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El concepto de calidad aplicado a la educación superior:

“Aprender es un cambio más o menos


permanente de conducta que se produce
como resultado de la práctica”

(Bernad, 1999)

La calidad de la educación superior es un concepto complejo, donde participan


múltiples factores y entes. Es la excelencia o trabajo sobresaliente y se mide en
el plano educativo por los conocimientos, valores y competencias que desarrollan
los egresados universitarios.

La calidad del aprendizaje depende entre muchos factores, de la calidad de los


insumos de conocimiento que maneje el proceso educativo. En este sentido
podríamos hablar de la calidad del aprendizaje de los alumnos, del proceso de
enseñanza-aprendizaje, del personal docente, de los programas de estudio y de
las infraestructuras.

El mayor reto que enfrenta la educación es realizar con calidad la formación de


cuadros profesionales que demanda la sociedad; a través de objetivos
educativos, organización y presupuesto apropiado en una universidad.

La educación superior será buena si es capaz de formar profesionales que sean


exitosos en los cambios científicos, tecnológicos y laborales; así como en la
creciente integración económica, social y política de los distintos países.

La calidad debe medirse según el cumplimiento de los propósitos, misión y


objetivos de la universidad; para lo cual el Dr. David Woodhouse director
ejecutivo de la agencia de calidad para las universidades australianas, autor del
escrito “Quality and Quality Assurance”, Paris, 1999; considera que la calidad en
la educación superior debe realizarse, evaluando tres (3) grandes aspectos:
Objetivos apropiados: planeación y organización para formar los graduandos
que requiere la sociedad; Eficiencia: ejercicio adecuado de sus recursos; y
Efectividad: formación adecuada de los egresados.

Resumiendo lo que indica el autor, puedo concluir que los objetivos de una
universidad serán de calidad si responden a las necesidades y demandas del
entorno socio-económico y político de la sociedad a la que sirve; si hace uso
eficiente de sus recursos en el cumplimiento de su misión, y si forma
efectivamente a sus egresados. Esto se puede lograr a través de estrategias que
reciba el profesor mediante capacitaciones (educación continua y sistemática)
acorde a las nuevas tecnologías que se presentan (TIC-Tecnologías de la
Información y Comunicación), y formulaciones de competencias docentes por la
vía de la identificación de los rasgos de personalidad, conocimientos, habilidades,
destrezas y valores del profesor; y que las mismas se vean reflejadas en
evaluaciones del desempeño por parte del estudiantado para obtener una mejor
integración de los mismos en el proceso del aprendizaje.

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