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El MÉTODO VTA

Demetra scrl
Dr. Alessandro Pestalozza
Dr. Gabriele Villa

La investigación acerca de la estabilidad de los árboles efectuada habitualmente por Demetra


se basa en el método VTA.
El método V.T.A. (Visual Tree Assessement), elaborado por Mattheck (docente de la
Universidad de Karlsruhe) consiste en la individuación de esos síntomas exteriores que
presenta el árbol en presencia de anomalías a cargo de la madera interior.
El concepto sobre el que se basa el método es el axioma de la tensión constante, que es una
regla constitutiva general, válida para las estructuras biológicas.
Lo cual significa que la estructura biológica se desarrolla de tal forma que asegura una
distribución regular de la carga en su superficie en tiempos medios.
Ningún punto de la superficie sufre de sobrecarga (punto débil) y ningún punto tiene menor
carga (desperdicio de material).
Si se altera esta condición óptima del árbol, por ejemplo a causa de una carie o de una ruptura
que pueden actuar a nivel local como causas de aumento de presión sobre la estructura, el
árbol se apresura a restablecer el estado de "stress constante" produciendo material de
reparación en las zonas dañadas.
Por lo tanto, esta formación de material de reparación representa una señal o un síntoma de la
presencia de defectos mecánicos y físicos en el interior del árbol.

A continuación se detallan unos cuantos defectos principales que buscamos habitualmente por
medio de un examen visivo realizado por nuestros técnicos.

CÓDIGO PUNTO CRÍTICO DESCRIPCIÓN DEL PROBABLE DAÑO


SÍNTOMA INTERIOR

CUELLO O BASE DEL Ensanchamiento de la Posible presencia de cavidad


TRONCO sección de base del árbol a la interior o de madera
Ensanchado altura del cuello causado por degenerada
Con patas una producción de madera de
Ahuecado reacción

TRONCO O BASE DEL Ensanchamiento anómalo de Posible degeneración cavidad


TRONCO la sección de base del tronco o fisura interior
Curvaturas debida a superproducción de
Gibosidades tejidos de reacción
Engrosamiento unilateral
Hinchazón
Hinchazón en forma de anillo
Cuello de botella

Rama desequilibrada Rama que se ha desarrollado Stress interiores elevados,


Ramas desequilibradas a causa de diferentes motivos deslizamiento de las fibras,
de forma tal que ha generado torsiones, fisuras
unas tensiones anómalas en
el tronco, en el punto de
inserción o en la misma rama

CUELLO DEL TRONCO Reducción de la sección Degeneración de la estructura


RAMAS portante de un árbol debida a lignaria con degradación
Cavidades un daño total o parcial de selectiva y no de lignina y
Cavidad en el castillo tejidos interiores. Algunas celulosa
Cavidad abierta cavidades pueden tener una o
Cavidad en rama/ramas más aberturas hacia el
Cavidad grande/pequeña exterior. Las cavidades
Cavidad pequeña pueden referirse al cuello, al
tronco y a las ramas primarias
o secundarias

TRONCO Bajada de nivel de la Posible presencia de


Concavidades superficie del tronco o de cavidades interiores
Depresión unas ramas primarias con
Aplanado respecto a la estructura
normal, aproximadamente
cilíndrica en la normalidad de
los casos

PUNTOS DE INSERCIÓN DE Desarrollo anómalo de ramas Tensiones interiores en


LAS RAMAS primarias de tal forma que los condición de determinar
Corteza incluida tejidos de la corteza de la fisuras o deslizamiento de
inserción se encuentran fibras. En los casos más
obligados a crecer en graves se observa la necrosis
oposición el uno contra el de los tejidos y también la
otro. degeneración debida a carie
de los mismos

En el curso de nuestra experiencia, ha sido posible catalogar más de 100 defectos detectables
de forma visible en el tronco, en el cuello o en la copa de un árbol.
Por lo tanto, el método VTA prevé un análisis más profundo solo para esos sujetos que
manifiestan uno o más defectos entre los que se han detallado anteriormente. En cualquier
caso, se realizan unos controles instrumentales también en los sujetos que no manifiestan
ningún síntoma ya que siempre existe la posibilidad remota de que la planta no manifieste nada
desde el punto de vista exterior, sobre todo en algunos casos de carie bruna, y además, ya que
en ocasiones tienen lugar caídas de plantas "aparentemente sanas", es mejor precaverse
incluso con unos cuantos controles de muestras de sujetos sanos. Es importante también
reseñar que, sobre todo en las áreas urbanizadas, las operaciones de podadura y
aligeramiento de la copa pueden falsificar en cierta forma las tensiones que normalmente se
ejercen en el tronco, con la consiguiente disminución del efecto vela, por ejemplo. En este caso
puede ocurrir que la planta hueca en la base, al no "advertir" el aumento de tensión no se vea
obligada a depositar madera de reacción y por lo tanto no presente algún síntoma. Estos
conceptos nos hacen considerar justificados unos controles de muestras incluso del 10-15% en
las zonas de alta frecuentación sobre los sujetos que no manifiestan ningún síntoma exterior.

EL MARTILLO DE IMPULSOS

El primer instrumento que se utiliza habitualmente es el martillo de impulsos sonoros por medio
del cual se realiza la medida de la velocidad de propagación del sonido en el interior de una
sección del árbol.
Por medio del martillo se envía en el interior un impulso que se expande en dirección radial
hasta alcanzar un detector puesto en el otro lado que señala la llegada de la misma señal. Un
especial contador mide el tiempo empleado por el impulso sonoro para llegar al detector. Para
la mayor parte de las especies de árboles existe una velocidad característica del sonido que se
reduce en el caso de presencia de defectos. En los latifoliados, la velocidad de propagación del
sonido oscila normalmente entre 1400-1200 metros por segundo.
A veces, la podredumbre puede penetrar a través de las raíces y luego progresar ascendiendo
a lo largo del tronco: por medio del martillo de impulsos es posible efectuar un diagnóstico
precoz del decaimiento del árbol.

El martillo de impulsos está también en condición de detectar puntos de falta de continuidad en


las investigaciones hipogeas de cordones radicales, actuando en sentido longitudinal con
respecto a las fibras, por ejemplo en el borde de zonas de carretera, donde otros tipos de
análisis resultarían menos practicables.
Sin embargo, con el martillo electrónico no se puede medir el daño interior o el espesor de la
porción sana residual del tronco, que resulta determinante para la estabilidad. Por lo tanto,
después de la investigación efectuada con el martillo, en el caso en que se detectaran unos
defectos en la madera, sería necesario localizar y cuantificar la entidad de los daños
detectados con el análisis resistográfico.
El Resistografo

El resistografo inserta una aguja sutil en la madera y mide la resistencia a la perforación de la


misma cuando gira de forma continuada a la velocidad de 1500 r.p.m.
La resistencia a la perforación se concentra en la punta de la aguja ya que ésta tiene un
espesor doble con respecto al tallo. La regulación electrónica del motor asegura una velocidad
constante de la aguja, una velocidad que debe adaptarse a las superficies características de
densidad de la madera por examinar: 50 mm/min. para maderas de densidad muy alta (Lophira
alata), 700 mm/min. para maderas muy tiernas como el Populus nigra.
El perfil de densidad producido por el Resistograph permite medir las variaciones de densidad
entre áreas de madera veraniega y áreas de madera de primavera permitiendo de esta forma
unas cuentas anulares y unos análisis de curvas de crecimiento de sujetos arbóreos.
La madera descompuesta o en vía de descomposición, a causa de carie, se evidencia por
medio de los perfiles de densidad ya que el decaimiento causa una reducción de la resistencia
mecánica a la perforación.
Han sido encontrados valores de densidad extremadamente altos en las proximidades de las
áreas de decaimiento. Estos picos están en relación con la presencia de zonas de división en
compartimientos alrededor de las zonas de decaimiento fungino. Unas valoraciones
comparativas de diferentes perfiles de densidad fueron publicadas (F. Rinn, 1993) siendo unos
óptimos indicadores, incluso precoces, de lo siguiente:

• Decaimiento fungino (depresiones a lo largo del perfil, formalmente diferenciadas en


función del grado de decaimiento).

• Daños causados por insectos (profundas depresiones locales sobre todo en la parte
más exterior del perfil).

• Grietas, deslizamiento de fibras, cebolladuras anulares, zonas huecas (profundas


depresiones locales sobre todo en las partes más interiores del perfil).

• Valores medios de los perfiles en comparación con sujetos muestra.

PERFIL RESISTOGRÁFICO

Ejemplo de perfil resistográfico en el que es posible leer en abscisas los milímetros de


perforación y en ordenadas la resistencia a la perforación expresada como densidad. El perfil
debe leerse de derecha a izquierda y es posible poner en evidencia con unos marcadores la
corteza, la zona de cambio, la porción de madera sana, una zona de madera degenerada y un
hueco.

La investigación mediante resistograph tiene la función principal de cuantificar y posicionar


eventuales áreas de decaimiento interior en el tronco, cordones radicales, zona por debajo del
cuello y ramas principales sobre todo en la parte del castillo.
La determinación de la medida t (pared residual) resulta fundamental; este valor tiene relación
con el radio. Si la relación t/r es mayor o igual que 1/3 , el árbol puede considerarse estable.
Además, se reseña que desde las curvas se leen elementos de estabilidad de los árboles, pero
también elementos correspondientes a su crecimiento, útiles para determinar la perspectiva de
vida de un árbol de forma más general.

El fractómetro
El fractómetro es otro instrumento de ayuda para la evaluación de la estabilidad mecánica de
los árboles. Se trata, fundamentalmente, de un pequeño instrumento portátil en el que se
inserta una zanahoria recogida con la sonda de Pressler. La muestra, adecuadamente
posicionada, se somete luego a una carga análoga a la que se vería sometido el árbol si fuera
expuesto al viento. El aparato está dividido en dos partes, la parte fija superior y la parte móvil
inferior. Entre estas dos partes se encuentra un muelle mecánico de espiral que, mediante
unos movimientos giratorios, se carga hasta la ruptura; la medida de las resistencias de la
madera puede leerse en una caja puesta en la parte exterior del contenedor del fractómetro,
donde se detallan también las informaciones referidas al ángulo de flexión que ha determinado
la ruptura. Los dos valores obtenidos por el fractómetro (momento de flexión y ángulo de flexión
que es la medida de la rigidez) permiten efectuar la evaluación de las propiedades mecánicas
de las fibras de los árboles. Los valores del fractómetro son característicos para las diferentes
especies.
En los huecos de podredumbre, disminuyen tanto la resistencia a la presión axial como la
resistencia a la flexión radial. Por lo tanto, estos son unos indicadores que sirven para
determinar la presencia de podredumbre.
En ausencia de podredumbre, al fractómetro proporciona importantes informaciones acerca
también de la presencia de madera de reacción tanto de tensión como de compresión.
Las mayores tensiones se obtendrán allí donde se han determinado unas resistencias altas. Se
trata de una prueba de la capacidad del árbol de mejorar la resistencia y también la calidad de
la misma madera.
Mediante el fractómetro se han realizado incluso unas inspecciones de haces de fibras
encorvadas a causa de la carga del viento. El árbol intenta aderezar dichas fibras provocando
unas tensiones entre el tronco y las raíces; el instrumento detecta dichas tensiones como
mayores resistencias a nivel radical.

La finalidad del trabajo es siempre la atribución de todos los árboles objeto del estudio a las
siguientes clases de riesgo FRC (Failure Risk Classification) predefinidas:

Clase A En este grupo se indican todos los sujetos que no manifiestan defectos de forma, dignos de mención,
detectables mediante el V.T.A., ni manifiestan unas anomalías significativas detectables por medio de
instrumentos. Para todos estos sujetos es necesario un control visivo anual y una verificación
instrumental dentro de cinco años . Los riesgos de rotura y de caída están relacionados a eventos
estadísticamente no previsibles.

Clase B En estas plantas, la observación visiva (V.T.A.) y la investigación instrumental han detectado pequeños
defectos de forma y pequeñas anomalías estructurales. Los riesgos de ruptura y de caída son parecidos
a los de grupo A, considerando que los ligeros procesos de degeneración y las anomalías morfológicas
pueden empeorar con el tiempo.
Para estos sujetos es necesario un V.T.A. cada año y una verificación instrumental dentro de tres
años.
También en este caso, los riesgos de ruptura y de caída están relacionados, a corto plazo, a eventos
estadísticamente no previsibles.

Clase C En todos los casos se han detectado defectos de forma y/o estructurales que se pueden comprobar
instrumentalmente. Para estos sujetos, el riesgo consiste en un ulterior agravamiento de las anomalías
detectadas a corto plazo. Estos árboles podrán pasar a una categoría de riesgo estáti co más elevada.
Es necesario un control instrumental cada año.

Clase C-D En esta categoría se incluyen las plantas que presentan graves defectos a nivel morfológico y/o
estructurales.
La tala de estos sujetos puede evitarse mediante una intervención con oportunas operaciones
finalizadas a la puesta en seguridad de los mismos (reducción de la copa, consolidación, etc.).
Además, para los sujetos pertenecientes a esta clase es necesario un control instrumental cada año.
A falta de las intervenciones anteriorm ente mencionadas, la planta deberá inscribirse entre los sujetos
de la clase D.

Clase D Forman parte de esta clase todas las plantas que, a causa de defectos morfológicos y estructurales
detectados, deben ser consideradas como pertenecientes a la categoría estadística de alto riesgo de
caída y de ruptura. Para estos sujetos, cuya perspectiva de vida está gravemente comprometida, cada
intervención de saneamiento resultaría en vano.
Las plantas que pertenecen a este grupo deberán ser sustituidas.

De esta forma es posible tener un marco de la situación general de una cierta población
arbórea.
A título de ejemplo se indican las resultados correspondientes a la estabilidad que realizamos
sobre unos 1500 árboles en la ciudad de Turín:

Distribución unitaria:
Distribución porcentual:

Este tipo de clasificación se está convirtiendo en un instrumento óptimo para el control de las
situaciones de riesgo correspondientes a la estabilidad de los árboles pero también para una
correcta planificación de todas las intervenciones de mantenimiento correspondientes a la
gestión de las grandes concentraciones de árboles: podaduras, talas, reinstalaciones, cuidados
agronómicos.

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