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Actividad 1.
1. Lea el siguiente texto:
Se ha demostrado que el baile es uno de los mejores antídotos contra el estrés y el mal
humor. No en vano es un gran estimulante en la producción de endorfinas, las
hormonas del bienestar.
Bailar es una especie de meditación activa que permite alejar de la mente las
preocupaciones y tensiones, otorgándole al cuerpo una libertad que habitualmente le
negamos. Todos podemos conectarnos con nuestra más íntima esencia si dejamos que
sea el cuerpo quien asuma su capacidad sanadora, aunque esto nada tiene que ver con
los diez minutos de gimnasia que podamos practicar a diario. Las investigaciones
confirman que el baile aumenta la creatividad y la autoestima. La persona se siente más
relajada, receptiva y llena de energía. Entonces, al regresar del trabajo o del estudio, baile
en casa. No importa el tipo de música que prefiera, porque a veces no se necesita de una
canción para dejar que su cuerpo se libere a través del baile. Hablamos de la música
interior, del ritmo que su cuerpo es capaz de expresar tarareando o cantando a pleno
pulmón para liberar lo que siente. Todos tenemos una melodía interna que la mente
reconoce como una partitura con la cual liberar los sentimientos atrapados. Quizás sea
una canción entera o unas notas sueltas. No importa solo necesita dejar que suene en su
interior y que su cuerpo siga el son.
4. Del texto se deduce que la alta presión arterial pulmonar que sufren los
mamíferos en la altura se debe a la
A) disminución de la temperatura.
B) falta de suficientes glóbulos rojos.
C) propagación de oxígeno en la atmósfera.
D) disminución de oxígeno en la atmósfera.
E) insuficiencia cardiaca.
3. Lee los siguientes párrafos del cuento policial La honradez de Israel Gow, de
Chesterton y subraya lo más importante.
“Caía la tarde —una tempestuosa tarde color de aceituna de plata— cuando el padre
Brown, envuelto en una manta escocesa, llegó al término de cierto valle escocés y pudo
contemplar el singular castillo de Glengyle. El castillo cerraba el paso de un barranco o
cañada, y parecía el límite del mundo. Aquella cascada de techos inclinados y cúspides
de pizarra verde mar, al estilo de los viejos ‘chateaux’ francoescoceses, hacía pensar a
un inglés en los sombreros en forma de campanarios que usan las brujas de los cuentos
de hadas. Y el bosque de pinos que se balanceaba en torno a sus verdes torreones parecía,
por comparación, tan oscuro como una bandada de innumerables cuervos. Esta nota de
diabolismo soñador y casi soñoliento no era una simple casualidad del paisaje. Porque
en aquel paraje flotaba, en efecto, una de esas nubes de orgullo y locura y misteriosa
aflicción que caen con mayor pesadumbre sobre las casas escocesas que sobre ninguna
otra morada de los hijos del hombre. Porque Escocia padece una dosis doble del veneno
llamado ‘herencia’: la tradición aristocrática de la sangre, y la tradición calvinista del
destino.”
“El sacerdote había robado un día a sus trabajos en Glasgow, para ir a ver a su amigo
Flambeau, el detective aficionado, que estaba a la sazón en el castillo de Glengyle,
acompañado de un empleado oficial, haciendo averiguaciones sobre la vida y la muerte
del difunto conde de Glengyle. Este misterioso personaje era el último representante de
una raza cuyo valor, locura y cruel astucia la habían hecho terrible aun entre la más
siniestra nobleza de la nación allá por el siglo XVI. Ninguna familia estuvo más en aquel
laberinto de ambiciones, en los secretos de los secretos de aquel palacio de mentiras que
se edificó en torno a María, reina de los escoceses.”
“Una tonadilla local daba testimonio de las causas y resultados de sus maquinaciones,
en estas cándidas palabras: ‘Como savia nueva para los árboles pujantes, tal es el oro
rubio para los Ogilvie.’”
“Durante muchos siglos, el castillo de Glengyle no había tenido un amo digno, y era de
creer que ya para la época de la reina Victoria, agotadas las excentricidades, sería de
otro modo. Sin embargo, el último Glengyle cumplió la tradición de su tribu, haciendo la
única cosa original que le qudaba por hacer: desapareció. No quiero decir que se fue a
otro país; al contrario: si aún estaba en alguna parte, todos los indicios hacían creer que
permanecía en el castillo. Pero, aunque su nombre constaba en el registro de la iglesia,
así como en el voluminoso libro de los Pares, nadie lo había visto bajo el sol.”
4. Resuma el siguiente texto usando como máximo 30
palabras:
"El progreso de la mente y la evolución de la cultura"
"Ciertamente, el primitivo razona de una forma muy distinta a
como lo hacemos nosotros, y, en muchos aspectos su
pensamiento es, sin duda, inferior al nuestro, en el sentido de
que acepta más fácilmente, creencias falsas y comete más
errores objetivos. Pero esto, en rigor, no constituye una
cuestión exclusivamente psicológica. En rigor, el problema de
la evaluación de la mente humana es inseparable del de la
evolución de la cultura. Evidentemente los razonamientos
primitivos resultan prelógicos para quienes los enjuician desde
un nivel cultural como el nuestro; pero son bastante lógicos si
se enjuician desde la situación cultural en que se ejercen. De
hecho, si a unos niños de nuestro mundo se les situara desde
los primeros meses de la vida en una comunidad primitiva,
acabarían por razonar de una manera muy semejante a la
descrita; y, al revés, un niño primitivo incorporado desde el
comienzo de su vida a nuestra civilización acabaría por
razonar como cualquiera de nosotros.
Lo que se deduce, pues, de todo esto es que la "mente" y su
nivel constituyen el resultado de una larga evolución, biológica
primero y cultural después. La mente humana no puede
explicarse sólo a partir de unos principios anímicos y unas
facultades que despliegan sus potencialidades en abstracto; la
mente humana ha de explicarse también como resultado de
una interacción social y de la participación de cada individuo
en una cultura que es transpersonal."
J.L. Pinillos, "La mente humana", (p.41), Salvat ed., Madrid,
1969
Llamamos especie al conjunto de organizamos con características iguales. Cuando una especie
desaparece por completo de la Tierra se dice que se extinguió. Las causas pueden ser naturales
–como cambios climáticos, erupciones volcánicas, terremotos.- o provocadas por la acción
humana, como la tala inmoderada de los bosques y selvas, la cacería y pesca no permitida, la
contaminación del medio ambiente y el consumo inmoderado de los recursos naturales. En
México viven especies que se encuentran en peligro de extinción, como el jaguar, el ocelote, el
borrego cimarrón y diversas especies de loros, pericos y la guacamaya. Es responsabilidad de
quienes habitamos en este país cuidar la gran diversidad del planeta y animales que tenemos.
CUADRO SINÓPTICO: