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Diseno de Cimentaciones
Diseno de Cimentaciones
Semana quince
ESTABILIDAD DE TALUDES – SEGUNDA PARTE
ANALOGÍA:
Carga transmitida al
terreno, por la
caja Estructura.
Material solicitado
esponja por las cargas. Suelo
de cimentación.
1. RESISTENCIA AL ESFUERZO CORTANTE DE LOS SUELOS
C = Cohesión
1. RESISTENCIA AL ESFUERZO CORTANTE DE LOS SUELOS
C. Teoría de Mohr – Coulomb
Es la teoría más usada en la actualidad. Se atribuye la falla a la tensión de cizallamiento y
D. Esfuerzo Efectivo
Una masa de suelo saturada está compuesta por dos fases distintas: el esqueleto de partículas
y los poros entre partículas llenos de agua. Típicamente, el esqueleto puede transmitir
esfuerzos normales y de corte por los puntos de contacto entre las partículas y el agua a su
vez, puede ejercer una presión hidrostática igual en todas las direcciones.
Los esfuerzos ejercidos por el esqueleto solamente se conocen como esfuerzos efectivos y a
los esfuerzos hidrostáticos del agua se les denomina presión de poros . Los esfuerzos
efectivos son los que controlan el comportamiento del suelo al cortante y no los esfuerzos
totales.
Esfuerzo efectivo = esfuerzo total - presión de poros
= - , t = c + * tan .
E. Esfuerzo Total
El esfuerzo total es la suma de todas las fuerzas, incluyendo aquellas transmitidas a
través de contactos entre partículas, aquellas transmitidas a través de la presión de poros
en el agua (divididas por el área total) e incluyendo el área de sólidos y el área de vacíos.
Esfuerzo total = esfuerzo efectivo + presión de poros
t
t = c + * tan
2.8. MÉTODOS DE ANÁLISIS DE ESTABILIDAD DE TALUDES
2.8.1. CLASIFICACIÓN DE LOS MÉTODOS DE CÁLCULO
Según IGME (1986) los métodos de cálculo para analizar la estabilidad de un
talud se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Figura 2.15. Clasificación de los métodos de cálculo de estabilidad de taludes (IGME, 1986)
MÉTODOS DE ANÁLISIS DE ESTABILIDAD DE TALUDES
MÉTODOS DE ANÁLISIS DE ESTABILIDAD DE TALUDES
2.9. FACTOR DE SEGURIDAD
Según Gonzales et al. (2002), López et al. (2002) e IGME (1986) las formas de actuar más frecuentes
sobre la geometría de un talud para mejorar la estabilidad son las siguientes:
• Disminuir la inclinación del talud o tendido de los taludes.
• Eliminar peso de la cabecera del talud (Descabezamiento).
• Incrementar el peso en el pie del talud (Tacones de tierra o escolleras).
• Construir bancos y bermas intermedias (Escalonar el talud).
Cuando un talud es inestable o su estabilidad resulta precaria, una forma de actuar sobre él es
modificando su geometría para obtener una nueva configuración que resulte estable. Esta
modificación busca obtener al menos uno de los dos efectos siguientes:
Figura 2.23. Disminución del ángulo del talud (Gonzales et al., 2002)
2.10.1.2. Eliminación de peso de la cabecera del talud (descabezamiento)
La eliminación de material de la cabecera consiste en la retirada de, relativamente, grandes
cantidades de materiales de la parte superior del talud. En la práctica, este método se aplica
cuando existen superficies potenciales de rotura. Este método reduce las fuerzas que
favorecen el deslizamiento, estableciéndose un equilibrio de fuerzas en la zona
potencialmente más inestable.
La excavación de la cabecera del talud elimina peso de esta zona, reduciendo las fuerzas
desestabilizadoras. Se debe tener en cuenta que la retirada de peso en su cabecera no
siempre pueden llevarse a cabo por las dificultades de acceso a la parte superior del talud.
Figura 2.24. Eliminación de peso en cabecera y adición al pie (Gonzales et al., 2002)
2.10.1.3. Incremento de peso en el pie del talud (tacones de tierra o escolleras)
El peso del tacón colocado en el pie del talud se traduce en un aumento de las tensiones
normales en la parte baja de la superficie de deslizamiento (sobre la superficie de rotura), lo
que aumenta su resistencia por ende el aumento de momento estabilizador frente a rotura.
Dicho aumento depende del ángulo de rozamiento interno en la parte inferior de la superficie
de deslizamiento (IGME, 1986).
El aumentar el peso en el pie de talud implica ocupar mayor espacio en la base del talud.
Es recomendable que el relleno aplicado en el pie del talud sea de material drenante o, en su
caso, construir un sistema de drenaje adecuado; en caso contrario su efecto estabilizador
puede verse anulado por una acumulación de agua en la zona de pie de talud.
Las bermas no sólo producen un efecto beneficioso en la estabilidad general del talud, sino
que su uso es aconsejable también por otros motivos: facilitan el proceso constructivo y las
operaciones de mantenimiento del talud, retienen las caídas de fragmentos de roca, y se
dispone en ellas zanjas de drenaje para evacuar las aguas de escorrentía, disminuyen su
efecto erosivo y reducen las presiones intersticiales (IGME, 1986).
Cada grada o berma de cada banco debe tener una cuneta revestida para el control y
evacuación del agua superficial de una manera efectiva (Figura 2.26), además el sistema de
cunetas a su vez debe conducir a una estructura de recolección y entrega con sus respectivos
elementos de disipación de energía.
Figura 2.26. Estabilización de talud
mediante banquetas (Suárez, 2009)
Las medidas de drenaje tienen por finalidad eliminar o disminuir el agua presente en el talud y, por
lo tanto, las presiones intersticiales que actúan como factor desestabilizador en las superficies de
rotura y grietas de tracción, por lo que se aumenta su resistencia y disminuye el peso total del
suelo, por ende disminuye las fuerzas desestabilizadoras (IGME, 1986 y Gonzales et al., 2002).
Las medidas de drenaje son, generalmente, las más efectivas, ya que el agua es el principal agente
que desencadena los problemas de inestabilidad de taludes, aumentando el peso de la masa
inestable, elevando el nivel freático y las presiones intersticiales, creando empujes hidrostáticos,
reblandeciendo el terreno, erosionando el pie del talud, etc. (Gonzales et al., 2002).
Figura 2.27. Medidas de drenaje y protección en taludes (Uriel, 1991; citado por Gonzales et al., 2002)
Tabla 2.10. Métodos de drenaje y subdrenaje
Los tipos de estructuras ancladas son: Anclajes y pernos individuales, muros anclados y
nailling o pilotillos tipo raíz (rootpiles).
Son estructuras esbeltas, las cuales generalmente trabajan empotradas en su punta inferior.
Internamente están sometidas a esfuerzos de flexión y cortante. Según Suárez (1998) las
estructuras enterradas son de tipo: Tablestaca, pilotes, pilas o caissons. Estas estructuras son
también costosas .
Tabla 2.12. Ventajas y desventajas de los diversos tipos de estructura anclada
Fuente: A. Sayao