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UN DESPERTAR PARA EL MUNDO

PRESENTADO POR:
JUANITA VARGAS JOVEL
COD: 20202192046

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
DERECHOS HUMANOS
NEIVA-HUILA
2022
UN DESPERTAR PARA EL MUNDO

10 de diciembre de 1948, fecha que será recordada como una de las más
importante para toda persona que se encuentra en el planeta llamado tierra, un
giro de 180° que vino a traernos 30 artículos los cuales nos han ayudado a ser
libres en iguales en cualquier parte del mundo.
Ya van más de 70 años de una discusión interminable a la hora de hablar sobre el
derecho a la vida, tocar este tema simboliza varios sucesos los cuales
dependiendo de una serie de factores que se encuentran en el entorno de la
persona que intente hacerlo. Siendo conscientes que este derecho acoge todo lo
que tiene que ver con nuestra existencia, se vuelve bastante complejo definirlo
desde un solo punto de vista. Este tiene un origen el cual se remonta a hace
mucho tiempo atrás antes de la existencia del mismo ya que está entrañablemente
ligado a la condición de ser persona siendo una parte muy importante de nuestra
dignidad, en este vemos y nos enseña que no se puede cambiar, ni modificar ya
que viene siendo un derecho universal; el cual conforme ha pasado el tiempo y al
ser uno de los artículos más polémico, este ha sido material de estudio y
regulación normativa.
El derecho a la vida como uno de los derechos universales más importantes, es
también uno de los más vulnerados, pisoteados e infringidos a diario, lo vemos
con el aborto (tema que tocaremos más adelante y bastante polémico, el cual las
personas tienen varias posiciones frente al mismo) o todas las muertes diarias de
niños, adultos, ancianos y jóvenes, esto también por consecuencia a la
desnutrición, abandono, entre otros.
En este escrito y bajo el contexto del derecho ya nombrado, tocaremos uno de los
temas más polémicos en cuanto al derecho a la vida se trata “el aborto” se dice
que este es un método médico que acaba con el embarazo, dicho de otra forma,
es una interrupción voluntaria del embarazo. No todas las mujeres creen que está
bien abortar, pero desde mi punto de vista toda mujer tiene el derecho de tomar su
propia decisión.
El caso es que existen millones de argumentos que se han expresado conforme
ha pasado el tiempo, especialmente en aquellos países (específicamente
Colombia) donde se ha intentado legalizar el aborto.
Se sabe que en el país dicha práctica es legal, más no bien vista aclaro, bajo unas
condiciones:
1. Cuando existe peligro para la salud física o mental de la mujer.
2. Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida
extrauterina.
3. En caso de acceso carnal violento, transferencia de óvulo fecundado o
inseminación artificial no consentida.
Pero, ¿por qué las mujeres no somos libres de escoger que hacer con nuestro
cuerpo? ¿por qué si eso pasa nosotras somos las culpables? ¿por qué no se
condena socialmente y se les da la una responsabilidad igual a los hombres? Sé
que son preguntas crudas y que bajo muchos argumentos me pueden contestar
porque todavía este acto es ilegal, pero yo como mujer quiero tener la
independencia y la capacidad de definir qué hacer con lo que sucede con mi
cuerpo, yo sé que muchos comentarios pueden ser “ que se cuide, que no habrá
las piernas, hay muchas formas de cuidarse” y si, si los hay, pero también fallan,
hay que recordarle a la sociedad que ningún método anticonceptivo es 100%
seguro y no es solo eso, donde dejamos ese montón de mujeres que por estar
casadas y tener que hacerle caso a sus esposos ( porque así las enseñaron o
simplemente porque no tiene de otra) no las dejan planificar y tienen muchos hijos
porque para sus compañeros sentimentales está mal visto el planificar, porque
ante los ojos de ellos y de una doctrina religiosa eso es “pecado”, yo creo que por
todas esas mujeres el aborto debe ser legal.
Historias tengo muchas relacionadas con el tema, en esta ocasión narraré una de
las tantas historias que podría contar sobre el tema; esta se trata sobre Daniela,
una chica de 18 años que residía en el pueblo de Florida- Valle, sus padres la
vendieron por un par de reses a sus 14 años, cuando la conocí ya tenía 4 hijos y
uno en camino, para su esposo eran bendiciones y por ende no la dejaba
planificar; yo estaba haciendo unas campañas de sensibilización en la región,
regalábamos los métodos. Cuando fuimos hablar del tema el señor nos recibió
pero obviamente su respuesta fue negativa, salimos de la casa y minutos después
Daniela se nos acercó muy agitada, nerviosa y con lágrimas en los ojos “
ayúdenme ya no quiero más hijo” fue lo que nos dijo, en ese momento no era
mucho lo que podríamos hacer ya que estaba embarazada y nosotros nos íbamos
de ese lugar 2 días después, lo único que pudimos hacer fue darle las pastillas
para unos 6 meses, le aclaramos cuando podía iniciar con ellas, según yo, ahí
terminaba todo; transcurrió un año y antes de antes de que yo dejar la carrera de
medicina volvimos a ese lugar, para analizar cómo iban con la campaña de
sensibilización que habíamos adelantado en ese pueblo, yo iba emocionada y con
muchas ganas de ver a Daniela ya que la conexión que había sentido con esta
niña fue grande, al tener mi misma edad, al ayudarme a ver una realidad que yo
veía muy ajena a mi impacto mi vida, pero la impacto más cuando llegue a su
casa, golpeamos y preguntamos por ella “ esa pecadora Dios se la llevo “ nos
respondió el esposo, no entendíamos, luego nos explicaron que el esposo tiempo
después se dio cuenta que Daniela planificaba, la corrigió para que se le quitara lo
“pecadora”, ella volvió a quedar embarazada, al no saber qué hacer , se practicó
un aborto clandestino, Daniela había muerto 2 meses antes de que yo volviera a
ese lugar, una hemorragia y una infección por malos procedimientos se la llevó.
Si hablamos del derecho a la vida nos preguntamos ¿dónde estaban los de
Daniela? ¿dónde primo el derecho a ser libre, a escoger sobre su cuerpo? El día
que ella tomo la decisión de alzar de su voz y hacer valer sus “derechos” fue
juzgada, porque al acercarse al hospital del pueblo fue señalada y fue una
enfermera la que bajo cuerda le dio ese contacto que la mató, pero en Colombia
hay miles, millones de Danielas.
La situación de las mujeres colombianas ha ido de mal en peor, estas enfrentan
continuamente barreras innecesarias para tener un aborto legal. Como resultado,
muchas mujeres recurren a procedimientos clandestinos. casi tres cuartas partes
de mujeres que abortan ilegalmente mueren, generalmente son aquellas que
residen en áreas urbanas; entre el 2005 y 2017 esta tasa osciló entre el 15% al
40% de muertes por abortos clandestinos; conforme pasan los años esos
porcentajes suben de una forma monstruosa.
Para concluir quiero dejar en claro que el aborto no es algo que se deba coger
como deporte, no es algo que se pueda adoptar como método regular, pero si
pensemos, primero que el cuerpo es mío y yo tengo derechos sobre él, segundo,
las doctrinas religiosas deben ser apartadas de decisiones tan importantes y
personales, tercero, cuantas Danielas se pueden salvar si pensamos en el
derecho a la vida de esa mujer y por último, pero no menos importante, debemos
tener en cuenta que los derechos de la mujer priman por encima de ese feto,
recordemos que este empieza a tener derechos en el momento que sale del
vientre.

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