no podía

198
proveerle: ella necesitaba ser sostenida y consolada. Ella necesitaba
alguien que la abrazara, que llorara con ella y que la animara
genuinamente. Ella necesitaba a “Dios en carne y hueso.” Es por eso
que Gary me había introducido en la escena.
Cuando las personas están dolidas, necesitan algo más que un
diagnóstico, más que un consejo profesional. Necesitan sentir que
alguien se preocupa genuinamente por ellos, y no simplemente porque
ese es su trabajo. O, como el apóstol Pablo escribió, “...Podíamos
seros carga como apóstoles de Cristo. Antes fuimos tiernos entre
vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.
Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido
entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias
vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (1
Tesalonicenses 2:6-8).
Dos días después recibimos la siguiente carta:

Queridos Gary y Barb:


¡Gracias, gracias, gracias! Desde lo más profundo de mi corazón
quiero agradecerles por las oraciones que fueron elevadas en su
oficina. Me siento humillada y admirada ante Dios. Ustedes no saben
cuántas veces yo debatía conmigo misma si llamar para ver si de
alguna manera Barb podía sentarse conmigo en la sesión de consejería
con Gary. Pero había descartado el pensamiento en cada oportunidad,
creyendo que era demasiado pedir. Pero pese a mi cavilar y mis
dudas, Barb, Dios te puso allí. Él sabía que debías estar allí, e hizo que
sucediera. Esta fue la primera vez en dos meses que estuviste en la
oficina cuando yo tenía una cita. ¡Qué Dios tan maravilloso! Una
necesidad inmediata fue satisfecha ya que me diste la impresión de
que era Dios quien me decía: -Ven y siéntate en mi falda, yo seré
como un esposo para ti.- Tú sabías que no obtenía eso de mi esposo
terrenal. Pero ahora me imagino a Cristo abrazándome, amándome
incondicionalmente y dándome toda la ternura que yo podría pedir.
Gracias a ambos por dirigirme hacia Cristo para obtener respuestas,
por arrodillarse y orar con corazones tan fervorosos por mi esposo,
nuestro matrimonio y nuestra familia. Ahora tengo una verdadera
esperanza de que el corazón de mi esposo se quebrante y que se
convierta en un hombre diferente. Tengo una fe renovada de que él
una vez más vivirá por Cristo.

Lo que Gary y yo le ofrecimos a Amanda aquel día fue ánimo, en


diferentes maneras. Y como puede ver, es una herramienta poderosa.
Deseo que su esposa nunca haya tenido que enfrentar el tipo de
traición devastadora que Amanda enfrentó. Pero, aunque esa no sea la
situación, sé que ella tiene momentos en los que se desanima, o es

199
malinterpretada, o tiene temor. A todos nos sucede. ¿A quién se dirige
ella cuando le han quitado la alfombra donde estaba parada? ¿Adónde
se dirige cuando se siente sola o fuera de control? ¿A quién se dirige
cuando está abrumada por las circunstancias?
Es allí que ella necesita la alentadora presencia de:



Alguien que le ofrezca esperanza y apoyo


Alguien que la escuche


Alguien que sea de confianza


Alguien que la entienda
Alguien que se meta en la trinchera con ella cuando la batalla
arrecia.

Alentar literalmente significa “dar valor; inspirar con valentía, espíritu


o esperanza; animar.” Es una palabra que inmediatamente me vino a
la mente al ver recientemente algunas escenas de la Segunda Guerra
mundial en el canal de Historia. El fotógrafo había captado algunos
eventos de la noche anterior al día D, cuando el General Eisenhower
estaba en Inglaterra, y caminaba entre los paracaidistas antes que
partieran y atravesaran el Canal Británico. Eisenhower debe haber
sabido que la mayoría de esos jóvenes nunca regresaría. Pero su
presencia les recordaba que lo que estaban haciendo era importante
para la causa de la libertad y que eran de mucho valor a los ojos de su
comandante general. A lo largo de la historia, este tipo de aliento ha
inspirado a hombres comunes y corrientes para comportarse con
valentía en situaciones peligrosas.
¿Qué tiene que ver todo esto con su esposa? Bueno, su esposa pelea
batallas cada día. ¿Y sabe qué es lo que la mantiene con la
determinación de seguir adelante? Su estímulo.
Tanto hombres como mujeres necesitan estímulo. Tanto así que
ambos ubicaron el ánimo como su necesidad número cuatro en
nuestra encuesta matrimonial. Pero debido a que los hombres y las
mujeres son diferentes, ese aliento puede tomar diferentes formas.
Observe estas dos listas de necesidades:

Necesidades de los esposos

1. una tarjeta, una o dos veces al año, para decirles que son
amados

2. salir una noche de vez en cuando

3. un compañero de golf (o de navegación, o de bolos)

200
4. un nuevo desafío cada cinco años para hacer que la vida siga
siendo interesante

5. una palmada en la espalda por parte de los muchachos en la


cancha de básquetbol

Necesidades de las esposas

1. dosis diarias de “te amo” (las tarjetas y las flores también


sirven)

2. salir una noche por semana solos

3. una amiga en la cual pueda confiar

4. frecuentes tiempos de descanso de su rutina para que pueda


recargar sus baterías

5. abrazos que demuestren apoyo por parte de sus amigas

¿Logra captar la idea? Las mujeres necesitamos mucho aliento. Es la


forma en la que Dios nos hizo. Ni mejores ni peores, sólo diferentes.

Su esposa necesita ser alentada


Si usted mira un juego de golf por televisión, o si está en el campo de
golf siguiendo un torneo profesional, pensará que las únicas palabras
que algunas personas saben son: “Eres el hombre.” Es la forma de
animar a un golfista favorito. Y pese a que los profesionales deben
escuchar esta frase millones de veces, cuando alguno da un golpe de
trescientas yardas y la pelota va directo al hoyo, y entonces escucha
un coro que dice: “Eres el hombre,” se nota que se le infla un poquito
el pecho.
Pese a que su esposa nunca necesita escuchar que le diga: “Eres el
hombre” (créamelo), sí necesita escuchar su versión apropiada de
frases de afirmación para lograr que se le infle un poquito el pecho.
Frases como...

 “Eres la mejor esposa que un marido podría tener.”


 “¿Te he dicho últimamente que eres mi héroe?”
 “Me fascina envejecer junto a ti.”
 “Eres mi mejor amiga.”

201
Una mujer tiene una tremenda necesidad de que su marido le susurre,
le declare, o que incluso le grite al mundo que ella es la persona más
importante de su vida.
No tengo temor de admitir que Gary tiene una increíble posición de
poder en mi vida. ¿Por qué? Porque es quien mejor me conoce. Y
debido a que se preocupa lo suficiente para saber que pienso diferente
a él, entiende también qué es lo que necesito cuando se trata de
alentarme. Un buen ejemplo es una situación que se da a menudo en
la casa de los Rosberg (nuestra casa).
Es el final de un día ocupado, y yo corro para arriba y para abajo de la
casa, sintiéndome exhausta. Estoy preparando la cena y voy a lavar la
ropa, vuelvo a la cocina, voy a ordenar las cosas, cocina nuevamente,
contesto el teléfono, vuelvo a la cocina... sabe a qué me refiero.
Entonces, Gary entra al cuarto y dice: -Eres la mujer más maravillosa
del universo.-
Él sabe cómo darle energía a una mujer agotada, y sus palabras de
edificación le agregan varias horas de energía a mi vida. Su voto de
confianza fortalece mi espíritu, recicla mi energía, y me asegura que
no estoy sola en el mundo. Ese es el poder del aliento.
No es suficiente que aprecie a su esposa, debe decirle cuánto. Y
permítame que le advierta: si usted no aprecia y anima a su esposa,
ella se volverá a algún otro lado para satisfacer su necesidad. Muchos
matrimonios han terminado en el fracaso por esta misma razón. Si el
aliento de parte suya no es una parte constante de la dieta de su
esposa, ella tendrá hambre del mismo.
Muchas mujeres se vuelven a sus profesiones para encontrar aliento.
No estoy sugiriendo que una mujer no debería tener satisfacción y
afirmación por el trabajo que hace. Pero necesita escuchar que el
aliento más audible y más apasionado provenga de su esposo.
Cuando Gary y yo nos casamos, yo enseñaba arte en las escuelas
elementales. ¡Me fascinaba! Amaba a los niños (los 350 jóvenes
artistas que estaban bajo mis alas). ¡Oh, cómo atesoraba la
aprobación que recibía de sus notas! Luego quedé embarazada con
nuestra primera hija y comencé a dedicar mis dones y energías a la
casa y a la educación de la niña.
El nacimiento de un hijo, especialmente el primer bebé, es un milagro
que cambia la vida de una mujer. También puede ser el comienzo de
un viaje solitario. Me encantaba estar en casa con Sarah. Valoraba mi
tiempo con ella. Pero también extrañaba aquellas notas diarias de mis
alumnos, aquellas aprobaciones constantes que decían que estaba
haciendo un buen trabajo. Anhelaba tener el mismo tipo de aliento en
mi rol como madre y ama de casa para mi familia. Gary satisfizo esa
necesidad fundamental en mi vida ofreciéndome dosis diarias de
aliento.

202
Existe un sinnúmero de formas en las que un esposo puede animar a
su esposa en la rutina diaria de la vida:



Dígale lo valiosa e importante que es como esposa.
Tenga una sonrisa en su rostro cuando entre a su casa en la


noche.
Escúchela cuando expresa su frustración sobre su día laboral.
Recuerde que las presiones y tensiones que experimenta son tan


reales como las suyas propias.


Sea paciente cuando esté cansada y malhumorada.


Dele espacio cuando lo necesite.
Permítale que le hable hasta el cansancio cuando necesite


hacerlo.


Levante su espíritu al recordarle todas las cosas que hace bien.


Déjele notas de agradecimiento en el espejo del baño.
Lleve a su casa un ramo de flores sin ninguna razón en


particular.
Dígale a su esposa cuán valiosa e importante es como madre, si


tienen hijos.
Hágale saber que entiende que el estar en la casa con los niños
puede ser un trabajo duro y solitario. Calme sus emociones al
reconocer que los bebitos y los niños preescolares demandan


mucha energía.
Ayúdela durante esos interminables ataques de viruela, gripe,


dolores de oído y de garganta.
Dele a su esposa una ayuda extra con los mandados, la
lavandería, las compras de alimentos, especialmente cuando
está atada a la casa porque los niños están enfermos.

Las mujeres pasan mucho tiempo apoyando, ayudando y supliendo a


las personas que rodean sus vidas, pero no siempre reciben el apoyo,
la ayuda y la provisión que necesitan a cambio. Debido a que cada
mujer es única, usted debe convertirse en un estudiante de su propia
esposa (¿le suena familiar?) El entender su personalidad y carácter le
permitirá que el estímulo que usted otorgue esté diseñado
específicamente para ella.
Miremos a los tres tipos básicos de mujeres y veamos cómo puede ser
usted el mejor animador de la mujer con la que se casó.

La mujer independiente
Algunas veces también es conocida como la mujer maravilla. Es capaz
de saltar edificios altos (o por lo menos ella cree poder hacerlo). Tiene
una determinada ética de trabajo y a menudo tiene una carrera fuera
de su hogar. Al comienzo de la relación, la seguridad de esta mujer, su

203
independencia y su espíritu, le atrajeron a ella. Pero en algunas
oportunidades, precisamente lo que la acercó a ella al principio es lo
que obstaculiza que se sigan acercando.
Leticia es una mujer fuerte y segura de sí misma. Es la mejor
vendedora de una línea internacional de ropa femenina y es bien
respetada en la industria de la moda. La auto-confianza le brota por
los poros, y su deseo de triunfar la consume. Habla sobre el trabajo
todo el tiempo y tiene la siguiente actitud: “Amo a mi esposo, pero no
lo necesito.”
No me malinterprete. La confianza no es algo malo. Pero puede serlo
cuando está escondiendo un problema mayor. En el caso de Leticia,
ella obtiene su sentido de valor propio por medio de su trabajo, en
lugar de a través de su corazón. Su impulso por obtener el éxito en su
carrera es una forma de probarle a su esposo y a aquellos a su
alrededor que es alguien valiosa.
Si esto describe a su esposa, entonces usted debe mostrarle a ella lo
orgulloso que está de su persona, independientemente de la forma en
la que ella decide usar sus talentos. Recuérdele que ella no tiene que
lograr nada para ser exitosa en el corazón suyo. Anímela a
desacelerar, a pasar más tiempo con usted, ámela incondicionalmente.
Algunas veces, la mujer independiente está escondiendo un problema
bastante importante. Su actitud de estar un tanto apartada de su
esposo se puede deber al temor de estar demasiado cerca de él, es
decir, es un recurso como el de silbar en la oscuridad. Mujeres así a
menudo temen el abandono, así que se encierran en el búnker que
dice: “No necesito a nadie, ni siquiera a mi esposo.”
Detrás de esta actitud puede haber una experiencia de la niñez, algo
que haya ocasionado que ella no se sienta segura de depender o
confiar en otra persona. Si ha sido humillada o rechazada en el
pasado, puede que se esté protegiendo a sí misma manteniendo la
distancia, bajo el disfraz de no necesitar de nadie.
El control también puede ser todo un tema con la mujer
independiente. La vida sólo será segura si ella tiene el control. Ella ve
la unión como si fuera cautiverio, y se preocupa por el hecho de perder
su libertad.
Con esta mujer, usted debe probar que es digno de confianza, tanto
en las cosas grandes como en las pequeñas. Debe ayudarla a ver que
se está perdiendo la satisfacción que surge de una verdadera cercanía
en el matrimonio. Anímela a acercarse, y continúe acercándose usted
mismo (realmente cerca) y comience a atravesar esas paredes. Que
ella sepa que usted la adora. Muéstrele que ella no tiene que ganarse
su amor y que usted nunca, nunca la dejará.

204
La mujer insegura
Beatriz tiene muchas cualidades maravillosas, pero se mantiene
alejada de los cumplidos (tanto verbalmente como mentalmente). Si
usted dice, -Qué comida tan maravillosa,- ella dice, -Vamos,
simplemente tenías hambre.- Si dice, -La casa luce hermosa,- ella
dice, -Deberías ver los armarios.- Si dice, -Estás en muy buena
forma,- ella dice, -Oh no, estoy demasiado gorda.- Si usted dice, -Tus
hijos se comportan tan bien,- ella dice, -Siempre son mejores cuando
están con otra gente alrededor.-
Beatriz rechaza la verdad sobre ella misma. Uno puede verlo en sus
ojos. En el momento en que alguien la elogia, ella aparta su mirada y
la dirige hacia otra parte. Parecería estar incómoda, un poquito
ansiosa. No puede entender cómo es que usted puede decir ese tipo
de cosas positivas sobre ella. Internamente está discutiendo con
usted.
Esta mujer no sabe cómo aceptar su aprobación. Pero lo que es peor,
es que a veces hasta desafía la aprobación, al menos hacia ella misma.
Ella lo ve como una exageración, adulación, lisonja, una zalamería.
Esto nos dice que probablemente vivió con dudas por mucho tiempo,
quizá desde que era una niña. O quizá pasó mucho tiempo sola. Quizá
sus padres estaban siempre trabajando o demasiado distraídos u
ocupados que no se tomaron el tiempo para derramar palabras de
estímulo dentro de esta pequeña niña sedienta de eso. Sea cual sea la
experiencia específica, algo en su pasado inculcó mensajes de duda
dentro de ella.
Esta mujer rehúsa creer que ha sido hecha en forma “formidable y
maravillosa” (Salmo 119:14). Si usted está casada con una mujer
insegura, anímela desafiando su forma de pensar negativa. Ya que
usted es quien la ama y se preocupa más por ella, anímela a liberarse
de esas actitudes de auto desprecio.

 Dígale la verdad a menudo. Cuéntele las cosas que están yendo


bien en su propia vida y recuérdele las cosas que ella hace bien.
Destaque sus talentos y alabe sus virtudes. Ignore cualquier


protesta de parte de ella, y habla la verdad en amor.
Anímela a enfocarse en el mensaje de Filipenses 4:8, “Todo lo
que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud
alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Anímela
genuinamente a reconocer cómo su actitud afecta su vida y sus
relaciones. Quizá ella ni siquiera esté consciente de lo que está
haciendo. Un primer paso gigante es lograr que ella vea o
admita lo que está haciendo.

205
 Elabore un plan de acción con ella. Pídale permiso para ayudarla
desafiando con amor sus pensamientos negativos con


declaraciones de verdad positiva.
Enséñele a recibir. ¿Recuerda cuando su padre le enseñó a
recibir el balón de básquetbol, con sus manos abiertas para
luego aferrarlo firmemente? Al principio seguramente se le caía,
pero a la larga usted pudo asirlo. Anime a su esposa a abrirse,
para así poder asir su aprobación. Si puede comenzar con una
simple respuesta de una palabra: “gracias,” estará en el buen
camino.

La mujer equilibrada
La mujer independiente y la mujer insegura son ejemplos extremos.
La mayoría de las mujeres se identifican en algún lugar intermedio del
péndulo. Y todas las mujeres son una combinación compleja de éstas y
muchas otras características, personalidades, trasfondos, talentos y
temperamentos.
Al fin y al cabo, usted quiere animar a su esposa a que logre un
equilibrio saludable en su vida. Para hacer esto, debe entender que
ella es una persona única.

 ¿Puede decir cuándo tocó un área sensible para su esposa?


Averigüe qué la hace hipersensible o la pone a la defensiva. ¿Por


qué se siente estresada?
¿Tiene alguna profunda inseguridad? Si es así, a menudo está
relacionado con la autoestima, los logros, o un impulso de ser


perfeccionista.
¿Es motivada por exigencias auto impuestas basadas en logros?

Una gran parte de la saludable autoestima de la mujer está basada en


que se dé cuenta del valor que tiene ante Dios y que entienda el gran
tesoro de Su amor por ella. Incluso la mujer más segura de sí misma,
por momentos, se olvida de esto. En ese momento ella necesita tener
a su esposo al lado, con la afirmación adecuada.
En su instructivo libro The Five Love Languages, el Dr. Gary Chapman
dice que comunicamos amor y aliento a nuestros cónyuges en la forma
en la que nosotros mismos necesitamos recibir amor y aliento. ¿Cómo
es que su esposa lo anima? ¿Es por medio de atenciones que ella le
hace? ¿Es ofreciéndole palabras de estímulo y admiración? ¿Es por
medio del toque, acariciando su espalda, arrimándose a su lado?
¿Acaso le da ella dosis extra de tiempo y atención? ¿Le compra
pequeños regalos cuando usted necesita reponerse, o cuando no hay
ninguna razón en especial? Todas esas cosas son diferentes lenguajes

206
del amor que demuestran aliento. Devuélvale su amor y su aliento con
el mismo lenguaje, y ella entenderá el mensaje.

¿Cómo animar a su esposa?


En los primeros días de la Compañía Ford Motor en Detroit, la planta
de fabricación repentinamente se quedó sin electricidad. Henry Ford
hizo todo lo que pudo para resolver el problema, pero fue en vano.
Finalmente llamó a un electricista. El hombre caminó hacia la caja de
electricidad, jugueteó un poco con dos cables y la energía fue
restaurada. Luego le pasó a Ford una factura por diez mil dólares.
Ford estaba perplejo. -¿Por qué debería costar tanto el trabajo de
reparar unos cables si le llevó treinta segundos?-
-No le cobro por reparar los cables,- dijo el electricista. –Los diez mil
dólares son por saber qué cables reparar.-
Así que, hombres, aquí les va la pregunta por diez mil dólares: ¿Sabe
cómo está formada su esposa lo suficientemente bien como para saber
qué mover y así poder animarla? Una de las mejores formas de
aprender es observando, siendo (como ya hemos dicho antes) alguien
que estudia a su esposa.

Entendiendo cómo está formada


La próxima vez que vea dos mujeres hablando, obsérvelas. Fíjese lo
intensas que son. Escúchelas. Aunque no pueda escuchar las palabras,
escuche el tono de sus voces. Fíjese qué vinculadas parecen estar.
Fíjese cómo la conversación va para atrás y para adelante, como si
fuera una pelota de tenis. Algunas veces incluso hasta una termina las
oraciones de la otra. A veces el fluir es serio y abundante, a veces es
liviano y sazonado. Para una mujer, esta forma de conversación sirve
como un desahogo de su estrés, es incluso una especie de desahogo
terapéutico.
Si bien las amigas de su esposa son ciertamente importantes para ella,
es absolutamente vital que su esposa reciba este tipo de apoyo de
usted... su esposo, su mejor amigo. Al final de un largo día ella quiere
pode compartir sus sentimientos con usted, sin sentir temor de ser
juzgada. Ella no busca soluciones. Ella quiere compartir sus
pensamientos íntimos para que sus cargas puedan ser aliviadas y sus
vínculos emocionales hacia usted sean fortalecidos.
Cuando usted escucha lo que ella comparte sobre sus sentimientos y
pensamientos, se siente amada y valorada. Se siente valorada cuando
usted le recuerda lo que hizo bien. Se siente reabastecida y
robustecida, independientemente de las muchas responsabilidades que
tiene que enfrentar.
Cuando se trata de procesar un tema, las mujeres tienden a hablar del
mismo en voz alta. Después de que tenemos ese monólogo (y a veces

207
diálogo) terminado, estamos listas para conquistar el mundo.
Dependiendo de la situación, nuestras emociones también pueden
jugar un papel aquí. Todo esto tiene que ver con nuestra formación
interna. Permítame que lo analice por usted.
Usted y su esposa están discutiendo sobre su madre, la cual quiere
venir y pasar una semana con su familia. –Bien, no hay problema,-
dice usted. –Es sólo cuestión de cambiar las sábanas. ¿Verdad?- Pero
para su esposa no es así de simple. Ella ama a su suegra, pero una
visita de una semana requerirá preparación. Su esposa ha estado muy
ocupada últimamente, así que la limpieza ha estado un poco
descuidada. Necesitará limpiar algunas gavetas en la cocina, el
armario del pasillo, y el ropero del cuarto de invitados. También querrá
que usted ordene el caos que hay en el sótano. Luego viene la
preparación de las comidas. Necesitará planificar los menús, hacer las
compras, preparar algunas comidas para congelar. Pero además, ¿qué
hará con su madre por una semana? No puede simplemente dejarla
sentada en la casa. ¿Y qué decir de la fiesta de “bienvenida al bebé” de
una amiga de la oficina en la que ella será la anfitriona esa semana?
Ella no podrá cambiar eso. Y así sigue, hablando sobre todo esto y con
las emociones a flor de piel.
Lo que sucede en este caso es que su instalación eléctrica está
sobrecargada, y el circuito está a punto de cortarse. Una palabra de
advertencia: en la misma forma en la que usted nunca tocaría un cable
conectado a la corriente, tampoco se ponga a discutir con las
emociones de ella.
Aprenda cómo reducir la tensión. Si ella está lista para llorar, entonces
anímela a que llore. (Sí, llorar.) Cuando las lágrimas se desahoguen,
es una buena señal de que la sobrecarga está disminuyendo. Anímela
permitiéndole que evacue el dolor. Entonces ella podrá escuchar. Si su
consejo o solución es bueno, usted parecerá el mejor consejero del
mundo. Cuando ella procesando sus sentimientos respecto a la
situación, la lógica suya o su deseo de arreglarlo todo no serán
bienvenidos, algunas veces será hasta ofensivo. Sin embargo, más
adelante, probablemente le invitará a que la ayude a resolverlo. Pero
recuerde: al comenzar a reparar algo, comience por valorar el punto
de vista de ella. Incluso la valoración más pequeña puede hacer que
usted pase de ser Clark Kent a volar como Superman en los ojos de su
esposa.

Dele el primer lugar


Ya sea que los hombres estén participando de un juego, o que estén
haciendo de entrenadores desde un sofá, a la mayoría les encanta un
buen evento deportivo. Y las mujeres queremos disfrutar sus deportes,
ya sea para vincularnos con los muchachos, o para gritar “Eres el

208
hombre” a su jugador favorito. El involucrarse en los deportes puede
ser un gran calmante para el estrés, y todas las esposas queremos que
ustedes reduzcan el estrés de sus vidas. Eso les dará más tiempo de
vida y le hará que sean una compañía mucho más agradable. Además,
queremos que ustedes se relajen y se diviertan. ¡Se lo merecen!
Pero la tensión comienza a amontonarse dentro nuestro cuando los
lanzamientos de tres, los golpes del golf, o el mirar juego tras juego
en el televisor toma el primer lugar, desplazando el tiempo que pasan
con nosotras. Comenzamos a sentirnos dejadas a un lado. ¿Cómo se
sentiría usted si llegara segundo y hay un solo premio? ¿Y qué me dice
si invirtiéramos los roles y es su esposa la que sale con sus amigas los
fines de semana y (o) varias noches por semana? Cuando no estamos
en el primer lugar de sus vidas, no importa si estamos segundas,
terceras o cuartas. Es todo igual. Nos sentimos completamente
despreciadas y sin importancia.
Algunas veces, aquello a lo que usted le da el primer lugar parecería
ser tan importante que usted ni siquiera reconoce lo que está
haciendo.
Imaginemos que usted es un hombre que tiene su propio negocio.
Tiene dos o tres (o más) personas que trabajan para usted, pero a la
larga usted es el responsable del éxito de su compañía. Entonces las
ventas comienzan a decrecer, y los clientes inconformes comienzan a
llamar. Usted está abrumado. Pasa su tiempo apagando fuego tras
fuego en lugar de seguir avanzando. Debe encontrar la manera de
salvar todo para no perder a sus clientes en manos de la competencia.
¿Qué es lo que hace para resolver este problema? Trabaja sesenta,
setenta, ochenta o más horas por semana. Pone su corazón y su alma
en su compañía. Después de todo, es el futuro de su familia, ¿verdad?
Todos los hombres quieren triunfar en sus carreras. No hay nada de
malo con eso. Y a veces es necesario trabajar largas horas. Pero si se
da cuenta de que su trabajo lo está alejando continuamente de su
esposa y su familia, algo está mal. Usted piensa: Sólo es algo
temporal. Si trabajo duro por un tiempo, las cosas mejorarán. Pero la
agenda está siempre llena, el teléfono siempre está sonando, y las
semanas se convierten en años. Día y noche usted está exhausto, sin
energía para su esposa. Puede comenzar con algunas cenas en las que
no usted no está, pero pronto puede que termine comiendo solo a
últimas horas de la noche, y que la familia tenga un itinerario lleno en
el que usted no figura. Lo que es peor, cuando sí está en su casa, los
lamentos por el día de hoy y los planes por el de mañana absorben
todos sus pensamientos. Emocionalmente está distante y desligado.
Su trabajo se ha convertido en el ladrón que le roba el tiempo junto a
la gente más importante de su vida.

209
Si usted se identifica con algo de esto, debe parar ese
comportamiento. Pero no mañana ni la próxima semana. Comience
ahora mismo. No importa cómo es que lo justifica, ninguna carrera es
más importante que su esposa (o su familia, si ha sido bendecido con
hijos). Ya sea que su esposa lo manifieste o no, ella está sola,
menospreciada y no está siendo amada. ¿Acaso se le ocurriría hacer
pasar hambre a su esposa con los alimentos que necesita para
mantener su cuerpo físico? No, me imagino que no podría. Pero pese a
eso, usted está haciendo que padezca de hambre en términos del
aliento que necesita para sobrevivir.
Si ella le dice que está pasando mucho tiempo en el trabajo, no se
sienta amenazado. Ella le está diciendo que nadie puede reemplazarlo
en la vida de ella y que necesita su compañía y estímulo para
complementarla como nadie podría. El principal mensaje es “Te amo y
te necesito.”

Destaque su potencial
Hace años yo tomaba una clase de pintura y retratos en la noche para
continuar mi crecimiento y educación como artista. El instructor era
alguien respetado, pero su manera de corregir dejaba mucho que
desear. Una noche, después de que yo había pasado toda la clase
trabajando en un cuadro, el instructor se paró junto a mí, tomó mi
lienzo del caballete y en forma verbal lo hizo pedazos. Quedé
devastada y volví a casa en lágrimas, con la determinación de no
volver a pintar nuevamente.
Al siguiente día, Gary vino a casa del trabajo y me dio dos paquetes.
Dentro de ellos había un caballete y una caja de madera totalmente
equipada con pasteles Rembrandt. -Suficiente lamento-, dijo. –Dios te
ha dado un talento, y tú vas a pintar. Comienza a hacerlo, ahora.-
Estas cosas no me las dijo con dureza, sino con firmeza, amor, y
afirmando la verdad sobre mis habilidades.
Me recuerda la historia de Jesús y su trato con el hombre paralítico
que fue bajado por el techo para ser sanado. El Salvador fue firme,
directo y claro. Le dijo al hombre que se pusiera en pie, tomara su
lecho y que se fuera a su casa (Lucas 5:24). Y lo hizo. Gary me dijo
que tomara mi paleta y pintara. Y lo yo hice.
O también pienso en cómo Jesús vio el potencial de un hombre
llamado Simón. Jesús incluso le cambió el nombre a Simón y le puso
Pedro, la cual significa roca en griego, en un momento en el cual
Simón podía parecer de todo menos una roca. No parecía que fuera
una roca cuando perdía el control de su temperamento o cuando
apartó los ojos de Cristo al caminar sobre el mar, o cuando negó
conocer a Cristo en la víspera de la crucifixión. Pero Jesús reconoció el
potencial que Simón tenía para ser un gran hombre de Dios, y cuando

210
leemos acerca de Pedro en Hechos o en sus epístolas, nos damos
cuenta cuánta razón tenía Dios.
Nosotros aún vemos con ojos humanos, por supuesto, pero todos
podemos recordarnos mutuamente el potencial que Dios nos ha dado.
Haga esto por su esposa. Enfóquese en sus puntos fuertes, no en sus
debilidades. Intente verla en la forma en que Jesús la vería.

Aprecie su contribución
No hace mucho tiempo, Gary y yo estábamos entrevistando al ex
gobernador de Iowa, Terry Branstad, en nuestro programa de radio. Él
y su esposa Chris habían celebrado recientemente el aniversario de
bodas número veinticinco yéndose en un crucero a Alaska. Sabiendo
que es una persona romántica, le pregunté al gobernador estando en
el aire: -¿Cuál fue la mejor parte del crucero?- Tenía la convicción que
le escucharía decir –estar con Chris- o algo parecido, porque sé lo
mucho que este hombre ama a su esposa y valora su matrimonio. En
vez de eso, el gobernador miró al hombre que estaba en nuestro
estudio de radio y dijo: -Pescar un salmón de cincuenta y dos libras.-
Los hombres que estaban en el lugar se entusiasmaron. –¡Síííí!- Se
elevaron como un cohete. Incluso creo haber escuchado a alguien
decir, -¡Eres el hombre!-
Pero una vez que las risas se clamaron, los ojos del gobernador
pusieron una mirada más seria y dijo: -La mejor parte de mi crucero
fue Chris. Amo a mi esposa más que a mi vida. Ella está siempre
conmigo.- Luego siguió diciendo lo valioso que ha sido el apoyo de ella
para él y para la familia, y sobre su profundo amor y aprecio hacia
ella.
Su respuesta inicial para la audiencia de la radio fue divertida, y estoy
segura que instantáneamente se vinculó con muchos escuchas
masculinos, tal y como lo hizo con los muchachos del estudio. Pero usó
es vínculo para inmediatamente subrayar lo mucho que valora a su
esposa. Este es un hombre que sabe que su esposa merece ser
apreciada. También sabe que necesita aprovechar los momentos para
jactarse de ella en público.
Usted necesita hacer lo mismo. Tanto en público como en privado,
necesita hacer que su esposa sepa lo mucho que se la aprecia. Aquí
están un par de sugerencias:

 Alábela en tres formas distintas durante el día. Como este es el


alimento de su alma, nútrala. Cuando Gary me dice: amo estar
en tu compañía; o, te preocupas tanto por nosotros; yo camino
sobre las nubes durante días. Intente esto por todo un mes, le
aseguro que cambiará la calidad de su matrimonio.

211
 Jáctese de ella con sus amigos, y permita que ella lo vea
haciendo esto. Ella puede actuar avergonzada, pero en lo
profundo la convencerá que usted realmente siente eso.

Si usted es un hombre muy talentoso, con una personalidad poderosa,


o es alguien con mucho éxito, necesita tener cuidado extra. Su esposa
podría, incluso sin intención, quedar a su sombra. Muchas mujeres
entregan muchísimo de sí mismas por la familia (y lo hacen
voluntariamente y con amor). Pero cuando no reciben señal de
aprecio, tarde o temprano se resienten y son heridas.
Nada podrá animar más a su esposa que el hecho que usted reconozca
sus sacrificios y muestre su aprobación por el amor y la devoción por
la familia. Piense en esto: ella haría todo por fortalecerle y apoyarle a
usted y a sus hijos, ¿verdad? A menudo hace esto para que usted
pueda seguir adelante en su carrera. El ánimo de su parte le servirá
como un continuo recordatorio de que lo que hace vale la pena.
Le doy una breve advertencia aquí: algunas mujeres reciben algún
elogio sólo cuando han realizado o hecho bien alguna cosa. Pero
cuando las palabras de elogio y valor están vinculadas solamente a los
logros de la mujer, pronto se preguntará, ¿Soy amada por quien soy o
por lo que hago? Alábela por quién ella es.
Finalmente, esté consciente de que su silencio le sonará a ella como
rechazo. No asuma que ella automáticamente sabe cómo se siente con
respecto a ella, porque necesita que continuamente se lo recuerde. Las
preocupaciones, el estrés, los niños, su madre, cualquier cosa puede
perturbarla y ocasionar que se olvide lo que usted le dijo la semana
pasada. Ella está en la línea del frente en la batalla y necesita su
constante aprobación.

Lo que significa ser un alentador


Para una mujer, un simple hecho o una palabra de aliento en el
momento preciso puede ser el factor de cambio durante un período de
lucha.
Emilia tiene temor. Acaba de recibir una llamada del consultorio del
doctor. Los resultados de su último examen físico están allí, y el doctor
quiere verla ahora, esa misma tarde para una biopsia. Ella llama a su
esposo, y su respuesta inmediata es –Estaré en casa en una hora.- Él
la lleva al doctor, porque no quiere que vaya sola. Quiere estar allí con
ella, pase lo que pase.
Gabriela es contadora en el departamento de contabilidad de una gran
corporación bancaria. Ha descubierto un importante error en la
contabilidad que alguien en su oficina ha estado cometiendo en cada
depósito de pago de impuestos cada cuatro meses. La pena financiera
será severa y podría poner a la corporación en peligro financiero. Si

212
permanece en silencio, su integridad quedará en peligro; si reporta el
error, puede que pierda el empleo. Su esposo, Roberto, la escucha
mientras Gabriela explica su dilema. Entonces la anima a aferrarse a
sus convicciones; ella está en lo correcto al seguir las reglas. Si pierde
el empleo, que así sea. Juntos elaboran un plan para que ella hable
con el gerente del departamento con la documentación adecuada.
Roberto la anima a ser honesta y ora con ella por fortaleza y sabiduría
para manejar la situación adecuadamente, sin perder el empleo.
Debido al ánimo que sus esposos les dieron, ni Emilia ni Gabriela tiene
que ir solas a la batalla.
Un elemento fundamental para alentar es la comunicación. A la luz de
eso, le sugiero que observe la forma en la que su esposa se relaciona
con otras mujeres. A menudo, las esposas recibimos parte de nuestro
mayor estímulo de otras mujeres, ya sea de una madre o hermana o
una amiga. Independientemente de lo que nos pueda estresar, estas
mujeres nos apoyan. Este es el caso de Pat Homertz. Yo puedo ser
totalmente honesta con ella sobre cómo me siento o sobre las cosas
con las que tengo que lidiar, y ella me escucha. Entonces, tal y como
una trompeta en la batalla, me ofrece palabras que me dan el valor de
salir de la trinchera y seguir adelante.
Analice lo que sucede entre su esposa y su mejor amiga, u otras
mujeres que le apoyen en su vida. ¿Existe alguna forma en la que
usted pueda duplicar algo de ese lenguaje corporal, contacto visual, oír
activo, y aceptación incondicional en su propia interacción con su
esposa?
Si necesita algunas ideas para comenzar, intente esto:

 Ábrase a ella. Permítale que vea lo que está ocurriendo en su


corazón. Las mujeres son atraídas y alentadas por hombres que


son comunicativos.
Llévele la delantera. Cuando ella le diga que le ama, asegúrese
de decírselo a ella el doble de veces. Vea, es como una partida
de tenis, cuando ella arroje la pelota hacia usted, devuélvasela.
Lo mismo sucede con la aprobación. Cuando ella le haga un
cumplido, asegúrese de expresarle su aprecio también.


Recuérdele en todo el día las cosas buenas que hace.
Refracte el lenguaje de amor que ella usa hacia ella misma.
¿Cómo es que ella le comunica su amor y apreciación a usted?
¿A través de palabras de aprobación? ¿A través de cuidadosos
regalos? ¿Preparándole su comida favorita? Es muy probable que


eso mismo es lo que le fascinaría de vuelta.
¡Tenga un amorío con ella! Comience a conocerla nuevamente.
Trátela como si la conociera sólo por unos pocos días. Llévela

213
nuevamente a aquellos lugares donde solía llevarla al principio


para intentar impresionarla.
Deje una noche para los dos una vez por semana. Sintonícese
con lo que es importante para ella. Obviamente, es importante
que hagan cosas que ambos disfrutan hacer. Pero esté dispuesto
a sacrificar sus propias preferencias por algo que usted sabe a


ella le encantará hacer.
Dele esa mirada de Don Juan. Una guiñada y una sonrisa cuando


ella menos lo espera hará que se le mueva el piso.
Dígalo con flores. Ya sea una o una docena, en ambos casos


enviarán el mensaje correcto.
Vacíe el interior del auto de ella y lávele las ventanillas. Entonces
deje una nota que diga, “Sencillamente porque te amo.”
 Acepte su sensibilidad. Lo que para usted a veces parezca una
hipersensibilidad, es precisamente la dimensión femenina que
hace que esté alerta y sensible a sus necesidades. Resístase a la
urgencia de intentar cambiarla.

Sea un Bernabé
Sin que lo piense por más de diez segundos, estoy segura que usted
recuerda las palabras de crítica de alguien que aún le duelen hoy día.
Ese es el poder que tienen las palabras. Los investigadores nos dicen
que necesitamos entre ocho a diez comentarios positivos para
neutralizar uno negativo. Con todo, ese tipo de neutralización rara vez
la experimentamos.
Lo que todos necesitamos es gente que nos rodee y nos grite palabras
de estímulo: “¡Adelante!” “¡Sé que puedes hacerlo!” “En todo tiempo
estoy contigo.” “Estoy comprometido contigo.” “Creo en ti.”
A través de las Escrituras encontramos evidencia del poder y la
importancia de las palabras habladas. En el libro de Génesis
solamente, la frase “Y dijo Dios” aparece más de veinte veces. Más
adelante, el propio Hijo de Dios es descrito como el Verbo que “se hizo
carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:14). Dios siempre ha
comunicado su amor hacia nosotros a través de palabras habladas. Y
las palabras son la forma en la que expresamos el amor y el estímulo
hacia otros.
En los días de la iglesia primitiva, Bernabé era un hombre conocido por
su generoso aliento. De hecho, su nombre era Juan, pero los apóstoles
le llamaban Bernabé, lo cual significa “hijo de consolación” o
literalmente “hijo de refrigerio.” Hechos 11:23 nos dice que “exhortó a
todos a que con propósito de corazón permanecieses fieles al Señor.”
Gary es mi Bernabé.
Él conoce mis virtudes y debilidades; él sabe todo sobre mí. Él es tanto
sabio como tierno conmigo. Como él sabe que el perdón que Cristo da

214
cada nuevo día es fresco, se apresura a recordarme la gracia de Dios
cuando estoy deprimida y desanimada. Y él no permite que sea
introvertida. Me exhortará a alcanzar y perdonar a aquellos que me
han ofendido. Algunas veces, su aliento es algo tan sencillo como
recodarme una y otra vez lo que Dios ha hecho por nosotros.
Lo más importante, sin embargo, es que Gary me desafía a
transformarme más y más en lo que Dios me ha llamado a ser, y mi
esposo no se vuelve atrás cuando yo me resisto. Hay momentos en los
que yo preferiría correr y esconderme, pero Gary me desafía a ser
abierta y transparente, para que él pueda ver tanto mis heridas como
mis esperanzas.
La actriz Celeste Holm dijo una vez, “Vivimos por medio del aliento, y
morimos sin él. Lentamente, lamentablemente y airadamente.” Lo que
me entristece es que el estímulo auténtico escasea en muchos hogares
hoy día. Demasiados hogares están llenos de gente desanimada que
desesperadamente está esperando una palabra amable.

El poder de alentar
Hace varios años, el Reader’s Digest publicó la historia de una notable
profesora de Matemática en la escuela St. Mary en Morris, Minnesota.
Un viernes por la tarde tarde, esta profesora le pidió a sus estudiantes
que hicieran una lista con los nombres de todos los demás estudiantes
de la clase. Luego les dijo que escribieran, junto a cada nombre, lo
más hermoso que pudieran decir con respecto a cada compañero de
clase. Al final de la clase ella recogería las hojas. Luego, durante el fin
de semana ella hizo una hoja separada para cada estudiante, y en esa
hoja listó todas las cosas que habían sido dichas sobre cada persona
por sus otros compañeros. El lunes le dio a cada estudiante su lista.
Cuando los niños comenzaron a leer, empezaron a susurrarse el uno al
otro. –Nunca creí que pensaras eso de mí.- -No sabía que los demás
me quisieran tanto.- El contenido de las hojas no fue discutido en la
clase, pero la profesora sabía que el ejercicio fue un éxito porque pudo
ver la diferencia que esta retroalimentación tuvo en las actitudes de
sus alumnos con respecto a sí mismos.
Varios años después, uno de los estudiantes, Mark Ekland, murió en
Vietnam. Luego que su cuerpo fue traído a Minnesota, la mayoría de
sus compañeros de clase, así como también su profesora, asistieron al
funeral. Durante el refrigerio que se sirvió después del servicio
fúnebre, el padre de Mark se acercó a la profesora y le dijo: -
Encontraron que Mark tenía esto cuando murió. Pensamos que usted
podría reconocerlo.- Entonces le mostró dos hojas de cuaderno usadas
que habían sido abiertas y dobladas muchas veces. Era la lista de las
cosas buenas que los compañeros de Mark habían escrito sobre él.

215
-Muchas gracias por haber hecho eso,- le dijo el padre de Mark a la
profesora. –Como puede ver, nuestro hijo lo atesoró.- Varios de los
compañeros de Mark estaban parados cerca y escucharon esta
conversación. Uno tras otro comenzaron a revelar que cada uno
todavía llevaba su hoja de comentarios y que la leían a menudo.
Algunos la llevaban en la billetera; uno incluso la había puesto en el
álbum de fotos de su boda. Un joven dijo: Creo que todos hemos
guardado nuestra lista.-
Ese es el poder del aliento, de las palabras de estímulo.
¿Cree usted que su esposa tiene una lista como esa colocada en algún
lugar de su mente? ¿Usted se da cuenta, aprecia, y dice las cosas más
lindas que puede decir sobre su esposa?
“Usted es el hombre,” ¿verdad? Entonces dele a su esposa, en
palabras y en hechos, algo de aliento cada día en particular, y le
aseguro que usted no sólo escuchará esa frase de ella a menudo (en
su propia forma, por supuesto), sino que ella hará todo lo que pueda
para hacerle sentir que usted es el hombre.

CAPÍTULO 9
Intimidad Espiritual
La necesidad de amor #5 del esposo

216
“Necesito que me ayudes a crecer espiritualmente.”

Gary le habla a las esposas

Su esposo, como todo hombre, necesita crecer espiritualmente. Él


necesita una conexión espiritual, con Dios, con usted, y con otros
creyentes. Si los esposos se toman la Biblia en serio, entonces sabrán
que una de las dimensiones fundamentales de su vida espiritual es el
liderazgo espiritual que deben proveer.
-Detesto ese versículo que dice que los esposos deben ser la cabeza de
nuestras esposas como Cristo es la cabeza de la iglesia, - dijo José.
-¿Por qué dices eso?- le pregunté.
-Porque significa que debo estar todo el tiempo „enchufado‟
espiritualmente. Se supone que debo ser el líder en el hogar, así que
debo dirigir ya sea que me sienta débil o fuerte. Si tropiezo, no sólo
me voy a caer yo, sino que también voy a afectar a mi esposa y a mis
hijos.- José hizo una pausa y me miró directo a los ojos. –Gary, sé
honesto conmigo. ¿Alguna vez te sientes así?-
Antes de decirle lo que le respondí a José, permítame asegurarle que
él no es el único que siente esta frustración. Si yo pudiera leer el
corazón y las mentes de la mayoría de los hombres cristianos,
descubriría que el liderazgo (el liderazgo servicial) es el mayor desafío
que enfrentan a diario.
En su Palabra, Dios les manda a los hombres que sean líderes
serviciales en sus matrimonios y en sus hogares. Pero el liderazgo
servicial es una moneda con dos caras. Por un lado está el gran honor
y la oportunidad que ese tipo de liderazgo ofrece, el honor de ser
confiado con un llamado tan elevado y una oportunidad de servir para
satisfacer las necesidades más profundas de nuestra familia. Sin
embargo, el otro lado de la moneda es que el liderazgo servicial es un
trabajo duro.
Esta responsabilidad espiritual pesa mucho sobre su esposo cuando él
se da cuenta que usted y sus hijos están descansando en que él
tomará el liderazgo. Agréguele a eso el hecho de que él sabe que Dios
lo hará responsable por la forma en la que lleve a cabo ese
mandamiento.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y


se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado
en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí
mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los
maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El
que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás

217
a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo
a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de
sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. (Efesios 5:25-31)

Esta no es ni una sugerencia ni una opción, es una orden directa.


Así que, ¿cómo le respondí a José? Bueno, fui honesto.
-Sí José, algunas veces me siento así, - le dije. –Pero cuando me
sucede, el Espíritu Santo me lleva de un tirón nuevamente a la
realidad que no puedo vivir la vida cristiana basado en mis
sentimientos, sino más bien en la verdad. Puede que yo sea
inapropiado, por Dios no lo es. Esas son las buenas noticias. Si
siempre me siento como el líder, o no, no es lo importante en realidad.
Lo importante es que soy el líder. Y debido a este hecho, me veo
siendo humillado una y otra vez. Entonces me arrodillo y le pido a Dios
que me dé sabiduría, humildad, y valor para hacer lo que quiere que
haga.-
Luego le conté a José sobre Richard, con la esperanza que le aportara
algo más sobre el tema.

La importancia de la conexión espiritual


Richard amaba a su esposa y a sus hijos, y trabajaba duro para
proveerles, tratando de mantener todos los platos en el aire y girando.
Pero hace varios años perdió el equilibrio. Su trabajo se tornó
excesivamente exigente. La tensión que eso implicaba sobrepasaba la
presión diaria que la mayoría de los hombres experimentan. Trabajaba
largas horas, tomando demasiadas responsabilidades, y comenzaba a
quedarse agotado.
Además de toda la tensión laboral, su padre se enfermó. Entonces, la
esposa de Richard, Lynn, tuvo un accidente automovilístico y tuvo que
ir a terapia física por varios meses. La única parte estable de su vida
parecía ser su iglesia. Fue allí que él había cortejado a Lynn, y donde
había crecido como cristiano, y donde él y Lynn habían dedicado sus
hijos a Dios. Richard había madurado en lo espiritual, en sus
relaciones, y en lo emocional en su iglesia. Las amistades se habían
hecho profundas. Los estudios bíblicos eran ricos, y sus talentos eran
usados. Cuando él entraba por las puertas de ese santuario, sabía que
Dios le ministraría y que la familia de la iglesia le rodearía con el apoyo
de una comunión de amor.
Entonces llegaron las noticias devastadoras: la división estaba
rasgando la congregación, dejando a las familias y a los corazones
devastados. A medida que las familias comenzaban a ponerse de un
lado o del otro, Richard se sintió en el medio de todo.
Repentinamente, junto con todas las otras tensiones de su vida, su

218
lugar de refugio, su santuario, se había esfumado. Su iglesia era ahora
otra fuente de estrés y dolor. Algunos domingos incluso se dejó llevar
por sus pensamientos y se quedó en la casa. ¿Para qué ir y sentir más
dolor? se decía a sí mismo.
Richard comenzó a secarse espiritualmente, y tanto él como su familia
sufrían. Los hijos estaban perdiendo su interés. Su esposa clamaba por
una iglesia local estable. Richard pronto se sintió como si no estuviese
complaciendo a nadie. No podía liderar a su familia en buena forma ni
seguir a su Señor en buena forma. Este liderazgo servicial le parecía
más una soga alrededor de su cuello que una posición que el Dios
amoroso le había dado.
En medio de todo esto, Richard y su familia tomaron unas vacaciones
al sur de California. Mientras estaban allí, fueron a una reunión un
domingo en la mañana a la iglesia donde Chuck Swindoll era pastor en
aquel entonces. Durante años, Richard y su familia habían escuchado
el programa radial de Chuck Swindoll. Apreciaban sus enseñanzas y no
podían dejar pasar esta oportunidad de adorar en su iglesia y
escucharle predicar.
Richard entró a este enorme santuario sintiéndose un poco a la
defensiva y sumamente herido, pero en lo profundo estaba orando a
Dios para que avivara su corazón estéril. A los diez minutos de
comenzar la adoración, las lágrimas comenzaron a rodar de sus ojos.
Habían pasado meses sin que sintiera ningún movimiento espiritual en
su corazón. Repentinamente estaba comenzando a sentirse vivo una
vez más. La adoración. La enseñanza. La comunión. El estudio de la
Palabra. El tiempo de oración. Richard había permitido que las
tormentas de la vida aflojaran esas conexiones espirituales, esas
disciplinas espirituales. Pero ahora se estaba conectando nuevamente.
Se le estaba recordando que Dios todavía estaba vivo (y con buena
salud), y que Dios había estado allí todo el tiempo. Había sido él,
Richard, quien había roto la conexión.
Él sabía que tenía que tomar el liderazgo en su propia casa ya que
Lynn y él habían tomado una dura decisión: la familia necesitaba
encontrar otra iglesia local, un lugar donde poder adorar, beber de la
Palabra, y obtener nuevamente el equilibrio espiritual. Richard fue
honesto con su pastor sobre por qué querían ser liberados y
bendecidos para buscar una nueva iglesia local. El pastor tuvo gracia y
fue comprensivo.
Al domingo siguiente, Richard y su familia fueron a un gimnasio,
donde una iglesia pequeña de unas sesenta personas tenían sus
reuniones. Desde el comienzo, Richard y Lynn supieron que esa sería
su iglesia local.
A medida que pasaron las semanas y los meses, Richard volvió a
sentir el gozo del Señor. Su tiempo devocional se hizo más vibrante,

219
su estudio de la Palabra volvió a tener la riqueza que había
experimentado al principio de su caminar en la fe. Richard y su esposa
se involucraron en un estudio bíblico para parejas, y sus hijos hicieron
buenos amigos en su grupo de jóvenes. Él comenzó a liderar
nuevamente, aunque en una forma diferente. Su confianza estaba
mezclada con un buen sentido de quebrantamiento, ya que su deseo
de hacer que las cosas sucedieran por medio de su fuerza humana fue
reemplazado con un espíritu de servicio, arraigado en el amor de Dios.
Cuando terminé la historia, José asintió con su cabeza dando señal de
comprensión. –Realmente me identifico con Richard,- me dijo. –Él
vivió esto. Pasó por el desierto de la sequedad espiritual y
experimentó el fuego de la refinación. Conoce el sabor del
quebrantamiento. ¿Qué pasó con él?-
Yo le sonreí y le dijo, -Lo estás mirando con tus propios ojos, José.
Richard es mi segundo nombre. Me llamo Gary Richard Rosberg. Lynn
en realidad es mi esposa, Barbara Lynn.-
-Rosberg, no sé si golpearte o si chocar los cinco contigo,- dijo con una
sonrisa.
-José, a todos nos toca pasar por esas situaciones. Días en los cuales
nos sentimos como si fuéramos unos líderes miserables. Semanas en
las que pensamos que no merecemos liderar, o que no sabemos cómo
hacerlo. Y momentos cuando necesitamos que Dios haga su obra en
nuestros corazones, recordándonos quién es él. Es por eso que
necesitamos esa conexión espiritual.-

Entendiendo el corazón de su esposo


Ser el líder espiritual en su familia es la tarea más difícil que su esposo
realizará jamás. ¿Por qué? Porque para poder hacerlo, debe rechazar
cada cosa que la cultura le enseña sobre su masculinidad. Permítame
que le explique.
Si como hombres vamos a liderar nuestras familias, debemos
humillarnos y seguir a Dios, y existen dos desafíos en una frase así:
liderar y seguir. Ambas son ciertas. Muchos hombres nunca lideran
muy bien, y otros muchos no saben cómo ser seguidores.
Cuando lideramos nuestra familia y seguimos a Dios, tenemos que
rechazar nuestra actitud de sabelotodo. Debemos reconocer que
nuestro mundo está fuera de control. Tenemos que menguar y
permitir que Cristo crezca. La Biblia es realmente clara en esto: el
Padre nos llama a morir al ego y, por medio del nuevo nacimiento, a
crecer en él. Nos manda que entreguemos nuestras vidas, le
magnifiquemos y sirvamos a otros, para que el mundo (incluyendo
nuestra familia) le vea a él por medio nuestro. Es por medio de este
tipo de liderazgo servicial que nuestra familia experimentará la gracia
de Dios, incluso como nosotros lo hacemos.

220
Usted juega un rol muy importante en la ecuación que hace que su
matrimonio permanezca espiritualmente en la senda correcta. Como
ya hemos dicho frecuentemente en este libro, un matrimonio es en
realidad una relación de tres personas: Dios, su esposo y usted.
Cuando la conexión espiritual de su esposo está fuera de lugar, toda
su relación sufre.

Entendiendo la lucha
Si el liderazgo servicial es tan claro en la Palabra de Dios, ¿por qué los
hombres continuamente luchan con esto? En pocas palabras, porque
somos humanos. También somos pecadores y egoístas. “Yo soy la vid
verdadera y vosotros los pámpanos,” dijo Jesús, “el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada
podéis hacer” (Juan 15:5).
Separados de él no podemos hacer nada. Cero. Estamos liquidados.
Separados de su gracia estamos perdidos. Sólo por medio de nuestra
relación con Jesucristo podemos experimentar la esperanza que Dios
nos da. Podemos leer libros e ir a conferencias fabulosas, o asistir a
muchos seminarios, pero la única esperanza real que tenemos está en
el poder del Espíritu Santo, que nos ayude a vencer al mundo que está
haciendo horas extra para separar nuestros matrimonios y familias.
Piense en algunos de los comportamientos destructivos que sacuden a
los matrimonios y destruyen los hogares:



Adulterio


Corazones insensibles


Hombres que no quieren liderar


Mujeres que no quieren seguir al líder
Hijos que se rebelan contra los padres y contra Dios

No me gusta poner a las personas en categorías, pero he trabajado


con suficientes hombres para saber que en general caen en tres
grupos cuando se trata del fracaso en cuanto a la conexión espiritual
con sus esposas e hijos: Aquellos que no lo tienen, aquellos que lo
tienen pero que son inconsistentes, y aquellos que directamente se
rebelan a tenerlo.
Comencemos con aquellos que no lo tienen (que son ignorantes de su
rol espiritual en la relación matrimonial). En general, esto se puede
dar debido a uno de los siguientes puntos:



Él no creció en una familia que ensañaba roles bíblicos.
Su padre no era un líder servicial, probablemente debido a que


el padre de su padre tampoco lo era.
Él es la primera generación de cristianos.

221
El hombre de esta categoría puede sentir que está careciendo de algo,
pero él no sabe qué. No tiene experiencia que le diga cómo llegar a
algo mejor.
Algunos cristianos tienen entendimiento espiritual, pero son
inconsistentes; tienen lo que yo llamo “hipo espiritual.” Pasan por
momentos, como en mi caso, en que se apartan de sus amarras
espirituales. Pierden su interés. Colocan su vida espiritual en piloto
automático por un tiempo, y repentinamente, ha pasado todo un mes,
y no han estado leyendo ni estudiando la Palabra de Dios. Pasa otro
mes, y se dan cuenta que están descuidando las disciplinas
espirituales que son tan esenciales para la vida cristiana: el estudio de
la Biblia, la oración, la meditación, la comunión y la adoración. Están
yendo en la dirección equivocada y están llevando a su familia con
ellos. Cuando se dan cuenta de esto, en general vuelven a la senda
correcta.
Algunos hombres, sin embargo, se salen del camino intencionalmente.
Este tipo de hombre deja de tener esta conexión espiritual a propósito,
porque hay algo que está sucediendo en su propio corazón. Su esposa
lo sabe y él lo sabe. Y ciertamente, Dios también lo sabe. Puede que
sea un pecado secreto. Una conciencia culpable. Un abrumador sentido
de temor o ansiedad. Muéstreme un hombre que se esté rebelando
espiritualmente, y le mostraré un hombre que está luchando en lo
profundo de su corazón y su espíritu. Cuando esto sucede, el hombre
invariablemente hará una de dos cosas: correrá alejándose de Dios o
acercándose a él.
Puede que nos alejemos debido a nuestra vergüenza y culpa. Creemos
la mentira que Satanás nos dice, -Dios no quiere tener nada que ver
contigo debido a lo que has hecho.- (¿Cómo es que tan fácilmente
olvidamos que fue el propio pecado, nuestro pecado, que envió a
Cristo a la cruz?) Bueno, uno podrá correr, pero no se puede esconder.
Dios es como un sabueso celestial; él sigue a sus hijos hasta donde
ellos intentan correr.
Si su esposo está corriendo, recuerde que cuando vuelva en sí, como
hizo el hijo pródigo, volverá corriendo a Dios. Y el Padre está
esperando a la puerta. Él está esperando a cualquiera de sus hijos, si
ellos están dispuestos a humillarse delante de él.
El único problema con la humildad es que, en nuestra cultura, es tan
“poco masculina.” Los hombres no son educados para ser humildes.
Somos condicionados a ser orgullosos y no permitir que nadie se
ponga en nuestro camino. Es por eso que el caminar cristiano es tan
anti-cultural. Y es por eso que usted, como esposa y mujer de fe,
necesita estar junto a él.

222
Su esposo necesita su ayuda
Si su esposo decide tomar una posición firme en su fe y cumplir con el
plan de Dios para su vida en su rol como esposo y padre, va a
necesitar de usted. No fue diseñado para hacer esto sólo.
Muchas mujeres ignoran el rol que juegan en la conexión espiritual
entre el esposo y la esposa. No han tenido un buen ejemplo de esto
por parte de sus padres, o no lo han aprendido en sus iglesias.
Otras mujeres tratan de ser como un pequeño Espíritu Santo. Quieren
con tanta desesperación que sus esposos sean los líderes espirituales
de sus casas que intentan hacerles sentir vergüenza de sí mismos con
tal de llevarlos a la acción. Invariablemente, esto lleva a uno de estos
tres resultados: Desengaño, logros que duran poco tiempo, o rechazo.
Si esta descripción le suena familiar, quítese la placa de pequeño
Espíritu Santo. No es cómoda, ni para usted ni para su marido. ¿Acaso
esto significa que ya no sentirá dolor? No, sí lo sentirá. Es un
sentimiento solitario orar por su esposo por meses, o años, sin que
parezca que se produce ningún progreso. Es completamente
entendible que usted esté frustrada, herida, desengañada, e incluso
enojada cuando intenta que alguien haga algo que él no quiere hacer o
no crea que deba. Pero no se deje llevar por sus sentimientos. Intente
esto en cambio:

1. Confiese su soledad, o frustración, o dolor, o desengaño, o ira a


Dios.
2. Luego salga del medio y deje que Dios haga la obra en su
esposo. Si él es creyente, Dios estará allí mismo,
“persiguiéndolo.” Si su esposo no es creyente, entonces
recuérdese a usted misma que Dios no quiere que ninguno
perezca (2 Pedro 3:9). Permita que Dios sea realmente Dios.
3. Mientras tanto, usted tiene la responsabilidad de seguir
creciendo espiritualmente en su vida y vivir su fe delante de su
marido y de sus hijos.

Pero hay otras mujeres que tienen luchas porque no les va demasiado
bien en sus propias vidas espirituales. Para estas mujeres, los maridos
que están con un pleno fervor espiritual son más un generador de
culpa que una inspiración. El dilema de estas mujeres es que a ellas
realmente no les importaría si la influencia espiritual en el hogar no
fuera más allá de las oraciones antes de comer. Para ellas es más
seguro así.
Si esta descripción le encaja, no sólo se está rebelando usted contra su
propio rol y contra el rol de su esposo, sino que también se está
rebelando contra Dios. Los corazones insensibles no son un patrimonio
de los cuerpos masculinos. Las mujeres también pueden tenerlos. Y el

223
mismo Dios que quiere que su marido confiese su orgullo para poder
superarlo, quiere que usted haga lo mismo. Si usted viene a Dios a
diario (o a cada hora) cuando la presión aumenta, él será capaz de
calmar su ansioso corazón. El caminar en la fe no consiste en auto-
protegerse, sino más bien que se trata de someter nuestra voluntad a
la de Dios.
Alex y Carla recientemente visitaron mi oficina para que les
aconsejara. Él había roto el corazón de ella, nuevamente. Había caído
en tentaciones, se había distanciado de ella y los hijos, trabajaba
muchas horas y estaba desvinculado de ella y del Señor. Carla había
respondido con una amargura que estaba desmoralizando a Alex y
aumentando el problema. La confianza había sido quebrantada.
Ninguno de los dos buscaba al Señor. Su relación estaba en peligro.
Carla suplicaba: -Gary, no sé cómo llegarme a él. Quiero que nuestro
matrimonio sea rico en Cristo. Extraño los devocionales con él, las
oraciones que solíamos experimentar. Ahora parecen ser recuerdos
muy distantes. Ayúdanos-
Los vi seis o siete veces e intenté examinar algunos de estos dolores,
pero nada parecía funcionar, hasta que un día, durante la cita más
reciente, ellos vinieron y algo había realmente cambiado. Alex estaba
más sensible, y Carla era más gentil. Les miré y dije, -¿Qué sucedió?
Parecen ser personas totalmente diferentes.- Entonces revelaron su
historia.
-Gary,- comenzó Alex, -la semana pasada en el trabajo estaba tan
enojado con mi esposa que decidí escribirte a ti una carta. Tenía cinco
páginas. En ella señalaba todas las cosas que ella había hecho para
herirme recientemente. Yo estaba muy enojado. Indicaba la forma en
la que ella tenía cuidado de la casa. La maldecía por su falta de
respuesta sexual hacia mí. La crucificaba por su escandalosa
administración del dinero. Y así seguía. Me sentí un poquito mejor
luego que me desahogué de todo eso, así que decidí escribirle a ella
una carta. Tenía el bolígrafo en mi mano y comencé a derramar todo
ese veneno que había escrito en mi carta a ti, cuando experimenté
algo como si un rayo me golpease. Y pensé, ¿Qué estoy haciendo?
Aquí estoy, intentando forzar a mi esposa a que me siga, y no la estoy
liderando con amor, sino con ira. Deseo tanto que mi esposa se
conecte conmigo. Quisiera tanto experimentar a Dios como solía
hacerlo. Quisiera tanto que nuestros dos hijos crecieran en un hogar
cristiano saludable, y aquí estoy complicándolo todo. –
A medida que escuchaba cómo Alex descubría su corazón, Carla
estaba cautivada por sus palabras. Ella lo observaba como si él
acabara de ganar una tremenda batalla. Y en realidad era así.
Acompáñeme en el resto de la historia.

224
-En vez de darle una paliza de palabras, Gary, comencé a expresar el
dolor. Le confesé que no era el hombre que sabía ella necesitaba que
fuera. Le pedí que me perdonara. En el camino de regreso a casa oré
para tener otra oportunidad de parte de Dios y de ella. Para que él me
conectara con mi esposa y mis hijos y me diera otro chance. Para que
ella realmente me escuchara. Cuando llegué a casa, le leí a Carla la
carta. Gary, fue increíble, ella comenzó a llorar y abrió su corazón
hacia mí. Nos sentamos en nuestro sofá y nos abrazamos, y nuestro
hijo de dos años vino y nos dio unas palmaditas en nuestras espaldas.
Era como si tuviera a mi familia de vuelta. Y no quiere volver a perder
a mi esposa de nuevo.-
¿Qué sucedió con esta pequeña familia? Alex y Carla se conectaron.
Pero no fue sino hasta que Alex se conectó con Dios nuevamente,
experimentando Su gracia y misericordia. Como el Señor le convenció
en su corazón y él se quebrantó en sentido con Dios, eso le facilitó la
relación horizontal con su esposa. Cuando Carla vio la obra que Dios
estaba haciendo en la vida de su esposo, eso le permitió confiar en
Dios y en esa obra que estaba haciendo en Alex. Con todo, ella aún
tenía que volver a construir su confianza en Alex. Pero su confianza en
Dios le permitió tomar el riesgo de reconectarse con su esposo.
¿Qué fue lo que Carla hizo bien? Estuvo dispuesta a arriesgarse. Se
abrió por la inspiración del Espíritu Santo. Carla derribó las paredes y
permitió que su esposo se acercara. Ella experimentó no sólo la obra
de Dios en su matrimonio, sino también un resurgir de esperanza en
su propio caminar en la fe. Carla confió en el tiempo de Dios más que
en el suyo propio.
Permítame que le haga una pregunta bastante difícil: Si Carla se
hubiera resistido a la obra del Espíritu Santo en la vida de Alex así
como en la de ella misma, y si se hubiese rehusado a abrirse aquella
noche, ¿dónde estarían hoy día? El quebrantamiento de Alex marcó el
ritmo para su reconstrucción. La disponibilidad de Carla de estar
dispuesta permitió que comenzara el proceso de sanidad. ¿Conclusión?
Alex y Carla se conectaron: espiritualmente, emocionalmente, y en
términos de su relación.
Ellos aún tienen bastante camino para transitar y reconstruir su
matrimonio, pero Alex y Carla están en el sendero correcto para
hacerlo. Dos corazones que fueron duros, quebrantados delante de
Cristo y sanando a través de su poder. No hay nada mejor que eso. Es
la misma esperanza que usted tiene si está atravesando luchas en su
matrimonio.
Independientemente de la confusión a la que hayan llegado, no estará
demasiado confuso para Dios. Y esta no es una charla teórica. Se trata
de la experiencia. Cada vez que caemos presas de nuestros sentidos

225
que dicen que las respuestas a nuestros problemas están en nosotros,
Dios nos recuerda que las respuestas están únicamente en él.
Antes en este capítulo, le conté lo desanimados que estábamos Barb y
yo cuando nuestra iglesia experimentó una división. Todo lo que
estaba dentro mío intentaba solucionar esa penosa situación. Mis
emociones recorrieron todas sus posibilidades: dolor, ira, frustración,
desánimo. Humanamente, pensé: Pero yo soy consejero. Déjenme
involucrarme y ayudar a que se facilite el proceso de sanidad. Cada
intento se encontró con una resistencia. Pero pronto se hizo obvio que
Dios tenía un plan incluso en el medio de esos días tan dolorosos. Él
estaba tomando una situación que estaba más allá de mi control y la
usaba para recordarme que él estaba en control.
Dios siempre demuestra ser fiel. Él responde todas nuestras preguntas
a su tiempo. Sólo necesitamos confiar y obedecer.
Es así que sé que sin importar lo muy a la deriva que yo esté, Dios
siempre será un muelle seguro de protección. E invariablemente usa a
Barb como un faro para volver a casa. Volver a casa de mi “hipo
espiritual.” Volver a casa de mi pasividad. Volver a casa de mi
insensibilidad. Volver a casa de cualquier cosa que le arrojo a Dios en
mi propia y obstinada forma.
Barb no es la pequeña Espíritu Santo, pero Dios la usa
consistentemente para ayudarme cuando estoy en luchas. Pero eso se
debe a que confío en ella, y ella lo hace con honor y respeto hacia mi
rol en nuestra relación, y sin un espíritu crítico.

Satisfaciendo la necesidad de su esposo de conexión espiritual


Su esposo habrá de experimentar intimidad espiritual y conexión con
Dios, lo cual a la vez producirá intimidad espiritual y una conexión con
usted, siempre que esté bien cimentado en cuatro áreas básicas. Si
alguna de estas áreas está faltando o es inapropiada, se reflejará en
ambas relaciones.

Tiempo personal con la Palabra


Como la Palabra de Dios es la comida y bebida espiritual del creyente,
su esposo necesita leerla diariamente. Muchos esposos están en tierra
firme en su lectura bíblica personal. Si es el caso de su esposo,
muestre su aprobación. Hágale saber por medio de notas y
comentarios (tanto en privado como en frente de los niños y sus
amigos) que a usted le fascina esa sed que él tiene por la Palabra. Si
su esposo no está leyendo la Biblia, entienda que con criticarlo sólo
irritará la situación. He encontrado a cientos de mujeres desanimadas,
las cuales quieren que sus esposos sean poderosos líderes bíblicos. A
menudo, en su frustración, estas mujeres empiezan a importunarlos
con rezongos. Le urjo a que no use este método. Lo que puede hacer

226
es orar por su esposo para que tenga sed de las Escrituras. Usted
puede servirle de ejemplo y compartir con él lo que está aprendiendo.
También puede poner a su alcance algunos recursos que pueden
ayudarle en su estudio de la Palabra. A nosotros como familia, dos de
estos recursos nos han resultado invalorables: Experiencing God por
Henry Blackaby y Claude King, y The One Year Bible.
Experiencing God ha causado un tremendo impacto en mi propio
crecimiento espiritual. Blackaby esencialmente dice que Dios quiere
relacionarse con nosotros, pero que quiere que nosotros vayamos a
donde él trabaja. Si realmente vamos a donde Dios trabaja, nos
veremos enfrentados a grandes ajustes en nuestras vidas. Sin
embargo, es sólo a través de estos ajustes que realmente
comenzaremos a experimentar a Dios. Dios usó el estudio de Blackaby
para llevarme a un ministerio a tiempo completo. ¡Esos son grandes
ajustes! Pese a lo radical que eso ha sido para nosotros, nunca hemos
mirado hacia atrás.
Quiero que vayamos a la práctica. Si a su esposo le gusta estudiar y
tiene sed espiritual, se meterá en este estudio con entusiasmo. Pero si
no le gusta, entonces anímelo a tomar un día a la vez en este estudio.
Algunos hombres quedan abrumados, pensando que necesitan hacerlo
todo perfecto y rápido. Lea junto con él, y compártale lo que está
aprendiendo. Sin embargo, un estudio adjunto como Experiencing God
debe ser precisamente eso: un suplemento a lo que es la lectura de la
Biblia.
Barb y yo usamos The One Year Bible consistentemente en nuestro
estudio. Como usamos estas herramientas para entender la Palabra de
Dios, ambos hablamos acerca de lo que estamos aprendiendo. No sólo
que nos conectamos espiritualmente así, sino que nos animamos
mutuamente a estudiar más. Es como el “hierro que con hierro se
aguza” (vea Proverbios 27:17). Algunas veces ella toma la iniciativa.
Me gusta eso. Otras veces yo comparto algo. Invariablemente, cuando
yo hago eso ella responde con entusiasmo. Durante algunos períodos
estudiamos juntos; en otras ocasiones tenemos diferentes métodos. La
clave aquí consiste en animarnos mutuamente en nuestro estudio, no
en intentar controlarnos.
Si usted y su esposo no leen la Biblia juntos, hable con él al respecto
de comenzar este hábito. Algunos esposos tomarán la sugerencia y la
llevarán a cabo. Otros pueden mostrar dudas. Si ese es el caso, le
sugiero que comience a incluir una Escritura cuando se sienten a
comer juntos. O puede sugerirle que lean un pasaje juntos antes de
irse a la cama. Hagan lo que sea que parezca un primer paso natural
para ustedes.
Si su esposo se opone por completo, usted no debe permitir que su
resistencia le aparte a usted de su propio estudio de la Escritura.

227
Invierta tiempo cada día en el estudio bíblico personal, y luego forme
parte de un grupo femenino de estudio bíblico, en el cual
experimentará crecimiento espiritual y apoyo.
Aquí hay algunas otras sugerencias para ayudar a su esposo a que se
conecte con la Palabra:

 Comparta con él lo que Dios le está enseñando. El crecimiento


estimula al crecimiento.
Escríbale notas, incluyendo declaraciones de verdades


estimulantes provenientes de la Palabra de Dios.
Participen o conduzcan un estudio bíblico para parejas. A
medida que se involucran en los caminos de otros, uno aprende


qué sendas tomar y cuáles evitar.
Comience un diario en el cual registre lo que está aprendiendo
de Dios en sus tiempos de meditación y estudio de la Biblia.


Cuando sea apropiado, comparta esto con su esposo.
Comprométase junto con su esposo a comenzar a memorizar la
Escritura... un versículo a la vez.

Oración
La oración consistente es una de las disciplinas espirituales más
evasivas para los hombres. No conozco muchos hombres que no oran,
pero muchos admiten que su vida de oración es superficial o
indisciplinada.
Mi amigo John Yates escribió un libro fabuloso titulado How a Man
Prays for His Family. Si no lo ha leído, le insto a que lo haga. Sus
enseñanzas prácticas para ayudar a los hombres a ir más allá de lo
que él llama el “comienzo y estancamiento” de la oración, para
establecer hábitos que cambian nuestras vidas, valen el precio del
libro. Él también nos recuerda que el desarrollar una vida consistente
de oración nos conecta con Dios y edifica nuestra fe.
Permítame que le ofrezca algunas maneras prácticas de llevar a cabo
la oración. Esto le ayudará en su propia vida de oración, pero también
será útil para su esposo. A menudo he visto que los hombres
realmente responden a este estilo de oración porque les provee una
forma de conquistar esta disciplina espiritual que por momentos es
evasiva. A los hombres les gusta desarrollar un método para encarar
un problema. No quiero rebajar la disciplina de la oración al sugerir
una fórmula rápida. No hay nada rápido en lo que respecta al
profundizar en la oración con Dios. Pero he descubierto que cuando la
oración de un hombre está estancada en algo así como “Querido Dios,
gracias por estos alimentos” o “Dios, sácame de esta situación e iré a
la iglesia este domingo,” entonces necesita sintonizarse. Una cosa que
sirve es el acróstico ACAP.

228
La A representa la Adoración. Derrame su adoración en Dios por lo que
él está haciendo en su vida.
La C representa la Confesión. Abra de par en par su corazón para que
Dios lleve a cabo la cirugía que su vida necesita. Él siempre es fiel para
perdonar.
La A representa el Agradecimiento. Consiste en honrar a Dios cuando
usted va a él con un corazón agradecido por las bendiciones que le ha
dado a usted y a su familia.
La P representa la Petición. Haga que sus peticiones sean conocidas
delante de Dios. Él ya las conoce, pero quiere que usted le diga lo que
necesita.
¿Cómo puede enriquecer la vida de oración de su esposo? Por mi
propia experiencia puedo decir que Barb estimula mi vida de oración
cuando la veo a ella hacerlo. Ella me es ejemplo. Su conexión
espiritual estimula la mía propia.
Algunas otras sugerencias incluyen lo siguiente:



Ore a diario por su esposo
Inviertan tiempo juntos, discutiendo y orando sobre cosas


importantes que suceden en su matrimonio y su familia.
Cuéntele a su esposo sobre alguna área de su vida en la cual
Dios está obrando, y pídale que ore para que se haga la perfecta


voluntad de Dios.
Pregúntele a su esposo en qué área de crecimiento espiritual
necesita que usted ore por él, y comprométase a orar
diariamente durante treinta días para que esa necesidad sea
satisfecha.

Comunión y adoración
Anteriormente en este capítulo, me referí a la visita que nuestra
familia hizo a la iglesia de Chuck Swindoll. Cuando cuento esta
historia, la gente a menudo me pregunta: -¿Qué experimentaste que
tuvo tal impacto en ti?- Creo que lo más importante fue la riqueza de
la comunión y la adoración que experimentamos ese día junto con
otros creyentes. La necesidad de la conexión espiritual se extiende a
toda la familia de Dios.
Nos necesitamos mutuamente, y su familia necesita adorar a Dios y
crecer en la comunión con otros en la familia de Dios. Esto se logra en
mejor forma en la iglesia local. ¿Significa esto que usted nunca debe
faltar a una reunión de domingo o a un grupo de oración los miércoles
en la noche? No. Eso estaría al borde del legalismo. Algunos de los
tiempos de adoración y comunión más significativos han ocurrido
cuando nuestra familia (cuatro personas) nos hemos presentado
juntos delante de Dios, cuando por una razón u otra no estábamos en

229
la iglesia. Pero, la verdad es que si no estamos adorando y teniendo
comunión frecuentemente con el pueblo de Dios, nuestro crecimiento
espiritual disminuirá.
Usted y su esposo necesitan estar en una iglesia fuerte en la
enseñanza bíblica, que esté presentando la Palabra de Dios semana
tras semana. Necesita hacerlo. Su esposo también lo necesita.
Asimismo sus hijos.
Además de lo que enrolarse en una iglesia local, considere estas
opciones:

 Únanse a un pequeño grupo, ya sea en la iglesia o con otros


amigos cristianos. Permita que este grupo sea un apoyo y una
fuente de dar cuentas para usted.1
 Escuche cassettes de adoración en su hogar o cuando están en
el automóvil juntos. Canten junto con la grabación si se sienten
cómodos al hacerlo, o simplemente permitan que las palabras de
las canciones de adoración les permitan concentrarse en el


carácter de Dios.
Asistan a una conferencia o un seminario juntos. Una
conferencia matrimonial les pondrá en contacto con otras
parejas que pueden fortalecerles y estimularles. Aléjense un
poco de los niños y concéntrense sólo en ustedes dos y en su


relación mutua.
Pasen tiempo con otras parejas cristianas que son ejemplo de
madurez espiritual para ustedes. Esto es especialmente
importante si las familias de ustedes cuando niños no fueron
modelos adecuados.

Intimidad espiritual en el matrimonio y la familia


Cuando el esposo y la esposa están estudiando juntos la Palabra de
Dios, están orando y en comunión, entonces la conexión espiritual en
la familia es el fruto natural. Cuando el esposo y la esposa comparten
lo que Dios les está enseñando en la Palabra, la familia entera se
beneficia. Cuando se tiende y toma la mano de su esposa y ora con
ella, ya sea en crisis o en calma, la intimidad espiritual en el
matrimonio es el fruto natural. Cuando el esposo asume su rol,
ordenado por Dios, de ser un líder servicial en el hogar con su esposa
y sus hijos, la familia florece.
Todo esto es un proceso, no un evento instantáneo. Pero usted sabe
que está avanzando en ese proceso cuando su esposo se vuelve a
usted en el medio de la adoración, con lágrimas en sus ojos, o cuando
él comparte con usted alguna enseñanza significativa en su
experiencia con Dios. Usted sabe que están en la senda correcta
cuando ambos se arrodillan en oración, pidiéndole al Padre que les

230
sustente, sea cual sea la situación con la que tienen que lidiar en ese
momento.
Cuando Barb me ayuda a estudiar, orar, y adorar, cuando me anima a
compartir lo que hay en mi corazón, está haciendo lo que Dios le dice
que haga: que sea mi ayuda.
Si usted acaba de erizarse frente a la palabra ayuda, pensando que la
misma connota la descripción de un trabajo de segunda categoría,
reconsidérelo. La palabra que es traducida como “ayuda” es la palabra
hebrea ezer. En Génesis 2:18 leemos que “no es bueno que el hombre
esté solo, le haré ayuda idónea para él.” Dios, por supuesto, se está
refiriendo a Eva, la ayuda de Adán. La misma palabra hebrea ezer es
también usada en el Salmo 70:5, “Ayuda mía y Libertador mío eres tú,
oh Jehová, no te detengas.” No hay nada de segunda clase en el hecho
que el Señor sea nuestra ayuda. Dios le ha preparado una posición
gloriosa como ayuda para su esposo, así como el Señor es nuestra
ayuda.
Aquí están algunas sugerencias para ser una ayuda a su esposo:

 Recuérdele: “Te necesito y tú me necesitas. Trabajemos juntos


en esto. ¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puedo animarte
espiritualmente? ¿Cómo puedo animarte como líder en nuestro


hogar?
Ore por su esposo cada día por los siguientes treinta días. Pídale


a Dios que siga animando a su esposo en su vida espiritual.
Pídale a Dios que le revele dónde usted deba hacerse a un lado y
permitir que su esposo cumpla el plan de Dios para él como líder
de su hogar. Luego dé algunos pasos en la dirección que le lleva


a experimentar los deseos de Dios para usted.
Comparta con su esposo regularmente algo que Dios le esté
revelando en su propio estudio de la Palabra. Pregúntele su
perspectiva sobre esa enseñanza.

Los resultados de la conexión espiritual


Dios hizo una obra admirable en nuestra familia hace unos años. Todo
comenzó cuando visitábamos a mis padres en Door County, Wisconsin.
No habíamos estado allí mucho tiempo cuando nuestra hija Missy
comenzó a quejarse de un dolor en el paladar. Hicimos un viaje a una
clínica de la zona, la cual nos recetó un medicamento para “una
infección menor.” A la noche siguiente estábamos en la sala de
emergencia, donde se nos dio un nuevo diagnóstico: una seria
infección. Los nuevos medicamentos no sirvieron, así que acortamos
nuestras vacaciones para poder volver a casa con Missy.
En nuestro hospital local, el doctor de la sala de urgencia la vio y la
hospitalizó, comentándonos al salir de la sala: -Esto está más allá de

231
mi alcance.- El especialista nos dio un nuevo diagnóstico: Tumor
cancerígeno en el paladar de Missy. Habría que operarla.
Luego del procedimiento, el cirujano vino hacia donde estábamos Barb
y yo con esa mirada que un padre nunca quiere ver. Nos pidió que nos
sentáramos.
-Había más allí de lo que pensaba en principio,- dijo. –Debemos enviar
este tejido al laboratorio universitario del hospital. Puede que sea
maligno. Pasarán algunos días antes de que obtengamos el resultado.
Les llamaré tan pronto como lo sepa. Mientras tanto, lleven a Missy a
su casa, y descansen un poco.-
Luego de una semana viviendo al límite mismo, yo estaba físicamente
y emocionalmente exhausto. Pero debido a la tensa situación que se
daba en nuestras vidas, tenía temor a deprimirme o permitir que mi
familia supiera lo atemorizado que estaba. Después de todo yo era el
líder.
Barb fue un increíble apoyo para mí durante este tiempo de estrés.
Ella no sólo estuvo conmigo en las grandes áreas de la oración y la
afirmación, sino que también sabía cuando darme espacio y cuando
acercarse para consolar. Buscamos juntos en los Salmos pasajes que
mitigaran nuestro dolor. Recuerdo ocasiones en las que sólo nos
mirábamos el uno al otro sin decir palabra, y me conectaba con su
alma. Ella me permitió tomar la iniciativa con los doctores, pero estaba
junto a mí día y noche. Una vez más, frente a los momentos difíciles
de la vida, nos acercamos y nuestro amor se hizo más profundo.
Al otro día de la cirugía de Missy, yo estaba sentado en el sofá junto a
ella en nuestra sala familiar, orando en silencio para que Dios salvara
la vida de mi pequeña. Fue allí que ella me miró, con lágrimas
corriendo por sus ojos, y me preguntó, -Papi, ¿qué es algo maligno?-
-¿Dónde escuchaste esa palabra cariño?-
-Escuché al doctor usarla. ¿Significa que voy a morir?-
Luego de refrenar mis propias lágrimas, dije, -Missy, yo creo con todo
mi corazón que vas a estar bien. Mamá, Sarah y yo estamos orando
por ti. Tú estás orando. Nuestra iglesia y amigos están orando. Incluso
el doctor está orando. Dios tiene el control, mi pequeña. Él nunca nos
abandonará. Nos llevará a través de todo esto. Sólo estamos
esperando el informe.-
Más tarde, cuando Missy estaba dormida, aproveché la privacidad de
mi estudio, y los días de estrés vinieron sobre mí como una explosión.
Había intentado ser el fundamento sólido que mi familia necesitaba,
asegurándoles que Missy estaría bien. Pero ahora, mis temores
finalmente se habían apoderado de mí. –No mi pequeña Missy, Dios-
supliqué. –Por favor. Llévame a mí, pero no a ella. Por favor Dios,
sana a mi hija.-

232
A la noche siguiente, el doctor llamó y se entrecortaba con las
palabras, -Es benigno, Gary. Es benigno. Va a estar bien. Gracias a
Dios, Missy va a estar bien.-
En ese momento, finalmente pude descargar mis emociones, y
comencé a llorar lágrimas de gozo. Pude escuchar que el doctor lloraba
también.
Acabábamos de ser testigos de un milagro.
Hubo una cosa y sólo una que hizo que Barb y yo pasáramos este
difícil momento: nuestra confianza y dependencia en Dios y su pueblo.
¿Estuvimos ansiosos o sentimos temor? Por supuesto que sí. Somos
humanos. Pero Dios estuvo con nosotros en cada momento. Y debido a
que nuestra relación con él estaba profundamente arraigada
(individualmente, como pareja y como familia) todos testificamos
sobre el hecho que crecimos en nuestra fe. No nos apartamos ni
corrimos de Dios. Corrimos hacia él. Y en medio de todo esto, nuestras
hijas vieron a su padre y madre juntos y de rodillas, implorando la
misericordia de Dios. La conexión espiritual entre una pareja o una
familia no puede ser mejor que eso.
Dios usó ese tiempo de prueba para afinar la fe de nuestra familia. Él
también le mostró a nuestras hijas lo vital que es la intimidad
espiritual en un matrimonio cristiano, en gozo y tristeza, en salud y
enfermedad.

La única persona que usted puede cambiar es usted misma


¿Dónde se encuentran su esposo y usted en la escala de conexión
espiritual? Deseo que pueda decir, -Mi esposo ama a Dios. Él es
nuestro líder espiritual. Confío en él. Nuestros hijos confían en él.
Nuestra relación y nuestra familia no son perfectas, pero estamos
creciendo y estamos en la senda correcta.- Si es así, no sea tímida y
dígale a su esposo ahora mismo cuánto lo ama y lo orgullosa que está
de él.
O quizá la situación se parece más a esto: -Mi esposo no está
liderando en la forma que Dios espera que lo haga. ¿Qué puedo
hacer?-
La verdad es que la única persona a la que usted puede cambiar es
usted misma. Así que deje que Dios haga Su obra en usted. Abra su
corazón a él y continúe procurando tener una relación de fidelidad y
obediencia con el Señor, con todo su corazón, alma y mente.
Al mismo tiempo, ore fielmente por su esposo. Tal vez quiera también
ver a algunas de sus amigas de confianza y compañeras de oración
orando con usted para que Dios haga su obra en la vida de su esposo.
Luego sea paciente. Nunca claudique. Jamás.
Un esposo y una esposa que se unen junto a Dios son un equipo
imbatible. Independientemente de lo que el mundo les arroje,

233
independientemente de cómo el enemigo intente desbaratar su vida,
independientemente del tipo de errores que uno o ambos hayan
cometido, con Dios se puede soportar y se puede crecer.
La intimidad espiritual y la conexión en un matrimonio es el vínculo
más grandioso de todos. Si lo está viviendo, regocíjese. Si lo está
procurando, nunca claudique. Mantenga el ritmo. Si apenas comienza,
bienvenido a esta aventura. Dios está trabajando en usted.
1
Si quiere un estudio que le ayude en su relación matrimonial, le
recomiendo el que Barb y yo escribimos, Improving Communication in
Your Marriage, que es parte de la serie HomeBuilders Couples.

CAPÍTULO 10
Amistad
La necesidad de amor #5 de la esposa
“Quiero envejecer junto a ti.”

Barb le habla a los esposos

No muy lejos de nuestra casa, se encuentra el escenario de uno de los


libros y películas de mayor éxito, The Bridges of Madison County.
Richard, un hombre trabajador, ama a su esposa, Francesca, pero
tiene problemas en expresarlo. Rara vez le habla, o la toca, o pasa
tiempo con ella, o la elogia. La historia es sencilla; él no satisface las
necesidades de amor de su esposa. Quedando entonces como presa
vulnerable, Francesca se siente atraída ante la atención y elogios de
otro hombre. Ella no tenía intenciones de tener un amorío; por
supuesto, ya que rara vez es el caso. Robert Kincaid sencillamente

234
hablaba con ella. Se reía de sus bromas. Recogía flores para ella.
Incluso recogía sus platos luego de una comida. Él abiertamente
compartía su mundo con ella y le preguntaba sobre el mundo de ella.
Le ofrecía algo de tomar con respeto y cortesía. En cuestión de días,
las emociones de Francesca se habían elevado, y tuvo que pelear una
terrible batalla dentro de ella. Con todo, acabó por perderla, ya que
sentía un gran anhelo de tener ternura y amor.
El solo mencionar The Bridges of Madison County hace que algunas
mujeres pongan una mirada distante y soñadora en sus ojos. Créame,
no es un amorío con un extraño lo que ellas anhelan, es el amorío de
su corazón con usted. Dentro del entorno de la amistad, ella daría
cualquier cosa por sentirse conectada con usted, su esposo. Hollywood
se ha aprovechado de esta verdadera necesidad de las mujeres, que
consiste en tener una amistad íntima con un hombre, sólo que el guión
fue escrito para que la necesidad fuera satisfecha con el hombre
incorrecto. ¿Por qué no comenzar hoy y escribir su propia historia de
amistad, siendo usted el héroe de ella?
La amistad es ciertamente un cimiento para cualquier matrimonio
grandioso. Esto casi ni hace falta que se diga. Y es significativo ver que
tanto los esposos como las esposas ubicaron esta necesidad dentro de
las primeras cinco. Los esposos la ubicaron como su tercera necesidad
de amor, las esposas como su quinta necesidad de amor. Al principio
sentí curiosidad sobre el hecho que los esposos parecían necesitar la
compañía o la amistad más que las esposas. Pero me pregunto si la
diferencia no se explica por el hecho que la segunda necesidad de las
esposas es la intimidad (intimidad emocional) y que para ellas, la
intimidad emocional es unos de los principales ingredientes de la
amistad.
Esto nos lleva a un punto importante: puede que usted y su esposa
vean la amistad en el matrimonio con una perspectiva un poquito
diferente. Cuando escucha la palabra amistad, ¿qué imagen le viene a
la mente? ¿Jugar al golf con ella? ¿Mirar televisión juntos? ¿Ir a un
juego de fútbol? ¿Retocar antigüedades? Cuando su esposa escucha la
misma palabra, ella piensa en comunicación de corazón a corazón, en
un tiempo especial y a solas con usted, envejeciendo juntos.
Gary y yo algunas veces tenemos perspectivas diferentes sobre la
amistad. Yo anhelo poder salir a caminar un sábado en la tarde viendo
el atardecer; Gary anhela poder leer la página de deportes del
periódico del sábado, y yo sentada junto a él en la silla de al lado. Yo
no veo el momento en que disminuyamos la velocidad de nuestra
agitada vida, vayamos al interior del país, y tengamos largas
caminatas en los bosques; a Gary le fascina el intenso enrolamiento en
el ministerio. A mí me encanta soñar con lugares alejados, una
habitación con muchísimas ventanas, y viajes románticos a Europa

235
(con caminatas, por supuesto); Gary sueña con tomar su lista de
“cosas para hacer” y que lavemos el auto juntos.
Quizá usted y su esposa vean la amistad en forma diferente también,
pero todos coincidimos en una cosa: la amistad implica que estemos
juntos.
Dios sabe de nuestra necesidad de estar juntos, de tener compañía.
Génesis 2 nos dice, “Luego Dios el SEÑOR dijo: No es bueno que el
hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (Génesis 2:18,
NVI). La solución de Dios para la soledad de Adán fue la compañía, la
unidad de tener una esposa.
-El vivir la vida junto a Jeremías es una de las grandes alegrías de
nuestro matrimonio,- dice Lidia, quien ha sido su esposa por veintidós
años. –Hemos pasado por muchas cosas, infertilidad, la adopción de
nuestros dos hijos, una enfermedad devastadora, algunas tremendas
oportunidades profesionales para ambos. Pero eso es lo que ha hecho
que nuestra amistad crezca. El habar pasado por todo eso juntos. No
sé lo que hubiera hecho sin él. Jeremías ha sido un apoyo, una ayuda,
un alentador, quien solucionaba los problemas, y un protector. Me ha
hecho reír cuando las cosas parecían sombrías. Él me sostuvo cuando
yo pensaba que no lo lograría. Ha estado a mi lado. Y eso ha hecho
que esto fuera valioso. Estamos muy juntos. Dios nos ha dado una
unidad que a veces nos puede dejar sin aliento. Algunas veces ni sé
dónde es que yo termino y dónde empieza Jeremías. Fuera de mi
esposo, no hay mejor persona con quien quisiera vivir mi vida.-

¿Cómo es la amistad en el matrimonio?


¿Qué es lo que hace que algunas parejas se destaquen del resto de la
multitud y disfruten la compañía mutua más que otras parejas?
Cuanta más química muestran, más curiosidad tengo por saber la
fórmula. Me encanta mirar a las parejas mayores, las cuales parecen
tener una conexión impecable entre ellos. Son personas que llaman la
atención a aquellos que les rodean, y capturan mi mirada. La mayoría
de las veces muestran un elevado grado de comunicación mutua.
Sienten empatía hacia las necesidades del otro, se sienten cercanos y
con un afecto confortable. Manifiestan una naturalidad en sus
conversaciones, y una calidez genuina en su risa.
Cierta vez, quedé intrigada por algunos amigos nuestros, quienes
estaban hablando entre ellos al otro lado del restaurante donde
estábamos. Steve se inclinó hacia adelante, procurando oír los
pensamientos de su esposa, Jen. Sin siquiera poder escuchar una
palabra de su charla, pude ver un profundo vínculo de amistad entre
ellos, a través de su lenguaje corporal. Ambos se daban con total
libertad una atención completa mientras compartían pensamientos e
ideas. Parecería como si ellos fueran las únicas dos personas del

236
planeta. Recuerdo haber observado que los ojos de él estaban como
pegados a los de ella, sin perder la atención en ningún momento.
Quedé impresionada. Ella parecía estar calmada y cómoda a medida
que se abría. Puedo decir que ella se sentía segura de confiar en él
una parte de sí misma, compartiendo algo que puede haber estado
pesando mucho en su corazón. Nunca olvidaré la vista panorámica que
pude tener de Steve demostrando los gestos básicos de la genuina
amistad y devoción a Jen. Él estaba sintonizado a lo que ella decía,
obviamente preocupándose y atendiendo sus pensamientos. Más
tarde, volvía a mirarles y parecían estar contentos y satisfechos.
Ambos estaban relajados, con sus cabezas inclinadas hacia atrás, y se
reían juntos.
La amistad con su esposa no es tan difícil en realidad. Cuando un
esposo está unido emocionalmente a su esposa, así como Steve lo
estaba con Jen, quiere escuchar. La amistad con su esposa es un
proceso disfrutable y un umbral hacia el descubrimiento de nuevos
aspectos de ella. Afirma lo que ya está allí y fortalece el vínculo
matrimonial. Una buena amistad con su esposa establece el cimiento
sobre el cual se apoyarán otras áreas de su relación matrimonial.
Otras áreas del matrimonio pueden fluctuar con el paso de los años,
pero la amistad es un factor perenne.
El consejero matrimonial Ed Wheat escribe en su libro Love Life for
Every Married Couple: “La camaradería de quienes son mejores
amigos y amantes parece ser el doble de estimulante y preciosa.”
Desafortunadamente, hoy día demasiados hombres y mujeres viven
vidas solitarias. La amistad no existe en sus matrimonios. Las parejas
cenan juntas en silencio, alejadas emocionalmente e indiferentes. Les
aburre el extraño que está sentado al otro lado de la mesa.
Contraste esto con parejas como la de Jeremías y Lidia o Steve y Jen,
quienes conocen de primera mano lo poderoso que es el vínculo de la
amistad. Su relación declara tanto en público como en privado que “mi
esposo es mi mejor amigo.” Después de muchos años de matrimonio,
todavía tienen esa chispa en sus ojos, que surge de pasar tiempo
juntos.

Compañerismo total
Las parejas que tienen una amistad vibrante la basan en un
compromiso hacia un compañerismo total. Los socios de negocios
pueden tener compañerismos limitados, pero para que la amistad con
su esposa remonte el vuelo, debe ser un compañerismo total, de un
cien por cien. Cuando un esposo y una esposa se ven mutuamente
como compañeros iguales y valiosos en la amistad, quienes por igual
le brindan importantes cualidades a la mezcla de la amistad, la misma
se afirma en la roca del respeto y el honor. Eso logra que se destaquen

237
sobre el resto. Las parejas que exhiben una fuerte voluntad para
trabajar duro en su matrimonio mantienen la habilidad de reír juntos,
jugar juntos, mantener el curso juntos, y trabajar en las inevitables
diferencias entre los hombres y las mujeres.
Cuando usted piensa en sus amistades más preciadas, puede discernir
algunas reglas básicas que se edifican sobre el respeto. Usted tiene
cuidado de lo que dice; mide sus palabras. Se mantiene callado
cuando quiere decir algo que pudiera destruir lo que ha estado
haciendo. Se esfuerza para intentar sacar lo mejor en la vida de sus
amigos. Dice la verdad, pero nunca al precio de rebajar a otros.
Eso es lo que su esposa necesita de usted. Ella necesita que usted
quiera lo mejor para ella. Necesita que se esfuerce por permanecer en
armonía con ella. Necesita que usted se disculpe cuando la ha herido.
Necesita que invierta tiempo con ella. Necesita que se tome la amistad
con ella en serio.
Se supone que su esposa no reemplazará a sus amigos. Usted necesita
a ambos, pero una esposa es diferente a los amigos que uno tiene. La
necesidad de una mujer de compañía en general difiere de la del
hombre. Un hombre puede quedar satisfecho en cuanto a su necesidad
de compañía con el simple hecho de trabajar junto a otra persona.
Pero ese no es el caso de la mujer. Nuestra necesidad de tener su
amistad y su compañía está profundamente entretejida con el
satisfacer la necesidad de seguridad y confianza. Cuando su esposa se
abre a usted, le comparte sus confidencias, y usted responde como un
amigo cercano y que se preocupa, ella queda profundamente
satisfecha. Esto sucede cuando siente la seguridad de abrir su
“verdadero” yo frente a usted.
Cuando genuinamente disfrutamos de nuestro cónyuge, nuestro
matrimonio cobra una intensidad adicional, la cual fortalece el
fundamento de la amistad. Cuando genuinamente disfrutamos la
compañía de nuestro cónyuge, nuestra admiración mutua se eleva
hacia el cielo.

Banco de parque, bahía de San Francisco


Imagine a dos jóvenes en luna de miel, contemplando juntos por
primera vez el Golden Gate Bridge de San Francisco. Era el verano de
1975, y el cielo estaba inmensamente bello y romántico para Gary y
para mí. En lo alto de una colina encontramos un banco de parque
desde el cual se podía ver la bahía de San Francisco. Nos sentamos en
ese banco y soñamos con nuestro futuro, entusiasmados con lo que
estaba por delante.
Cuando hallamos ese banco, no sabíamos que regresaríamos algún
día, y que nos sentaríamos en el mismo lugar, contemplando la misa
bahía, y que charlaríamos sobre más sueños. Pero ese fue el caso. De

238
hecho, hemos regresado a ese banco muchas veces, y cada vez que
vamos allí, nos sentamos y hablamos, nos damos las manos, y
escuchamos el sonido de las olas del océano.
Hemos “colonizado” es banco. Lo hemos declarado “nuestro.” Es
nuestro lugar especial, donde hablamos sobre nuestros recuerdos
juntos y los kilómetros que hemos viajado desde la última vez que
estuvimos allí. Hablamos sobre la vida: las tormentas, los días de sol y
la protectora presencia de Dios en cada una de esas cosas.
En este desgastado banco de madera, hemos grabado nuestras
iniciales en el asiento, y hemos celebrado la vida, tanto en la risa
como en el llanto. Cada vez que nos hemos alejado del mismo lo
hicimos con un amor y una devoción mutua renovada, reestableciendo
nuestra relación como mejores amigos.
El sentarnos en ese banco nos ayuda a calibrar cómo hemos cambiado
año tras año. Se ha transformado en un punto de referencia en el
tiempo para nosotros. Esta pintoresca bahía no ha cambiado mucho
con los años, pero la pareja sentada en ese banco sí.
¿Ustedes tienen un “banco de parque” en su matrimonio? ¿Tienen un
lugar donde usted y su esposa hayan tomado el tiempo para
reflexionar, celebrar, reevaluar y ajustar su amistad?
Algunas veces nuestros bancos de parque no son físicos. A veces las
experiencias de la vida nos han forzado a reevaluarnos y adecuarnos.
Quizá usted ha pasado a través de experiencias muy desafiantes,
como tener un hijo o comenzar un nuevo trabajo, y ese desafío ha
forjado algunos cambios en su amistad. O quizá usted ha pasado por
experiencias difíciles, tales como la enfermedad o la muerte de algún
familiar, y ese sufrimiento le ha llevado a un banco de parque desde
donde usted miró al pasado e hizo nuevos planes para el futuro de su
amistad.
A veces, cuando Gary y yo nos sentamos en nuestro banco, miramos
hacia atrás y vemos situaciones en las cuales nos hemos fallado
mutuamente. Tal vez ustedes también. Pero cuando vemos nuestros
fracasos, podemos hablar sobre los mismos, pedir perdón si es
necesario, y rogar por la gracia de Dios para llevarnos adelante hacia
el futuro. Estos puntos de referencia en el tiempo pueden
fortalecernos, y equiparnos para evitar cometer los mismos errores en
el futuro.

¿Cuáles son las necesidades de amistad de su esposa?


Démosle una mirada a las que pueden ser algunas de las necesidades
de amistad específicas de su esposa. ¿Cómo completaría estas
oraciones?

 Mi esposa necesita que yo sea el tipo de amigo que...

239


Las necesidades de un amigo de mi esposa incluyen...
Para mi esposa, el ingrediente más importante de la amistad en
nuestro matrimonio es...

¿Qué tal le fue? ¿Pudo completar estas oraciones en forma


relativamente fácil? ¿O se trabó, sin estar bien seguro de lo que su
esposa necesita? La mejor forma de averiguar lo que ella necesita, por
supuesto, es preguntarle. Además de hablar con ella sobre su amistad,
lea los siguientes párrafos para tener un mejor entendimiento de lo
que en general las esposas necesitan en términos de amistad.

Ella necesita que usted sea su mejor amigo


Su esposa probablemente tenga varias amigas cercanas. Quizá ella
incluso considera a una o dos de ellas como sus mejores amigas. Esas
migas satisfacen parte de la profunda necesidad de amistad de su
esposa. Ellas la entienden como mujer, con todos los gozos,
inseguridades, y problemas que son únicos a una mujer. La suplen y la
animan. Y si usted lo considera, usted probablemente es quien se
beneficia de esas amistades, porque fortalecen a su esposa y la hacen
una mejor cónyuge. Su esposa necesita estas amistades, y sería sabio
si usted la animara en mantenerlas.
Pero la amistad de su esposa con usted es diferente. Usted es su super
mejor amigo. Usted es su compañero de por vida, quien estará con
ella hasta el final. Sus amigas pueden mudarse o pasar a otra etapa de
la vida que pueda disminuir su amistad, pero usted está allí todo el
tiempo. Seguramente, las circunstancias de la vida cambiarán para
usted y su esposa, y enfrentarán dificultades, pero se han
comprometido a emprender este viaje juntos. Eso es lo que marca una
diferencia para ella. Ella se siente segura en su compromiso a estar
con ella, pase lo que pase.
Usted es el único que verá a su esposa en todas las circunstancias de
la vida, sus estados de ánimo, sus logros, sus fracasos. Sus amigas
pueden ver parte de esto, pero usted lo ve todo, lo bueno y lo malo, lo
hermoso y lo feo. Y usted está en la insustituible posición (dada por
Dios) para amarla y animarla en todo tiempo.
Lo que su esposa necesita de usted como su mejor amigo es que le
brinde la seguridad que siempre será su compañero, pase lo que pase.
Ella necesita saber que harán las cosas juntos a lo largo del
matrimonio. Recuérdele que serán compañeros a medida que se
desenvuelven en sus carreras, educan a la familia, asisten a la iglesia,
e invitan a las personas a su hogar.
Hágale saber a su esposa que usted disfruta estar con ella, que ella es
especial para usted. Haga lo que pueda para que su amistad sea algo

240
confortable, en la que ambos sientan la libertad de ser ustedes
mismos.
Pero un super amigo sobrepasa a todos los demás, y ella lo mirará a
usted para que satisfaga sus necesidades en formas que sobrepasan
las capacidades de sus otras amigas. Su esposa necesita de alguien
con quien pueda compartir absolutamente todo: sus altibajos, sus
luchas y gozos. Ella espera que usted, como su mejor amigo, celebre
sus gozos y victorias sin competir con ella ni sintiendo celos.
Como Gary es mi super amigo, y viceversa, nuestra relación nos ha
fortalecido, tanto en lo individual como en pareja. Debido al poder de
esta amistad, estoy segura de su amor, y tengo confianza en que él
me escucha, y puedo confiar en que él piensa en lo que es mejor para
mí. Cuando su esposa puede contar con usted como su super amigo,
puede lograr mucho más en la vida, debido a que usted está a su lado,
creyendo en ella.

Ella necesita un lugar seguro para sí misma


Como ya mencioné en los párrafos anteriores, su esposa necesita que
su amistad sea un lugar seguro, una relación en la cual ella pueda ser
ella misma por completo. Siempre he atesorado la forma en la que el
novelista del siglo diecinueve, el inglés George Eliot, describe este tipo
de amistad: “Oh el agrado, el inexpresable agrado de sentirse seguro
con una persona; no teniendo que pesar los pensamientos ni medir las
palabras, sino vaciarnos de todo eso, así como son, la paja y el grano
juntos, sabiendo que una mano fiel los tomará y los sacudirá,
quedándose con lo que vale, y luego, con el aliento de la bondad
soplará el resto para que se aleje.” Qué valioso es el esposo que puede
ser ese tipo de amigo para su esposa.
Cada día que Gary y yo pasamos tiempo juntos como amigos, nuestro
matrimonio se hace más agradable. Debido a que hemos compartido
tanto de nuestros pensamientos y sentimientos mutuamente con el
correr de los años, podemos casi sentir lo que el otro piensa. Lo que
Lidia dijo sobre su amistad con Jeremías es cierto: Algunas veces Gary
y yo no podemos decir dónde el uno termina y dónde empieza el otro.
Cuando me siento atribulada, Gary frecuentemente sabe exactamente
qué es lo que me perturba. Una noche, estábamos ya en la cama, y
por alguna extraña razón sentía temor. No había dicho una palabra a
Gary de mi temor. Pero él estaba junto a mí en nuestra habitación a
oscuras, y dijo: -Barb, ¿quieres venir a tu lugar?- (“Mi lugar” es bajo
su brazo y junto a su corazón). Así que me acerqué, y él me abrazó
con sus dos brazos, me rodeó con seguridad, y me dijo: -Estás segura
aquí. No tienes por qué temer.- Él es mi amigo, no sólo con sus
palabras sino también con su presencia.

241
¿Qué fue lo que Gary me comunicó aquella noche? Me recordó que
siempre estoy a salvo. Recuerdo poder sentir su reafirmación, y que
calmadamente me recordó que nada se podía interponer entre
nosotros. Una vez más sentí la voz tranquila y armoniosa que trajo paz
a mi atribulada alma y corazón. Eso es parte de lo que los mejores
amigos hacen el uno por el otro. Se consuelan mutuamente y están
junto a uno en los tiempos oscuros.

Ella necesita su integridad


Mi padre siempre decía: -Barb, tu palabra es tan preciosa como el
oro.- Esa es una enseñanza firme, proveniente de un hombre firme.
También era un consistente recordatorio de la integridad de mi padre.
Lo mismo se aplica para usted y su esposa. Ella quiere saber que su sí
es sí, y su no es no. En otras palabras, quiere confiar en usted. Y es su
integridad la que ayudará a que construya su habilidad de confiar en
usted.
Escucho a mujeres de todo el país, y lo que me dicen con frecuencia es
que solo quieren saber que sus esposos están cada vez mejor. Su
esposa necesita saber que cuando usted dice que estará en casa, o
estará ciertamente en casa o llamará para informarle del cambio de
planes. Ella necesita confiar que cuando usted entra en Internet, no
estará cayendo en la tentación de la pornografía, sino que estará
honrando al Señor y a su familia. Ella necesita saber que su vida
pública y privada son la misma a medida que usted madura y crece en
el Señor. Estos son los temas de la integridad.
Permítame animarlo para que se afirme y continúe siendo auténtico,
tanto en público como en privado. Eso acercará a su esposa a usted,
ya que verá la congruencia en su vida.

Ella necesita que usted la honre


Uno de los regalos más valiosos que Gary me da es la honra. La
mayoría de las mañanas, si usted pudiera escuchar nuestra
conversación, le escucharía darme su aprobación por las cosas más
pequeñas. Él expresa su aprecio hacia mí con una actitud de honor
desde el momento en que se levanta cada mañana. Una vez que se
concentra en el trabajo, se calma. El humor laboral tiene una forma de
cambiar todo el enfoque de un hombre. Horas más tarde, podemos
estar sentados en una seria reunión de equipo en nuestro ministerio, y
Gary comenzará a hablar acerca de su maravillosa esposa y de algo
que ella dijo que fue firme, sabio y relevante. Algunas veces, cuando
hace esto me toma con la guardia tan baja que me inclino hacia
delante en la mesa pensando, Desearía conocer a esta mujer. Gary
hace lucir las cosas mucho mejor de lo que yo las dije. ¿Pero sabe qué
es lo asombroso que sucede cuando él se jacta de mí en público?

242
Aprendo qué es lo que complace a mi esposo, y me motiva a ser una
mejor esposa.
Su esposa necesita que usted le dé honra. Eso significa que usted debe
hablarle con amabilidad y respetuosamente, sin regañarla ni
menospreciarla si hace algo que lo frustra. Honrarla significa que usted
coloca las necesidades de ella delante de las suyas propias. Significa
que usted habla positivamente de ella a otros. Significa que usted le
dice todo lo que ve en ella como virtud o cualidad que habla del
carácter de Dios.
Como resultado de su honra y respeto, su esposa florecerá con
confianza y aplomo. Ella también estará muy entusiasmada para
devolverle a usted el mismo respeto y honor.

¿Qué puede hacer para satisfacer las necesidades de amistad de su


esposa?
Ahora que usted entiende mejor algunas de las necesidades de
amistad de su esposa, ¿qué hará para satisfacerlas? Recuerde que
usted edifica su amistad en la vida cotidiana, en la forma en la que se
tratan mutuamente, en cómo manejan los altibajos de la vida diaria.
Hágase esta pregunta: ¿Cómo quiero que nuestra amistad luzca de
aquí a diez años, o veinte años? Su amistad con su esposa será una de
las áreas duraderas de su matrimonio. Cada día usted tiene la
oportunidad de edificar su amistad, de hacer una inversión para toda
la vida.
Aquí están algunas ideas. Simplemente considérelas como si fueran los
consejos de un entrenador, con respecto a las necesidades del corazón
de su esposa.

Hagan cosas juntos


El relajarse, estirar las piernas, y la risa son ingredientes que aportan
al ambiente emocional en el cual se desarrolla la cercanía. A menos
que las parejas se sientan cómodas, difícilmente se sentirán seguras
como para abrirse. Comiencen con actividades fáciles que ambos
disfrutan de hacer. No lo hagan complicado. A las mujeres les gusta
tanto las cosas sencillas como las cosas grandes, pero lo que les llama
la atención es hacerlas junto a usted. Sea lo que sea que haga,
asegúrese que sea una actividad significativa para ambos. Cuando las
actividades, los intereses, las metas, y la diversión se comparten como
pareja, pueden duplicar el factor de placer en su matrimonio. Usted
descubrirá que querrá estar muchísimo con su super amiga. Aquí hay
algunas formas garantidas para comenzar:

243
 Tengan citas, y elija uno a la vez dónde van a ir. ¡Hará que
celebren sus diferencias! Con el tiempo verá que ambos escogen


lugares para complacer al otro.
Llámela y pídale que pase por su oficina o vayan a almorzar
juntos. Dígale: -Mi día no sería igual si no recibiera un beso tuyo


en el medio del mismo.-
Hagan los mandados juntos. No deje a su esposa en el
supermercado para que haga algunos mandados mientras usted
va a la ferretería para hacer otros. Deje a un lado la excusa de
“ahorrar tiempo”, y pasen tiempo juntos. Ella se sentirá valorada


cuando usted hace eso.
Similarmente, hagan tareas en la casa juntos. Si su esposa está
haciendo un trabajo en el jardín, póngase junto a ella y hágalo


también.
Obvie su juego de fútbol y reemplácelo pasando esas horas con
su esposa. Hágala sentir que ella es más importante para usted


que los deportes.
Cancele una noche con sus amigos y dígales en voz alta por
teléfono: -Quiero estar con mi esposa.- Se convertirá en un
héroe, no sólo para su esposa, sino también para las esposas de


los otros hombres.


Tómela en sus brazos y baile con ella, haya o no música.
Sirvan juntos en algún ministerio: visiten a los enfermos,
aconsejen parejas jóvenes, sirvan una comida a estudiantes que
están lejos de sus casas, salgan en viajes misioneros, o tengan
un estudio bíblico en su propio hogar.1
 Pasen mucho tiempo jugando. Después de todo, ella estará
viviendo con usted por el resto de su vida, ¿por qué no hacerlo


divertido?
Vayan al almacén y hagan las compras juntos. Pase por el lugar
donde haya flores y recoja una rosa o algunas margaritas. A ella
le encantará el mero hecho (y lo amará a usted) por pensar en


ella.
Deje a un lado la limpieza del garaje el próximo sábado, y en
lugar de eso acurrúquense debajo de las frazadas y vean


algunas películas todo el día.
Vaya a la cama veinte minutos antes, apague el televisor, y


abrácense mientras hablan.
Encuentren la mutua compañía por medio de la recreación.
Escojan una actividad que ambos disfrutarían hacer juntos:
caminar, salir en bote, esquiar, concurrir a eventos deportivos,
restaurar muebles antiguos, viajar.

244
Cree un lugar seguro
A las mujeres les encanta la seguridad. Ellas quieren saber que sus
necesidades financieras serán satisfechas. Quieren estar seguras
acerca de los temas del compromiso. Pero la necesidad de seguridad
que una esposa tiene es siempre satisfecha cuando siente que su
esposo está con ella y comprometido a ella. Con ella significa que
usted no la dejará, ni emocionalmente, ni espiritualmente, ni
físicamente.
Cuando su esposa se siente segura, tendrá la libertad de expresar sus
necesidades y crecer junto a usted. Cuando se siente insegura, o
pondrá una pared para protegerse a sí misma, o le hablará con rudeza.
Los esposos que desarrollan la seguridad en sus matrimonios
contribuirán significativamente a crear familias saludables.
Aquí tiene más consejos para aumentar el nivel de seguridad de su
matrimonio:

 Escóndale notas que digan “Nunca te dejaré” en lugares


particulares, para recordarle lo segura que puede sentirse.
Anime a su esposa a hablar con usted sobre cualquier cosa que


tenga en su mente. Y luego escúchela atentamente.
Asegúrese de que su esposa nunca sienta que debe esconderle


sus ideas o pensamientos.
Salgan a caminar a la luz de la luna, tómela de la mano, y dígale


lo mucho que significa para usted.
Forme el hábito de decirle a su esposa cuando llega a casa de
trabajar: -Es tan bueno estar nuevamente en casa contigo. Es la


parte favorita de mi día.-
Dígale a su esposa: -Estoy muy feliz de que seas mi mejor


amiga.-
Discúlpese con ella cuando se equivoca. Hará que ella se
acerque, y será más cariñosa con usted. Anhelará estar en su
compañía.

Involúcrese en el mundo de ella


La mayoría de los hombres tienen una idea bastante clara de las
metas que tienen con sus carreras, y los hombres a menudo logran
esas metas y sueños en el lugar de trabajo, usando los dones que Dios
les dio y las habilidades que desarrollaron. En otras palabras, el lugar
de trabajo es donde usted se siente importante, donde encuentra
estímulo.
Pero permítame que le haga una pregunta. ¿Sabe qué es lo que hace
que su esposa se sienta importante? ¿Cuáles son las metas y los
sueños que ella tiene? ¿Se ha tomado el tiempo de preguntarle a su
esposa sobre ellos? El simple hecho de que ella no le haya dicho no

245
quiere decir que no los tenga. Muestre interés en el mundo de su
esposa, ayúdela no sólo a expresar sus sueños sino a lograr que se
hagan realidad.
Si su esposa tiene metas claras, ¿se ha involucrado en su mundo y se
ha unido en algunos de esos sueños? ¿Está usted al lado de ella
cuando ella dirige una función en la escuela de sus hijos? ¿La anima en
el negocio que puede estar llevando a cabo? ¿Se encargará usted de
las cosas que ella no tenga tiempo de hacer?
Involucrarse en el mundo de su esposa es otra forma de profundizar
su amistad y mostrarle que usted es el mejor “fanático” que ella puede
tener. Si tiene dudas sobre cómo entrar en el mundo de ella,
pregúntele que es importante para ella. O intente alguna de estas
ideas:

 ¿Usted anima a su esposa a que le cuente sus sueños? Cuando


sepa de qué se tratan, involúcrese y ayude para que esos sueños


se hagan realidad.
¿Su esposa siempre tuvo interés en comenzar una empresa?


¿Qué puede usted hacer para hacerlo una realidad?
¿Acaso tuvo siempre el deseo de desarrollar un don creativo
(música, arte, escritura, manualidades, decoración)? En su
próximo cumpleaños, sorpréndala con un regalo que le
comunique que usted no sólo piensa que ella puede hacerlo, sino


que también cree que la creatividad de ella es valiosa.


¿Su esposa lee mucho? Pregúntele qué lee.
¿Alguna vez se ofreció como voluntario para un servicio de grupo


con su esposa? Ofrézcale unirse en algún proyecto.
¿Usted escucha las pequeñas cosas? A medida que su esposa
habla, haga notas mentales sobre las cosas que le gustan, y vea


cómo complacerla con algunas de ellas.
¿Usted conversa todo con ella? Comience por contarle sobre su
día. Eso refleja que usted valora su opinión.

Cree puntos de referencia en el tiempo


Previamente en este capitulo, hablé sobre los bancos de parque y
puntos de referencia en el tiempo. Los esposos junto a sus esposas
deben establecer tiempos para reflexionar sobre su relación, y crear
puntos de referencia en el tiempo para marcar el progreso de su
matrimonio. Aquí tiene algunas ideas para considerar. Si estas no son
de su estilo, encuentre algunas que sean más adecuadas.

 Establezca un tiempo de vez en cuando para alejarse de su casa


y de sus trabajos, para que usted y su esposa puedan estar

246
juntos, para así reflexionar sobre su amistad y celebrar la


misma.


Hagan un viaje por carretera juntos.


Vayan a un hotel con desayuno incluido.
Dejen una noche aparte una vez por semana, para estar solos y


hablar sobre sus sueños y metas.
Usen la celebración de un aniversario para mirar hacia atrás y


ver la obra de Dios en sus vidas. Planifiquen su futuro.
Regresen a visitar un lugar que fue importante en el desarrollo
de su amistad: el pueblo donde se conocieron, un restaurante
que evoca un recuerdo, la iglesia donde se casaron. Cuando
visiten ese lugar, tómense el tiempo para entregar el pasado a
Dios y pedirle su ayuda y guía para el futuro. Comprométanse
nuevamente el uno con el otro para el año entrante.

Una amistad segura


Gary y yo hemos sido amigos ahora por más de veintiocho años. En
ciertas maneras, damos nuestra amistad por descontado debido a que
es muy cómoda. Pero cuando pasamos por tiempos difíciles, sabemos
que nuestra amistad es una de las rocas sólidas del cimiento de
nuestro matrimonio.
Recuerdo el día en que descubrí un lunar en mi cuerpo que estaba
cambiando su apariencia. Pedí una consulta con el dermatólogo, y
Gary insistió en ir conmigo a ver al doctor. Luego de examinar el lunar,
el doctor dijo bruscamente: “Melanoma.”
Se paró en forma erguida y anunció que mi lunar tenía todas las
características de un cáncer fatal y de veloz crecimiento. No perdió
tiempo en extraerlo y enviarlo al laboratorio para que le hicieran varios
análisis. Luego se levantó y salió de la habitación.
Yo quedé paralizada. Gary estaba tan tenso que no podía ni hablar.
Cuando volvimos a casa, fui directamente a la cocina, donde me ocupé
con alguna cosa de la rutina diaria para quitar la mente de esa
confusión. En un momento estaba atendiendo a nuestras niñas,
cuando escuché a Gary en el cuarto de al lado. Estaba llorando.
Caminé hacia él y vi la tristeza que le aquejaba por lo que podría
estarse aproximando. Nunca olvidaré su rostro lleno de lágrimas
cuando me miró y me dijo: -No te preocupes, cariño, siempre voy a
estar aquí contigo.- Su mirada desvaneció todos mis temores.
Durante días me aferré a su amor y devoción, mientras esperábamos
por el informe. Finalmente, en desesperación llamamos al consultorio
del doctor y le preguntamos a la enfermera si los resultados ya habían
llegado. Ella dijo que los análisis habían revelado que no había cáncer.

247
Verdaderamente me sentí como Lázaro cuando Jesús lo llamó de la
tumba. Sentí que me devolvían la vida. Gary me abrazó ese día, y nos
regocijamos en la misericordia de Dios.
Cinco años después enfrentamos otra situación que estuvo a punto de
ser trágica. Era un hermoso mediodía de septiembre, y yo estaba
conduciendo para encontrarme con Gary para almorzar. Missy y Sarah
estaban conmigo, con sus cinturones de seguridad puestos. De la
nada, un auto se me vino encima, chocando nuestro vehículo y
haciéndolo girar sin control, luego chocó contra él nuevamente. Mi
mente estaba perdida. Luego sentí como si algo se hubiera quebrado
en mi tórax. No podía respirar. ¡Las niñas, las niñas!, era todo lo que
podía pensar.
Mientras me sofocaba, giré para ver a cada una de las niñas. Sarah
estaba bien, pero Missy había sido arrojada hacia delante y sus ojos se
hinchaban y se estaban poniendo negros. Una vez que vi que estaban
a salvo, caí del auto hacia la calle. Todavía no podía respirar. Mi pecho
estaba latiendo con un dolor atroz, y yo estaba entumecida de la nuca
hasta los dedos de los pies. En el momento del impacto, el cinturón de
seguridad había roto mi esternón.
La ambulancia había llegado, y mientras me cargaban a la parte de
atrás, escuché a Missy, que tenía seis años, gritar una y otra vez, -¡Mi
mami va a morir!- Sarah, sin embargo, sabía que su papá resolvería
todo, así que corrió hacia una casa y llamó a Gary. –Papi, te
necesitamos. Se trata de mami. ¡Se va a morir!- Él llegó en minutos y
corrió a mi lado. ¡Qué bueno fue ver a mi mejor amigo, mi compañero
de toda la vida! Me sentí tan aliviada de tan solo saber que él estaba
conmigo. Con la conmoción del momento, no tuvimos tiempo para
hablar, pero Gary me dio una mirada que decía: -Te amo. Saldremos
de esto juntos.- Debido a que nuestra amistad era tan sólida, su
mirada fue todo lo que yo necesitaba.
A medida que pasaron las semanas, nuestra amistad fue lo que me
sustentó en las noches sin dormir y las horas de dolorosa terapia
física. Me confortó cuando yo sólo quería ser una “verdadera madre,” y
no una que estaba atada a la cama. Me ayudó a calmar mis temores a
medida que volvía a tener movimiento en mis brazos y gradualmente
sentí que el esternón sanaba.
Le animo a que le dé a su esposa un sentido de profunda seguridad en
su amistad. Edifiquen su amistad con tanta estabilidad que cuando
enfrenten tiempos duros, ustedes puedan encontrar alivio y paz en su
relación mutua.
Mi anhelo es que a medida que pasan los años, las cosas sean mejores
para Gary y para mí a medida que continuamos creciendo más
profundamente como amigos y amantes. Es una seguridad que trae
tranquilidad que él esté a mi lado, y que yo esté a su lado. Él es la

248
mano derecha y yo la izquierda. Juntos nos complementamos el uno al
otro.
Mi esposo es increíble. Gary me ha traído un gozo indescriptible al ser
el tipo de hombre que está centrado en Cristo, y veo su piedad como
un regalo de Dios. Descanso en este hecho y continuamente oro para
que el Señor nos permita terminar nuestros años el uno en los brazos
del otro, comprometidos hasta el final de nuestro viaje juntos en la
tierra, como super mejores amigos.
Mi oración por usted es que su esposa también se levante y grite que
usted es su super mejor amigo, en la medida que usted entienda sus
necesidades y con amor las satisfaga de todo corazón. Que Dios le
bendiga a usted y a su esposa, a medida que juntos procuran tener un
matrimonio grandioso.

1
Recomendamos la Serie para Parejas de HomeBuilders, Improving
Communications in Your Marriage, la cual escribimos junto a Gary, y
está disponible por medio de Group Publishing.

SEGUNDA PARTE

Disfrutando el matrimonio maravilloso que Dios planeó

CAPÍTULO 11

Palabra final de Gary para los hombres

Habiendo leído los cinco capítulos de comentarios y sugerencias para


los esposos, no puedo evitar pensar, ¡Vaya, ella dijo muchas cosas
buenas! Me gustaría que me hubiera dicho hace quince o veinte años
lo que ella le ha dicho a usted. También me gustaría que yo hubiera
tenido oídos para oír. Por supuesto, en aquel entonces ninguno de los
dos tenía dominio más que de las equivocaciones, así que tuvimos que
aprender de ellas. Sólo en estos últimos años nuestro matrimonio ha
alcanzado una etapa mejor de lo esperado. Estamos en la mitad de
nuestras vidas y hemos llegado a la mejor conclusión de todas: un
buen matrimonio no es suficiente para el matrimonio Rosberg;
queremos un matrimonio maravilloso. Y usted también, de lo contrario
no habría llegado hasta tan lejos en este libro. Pero el procurar un
matrimonio maravilloso me ha exigido que conozca cómo satisfacer las
necesidades de amor de Barb.

249
Ahora que usted ya ha recibido algunas enseñanzas por parte de Barb
y lo que ella misma aprendió de cientos de mujeres de todo Estados
Unidos, ¿qué es lo que va a hacer con toda esta fabulosa información?
Aquí tiene algunas opciones:

1. Incorporar todos los cambios mañana.


2. Pensar que es demasiado trabajo y no hacer nada. (Después de
todo, usted es mejor que muchos hombres que conoce.)
3. Trabajar en dos o tres cosas en los próximos meses.

Si usted escogió el #1, llame a mi oficina para una consulta.


Necesitará consejería para poder lidiar con el abrumador sentimiento
de ansiedad que le ha sobrevenido. Si escogió el #2, entonces usted
es más insensible e insensato de lo que pudiera imaginarme. Así que,
como puede imaginarse, le recomiendo el #3.
Cuando asisto a una conferencia, leo un libro, o trato de asimilar algún
cambio en mi vida, la primera cosa que hago es dar un paso atrás e
intento tener una perspectiva clara. En segundo lugar, oro y le pido a
Dios qué es lo que él quiere que aprenda de lo que acabo de estudiar.
Perspectiva y Dios. Esas son las dos cosas que me fascina buscar.
¿Verdad que suena como un buen lugar para comenzar?
Aquí están algunas preguntas para presentar ante Dios a medida que
pasa de la etapa de aprendizaje a la de aplicación al respecto de
satisfacer las necesidades de amor de su esposa y procurar un
matrimonio maravilloso:

 Dios, después de todo lo que acabo de leer, ¿qué dos o tres


cosas quieres que comience a implementar en mi vida ahora


mismo?
¿Quieres que muestre mi amor incondicional sirviendo a mi


esposa en forma más completa?
¿Quieres que deje a un lado mi egoísmo y aprenda a escuchar
(escuchar de veras) al corazón de mi esposa cuando ella expresa


sus emociones y necesidades?
¿Quieres que deje a un lado la pelota de fútbol, la caña de
pescar, la bola de bolos, o el control remoto y me involucre en
su mundo, ministrándole como un amigo y esposo, amante, y


compañero?
¿Qué me dices del ánimo? ¿Necesito enfrentar la realidad que los
comentarios negativos y neutrales que le doy a mi esposa cada


día sobrepasan aquellos que son de aprobación?
Padre, ¿cómo debo ministrar al espíritu de mi esposa? Tal vez el
tomar su mano en la cama esta noche para orar juntos sea un
buen lugar donde comenzar. ¿Qué te parece si comienzo a leer

250
tu Palabra con ella y quizá salimos a caminar juntos para
compartir lo que estamos aprendiendo de ti?

El encontrar la dirección es el mejor primer paso. Pero recuerde, no


puede hacerlo todo de una vez. Tiene que comenzar en alguna parte.
Permítame ayudarlo a colocar sus manos en la edificación de un
matrimonio maravilloso, tomando las necesidades de amor de su
esposa una por una. Cuando llegue al fin de este capítulo, sabrá dónde
comenzar.

Amando incondicionalmente
Ya que tanto los hombres así como las mujeres pusieron al amor
incondicional como su necesidad de amor número uno para construir
un matrimonio genial, este es un buen sitio donde comenzar. Si hay
algo que conozco de Barb, es que ella necesita saber que está en el
número uno de mi vida, y en el número dos, y si me pongo a pensarlo,
en el número noventa y nueve también. En otras palabras, Barb
experimenta el amor incondicional de mi parte cuando sabe que me
entrego por completo a ella y que nuestra relación es segura. Ella
necesita saber que pase lo que pase, estamos juntos y vamos a
terminar firmes en unidad. En eso consiste el amor ágape (amor sin
egoísmo). Es un amor como el de Cristo, que no está basado en “qué
hacemos” sino en “a quién pertenecemos.” Pertenecemos a Jesucristo
y nos pertenecemos el uno al otro.
Si bien esa verdad es la piedra fundamental para un matrimonio
genial, se necesita más. ¿Cómo expresamos el amor incondicional? Por
medio del liderazgo servicial mi amigo. Barb habló sobre la expresión
de nuestro amor incondicional por medio de palabras, acciones y
compromiso. Sin reservas, yo diría.
En lugar de sentirse abrumado sobre la apariencia de esto, permítame
compartirle un correo electrónico que recibí de un amigo. Como se
dará cuenta, el hombre de esta historia ha aprendido cómo dar
ejemplo de amor incondicional.

Mientras esperaba para recoger a un amigo en el aeropuerto de


Portland, tuve una de esas experiencias que cambian la vida, esas que
usted siempre escucha de otras personas, experiencias que le
sobrevienen en forma inesperada. Esta ocurrió apenas a un metro de
donde yo estaba.
Procuraba localizar a mi amigo en la salida de pasajeros, cuando vi a
un hombre que se dirigía a mí. Se paró justo a mi lado para saludar a
su familia. Primero se dirigió a su hijo más joven (tendría unos seis
años) mientras dejaba en el suelo sus maletas. Se dieron un abrazo
amoroso y prolongado. Cuando se separaron lo suficiente para mirarse

251
cara a cara, escuché que el padre dijo, -Es tan bueno verte, hijo. Te
extrañé mucho.- Su hijo sonrió con un poco de vergüenza, desvió su
mirada y dijo suavemente, -Yo también papá.-
Luego el hombre se paró, miró a los ojos de su hijo mayor (unos
nueve años), y mientras tomaba el rostro de su hijo en las manos dijo,
-Ya eres casi un joven. Te amo mucho Zach.- Luego ellos también se
dieron un abrazo amoroso y tierno.
Mientras esto sucedía, una niña (tendría dos años) estaba inquieta en
los brazos de su madre, y nunca quitó los ojos de su padre. El hombre
dijo, -Hola niñita,- mientras con ternura la tomaba de su madre.
Rápidamente besó todo su rostro y entonces la abrazó junto a su
pecho, hamacándola de un lado al otro. La niñita sencillamente quedó
distendida y colocó su cabeza sobre el hombre de él, sin moverse ya
que estaba fascinada.
Después de unos momentos le pasó su hija a su hijo mayor y declaró,
-Guardé lo mejor para el final,- y procedió a darle a su esposa el beso
más prolongado y apasionado que recuerdo haber visto. Luego la miró
por varios segundos y dijo moviendo los labios, -Te amo tanto.- Se
miraron a los ojos el uno al otro, mostrando amplias sonrisas y
dándose las manos. Por un instante me hicieron pensar en una pareja
de recién casados, pero sabía por la edad de los hijos que no podía ser
el caso.
Me sorprendí por un momento cuando me di cuenta lo desubicado que
quedaba yo en esa hermosa exhibición de amor incondicional, ya que
estaba a no más de un brazo de distancia de ellos. Repentinamente
me sentí incómodo, como si estuviera invadiendo algo sagrado, y me
sorprendí a mí mismo cuando escuché mi propia voz preguntando un
tanto nervioso, -¡Vaya! ¿Cuánto hace que están casados?-
-Hemos estado juntos por catorce años en total, casados doce de los
mismos,- me contestó sin quitar la mirada del rostro de su esposa.
-Bueno, ¿y por cuánto tiempo estuvo fuera?- le pregunté. El hombre
finalmente giró y me miró, manteniendo aún su amplia sonrisa. -¡Dos
días completos!-
¿Dos días? Quedé impactado. Por la intensidad del saludo, yo había
asumido que había estado ausente por lo menos por varias semanas,
si es que no meses.
Queriendo ponerle fin a mi intrusión, dije, -Deseo que mi matrimonio
tenga esa pasión después de doce años.- El hombre repentinamente
detuvo su sonrisa. Me miró directo a los ojos y con una fortaleza que
llegó directo hacia mi alma me dijo algo que me hizo una persona
diferente. Sencillamente dijo: -No desees, amigo. ¡Decídete!-
Luego me dio su hermosa sonrisa nuevamente, me dio la mano, y dijo,
-¡Dios te bendiga!- Con eso, él y su familia se fueron juntos
caminando. Yo todavía estaba mirando a ese excepcional hombre y su

252
familia alejarse cuando mi amigo llegó y me preguntó, -¿Qué estás
mirando?- Sin dudar, y con un curioso sentido de seguridad, le
contesté, -¡Mi futuro!-

¡Vaya! Este hombre en Portland se mandó un golazo. A propósito, si el


padre de Zach está leyendo este libro, llámeme; quisiera conocerlo.
Por lo que se aprecia, usted tiene un matrimonio genial. Usted también
entiende que el satisfacer las necesidades de amor de su esposa rinde
buenos dividendos.
Usted también, amigo lector, puede tener esa cercanía, y eso
comienza con el amor incondicional. Independientemente de lo que se
le cruce por delante, (dolores, desengaños, desafíos) comprométase a
amar a su esposa pase lo que pase.

Encontrando intimidad emocional


En obtener cercanía emocional es donde nosotros como hombres
entramos en cortocircuito, ¿verdad? Barb ofreció muchos consejos y
sugerencias en el capítulo 4, pero permítame agregar algunas cosas
aquí.
Recuerdo una semana hace unos años, cuando Missy estaba en su
último año de escuela. Ese fin de semana era fin de curso y Missy
formaba para de la comisión organizadora. Para describirlo en forma
delicada, las tres mujeres de nuestra casa, Missy, Sarah y Barb,
estaban logrando que nuestra casa estuviera “rica en lo emocional.” La
inseguridad y la ansiedad llevaron a las lágrimas (esa era Barb), y
Missy y su hermana mayor estaban teniendo su cuota completa de
giros emocionales también. Era lo típico.
¿Qué hice yo?
Me dije: Bien, Gary, Barb escribe que el éxito marital tanto a corto
plazo como a largo plazo, depende de la habilidad del esposo de
satisfacer más y más las necesidades emocionales de su esposa. Sabía
que yo, con una palabra, o mirada, o actitud poco entusiasta, podría o
conectarme o alejarme de esas mujeres tan importantes para mí. Mi
esposa y mis hijas necesitaban mi lado tierno, no mi lado lógico o
duro. Ya sea que usted tenga hijas en su casa o no, por lo menos lo ha
experimentado con su esposa.
Barb nos recuerda a los hombres que necesitamos tener compasión en
el medio de las confusiones emocionales de la mujer. Recuerde, se
trata de una “creación celestial,” no de una carencia en el carácter.
Cuando parezca que ella tiene algún problema, su tentación será
intentar solucionarlo, decirle qué hacer. El único problema es que a
menudo a ella no le importa lo que necesita hacer. Sólo necesita
experimentar la emoción por un momento y saber que usted estará
con ella durante todo el desfile de emociones que experimente.

253
Significa que usted amplificará el lado de comprensión y afirmación de
su carácter, y bajará el volumen del razonamiento, a menos hasta que
su esposa haya tenido la oportunidad de expresar lo que siente.
¿Alguna vez se limitó a abrazar a su esposa mientras ella pasa por
momentos de lucha? Yo lo intenté recientemente. Resistí cada fibra
lógica de mi cuerpo y miré a Barb para decirle: -¿Puedo abrazarte?-
Ella se derritió en mis brazos. No podía creerlo. Mi mente no paraba de
pensar en cosas como, ¿Es esto lo que ella siempre me dice que
necesita? ¿Solamente que la abrace?
Luego de varios minutos y algunos pañuelos desechables, ella me miró
y me dijo: -Gracias por apoyarme Gary.- Yo estaba realmente
impactado. Una vez que Barb salió de su estado emocional, le di una
idea de cómo responder a ese asunto, y me dijo: -Creo que lo voy a
intentar.- Me fui al otro cuarto y me felicité a mí mismo. Me di cuenta
en ese momento que no era que ella rechazara mi lógica, sino más
bien el tiempo en que la empleaba. Le di el consuelo y la atención que
necesitaba, escuché más a los temas de su corazón que a los de su
mente. Nuestras esposas necesitan nuestro lado tierno, dicho lado
habla el lenguaje de ella.
Necesito mencionarle una cosa más: cuando piense en una mujer que
no sea su esposa, acuérdese del Oso Smokey. Dígase a sí mismo: Sólo
TÚ puedes evitar un incendio forestal. Traducción: Sólo usted puede
prevenir un amorío sentimental o físico. Escuche con atención al
discernimiento y a los instintos que Dios le dio a su mujer con respecto
a las mujeres que ponen su vida y la de su familia en peligro. Escuche
también a sus firmes advertencias con respecto a lo que es cuidar su
corazón y lo que puede estar haciendo consciente o inconscientemente
para estimular la pasión en otra mujer. Eso puede salvar su familia.
He aprendido que los instintos de Barb dan justo en el blanco, y debido
a que ella es la compañera de toda mi vida, confío en ella. He
aconsejado a muchos hombres cuyas necesidades estaban siendo
satisfechas por otras mujeres que no eran sus esposas. Algunas veces
el hombre comienza todo, otras veces es la mujer quien toma la
iniciativa. Al final no es eso lo que importa, ya que ambos se queman.
¿Conclusión? Guarde su corazón. Tal y como lo dijo Salomón en
Proverbios 4:23, “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque
de él mana la vida(NVI).”
Si usted está edificando o encendiendo una fogata en el campamento
de otro hombre, váyase a su propia carpa. Un pasaje del Antiguo
Testamento lo dice muy bien: “Bebe el agua de tu propio pozo, el agua
que fluye de tu propio manantial. ¿Habrán de derramarse tus fuentes
por las calles y tus corrientes de aguas por las plazas públicas? Son
tuyas, solamente tuyas, y no para que las compartas con
extraños…¿Por qué, hijo mío, dejarte cautivar por una adúltera? ¿Por

254
qué abrazarte al pecho de la mujer ajena?” (Proverbios 5:15-20, NVI).
El capítulo termina con la realidad de lo que sucede cuando salimos del
círculo protector de Dios: “Nuestros caminos están a la vista del
SEÑOR; él examina todas nuestras sendas. Al malvado lo atrapan sus
malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan. Morirá por su
falta de disciplina; perecerá por su gran insensatez” (Proverbios 5:21-
23, NVI).
Las necesidades emocionales de una esposa son muy reales. Cuando
usted entra en el mundo emocional de su esposa y procura entender,
mostrar empatía y amor hacia ella, su matrimonio crecerá. Cuando no
lo hace, ella se secará en la viña y morirá. Veinticinco años de trabajar
con familias me ha enseñado que no hay lugar para términos medios.
En breve, dos consejos que mantienen a los esposos en la senda
correcta para satisfacer las necesidades de amor de sus esposas, para
así experimentar un matrimonio grandioso.

1. Avive el fuego emocional de su esposa.


2. Manténgase alejado de campamentos que no sean el suyo.

Compartiendo el crecimiento espiritual


Un matrimonio maravilloso en realidad se da cuando está formado por
tres: usted, su esposa y el Señor Jesucristo. No hay verdad en este
libro más fundamental que esa. Barb habló sobre el mandato bíblico de
que usted acepte las responsabilidades dadas por Dios de amar, guiar,
y honrar a su esposa y su familia.
Como esposos, hemos sido llamados a amar a nuestras esposas como
Cristo amó a la iglesia. Es un principio, una imagen verbal que es
bueno repetirla. La enseñanza de Pablo en Efesios 5 va mucho más
allá de la mera descripción de un trabajo. Es un estatuto misionero.
¿Cómo sé? Porque el principio implicado aquí es la misión de Jesús.
“Se entregó (Cristo) a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra” (Efesios 5:25-27).
Usted tendrá un matrimonio genial cuando honre a su esposa. Cuando
ore con y por su esposa, cuando lea la Palabra de Dios con ella y a
ella, y cuando establezca el ritmo para el crecimiento espiritual de su
familia, usted honra a Dios y a su esposa. Nada parece ser más
escurridizo, pero a la vez nada trae más riqueza al matrimonio que
procurar la unidad espiritual con su esposa.
Barb y yo hemos tenido momentos de sequedad espiritual, y hemos
tenido momentos de riqueza espiritual. Hemos estado en estadios con
setenta mil personas cantando “Amazing Grace (Sublime Gracia)” y
“How Great Thou Art (Cuán Grande es Él)” con lágrimas corriendo por
nuestros rostros, y hemos vuelto a nuestra cama, dándonos la espalda
y con heridas sin resolver. Ya sea que estemos en la cima de la

255
montaña o en el valle, hay una verdad que siempre resuena con
claridad: el Dios que nos creó es por nosotros. Y él nos basta para
cualquier cosa que debamos atravesar.
Ya sea que usted y su esposa enfrenten problemas financieros, heridas
en la relación, niños enfermos, o la muerte de los padres, un
matrimonio de tres puede sobrevivir y luchar en el medio de la
tormenta. Pero usted sobrevivirá sólo si junto con su esposa dejan a
un lado el egoísmo y la auto-protección, y someten sus voluntades al
señorío de Cristo Jesús.
Ministre a las necesidades espirituales de su esposa. Ore, estudie la
Palabra de Dios, y permita que Jesús esté en el medio de su
matrimonio.

Animando a su esposa
Durante mi primer año de secundaria, se entregaba el carné con las
notas cada seis semanas. Para aquel estudiante que estaba haciendo
un gran trabajo, esa era la oportunidad para recibir elogios y estímulo,
lo cual venía por lo menos cada mes y medio. Para aquellos que les iba
mal, significaba que tendrían que enfrentar a sus padres, a los
consejeros escolares, y a los profesores regularmente para evaluar la
realidad. ¿Adivine en qué grupo quedé yo? Ese año obtuve una D
(deficiente) 27 veces; una F (fracaso total) 6 veces; una C (aceptable)
3 veces. Fue horrible.
Uno por uno, mis profesores venían a la oficina de consejería y le
decían a mis padres el fracaso que yo era. Todos excepto Mark
Schwertley, mi profesor de inglés. Él era profesor de primer año y
amaba a los niños. Nunca olvidaré una reunión (de esas que se tienen
cada cuatro meses) con mis padres. Él se recostó en su silla (para
disgusto de mis padres y del consejero), me miró a los ojos y dijo: -A
Gary no le está yendo muy bien en inglés, pero quiero decirles algo. Él
lo va a lograr. Creo en él. Hay algo en los ojos de Gary que me dice en
lo profundo que hay esperanza.-
Los comentarios de Mark llevaron a tres tipos diferentes de reacciones
en esas reuniones. Uno, yo hacía como que no me importaba, pero por
detrás de todo me fascinaban sus palabras porque yo gritaba por
obtener la aprobación de alguien. Dos, mi consejera le dijo a mis
padres: -Que Gary llegue a la universidad es soñar despierto. Con
suerte terminará tercer año de secundaria, sin terminar todo su ciclo.-
Tres, mis padres quisieron guiarse por Mark ya que él parecía ser el
único en la academia que creía en mí.
Me alegra decir que Mark tenía razón. Sí me gradué de la secundaria,
y luego continué y me gradué en la misma universidad (Drake) que el
Sr. Schwertley estudió. Obtuve tres diplomas y enseñé en la
secundaria que estaba en la facultad adjunta por cinco años. ¡Gracias

256
Sr. Schwertley! Hoy quiero reconocer que su fe en mí fue uno de los
momentos más significativos de mi vida.
¿Cómo fue que este profesor que daba clases de inglés en primer año
marcó una diferencia tan notable en mi vida? Siguiendo la misma
receta que Barb le ha dicho que use para edificar un matrimonio
grandioso: aliento.
Ella le recordó que debe ser rápido con las aprobaciones de su
corazón, para enfocarse en las áreas fuertes de su esposa y ser
generoso en su aprecio. Me fascina la definición de aliento: “dar valor;
inspirar con valentía, espíritu o esperanza; animar.”
Usted está llamado a ser el alentador número uno de su esposa. Si no
obtiene el estímulo de usted, entonces ¿de dónde lo obtendrá? Piense
en eso por un minuto. ¿Sus comentarios positivos sobrepasan con
ventaja sus comentarios neutrales o negativos? Esta pregunta directa
puede ser la medida de lo bien que usted está dándole al blanco o lo
mal que está errando. Barb escribió que la mayoría de las mujeres
luchan con el desánimo continuamente. Sabemos que se les exige en
sus roles como mujer, esposa, hija, hermana, amiga, mamá,
trabajadora, voluntaria, etc. Permita que su voz sea la que resuena en
sus oídos: “Sigue adelante. Puedes lograrlo. Eres valiosa. Eres la
mejor. Creo en ti. Te amo. Te necesito.”

Amando a su mejor amiga


Al comienzo de nuestro matrimonio, Barb y yo firmamos juntos el
pago en cuotas de nuestra primera casa. Tenía doscientos cuarenta
metros cuadrados y no incluía vestíbulo. Tenía un baño pequeño que
se conectaba con las pequeñas habitaciones, las cuales a la vez se
conectaban a la cocina y la sala de estar. Nuestra casa era pequeña,
pero nuestras esperanzas eran enormes. Ese fue el lugar al cual
llevamos a Sarah desde el hospital donde nació. Fue el lugar en que
docenas de chicos (no todos a la vez, por supuesto) de secundaria del
grupo de jóvenes de nuestra iglesia llenaron con sus risas. Fue el lugar
donde fueron establecidos nuestros primeros recuerdos maritales y
donde se asentó el cimiento para construir un matrimonio grandioso.
La casa también fue el lugar desde el cual Barb y yo vimos a una
pareja de setenta años terminar bien. Cleve y Connie eran nuestros
vecinos. Nosotros éramos jóvenes y ellos ancianos. Teníamos una hija,
ellos no tenían hijos. Teníamos nuestro futuro, ellos tenían sus
recuerdos. Corríamos por la vida, ellos caminaban lentamente. Pese a
lo diferentes que eran las etapas de nuestras vidas, vimos varias
similitudes. Cleve y yo amábamos a nuestras esposas. Y Connie y Barb
eran fieles a sus esposos.

257
Barb y yo tuvimos el honor de ver a nuestros amigos terminar bien.
Cuando Connie murió, Cleve la siguió hacia el cielo en cuestión de
días.
Esta querida pareja tuvo un profundo impacto en nuestro matrimonio.
Barb y yo aprendimos al mirarlos. Éramos como halcones.
Observábamos cuando caminaban por la calle juntos, tomados de la
mano. Algunas veces los veíamos besarse en el frente de su casa. Las
“Salidas de Cleve y Connie” nos comunicaban un poderoso mensaje
como pareja joven: una compañía de por vida es la recompensa en sí
misma. –Barb, terminemos igual que ellos- era mi típico comentario
cuando les veíamos mostrarse el amor mutuo. Algo que hacían a
menudo y bien.
En las conferencias de FamilyLife, Barb y yo mostramos un video en el
cual una mujer se vuelve a su esposo y simplemente dice: -Quiero
ser... vieja y estar junto a ti.- La gente se ríe a la vez que llora, y no
importa cuántas veces veo ese video, sonrío y se me humedecen los
ojos. Así es como quiero terminar con Barb. Siendo “viejo” y estando
junto a ella.
Barb le animó en su capítulo referente a la amistad a entrar al mundo
de su esposa, abrirse con respecto a las cosas del día y a que sean los
mejores amigos. Nada demasiado complicado señores. Sólo implica el
estar el uno con el otro y vivir la interdependencia que Dios diseñó
para usted. ¿Significa eso que usted debe actuar igual que sus
amigas? No. Ella no quiere eso, y usted tampoco. Por el contrario,
significa que usted debe aportar su masculinidad (diseñada por Dios) a
la relación, suavizándola un poco. Implica que usted salga de sí mismo
y no sólo se sintonice con el mundo de su esposa, sino que también
abra el suyo propio a ella. Significa expresarle amor a su esposa al
recordarle que ella se pone mejor y mejor cada día.
La clave para la compañía en el matrimonio es un compromiso, una
seguridad y una integridad firmes cual roca. Barb y yo lo vimos en
Connie y Cleve. También lo vi en mis propios padres. Y al final de la
carrera, quiero que nuestros hijos digan que vieron eso en Barb y en
mí.

El mejor matrimonio que jamás vi


Quiero finalizar mi parte en este libro contándoles acerca del mejor
matrimonio que jamás presencié. Fue el matrimonio de mis padres.
Mis padres se conocieron en un pequeño colegio privado de secundaria
en Chicago en los años 30. Salieron por varios años y se casaron en
1941. Papá fue al extranjero a servir en la Segunda Guerra Mundial, y
luego de regresar a casa, durante los siguientes trece años, tuvieron
cuatro hijos. Hubo muchas risas en el hogar de John y Audrey

258
Rosberg, pero también hubo tiempos dolorosos de enfermedad y
dificultades financieras.
Aprendí sobre el matrimonio no sólo por lo que mis padres decían, sino
también por lo que ellos hicieron. Observé a mi padre honrar a mi
madre sobre todos los demás. Observé a mi madre estar junto a mi
padre en las buenas y en las malas. Bebí del pozo de la seguridad y el
compromiso durante las luchas de nuestra familia con la polio, el
cáncer, y los repentinos ataques cardíacos. Los vi crecer en
profundidad por medio de las pruebas de la vida. Vi a mi madre
comenzar a tener una relación personal con Jesucristo durante uno de
los momentos más estresantes de su vida: la pérdida del negocio de la
familia. Tuve el gozo de llevar a mi padre a una relación personal con
Jesucristo durante la celebración de su cumpleaños número setenta y
cinco. Los observé danzando en la cocina sin música y vi cómo el
corazón tierno de mi padre enjugaba las lágrimas de mi madre desde
el otro lado de la habitación con sólo mirarla. No los vi comenzar, pero
los vi terminar. Y como pareja terminaron firmes.
Estando en pie en una habitación de hospital el 3 de febrero de 1996,
vi a mi madre dejar ir a los brazos de nuestro Padre celestial a quien
había sido su esposo por cincuenta y cuatro años. Cuando papá
abandonó la lucha con un tumor cerebral y una falla cardiaca, dejó ir
su cuerpo y recibió un nuevo cuerpo del Señor.
Unos veinte minutos antes de que papá entregara su último aliento,
mamá y yo estábamos tomando sus dos manos y orábamos por él.
Entonces mi madre hizo algo que nunca olvidaré. Se paró en forma
erguida, y como si no estuviera hablando a nadie en particular sino a
quien tuviera oídos para oír, ella proclamó: -Gary, tu padre es un buen
hombre. Es un hombre honesto. Y es un hombre amoroso.- A lo cual
yo le respondí junto a mis lágrimas que corrían por mis mejillas: -
Mamá, después de cincuenta y cuatro años de matrimonio, ¿qué más
se podría pedir?-
Momentos después mi padre murió. El mejor hombre que yo jamás
conocí estaba en casa con Jesús. ¡Cómo anhelo verlo al otro lado!
Las palabras de Pablo a los Romanos resuenan en mis oídos al escribir
estos últimos párrafos. “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a
su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno
por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:6-8).
Jesús murió por un buen hombre llamado John Rosberg. También
murió por usted y por mí. Todo lo que necesitamos hacer es recibir a
Cristo. Las últimas palabras de mi madre para papá confirmaron que
era un buen hombre. Es verdad. Tal y como su esposa y sus hijos
están observando su propia historia, yo estaba allí, observando el

259
matrimonio de mi padre y mi madre. John Rosberg era un hombre
bueno, y tuvo un matrimonio maravilloso. Eso, amigos, es lo que yo
busco para mi propia historia.
Oro para que usted se esfuerce en satisfacer las necesidades de amor
de su esposa y procure un matrimonio maravilloso.
1
Para que tenga más aliento y ayuda en cuanto a la identificación de
las ocho áreas de peligro para el hombre, le sugiero que lea mi libro
Guard Your Heart (Sisters, Oreg.: Multnomah, 1994).

CAPÍTULO 12

Palabra final de Barb para las mujeres

Recientemente, Gary y yo estábamos transmitiendo nuestro programa


semanal de radio desde lugares diferentes. Yo estaba en Des Moines
en el estudio de WHO, y Gary estaba en Nebraska, en una conferencia
de Cumplidores de Promesas, entrevistando al entrenador Bill
McCartney. Durante la entrevista, el entrenador habló cándidamente
del daño que había ocasionado en la vida de su esposa. Su mayor
remordimiento era no haberle permitido a Lyndi experimentar sus
propios sueños. A través de lágrimas que caían en forma intermitente,
dijo que quería cambiar las cosas, y que había tomado el compromiso
intencional de hacer los sueños de ella realidad. El sentir del corazón
de este hombre fue expuesto delante del mundo entero.
Cuando la entrevista concluyó, Gary habló conmigo por la onda de
radio y preguntó: -Barb, ¿qué te parece lo que el entrenador acaba de
decir?-
Emocionada por la entrevista, rápidamente le dije: -Estoy esperando
que mi esposo me pregunte cuáles son mis sueños.-
Su tierna voz respondió; -Bien Barb, ¿cuáles son algunos de tus
sueños?-
No pude resistirme en decir, -Gary, cariño, creo que deberíamos tener
otro bebé.- Escuché la explosiva risa que le ocasionó mi broma a
través de las ondas de radio. Gary se había caído de la silla; mi
esposo, a quien en general le gusta hablar, se había quedado sin
habla.
Antes que Gary regresara a casa de ese evento, pensé seriamente
acerca de cuáles eran mis sueños. Por el resto de ese fin de semana

260
pasaba tiempo contemplando a través de la ventana de la cocina,
preguntándome si mi meta de caminar junto a mi esposo, ayudándole
a transformarse en alguien efectivo en el ministerio había hecho que
yo abandonara mis sueños. Pensé mucho en eso, como estoy segura
que usted misma lo habrá hecho también.
¿Mi conclusión? Pese a que no me avergüenza admitir que hay una
tendencia ambiciosa dentro de mí para impulsar mi vida e influencia al
máximo, concluyo que mi mayor ambición es ser la mejor esposa que
puedo ser, haciendo todo lo posible para satisfacer las necesidades de
amor de Gary y procurar un matrimonio genial. Como tengo un esposo
que está comprometido con la misma meta, el sueño se ha hecho una
realidad. Nuestro matrimonio no me ha apartado de mis sueños. Ha
sido la razón para ellos.
Muchas mujeres que lean estas páginas finales podrán decir la misma
cosa. Su esposo y su matrimonio les ha complementado en todo el
sentido de la palabra.
Muchas mujeres, sin embargo, no pueden decir eso. El abismo entre
usted y su esposo parece ser demasiado ancho como para edificar un
puente. Sentimientos heridos, palabras dañinas, recuerdos dolorosos,
y meses de desatención la han dejado sintiéndose no solo como si la
emoción se hubiera esfumado, sino que también la esperanza se ha
ido.
Lo que usted enfrenta es algo que yo llamo “la prueba.” Conozco pocos
matrimonios que no hayan pasado por “la prueba.”
Como toda pareja matrimonial, Gary y yo hemos tenido nuestra cuota
de altibajos normales: enfermedad, graduación, nuevos niños,
momentos en los que ignoramos las necesidades del otro cónyuge.
Pero a través de todo hemos estado comprometidos a enfrentar estos
altibajos juntos, como un equipo. Con la ayuda de Dios hemos
navegado por aguas peligrosas y hemos resistido muchas pruebas. Y a
través de cada una hemos pasado hacia el otro lado con mayor
determinación, devoción, y un amor más profundo, porque
sobrellevamos este efímero viaje juntos. Pero ninguna de ellas llegó a
ser lo que llamo “la prueba.”
Hasta que al final nos llegó. La prueba que nos podría haber
aniquilado.
Poco después de morir el padre de Gary, sentimos como si la vida
chocara contra nosotros tal y como aquel iceberg golpeó al Titanic.
Gary luchaba con su tremenda tristeza y pérdida. Las presiones de las
demandas ministeriales le retrasaron para que se tomara tiempo de
lidiar con algunos pasos del proceso del sufrimiento. Con el tiempo se
hacía dolorosamente evidente que Gary estaba en una depresión.
Debido a que éramos un equipo comprometido, sin embargo, me
enfrenté a esta prueba no como alguien que la miraba de cerca, sino

261
como una activa participante. La misma estropeó nuestras almas y
luego resultó ser una amenaza para nuestros expuestos corazones. Por
momentos sangramos por este ataque, estando vulnerables por el
mucho trabajo y la sequedad emocional.
“La prueba” de nuestro matrimonio había llegado.
Algunos días fui a trabajar con Gary, y otros días él decidía quedarse
en casa. Durante esas negras horas, cancelé todo lo que tenía en mi
calendario, sólo para sentarme y estar con él, abrazándolo, mientras él
procesaba su tristeza. Ninguno de los dos podía comprender qué
estaba pasando. Algunas veces el vivir un día a la vez parecía
demasiado. Nos reducíamos a vivir cinco minutos a la vez.
Tal como usted, yo soy una mujer a quien le gusta la vida que tiene
una apariencia de seguridad, así que, para decir lo mínimo, yo estaba
asustada. Esta debilitante depresión dejó a nuestra familia noqueada
de golpe, y me sentí absolutamente indefensa. Pero necesitaba algo de
control. Públicamente incrementé mis responsabilidades en nuestros
negocios y ministerio para compensar la ausencia de Gary. En privado
lloraba por la angustia y la convulsión por la que Gary estaba
atravesando. Nuestro hogar siempre había estado empapado de amor,
lleno de calidez y risas. Durante la depresión de Gary, todavía
teníamos nuestra cuota de momentos más aliviados, pero en general
cada día parecía ser más de lo que yo podía resistir. Estaba caminando
sobre mi propia cuerda floja. Para ser honesta, a veces me sentía
como si estuviese muriendo y cayendo en picada hacia el infierno
privado de él, y precisamente junto a él.
Una mañana temprano, yo estaba llorando sin controlarme en la
oración. Los recuerdos de nuestra casa llena de amor me sobrevenían.
Sólo podía pensar en querer volver en el tiempo a como las cosas
habían sido siempre. Un hogar en el cual los brazos amorosos de Gary
habían siempre servido para consolar y confortar. Un hogar en el cual
mis lágrimas eran enjugadas por su pañuelo blanco. –¡Oh Dios,
llévame a casa!- sollozaba. Los recuerdos de mi niñez, del consuelo de
mi madre inundaban mi mente, así como también las memorias de
cuando me arrastraba para subir al regazo de papá, donde encontraba
el refugio de la protección masculina. Cómo anhelaba el hombro de mi
padre, sobre el cual podría enterrar mi cabeza y llorar. En mi agonía
privada supliqué: -Por favor, Dios, fortalece a mi esposo.- Estaba
exhausta de pelear la batalla con él. Me sentía quebrantada y molida.
Fue en ese momento que el inescrutable amor de Dios me abrazó. Él
fue mi compañero en el medio de mi batalla. Entendí a Dios como si él
me dijera: -Permíteme ser tu esposo, y enjugaré tus lágrimas.
Permíteme ser como una madre y te consolaré. Ven, siéntate sobre mi
regazo, y seré un padre para ti.-

262
En la privacidad de mi comedor, estando arrodillada en nuestra
alfombra azul, Dios se reunió conmigo y me condujo, tal y como un
pastor gentil lleva a la oveja quebrada y herida. En esa hora transferí
mis necesidades a Aquel que lleva todas mis cargas. Mateo 11:28-29
nos recuerda claramente: “Venid a mí todos los que estáis trabajados
y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis
descanso para vuestras almas.”
Por alguna razón, a medida que Dios continuaba purgando el dolor de
Gary, sentí una inconfundible pasión y un amor más profundo por
Dios. A Gary le demandó mucho valor que caminara por el valle de
sombras de muerte, pero si existe alguna dimensión superior del gozo
de enfrentar esta batalla, la misma consiste en que pasamos por esta
prueba juntos.
Atravesar esta prueba fue difícil para nosotros. Pero nuestra
experiencia en la misma nos da un cimiento firme para atravesar
cualquier otra que Dios permita que enfrentemos. Tenemos esperanza
porque se nos recuerda lo siguiente: “Y no sólo esto, sino que también
nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la
esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”
(Romanos 5:3-5).
Mi perspectiva con respecto a las pruebas ha cambiado. Ya no tengo
tanto temor de enfrentarlas porque sé que en realidad producen algo
bueno en mi vida. Las personas continuamente nos preguntan de
dónde obtenemos nuestro gozo. Si usted no nos conociera bien,
probablemente pensaría que no tenemos ninguna carga que
sobrellevar. Bueno, ahora ya sabe que sí. Así como usted, nosotros
tenemos cargas. ¡Pero también tenemos mucho gozo! Si usted ve paz,
vida, y gozo es debido a que, al igual que usted, tenemos un Padre
celestial que provee un refugio en las tormentas, un cielo tan firme y
seguro que ningún poder de la tierra puede conquistar.
Ya sea mi matrimonio o el suyo, los matrimonios maravillosos son a
menudo forjados por medio de pruebas. En alguna etapa particular de
su matrimonio, su vida puede quedar fuera de control. Sin embargo,
Santiago 1:2-4 nos dice, “Hermanos míos, tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa,
para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”
(Santiago 1:2-4).
Así que no mire a las pruebas como sus enemigas. A medida que las
atraviesa de la mano con su esposo, esfuércese por satisfacer sus

263
cinco principales necesidades de amor, para que puedan tener un
matrimonio genial.
¿Pero qué diremos de los tiempos normales de nuestro matrimonio? Si
su matrimonio está libre de pruebas mayúsculas en este punto de su
vida, ¿cómo puede obrar para preparar su relación de manera que
resista la irritación más pequeña o “la prueba” que puede venir en
algún momento futuro? He leído las palabras de Gary, y realmente ha
sido un buen entrenador para usted (y para mí). Pero permítame
agregar mis propias reflexiones para cada una de las cinco principales
necesidades de amor de su esposo.

Ámelo incondicionalmente
En el corazón de todo hombre, existe el anhelo de ser amado
incondicionalmente. Desafortunadamente, hemos sido educados en
una cultura que está más preocupada por la imagen que por la
autenticidad. Incluso la más pequeña debilidad en los primeros años
de un hombre puede haber condicionado involuntariamente a su
marido a colocarse una máscara. Y como el fantasma del Fantasma de
la Ópera, puede que aún tenga una porción de su máscara adherida
para cubrir cicatrices y viejas heridas que nunca fueron sanadas por
completo. La máscara más común para la mayoría de los hombres es
usada para ocultar el temor, el temor de fallarle a usted.
Un rol esencial que usted juega para su esposo es ayudarle a quitarse
esa máscara. Dios le ha dotado generosamente con la habilidad
natural de ser gentil y amorosa. Demuestre estas cualidades siendo
transparente con sus propias debilidades, para mostrarle a él cómo
quitarse la máscara que puede estar allí desde hace años. A las
generaciones pasadas no se les enseñó a ser completamente
transparentes en sus hogares. Si su esposo está actuando como si
nada malo le hubiera pasado nunca, está cantando la vieja y familiar
melodía del Fantasma.
Todos pasamos por diferentes niveles de dolor, heridas, y dificultades.
Y a medida que usted transita esas rutas problemáticas, hágale
sentirse cómodo al ser auténtico, sin ninguna máscara. Hágale sentirse
muy bien, cosa que no sienta deseo de colocársela nuevamente.
¿Cómo? Cuatro sugerencias:
1. Sea su “admiradora.” La perspectiva que usted tiene de la vida
cuenta. Determina cuán seguro su esposo se sentirá al abrirse.
Si usted es tierna y compasiva, su esposo se sentirá seguro de
hablar sobre lo que sucede dentro de él. La vida puede que lo
lastime, y los desengaños pueden quebrantarlo, a menos que
sienta el apoyo total por parte suya. Él no necesita una mujer
que le diga que sí a todo, no necesita una sonrisa falsa,
independientemente de la situación. Pero cuando él sabe que

264
usted habrá de alentarlo en los tiempos buenos así como en los
malos, la emoción que usted le brinde puede ser exactamente la
energía que necesita para esforzarse.
2. Sea cariñosa. Dele a su esposo toneladas de momentos de
ternura antes que comience la batalla de su día. Envuélvalo en
sus brazos cuando aún están en la cama. Hágalo sentirse seguro
cuando lo abraza. Es raro que un esposo no anhele esos
momentos con su esposa.
3. Lea su estado de ánimo. Los esposos tienen diferentes humores,
así como las esposas, pero la masculinidad de su esposo le sirve
para mantener esos estados de ánimo escondidos. Gary es un
hombre feliz. Cuando sale para la oficina en la mañana, está
tranquilo y es abierto. Pocas horas después, sin embargo, le veo
en la oficina y me siento a veces retraída cuando veo que su
humor a menudo cambia de positivo a preocupado y estresado.
Siempre me olvido que se ha colocado sus implementos de
batalla para entrar en su zona de guerra, no porque su oficina
sea un lugar incómodo, sino porque el mundo laboral suyo está
lleno de estrés.
Estudie a su esposo, conózcalo, y asegúrese que nunca usará su
estado de ánimo como un arma contra él. Cuando él se dé
cuenta que usted se está esforzando por amarlo
incondicionalmente en sus cambios de humor, podrá relajarse y
regresar a ser el hombre que veía en la mañana.
4. Habilidad para escoger el momento lo es todo. Gary, así como su
esposo, enfrenta momentos de estrés en su trabajo. Itinerarios
muy cargados, fechas límite, presiones financieras, así como
también las cosas de rutina. Si un colega no es sensible a la
carga pesada que él está manejando y lo presiona para que lleve
aún más, incluso el Sr. Equilibrado no lo resistiría. Como esposa,
necesita ser sensible a la carga que su marido está llevando, así
como usted necesita que él considere su propia carga.
Sintonícese a él. No cometa el error de ser negligente en cuanto
a entender las luchas por las que él pasa. Usted no querría
colocar sobre él, aunque sea sin intención, algo que pueda
agregarle peso al mundo que él siente que ya está cargando.
Es un asunto de escoger el momento. No significa que usted
deba evitar ciertos temas con su esposo cuando él regresa a
casa del trabajo; simplemente significa que retendrá algunos
hasta después que haya comido y haya tenido oportunidad de
sentirse aliviado. Ahí estará más abierto para escucharle, y
podrá decirle que la cuenta del banco está sin fondos, que tuvo
un problema con el automóvil, o que su hijo adolescente pasó
otra tarde en la oficina del director del colegio.

265
Satisfaga su necesidad sexual
Lo sorprendente de que la necesidad sexual haya sido colocada en
segundo lugar es sobrepasada sólo por el hecho de que no haya sido
puesta en tercer, cuarto y quinto lugar también.
Esta necesidad enfatiza las diferencias entre los hombres y las
mujeres, casi al punto de la exasperación. Gary está en lo correcto
cuando dice que los hombres deletrean intimidad como S-E-X-O y las
mujeres como H-A-B-L-A-R.
Usted puede ayudar a acercar esas diferencias comunicando que su
seguridad para expresar su sexualidad está basada en la forma en que
él la trata fuera del dormitorio. Si su esposo está interesado en tener
intimidad sexual con usted en la noche, necesita comenzar por
sintonizarse con su mente y emociones cuando se levanta en la
mañana. Los hombres necesitan escuchar que tener una relación
sexual fabulosa, es el fruto de la totalidad de la relación matrimonial
(cómo la trata en las demás habitaciones de la casa). Es la atmósfera
del matrimonio lo que la estimula o la enfría en relación con su esposo.
No se olvide que la mayoría de los hombres piensan que una gran
parte de su masculinidad está en su sexualidad. El hombre normal
anhela que su esposa se abra a sus avances y que le responda en una
forma positiva. De otra forma, si hay un rechazo continuo con el
transcurso del tiempo, puede que él le cierre su espíritu. Para ser
honesta, la mayoría de nosotras las mujeres no tenemos idea de lo
vulnerables que son nuestros esposos en los temas sexuales. Yo sí sé,
sin embargo, que cuando le respondo a mi esposo y disfruto su
sexualidad, le ayudo a incrementar sus sentimientos de seguridad
masculina. Tener una buena vida sexual a menudo le traerá gozo en
todas las áreas de su vida. Lo contrario también es cierto. Una vida
sexual frustrante que no logra entender el ritmo de él, es una
invitación al diablo para tentar a su esposo más allá de lo que puede
soportar.
La mayoría de los hombres anhelan darle placer a su esposa,
especialmente a medida que envejecen. Puede que su esposo no le
diga esto, pero es un hecho bien documentado. Si usted resiste los
avances sexuales de su esposo, no sólo saldrá perdiendo, sino que
esta actitud puede lograr que él se cierre.
Pregúntele a Dios: -¿Qué es lo que está obstaculizando que tengamos
una vida sexual saludable?- Él se lo mostrará con amabilidad. Puede
que sea una actitud resentida. O puede haber temas más profundos
que deben ser resueltos: un comportamiento sexual pasado, adulterio,
aborto, o abuso sexual. Los hombres y las mujeres que han enfrentado
estos problemas pueden testificar sobre el serio impacto que tienen en
la capacidad de la persona de disfrutar una relación sexual saludable.

266
Si esto no es atendido, estos temas pueden robar el gozo de la
intimidad de su corazón. Si usted ha sido herida y lastimada por
alguien, entonces llévelo a su Padre celestial en oración. Él es un
Consejero maravilloso que anhela que usted corra a sus brazos, para
sentir tranquilidad frente a todos esos temores y sentimientos de
culpa.
Haga lo que deba hacer para lidiar con el dolor, y pídale a Dios que le
permita tener un nuevo comienzo en el área sexual con su esposo. Si
usted ha sufrido abuso, puede encontrar ayuda en el libro de Dan
Allender, The Wounded Heart y en el libro de Diane Langberg, On the
Threshold of Hope.1 Lea estos libros con un marcador a mano, e
identifique las áreas que se relacionan con su situación. Luego dele el
libro a su esposo, y pídale que lea lo que ha subrayado. Ayúdelo a
entender lo que usted está pasando. No lo haga sola.
La parte más importante de la relación con su esposo es la actitud de
su corazón hacia él. Si existe aunque sea una huella de cosas que no
estén resueltas: ira, resentimiento, rencor, o duda, se manifestará en
su relación sexual. Su actitud afecta su habilidad de abrirse, confiar, y
estar interesada genuinamente en su esposo. El hecho es que, si usted
no está relajada y muestra interés en él, de cualquier forma él se dará
cuenta que algo anda mal.
¿Acaso hay ira o resentimiento que están construyendo una pared
entre usted y su esposo?
Confiéselo, confíe en él, y deje ese sentimiento a un lado.
Otros consejos:

 Nunca se vaya a acostar enojada. La ira le roba la intimidad. Si


existe una tensión no resuelta en su relación, generalmente se


manifestará en el dormitorio.
Dele a su esposo consejos (fuera del dormitorio) sobre cosas que
podrían ser modificadas en el mismo: interludios más
prolongados con él, cosas que a usted le gustan, y cosas que


preferiría cambiar.
Confiese cualquier actitud que esté creciendo dentro de usted y
robándole el gozo que tiene con su esposo. Antes de que dos
corazones puedan tocarse, los mismos deben estar abiertos y


limpios.
Enfrente la oscuridad. Más y más mujeres creen que a sus
esposos les gusta la pornografía. Esto debe llegar a su fin. Los
hombres llevan esta oscuridad a sus camas. Ellos deben ver el


valor de mantener el lecho matrimonial puro.
Ore por su vida sexual. El invitar al creador del sexo a que esté
en esa área del matrimonio es asombroso. Qué manera tan
maravillosa de disfrutar plenamente de su esposo.

267
Disfrute de su mejor amigo
Cuando usted tiene un secreto para compartir, una carga que quitarse
de encima, o un triunfo especial, ¿en general se lo cuenta a un
conocido o a su mejor amigo? Yo le cuento a mi mejor amigo: Gary.
El gozo se experimenta a plenitud en el matrimonio cuando usted le
quita el cerrojo a la puerta que hay entre dos corazones. La verdadera
amistad con su esposo satisfará su corazón y le dará esperanza para
que compartan la intimidad.
Recuerde que usted y su esposo ven la amistad en forma diferente.
Usted probablemente valora la intimidad emocional en una amistad.
Su esposo necesita que usted tenga una expectativa real de lo que la
amistad puede ser. Pero sea cuidadosa. Sin quererlo puede que lo
estemos buscando para satisfacer todas nuestras necesidades
emocionales, y eso puede hacerlo sentirse sofocado. Él no está hecho
para satisfacer todas sus necesidades de amistad. Usted aún necesita
sus amigas también. Pero esté más cerca de él, y construya el
cimiento de la amistad. Recuerde, es difícil para un hombre abrirse. Él
teme parecer estar fuera de lugar y no quiere quedar mal delante de
usted. Esté consciente de que él no necesita el perfeccionismo de
parte suya. Él necesita una red de seguridad que le permita ser él
mismo y saber que usted le amará profundamente, pase lo que pase.
Satisfaga las necesidades de amistad de su esposo al unirse a las
actividades que están relacionadas con su trabajo y a su recreación.
Puede que le encante cazar, pescar, el golf, correr, o ir a los juegos de
pelota. A él le gusta cuando usted se interesa en su mundo. ¿Acaso no
tiene sentido eso? Gary y yo hemos aprendido a involucrarnos cada
uno en los variados intereses del otro. Yo me he unido a él y
esquiamos montaña abajo, también buceamos y nadamos con manta
rayas. Incluso estamos planeando nadar con delfines en un futuro
cercano. Cuando estoy cerca de Gary, trato de hacer cosas que nunca
escogería por mi cuenta, pero las hago sencillamente porque es muy
divertido para nosotros. ¿Qué podría hacer usted para entrar al mundo
de su esposo y desarrollar su amistad?

Anímelo
Gary compartió en el capítulo 1 que varios años atrás perdimos la
mitad de nuestros ingresos luego de una llamada telefónica. Mi
oportunidad de animar a mi esposo fue puesta a prueba. A medida que
él me contaba la historia, escuché los detalles. Cuando terminó, todo
lo que podía pensar era: Vaya, él tiene integridad. ¡Me fascina!
Cuando pienso que estoy casada con un hombre íntegro, me siento
muy enriquecida como mujer. Yo prefiero esa valiosa característica de
mi esposo por sobre cualquier cosa que el dinero pudiera comprar.

268
Todo lo que sabía era que Dios siempre había cuidado de nosotros y
que seguiría proveyendo para el futuro. La obediencia de Gary era mi
seguridad. Pese a las implicaciones espirituales de nuestra necesidad
financiera, Gary aún necesitaba mi apoyo y yo creía en él. ¡Y le
aseguro que lo obtuvo!
Sus palabras significan mucho para su esposo cuando él atraviesa
tiempos de incertidumbre. Frecuentemente recuérdele a su esposo que
pase lo que pase, usted estará junto a él. Él nunca se cansará de
escuchar elogios por parte suya. Dígale cosas que lo animen, tales
como: -Estoy orgullosa de ti.- -Estoy tan feliz de haberme casado
contigo.- -Veo a Dios obrando a través tuyo.- -Admiro tu (nombre una
virtud).- Muéstrele lo mucho que lo ama, no por lo que gana, sino por
su carácter y presencia en la vida suya.

Edifique la intimidad espiritual


Anhelo ser amada y conducida con ternura a la Cruz por mi esposo.
Pero, al igual que usted, algunas veces me resisto a ese liderazgo y
quiero controlar mi vida. Cuando escojo liderar en vez de seguir, estoy
eligiendo algo de segunda categoría. Pierdo el equilibrio, como si fuera
una lavadora sobrecargada, y le traigo tensión a nuestro matrimonio.
Quiero vivir mi vida con Dios como mi principal prioridad. Dios debería
siempre ser mi Padre, mi Esposo y mi Mejor Amigo. ¿Por qué? Porque
sé que sólo él puede satisfacer algunas de mis necesidades más
grandes. Dios creó esas necesidades, y sólo un Dios perfecto puede
satisfacerlas. Cuando experimento el amor incondicional de Dios, me
llena hasta desbordar. ¿Y quién es el que más se beneficia además de
mí? Gary.
No cometa el error de hacer que su esposo se siente en el trono en el
cual sólo Dios debería estar. Continúe aprendiendo el secreto de vivir
la vida con un auditorio de Una persona.
Si su esposo está luchando en alguna área, ore por él, hable con él si
se abre a eso, y luego permita que Dios obre en su corazón. Dios
gradualmente abrirá sus ojos espirituales, a medida que usted
obedezca el mandamiento espiritual de ganarlo con un “espíritu afable
y apacible” (1 Pedro 3:4). Usted cumple un papel fundamental en lo
respecta al desempeño de su esposo guiando a su familia en la
dirección correcta. Pero usted no podrá hacerlo con un bate en la
mano. Tiene que permitirle a Dios hacerlo a Su tiempo.

Los cuatro poderes


Satisfacer todas las necesidades de amor de su esposo también
implica no intentar hacerlo en su propia fuerza. No se puede. He
descubierto cuatro cosas que puedo hacer para asegurarme que sea el
poder de Dios que haga la obra, y no el mío propio. Llamo a estas

269
cosas los cuatro poderes. No son cosas completamente diferentes de
lo que haya escuchado antes, pero funcionan.
Tiempo personal y diario leyendo la Biblia. Me fascina La Biblia en Un
Año. La misma provee lecturas diarias del Antiguo y Nuevo
Testamento, Salmos y Proverbios. Encuentre un lugar donde pueda ir
y esconderse de todo para pasar tiempo con Dios y su Palabra. Luego
aplique lo que las Escrituras le enseñan respondiendo a su esposo en
una forma piadosa.
Oración. No deje pasar un día sin orar. Yo invoco al Señor en mis
pensamientos (y a veces en voz alta) muchas veces durante el día. Si
realmente quiere satisfacer las necesidades de amor de su esposo y
tener un matrimonio grandioso, entonces usted debe humillarse e ir
hacia la infinita sabiduría del Dios poderoso. Comience cada oración
con palabras de gratitud y alabanza por lo que él ha hecho en su vida.
Comparta con una amiga. Cuando estoy pasando por aguas profundas,
me apresuro a llamar a mis compañeras de oración. Julie Pigneri y Pat
Homertz me responden con la misma rapidez, ya sea personalmente o
por teléfono. Este compañerismo con otras mujeres con un corazón
semejante al mío realmente es efectivo.
Provisiones del pasado por parte de Dios. Cuando el desánimo la
apuñale en la oscuridad, agradézcale a Dios por cómo él ha obrado en
el pasado. Ni usted ni yo sabemos qué nos depara el futuro, pero
sabemos que hay Alguien que sí sabe. Él promete que nunca nos
dejará ni nos desamparará. Y recuerde, él es el mejor cumplidor de
promesas.

Mis padres me enseñaron muchísimo en cuanto a lo que es tener sed


de Dios. Jack y Colleen Bedford me proveyeron un hogar que crecía en
amor familiar, y estoy muy agradecida por eso. Su compromiso
matrimonial de treinta y nueve años estableció mi cimiento y solidificó
mi creencia en la seguridad y permanencia del matrimonio. Desde que
yo era una niña, mi querida madre oraba por el hombre con quien yo
me casaría. Esas oraciones contribuyeron a hacer de Gary el hombre
maravilloso que es hoy día.
Mi padre, un ex miembro del cuerpo de marinos, siempre se aseguró
que nuestra casa estuviera como si fuese un barco de la marina.
Estableció reglas duras para asegurarse que su hija fuera honrada.
Nunca olvidaré el día cuando llevé a Gary a que conociera a mis
padres; yo tenía diecinueve años. Le dije a mi padre que iba a ir a la
iglesia sola aquella tarde. Él estaba caminando por la sala de estar
cuando escuchó eso, y mi proclamación de independencia le hizo
detenerse ahí mismo.
Miró a Gary y dijo: -Ninguna hija mía va a la iglesia sola.- Sin tener
dónde esconderse, Gary se ofreció no de muy buena gana. Ese era el

270
último lugar al cual él quería ir. Papá hizo que Gary fuera a la iglesia, y
Dios hizo el resto. Esa noche observé y escuché cómo Gary supo por
primera vez del amor incondicional de nuestro Padre celestial. La
mayoría de las personas se asustaban del lado duro de mi papá, pero
yo podía ver más allá, podía ver su maravilloso y tierno corazón. Él
todavía es uno de mis héroes.
Un matrimonio maravilloso no es un sueño; es una elección. El
satisfacer las necesidades de amor de su esposo no es una opción; es
un deber. Es decidir juntos que a partir de este día, su relación habrá
de cambiar. Es decidir satisfacer estas cinco necesidades de amor
principales e ir más allá de éstas, hasta completar la lista. Pero por
sobre todo, un matrimonio maravilloso consiste en un comprometido
equipo de tres personas. Cuando usted y su esposo conocen a Dios y
le colocan en primer lugar en todo lo que hacen, él promete bendecir
su matrimonio.
Gary y yo nos esforzaremos por satisfacer nuestras necesidades
mutuas de amor, y procuraremos tener un matrimonio maravilloso, y a
medida que lo hacemos, oro por verle a usted junto a nosotros,
procurando lo mismo para el suyo.
1
Dan B. Allender, The Wounded Heart: Hope for Adult Victims of
Childhood Sexual Abuse (Colorado Springs, Colo.: NavPress, 1990); y
Diane Mandt Langberg, On the Threshold of Hope: Opening the Door
to Hope and Healing for Survivors of Sexual Abuse (Wheaton, Ill.:
Tyndale, 1999).

271
APÉNDICE

Los resultados aquí mostrados representan la información categórica


que surgió de nuestra encuesta a 700 parejas en 8 ciudades. A cada
esposo y esposa le dimos una lista con 20 necesidades y les pedimos
que las ordenaran de acuerdo a su importancia.

Necesidades de los esposos

1. Amor y aceptación incondicional

2. Intimidad sexual

3. Compañerismo

4. Aliento y afirmación

5. Intimidad espiritual

6. Confianza

7. Honestidad y franqueza

8. Comunicación e intimidad emocional

9. Relaciones familiares

10. Ser deseado

11. Apoyo en la profesión

12. Proveer y proteger

13. Tiempo personal

14. Compresión y empatía

272
15. Admiración

16. Seguridad y estabilidad

17. Importancia

18. Romance

19. Apoyo en actividades domésticas

20. Contacto físico no sexual

Necesidades de las esposas

1. Amor y aceptación incondicional

2. Comunicación e intimidad emocional

3. Intimidad espiritual

4. Aliento y afirmación

5. Compañerismo

6. Relaciones familiares

7. Honestidad y franqueza

8. Contacto físico no sexual

9. Seguridad y estabilidad

10. Romance

11. Confianza

12. Comprensión y empatía

13. Intimidad sexual

14. Tiempo personal

273
15. Ser deseada

16. Apoyo en actividades domésticas

17. Proveer y proteger

18. Importancia

19. Admiración

20. Apoyo en la profesión

LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR.

1- Palabras de afirmación.
2- Tiempo de calidad.
3- Recibiendo regalos.
4- Actos de servicio.
5- Toque físico.

Lenguaje Nº l: Palabras de afirmación.

Una manera de expresar amor es utilizar palabras que edifiquen. Los


cumplidos verbales por palabras de aprecio son poderosos
comunicadores de amor. Se expresan mejor en afirmaciones directas
y simples tales como:
- Te ves muy bien con ese vestido.
- ¡Siempre luces muy bonita con ese vestido.! Estas linda.
- Eres la mejor cocinera del mundo.

EL PROPÓSITO DEL AMOR NO ES LOGRAR ALGO QUE USTED


QUIERE SINO HACER ALGO POR EL BIENESTAR DE LA PERSONA QUE
AMA. SIN EMBARGO, ES UN HECHO QUE CUANDO RECIBIMOS
PALABRAS ESTIMULANTES NOS SENTIMOS MUCHO MAS
GUSTOSAMENTE MOTIVADOS PARA RETRIBUIR.

274
Los cumplidos verbales son muchos mas grandes motivadores que
las palabras de regaño.

PALABRAS DE ÁNIMO:
La expresión de ánimo significa “inspirar valor”. Todos nosotros
tenemos aspectos en lo que nos sentimos inseguros. Nos falta valor, y
esa falta de valor a menudo nos impide hacer las cosas positivas que
nos gustaría hacer.

EL ANIMAR REQUIERE SIMPATIZAR Y VER EL MUNDO DESDE LA


PERSPECTIVA DE SU CÓNYUGE. DEBEMOS PRIMERO SABER QUE ES
LO IMPORTANTE PARA NUESTRO CÓNYUGE.

La mayoría de nosotros tenemos más potencial del que nunca


desarrollaremos. Lo que nos detiene es a menudo la falta de valor. Un
cónyuge amante puede suministrar todos los catalizadores
importantes. Por supuesto, la palabras animadoras pueden ser difíciles
de expresar. Puede ser que no sea su lenguaje principal del amor.
Puede costarle un gran esfuerzo aprender este segundo lenguaje.

Así será especialmente si usted tiene una manera crítica y


condenatoria pero le aseguro que vale la pena el esfuerzo.

PALABRAS AMABLES
El amor es bondad. Por tanto si vamos a comunicar amor
verbalmente, debemos usar palabras bondadosas. Eso tiene que ver
con la manera en que hablamos. La misma frase puede tener dos
significados diferentes, dependiendo de como la diga. La declaración
“te quiero” dicho con bondad y ternura puede ser una genuina
expresión de amor. Pero que pasa con la frase: “¿te quiero?” los
signos de admiración cambian el sentido de estas dos palabras. A
veces nuestras palabras dicen una cosa, pero el tono de la voz dice
otra.
La manera en que hablamos es absolutamente importante, un
antiguo sabio dejo una vez: “la suave respuesta quita la ira”.
El amor no guarda un pontaje de errores. El amor no revive los
fracasos pasados. Ninguno de nosotros es perfecto; en el matrimonio
no siempre hacemos lo mejor o lo que es justo. A veces hemos hecho
o dicho, cosas hirientes a nuestro cónyuge. Si escojo la condena y
trato de pagarle de la misma manera o hacer que pague por su error,
me estoy haciendo el juez y haciendo de ella la malvada. La intimidad
se vuelve imposible. Sin embargo, si escojo perdonar, la intimidad
puede restaurarse. El perdón es la forma del amor.

275
SI VAMOS A DISFRUTAR DE UNA RELACIÓN INTIMA, NECESITAMOS
CONOCER LOS DESEOS DE CADA UNO. SI QUEREMOS AMARNOS EL
UNO AL OTRO, NECESITAMOS CONOCER LO QUE LA OTRA PERSONA
QUIERE.
Perdonar es una expresión de amor, “ te quiero, me importas y
decido perdonarte aunque mis sentimientos y heridas no desaparezcan
todavía, no permitiré que lo que ha pasado se interponga entre
nosotros. No eres un fracasado porque hayas fracasado. Eres mi
cónyuge y seguiremos juntos de aquí en adelante.” Esas son palabras
de afirmación expresadas en el dialecto de las palabras amables.

PALABRAS HUMILDES:
El amor hace peticiones, no demandas. Cuando demando cosas de
mi cónyuge, llevó a ser un padre y el un hijo. Si vamos a tener una
relación íntima, necesitamos conocer los deseos de cada uno. Si
queremos amarnos el uno al otro necesitamos conocer lo que la otra
persona quiere. La manera en que expresamos esos deseos sin
embargo, es absolutamente importante.
Ejemplo:
Pero la esposa que dice: si no limpias esas canaletas pronto van a
hacer caer la casa. ¡Ya hay árboles creciendo en ellos! Ella ha dejado
de amar y se ha convertido en una madre dominante. Cuando hace
una petición a su cónyuge, usted está afirmando su valor y capacidad.
Cuando usted hace demandas, ya no es un amante, sino un tirano. Su
cónyuge no se sentirá afirmado sino ha empequeñecido. Saber que mi
cónyuge me ama lo suficiente a responder a una de mis peticiones me
comunica emocionalmente que se preocupa de mi que me respeta,
que me admira, y que quiere hacer algo que me agrade. Así, una
petición crea la posibilidad de una expresión de amor, mientras que
una demanda ahoga esa posibilidad.

VARIOS DIALECTOS
Las palabras de afirmación son uno de los lenguajes básicos del amor.
Si usted no es un hombre o mujer de palabras, si ese no es su
lenguaje principal de amor pero que cree que puede ser el lenguaje
principal de su cónyuge, permítame sugerirle que lleve una libreta de
notas tituladas: Palabras de Afirmación.
El lenguaje de amor de una persona no es necesariamente el
lenguaje de amor de otra.

Lenguaje Nº 2: TIEMPO DE CALIDAD.

276
UN ASPECTO CENTRAL DEL TIEMPO DE CALIDAD ES LA UNIÓN. NO
ME REFIERO SOLAMENTE A LA PROXIMIDAD... UNIÓN TIENE QUE VER
CON UNA ATENCIÓN COMPLETA ENTRE LOS DOS.

UNIÓN:
Dos personas en la misma habitación están en estrecha intimidad,
pero no quiere decir que estén necesariamente juntos. La unión tiene
que ver con una atención completa entre los dos. Tiempo de calidad no
significa nuestros momentos juntos contemplándonos a los ojos;
significa que estamos haciendo algo juntos y que vamos a dar toda
nuestra atención a la otra persona.

CONVERSACIÓN DE CALIDAD:
La conversión de calidad es bastante diferente del primer lenguaje
de amor. Las palabras de afirmación se concentran en lo que estamos
diciendo, mientras que la conversación de calidad se concentra en lo
que estamos oyendo.

MUCHOS DE NOSOTROS ESTAMOS ENTRENADOS PARA ANALIZAR


PROBLEMAS Y BUSCAR SOLUCIONES. OLVIDAMOS QUE EL
MATRIMONIO ES UNA RELACIÓN, NO UN PROYECTO PARA SER
COMPLETADO NI UN PROBLEMA PARA SER RESUELTO.

Cosas importantes para desarrollar el arte de escuchar.


Mantenga contacto visual cuando su cónyuge habla. Eso impide
que su mente se distraiga y le asegura que tiene toda su atención.
No escuche a su cónyuge y haga algo más al mismo tiempo.
Recuerde: el tiempo de calidad da a alguien su atención total.
Escuche los sentimientos. Pregúntese: ¿que emociones está
experimentando mi pareja? Cuando piense que tiene la respuesta
verifique la respuesta.
Observe el lenguaje del cuerpo. Puños apretados, manos
temblorosas, lágrimas, seña frucisos, movimiento de los ojos, pueden
darse indicio que está sintiendo el otro. A veces el lenguaje del cuerpo
habla un mensaje, mientras las palabras hablan otro.
Rehuse interrumpir. Si yo le doy a usted mi total atención mientras
habla debo refrenar de defenderme o hacer acusaciones. O de declarar
dogmáticamente mi posición.

APRENDER A CONVERSAR.
SI NECESITA APRENDER EL LENGUAJE DE CONVERSACIÓN DE
CALIDAD, COMIENCE NOTANDO LAS EMOCIONES QUE SIENTE
CUANDO ESTÁ LEJOS DE CASA.

277
TIPOS DE PERSONALIDAD.
Los tipos básicos de personalidad son los siguientes:
Mar muerto. El está contento de no hablar.
El arroyo rumuroso. Lo que quiera que entra por la puerta del ojo y
por la del oído sale por la puerta de la boca, y rara vez hay más de 60
segundos entre los dos. Muchas veces UN MAR MUERTO se casa con
un ARROYO RUMUROSO. Eso sucede porque cuando son novios forman
una pareja muy atractiva.

ACTIVIDAD DE CALIDAD
UNO DE LAS CONSECUENCIAS DE LAS ACTIVIDADES ES QUE
PROVEE UN BANCO DE RECUERDOS DEL CUAL TOMAR EN LOS
PRÓXIMOS AÑOS.

Lenguaje Nº 3. RECIBIR REGALOS

Se revisaron los patrones culturales del amor y el matrimonio, y se


descubrió que en todas las culturas, el dar regalos es una parte del
proceso amor-matrimonio.
Los regalos son símbolos visuales del amor. La mayoría de las
ceremonias de bodas incluyen el dar y recibir anillos. Las personas que
celebran las ceremonias dicen : “ estos anillos son símbolos
espirituales y visibles de un lazo espiritual que unen sus dos corazones
en un amor que no tiene final. Los símbolos visuales del amor son muy
importantes para una personas que para otras.
Se recibir regalos es mi lenguajes principal de amor, daré gran valor
al anillo que ella me ha dado y lo usaré con gran orgullo.

SI EL LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR DE UN CÓNYUGE ES RECIBIR


REGALOS, USTED PUEDE SER UN EXCELENTE DADOR, PORQUE ESTE
ES UNO DE LOS LENGUAJES DE AMOR MAS FÁCILES DE APRENDER.

REGALOS Y DINERO
Si usted va a ser un efectivo dador de regalos, usted tiene que
cambiar su actitud en relación con el dinero. Cada uno de nosotros
tiene una percepción, individualizada, de los propósitos del dinero y
tenemos diferentes emociones con asociarla con el gastarlo.

EL REGALO DE UNO MISMO.


LA PRESENCIA FÍSICA EN EL MOMENTO CRÍTICO ES EL REGALO
MÁS PODEROSO QUE USTED PUEDA DAR, SI EL LENGUAJE PRINCIPAL
DE AMOR ES RECIBIR REGALOS.

278
Lenguaje Nº 4: ACTOS DE SERVICIO

Por actos de servicio quiere decir hacer cosas que usted sabe que a
su cónyuge le gusta que usted haga. Usted busca agradarlo
sirviéndolo, para expresar su amor por él y haciendo cosas para él.
Tales acciones, como cocinar, limpiar su cómoda, quitar las manchas
de un espejo, sacar las basura, cambiara los pañales del niño, pintar el
dormitorio, todos son actos de servicio. Requieren pensamiento,
planificación, tiempo, esfuerzo y energía. si se hacen con un espíritu
positivo, son en verdad expresiones de amor.
Jesucristo dio una simple pero profunda ilustración de la expresión
del amor por medio de un acto de servicio cuando lavó los pies de sus
discípulos.
LAS PETICIONES DAN DIRECCIÓN AL AMOR, PERO LAS DEMANDAS
DETIENEN EL FLUJO DEL AMOR.

LO QUE HAREMOS POR CADA UNO ANTES DEL MATRIMONIO NO ES


UNA INDICACIÓN DE LO QUE HAREMOS DESPUÉS DEL MATRIMONIO.
Antes de casarnos somos empujados por la fuerza de la obsesión del
enamoramiento .Después volvemos a ser lo que éramos antes de
enamorarnos. Nuestras acciones son influidas por el modelo de
nuestros padres, por nuestra propia personalidad, nuestra percepción
del amor ,nuestras emociones, necesidades y deseos. Solamente es
cierta en relación con nuestra conducta: no era la misma conducta que
teníamos cuando estabamos atrapados por el enamoramiento.
Las críticas y las demandas tienen las tendencias al llevarnos a los
extremos. Con suficiente crítica usted puede conseguir que su cónyuge
haga algo que usted quiere, pero no lo hará como expresión de amor.
Hay una tercera verdad que solo el amante maduro puede oír. La
crítica de mi cónyuge en relación con mi conducta me da el indicio mas
claro de cual es su lenguaje principal de amor. Las personas tienden a
criticar más a su cónyuge en el área en la que ellas tienen la necesidad
más grande. Su crítica es una forma inefectiva de pedir amor. SI
ENTENDEMOS ESO, PUEDE AYUDARNOS A PROCESAR UNA CRÍTICA

279
DE UNA MANGUERA MÁS PRODUCTIVA. Iniciar una conversación
puede cambiar la crítica en una petición, en lugar de quedar como una
demanda.
¿Monigote?
Un monigote es un objeto inanimado. Pero hacer lo que quiera con
él. Puede ser su siervo pero no su compañero. Cuando tratamos a
nuestros cónyuges como objetos, descartamos la posibilidad del amor.
Dejar que otros nos manipulen no es un acto de amor. En realidad es
un acto de traición. El amor dice: Te amo demasiado para permitir que
me trates de esa manera. No es bueno para ti ni para mí.

Lenguaje Nº 5: TOQUE FÍSICO.

Hemos sabido desde siempre que el contacto físico es una manera


de comunicar amor. Los niños cuando son tenidos en los brazos,
abrazados y besados desarrollan una vida emocional más saludable
que los que son dejados solos por largo tiempo sin contacto físico.
El contacto físico es un importante vehículo para comunicar el amor
marital. Tenerse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones
sexuales son los medios de comunicar el amor de su cónyuge. Para
algunos individuos, el contacto físico es su lenguaje amoroso principal.
Sin eso no se sienten amados. Con eso su tanque emocional esta lleno
y se sienten seguros del amor de su cónyuge.
La relación sexual, sin embargo, es sólo uno de los dialectos en el
lenguaje amoroso del toque físico. Algunas partes son más sensibles
que otras. La punta de la lengua es altamente sensible al tacto,
mientras que la espalda o los hombros son menos sensibles. La punta
de los dedos o la punta de la nariz son áreas extremadamente
sensibles.
EL CONTACTO FÍSICO PUEDE PRODUCIR O ROMPER UNA RELACIÓN.
PUEDE COMUNICAR ODIO O AMOR.
Para la persona cuyo lenguaje principal del amor es el toque físico,
el mensaje sonará más alto que las palabras: Te odio o Te amo. En el
matrimonio, el contacto de amor puede tomar muchas formas. El tocar
cariñosamente a su cónyuge casi en todo el cuerpo puede ser una
expresión de amor. Algunos traerán más placer que otros ,su mejor
instructor es su cónyuge.
Si la relación sexual es el dialecto principal de su compañero ,leer y
aprender sobre el arte del amor sexual mejorará su expresión de
amor. El tocarse es importante para quien tiene este tipo de lenguaje
de amor, debe descubrir nuevas maneras y lugares para el contacto
físico o las caricias puede ser este un desafío emocional. pruebe
nuevos toques en nuevos lugares y deje que su cónyuge le haga saber

280
si los encuentra agradables o no. Recuerde su cónyuge tiene la palabra
final. Usted está aprendiendo a hablar su lenguaje.

EL CUERPO ES PARA TOCARLO.

Todo lo que hay en mí está en mi cuerpo. Alejarse de mi cuerpo es


alejarse de mí. Cuando en raras ocasiones un hombre rehusa dar la
mano a otra persona ,comunica un mensaje de que las cosas no están
bien en su persona. Dentro del matrimonio lo que es apropiado o
inapropiado en cuanto al contacto físico está de terminado por la
pareja.
SI EL LENGUAJE PRINCIPAL DE AMOR DE SU CÓNYUGE ES EL
CONTACTO FÍSICO, NADA ES MÁS IMPORTANTE QUE TENERLA ENTRE
LOS BRAZOS CUANDO LLORA.
Crisis y contacto físico.
En un tiempo de crisis, nos abrazamos el uno al otro. ¿Por que?
Porque el contacto físico es un poderoso comunicador de amor. Las
crisis dan oportunidad única de expresar amor. Sus tiernas caricias se
recordarán mucho tiempo después que la crisis haya pasado.
LA MAYORÍA DE LOS PROBLEMAS SEXUALES EN EL MATRIMONIO
TIENEN POCO QUE VER CON LAS TÉCNICAS FÍSICAS, PERO MUCHO
CON LA SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES EMOCIONALES.

DEDIQUE TIEMPO PARA ESCRIBIR LO QUE CREE QUE ES SU


PRINCIPAL LENGUAJE DE AMOR. ENTONCES ENUMERE LOS OTROS
CUATRO EN ORDEN DE IMPORTANCIA.
Formas de descubrir su lenguaje de amor principal :
1-¿Que cosa de su cónyuge hace o deja de hacer le duele más
profundamente? Lo opuesto de lo que le duele más es probablemente
su lenguaje de amor.
2- ¿Que es lo que más a menudo ha pedido de su cónyuge? Lo que
más a pedido es ,probablemente, lo que lo haría sentir más amado.
3- ¿En qué manera expresa, por lo general, su amor a su cónyuge?
Su método de expresar a amor puede ser una indicación de que eso
también lo haría a usted mismo sentir amado.

SI DOS LENGUAJES LE PARECEN LOS PRINCIPALES ,SI AMBOS LE


HABLAN ALTO, ENTONCES TAL VEZ USTED ES “BILINGÜE”.

Dos clases de personas pueden tener dificultades en descubrir su


lenguaje principal de amor. La primera es el individuo cuyo tanque
emocional de amor ha estado lleno por algún tiempo .Su cónyuge le ha
expresado amor de varias maneras y ella no esta seguro de cuáles lo
hacen sentir más amado. La segunda es el individuo cuyo tanque de

281
amor esta vacío por algún tiempo, y que no recuerda que lo hace
sentir amado.
Juegue este juego de amor. El juego se llama:” medir el tanque” y
se juega así :cuando llega a casa, uno de ustedes de dice al otro: en
una escala de 0 a 10, ¿Como está tu tanque de amor esta noche? Cero
significa vacío, y diez significa “estoy lleno de amor y no puedo más”.
Usted lee su propio tanque de amor -l0, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, ó 0-
indicando cuán lleno está. Su cónyuge dice: ¿Que podría hacer para
llenarlo?
LLENAR LA NECESIDAD DE AMOR DE MI ESPOSA ES UNA DECISIÓN
QUE TOMO CADA DÍA. SI SE CUÁL ES SU LENGUAJE PRINCIPAL DE
AMOR Y DECIDO HABLARLO, SUS NECESIDADES MÁS PROFUNDAS
SERÁN SATISFECHAS Y ELLA SE SENTIRÁ SEGURA DE MI AMOR.

CUANDO UNA ACCIÓN NO ES ALGO NATURAL PARA USTED, ES UNA


EXPRESIÓN DE AMOR.

CUANDO EL TANQUE EMOCIONAL NO ESTÁ LLENO...NO SENTIMOS


AMOR HACIA NUESTRO CÓNYUGE ,SINO QUE SIMPLEMENTE
EXPERIMENTAMOS VACÍO Y DOLOR.

MANIFESTAR SENTIMIENTOS QUE NO TIENEN ES HIPOCRESÍA


...PERO UN ACTO DE AMOR PARA BENEFICIO O AGRADO DE LA OTRA
PERSONA ,ES SENCILLAMENTE UNA DECISIÓN.

TAL VEZ USTED NECESITA UN MILAGRO EN SU MATRIMONIO .¿POR


QUÉ NO ENSAYAR TODO ESTE GRAN EXPERIMENTO?

Los niños y los lenguajes de amor.

¿POR QUÉ ES QUE CUANDO EL NIÑO CRECE, NUESTRAS “PALABRAS


DE AFIRMACIÓN” SE CONVIERTEN EN PALABRAS DE ACUSACIÓN?

OBSERVE A SUS NIÑOS. MIRE CÓMO EXPRESAN SU AMOR A


OTROS. ESA ES UNA PISTA PARA DESCRIBIR SU LENGUAJE DE
AMOR.

CONCLUSIÓN:

El propósito de este estudio es tratar de restablecer los matrimonios


que están a punto de destruirse. Si usted lee en este momento todo
este estudio pídale a Dios que lo ayude a conocer el lenguaje de amor

282
de su cónyuge, y también dígale a su compañera(o)como puede llenar
su tanque de amor y convierta su respuesta en un reto para su vida.
Estamos seguro que la felicidad, el cariño y el AMOR volverán a
florecer como florece un hermoso jardín bien cuidado.

Damos gracia a nuestro Padre, el único y soberano Dios creador de


la pareja y el matrimonio. Él con su gran amor eterno y perfecto nos
quiere ayudar a amar como el nos amó a través de nuestro amado
Señor Jesucristo, a el sea la gloria y la honra por los siglos de los
siglos. AMEN.

BIBLIOGRAFÍA

Los cinco lenguajes del amor (como expresar devoción sincera a su


cónyuge)
AUTOR: Gary Chapman.

La Comunicación en la Familia: un Carril de Tres Vías

Henry David Thoreau, quien vivía solitario en Maine, un día


notó que su lugar de retiro estaba siendo invadido por un grupo
de obreros. Cuando investigó quienes eran aquellos extraños,
descubrió que estaban colocando algunos alambres que
formaban parte de un novedoso invento llamado “telégrafo”.

- ¿No ha escuchado las noticias? – Preguntó uno de los obreros a


Thoreau-. ¡Han inventado el telégrafo¡ ¡Ahora la gente de la Florida
puede comunicarse instantáneamente con la gente en Maine¡
- ¡Qué maravilloso! - respondió Thoreau. Pero entonces al reflexionar
preguntó:
- ¿Pero qué pasa si la gente en Florida no tiene nada que decir a la
gente en Maine?

283
Por una mala comunicación se echaron a perder importantes
relaciones. Se desataron guerras. No prosperaron empresas, se
dividieron iglesias y se destruyeron muchísimos hogares.

El diccionario define la comunicación como “el arte de corresponder”, o

“lo que une una cosa con otra”; mientras que para Jean Lacroix,

hablando de la comunicación, “el diálogo es la vida misma y el

monólogo, la muerte”. Para que exista comunicación debe haber un

emisor, quien emite el mensaje, un receptor, quien recibe el mensaje

y un mensaje. En este proceso hay varias vías que intervienen.

Veamos tres de ellas:

Primera vía: El Lenguaje.

“Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que


eres”, Emerson.

El salmista dice: “Cuidaré mis caminos” (Salmo 39:1). ¿Es el camino


de la comunicación el que merece mayor atención que otros caminos?.
Comunicarnos merece dedicación y esfuerzo. Hay una materia
universitaria que se llama “Ciencia de la Comunicación”. ¿Qué quiere
decir esto?. Que como ciencia cuenta con elementos exactos que
pueden tabularse y medirse. ¿No decimos acaso, cuando el ambiente
es hostil, que estaba espeso, o que se podía cortar con un cuchillo?. O
también utilizamos expresiones descriptivas como que hay un gran
abismo que nos separa, o una gran pared, cuando no podemos
comunicarnos con otros. Reconozcamos que a veces construimos más
muros y no suficientes puentes para comunicarnos.

Para algunos somos como extraños y advenedizos. El apóstol Pablo los


llama extranjeros: “Por eso, si yo desconozco el significado del idioma,
seré como extranjero al que habla y el que habla será como extranjero
para mí” (la. Cor 14: 11). Por lo tanto no es tiempo perdido dedicarse
al estudio de la comunicación. Como seres gregarios, tenemos que
superar las barreras para tener comunión con otros. Entonces la
comunicación es una “ciencia” y no “arte”; lo primero sugiere
“instrucción”, lo segundo “inspiración”.

284
Lo primero es algo que se puede aprender, lo segundo, algo que se
nos puede ocurrir. Como ciencia existe parámetros a descubrir, como
arte solo creación.

Nadie es tan autosuficiente que no necesite de otros ni está tan solo


que no pueda comunicarse. Por varias razones podemos afirmar que
todos podemos lograr la comunicación:

Primera, porque no estamos solos. Dondequiera que vayamos la gente


siempre nos acompañará. Aunque algunos ignorando esto han
preferido la comunicación con las plantas o los animales, aduciendo
que esta era una relación menos riesgosa. Como alguien dijo: “No te
exigen nada a cambio”. O como advirtió Amado Nervo: “Buenas
noches vanidad; es tarde... mi puerta cierro. Yo estoy - ¡cosas de la
edad!- muy bien en mi soledad, con Dios, un libro y un perro”.

Segunda, porque tenemos vínculos sociales. Algunos reciben de


nosotros y otros nos dan. Este juego debe tener equilibrio. El extremo
de querer solo recibir es enfermizo, también lo es el no querer recibir
nada de nadie. Vale el ejemplo del Señor Jesús. Nunca esperó nada a
cambio, sino que se entregó por amor. Y El fue quien dijo: “Más
bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Siguiendo esta
misma idea, San Agustín dijo: “Bienaventurados quienes saben dar sin
recordarlo y recibir sin olvidarlo”. Una buena conclusión debiera ser:
“Dependientes absolutamente de Dios para poder dar, e
independientes absolutamente para esperar recibir”.

Y tercera, porque Dios nos dio el ejemplo al querer reconciliarse con la


raza humana y mantener el vínculo de comunión que nunca debió
perderse.

Las tres formas fundamentales del lenguaje son las palabras, el


silencio y los gestos. Un individuo entró en una florería en donde se
leía: “Dígalo con flores”. Inmediatamente, motivado por la frase pidió
una rosa. ¿Nada más que una? Preguntó la vendedora. “Si nada más
que una, porque soy una persona de pocas palabras”. Esto es
exagerado pero es cierto que debemos ser controlados en el hablar.
¿Por qué? Porque nuestras palabras tienen peso social. Si no,
considere lo que dijo Job: “¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma y me
trituraréis con palabras?”. (Job 19:1). Esto dice que nuestras palabras
pueden dar vida o muerte. Confucio dijo: “Te aplastaré con el peso de
mi lengua.” Con las palabras mentimos, exageramos, ofendemos,
insultamos y también decimos la verdad. Dumas dijo: “Por bien que

285
uno hable, si habla en demasía, acabará diciendo una necedad”. Y
Salomón advierte que en las muchas palabras no falta pecado
(Proverbios 10:19).

En esta ciencia también es importante el silencio. El Salmo 39:2 dice:


“Enmudecí, quedé en silencio”. Carlyle dijo: “No hables hasta que
tengas algo que decir”. Y Pitaco de Mitilene agregó: “No sabe hablar el
que no sabe callar.” La lección aquí es que a veces uno se arrepiente
de haber hablado y muy pocas veces de haber callado; porque somos
esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos. Por ello,
¡cuidado, no te enlaces con las palabras de tu boca, calla a tiempo!

También los gestos y las expresiones hablan por sí mismos. Los


sentimientos entran en juego en la comunicación. Nadie puede evitar
mostrar por medio de gestos sus diferentes estados de ánimo. Los
gestos son importantes y forman parte del lenguaje. A veces con las
palabras decimos ¡sí!, pero con el gesto decimos no. Por ejemplo,
dicen que el ceño fruncido habla de desconfianza, autodefensa e
inseguridad personal. Los gestos del cuerpo muestran aspectos
importantes del carácter. Por ejemplo, los gestos de las manos hablan
por sí solos o refuerzan lo que decimos: “¿qué te pasa?” o “No”, o “te
voy a dar”, o “vete” y otros. Dijo Marco Aurelio: “Tu discurso está
escrito en tu frente; lo he leído antes de que hables.”

Segunda vía: El Argumento.

“Los altavoces refuerzan la voz pero no los argumentos”, Hans Kaspar.

En la comunicación podemos agrupar los argumentos en tres fuentes


comunes, y debemos utilizarlos todos. En Eclesiastés 3 se menciona
que hay tiempo para todo en la vida. Tiempo para hablar de economía,
de trivialidades y de sentimientos. ¿A qué nos referimos con cada uno
de ellos? Veamos el primero:

Tiempo para hablar de economía: Aquí entra el presupuesto de la


familia y los gastos, también los ingresos y egresos propios de la
familia y todo lo que tiene que ver con los aspectos administrativos y
prácticos del manejo del hogar. Esta conversación no debe ser tensa y
por más que los recursos sean escasos, nunca se debe perder la
esperanza en la provisión de Dios. Hay razones para creerlo. Así dice
el salmista: “Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un
justo desamparado, ni a sus descendientes mendigando pan” (Salmos
37: 25).

286
Tiempo para hablar de asuntos triviales. ¿A qué nos referimos con
esto? Cuando la familia es monotemática se aburre. La distracción, el
esparcimiento, la recreación también deben estar presentes en las
conversaciones. En muchos hogares las conversaciones siempre tienen
un propósito. Como si no se permitiera o fuese pecado, hablar de
asuntos livianos, alegres, que no son tan importantes. Si la gente sólo
hablara cuando tuviera algo específico que acordar, el ser humano
perdería muy pronto el uso del lenguaje. Me temo que muchos por
vivir en crisis se han olvidado de vivir en Cristo y han entrado en el
afán de este siglo corriendo de un lado para otro sin detenerse en las
cosas más sencillas, más triviales, que también son realidades que
enriquecen. ¿Por qué dejarnos llevar por la corriente de este tiempo?
¿No ha hecho Dios todo hermoso para que disfrutemos? Le seguro que
hay muchas cosas que son valiosas y necesarias para la salud interna
de la familia, no nos limitemos. Anímese a conversar de todo, porque
de todo se saca provecho. No menosprecie los temas simples, de ellos
también se sacan lecciones importantes.

Por último, tiempo para hablar de los sentimientos. Las personas no


pueden vivir sin el lenguaje cálido de los sentimientos. Y el amor es
más que un simple sentimiento. Es una emoción profunda que nos
hace vivir diferentes sensaciones. Algunos lo expresan con gran
naturalidad, otros con gran alegría y otros con lágrimas. El asunto es
que debemos invertir tiempo, palabras y gestos en comunicarnos unos
a otros los sentimientos que tenemos. El amor nos alienta, nos
confirma y nos ayuda a vivir satisfechos. Triste será que carguemos
con culpas, después de una separación definitiva, por cosas que
debiéramos haber dicho y no dijimos. Ese es el lamento más común
que se escucha en muchos velatorios.

Tercera vía: El Sentido.

“Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma

dirección”, Antoine de Saint Exupéry.

Estas son algunas de las figuras que debemos tomar en cuenta en la


comunicación. Nuestras relaciones pueden representarse con dos
líneas paralelas: Esto significa que puede haber competencia, puede
haber trueque. Son dos individualidades que permanentemente se
miran a distancia. Establecen reglas de juego que a ambos le
convienen y siempre ponen en primer lugar no perder su

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individualidad. Hay ciertos límites en la relación y todo lo que hacen y
proponen va en direcciones paralelas. Entonces el hogar tiene dos
cabezas y dos objetivos direccionales. Si no se satisfacen ambos, no
hay buena comunicación sino ruptura inminente.

Pero también nuestras relaciones pueden representarse con dos líneas


que se encuentras. Exactamente como propone Clinebell Charlotte Holt
en su libro “Encontrándonos a mitad del camino”. “La filosofía „iguales
pero distintos‟ dice simplemente que en lo que concierne a mérito y
oportunidad, encontrarse a mitad de camino es la única manera en la
que podemos ser plenamente humanos juntos.” A simple vista parece
que esta es la forma de comunicación ideal, de hecho parece que
muchos la practican. Sin embargo, esta actitud indica que se quiere
recibir lo mismo que se da. Es como que los cónyuges observan y
determinan el equilibrio. Es como que el límite lo ponen de común
acuerdo. Pero cuidado con pasarse de la línea divisoria. O de que falte
algo para colmar la medida. Hay una tensión constante y todo se
resuelve por pactos, convenios y acuerdos. Pero ¿dónde queda el amor
ágape que todo lo espera, que todo lo sufre, que todo lo soporta, que
todo lo da? (1ª. Co. 13). No es mejor practicar la Regla de Oro, o ser
bienaventurados por dar sin esperar recibir?

Puede representarse con dos líneas confundidas en una. Esta figura


significa “comunicación perfecta”. Ensamble correcto. Es lo que la
Biblia demanda de los cónyuges: “que sean una sola carne”. Este
sentido sugiere a ambas personas que han llegado a establecer un alto
grado de simbiosis. Habla también de la comunicación que debe existir
en el hogar. Que no se da sólo en el vínculo sexual, sino por medio de
un intercambio en todos los aspectos de la vida.

La comunicación, entonces, debe ser un afán constante en las vidas de


todos nosotros. Especialmente dentro de nuestras familias, porque allí
la comunicación nos dará esa comunión a la que todos aspiramos.

Jorge Ovando

Fuente: Revista el Hogar Cristiano. Tomo XLIV No. 2. , Abril- Junio


2000. P. 4 – 6.

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No es fácil ser una mujer cristiana, sobre todo hoy. Tenemos
más posibilidades que las que tuvieron nuestras madres. Se
nos ofrecen libertades que nuestras madres nunca disfrutaron.
Y podemos tomar decisiones que no eran siquiera opciones
para las mujeres de otras épocas.

La vida está llena de opciones. Tenemos que escoger, pero,


¿cómo podemos escoger bien? Debemos acudir a la Palabra de
Dios para obtener ayuda y tomar decisiones sabias. En ella
podemos aprender por precepto y por ejemplo. En las páginas
siguientes estudiaremos a dos mujeres de la Biblia que
tuvieron que luchar con problemas, a veces diferentes de los
nuestros, pero sorprendentemente similares a los que tenemos
hoy. Y al estudiar a estas mujeres de la vida real y las
decisiones que tomaron, encontraremos principios que nos
ayudarán a encontrar las respuestas que buscamos.

Cuando hablamos del matrimonio, es bueno regresar al


comienzo mismo, donde empezó todo: «Y dijo Jehová Dios: No
es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para
él» (Gn. 2:18). Una vez hecho eso, el autor del Génesis nos
dice: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y
se unirá a su mujer, y serán una sola carne» (v.24).

Seguro recuerda la historia. Adán estaba solo y Dios dijo: «No


es bueno.» Para que Adán fuese totalmente consciente de lo
solo que se encontraba, Dios organizó un desfile de todos los
animales para que pasaran frente al único ser humano que

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había en la tierra y le recordasen que él no tenía contraparte en
el universo. Adán necesitaba alguien con quien compartir la
vida. Él fue creado para tener una relación. Solo, Adán era
solamente la mitad de la historia. Por eso Dios creó a Eva y se
la llevó. Entonces todas las piezas quedaron en su debido lugar
para formar un matrimonio magnífico.

El hombre y la mujer tenían una situación ideal. Fueron creados


a la imagen de Dios y Él los colocó en un jardín donde tenían un
trabajo desafiante que hacer, sin fatiga ni tensiones. Pero ya
sabe lo que pasó después. Pasó algo que tuvo que ver con un
mandato de Dios, un pedazo de fruta y una decisión. De esa
decisión surgió la alienación: alienación de Dios el Creador;
alienación de la naturaleza, que ahora los gobernaría a ellos,
los fatigaría y a la larga los absorbería; alienación mutua
porque la confianza dio paso a la culpa, y la igualdad, a la
jerarquía; y finalmente, una alienación interna porque cada uno
de ellos se convirtió en una guerra civil ambulante. Estaban
divididos entre sus esperanzas y sus temores, y vacilaban entre
su necesidad fundamental de relacionarse y su resentimiento
por tener que pagar el costo de esa relación. Se habían
convertido en personas imperfectas que vivían en un mundo
caído.

¿Alguna vez ha caminado por una calle mirando todas las casas
y se ha preguntado cómo se llevan las personas que viven en
ella? ¿O ha mirado a una mujer que se sienta frente a usted en
la iglesia y pensado: «¡Caray! Ella sí que lo tiene todo en la
vida. Su esposo, cristiano y bien parecido, es un líder en la

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iglesia y la trata como a una reina. Sus hijos son obedientes y
no parecen darle problemas nunca. Tienen suficiente dinero
para hacer lo que quieran y para ir a donde quieran. Me
pregunto qué se siente al formar parte de una familia cristiana
tan perfecta.»

A veces miramos a los que nos rodean y nos permitimos


autocompadecernos pensando cuánto mejor que nosotros viven
otras personas. Ese es el problema de juzgar por las
apariencias. Lo que sucede detrás de las puertas de un hogar
cristiano puede ser bien diferente de lo que debería suceder en
una familia. La familia «demasiado perfecta» del banco de
enfrente podría ser cualquier cosa menos perfecta.

Hace algunos años participé como oradora en un retiro para


damas. Las damas pertenecían a una iglesia más bien estricta
donde todo el mundo sabía exactamente cómo ponerle el palito
a la «t» y los puntos a las íes. Llenaban sus libretas
aparentando escribir todo lo que yo decía. Pero me preguntaba
si alguna de ellas era genuina.

Un sábado en la noche, después de mi tercera charla, llegó la


respuesta. Se me acercaron tres mujeres después del culto.
Cada una de ellas tenía básicamente la misma historia que
contar. Contaré sólo una de ellas:

Cuando caminó hacia mí era evidente que estaba terriblemente


atemorizada. Se le notaba el temor en los ojos y el nerviosismo
en los dedos de las manos. Parecía que la sostenían apenas
unas cintitas de goma. Traté de hacerla sentir cómoda y de
indagar la causa de su angustia, y poco a poco me contó su
historia.

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