Está en la página 1de 6

Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.

Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

Georges Didi-Huberman. Remontajes al tiempo


padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires.
Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción:
Marina Califano.1

Si con el libro Cuando las imágenes toman poner en funcionamiento su propio punto
posición. El ojo de la historia 1, Georges Didi- crítico y su campo de cognoscibilidad. En
Huberman expone el concepto de montaje tal sentido, Remontajes al tiempo padecido, se
como noción clave para comprender los pregunta por el papel que desempeñan las
signiicados estético-político desarrollado imágenes en la legibilidad de la historia. Es
por Bertol Brech en su Arbeitsjournal o esta inquietud la que atraviesa los dos textos
Diario de trabajo; y que de acuerdo con principales y los dos apéndices recopilados
el historiador francés, implicó “una toma en este segundo volumen de El ojo de la
de posición” por parte del escritor alemán historia.
respecto de los acontecimientos históricos
El primer texto, “Abrir los campos, cerrar
que se desarrollaron durante la segunda
los ojos: imagen, historia, legibilidad”, se
guerra mundial.2 Con el libro Remontajes al
centra en reconstruir los mecanismos y
tiempo padecido. El ojo de la historia 2, se nos
las condiciones de visibilidad y legibilidad
introduce en la imagen como documento,
de aquellas imágenes cinematográicas
como archivo, como memoria visual
que captaron el momento de apertura de
del desastre –campos de concentración,
los campos de concentración Nazi y su
guerras y violencia política- y, a partir
posterior montaje como discursos acerca
de ahí, se lleva a cabo una interpretación
del horror. Siguiendo los planteamientos
sobre aquellas imágenes –cinematográicas
teóricos de Walter Benjamin respecto de la
y fotográicas- que tienen el potencial de
legibilidad de la historia y su articulación
articularse como “imágenes dialécticas”;
como visibilidad concreta e inmanente;
esto es, como imágenes que son capaces de

Georges Didi-Huberman.Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Juan Pablo Silva Escobar,
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2, Julio 2017, 303-308
ISSN 0719-8213
DOI:http://dx.doi.org/10.23854/autoc.v0i2.21

303
Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.
Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

Didi-Huberman propone que las imágenes Fuller. Para ello, fue necesario primero
que logran trascender como mera evidencia adentrarse en un proceso que permitiera
son aquellas construcciones visuales “temporalizar las imágenes que nos restan” (p.
que consiguen articularse como índice 30, cursivas en el original); con la inalidad
histórico; es decir, son imágenes que no sólo de abrir los campos bajo un mismo gesto,
conjugan un tiempo histórico determinado “de cerrar los ojos de los muertos (gesto ético
al cual pertenecen y que eventualmente especialmente necesario en la apertura de
pueden arrojar luz sobre el pasado; sino un campo) y de mantener los ojos abiertos
que al mismo tiempo exponen un régimen sobre los muertos (acto de conocimiento y
de historicidad, vale decir, maniiestan una vigilancia necesarios sesenta años después)”
suerte de relación social con el tiempo; que (p. 49, cursivas en el original). Para ello,
hace de la imagen un espacio simbólico Weiss convenció a Fuller que volviera no
en el que tiene lugar aquello que Walter sólo a revisitar el campo liberado –hoy
Benjamin llamó “dialéctica en reposo”. prácticamente destruido- sino también que
revisitara y confrontara sus recuerdos con
Para dar cuenta de la imagen como
las imágenes que había producido en 1945;
legibilidad de la historia, Didi-Huberman
de manera que son las imágenes las que
se focaliza primero en analizar las imágenes
interrogan la memoria de Fuller, son las
que, en 1945, Samuel Fuller ilmó durante
imágenes las que al ser remontadas abren
la liberación del campo de concentración
la posibilidad de una dialéctización, pues,
de Falkenau. Se sugiere que esas imágenes,
“son las imágenes mismas las que, a pesar de
en cuanto “documento en bruto” (p. 46),
su madurez, interrogan al testigo: al tomar
muestran el intento por humanizar el
la palabra él les devolverá la posibilidad de
desastre del exterminio Judío, puesto que
ser verdaderamente ‘miradas’, ‘leídas’, es
los soldados “al intentar abrir un campo,
decir ‘entendidas’” (p. 51); como un intento
abrieron en el horror un espacio y un tiempo
por articular lo que Fuller llamó “una breve
para la dignidad de los muertos” (p. 55,
lección de humanidad” (p. 56).
cursivas en el original). Una dignidad que
se expresa mediante el ritual funerario La lectura que Didi-Huberman hace de
organizado por las Fuerzas Aliadas, y estos dos momentos fílmicos en tanto
que fueron sutilmente registrada por el visibilidades que contribuyen en la
lente del soldado Fuller. Posteriormente, legibilidad de la historia en un momento
Didi-Huberman analiza el remontaje que de horror y destrucción de la condición
cuarenta años después realiza el cineasta humana, nos lleva a pensar acerca de
Emil Weiss, quien intenta volver visible y los procesos de cognición que acarrean
legible, dentro de un contexto actual, los determinadas construcciones visuales,
silenciosos veinticinco minutos que ilmó y como éstas contribuyen a evidenciar y

304
Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.
Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

temporalizar singularidades en las que tiene como punto de partida la utilización


brota, “entre el inmenso archivo de textos, “de imágenes que no están ‘traducidas’ en
imágenes, o testimonios del pasado, un ningún diccionario preexistente. Filma,
momento de legibilidad y memoria que recoge, desmonta, remonta” (p. 94). Se trata
aparece (…) como un punto crítico” (p. 20). de una producción y una productividad
De este modo, la condición de legibilidad fílmica que busca poner en circulación
de las imágenes de la película muda de 1945 interpretaciones que expresen una
como su posterior remontaje cuarenta años perspectiva que procura expresar el punto
después, emerge lo que Didi-Huberman crítico en que la violencia se articula como
llama “el momento ético de la mirada” (p. acontecimiento político.
52). Un momento temporal, dialéctico que
En consecuencia, se entiende que una
no implica una actitud moral o moralizante,
crítica de las imágenes requiere fabricar
sino más bien persigue constituirse como
una relación dialéctica, esto es, elaborar
un acto de evidencia, testimonio y memoria
un uso, una práctica, una producción
respecto del horror padecido y su eventual
de imágenes que conforman núcleos de
legibilidad como tiempo histórico. En tal
montaje y remontajes, interpretaciones
sentido, la emergencia de un conocimiento
y deconstrucciones que atañen “a aquello
crítico del pasado se produce gracias al
que Walter Benjamin llamó inconsciente de
trabajo dialéctico de montaje y remontaje,
la vista y, que en ese sentido, se dirigen a
de inscripción y desciframiento, que hace
nuestra mirada como una verdadera crítica
posible una legibilidad de la historia a
de la violencia” (p. 89). Una crítica que pasa
través de imágenes dialectilizadas; esto es,
por reconocer la instrumentalización
de imágenes que maniiestan relaciones,
que se hace de las imágenes como
movimientos, intervalos, síntomas y
dispositivos retóricos aparentemente
contradicciones, que nos ayudan, como
neutros. En segundo término, se trata
sugiere Didi-Huberman, a abrir los ojos
de admitir que para criticar la violencia
ante la historia, vale decir, pensarla.
es pertinente describirla, para eso –nos
El segundo texto, “Abrir los tiempos, armar dice Didi-Huberman-, es necesario saber
los ojos: montaje, historia, restitución”, mirar y desmontar las construcciones
analiza la obra del cineasta alemán Harun visuales, tensionar las imágenes en cuanto
Farocki y la crítica que éste hace a la dispositivos y técnicas. Se trata, a grandes
producción de imágenes que participan rasgos, de describir la relación en que la
en la destrucción de los seres humanos a imagen se constituye no sólo como un
través de la violencia política y la guerra. instrumento de legibilidad y conocimiento,
Didi-Huberman detecta en las películas sino también como un instrumento de
de Farocki una construcción crítica que dominación.

305
Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.
Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

A través de las nociones de archivo, En el apéndice 1 titulado “Cuando el


legibilidad, restitución y remontaje, Didi humillado mira al humillado” Didi-
Huberman inscribe la producción fílmica Huberman realiza un trabajo de inscripción
de Farocki como una suerte de inteligencia acerca de la obra fotográica que Agustí
editora que opera sobre las imágenes del Centelles realizó en 1939 en el campo de
mundo. Una de sus particularidades consiste Bram, lugar al que el fotógrafo catalán fue
en que sus películas funcionan como una a parar huyendo de la victoria de Francisco
sucesión de ensayos que pretenden hacer de Franco. Se sugiere que las fotografías de
la imagen un asunto que trasciende la mera Centelles son un registro que describe no sólo
información para devenir en conocimiento. el estado del lugar: sus barracas, callejuelas,
Siguiendo el famoso texto de Theodor lugares de socialización, alambrada, sino
Adorno –“El ensayo como forma”-, Didi- también nos inserta dentro de un cierto
Huberman clasiica la cinematografía de estado de sujeto, que en este caso responde
Farocki como cine-ensayo que evalúa, al estado –y al ojo- del refugiado devenido
fundamenta e interpreta la violencia en en un prisionero derrotado. De este modo,
sus múltiples adscripciones. Plantea que las fotografías de Centelles se articulan
la legibilidad de la violencia política, de la como un dispositivo visual que expone la
guerra y de la sujeción de las instituciones realidad del humillado en tanto sujeto que
disciplinarias acontece en sus películas experimenta la humillación, por lo tanto
gracias a una mezcla ingeniosa de exégesis lo que nos da a ver Centelles “es el trabajo
y crítica, mediante la cual se da un proceso mismo de la humillación” (p. 193 cursivas en el
de sobreimpresiones; es decir, se trata de original). De acuerdo con Didi-Huberman
yuxtaponer, mesclar y unir diferentes estas imágenes están marcadas por una
paradigmas de legibilidad mediante los doble distancia en la medida en que no es
cuales se monta y remonta la violencia son sólo el trabajo de la humillación el que
del mundo, se construyen y reconstruyen se nos da a ver (hombres defecando todos
discursividades que nos ayudan a juntos para luego transportar grandes
comprender “el sufrimiento del mundo”, el bidones de mierda común), sino que al
cual puede ser aprehendido mediante un mismo tiempo es un trabajo en contra de
trabajo de desclasiicación y desmontaje la humillación lo que se exterioriza con
de las imágenes en movimiento en el estas fotografía y, con ello, busca dar a ver
convencimiento de que éstas “son libres (y a entender) las condiciones visuales de
de revisitar –de interpretar, de reconocer, aparición del campo de Bram como un
de admirar o no, de remontar nosotros lugar de lo ominoso. Aunque signado como
mismos- en tanto que herramientas un campo “blando”–en comparación a las
visuales para comprender el mundo” (p. condiciones de los campos de prisioneros
170).

306
Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.
Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

nazis-; el campo de Bram –mediatizado 209). Por otro lado, la obra de Boltanski se
por el lente de Centelles- exhibía una cierta articula como un trabajo desde/sobre la
“blandura de estado”, en la medida que el memoria, una suerte de desmenuzamiento
campo debía “albergar” es decir “proteger”, del tiempo a partir del cual se busca
salvaguardar, cuidar a los refugiados de la articular un discurso visual que procura
guerra civil española, y no comportarse conjugar un yo ficcionalizado. Un yo “que
como ese círculo de infierno, de miseria, a menudo parece hablar de él (…) cuando
de humillación y muerte que vemos en no hace, en realidad, sino hablar de los
la mayoría de las fotos. De ahí que las otros, es decir de nosotros, de todos nosotros,
imágenes de Centelles se articulan como desde ese ángulo finalmente impersonal
una mirada política que revela el punto de la especie humana confrontada con la
crítico en el que los refugiados son acogidos historia” (p. 210). Didi-Huberman sugiere
como rehenes, como reclusos despojados que en la obra de Boltanski se configura
de su condición política. La potencia visual como un montaje de las cosas pequeñas,
de estas fotografías de 1939 se localiza en intrascendentes –como su puesta en escena
el acto de desplazamiento desde donde de un montón de ropa usada- que gracias
el humillado mira al humillado y, con a un efecto de refracción cambia el sentido
ello, expone una imagen que pretende de esas cosas insignificantes, banales o
articular una legibilidad de la historia cotidianas, y las consagra bajo una forma
desde la experiencia padecida que, en reconocible de aura cultural. Un aura que
última instancia, “modifica la perspectiva trasciende la mimesis e instala el sentido
temporal que deviene [en] experiencia –mítico si se quiere- como una cuestión
adquirida, la de una experiencia susceptible que nos involucra a todos y todas. De este
a ser transmitida en el futuro” (p. 199). modo las instalaciones, las imágenes y el
video arte de Boltanski son siempre un
Finalmente, el libro se cierra con el apéndice
intento utópico por consagrar una obra
2 que lleva por título “Gran juguete mortal”.
al colectivo en donde el público “debería
Aquí se nos introduce en la obra del artista
sentirse individualmente reconocido,
visual Christian Boltanski quien a través de
concernido, mirado. No es el espectador
instalaciones conceptuales, fotografías y
que paga su entrada al Gran Palais el que
video arte nos interpela a pensar la imagen
debe ‘reconocer’ la obra, sino la obra
desde una ontología de lo semejante.
misma la que debe ‘reconocer’ a cada uno
“Toda su obra vacila entre la posibilidad
que la mira” (p. 209).
de una empatía y la imposibilidad del
solipsismo, la terrible compasión para con En suma, la invitación que nos hace
los otros y la no menos terrible soledad de Georges Didi-Huberman es a intentar
nuestra posición en la especie humana” (p. abrir los ojos ante la historia. Abrirlos a

307
Juan Pablo Silva Escobar, Georges Didi-Huberman.
Remontajes al tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires. Editorial Biblos, 2015, 239 pp. Traducción: Marina Califano.
Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, Vol. I, N°2

través de las mediaciones visuales –cine,


Notas
fotografía, plástica- implica preguntarse
por la productividad de las imágenes en la 1 El presente texto se enmarca dentro del proyecto
legibilidad de la historia; implica intentar FONDECyT # 11160133, “Cine, neoliberalismo y sociedad. Por una
genealogía de la representación de la pobreza en el cine de icción
hacer visible, es decir entendible, aquellos chileno (1980-2015)”.
procesos que se encuentran inscritos en 2 Didi-Huberman plantea que la toma de posición que
la construcción (montaje, remontaje, asume Bertol Brech consistió en la toma de conciencia acerca
de las consecuencias de la guerra; y como esas consecuencias
desmontaje) de la memoria visual del pueden ser leídas y mostradas a partir de un “efecto de
distanciamiento” que entrecruza, teje y critica dialécticamente
desastre, del disciplinamiento y de la una memoria histórica que intenta ofrecer una perspectiva épica y
violencia política. Por otro lado, abrir los lírica de la guerra, y que el escritor alemán expone a través de sus
fotoepigramas.
ojos ante la historia implica entender que la
idea de la legibilidad de la historia a través
de mediaciones visuales y audiovisuales
se produce en y por el proceso de montaje
y remontaje de aquello que ha sido
capturado en un momento específico, y
nos introduce tanto en la idea de la imagen
como acontecimiento –histórico, social,
político- como en la idea de las imágenes
en tanto documento, archivo y reducto
en el que tiene lugar la posibilidad de
temporalizar un determinado testimonio
visual que, al ser dialectizado dentro de un Juan Pablo Silva Escobar
contexto histórico particular, contribuye Centro de Estudios Políticos,
en la legibilidad de la historia. Culturales y Sociales de América Latina
Universidad Bernardo O’Higgins

308

También podría gustarte