Está en la página 1de 5

DEONTOLOGIA I

Unidad n° 1 “ETAPA PREBACTERIOLÓGICA”

1. En los pueblos primitivos ¿Qué influyó en el desarrollo de las prácticas


relacionadas con los tratamientos?
El creador del nombre, M. A. Ruffer (1859-1917), llamó paleopatología a «la ciencia de
las enfermedades que pueden ser demostradas en restos humanos procedentes de
épocas remotas». Hoy constituye una disciplina que ha elaborado métodos propios y
contiene un considerable elenco de saberes. No solamente nos ha enseñado que el
hombre prehistórico, contra la tesis imaginativa de una primitiva e íntegra «salud
natural», padeció enfermedades, también nos ha hecho conocer el diagnóstico de no
pocas de ellas; y teniendo en cuenta la enorme cantidad de procesos morbosos que no
dejan restos duraderos, nos ha permitido adivinar en aquél una patología bastante
próxima a la de los tiempos históricos.
El tratamiento de la enfermedad. Es seguro que en la prehistoria se practicó la
reducción de ciertas fracturas, y muy probable que tras la reducción se entablillara el
miembro afecto (L. Palés). La trepanación craneal, ejecutada desde el Paleolítico en los
más distintos lugares del planeta, fue emprendida con dos finalidades diferentes, a
veces combinadas entre sí: la quirúrgica, para evacuar materias real, o supuestamente
acumuladas en la cavidad cefálica, y la mágica, para dar salida a entes nocivos que un
maleficio hubiese hecho penetrar en el cuerpo.
Ha sido también descrita una mano a la cual se había amputado un dedo (D. Rojlin). Al
lado de estas prácticas terapéuticas y otras semejantes tuvo que haber algunas de
carácter medicamentoso, suscitadas por los impulsos instintivos del paciente o por la
imitación de la conducta de animales enfermos; la ingestión de ciertas hierbas, muy en
primer término. No parece, sin embargo, que en relación con su existencia podamos
pasar de la simple conjetura.
2. ¿Qué generaba las enfermedades según los pueblos primitivos?
Desde un fundamental estudio etnológico de F. E. Clements (1932), en la
interpretación de la enfermedad vigente entre los pueblos primitivos suelen ser
distinguidas cinco formas principales: el hechizo nocivo, la infracción de un tabú, la
penetración mágica de un objeto en el cuerpo, la posesión por espíritus malignos y la
pérdida del alma.
3. ¿Cómo era el proceso de salud-enfermedad en Grecia?
El epígrafe que antecede —«Medicina y physis helénica»—indica muy claramente que
la idea de physis o «naturaleza» fue a la vez el fundamento y el punto de partida de la
medicina técnica griega, entendida esta expresión en su más estricto y exigente
sentido; mas también alude a la realización de esa idea en la medicina de una cultura
que, siendo tan distinta de la helénica, a ella debió las bases últimas de su vida
intelectual: la cultura de la Roma antigua.
1
MARIA EUGENIA MANSILLA
La concepción homérica de las causas de la enfermedad y las distintas ideas que acerca
del mecanismo de ésta dentro de la llíada y la Odisea parecen existir.
1. Tres son, en lo tocante a causación de la enfermedad, los principales tipos que
el epos distingue: el traumático, el ambiental y el divino-punitivo.
Para el griego culto de los siglos IX y vm a.C, habría dos modos de enfermar claramente
discernibles entre sí: uno enteramente explicable por causas naturales, en el sentido
que nosotros damos a esta palabra, y otro que sólo podría ser entendido apelando a
una intervención punitiva de los dioses sobre la enfermable y mortal realidad de los
hombres.
2. Consecuentemente, dos son también los principales modos de entender el
mecanismo de la enfermedad. Según uno, ésta se produce como consecuencia
natural e inmediata del agente causal, flecha, lanza o golpe de calor. Según el
otro, la génesis de la dolencia llevaría consigo la intervención de entes que
rebasan la mera naturalidad cósmica de las cosas visibles y del hombre (por
ejemplo, la hipótesis de un daimon maligno y nosógeno mencionada en Odisea
V, 394) o la materialización de los recursos, en principio sobrehumanos, con
que los dioses hacen real y efectiva su decisión de lanzar sobre los hombres
alguna dolencia patológica (por ejemplo, la mancha morbosa que las flechas de
Apolo producen sobre el cuerpo de los aqueos castigados con la peste).
4. ¿Proporcionó la ciencia fisiológica a la medicina en esa época?
Supremo fruto histórico del naturalismo indoeuropeo será la «fisiología» griega, con su
inmediata expresión médica, la visión de la enfermedad como desarmonía del buen
orden del cuerpo. Consecuencia médica central del personalismo semítico, la
concepción del trastorno morboso como consecuencia de una primaria culpa moral.
De aquella raíz saldrá el grandioso árbol de la medicina de Occidente. Esta otra,
sistemáticamente elaborada hasta la desmesura en Asiría y Babilonia, y bien patente,
aunque no en forma tan sistemática, en la literatura de Israel, quedará como en
reserva hasta que —con mentalidad ya enteramente secularizada— la medicina de
nuestro siglo descubra otra vez que la enfermedad y él sentimiento de culpa tienen
que ver entre sí en más de una ocasión.
5. ¿En qué se basaba concepción asirio-babilónica de la enfermedad?
Fue básica y primariamente entendida como un castigo de los dioses irritados contra
quien estaba padeciéndola, a causa de un pecado de éste.
6. Describir la medicina en el antiguo Egipto.
La medicina del antiguo Egipto suele ser descrita pasando por alto que la duración de
su vigencia no es inferior a tres milenios; por tanto, que en sí misma debe tener una
larga historia.
Primer tema, las fuentes para el conocimiento de la medicina egipcia.

2
MARIA EUGENIA MANSILLA
Aparte las de orden secundario —arte arqueológico, textos religiosos, utensilios
quirúrgicos, embalsamamiento, etcétera— las más importantes son los papiros
médicos, con su diverso y abundante contenido escrito.
Por orden cronológico de su composición, esos papiros son —hasta hoy— los
siguientes:
1. Papiros de Ramesseum: compuestos hacia 1.900 a.C. Recetas y fórmulas mágicas de
contenido médico y acerca de la relajación de los miembros rígidos.
2. Papiro de Kahoun: compuesto hacia 1.850 a.C. Ginecología médica, obstetricia,
veterinaria, aritmética.
3. Papiro Ebers: compuesto hacia 1.550 a.C. Con el de Edwin Smith, el más importante.
Contenido muy vario: recetas, descripciones clínicas.
4. Papiro Edwin Smith: compuesto hacia 1.550 a.C. Contenido principalmente
quirúrgico, dispuesto a capite ad calcem. Muy sobrio y preciso en sus descripciones y
prescripciones.
5. Papiro Hearst: compuesto hacia 1.550 a.C. Descripciones médico-quirúrgicas y
fórmulas terapéuticas.
6. Papiro de Londres: compuesto hacia 1.350 a.C. Desordenado conjunto de recetas
médicas y fórmulas mágicas.
7. Papiro de Berlín: compuesto hacia 1.300 a.C. Su contenido repite en buena medida
el del papiro Ebers, pero mejora sus descripciones angiológicas («Libro del corazón»).
8. Papiro Chester Beatty: compuesto hacia 1.300 a.C. Recetas y fórmulas mágicas de
contenido vario.
9. Papiro Carlsberg: compuesto hacia 1.200 a.C. Enfermedades de los ojos y
pronósticos obstétricos.
Los sanadores en el antiguo Egipto. Según el papiro de Ebers, hubo en el Egipto
antiguo tres clases de sanadores: los sacerdotes de Sekhmet, mediadores entre el
paciente y la diosa, que a sus ceremonias rituales unían la administración de drogas;
los médicos laicos (snwn), también llamados escribas; los magos propiamente dichos,
expertos en ciertas prácticas preternaturales o dotados de virtud para hacerlas
eficaces. La profesión médica era en muchos casos hereditaria y exigía un aprendizaje,
que en sus niveles superiores debió de tener carácter esotérico, «sólo para los
iniciados»; tal vez se hiciese en la «Casa de la Vida», institución del Estado, próxima a
los grandes templos, encargada ante todo de la protección mágica del faraón. Hubo en
la práctica una considerable especialización; dice por ejemplo Heródoto que en Egipto
había médicos de una sola enfermedad, y consta que Hesy-Ra, el primer sanador de
que se tiene noticia (vivió hacia el año 3.000 a.C), brilló especialmente como
oftalmólogo.
El cuerpo médico se hallaba asistido por un gran número de ayudantes o wt.

3
MARIA EUGENIA MANSILLA
En cualquier caso, los saberes anatómicos y fisiológicos de los médicos egipcios fueron
escasos, y en su mayor parte antes procedentes de la imaginación que basados en la
observación.
No puede atribuirse a la medicina egipcia antigua una verdadera patología general, es
decir, una teoría racional y coherente de la enfermedad.
Cabe en todo caso afirmar que, en el Egipto antiguo, incluso cuando prevaleció la
visión de la enfermedad como castigo y mácula y era habitual el tratamiento mágico-
religioso de ella, siempre la disposición mental del sanador fue más suelta que en
Asiría y Babilonia, y siempre más fuerte el atenimiento de éste a los datos de la
observación sensorial. El desorden de la función de los vasos (metu) y la antes
mencionada doctrina patogenética del wehedu fueron las dos vías principales de esa
incipiente racionalización del pensamiento médico egipcio.
7. Describa el desarrollo de la medicina China
P. Huard y Ming Wong, la historia de la medicina china puede ser dividida en cuatro
grandes períodos: la medicina correspondiente a las civilizaciones protohistóricas
(1.600 a.C-221 a.C); la del Imperio Antiguo (220 a.C-589 d.C); la del Imperio Medio
(589-1367); la de China moderna (1368-1911).
Al menos desde el siglo ν a.C, el saber de los médicos chinos ha tenido como
fundamento intelectual una doctrina cosmológica muy bien articulada. Una realidad
última, inmutable y eterna, el Tao, de donde el nombre de taoísmo, produjo el
universo, en el cual se manifiesta constantemente bajo forma de dos principios
contrapuestos, el Yang (el cielo, la luz, la fuerza, la dureza, el calor, la sequedad, lo viril)
y el Yin (la tierra, la oscuridad, la debilidad, la blandura, el frío, la humedad, lo
femenino). De la mutua relación dinámica entre ellos dependerían el curso cíclico y la
varia peculiaridad de los procesos naturales.
«elemento cósmico», entendido éste como principio material-energético.
Cinco serían en la realidad tales elementos: agua, tierra, fuego, madera y metal.
El hombre, microcosmos, se halla formado por esos cinco elementos, y en la mezcla y
la dinámica de los cinco posee su base real la vida humana.
Mil años más tarde llegó a existir un texto chino de anatomía, el de Yang Kiai (ca. 1068-
1140). Con sus grandes deficiencias y sus grandes errores, ese tratadito tuvo vigencia
durante siete siglos, hasta que Wang-Tsing-jen (1768-1831), ya bajo influencias
occidentales, compuso un manual más completo y mucho menos erróneo. Por su
relación con la acupuntura, los vasos y los canales —reales o imaginarios— fueron muy
atentamente considerados por los médicos chinos. Esta rudimentaria anatomía y
pensamiento cosmológico antes esbozado dieron base a la fisiología tradicional.
Como la cosmología, el saber anatomo-fisiológico de la antigua China se halló
presidido por el número cinco: cinco elementos básicos, cinco órganos principales
(corazón, pulmón, riñón, hígado y bazo) y cinco órganos secundarios o subordinados

4
MARIA EUGENIA MANSILLA
(intestino delgado, intestino grueso, uréter, vesícula biliar y estómago), a los cuales
corresponden otros tantos planetas, estaciones, colores, sonidos y sabores. La relación
viviente entre los órganos es de amistad y enemistad, de acuerdo con su composición
elemental, y en último término con su papel en la dinámica Yang-Yin: el corazón
(fuego) tiene su enemigo en el riñón (agua) y su amigo en el hígado (madera), etc. Por
esto es signo de mal pronóstico que en los enfermos del corazón la lengua roja
(predominio del fuego) poco a poco se ennegrezca (predominio del agua).
Para el diagnóstico, el médico usaba sus cinco sentidos. Tuvo máxima importancia la
exploración del pulso, del cual se obtenían indicaciones diagnósticas y pronosticas.
Se la practicaba en once puntos distintos y con tres distintos grados de presión; más de
una hora se empleaba a veces en ella.
Los capítulos más importantes o más característicos de la terapéutica china fueron la
farmacoterapia, la acupuntura y la moxibustión.
Vigente hasta hoy y exportada a los países de Occidente, la acupuntura era practicada
con agujas muy finas de plata, oro o hierro, calientes o frías y de diversa longitud (3 a
24 cm). La punción, que podía realizarse en muchos puntos del cuerpo, hasta más de
seiscientos en algunos tratados, tenía por objeto remover las obstrucciones producidas
por la enfermedad en los canales o chin, para lograr así el buen orden en el
movimiento de los dos principios vitales. Su técnica, muy sutil, requería un largo
adiestramiento en maniquíes especiales.
Con la acupuntura era a veces asociada la moxibustión (de moxa o mogusa, «hierba
ardiente»). Ordinariamente con hojas de artemisa, mas también con otras sustancias,
se preparaban esférulas, para aplicarlas luego en determinados lugares de la piel y
quemarlas in situ.
La profesionalizarían de la medicina fue muy acusada en la China antigua.
Cuatro especialidades principales hubo: médicos y esfigmólogos generales, aptos para
el ejercicio en todos los campos de la práctica, maestros acupuntores, masajistas-
traumatólogos y maestros en encantamientos. La consideración social del médico, que
podía ser muy alta, variaba con el puesto que ocupara en la vida civil.

5
MARIA EUGENIA MANSILLA

También podría gustarte