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En el presente caso el 20 de octubre de 2016 la señora A., actuando por intermedio de apoderado
judicial y como agente oficiosa de su hija S., instaura acción de tutela contra la Unidad
Administrativa Especial de Salud de Arauca -UAESA-, la ESE Hospital San Vicente de Arauca y la
Nueva EPS, al considerar vulnerados los derechos fundamentales a la salud y a morir dignamente
de la agenciada.
Auto del 20 de octubre de 2016 el Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de Arauca
admitió la acción de tutela.
La recurrente solicita que a su hija se le aplique la eutanasia, por el constante sufrimiento que
viene padeciendo su hija a consecuencia de esta enfermedad, además, cabe señalar que el
tratamiento que vino siguiendo no fue favorable, por lo que su hija decidió dejarlo.
La Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca señaló que la competencia para autorizar y
garantizar la atención en salud corresponde a la Nueva EPS.
El Hospital San Vicente de Arauca indicó que desde el mismo momento en que recibió la solicitud
de eutanasia mantuvo comunicación con la madre de la joven y le manifestó el impedimento
técnico, asistencial y jurídico de la institución para proceder de conformidad con la petición. Adujo
que en la ciudad de Bucaramanga se encontraban habilitados los servicios que permitían la
aplicación del protocolo.
La Nueva EPS manifestó que en ningún momento se le había negado la prestación del servicio de
salud a la paciente e informó que esa entidad no tenía la custodia de la historia clínica, ya que esa
información reposaba únicamente en los archivos de la IPS donde era atendida.
La Procuraduría 64 Judicial I Administrativa de Arauca señaló que estaba debidamente acreditado
que la Nueva EPS era la entidad que contaba con los recursos para prestar el servicio solicitado.
Hizo énfasis en la importancia de que esa entidad agilizara los trámites para adoptar una decisión
definitiva en el caso.
El Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de Arauca concluyó que las gestiones que la
Nueva EPS había realizado no eran eficaces por lo que amparó el derecho fundamental invocado.
Encontró que se cumplió con el requisito de padecer una enfermedad terminal e intensos dolores,
ante el padecimiento de un tumor en fase terminal. Advirtió que se acreditaba el requisito de
haberse manifestado el consentimiento libre, informado e inequívoco para la práctica del
procedimiento de eutanasia y que las funciones mentales de la paciente estaban intactas, es decir,
que se encontraba lúcida y plenamente consciente de su enfermedad.
La Nueva EPS explicó la gestión realizada por esa entidad para garantizar la prestación del servicio
solicitado, para lo cual hizo referencia a las autorizaciones emitidas por medicina general,
psicología, traslado a Bucaramanga, entre otros. Sin embargo, aclaró que pese a las gestiones la
paciente falleció en el curso del proceso de eutanasia.
Sobre la vulneración de los derechos a la salud y a morir dignamente; se tiene que existió una
conducta negligente por parte del personal del Hospital San Vicente de Arauca y la Clínica FOSCAL
de Bucaramanga, puesto que la paciente Debió esperar más de dos meses desde el fallo de
instancia para recibir el tratamiento y en ese interregno debió soportar numerosas trabas
administrativas, agregando a esta situación las condiciones en las que vivía y el dolor que padecía,
el trámite al que fue sometida prolongó su sufrimiento, contrarió su voluntad de morir
dignamente y en las condiciones en que ella lo deseaba, acompañada de su familia y en su hogar,
vulnerando de ese modo su derecho fundamental a la salud, a una vida en condiciones dignas y a
morir dignamente.
Además ordenó a la Nueva EPS que, en el término de veinte (20) días contados a partir de la
notificación realice un acto público de desagravio en el que ofrezca disculpas a la familia de Sofía
por las trabas impuestas en la práctica del procedimiento de eutanasia que significaron la
prolongación del sufrimiento físico y psicológico de esta y de su familia, acto al cual deberán
asistir, las directivas del hospital Arauca y el Ministerio de Salud y Protección Social; y dote a la
red de prestadores de esa entidad en el Departamento de Arauca de la infraestructura que
permita garantizar el cumplimiento de la Resolución 1216 de 2015, para futuros casos y luego de
verificar la idoneidad y el cumplimiento de los requisitos para realizar el procedimiento, gestione
lo necesario para trasladar a los especialistas al municipio de Arauca con el fin de garantizar la
efectividad del derecho a morir dignamente cuando así sea solicitado.
Por otro lado también ordenó a la Nueva EPS que, en el término de 48 horas a partir de la
notificación se inicien las gestiones para brindar la asistencia médica psicológica para la familia de
Sofía con el fin de dar tratamiento a las secuelas sufridas por la pérdida de su familiar.
Del mismo modo se deberá compulsar copia del expediente de la referencia a la Superintendencia
Nacional de Salud, a la Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación para
que en ejercicio de sus funciones constitucionales y legales inicien de manera inmediata las
actuaciones correspondientes en relación con las presuntas fallas administrativas, disciplinarias y
penales, ante la imposición de trabas administrativas no atribuibles a Sofía y su familia en la
práctica del procedimiento de eutanasia.
Se ordenó al Ministerio de Salud y Protección Social que, en un plazo de treinta días, adopte las
medidas necesarias para la creación de un mecanismo eficaz mediante el cual tenga conocimiento
de todos los casos de muerte digna desde el mismo momento en que el paciente lo solicite.
Asimismo, dicha Corte ordenó a todos los centros, clínicas y hospitales donde se prestan servicios
médicos en Colombia (conocidas como Instituciones Prestadoras de Servicios o IPS), incluyendo el
Hospital San Vicente de Arauca, que emitan una carta de derechos para los pacientes, en la que se
ponga en conocimiento público de los usuarios del sistema de salud sus derechos y deberes en lo
concerniente al derecho fundamental a morir dignamente. Esta obligación alcanza a las entidades
promotoras de salud (EPS) del referido país, que son las encargadas de promover la afiliación al
sistema de seguridad social (no prestan servicios médicos, solo administrativo y comercial).
Para poder entregar una adecuada interpretación del derecho a la vida es necesario considerar su
relación con otro derecho estrechamente vinculado: el derecho a la protección de la salud. Entre
la doctrina nacional Chilena que se ocupa de examinar las relaciones existentes entre derechos se
encuentra Germán Urzúa Valenzuela, quien sostiene, siguiendo a Hübner, que el derecho a la vida
"no implica, evidentemente, tan sólo la facultad de impedir que se nos dé muerte, sino también la
concurrencia de un conjunto de condiciones laborales, sociales, económicas, asistenciales y
sanitarias que hagan factible el mantenimiento de la existencia dentro de un nivel propio de la
dignidad humana. Representan, por lo tanto, aspectos o derivaciones de este atributo básico
derechos tales como (... ) el derecho a la protección de la salud" . Otros autores, luego de
reconocer que no hay referencia expresa, en las actas de la Comisión, del contenido global del
numeral en estudio, señalan que "se infiere que el reconocimiento al derecho a la vida aparece
referido preferentemente al soporte biológico y psíquico del hombre (...) el derecho a la vida
representa, entonces, la facultad jurídica, o poder, de exigir la conservación y la protección de la
vida humana, o sea, de ese estado de actividad sustancial propio del hombre" (Fajuri, 2011)
Que el silencio del Tribunal acerca de los derechos que no fueron tratados, ha sido de carácter
involuntario, ya que nunca ha tenido la oportunidad de referirse a los otros temas vinculados con
el artículo 19 Nº 1. Posiblemente, sólo en el caso de la eliminación de la pena de muerte, se hizo
necesario el pronunciamiento expreso del órgano sobre este punto específico, pero aun así no era
jurídicamente exigible dicha mención.
A pesar del escaso tratamiento jurisprudencial, es posible reconocer ciertos principios relevantes
acerca del derecho a la vida y sus derivados, destacando que la vida termina inequívocamente con
la muerte encefálica de una persona, que está prohibido regular o limitar el derecho a la vida a
través de reglamentos autónomos y que el derecho a la vida ocupa un lugar preeminente sobre
cualquier otro derecho.
Asimismo no es posible hablar de una evolución histórica de la línea argumentativa del Tribunal
sobre estos derechos, ya que no existe prácticamente ninguna remisión de una sentencia a otra, ni
tampoco se vislumbra claramente la aplicación o confirmación de principios recogidos por
sentencias fundadoras en fallos posteriores. Efectivamente en forma excepcional existe alguna
mera “repetición” de principios, sin que ello nos sirva como para concluir que, en verdad existe un
hilo conductor claro por el cual transita la jurisprudencia constitucional.
Por otro lado, el presente trabajo ha rescatado de la Jurisprudencia Constitucional, tanto del
Tribunal Constitucional como de los Tribunales Ordinarios, la determinación del núcleo esencial
del Derecho a la Vida, consistente en la mantención, continuación o preservación de la Vida,
haciendo mención además que ella no es exclusivamente un derecho sino que es una condición
esencial para la existencia del Ser Humano.
Además, este derecho ocuparía, de acuerdo a lo descubierto en las sentencias, una posición
preferente, por lo que, en principio no admite más limitaciones que la posibilidad de establecer
por ley de quórum calificado, la pena de muerte, posibilidad hoy en día inexistente por aplicación
de las normas de Derecho Internacional de los Derechos Humanos. A pesar de ello, en la práctica,
esta garantía ha sido sometida a limitantes de tipo fácticas derivadas de la situación
presupuestaria de los organismos de la Salud, lo que significa en opinión del autor, una violación
flagrante a esta garantía.
Bibliografía
Fajuri, A. Z. ( 2011). Obtenido de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
52002011000100003