Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ANÁLISIS Y DISEÑO DE
EXCAVACIONES SUBTERRÁNEAS EN ROCA
2. Bieniawski (RMR)
2
1) Resistencia de la roca inalterada (usando la clasificación de la resistencia a la compresión
uniaxial de Deere y Miller)
2) El R.Q.D. (índice de la calidad de la roca, Deere)
3) Espaciamiento de las discontinuidades
4) Estado de las discontinuidades (abertura, continuidad, rugosidad, estado de las paredes,
relleno en fisuras)
5) Las condiciones del agua subterránea
6) La orientación de las discontinuidades respecto a la excavación
Para realizar la clasificación ó sistema RMR, el macizo rocoso es dividido en zonas que
con base en las observaciones y toma de datos de campo en los diferentes sistemas o familias de
discontinuidades, presenten características geológicas más o menos uniformes y aplicando la
tabla 2.1, la cual presenta los seis parámetros descritos anteriormente y que tienen un valor
numérico que se suma o resta definiendo cinco categorías de calidad de roca.
Parámetros de clasificación
Compresión
Ensaye de
Resistencia > 10 10 - 4 4-2 2-1 simple
carga puntual
de la Roca (MPa)
1 Inalterada Resistencia a
(MPa) compresión > 250 250 - 100 100 -50 50 - 25 25 - 5 5 - 1 < 1
uniaxial
Puntuación 15 12 7 4 2 1 0
RQD 90% - 100% 75% - 90% 50% - 75% 25% - 50% < 25%
2
Puntuación 20 17 13 6 3
Espaciamiento de las >2m 0.6 – 2 m 0.2- 0.6 m 0.06 – 0.2 m < 0.06 m
3 discontinuidades
Puntuación 20 15 10 8 5
Longitud de la
<1m 1–3m 3 – 10 m 10 – 20 m > 20 m
discontinuidad
discontinuidades
Estado de las
Puntuación 6 4 2 1 0
Abertura Nada < 0.1 mm 0.1 – 1.0 mm 1 – 5 mm > 5 mm
4
Puntuación 6 5 3 1 0
Ligeramente
Rugosidad Muy rugosa Rugosa Ondulada Suave
rugosa
Puntuación 6 5 3 1 0
3
Relleno
Relleno duro Relleno duro Relleno blando
Relleno Ninguno blando < 5
< 5 mm > 5 mm > 5 mm
mm
Puntuación 6 4 2 20
Ligeramente Moderadament
Alteración Inalterada Muy alterada Descompuesta
alterada e alterada
Puntuación 6 5 3 1 0
Caudal por 10 < 10 10 - 25 25 – 125 > 125
Nulo
m de túnel litros/min litros/min litros/min litros/min
Relación:
Presión
Agua de agua /
5 0 0 – 0.1 0.1 - 0.2 0.2 - 0.5 > 0.5
subterránea Esfuerzo
Principal
Mayor
Estado Ligerament
seco Húmedo Goteando Agua fluyendo
general e húmedo
Puntuación 15 10 7 4 0
Clasificación
Clase I II III IV V
Calidad Muy buena Buena Media Mala Muy mala
Puntuación 100 - 81 80 - 61 60 - 41 40 - 21 < 20
Características geotécnicas
Clase I II III IV V
Tiempo de 10 años con 6 meses con 1 semana 10 horas con 30 minutos con
sostenimiento y 15 m de 8 m de claro
con 5 m 2.5 m de claro 1 m de claro
longitud claro de claro
Cohesión > 4 Kg/cm2 3 – 4 Kg/cm2 2 - 3 Kg/cm2 1 - 2 Kg/cm2 < 1 Kg/cm2
Angulo de fricción > 45° 35° - 45° 25° - 35° 15° - 25° < 15°
4
Excavación contra Dirección paralela al eje del Buzamiento 0° - 20°
Excavación con buzamiento
buzamiento túnel Cualquier dirección
Buz. 45 – 90 Buz. 20 – 45 Buz. 45 – 90 Buz. 20 – 45 Buz. 45 – 90 Buz. 20 – 45
Muy Favorable Media Desfavorabl Muy favorable Media Desfavorable
favorable e
Tabla 2.1. Clasificación RMR.
Como podemos ver en la tabla 2.1, esta clasificación distingue cinco clases, cuyo
significado geotécnico se muestra en la tabla 2.2, donde a cada clase del macizo se le asigna una
calidad y unas características geotécnicas. Así por ejemplo, la clase I (roca muy buena),
correspondería con un macizo rocoso duro, poco fracturado, sin filtraciones importantes de agua
y poco meteorizado, mientras que una roca de calidad muy mala (clase V), correspondería con
una roca poco resistente, muy fracturada, alterada, con presencia de agua y probablemente
materiales arcillosos en las paredes de las discontinuidades.
3. Barton (Q)
El índice de calidad "NGI" o sistema Q de Barton, fue desarrollada en 1974 y está basado
en la evaluación de seis parámetros, cuyos rangos de valores están definidos de acuerdo a sus
características y expresados matemáticamente de la siguiente manera:
donde:
Q = Índice de calidad del macizo
RQD = Índice de calidad de la roca
Jn = Número de sistemas de juntas
Jr = Número de la rugosidad de las fisuras
Ja = Número de la alteración de las fisuras
Jw = Factor de reducción por la presencia de agua en las juntas
SRF = Factor de reducción por esfuerzos
5
Cada uno de los tres factores de la expresión anterior, representan lo siguiente:
En la tabla 3.1 se muestran los criterios de valoración de cada uno de estos parámetros.
A. Muy mala 0 – 25
B. Mala 25 – 50
C. Media 50 – 75
D. Buena 75 – 90
E. Excelente 90 – 100
Notas:
i. Cuando se obtienen valores del RQD inferiores o iguales a 10, se toma un valor de 10 para calcular en
índice Q
ii. Los intervalos de 5 unidades para el RQD, es decir, 100, 95, 90, etc., tienen suficiente precisión
2. Índice de diaclasado Jn
A. Roca masiva, sin diaclasar o con fisuración escasa 0.5 - 1.0
B. Una familia de diaclasas 2
C. Una familia y algunas diaclasas aleatorias 3
D. Dos familias de diaclasas 4
E. Dos familias y algunas diaclasas aleatorias 6
F. Tres familias de diaclasas 9
G. Tres familias y algunas diaclasas aleatorias 12
H. Cuatro o más familias, diaclasas aleatorias, roca muy fracturada, roca en 15
terrenos 20
I. Roca triturada, terrosa
Notas:
i) En intersecciones de túneles se utiliza la expresión (3Jn)
ii) En los portales de los túneles se utiliza la expresión (2Jn)
3. Índice de rugosidad de las discontinuidades Jr
a) Contacto entre los dos caras de la discontinuidad
b) Contacto entre las dos caras de la discontinuidad ante un desplazamiento cortante
inferior a 10 cm.
A. Diaclasas discontinuas 4
B. Diaclasas onduladas, rugosas o irregulares 3
6
C. Diaclasas onduladas, lisas 2
D. Diaclasas onduladas, perfectamente lisas 1.5
E. Diaclasas planas, rugosas o irregulares 1.5
F. Diaclasas planas, lisas 1.0
G. Diaclasas planas, perfectamente lisas 0.5
Nota:
i) Las descripciones se refieren a caracterizaciones a pequeña escala y escala intermedia, por este orden
c) No existe contacto entre las caras de la discontinuidad ante un desplazamiento cortante
H. Zona que contiene minerales arcillosos con un espesor suficiente para
1.0
impedir el contacto con las caras de la discontinuidad
I. Zona arenosa, de grava o roca triturada con un espesor suficiente para
1.0
impedir el contacto entre las dos caras de la discontinuidad
Notas:
i) Si el espaciado de la principal familia de discontinuidades es superior a 3 m, se debe aumentar al índice
Jr en una unidad.
ii) En el caso de diaclasas planas perfectamente lisas que presenten alineaciones, y que dichas alineaciones
estén orientadas según la dirección de mínima resistencia, se puede utilizar el valor Jr = 0.5.
7
Notas: los valores expresados, para los parámetros J r y Ja se aplican a las familias de diaclasas o
discontinuidades que son menos favorables con relación a la estabilidad, tanto por la orientación de las
mismas como por su resistencia al corte (esta resistencia puede evaluarse mediante la expresión:
Presión
5. Factor de reducción por agua en las fisuras de agua Jw
kg/cm2
A. Excavaciones secas o pequeñas afluencias, inferiores a 5 l/min, localmente <1 1.0
B. Afluencia a presión media, con lavado ocasional de los rellenos 1 – 2.5 0.66
C. Afluencia importante o presión alta en rocas competentes con
discontinuidades sin relleno 2.5 – 10 0.5
D. Afluencia importante o presión alta, produciéndose un lavado considerable
de los rellenos de las diaclasas 2.5 – 10 0.33
E. Afluencia excepcionalmente alta o presión elevada en el momento de
realizar las voladuras, disminuyendo con el tiempo > 10 0.2 – 0.1
F. Afluencia excepcionalmente alta, o presión elevada de carácter persistente,
sin disminución apreciable > 10 0.1–0.05
Notas:
i) Los valores de las clases C, D, E y F son meramente estimativos. Si se toman medidas de drenaje, puede
incrementarse el valor Jw.
ii)No se han considerado los problemas especiales derivados de la formación del hielo.
8
favorable para la estabilidad, puede ser desfavorable para la 10 – 5 0.3-0.4 0.5 – 2
estabilidad de los hastiales
K. Desprendido moderado de la roca después de 1 hora en rocas 5 - 5 0.5-0.65 5 – 50
masivas
L. Desprendimiento y estallido de la roca después de algunos 3 – 2 0.65 – 1 50–200
minutos en rocas masivas
M. Estallidos violentos de la roca (deformación explosiva) y <2 >1 200-
deformaciones dinámicas inmediatas en rocas masivas 400
Notas:
i) Si se comprueba la existencia de campos de esfuerzos fuertemente anisótropicos; cuando 5 < 1/3
< 10, si se disminuye el parámetro c hasta 0.75c; si 1/3 > 10, se toma el valor 0.5 c. c es la resistencia a la
compresión simple, 1 y 3 son los esfuerzos principales mayor y menor y es el esfuerzo tangencial
máximo, estimado a partir de la teoría de la estabilidad.
ii) En los casos en los que la profanidad de la clave del túnel es menor que el ancho de la excavación,
se sugiere aumentar el valor del factor SRF entre 2.5 y 5 unidades (véase clase H).
9
c) Rocas deformables: flujo plástico de roca incompetente sometida a /c SRF
altas presiones litostáticas
O. Presión de deformación baja 1-5 5 - 10
P. Presión de deformación alta >5 10 - 20
Notas:
i) Los fenómenos de deformación o fluencia de rocas suelen ocurrir a profundidades: H > 250 Q 1/3
(Singh et al., 1992). La resistencia a compresión del macizo rocoso puede estimarse mediante la expresión:
q(MPa) 7Q1/3, donde es la densidad de la roca en g/cm3 (Singh, 1993).
d) Rocas expansivas: actividad expansiva química dependiendo de la presencia de
SRF
agua
Q. Presión de expansión baja 5 -10
R. Presión de expansión alta 10 - 15
El índice Q varía entre 0.001 y 1000, de acuerdo con la siguiente clasificación del macizo
rocoso.
Q CALIDAD
Entre 0.001 y 0.01 Roca excepcionalmente mala
Entre 0.01 y 0.1 Roca extremadamente mala
Entre 0.1 y 1.0 Roca muy mala
Entre 1 y 4 Roca mala
Entre 4 y 10 Roca media
Entre 10 y 40 Roca buena
Entre 40 y 100 Roca muy buena
Entre 100 y 400 Roca extremadamente buena
Entre 400 y 1000 Roca excepcionalmente buena
4. Hoek
Con el fin de ampliar el rango de aplicación del criterio generalizado a macizos rocosos de
baja calidad, y emplear parámetros más geológicos para la evaluación de su resistencia, Hoek
(1994) y Hoek et al, (1995), introdujeron un nuevo índice de calidad llamado GSI (Geological
Strenght Index), que evalúa la calidad del macizo en función del grado y de las características de
fracturamiento, estructura geológica, tamaño de los bloques y alteración de las discontinuidades.
El índice GSI equivale al RMR de Bieniawski según la definición de 1976 para un macizo
rocoso seco, o el RMR – 5 según la versión de 1989. En la figura 4.1, se muestra la
caracterización de macizos rocosos con base en su grado de fracturamiento y estado de las juntas,
10
mientras que
Figura 4.1. Caracterización de macizos rocosos (Hoek y Brown, 1997)
en la figura
4.2, se
observa la
estimación del
índice GSI con
base a
descripciones geológicas.
11
Figura 4.2. Estimación del índice GSI, (Hoek y Brown, 1997)
Cabe hacer
mención que el GSI no
es una clasificación como tal, sin embargo, es posible obtener valores de resistencia del macizo
rocoso, para lo cual debe tomarse en cuenta que:
12
estabilidad de las cuñas formadas en el interior de la excavación subterránea, mediante un
programa informático llamado UNWEDGE que resuelve el problema en 3D. A continuación se
presentan algunos aspectos fundamentales que deben tomarse en cuanta al realizar un análisis de
estabilidad mediante el software antes mencionado.
Por otro lado, una excavación subterránea genera una serie de procesos inducidos que se
suman a las condiciones naturales:
13
La estructura geológica ejerce una gran influencia en la estabilidad de una excavación
subterránea. En general, se considera que las orientaciones paralelas a la orientación del eje de la
excavación son situaciones desfavorables.
Las discontinuidades más importantes desde el punto de vista de la estabilidad, son las
singulares, como las fallas. Éstas pueden acumular esfuerzos tectónicos importantes y pueden
formar planos principales de rotura cuya resistencia es muy baja. La incidencia de las fallas en la
estabilidad de una excavación depende de las características de las mismas, que pueden ser:
Existen tres modos diferentes de falla para una cuña en el interior de una excavación
subterránea: rotura, deslizamiento en un plano y deslizamiento en 2 planos. Las ecuaciones que
permiten estimar el factor de seguridad para cada caso son:
14
(5.1)
(5.2)
(5.3)
donde:
Ni Componente normal al plano (i) del peso de la cuña (W), menos la presión de agua (u)
en el plano (i)
Si Componente tangencial al plano (i) del peso (W) de la cuña y en la dirección del
deslizamiento.
Sij Componente del peso (W) de la cuña en la dirección del eje definido por los planos i y
j.
Tni Componente de la capacidad del anclaje (T ) normal al plano i.
Tsi Componente de la capacidad del anclaje (T ) tangencial al plano i y en la dirección de
deslizamiento.
Tsij Componente de la capacidad del anclaje (T ) en la dirección del eje definido por los
planos i y j.
eff eficiencia del anclaje (gobernada por la instalación y el modo de moverlo)
Cni Componente de la capacidad del concreto lanzado (C) normal al plano i.
Csi Componente de la capacidad del concreto lanzado (C) tangencial al plano i y en la
dirección del deslizamiento.
Csij Componente de la capacidad del concreto lanzado (C) en la dirección del eje definido
por los planos i y j.
Ai Área del plano i.
ci cohesión del plano i.
i ángulo de fricción del plano i.
n es el número de anclajes y g es la dirección gravitacional.
15
El cálculo de la estabilidad de una excavación subterránea en función de la formación de
bloques potencialmente inestables se puede realizar mediante el programa UNWEDGE (de la
empresa Rocsience, 1992-2002). Este programa permite estudiar la posibilidad de formación de
cuñas en 6 hipotéticos planos de rotura, mismos que se muestran en la figura 5.2 y obtener el
factor de seguridad para cada cuña.
1
6 1 6
5 2
2
3
5
4 3
4
Figura 5.2. Posibles planos de formación de cuñas.
Estas cuñas están definidas por tres discontinuidades estructurales y por la superficie de
excavación, pudiéndose visualizar en tres dimensiones, y obtenerse el factor de seguridad ante la
rotura. El programa permite definir un sistema de sostenimiento mediante anclas puntuales o con
algún patrón previamente definido y concreto lanzado.
El análisis se basa en la hipótesis de que las cuñas, definidas por tres discontinuidades,
están únicamente sujetas a la acción de la gravedad y por consiguiente el campo de esfuerzos en
la roca circundante a la excavación no se toma en cuenta, lo que conduce a una imprecisión en el
cálculo.
Los datos adicionales que son necesarios introducir en el programa UNWEDGE son el
espaciamiento de las fracturas de cada familia, peso específico de la roca, los parámetros
resistentes de cada plano, es decir, la cohesión y el ángulo de fricción interna para calcular su
tendencia a la inestabilidad y la presión de agua en las juntas (en caso de existir).
Una vez introducidos los datos, el programa muestra hasta seis posibles cuñas creadas
alrededor de la excavación (ver ejemplo en la figura 5.3); o las dos cuñas potenciales que pueden
aparecer en cualquiera de los dos frentes (ver figura 5.4), ya que al definir la orientación de la
excavación no se da el sentido del avance de la misma. Para cada una de las máximas cuñas el
programa proporciona su peso, señalando si se produce caída, rotación o deslizamiento, además
determina el factor de seguridad.
16
Figura 5.3. Cuñas formadas alrededor de la excavación
17
Para elegir la cuña más desfavorable no sólo se tiene en cuenta el factor de seguridad
mínimo, sino también el tamaño de la cuña y la ubicación respecto de la sección de análisis. El
programa también proporciona las características geométricas de la cuña máxima, el volumen y
la altura de la cuña. En la figura 5.5 se observa una vista frontal y otra en perspectiva de una cuña
típica en excavaciones subterráneas.
Finalmente, las limitaciones más importantes y que deben ser tomadas en cuenta por los
usuarios del programa UNWEDGE, son las siguientes:
18
lugar en las discontinuidades y que las cuñas se mueven como bloques rígidos sin
deformación interna y sin agrietamiento.
La superficie de las discontinuidades se asume como perfectamente plana.
Se considera que las discontinuidades pueden aparecer en cualquier lugar de la
masa.
La sección transversal de la excavación se considera constante a lo largo de todo
su eje.
6. Parámetros derivados
Es importante recalcar que las clasificaciones geomecánicas son una herramienta de gran
utilidad en cada una de las fases de un proyecto relacionado con las excavaciones subterráneas en
rocas. En la etapa de anteproyecto nos permiten estimar a grosso modo las características de los
sistemas de estabilización y soporte (descritos en el apartado 7) y algunos de los parámetros
mecánicos del macizo rocoso. Sin embargo estas clasificaciones tienen un carácter altamente
empírico y, por otro lado, se basan en lecturas de campo y datos extraídos de los sondeos, que son
muy puntuales y difícilmente extrapolables a la totalidad del macizo rocoso. El diseño geotécnico
definitivo de una obra subterránea no se puede apoyar únicamente en estas clasificaciones y
menos aun en los valores obtenidos en las etapas de anteproyecto o proyecto. Para que estos
métodos sean realmente representativos de la calidad del macizo y, por lo tanto, útiles en el
diseño definitivo de los sistemas de estabilización, soporte y reforzamiento del terreno, es
necesario llevar un seguimiento geotécnico durante la excavación e ir ajustando los valores de los
diferentes parámetros conforme a lo observado en cada toma de datos.
De acuerdo con Evert Hoek (E. Hoek, 1995), “...uno de los retos más grandes del diseño
de obras subterráneas es el que se refiere a la determinación de las propiedades de deformabilidad
y resistencia del macizo rocoso. En el caso de macizos rocosos fracturados la evaluación de tales
propiedades presenta problemas teóricos y experimentales muy complejos. Sin embargo, debido a
que esta es una cuestión de fundamental importancia, en casi todos los diseños que involucran
excavaciones en roca, es esencial tratar de estimar dichas propiedades de la manera más realista
posible”.
19
vez, serán los que distingan el comportamiento elástico del comportamiento elastoplástico en los
análisis tenso-deformacionales de la excavación.
Debido a un número muy importante de factores y fenómenos físicos que definen las
condiciones in situ de la roca, la modelización del comportamiento de una obra subterránea se
convierte en una ardua labor, en la que las clasificaciones geomecánicas suelen ser útiles para
estimar los posibles rangos de variación de los parámetros mecánicos que definirán el
comportamiento mecánico de la obra y que además permiten tener una primera aproximación
sobre los tratamientos más adecuados que requiere el terreno para ser estable durante la
excavación. Estas herramientas, son muy útiles siempre y cuando se tenga un conocimiento
profundo de las condiciones del terreno y para esto es fundamental haber realizado una campaña
de estudios de campo muy completa.
(6.1)
donde mb es la constante de Hoek y Brown que depende del ángulo de fricción, s el parámetro
que relaciona la resistencia a la compresión simple de la roca intacta con la resistencia a la
compresión simple del macizo rocoso, a una constante que depende de las características de la
masa de roca y la resistencia a la compresión simple de la roca intacta.
(6.2)
La ecuación (6.1) no tiene ninguna utilidad práctica a menos que las constantes m y s sean
estimadas adecuadamente. Hoek y Brown (1988) sugirieron que tales constantes pueden
20
relacionarse de alguna manera con el índice de calidad RMR (actualmente con el GSI) si se
suponen condiciones totalmente secas y una orientación de las discontinuidades favorable a la
excavación.
Debido a algunas cuestiones prácticas de la utilización del índice RMR para la estimación
de las constantes mb y s del macizo rocoso (el criterio no era aplicable para macizos de baja
calidad) y con el objeto de que estas constantes fueran también correlacionables con el índice Q
de Barton, se introdujo (Hoek, 1995) un nuevo índice de calidad llamado GSI (Geological Strenght
Index). El índice GSI equivale al RMR de Bieniawski según la definición de 1976 para un macizo
rocoso seco, o el RMR – 5 según la versión de 1989.
Por otro lado, en el año 2002, Hoek et al. publicaron el Criterio de Rotura Generalizado
el cual incluye un nuevo coeficiente D (factor de daño) que se relaciona con la cantidad de daño
ocasionado al macizo rocoso por el procedimiento de excavación y la relajación del terreno. Con
el nuevo coeficiente es posible calcular los parámetros del criterio de rotura del macizo rocoso
con mayor confiabilidad. Además, el factor D permite eliminar algunas restricciones en la
aplicabilidad de las fórmulas para la obtención de los parámetros, existentes en las versiones
previas del criterio de rotura.
Las relaciones entre mb/mi, s y a con el GSI y el D propuestas, para excavación con
voladura, y que a su vez permiten calcular la resistencia a compresión del macizo rocoso son:
(6.3)
Con el valor de GSI (RMR89-5) y las ecuaciones 6.3, se obtienen los espectros de
variación de los parámetros de la ley de resistencia de Hoek y Brown.
Utilizar las ecuaciones proporcionadas por Hoek con el fin de estimar parámetros
resistentes del macizo rocoso puede prestarse a grandes confusiones y errores si no se tiene
cuidado con algunos aspectos. La primera versión de valores de los parámetros mb y s, que
aparece en el libro clásico “Underground Excavations in Rock” de 1980, se obtienen a partir de
las ecuaciones:
(6.4)
21
En 1988 se publicó una versión actualizada de valores mb y s y se especificó que los
valores obtenidos con las ecs. 6.4 corresponde con un macizo alterado o afectado por voladuras,
mientras que los valores obtenidos con las ecs. 6.5 corresponde al macizo rocoso sin alterar.
(6.5)
Las ecuaciones (6.5) se obtienen del libro “Support of Underground Excavations In Hard
Rock” (1995).
Al utilizar estas fuentes es muy importante tener en cuenta que en la versión antigua
(1980) aun no se incluía la corrección para roca sin alterar, mientras que en la versión más
moderna (1995) sólo se presentan los valores para dicha corrección, con ciertas restricciones para
GSI < 25, que actualmente existe la versión 2002 del criterio, que incluye el factor D y nuevas
expresiones para los tres parámetros básicos, incluido a y ya no existen restricciones para GSI.
b) Correlaciones empíricas
Por otro lado, diversos autores han propuesto correlaciones empíricas para la evaluación
del módulo de deformabilidad en macizos rocosos.
ambos en GPa.
Mediante el índice GSI, Hoek et al. (2002) proponen:
22
En cuanto a la
clasificación
NGI, la gráfica de la
figura 6.2, permite estimar el valor de Em para valores relativamente altos de Q:
Barton et al. (1980), Barton et al. (1992) y Grimstad y Barton (1993) han encontrado una
buena correlación entre desplazamientos medidos y análisis numéricos utilizando un módulo de
deformabilidad del macizo expresado como (GPa):
(6.9)
23
(Esta ecuación no resulta aplicable para Q < 3)
Figura 6.3. Tabla de Hoek (1995) que relaciona calidad del macizo y
la estructura con las constantes del criterio de resistencia.
Las clasificaciones geomecánicas, además de permitir tener una idea preliminar sobre la
calidad de la roca y de ser útiles para aproximarse a valores reales de sus parámetros mecánicos,
presentan una serie de recomendaciones para la estimación del sistema de soporte que los autores
adaptaron a cada caso, según un número importante de factores que influyen en el
comportamiento de las excavaciones. Es fundamental mencionar que estas recomendaciones no
24
necesariamente serán las que rijan los procedimientos constructivos y los sistemas de
estabilización y soporte, sin embargo, representan una primera aproximación de la que se puede
partir para después adaptarla a la realidad de las excavaciones.
25
La segunda consideración está relacionada con el tiempo máximo de estabilidad de la
excavación sin sostener o estabilizar. Esta característica es muy importante porque da una idea,
por ejemplo, del número de etapas en que se puede dividir la sección, así como de su geometría y
permite proponer la longitud de los avances y, con base en los tiempos en que la excavación
puede considerarse segura, establecer ciclos de construcción que optimicen los costos de obra. La
gráfica de la figura 7.1 relaciona el índice RMR con el tiempo de estabilidad del túnel sin
sostener.
26
Tabla 7.2. Determinación del ESR.
Como se ha
mencionado anteriormente, las recomendaciones derivadas de las clasificaciones geomecánicas,
aunque representan una buena guía para el predimensionamiento de la excavación y el soporte,
no necesariamente deberán ser las que rijan en el diseño final.
27
8. Ejemplo práctico Presa Aguamilpa
Las clasificaciones geomecánicas de las obras subterráneas del proyecto, fueron realizadas
durante la etapa de estudios. En la tabla 8.1, se muestran los resultados de las clasificaciones
antes de construcción.
Clasificaciones Geomecánicas
Barton, 1976 Bieniawski, 1979
Sitio
Calidad de RMR Ajuste de RMR
Q Clase
Roca Básico Orientación Final
Casa de Máquinas y II
25 BUENA 84 -12 72
Galería de Oscilación BUENA
Tabla 8.1. Clasificaciones geomecánicas de proyecto.
(CFE, Alcala, et.al, 1983, informe interno, modificado).
Con base en los datos obtenidos de los levantamientos geológicos efectuados durante la
excavación de casa de máquinas y galería de oscilación se realizó una nueva clasificación
geomecánica. Durante la ejecución de las excavaciones, se corroboró que las obras subterráneas
se encuentran ubicadas en la Unidad Aguamilpa. En la tabla 8.2, se muestran los resultados de la
nueva clasificación geomecánica.
28
Clasificaciones Geomecánicas
Barton, 1976 Bieniawski, 1979
Sitio
Calidad de RMR Ajuste de RMR
Q Clase
Roca Básico Orientación Final
Casa de Máquinas y
1.5 a 1.9 Mala 63 -12 51 Media
Galería de Oscilación
Con objeto de realizar una comparación de la calidad del macizo rocoso, determinada en
la etapa de proyecto, con la obtenida con información de construcción, en la tabla 8.3 se muestra
un resumen de los resultados obtenidos.
Clasificaciones Geomecánicas
De Proyecto Con Información de Construcción
Sitio Barton, 1976 Bieniawski, 1979 Barton, 1976 Bieniawski, 1979
Calidad de Calidad de
Q RMR Clase Q RMR Clase
Roca Roca
Casa de Máquinas y
25 Buena 72 Buena 1.5 a 1.9 Mala 51 Media
Galería de Oscilación
Tabla 8.3. Comparación de los resultados de las clasificaciones geomecánicas.
Por lo que respecta a los resultados de la clasificación del macizo rocoso empleando la
información del seguimiento geológico-geotécnico durante la obra, se observa que con el sistema
Q de Barton, se obtuvo una calidad de roca mala (Q=1.5 a 1.9); mientras que con el sistema
RMR, de Bieniawski resulta una calidad de roca media (RMR=51), es decir que en la etapa de
proyecto resultó una calidad de roca de mejores condiciones que la que presento durante la obra.
En la tabla 8.4, se muestra una comparación entre los valores de cada uno de los
parámetros utilizados en las clasificaciones geomecánicas, presentando las diferencias en
número, es decir la diferencia entre el valor empleado en proyecto y el utilizado con datos de
construcción; así mismo, se obtiene la diferencia parcial en porcentaje, esto es, la diferencia en
número, dividido entre el valor del parámetro de proyecto; finalmente, se determina la diferencia
en porcentaje global, la cual se determinó dividiendo la diferencia en número para cada
parámetro, entre el RMR y Q de proyecto, respectivamente.
29
Clasificación Geomecánica RMR
Parámetro Valoración Diferencia de valoración
De Proyecto De Construcción en número en (%) parcial en (%) global
Resistencia a la compresión simple de la roca matríz 12 7 5 (-) 42% (-) 7%
Índice RQD 19 18 1 (-) 5% (-) 1%
Espaciamiento entre discontinuidades 20 20 0 (-) 0% (-) 0%
Estado de las discontinuidades 24 10 14 (-) 58% (-) 19%
Presencia de agua 9 8 1 (-) 11% (-) 1%
Corrección por orientación -12 -12 0 0% 0%
72 51
Clasificación Geomecánica Q
Parámetro Valoración Diferencia de valoración
De Proyecto De Construcción en número en (%) parcial en (%) global
Índice RQD 94% 66% a 86% 18% (-) 19% (-) 1%
Jn (número de familias de juntas) 15 9 6 (+ ) 40% (+ ) 24%
Jr (rugosidad de juntas) 3 1.5 1.5 (-) 50% (-) 6%
Ja (alteración de las juntas) 0.75 3 -2.25 (-) 300% (-) 9%
Jw (presencia de agua) 1 1 0 0% 0%
SRF (stress reduction factor) 1 2.5 -1.5 (-) 150% (-) 6%
25 1.5 1.9
Tabla 8.4. Comparación de los parámetros empleados en las clasificaciones geomecánicas.
Nota: (-) cuando el valor influye de manera negativa en la calidad y (+) si mejora la calidad
A) Clasificación de Bieniawski
Analizando los datos de la tabla 8.4, se observa que para la clasificación de Bieniawski, la
valoración para la resistencia a la compresión simple es mayor en la etapa de proyecto, debido a
que se utilizó una resistencia de entre 83 a 145 MPa, mientras que en la clasificación efectuada con
información de construcción se utilizó un valor de 77 MPa, lo cual, significó una diferencia en la
valoración de 5 puntos, que representan -42% en la diferencia parcial y -7% de diferencia con
respecto a la calificación final; es decir que en la etapa de proyecto se sobreestimó la resistencia a
la compresión simple, dando como resultado una roca de mejor calidad que la presentada durante
la obra; por consiguiente, es recomendable que este parámetro el cual tiene un peso importante
dentro de la clasificación geomecánica, en la etapa de proyecto se realicen más sondeos
exploratorios y por consiguiente una cantidad mayor de ensayos de laboratorio, con objeto de que
se determine con mayor precisión la resistencia a la compresión simple, además de que, en
proyectos de magnitud como el que se trata en el presente trabajo, se realicen durante la
construcción de las obras subterráneas, sondeos adicionales con objeto de calibrar los modelos
geomecánicos elaborados en la etapa de pre-construcción y en caso de juzgarse necesario,
adecuar o modificar los sistemas de tratamiento e incluso los procedimientos constructivos; sin
embargo, no debemos olvidar que la determinación de la resistencia a la compresión simple, se
obtiene en unas cuantas probetas que en ocasiones no son representativas de la masa rocosa, y no
30
se toma en cuenta si las probetas presentan algún plano de debilidad bien definido (fracturas o
fisuras), además de que la valoración que se le asigna a este parámetro, no considera factores que
condicionan las resistencia de la probetas tales como: representatividad de las muestras, forma y
volumen de las probetas, dirección de aplicación de la carga (en rocas con anisotropía) y menos
la velocidad de aplicación de la carga, por lo anterior, es recomendable que para asignar una
calificación derivada de la resistencia a la compresión simple, se analicen todos y cada uno de los
factores que afecten esta resistencia y se realice una evaluación de las muestras que serán
ensayadas.
RQD
En cuanto éste parámetro, podemos decir que no marcó gran diferencia, ya que para la
clasificación de proyecto se empleó un RQD de 94%, mientras que con información de proyecto
se utilizó un valor de entre 66 y 86% (para la comparación, se utilizó en promedio 76%); lo cual
significó una diferencia en la valoración de 1, que representa -5% en la diferencia parcial y -1%
en la calificación final; por lo que se considera que tiene poco peso dentro de la clasificación
geomecánica, sin embargo nos da una clara idea del fracturamiento de la roca, pero no de
aspectos fundamentales e importantes como la orientación, separación, rellenos, y demás
condiciones de las discontinuidades que caracterizan un macizo rocoso. La diferencia del RQD,
se debió a que en la etapa de proyecto probablemente se tomó un promedio de valores de los
sondeos realizados en la casa de máquinas, en específico de la margen derecha, mientras que el
RQD definido en el presente trabajo, se determinó con base en sondeos realizados en estudios
posteriores al proyecto y algunos otros realizados durante la construcción, por lo que es
recomendable que en la etapa de proyecto se realicen el mayor número de sondeos posible.
Es uno de los parámetros que más influyó y que marcó la gran diferencia en la calidad de
la roca, ya que durante proyecto se le asignó una valoración de 24, con información de
construcción se le determinó una calificación de 10, lo cual implica una diferencia de 14 puntos, -
58% de diferencia parcial y de -19% en la determinación de la calificación final, lo cual aumentó
31
de forma importante el valor de RMR obtenido y por consiguiente se asignó una calidad de roca
de mejores condiciones.
Cabe recordar que el estado de las discontinuidades toma en cuenta: longitud, abertura,
rugosidad, relleno y alteración de éstas y que debe ponerse mucho énfasis en su determinación,
primero en la longitud o persistencia, ya que las discontinuidades importantes como las fallas y
diques suelen ser muy continuas, y representan los mayores planos de debilidad en el macizo
rocoso, por lo que deben ser caracterizadas y descritas con especial atención. En cuanto a la
abertura puede ser muy variable en diferentes zonas de un mismo macizo rocoso: mientras que en
superficie la abertura puede ser alta, ésta se reduce con la profundidad, pudiendo llegar a cerrarse.
Los procesos de desplazamiento en la discontinuidad o de disolución pueden dar lugar a aberturas
importantes.
Otro aspecto importante que debe cuidarse y que ayuda a aumentar o disminuir la calidad
de la roca, es la rugosidad, que tiene como finalidad principal la evaluación de la resistencia al
corte de los planos de las discontinuidades, ya que si las paredes se encuentran muy rugosas la
resistencia al corte aumenta y decrece con el aumento de la abertura y peor aún si ésta presenta
relleno. La evaluación de la rugosidad es difícil de estimar, sin embargo existen técnicas y
algunas expresiones empíricas con las cuales se puede estimar de forma adecuada.
El relleno es el parámetro que mayor peso tiene en la determinación del estado de las
discontinuidades, ya que pueden aparecer rellenas de un material de naturaleza distinta a la roca
de las paredes. Existe gran variedad de materiales de relleno con propiedades físicas y mecánicas
muy variables. La presencia de relleno gobierna el comportamiento de la discontinuidad, por lo
que deben ser reconocidos y descritos todos los aspectos referentes a sus propiedades y estado.
Debe tomarse en cuenta que si se trata de materiales blandos o alterados, éstos pueden sufrir
variaciones importantes en sus propiedades resistentes a corto plazo si cambia su contenido de
humedad o si se presenta algún movimiento a lo largo de las juntas. Las características
principales del relleno que deben describirse en los afloramientos son: su naturaleza, espesor,
resistencia al corte y permeabilidad (los dos últimos parámetros de forma indirecta o cualitativa).
Presencia de agua
32
B) Clasificación geomecánica de Barton
A continuación se describen y discuten los resultados obtenidos, cabe hacer mención que
la mayoría de los parámetros que toma en cuanta la clasificación de Bieniawski, también son
considerados para la determinación del índice Q.
Índice RQD
tamaño de los bloques y si observamos la tabla 8.4, se aprecia una diferencia en la valoración
asignada a (Jn), ya que en la clasificación geomecánica efectuada en la etapa de proyecto, se
consideraron cuatro familias de discontinuidades, mientras que con datos de construcción se
consideró que los diferentes sistemas de fracturamiento y las fallas existentes fueron agrupadas
en tres sistemas, por lo que la valoración asignada a la clasificación de proyecto fue de 15,
mientras que a la de construcción se le asignó una valor de 9, lo cual representó una diferencia
parcial de +40% y de +24% en la calificación final, lo cual nos deja ver que nuevamente las
discontinuidades juegan un papel muy importante en esta clasificación y su estudio y
determinación en campo deberán realizarse con la mejor precisión posible, levantando el mayor
número de discontinuidades para definir las familias principales y secundarias que intervendrán
en la caracterización del macizo rocoso.
definida como . En la etapa de proyecto a la rugosidad de las juntas (J r), se le asignó una
Este parámetro, junto con la rugosidad definen la resistencia al corte, y fue de los que
presentó mayor diferencia en la puntuación asignada, ya que en la etapa de proyecto, se consideró
que el contacto entre paredes de roca era muy cerrado y relleno de cuarzo lo que derivó que se le
33
asignará un valor de 0.75, mientras que con información de construcción resultó que el contacto
entre paredes de roca presentó rellenos de limo o arena arcillosa o con poca arcilla, por lo que se
le asignó una valoración de 3; obligando a la disminución de la calidad de la roca. Para este
parámetro la diferencia parcial en porcentaje, resultó de -300% y en la calificación final
repercutió en -9%; por lo que es importante estudiar, sobre todo en discontinuidades primarias
como las fallas y diques que representan los planos potenciales de debilidad en el macizo rocoso,
su abertura y rugosidad, pero sobre todo la existencia de algún relleno que condicione el
comportamiento del macizo rocoso.
Presencia de agua
tensional.
Sin embargo, no debemos perder de vista que ninguna de las dos clasificaciones
geomecánicas toman en cuenta la permeabilidad de las rocas, simplemente hacen mención a la
34
presencia de agua como húmedo, ligeramente húmedo, seco, etc., pero no se profundiza en
aspectos como la filtración y el flujo de agua a través de la matriz rocosa a favor de los poros y
fisuras, dependiendo de la permeabilidad de la interconexión entre ellos y de otros factores como
el grado de meteorización, la anisotropía o el estado de esfuerzos a que está sometido el material.
Su determinación es compleja por la gran variabilidad que presenta, incluso en zonas próximas
dentro del mismo macizo rocoso. La presencia de varias familias de juntas, de discontinuidades
singulares como fallas, zonas meteorizadas, alteradas, tectonizadas, etc., suponen zonas de
anisotropía en la permeabilidad del macizo; por lo tanto para que el parámetro de presencia de
agua en las clasificaciones geomecánicas tenga un peso y valor real, es recomendable realizar
pruebas de permeabilidad en campo y mediciones de los niveles freáticos y con base en ello,
realizar una evaluación del comportamiento del macizo rocoso en esas condiciones.
Así mismo, las clasificaciones geomecánicas dentro de la determinación del estado de las
discontinuidades, toman en cuenta la presencia de relleno, pero básicamente la de Bieniawski no
diferencia si el relleno es de arcilla y menos desglosa la clasificación de las arcillas, las cuales
dependiendo del tipo el comportamiento es diferente, no se especifica si el relleno es producto de
detritus de la misma roca, si es arena, limo, etc. Por lo anterior y considerando que la presencia
de rellenos, sobre todo de tipo arcilloso, condicionan y controlan el comportamiento mecánico de
las discontinuidades, para que tengan mayor precisión las clasificaciones geomecánicas, se
recomienda que se obtengan muestras de los rellenos y se determinen sus propiedades en
laboratorio y si el proyecto y los recursos lo permiten, efectuar pruebas de campo para determinar
la resistencia al esfuerzo cortante de las discontinuidades.
Por otro lado, la rugosidad tiene como principal finalidad la evaluación de la resistencia al
corte de los planos, que para discontinuidades sin cohesión puede ser estimada a partir de datos
de campo y de expresiones empíricas y como es sabido, ésta aumenta la resistencia al corte, que
decrece con el aumento de la abertura y, por lo general, con el espesor de relleno. La rugosidad
puede ser medida en campo con diversos métodos, dependiendo de la exactitud requerida, de la
escala de medida o de la accesibilidad al afloramiento, incluyendo desde estimaciones
cualitativas hasta medidas cuantitativas, y en la medida en que estas rugosidades sean
determinadas, en esa medida los resultados de las clasificaciones geomecánicas serán reales o
irreales.
35
una muy buena herramienta que sirve para darse una idea de la calidad de la roca y de los costos
de la obra en una etapa de anteproyecto y que en la medida en que se haga el mayor número de
estudios y más profundos, las clasificaciones se aproximarán más a la realidad y serán de mayor
utilidad.
Cabe recordar que los tratamientos iniciales consistieron en anclas radiales de fricción de
1” y 9 m de longitud @ 1.4 en tres bolillo; una vez diseñados los tratamientos tanto en la
bóveda como en las paredes de casa de máquinas y galería de oscilación, éstos sufrieron cambios
de consideración, los cuales estuvieron apoyados en las excavaciones de la bóveda de casa de
máquinas, y se especificó que los bloques de roca definidos por el levantamiento geológico
durante la excavación y con base en su revisión de estabilidad que requirieran mayor soporte o
longitudes de anclaje distinta, se utilizarían anclas de 1 ½” en longitudes de 9 y 12 m;
finalmente el revestimiento definitivo de la bóveda de ambas cavernas consistió en concreto
36
lanzado de 15 cm de espesor , reforzado con doble malla de acero de 15 x 15 x
¼” y sujeta a las anclas de 1” y 1 ½” .
Por otro lado, con las clasificaciones efectuadas con información de construcción, el
tiempo de estabilización resultó de dos hasta 90 días y el sistema de soporte recomendado resultó
como anclaje activo sistemático, con espaciamiento de 1 - 1.5 m y concreto lanzado de 10 a 15
cm de espesor y malla electrosoldada.
De acuerdo con los tratamientos ejecutados en la obra y los determinados con base en las
recomendaciones constructivas derivadas de las clasificaciones geomecánicas, se puede concluir
que éstos últimos, corresponden perfectamente con lo ejecutado en la obra y se considera que los
resultados son bastante confiables y aproximados. Por último, podemos decir que el uso de las
clasificaciones geomecánicas y de las recomendaciones constructivas, son muy útiles y dan una
buena idea, primero de la calidad del macizo rocoso, y segundo como pudimos observar en la
comparación anterior, los tratamientos definidos a partir de las clasificaciones son bastante
confiables, claro siempre y cuando los datos empleados para la caracterización geotécnica del
macizo rocoso, hayan sido determinados a conciencia, pero sobre todo que la cantidad y la
calidad de los estudios de campo y laboratorio sean acorde al tipo e importancia de la obra.
Para conocer las propiedades del macizo rocoso, se realizaron pruebas de campo en el
socavón 8C. Se realizaron seis pruebas de placa flexible, de las cuales cuatro fueron horizontales
y dos verticales, con la finalidad de determinar la deformabilidad del macizo rocoso. También se
efectuaron cuatro pruebas de roseta junto con diez de gato plano, con objeto de estimar la
magnitud de los esfuerzos internos actuantes en la zona de casa de máquinas. De los resultados
obtenidos (ver tablas 8.1 y 8.2), se definieron los valores recomendados para fines de diseño.
Módulo de Intervalo de
Dirección 2 2
Deformabilidad (t/ cm ) Esfuerzos (kg/ cm )
180 0 a 30
E-W 150 30 a 50
250 0 a 30
N-S 230 30 a 50
Vertical 150 0 a 50
37
Dirección Estado de esfuerzos
38
La deformabilidad de un macizo rocoso está dada por la relación entre los esfuerzos
aplicados y las deformaciones producidas, y queda definida por su módulo de deformación, que
relaciona el esfuerzo con la deformación correspondiente. La deformabilidad al igual que las
demás propiedades de los macizos, presenta un carácter anisótropo y discontinuo, por lo que su
determinación resulta, compleja. Depende de la deformabilidad tanto de la matriz rocosa como de
las discontinuidades, y ésta siempre es mayor que la primera.
Em Serafim
Em Bieniawski, Em Hoek, Em, Em
UNIDAD & Pereira,
(1978) (1995) Tabla (Proyecto)
(1983)
Aguamilpa 4 9 - 11 39 - 44 9 18-25
Unidades en GPa
Tabla 8.4. Resultados de diferentes módulos de deformabilidad del macizo rocoso.
Con base en la tabla anterior, podemos ver que los parámetros determinados con los
ensayes de campo, se encuentran comprendidos dentro del rango obtenido con las clasificaciones
geomecánicas de construcción.
9. Conclusiones
La clasificación de los macizos rocosos con fines geotécnicos, tiene como finalidad
obtener parámetros geomecánicos para su empleo en el diseño y proyecto de obras subterráneas.
Los macizos rocosos como medios discontinuos, presentan un comportamiento geomecánico
complejo que, de una forma “simplificada”, puede ser estudiado y caracterizado en función de
algunos parámetros y características.
Con este objetivo surgieron las clasificaciones geomecánicas, que aportan mediante la
observación directa de las características de los macizos rocosos y la realización de ensayes de
laboratorio (resistencia a compresión simple), índices de calidad relacionados con los parámetros
geomecánicos del macizo.
39
rocosos a partir de los levantamientos geológicos y de la toma de datos en los afloramientos y los
sondeos. También pueden estimarse los parámetros de resistencia y deformabilidad.
Las clases de macizos rocosos que se obtienen con las clasificaciones geomecánicas, se
refieren a las condiciones previas a la excavación, en la cual se debe destacar la presencia de
estructuras o zonas geológicas importantes, como fallas, pliegues u otras estructuras téctónicas,
discordancias, zonas importantes de alteración o de afluencia de agua, etc., y omitir o minimizar
alguna de estas características podrían conducir a una caracterización del macizo rocoso errónea.
Por lo anterior, debemos considerar que el único recurso con el que se cuenta en la etapa
de estudios previos a la obra, es la posibilidad de establecer hipótesis y con ellas realizar análisis
de sensibilidad y recomendar que durante la construcción de la obra subterránea se lleve un
seguimiento geotécnico muy riguroso, que incluya, tanto una continua cartografía y análisis de
las condiciones de la roca, como una campaña de instrumentación adecuada y que los modelos
geomecánicos de proyecto o anteproyecto, se actualicen hasta adaptarlos a la realidad que se está
presentando.
40
10. Bibliografía
- López, J. C., Mayo de 1997, “Manual de Túneles y Obras Subterráneas”, Entorno Gráfico,
S.L., Madrid.
- Hoek, E., Kaiser P.K., Bawden, W.F., 2000, “Support of Underground Excavations in Hard
Rock”, Balkema.
41
- Cermeño, L. B., Abril de 1995, “Informe del Comportamiento Registrado en los
Extensómetros de Barra Instalados en la C.H. Aguamilpa, Nay.”, CFE, Dpto. de
Instrumentación, Informe Interno.
- Alberto, A. A., Lugo, I. T., Mayccotte, J., Navarro, C. J. y Ortega, M. J., Diciembre de 1983,
“Aspectos Geológico – Ingenieriles del P.H. Aguamilpa, Alt. Colorines, Diseño Materiales
Graduados, Elev. 230”, CFE, Gerencia de Proyectos Hidroeléctricos, Informe Interno.
42