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2. Desarrollen la justificación kantiana de la autonomía de la Estética.

Para decir que algo es bello, Kant va a promulgar que es necesario emitir un juicio
de gusto que debe ser subjetivo y desinteresado. Subjetivo refiere a lo que pasa
en el sujeto frente a la representación, a un sentimiento propio de los seres
racionales; dado que “aun cuando las representaciones dadas sean racionales, si
el juicio se limita a referirlas al sujeto (a un sentimiento), son estéticas.” (Kant, en
García Morente, 1984). Mientras que desinteresado apunta a que el sujeto es
indiferente en cuanto a la relación con la existencia del objeto. En este sentido, se
diferencia a algo bello de algo agradable (puesto que lo agradable deleita
inmediatamente a las sensaciones y, por lo tanto, prima un interés) y de algo
bueno (ya que lo bueno es considerado o apreciado útil mediante la razón y
antepone, también, un interés). Lo bello es indiferente a estas motivaciones
interesadas debido a que se trata meramente de un ejercicio de contemplación y,
por consiguiente, es independiente del área del conocimiento (profundizado a
través de las sensaciones) y de la ética (dada por la práctica de la razón). De esta
manera, se presenta a la Estética como un espacio libre y puro, es decir,
totalmente autónoma.
3. ¿Consideran que la frase kantiana “(…) parece que es necesaria una mucho
mayor cultura, no sólo del juicio estético, sino también de las facultades de
conocimiento, que están a la base de ésta (…)” legitima la organización racial
entre los seres humanos? Justifiquen su respuesta utilizando, cuando crean
conveniente, el artículo de Chukwudi Eze.
Cuando Kant habla de cantidad en el juicio de gusto predica que en lo bello hay
una tendencia a ser aceptado por todos, una pretensión de adhesión universal.
¿Pero qué considera Kant como universal? A la experiencia de un blanco europeo
macho, según Chukwudi Eze.
En la cita elegida, Kant se refiere a lo sublime (entendido como lo absolutamente
grande) y que para ser comprendido en su totalidad requiere de la cultura
eurocéntrica cultivada en el espíritu. Ya que lo sublime, si bien no es producido por
el hombre, tiene sus bases en la naturaleza humana. Quienes no sean capaces de
comprenderlo es porque no son lo suficientemente cultos ni racionales puesto que
no cuentan con el desarrollo que la naturaleza humana ha alcanzado en la cultura
europea, que se propone, así, como un ideal a alcanzar. Por lo tanto, quienes no
disfruten de lo sublime no han alcanzado una humanidad completa y racional, sólo
son bárbaros que pueden hacer juicios agradables. De esta manera, Kant justifica
la jerarquización de razas y utiliza como demostración que sólo en Europa hay
genios capaces de generar un ejemplar, una forma correcta de hacer arte; dado
que sólo los blancos cuentan con la fuerza motivadora y el talento natural para
hacer arte bello (Chukwudi Eze en Mignolo Walter, 2014).
Así, el juicio reflexivo de gusto propio de la Estética es sólo realizable para los
blancos. A la manera de ver de Kant, las demás razas son inferiores y pueden
poner el cuerpo, ser mano de obra pero no hacer arte por su falta de racionalidad,
sólo pueden aprender e imitar mas no crear. Entonces, la Estética que se presenta
como “pura” y “amoral” al momento de su autonomización se trata de un espacio
profundamente racista, de blancos para blancos y se convierte en la garantía
raciológica de la jerarquización de personas.

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