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PRESENTACIÒN
ESTÀNDARES:
- Comprendo en los textos que leo las dimensiones éticas, estéticas, filosóficas,
entre otras, que se evidencian en ellos.
ORIENTACIÓN
Entre las varias estrategias o técnicas de organización que se han examinado en este
libro (Composición: Proceso y síntesis), el análisis y la comparación / el contraste
figuran como las más comunes en los ensayos argumentativos sobre literatura. El
análisis enfoca un elemento específico del texto: la caracterización, por ejemplo, o el
escenario o el narrador o algunos aspectos del lenguaje que utiliza el autor. La
estrategia de comparación/contraste podría examinar varios textos de un mismo autor
o bien varios textos de diferentes autores. Note que en ambos casos el escritor tiene
que ir más allá de lo puramente descriptivo para explicar la relación que tiene un
aspecto del texto con el texto entero. ¿Cómo contribuye este análisis a nuestra
comprensión y aprecio de la obra en su totalidad?
Para los efectos de esta clase conviene notar que si su propósito es reportar, explicar o
informar, se recomienda que utilice la exposición. Sin embargo, cuando el propósito es
persuadir a otro a que acepte como válida cierta postura o punto de vista–sus
compañeros o su profesor, por ejemplo–, deberá recurrir a la argumentación.
El ensayo sobre literatura, al igual que el ensayo sobre cualquier tema, tiene que
tomar en cuenta las necesidades del lector. ¿Qué sabe éste ya acerca del texto, del
escritor o de las cuestiones que se comentarán en el ensayo? Es probable que la
mayoría de los ensayos que Ud. escribe examine obras que Ud. habrá leído como
requisito de una clase; por lo tanto, en este caso su lector será su profesor(a) o sus
compañeros de clase. Aunque lo normal es que ellos también conozcan la obra, por lo
general se considera buena idea recordarles los elementos más significativos del texto.
Hay dos técnicas para hacer esto. Una de ellas es comenzar su ensayo con un breve
resumen de la obra (de un párrafo solamente). De esta manera Ud. le recuerda al
lector los sucesos importantes de la obra; al mismo tiempo, el limitarse a un solo
párrafo ayuda a controlar la tendencia de ponerse a contar los detalles
detenidamente. Un párrafo de resumen de este tipo podría empezar de la siguiente
manera: «El cuento/drama/poema _____ se trata de...». Después se podría identificar
al protagonista de la obra y repasar brevemente los sucesos significativos. Después del
resumen viene la presentación de la tesis. La otra técnica para traer a la memoria del
lector la trama de la obra es comenzar el ensayo con la tesis y luego ir entretejiendo
los sucesos importantes en la presentación de la evidencia.
La tesis
La evidencia no siempre tiene la forma de citas directas del texto: el escritor advierte
las acciones de los varios personajes, señalando las relaciones entre éstos y las
repercusiones de sus decisiones. Sin embargo, es muy importante que la evidencia
incluya algunas citas para así utilizar el lenguaje del texto mismo (y no el lenguaje de
quien lo lee y comenta) para apoyar la tesis. Note que toda la evidencia, sea cita
directa o no, se vincula directamente con las ideas afirmadas en la tesis. Toda la
evidencia tiene que contribuir directamente a la defensa de la tesis.
Los párrafos de evidencia no deben parecer una simple lista de puntos, citas o
comentarios sin ninguna relación entre sí. Es importante que la defensa que apoya la
tesis se desarrolle sucesivamente: el argumento de cada párrafo se construye sobre el
párrafo anterior y lleva lógicamente al párrafo que sigue. De hecho, al igual que un
bastidor o andamio, la tesis es lo que le da solidez y coherencia al ensayo. Una vez
presentada en la introducción, la tesis aparece en cada párrafo del ensayo,
vinculándose con cada parte de la evidencia textual para repetirse una vez más en la
conclusión del ensayo.
La conclusión
La conclusión de un ensayo sobre literatura se caracteriza por las dos funciones que
realiza cualquier conclusión: recapitula la tesis y comunica algunas perspectivas o
comentarios generales del escritor relacionados con la obra que se acaba de analizar.
En la conclusión no se debe incluir nuevas ideas importantes--éstas deben introducirse
en el cuerpo del ensayo--ni tampoco se espera que se proclame que el escrito
contribuye a la comprensión de la obra de manera genial. Pero sí es posible apuntar
por qué se pensó que el tema era importante o qué fue lo que intrigó al autor de la
obra, o las investigaciones que todavía quedan por hacer respecto a la obra.
ACTIVIDAD # 1 ENSAYO
La obra pude tener múltiples temas, sin embargo, es mejor elegir uno en específico
para desarrollarlo. Este puede tratarse de un hecho o un personaje.
Escribe el tema específico que elegiste y escríbelo en una hoja de papel. A partir de
este tema central que quieres desarrollar, escribe 10 o 12 frases cortas que resuman
ideas que puedes desarrollar luego acerca de ese tema.
3. Define una estructura
4. Argumentos
El argumento es el esqueleto inicial, y una vez con este, se puede ahondar en cada una
de las ideas.
Este debe tener coherencia y es fácil de comprender. La estructura presenta las ideas
de forma ordenada y evitando que el lector pierda de vista el tema central.
También puedes valerte de recursos como: citar pasajes del libro que respaldan la
hipótesis central.
5. Conclusión
1. Debes realizar una presentación ya sea por Power Point, Prezi, carteleras,
frisos… en el cual, debes llevar un orden jerárquico que se evidencia en el plan
de redacción.
Algunos se preguntan para qué sirve la filosofía en una pandemia, como quien saca un
instrumento extraño de un kit de supervivencia, sin percatarse de que la idea misma
de utilidad es un problema filosófico. La filosofía se define por su pretensión crítica de
abordar las cuestiones más importantes y acercarnos a lo mejor, reconociendo que
partimos de un estado de ignorancia que nos obliga a cuestionar continuamente
nuestras ideas. La filosofía se parece a las pandemias en que nos impele a priorizar y a
hacernos conscientes de nuestra finitud (memento mori), pero también en que nos
obliga a plantear nuevos problemas.
De alguna forma, los filósofos viven en perpetuo estado de excepción. El filósofo es por
definición un epidemos, alguien que está en el demos circulando entre los hombres y
cuestionando sus vidas, como Sócrates. El acuñador de la palabra epidemia,
Hipócrates, la utiliza para referirse a enfermedades de distintos pueblos, a los que el
médico asiste como un viajero que está de paso, intentando ayudar en lo posible. Si la
filosofía y la pandemia enseñan algo es que todos estamos de paso, pero también que
la crisis (otro concepto hipocrático) conduce a dos salidas posibles: la recaída o la
curación. No hay tanta distancia entre aprender a morir y aprender a vivir.
Algunos se han querido enfrentar a esta pandemia desde una perspectiva gremial. Se
preguntan qué pueden aportar los filósofos como si fueran una casta de especialistas.
Esto, más que engrandecer a los filósofos, los empequeñece. Quizá la pandemia sirva
para recordarnos que la filosofía no cabe en ningún gremio. Los temas mencionados
no son problemas universitarios. Lo que está en juego es nuestra forma de vivir, la
sociedad que nos gustaría tener, el modo en que hemos de educarnos a nosotros
mismos y a los demás, y no parece que los programas de las facultades, con sus
métodos de evaluación, sus revistas indexadas, sus anquilosados congresos y sus
agencias de acreditación estén muy abiertos a estos problemas. Boccaccio ya contaba
en su Deccameron, a propósito de la peste negra, que “aquello que el curso natural de
las cosas, con sus pequeños e infrecuentes daños, no enseñó a los sabios a soportar
con paciencia, lo hizo la grandeza de los males aun con los simples, los desaprensivos y
los despreocupados”.
Por otro lado, es importante es importante hablar de otro tema que ha sido muy
preocupante para este año; en donde a toda la humanidad le cambio la vida en unos
momentos. Lee cuidadosamente el texto y responde a lo siguiente:
EVALUACIÓN: