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PSIQUIATRIA

DR. CRUZ ROSAS ALEJANDRO

RESUMEN: ‘’ALZHEIMER’’

MARTINEZ PEREZ MONTSERRAR


GRADO: 10° GRUPO: ‘’C’’
“TRASTORNO NEUROCOGNITIVO DEBIDO A LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER”
Un trastorno neurocognitivo mayor o leve difiere del delirium en varios sentidos:

• Su evolución temporal es lenta. El delirium se desarrolla en el transcurso de horas o días,


en tanto el trastorno neurocognitivos lo hace en semanas o meses.
• Si bien los pacientes con trastorno neurocognitivos pueden presentar anomalías de la
capacidad para concentrar o desplazar la atención, esto no es prominente.
• La causa de un trastorno neurocognitivos suele poder identificarse en el sistema nervioso
central; la causa del delirium con frecuencia se relaciona con algún otro órgano del cuerpo.
• Algunos pacientes se recuperan de un trastorno neurocognitivos, pero esa no es la
evolución usual.
En la actualidad se hace distinción entre el trastorno neurocognitivos mayor (que se denominaba
demencia), y el trastorno neurocognitivo leve. En el trastorno neurocognitivos leve es posible que
cualquiera de las etiologías que se mencionan más adelante pueda participar en la generación de
efectos discretos sobre la capacidad de un individuo para tener un desempeño independiente. No
obstante, puede ser difícil discernir los límites entre un trastorno neurocognitivos mayor y leve.

De manera independiente a la etiología del trastorno, los


pacientes con trastorno neurocognitivos comparten distintas
características que fungen como criterios para el diagnóstico.
Así, la diferencia entre las variedades mayor y leve de
trastorno neurocognitivos se limita a la gravedad de los
síntomas.

• Deterioro
Un trastorno neurocognitivo implica pérdida; siempre existe un deterioro a partir de un nivel previo
en una o más áreas de desempeño. Muchos individuos con síndrome de Down en forma eventual
desarrollan trastornos neurocognitivos del tipo de la enfermedad de Alzheimer, incluso pudiera
decirse que un niño sufre un trastorno neurocognitivo si presenta deterioro, quizá debido a los
efectos perdurables de una lesión cerebral traumática.

Todos los enfermos con un trastorno neurocognitivos cursan con un déficit en por lo menos uno
de los dominios cognitivos que se analizan justo antes. Sin embargo, en casi todos, en particular en
una fase temprana de la evolución de la enfermedad, no se afectan todos. Si bien la pérdida de la
memoria es un elemento central en la enfermedad de Alzheimer y algunos de los otros trastornos
degenerativos, pudiera ser menos prominente en aquéllos cuya condición subyacente es la
vasculopatía.

Otros pacientes pueden desarrollar primero problemas del lenguaje, el desempeño ejecutivo, las
funciones perceptuales-motrices o la cognición social. No obstante, siempre existe un deterioro.
• No se debe exclusivamente a delirium
Un trastorno neurocognitivo no puede diagnosticarse si los síntomas se presentan sólo cuando el
paciente tiene un cuadro de delirium. Sin embargo, estas dos condiciones pueden coexistir, como
en el caso del individuo con un trastorno neurocognitivos debido a enfermedad de Alzheimer que
recibe un medicamento que induce delirium por intoxicación por sustancia.

• No puede explicarse a partir de otro trastorno mental


El deterioro de la capacidad cognitiva en ocasiones se relaciona con, por ejemplo, la esquizofrenia.
Los criterios para el trastorno neurocognitivos indican que deben descartarse causas de declinación
cognitiva de este tipo antes de poder establecer el diagnóstico de trastorno neurocognitivos.

• Trastorno neurocognitivo debido a la enfermedad de Alzheimer


La enfermedad de Alzheimer genera más de la mitad de los casos de demencia, que se incrementan
de manera constante al avanzar la edad; casi todos los pacientes ancianos confinados en asilos están
afectados por este trastorno degenerativo. También es común entre individuos mayores de 40 años
que padecen síndrome de Down.

El TN debido a la enfermedad de Alzheimer también es relevante porque existen muchos otros


trastornos, tanto cognitivos como de otros tipos, que pueden confundirse con él. No obstante, los
avances para el diagnóstico, sigue siendo un diagnóstico de exclusión que sólo debe establecerse
una vez que todas las otras causas se descartan. La pérdida de la memoria es el primer síntoma que
experimenta casi la mitad de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, pero de manera eventual,
al igual que en el resto de las demencias, todos los afectados tienden a olvidar las cosas.

La memoria reciente, suele ser el primer aspecto que se


afecta; la memoria remota se afecta más adelante. Los
pacientes pueden olvidar nombres de familiares o
repetir preguntas que acaban de recibir respuesta.

Puede presentarse un cambio aparente de la


personalidad en la fase temprana de la enfermedad de
Alzheimer. Es común que los rasgos de la personalidad
que ya existían se acentúen: un paciente pudiera
volverse más obsesivo, reservado o sexualmente activo.
Otras indicaciones tempranas de la demencia son apatía, labilidad emocional o pérdida de un buen
sentido del humor previo.

Como ocurre con la mayor parte de las tareas intelectuales, los pacientes con enfermedad de
Alzheimer pudieran tener un mejor desempeño cuando vuelven a someterse a las pruebas. El
compromiso de las funciones del lenguaje puede manifestarse primero por la dificultad para
encontrar palabras. El vocabulario se contrae, al tiempo que se sustituye la comunicación real por
repeticiones y frases estereotipadas, y el individuo ya no recurre a oraciones complejas.

Muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer también tienen defectos de la percepción, como
ilusiones o alucinaciones. Pudieran desarrollar suspicacia desmesurada o bien paranoia. Cerca de
20% cursa con depresión; incluso quienes no están deprimidos experimentan con frecuencia
insomnio o anorexia. El paciente típico vive entre ocho y 10 años después del inicio de la enfermedad
de Alzheimer

La evolución clínica, si bien variable, de modo característico corresponde a un deterioro constante


que pasa por tres fases:

1. De uno a tres años con tendencia creciente al olvido.


2. De dos a tres años con desorientación progresiva, pérdida de las habilidades de lenguaje y
comportamiento inapropiado. Pueden aparecer durante esta fase las alucinaciones y las
ideas delirantes.
3. Un periodo final con demencia intensa, durante el cual existe desorientación en persona y
abandono total del autocuidado.
Casi siempre se observa ausencia de introspección, y tarde o temprano se desarrolla compromiso
del juicio. Al final, puede establecerse el mutismo total y la falta de respuesta.

Si bien casi todos los pacientes con demencia presentan problemas de la memoria y el aprendizaje,
se trata de sólo uno entre los seis dominios cognitivos que pueden afectarse en el TN. Sin embargo,
el DSM-5 pone como requisito un defecto temprano de la memoria para el diagnóstico de TN debido
a enfermedad de Alzheimer.

Características esenciales del trastorno neurocognitivo debido a la enfermedad de Alzheimer

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