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- CANDIDATOS GOLONDRINOS NO POSTULEN

- PARTIDOS POLITICOS PROHIBAN INSCRIPCION DE CANDIDATOS


- ARRAIGO DOMICILIAR PARA POSTULAR
- ESCAÑO RESERVADO - CUOTA INDÍGENA – PARTICIPACIÓN
ELECTORAL INDIGENA
IMPORTANCIA DE LA IMPLEMENTACION DEL ESCAÑO RESERVADO EN
EL SISTEMA POLÍTICO PERUANO.
IMPORTANCIA DE LA PARTICIPACION ELECTORAL INDIGENA

LEY 30689 (30 DE NOVIEMBRE 2017) LEY QUE MODIFICA EL TÍTULO VI DE LA


LEY 28094, LEY DE ORGANIZACIONES POLÍTICAS, Y LA LEY 30225, LEY DE CONTRATACIONES DEL
ESTADO, CON EL FIN DE PREVENIR ACTOS DE CORRUPCIÓN Y EL CLIENTELISMO EN LA POLÍTICA

HTTPS://BUSQUEDAS.ELPERUANO.PE/NORMASLEGALES/LEY-QUE-MODIFICA-EL-TITULO-VI-DE-LA-
LEY-28094-LEY-DE-ORGANI-LEY-N-30689-1592399-1/

Como señalamos oportunamente, esto limita las facultades de supervisión de ONPE y


afecta los derechos de los electores de contar con información para emitir un voto
responsable e informado. La Ley tampoco contempla sanciones políticas para las
organizaciones que, por ejemplo, reciban dinero de fuentes prohibidas. Se trata de graves
deficiencias que deben ser corregidas para hacer frente a la penetración de intereses
ilícitos en la política.
faculta a las personas a postular en distritos, provincias o regiones aunque no hayan
nacido o vivido en ellas, aplicando el criterio del domicilio múltiple (Ley 30699). La
posibilidad de modificar las reglas de juego una vez convocadas las elecciones ha
quedado descartada gracias a la ley de intangibilidad de normas electorales (Ley 30682).
https://www.transparencia.org.pe/node/585

http://www.noticiasser.pe/opinion/la-representacion-politica-de-los-
peruanos-en-el-exterior
Representación

Si tomamos en cuenta que 22´901,954 peruanos y peruanas estuvimos hábiles para


votar; la población residente en el extranjero representó el 3.86%. Si consideramos
que en las elecciones legislativas elegimos 130 parlamentarios, la representación de
peruanos residentes en el extranjero deberían elegir a 5 representantes. Y si
mantenemos la proporcionalidad, la distribución por regiones geográficas podría ser la
siguiente: 1 por Europa (concurrente con África, Asia y Oceanía), 2 en América del
Sur, y 2 en América del Norte.  Pero por el momento los votantes en el exterior tienen
que escoger entre los candidatos de Lima.
De acuerdo con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) en
2016 éramos 955.689 los peruanos residentes en el extranjero identificados con el
Documento Nacional de Identidad (DNI), con la siguiente composición
geográfica: i) África, 310; ii) América, 636,880; iii) Asia, 40,311; iv) Europa:
272,838; v) Oceanía, 5,350. De este total, 884,924 connacionales nos encontrábamos
hábiles para votar en las elecciones presidenciales y legislativas de 2016 (403,913
hombres y 481,011 mujeres).

En abril de 2014, la Comisión de Constitución del Congreso aprobó un dictamen sobre


los distritos electorales en el extranjero. En este mismo sentido, el 14 de septiembre
de 2016 la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso aprobó su creación. Sin
embargo, el proyecto de ley aún no es aprobado por el pleno del Congreso. Los
dictámenes cuentan con las opiniones favorables de la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE), el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y del Ministerio de
Relaciones Exteriores (MRREE). La propuesta de ley contemplaba la creación de
únicamente 2 curules.

Las experiencias sobre la representación de emigrantes en América Latina no es


mucha. En el caso colombiano, ya en la Constitución de 1991 se establecía la
creación de un distrito electoral especial para los ciudadanos residentes en el exterior,
pero no fue hasta las legislativas de 2002 que se aplicó por primera vez. En el caso
ecuatoriano la Asamblea Constituyente de 2008 creó la posición de asambleísta por
los migrantes. En cuanto a la representatividad, Colombia cuenta solo con un
representante en la Cámara, es decir el 0.6% del total (166) y Ecuador elige a seis
asambleístas de un total de 130, lo que supone un 4.6% (porcentaje mayor al de
electores habilitados en el exterior).

Han surgido voces, como las del legislador andino Mario Zúñiga (Fuerza Popular), que
plantean que sean los parlamentarios andinos quienes asuman la representatividad, lo
que supondría un ahorro de veinte millones de soles. Considero que aunque no deja
de ser una propuesta evaluable, adolece de falta de la propia representatividad, es
decir, si no elegimos a personas que conozcan – no por aproximación, sino de forma
directa – las distintas necesidades de la población migrante, la solución no diferiría
mucho de, por ejemplo, la conformación de una comisión de “x” congresistas del
distrito electoral Lima que funjan de representantes de los migrantes. La clave está en
la garantía de la representatividad. 

Formas de ejercer el voto

El Título X, del voto de los ciudadanos residentes en el extranjero, Capítulo IV.,


Artículo 239 de la Ley Orgánica de Elecciones (Ley N° 26859) se refiere a la duración
de la votación, señalando que la instalación de las mesas, la votación y el escrutinio
se deben realizar el mismo día. Asimismo, señala textualmente, que
“alternativamente, en el caso de ciudadanos peruanos residentes en el extranjero, se
establece el Voto Postal o Voto por Correspondencia, que consiste en la emisión del
voto por el ciudadano en una cédula que previamente solicita y luego de ejercido su
derecho devuelve por la vía postal o de correos al Consulado en que se encuentra
inscrito, dentro de los términos establecidos en el Reglamento correspondiente. El
voto postal sólo es aplicable en Referendos o Elecciones de carácter general”.

El Estado peruano, por eficiencia en la gestión, no cuenta con misiones diplomáticas


en el exterior en todos los países ni en todas las ciudades. Por ello los ciudadanos
residentes en localidades o países donde no existen representaciones consulares se
ven en la necesidad de trasladarse hasta el consulado donde esté inscrito si desean
ejercer su derecho al sufragio (que no es obligatorio). Esta situación se ve agravada
en casos de imposibilidad de que el traslado les sea imposible ya sea por limitaciones
económicas, laborales o de otra índole, lo que además se convierte en una forma de
exclusión. Esto se debe a que, aunque la ley lo estipula, el Perú no ha hecho efectivo
el voto postal o por correspondencia.

Aunque habría que ahondar en las causas del alto ausentismo electoral en el
extranjero (46.66% frente a 17.06% en Perú, en la primera vuelta), si una de las
principales es la dificultad de los votantes para acercarse a los consulados, el voto
postal o por correspondencia podría disminuirlo sustancialmente.

http://polemos.pe/la-circunscripcion-electoral-peruanos-exterior-tema-
pendiente-i-parte/

Los peruanos en el exterior tienen presencia por 36 años en los procesos


electorales del Perú. Esta comunidad tiene un potencial político y
económico que no se representa aún institucionalmente en el Legislativo
peruano. El actual diseño político obvia que este grupo tiene un conjunto de
ofertas y demandas particulares propios de la realidad migrante.
Lamentablemente la salida política a la inexistencia de la circunscripción
electoral especial de peruanos en el exterior por parte del Legislativo
peruano no es del todo convincente. Se analiza en este artículo el
tratamiento político que se le ha dado al tema de la circunscripción
electoral de los peruanos migrantes en perspectiva comparada. Dado que
otros países en el mundo con poblaciones electorales parecidas, como
Croacia y Ecuador, tienen circunscripciones especiales de residentes en el
exterior es paradójico que el Perú no cuente con una. Esto reduce la
competitividad institucional de nuestro país.

“La realidad es que los electores peruanos migrantes siguen votando por representantes para la
capital del Perú sin conocerlos y sin necesariamente tener alguna vinculación con sus intereses
económicos y sociales particulares”
De hecho, los argumentos que han imposibilitado la creación de la
circunscripción especial de peruanos en el exterior han sido: (a) tener más
congresistas perjudica al erario nacional, y que (b) más congresistas
afectan el número fijo de representantes de otras circunscripciones. Estas
dos razones que más que de un juicio argumentativo se deben a una mera
intuición por parte de los políticos, poco o nada han sustentado una mayor
solidez del sistema electoral peruano. La realidad es que los electores
peruanos migrantes siguen votando por representantes para la capital del
Perú sin conocerlos y sin necesariamente tener alguna vinculación con sus
intereses económicos y sociales particulares.

¿Qué es una circunscripción electoral?

La circunscripción electoral, o más conocida como distrito electoral, es el


conjunto de electores que conforma la base para que sus votos se repartan
entre un número determinado de escaños o curules en el congreso. Por lo
general, se realiza la delimitación de éstas siguiendo el criterio poblacional
pero hay excepciones. En Portugal existe una circunscripción para los
portugueses residentes en el extranjero, por ejemplo. Otros casos son los
distritos personales – no territoriales- que permiten la representación de los
aborígenes maoríes. Existen otros casos, como los de Bulgaria, o  Croacia,
etc. donde se reserva alguna circunscripción que represente a las minorías
étnicas. En estos casos se consideran cuestiones administrativas y
geográficas de un país (Tuesta, párrafo 2, 2000).

Concepto de Circunscripción Especial de Residentes en el Exterior

Las circunscripciones especiales se producen porque los sistemas


electorales permiten la aplicación de diversos tipos de circunscripciones
electorales. Algunos más que otros dado que son contradictorios merecen
un tratamiento aún más especial, por ejemplo, pueden no tener base
territorial, por lo que mediante el diseño de circunscripciones especiales se
trabaja para ajustar la representación política más coherentemente a la
realidad socio – política del país según un sistema electoral
contextualizado. Para la conformación de una circunscripción electoral
especial, el grupo minoritario que se considera debe estar conformado por
criterios de homogeneidad. Por eso, primero, los escaños se reparten
geográficamente y, segundo, los escaños restantes se ajustan conforme a
la participación electoral.

El voto en el extranjero ha ido haciéndose cada vez más relevante en el


mundo por los cambios políticos que vienen sucediéndose desde los
noventas como el fenómeno de la globalización y la migración. Por ello, el
fenómeno de migración transnacional ha ido en aumento y no son pocos los
países que profundizan en la investigación para ajustar sus sistemas
electorales para la mayor participación de sus ciudadanos nacionales
residiendo fuera del territorio nacional. Además, todos los mecanismos
especiales que contemplen el voto en el exterior solamente tendrán
criterios de razonabilidad si y solo si consideran el contexto- país con un
enfoque global (IFE, 2007).

Las Circunscripciones de Residentes Extranjeros en el Mundo

Son actualmente nueve los países que cuentan con mecanismos de


representación legislativa de ciudadanos residentes en el extranjero. En
África, tres; cuatro en Europa; y, dos en Latinoamérica como se presenta
en la Tabla 1

Criterios de Adjudicación de Votos

Uno de los aspectos institucionales de mayor discusión en los escenarios


políticos nacionales que contemplan el sufragio de residentes en el exterior
es la adjudicación de votos en escaños, o curules, para la determinación de
circunscripciones. Nohlen y Grotz (2007) propusieron dos enfoques en la
adjudicación de escaños para la circunscripción especial de los residentes
en el exterior. La forma en que los votos del extranjero se transforman en
puestos de representación, lo que describe el modo en que los ciudadanos
en el exterior son vinculados en la política nacional, ocurre por dos rutas:
(a) la adjudicación a circunscripciones exteriores especiales para electores
en el extranjero; y (b) la adjudicación  de los votos a circunscripciones
existentes dentro del país i.e. conforme al área donde se registra el elector
antes de emigrar.

El Sistema Electoral Peruano y las Circunscripciones Especiales

Las reformas constitucionales y electorales de septiembre de 2009 en el


Perú han sido dos. Primero, una modificatoria constitucional en el artículo
90 por la que se indicaba que a partir de 2011 el cuerpo legislativo estaría
compuesto por 130 congresistas y ya no por 120 congresistas. Serían 10
los escaños adicionales a la nueva legislatura. Segundo, por Ley 29403 se
creó la circunscripción electoral de Lima Provincias que modificaba el
segundo párrafo del artículo 21 de la Ley Orgánica de Elecciones
(1997/2011). Se prescribió que el territorio del Perú se dividiría en 26
circunscripciones electorales bajo el criterio de una circunscripción por cada
departamento (Perú = 24 departamentos) y las restantes corresponderían
a la circunscripción de Lima Provincias y otra por El Callao. A la
circunscripción Lima- Provincias le correspondería cuatro de los 10 escaños
adicionales contemplados en la modificatoria del Artículo 90 de la
Constitución. Al amparo de esta ley, el tratamiento a los electores peruanos
en el extranjero continuaba dentro de la circunscripción electoral de Lima.
Asimismo, el ente jurisdiccional electoral distribuiría los seis restantes
escaños en forma proporcional a las demás circunscripciones electorales.
Este aspecto se ha ido acomodando en el tiempo pero en flagrante
desventaja y obviedad del electorado exterior.

http://blog.pucp.edu.pe/blog/carlomagnosalcedo/2007/09/30/la-
circunscripcion-electoral-para-los-peruanos-residentes-en-el-extranjero-
una-propuesta-que-no-deberia-causar-indigestion/
En la sección sobre las “leyes que causan indigestión” de Legal Express N.º 78 (junio
2007), que, como sabemos, está dedicada a llamar la atención sobre los “insólitos y
pintorescos proyectos de ley” con que a veces nos sorprenden algunos padres de la patria,
se realiza una severa crítica al Proyecto de Ley N.º 1302/2006-CR, me- diante el cual se
propone crear un “distrito electoral (o circunscripción electoral) para los peruanos
residentes en el extranjero, que permitiría que nuestros compatriotas en el exterior
puedan elegir a sus propios representantes en el Congreso de la República, superando de
este modo la artificial atribución de sus votos a la circunscripción del departamento de
Lima, establecida por el artículo 21 de la Ley Orgánica de Elecciones, N.º 26859 (LOE), la
cual dispone que: “[l]os electores residentes en el extranjero son considerados dentro del
Distrito Electoral de Lima”.
Aunque dicha iniciativa legislativa contiene algunos aspectos opinables, consideramos que
su eventual aprobación no tendría por qué causar indigestión. Parece, pues, que al
revisarse este proyecto no se han considerado algunos conceptos (que, por cierto, no han
sido desarrollados en el mundo del Derecho, sino en el de la Ciencia Política), lo cual ha
originado que el diagnóstico, en esta ocasión, no haya sido del todo acertado. De ahí que
consideramos necesario emitir una segunda opinión.

Se critica que en tal iniciativa no se ha respetado el criterio territorial para crear distritos
electorales. Sobre el particular debemos precisar —tal como lo hace Fernando Tuesta en
su imprescindible texto Representación Política: las reglas también cuentan (Lima:
Fundación Ebert, 2005)— que la circunscripción electoral (que es el nombre técnico del
coloquial “distrito electoral”) es “aquel conjunto de electores que conforman la base para
que sus votos se repartan entre un número determinado de escaños”. Así también, como
señala el mismo Tuesta, “si bien puede haber circunscripciones o distritos sin base
territorial, generalmente la delimitación de éstas se realiza atendiendo a ese criterio”.

En tal sentido, aunque es cierto que en la mayoría de los casos las circunscripciones
electorales tienen una base territorial, en la Ciencia Política (y, por añadidura, en el
Derecho Electoral Comparado) se admite la existencia de circunscripciones electorales
especiales sin base territorial, las cuales son imprescindibles para poder otorgar
representación directa a determinado conjunto de electores a los que no es posible
agrupar sobre la base de criterios territoriales, como ocurre con los ciudadanos residentes
fuera del territorio de la república o con los pertenecientes a determinadas minorías
étnicas; como ocurre en países como Portugal, Nueva Zelanda, Bulgaria, Eslovaquia,
Croacia, Colombia, Francia, Italia, entre otros. Asimismo, tenemos conocimiento,
actualmente existen propuestas de crear circunscripciones especiales para residentes en
el extranjero cuando menos en Suiza y México.

También se cuestiona que se pretenda asignar tres representantes a dicha circunscripción


electoral, “sin considerar que en nuestro sistema electoral el número de representantes se
determina de manera proporcional a la población votante existente en cada distrito
electoral”. Al respecto cabe señalar que si en nuestro país la asignación de escaños a cada
circunscripción electoral se determinara únicamente sobre la base de la población
electoral, la circunscripción de Madre de Dios, por ejemplo, no tendría ningún
representante. De ahí que el artículo 21 de la LOE haya establecido no uno, sino dos
criterios para efectuar la distribución de escaños entre las circunscripciones electorales.
En efecto, de lo dispuesto en el último párrafo del mencionado artículo se establecen las
siguientes reglas:

– En primer lugar, de los 120 escaños de nuestro Parlamento, se asigna un escaño a cada
una de las 25 circunscripciones electorales en que se divide el territorio de la República,
independientemente de la población electoral que tenga cada una de ellas.

– Luego, se distribuyen los 95 escaños restantes “en forma proporcional al número de


electores que existe en cada distrito.”

Como se infiere de lo manifestado, el criterio de la proporcionalidad respecto a la


población electoral no es el único y recién se aplica en un segundo momento.

De otro lado, toda regla admite excepciones. Por ello, puestos en el escenario de la
creación de una circunscripción electoral para residentes en el extranjero, que sería una
circunscripción excepcional respecto de las demás circunscripciones con base territorial,
no tendría por qué sorprender que en ese caso, en lugar de aplicarse los criterios
señalados por el artículo 21 de la LOE, que no determinan un número fijo de escaños a
cada circunscripción, se establezca un número determinado de escaños. Así, por ejemplo,
ocurre en Colombia, donde se asigna un escaño para dicho efecto.

Claro está, también podrían seguirse los mismos criterios señalados por la referida norma;
sin embargo, la aplicación de una u otra alternativa es una cuestión de opción legislativa,
no existiendo razones de fondo para descalificar de antemano a ninguna de ellas.

Un aspecto en el que sí compartimos el primer diagnóstico, es respecto a que la propuesta


de establecer que, de los tres escaños que se asignarían a la circunscripción para
residentes en el extranjero, uno correspondería al continente americano, otro al europeo y
otro al resto de continentes, en realidad implicaría la creación de tres “distritos electorales
con un representante cada uno”; siendo este, precisamente, el aspecto más discutible del
proyecto. Aunque, valgan verdades, fórmulas similares se aplican en Portugal, donde hay
una circunscripción para Europa y otra para el resto del mundo; o en Italia, donde hay
cuatro circunscripciones, una para Europa, otra para Sudamérica, otra para América del
Norte y Central, y la última para el resto de continentes.

Así también, en el mismo sentido del primer diagnóstico, consideramos que la propuesta
contenida en el proyecto de ley, de crear un Comité de Protección de los Derechos de los
Peruanos Residentes en el Exterior, es un ingrediente que resulta ajeno a una buena receta
para otorgar representación parlamentaria propia a nuestros compatriotas en el exterior.
Sin embargo, los aspectos opinables del proyecto pueden ser subsanados durante el
debate parlamentario que se realizará en el Pleno del Congreso, de modo que lo que se
viene cocinando sobre el particular, tenga como resultado una ley que permita que los
ciudadanos peruanos residentes en el extranjero logren un viejo anhelo: contar por fin con
una representación parlamentaria que, de manera efectiva, impulse iniciativas legislativas
que contribuyan a mantener su vínculo con nuestro país

https://www.redalyc.org/jatsRepo/777/77756817005/html/index.html

Se han más que sextuplicado en los últimos treinta y seis años evaluados, y
pese a que no son más del 4 % del electorado peruano, por ejemplo, pudieron en
las elecciones generales 2006 (primera vuelta) haber determinado las dos
candidaturas que competirían para el balotaje por menos del 1 % de diferencia.

En efecto, en la primera vuelta de elecciones generales 2006, Lourdes Flores, la


candidata de Unidad Nacional (UN), obtuvo con el electorado exterior una
mayoría absoluta del 58,2 % de votos válidos. Sin embargo, cuando se hizo el
conteo a nivel general (al sumar los resultados tanto de nivel nacional como del
exterior), Flores estuvo cerca por menos del 1 % de Alan García del Partido
Aprista Peruano (PAP). El PAP obtuvo antes bien una victoria comparativa en
ese proceso con un 20,41 % y UN con el 19,98 % de votos válidos. De haberse
contado con una mayor proporción de electores migrantes, la historia del Perú
hubiese sido otra a partir de 2006.

Los votantes peruanos en el exterior tienen una importancia política, pero


también económica para el Perú. Nótese que el electorado peruano en el exterior
representa a un grupo migrante con una actitud política activa y también
económica. Como evidencia de ello, los peruanos en el exterior, cuyo
subconjunto es el electorado migrante peruano, remesan entre el 2 y el 3 % del
producto bruto interno (PBI) (Banco Central de Reserva del Perú [BCRP], 2017).

Es importante considerar que los peruanos en el exterior votan para elecciones


presidenciales, parlamentarias y consultas populares. De hecho, en 1993, votaron
los peruanos en el exterior para la consulta popular por el cambio de
Constitución, cambio hacia un modelo nuevo neoliberal. Si bien se describe
grosso modo al electorado exterior, existe un desconocimiento real por parte de
la sociedad peruana y del Estado de las características del electorado exterior y
del voto migrante. Por ello, el objetivo del presente análisis es conocer más en
profundidad al electorado exterior peruano. Este es un reto para la academia
peruana.
Muy pocos estudios en ciencia política se han aproximado a este tema. Uno
destacable es la tesis de Rojas (2009) y otros trabajos del Observatorio Andino de
Migraciones “Tukuymigra” de la Pontificia Universidad Católica del Perú, grupo
de cientistas sociales peruanos (la mayoría antropólogos) que terminó por
extinguirse en 2011 debido a la fuga de talentos que migró al extranjero. Lo
avanzado por estos estudios se puede complementar con la presente investigación
toda vez que mantiene actualizada y vigente la información estadística electoral
del sector migrante, aporte inédito para la academia peruana. Esta permite
describir y analizar la evolución del comportamiento del electorado exterior y el
desempeño de los partidos respecto de este joven nuevo electorado. Además, este
estudio agrega valor para los tomadores de decisiones en el Perú, pues se requiere
afinar el diseño institucional democrático peruano, más inclusivo de la realidad
migrante.

El presente estudio parte de dos hipótesis sobre el electorado exterior. La


primera es que este como grupo agregado se inclina por la derecha peruana desde
1980, la que será analizada en la primera parte. La segunda hipótesis es que
existe una variabilidad en los resultados electorales por país de residencia
relacionada con diferentes tipos de electores migrantes asentados en diferentes
contextos políticos, que será analizada en la segunda.

El argumento central, a la luz de la evidencia presentada, revela que los


resultados, en general, del voto exterior se han inclinado hacia la derecha peruana
y logrado apoyo de los partidos de derecha en el Perú superiores al 50 % de votos
válidos. Además, existe una variabilidad del voto exterior peruano, que muestra
un electorado con particularidades por país de residencia, según criterio
poblacional, en el cual se encuentran diferencias sociopolíticas en las variables de
ubicación geográfica (Código de Ubicación Geográfica Perú [Ubigeo]), sexo,
nivel educativo y edad y, a su vez, en las preferencias electorales de estos
distintos grupos de electores peruanos en el exterior.

Las preferencias del electorado peruano en el exterior (perspectiva


histórica)

¿Cuál ha sido la tendencia electoral de los peruanos en el exterior? Araujo


(2010) hizo un recuento electoral sobre el voto exterior que se tomará como
referencia en esta sección, la cual pretende demostrar la derechización del
exterior desde 1980 al analizar tal tendencia en perspectiva histórica. Cada
elección refleja la evolución del electorado peruano en el exterior que ha ido de
ideales y anhelos democráticos al pragmatismo económico de los intereses
políticos.
Se utiliza la referencia de Freidenberg y Alcántara (2001) como aproximación
a los partidos de derecha e izquierda en el Perú. Por izquierda, se consideraron
los partidos Izquierda Unida (IU) e Izquierda Socialista (IS), posteriormente,
Unión por el Perú (UPP) y Gana Perú; por centroizquierda, a Alianza Popular
Revolucionaria Americana (APRA); por centroderecha, Partido Popular Cristiano
(PPC) y sus reinvenciones en alianzas como Unidad Nacional (UN), o Alianza
por el Gran Cambio (APGC), y los partidos Acción Popular (AP), Perú Posible
(PP), Solidaridad Nacional (SN) y Somos Perú (SP); y por la derecha al
fujimorismo y sus variantes como Fuerza 2011 (F-2011) y Fuerza Popular (FP).

E LECCIONES GENERALES DE 1980

Las elecciones generales de 1980 significaron el retorno de la democracia tras


doce años de dictadura militar. En 1979, se contemplaba el dispositivo de
elección en la Constitución peruana que instauró el voto de los peruanos
residentes en el extranjero. En 1980, los peruanos en el extranjero votaron por
primera vez en un contexto democrático, por lo que el registro del exterior fue
activo y creciente (39 450 electores exteriores inscritos) (véase tabla 1). Según
Araujo (2010), en 1980, existía para el peruano en el extranjero la paradoja moral
entre el retorno a la democracia y la agudización terrorista que motivó la
participación electoral. Los ideales democráticos convergieron en la propuesta de
AP, partido al que los peruanos en el extranjero hicieron ganar por mayoría
simple del 40,6 % (véasetabla 2).

https://puntoedu.pucp.edu.pe/entrevistas/los-votantes-peruanos-en-el-exterior-
pueden-lograr-victorias-presidenciales/

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA ADQUIRIDA POR EL ELECTORADO EN


EL EXTERIOR 38 AÑOS DESPUÉS DE QUE SUS VOTOS PARTICIPARAN
EN UNA ELECCIÓN?

En los últimos 38 años, el porcentaje de inscritos para votar se ha sextuplicado.


Ha pasado de ser un 0.61% en 1980 a un 3.87% del total del electorado nacional,
con perspectivas crecientes. Si bien actualmente no es más del 4% del electorado
general, los votantes peruanos en el exterior pueden lograr victorias
presidenciales. Por ejemplo, si más peruanos migrantes se hubieran inscrito para
votar en el año 2006, Lourdes Flores podría haber pasado a la segunda vuelta
contra Alan García. El voto de los migrantes es relevante por su
dinamismo. Durante los desastres producidos por el Niño costero, ellos fueron
los primeros en enviar aportes voluntarios.

¿CUÁL FUE LA RAZÓN POR LA CUAL SE INCORPORÓ EL VOTO DE


LOS PERUANOS EN EL EXTRANJERO EN EL AÑO 1980?

En 1979 se redactó la Constitución que contempla a ese electorado por primera


vez. Haya de la Torre puso el tema en debate en el Senado y establece que el
derecho al voto de los migrantes estuviera en esta carta reformadora. En 1980, la
globalización surgía como tema vinculado a la migración. En la actualidad, se
habla de los migrantes del cambio climático, la nueva tendencia de las
migraciones en el mundo.

DE ACUERDO CON TUS INVESTIGACIONES, ¿POR QUIÉNES VOTAN


LOS ELECTORES EN EL EXTERIOR?

Para este libro considero a un grupo de cinco países representativos por


criterio poblacional: Japón, Argentina, Venezuela, España y Estados
Unidos. En cada país analizo la orientación del voto y en conjunto todos
presentaron resultados heterogéneos. Por ejemplo, en el año 2011, Japón
apoyó a Keiko Fujimori con el 76% de los votos, mientras que en Venezuela
apoyaron a Ollanta Humala con un 52%. En Venezuela, en el año 2001, un 70.6
% de los votantes apoyó a Unidad Nacional. Aunque la tendencia general del
voto se orienta hacia a los partidos promercado; al acercarnos más a los
resultados, hay variaciones que no solo privilegian a la derecha. De todas
maneras habría que hacer más estudios y sería ideal encuestar –vía online– a los
peruanos en el exterior.
¿QUÉ TIPO DE REPRESENTACIÓN TIENEN LOS ELECTORES DEL
EXTERIOR EN EL CONGRESO? ¿POR QUÉ HASTA AHORA NO
CUENTAN CON UN CONGRESISTA QUE LOS REPRESENTE
DIRECTAMENTE?

Existen dos tipos de representación para los votantes del exterior: la sustantiva y
la adjetiva. La representación adjetiva es la que tenemos actualmente, pero
deberíamos contar con una representación sustantiva, con un congresista para
estos electores. En las elecciones del 2016, los votos de los 884,924 electores
del exterior fueron considerados como votos de la circunscripción Lima. La
capital cuenta con 35 curules y ninguna representa específicamente a los votantes
del exterior. Mi reclamo va porque este casi 4% del electorado tenga voz y voto
en el Congreso. Colombia y Ecuador son ejemplos en los que ha funcionado la
circunscripción de residentes en el exterior. Colombia tiene un representante y
Ecuador tiene seis. En el Perú, se propone contar con tres congresistas: uno por
los peruanos en EE.UU. y Norteamérica, otro por Asia, y el tercero por los
peruanos en Europa y el resto del mundo. Hace falta voluntad política para una
solución.

¿DE QUÉ MANERA LA CONDICIÓN IRREGULAR DE MUCHOS


MIGRANTES PERUANOS AFECTA AL PESO POLÍTICO DE LOS VOTOS
DE ESTE ELECTORADO?

Creo que el migrante peruano irregular puede participar más activamente en las
elecciones sin la barrera de su condición migratoria. Esta falta de información
inhibe a que más gente se inscriba para votar. Se trata de un electorado más
informado, que responde a una lógica facultativa, que tiene interés en el
desarrollo estratégico del Perú. De acuerdo con un concepto de Patrick Miller,
los peruanos en el exterior son altos sofisticados que deciden votar por el
vínculo emocional hacia el Perú. Muchos han absorbido la cultura política o las
características sociales de sus países de destino. Tenemos un 30% de electores
migrantes inscritos para votar de los tres millones de peruanos que hay en el
mundo. Si llegáramos al 50%, este electorado tendría mayor peso político.
Tenemos muchos dreamers que son peruanos, o con ascendencia peruana;
tenemos representantes peruanos latinos en EE.UU. en la bancada del Partido
Demócrata, que han llegado a representar en el Congreso de dicho país. Es
paradójico que, hasta el momento, el Perú no tenga representantes efectivos de
este electorado con ofertas, y demandas particulares y auténticas.

http://blog.pucp.edu.pe/blog/fernandotuesta/2011/07/10/el-voto-peruano-en-
el-exterior/

Fernando Tuesta Soldevilla es Doctor en Ciencias Sociales y consultor


internacional en temas de elecciones, partidos políticos y opinión pública para
varios organismos internacionales, nacionales, así como instituciones de la
administración pública y empresas privadas. Ha sido profesor de la Universidad de
Lima, de la Universidad del Pacífico y de la Academia Diplomática del Perú.
Asimismo, en la actualidad es director del Instituto de Opinión Publica de la PUCP
(Pontifica Universidad católica del Perú). Dada su trayectoria como analista
político, la siguiente entrevista trata de aportar una interpretación general del voto
de los peruanos en el exterior durante las últimas elecciones presidenciales del
Perú.

Tras los resultados de las últimas elecciones presidenciales del Perú y


analizando los resultados del voto del electorado en el exterior, hemos visto
como se vuelve a repetir una tendencia a la derechización de este electorado
con el triunfo de Fuerza 2011.     En su opinión, ¿Cuáles son   los principales
factores que han podido influir en esta victoria de Keiko?
Efectivamente el voto de los peruanos en el exterior generalmente se sitúa entre el
centro y la derecha. Quizá uno de los factores más importantes que explican este
posicionamiento es el tipo de migrante, que en este caso es un migrante
económico que siente que ha sido expulsado en cierta manera por su país en
busca de mejores posibilidades. Por otro lado, este perfil de migrante económico
fue protagonista de una ola de emigración muy fuerte en una época marcada por
el terrorismo y por la desgracia económica de Alan García. Fujimori representa lo
contrario, es decir, la estabilidad económica y la seguridad por haber batido el
terrorismo y su gobierno ha marcado muy fuertemente al elector peruano en el
extranjero.

El segundo factor más influyente es la valoración sobre el último crecimiento


económico. Son los peruanos en el extranjero quienes a través de las remesas
desarrollan un vínculo estrecho con sus familiares y los peruanos que están acá,  
reportando sus experiencias y conocimientos sobre lo que está pasando en el
país. En el Perú Humala representaba el cambio, que suponía un deseo y pulso
importante para él en este contexto nacional, pero el electorado que se encuentra
fuera del Perú asocia el cambio a la inseguridad. 

El contexto de lo que ocurre en los diferentes países también es relevante.


Humala es uno de los pocos candidatos a la presidencia que compitiendo en
segunda vuelta obtiene tan malos resultados en la votación de peruanos en el
extranjero. No ganó ni siquiera en Venezuela dónde quedó quinto, lo que podría
estar relacionado con el hecho de que en el Perú uno de los personajes más
detestados es Chávez. Si en el Perú las encuestas preguntasen cual es el
presidente con el que más se simpatiza, los peruanos mencionarían a personajes
como Lula o Barak Obama en su momento, pero Chávez quedaría muy por debajo
de éstos en el ranking.

A pesar de que en la actualidad Internet acorta las distancias y facilita el acceso a


la información global, creo que el menor conocimiento por parte de los peruanos
residentes en el extranjero, de la realidad interna peruana y del desarrollo de la
campaña, permite explicar   el éxito del discurso Antihumalista en el exterior.

¿Se podría hablar entonces de antihumalismo entre el electorado exterior?


Si, y éste es más fuerte que el antihumalismo interno. Los peruanos en el
extranjero se han informado sobre la política peruana a través de los grandes
medios de comunicación y principalmente de Internet que ofrece posibilidades
amplias. Ciertamente cuando se quiere conocer la actualidad de otro país si los
emigrantes peruanos no tienen muchos conocimientos sobre esta tecnología o
sobre las redes, se recurre a los medios más conocidos y tradicionales como los
antiguos diarios El Comercio y Peru21 que han sido tremendamente
antihumalistas.

¿Señalaría puntos débiles en la campaña de Humala respecto al electorado


exterior?
Siempre es difícil hacer campaña fuera del país porque el electorado permanece
disperso y es difícil llegar a la diáspora en su conjunto. En todos los países
receptores de inmigración peruana existen redes y asociaciones de peruanos, etc.
En este espacio es donde el fujimorismo e incluso el PPK, al contrario que el
humalismo, han trabajdo mucho más activamente durante la campaña. Por el
momento, el humalismo no constituye una gran organización, aunque
probablemente se vaya creando una red mucho más consistente a partir del nuevo
Gobierno.

En algunas entrevistas ha declarado que las últimas elecciones


presidenciales del 2011 han sido las más competitivas de la historia en Perú.
Entonces, ¿cómo se explica que el ausentismo continúe siendo tan alto
entre el electorado exterior y que incluso haya aumentado un 3% en la
segunda vuelta?
Yo pensaba que la participación iba a ser mayor. La participación de peruanos en
el extranjero siempre es menor que la interna y esto se debe lógica y
principalmente a que la distancia entre dónde éstos viven y donde votan es muy
grande.

Por ejemplo, si los inmigrantes peruanos en España que residen en una provincia
donde no hay un consulado quieren votar, tienen que dirigirse a Madrid o a
Barcelona, lo que implica invertir mucho tiempo y dinero. En otros destinos de
migración peruana existen incluso menos consulados como en Alemania, donde
yo vivía y para acudir a votar tenía que desplazarme en tren durante una hora y
media siendo el coste del viaje de 100 dólares aproximadamente. En este caso, la
multa por no votar suponía la tercera parte del precio del billete por lo que
teniendo en cuenta la relación coste beneficio, decidía no votar. Entonces yo
aprovechaba para venir a Perú y votar acá, pero muchos peruanos en el exterior
no poseen estos recursos y por ello se abstienen de votar. 

Además, para esta elección hubo una norma que provocó que la participación
bajase y el ausentismo creciese: la liberación de la multa a los votantes en el
exterior. Como consecuencia de esta nueva norma, justamente los sectores más
vulnerables se abstuvieron de votar en el exterior.   Por tanto, la distancia es la
razón principal ya que el acceso al consulado o embajada puede determinar la
decisión de votar. Mientras que un peruano residente en Washington (donde
existe consulado peruano)   votará con una alta probabilidad, otro residente en un
Estado que se encuentra más alejado del consulado más cercano, quizá decida
invertir ese tiempo y dinero en otra cosa.
¿Propondría alguna estrategia para fomentar la participación política en el
exterior?
Ahora más que nunca se está discutiendo este tema en términos de la importancia
del voto de los peruanos en el extranjero. El Perú fue el primer país en América
Latina que introdujo el derecho a voto en el extranjero hace ya más de 30 años.
Antes, el electorado exterior era poco significativo, pero al contar con 35.000 o
50.000 electores fuera del Perú los intereses de los partidos políticos cambian,
dado que el voto de éstos podría decidir una elección. Finalmente no ocurrió así
en las últimas elecciones generales, a pesar que incluso la misma Keiko esperaba
que los votos de los peruanos en el exterior le diesen el triunfo sin tener en cuenta
que la exención de la multa haría bajar la participación.

El número de electores exteriores es tan grande o mayor que el de varios


departamentos del Perú, y existe un debate emergente sobre la fuerza que
constituyen los peruanos en el extranjero. Uno de los mayores incentivos a la
participación, que personalmente apoyo, es la creación de escaños para la
diáspora peruana, es decir, circunscripciones ya que existe un serio problema
sobre la representación de los peruanos en el extranjero que roza la
inconstitucionalidad. Éstos tienen derecho como todos los peruanos a votar y
ser elegidos, pero en la práctica no pueden serlo porque para ello deben
trasladarse a Lima, con lo cual ya no serían peruanos en el extranjero. 

Por lo tanto, votar por los de Lima es una contradicción y un despropósito, ya que
cada elector vota por alguien que forma parte de la circunscripción donde vive. Por
otro lado, se encuentra la realidad de la relación entre representantes y
representados: nunca los representantes de Lima (que hasta ahora han sido 35 y
serán 36) han hablado en nombre de los peruanos en el extranjero porque no les
interesa en el sentido político, es decir, no creen que les pueda aportar ninguna
renta. A su vez, los peruanos en el extranjero no se sienten representados. No se
puede hacer ninguna encuesta sobre esta cuestión, pero si se hiciese y
preguntase por el nombre de algunos representantes, de esos 35 nombrarían a 5
como máximo. Por todo esto, lo más importante es crear el vínculo de la
representación que ahora no existe. Este vínculo se lograría conformando una
circunscripción especial compuesta por   3 o 4 escaños siendo la manera de
hacerlo una cuestión a debatir: podría ser una circunscripción única o se podría
votar en todos los distritos electorales, como se hace en Estados Unidos (donde
se concentra la mitad de la población peruana exterior). Los consulados también
podrían desarrollar un papel más importante, pero actualmente tan sólo realizan
trámites y procedimientos administrativos, y no actúan tanto como promotores de
iniciativas para la participación.

Antes se ha referido al interés que está empezando a despertar el electorado


exterior en la clase política, ¿Cuáles son las estrategias que siguen los
partidos políticos a la hora de hacer campaña en el exterior?
Según lo que yo he conozco sobre este particular, que no es mucho, la principal
estrategia es designar a algunos representantes para que lideren la campaña en el
exterior. En el caso de Gana Perú, Nadine Heredia era la representante de lo que
ellos denominan Relaciones Internacionales y hacía campaña básicamente a
través de Internet. En realidad, si no se cuenta con representantes en los lugares
clave de la migración peruana, la única manera de llegar al electorado durante la
campaña es a través de redes sociales, blogs, y páginas web, lo que no resulta
suficiente.

¿Cree que el desencuentro en la tendencia de voto que existe entre Lima y


las provincias, es extrapolable a la divergencia existente entre el electorado
exterior y nacional?
Sí, lo es. Tienes razón, ahí también hay un desencuentro que se debe a la
existencia de formas distintas de ver la realidad. Lo que más le interesa al
electorado es, especialmente, el ámbito económico y no el ámbito social o político.
Quizá con la reciente tendencia de poner de relieve la marca Perú, el ámbito
cultural pueda llegar a   tener un espacio mayor en un futuro próximo. El ámbito
cultural está asociado a aspectos de la relación y vinculación entre Perú y el
electorado exterior, pero las variables que actúan en el momento de votar son
básicamente económicas.

¿Sería, pues, un voto más pragmático que ideológico?


Sí, definitivamente.

https://romanaller.blogspot.com/2008/07/actores-sociales-y-actores-
polticos.html

JUL

11

Actores sociales y actores políticos

La política está relacionado con el ejercicio de poder, con la capacidad de


tomar decisiones: los que se preparan para gobernar, esto es asumido por los partidos
políticos. En cambio, la sociedad, está dominada por las relaciones sociales, hechas de
conflictos, cooperación o negociación, el espacio para éstos son las organizaciones sociales.
Esta distinción no siempre es aparentemente clara, sobre todo cuando la realidad muchas
veces se condicen con las teorías, sin embargo, metodológicamente, es conveniente para el
análisis separar los roles de los partidos y la sociedad para un mejor entendimiento del
proceso de la democracia.

Para muchos, la política, no debe constreñirse sólo a los partidos, sino, debe entendérsela en
el más amplio sentido de la palabra: “todo es política”, por ello es que se debe ubicar que las
organizaciones sociales también hacen una nueva forma de hacer política. Puede que esto
tenga asidero, a pesar de ser bien intencionada. Sin embargo, creo que se pueden colocar
algunos elementos que ayudan a realizar unos análisis más rigurosos y sobre todo entender
mejor las dinámicas tanto sociales como políticas.

Las organizaciones sociales se basan en las necesidades más que en intereses, por ello su
objetivo es la búsqueda de reinvidicaciones sociales ante alguien: el estado, su naturaleza
principalmente es negociar, vigilar e incidir en la toma de decisiones. En cambio los partidos
políticos, se basan en la búsqueda o el ejercicio de poder, por ello su rol es la búsqueda de
representatividad para intermediar entre el estado y la sociedad, su naturaleza es llegar al
poder para tomar decisiones. Si esto viene funcionando o no es otro asunto, pero es lo que
más o menos rige el orden democrático.

Otro punto importante es sobre las competencias que deben generar los actores, sobre todo
teniendo en cuenta dónde se desenvuelven. Los actores sociales se mueven bajo coyunturas
y contextos concretos según las necesidades específicas que reinvidican, por ello el espacio
organizativo depende de las demandas: gremios, sindicatos, organizaciones sociales de base,
temáticas y/o territoriales, lo cual implica capacidades de movilización y un liderazgo fuerte por
parte de quienes las representan. Las tensiones se dan en niveles entre la dirigencia con sus
bases, los manejos intra organizativos, donde se tiene que tener la capacidad de conseguir
resultados inmediatos, de ello depende su legitimidad.

En cambio los actores políticos se mueven en cuatro dimensiones: la primera es electoral, es


decir, buscan competir y ganar elecciones para llegar al poder, segundo, la relación con los
movimientos sociales o grupos de interés – empresarios-, esto les permite contar con bases o
la realización de alianzas estratégicas en caso de llegar al poder, tercero, lo intrapartidario,
que tiene que ver con la organización interna, donde tiene que posicionarse y competir con
sus correligionarios y cuarto, la opinión pública, que tiene que ver con la capacidades de
hacerse conocido ante la ciudadanía. Estas dimensiones implican desarrollar competencias
específicas propias de la arena política y se deben tener en cuenta para el desarrollo de su
accionar, ya que cada una de éstas dimensiones tienen un peso distinto según el contexto
político que se desenvuelven.

Me parece necesario separar los roles de cada actor, sobre todo para el análisis y entender
con claridad su accionar, ya que en estricto, lo social y lo político son interdependientes y
complementarios, lo cual hace que el proceso democrático funcione adecuadamente, tanto los
actores sociales que asuman su ciudadanía activa como los actores políticos puedan ejercer
mejor su representatividad. A pesar que en la realidad concreta, muchas veces estas
distinciones, aparentemente no se dan por la complejidad del accionar de los actores, o
porque lo social se tiñe de político o viceversa. Inclusive para muchos un camino ideal, sería
tener experiencia social y luego dar el “salto” a la experiencia política, pero desde mi parecer
implican experticias distintas que sería mejor no confundirlas y optar por uno de los caminos y
no caer en percepciones ambiguas. Ello puede permitir entender mejor las racionalidades de
cada quien y puede dar pistas a entender mejor las tensiones entre lo social y lo político.

Especialistas en derecho municipal consultados por Exitosa comentaron


la resolución emitida  recientemente por el Jurado Electoral Especial
(JEE) de Morropón, en Piura, que declaró improcedente la inscripción de
Aldo Erick Álvarez Ocaña, actual alcalde distrital de San Juan de Bigote,
quien pretende presentarse a Canchaque, en la provincia de
Huancabamba. El JEE fundamenta su decisión en la Ley Nº 30305, que
prohíbe  la reelección inmediata de los burgomaestres. De esta manera,
los denominados candidatos golondrinos (aquellos que viven o
gobernaron en un distrito y que ahora pretenden postular por otro)
estarían en riesgo a nivel nacional para participar en las elecciones
regionales y municipales del próximo domingo 7 de octubre.

El abogado experto en legislación municipal, Norberto Lajo Paredes,


señaló que la decisión del JEE de Morropón no tiene asidero legal puesto
que la figura de los denominados golondrinos ya está contemplada en el
artículo 6 de La Ley 26864, de Elecciones Municipales.

“La norma es bien clara. Para que una persona pueda postular a un lugar
distinto a su residencia solo basta con que haya nacido en esta otra
jurisdicción o tenga una residencia no menor de dos años. Además, los
alcaldes pueden utilizar la figura del domicilio múltiple, es decir, una
dirección de su trabajo y otra de su domicilio”, manifestó Lajo.

Sin embargo, para el abogado constitucionalista José Villafuerte Charca,


la improcedencia de este tipo de postulaciones sí tiene sustento legal
puesto que la norma prohíbe la reelección en el cargo y no sólo en la
jurisdicción.

“El Jurado Especial ha tomado una buena decisión aplicando los


artículos 191 y 194 de la Carta Magna.  La próxima semana el JNE debe
ratificar esta resolución que acaba con las autoridades que quieren
enquistarse en el poder”, arguyó. https://exitosanoticias.pe/polemica-por-
postulacion-de-alcaldes-golondrinos/

Para ser candidato a cualquiera de los cargos de autoridad regional, se


requiere:
 Ser peruano, nacido o con residencia efectiva en la región en la que postula
con un mínimo de tres años.
 Haber nacido en la circunscripción electoral para la que postula o domiciliar
en ella en los últimos dos (2) años, respecto a la fecha de vencimiento del
plazo para la presentación de solicitudes de inscripción de listas de
candidatos. Para el cumplimiento del presente requisito, es de aplicación el
domicilio múltiple previsto en el artículo 35 del Código Civil.
 Ser mayor de 18 años, para el caso de los candidatos al cargo de consejero
regional.
 Ser mayor de 25 años, para el caso de los candidatos al cargo de
gobernador o vicegobernador regional.
 Ser ciudadano en ejercicio y gozar del derecho de sufragio”.
https://rc-consulting.org/blog/2018/01/requisitos-e-impedimentos-para-
postular-en-las-elecciones-regionales-y-municipales-2018/
 
http://idehpucp.pucp.edu.pe/opinion/donde-queda-la-participacion-y-representacion-politica-

de-las-mujeres-indigenas-luego-del-10-de-abril/

¿Dónde queda la participación y


representación política de las
mujeres indígenas luego del 10
de abril?

Una vez culminado el conteo de votos

emitidos el domingo 10 de abril, las autoridades de la Oficina Nacional de Procesos Electorales

(ONPE) nos señalarán quienes serán las personas que han sido elegidas para ejercer el cargo de

Congresistas de la República y del Parlamento Andino durante los próximos cinco años desde el

mes de julio de este año. Si bien aún no tenemos este resultado final, organizaciones tal como el

Centro de Culturas Indígenas del Perú. CHIRAPAQ han señalado que las poblaciones indígenas

no cuentan con una real participación política en dicho proceso electoral ya que  a pesar de

contar con más de 6 millones de personas indígenas en el país y tener más de 2 000 candidatos

y candidatas, menos de 30 de ellos y ellas son indígenas. Estos datos muestran las limitaciones

que se mantienen para la participación política indígena en los procesos electorales del país, sin

embargo, el problema parece ser mayor.

Es necesario precisar que, dentro de nuestro sistema político, existe una cuota indígena que solo

señala la obligatoriedad de incluir al menos 15% de representantes indígenas en las listas

postulantes a los cargos de consejería regional y regiduría provincial sin mandato de posición. A
nivel nacional, no existen aún los mecanismos de cuota, la reserva de escaños o un distrito

electoral. En ese sentido, desde el diseño electoral nacional no existen mecanismos que

promuevan dicha participación y, el que existe a nivel subnacional (la cuota indígena), ha sido

cuestionado por diferentes estudios y organizaciones indígenas.[1] Se ha cuestionado,

principalmente, su uso ambiguo debido a que se eligen candidatos no necesariamente

identificados con las poblaciones indígenas o que las candidaturas indígenas son ubicadas en

posiciones de la lista que dificultan su elección.[2]

En ese escenario, la situación parece ser peor para las mujeres indígenas puesto que dentro de

las candidaturas del actual proceso electoral solo se encuentran 11 mujeres indígenas, 7 de ellas

provenientes de los pueblos indígenas andinos y 4 de los amazónicos. Como lo hemos señalado

en un estudio, recientemente publicado por el IDEHPUCP, con apoyo de la Konrad Adenauer,

existe una interseccionalidad de desigualdades que sufren las mujeres indígenas que deciden

participar en los espacios políticos formales.[3] Es así que los resultados de esta investigación

confirman la existencia de una cancha desnivelada para la participación política de las mujeres

indígenas. El acoso político durante la competencia electoral, la inexistencia o debilidad del

enfoque de género e intercultural en las gestiones regionales, el uso de las cuotas de género,

joven e indígena de forma concurrente por parte de las organizaciones políticas son solo algunos

ejemplos de los hallazgos.

Además, se confirman las brechas de género referidas al acceso a la educación y al trabajo, que

pueden ser utilizadas como un capital político, por ejemplo, para el financiamiento de las

campañas electorales o para tener mayores redes de contactos a nivel local y regional. Dicho

trabajo identifica una estructura de oportunidades limitada para la participación política de las

mujeres indígenas, la misma que remite a desigualdades económicas y sociales que las ubica en

una situación de mayor vulnerabilidad. Limitaciones que se expresan desde la política comunal y

que también evidencian, aún, un Estado patriarcal y monoétnico.

Es por este motivo que, en el marco del XII Encuentro de Derechos Humanos, que organizado el

IDEHPUCP y la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, se realizará la

conferencia “Análisis y propuestas para la participación y representación política indígena en el

Perú” con motivo de dialogar acerca de construir un régimen político democrático que no excluya

a la población indígena y, en particular, a las mujeres indígenas de nuestro país, sobre todo

considerando el reciente proceso electoral y resaltando que, aunque la cancha se encuentre


desnivelada, casos como los de Ruth Buendía, Máxima Acuña, Tarcila Rivera y Gladis Vila nos

muestran que existe una agencia política importante que viene impulsando las demandas y el

respeto a los derechos de esta población. Así, si bien los estudios de cuotas nos muestran que

estos mecanismos interactúan con factores sociales, políticos y económicos y que, una mayor

participación no implica, necesariamente, una mejor representación política, es necesario seguir

discutiendo y plantear propuestas sobre estos temas para fortalecer la democracia peruana.

http://chirapaq.org.pe/es/que-es-la-cuota-electoral-indigena-y-en-que-situaciones-
se-aplica
10 marzo, 2016

¿Qué es la cuota electoral indígena y en qué


situaciones se aplica?
Cuota indígena solo se emplea en votación de autoridades provinciales y
regionales pero no para elegir a congresistas o parlamentarios andinos.
Norma solo se emplea en votación de autoridades provinciales y regionales
pero no para elegir a congresistas o parlamentarios andinos.
Con el objetivo de garantizar que los procesos electorales cuenten con
participación de las mujeres, los jóvenes, la legislación electoral peruana establece
una serie de cuotas mínimas en las listas de candidatos a cargos de elección
popular. Se trata de medidas de acción afirmativa que buscan facilitar el acceso a
las instancias representativas del Estado de los grupos que históricamente han
visto vulnerados sus derechos, a fin de afirmar su ciudadanía.
En ese sentido, la cuota electoral de género establece que el número de mujeres
no puede ser inferior al 30% del total de candidatos en las listas de regidurías
municipales, consejerías regionales y curules parlamentarias. Por otro lado, la
cuota de jóvenes señala que por lo menos 20% de los candidatos a los concejos
municipales deben tener menos de 29 años de edad.
Existe también la cuota electoral de representación de comunidades nativas,
campesinas y pueblos originarios, que exige a los partidos políticos incluir entre
sus candidatos a regidurías provinciales y consejos regionales un mínimo de 15%
de representantes de comunidades campesinas y nativas.
Sin embargo, esta cuota no se aplica a las elecciones al Congreso de la
Repúblicay el Parlamento Andino. Durante el proceso de reforma electoral que
llevó a cabo el Congreso, ningún grupo político ni social promovió la
implementación de la cuota.
¿Cómo se aplica?
Los criterios de aplicación de la cuota indígena en las provincias y regiones han
variado en cada proceso electoral. Esto se debe a que no existe un registro
integral y unitario de las comunidades campesinas y nativas, y es necesario
contrastar diferentes bases de datos.
En las elecciones municipales y regionales del 2014, el Jurado Nacional de
Elecciones tomó las recomendaciones del Viceministerio de Interculturalidad, que
evalúa la presencia indígena de acuerdo al criterio de autoidentificación étnica de
las comunidades y el número de ciudadanos que hablan una lengua indígena en
cada circunscripción.
De esta manera, la cuota indígena se aplica en Amazonas, Áncash, Apurímac,
Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Loreto, Madre de
Dios, Pasco, Puno, San Martín, Ucayali, Ica y Moquegua, así como en 93
provincias de estas regiones.
Sin embargo, los criterios utilizados causan algunos vacíos. Hasta el 2010 solo se
consideraba a los indígenas que vivían en la Amazonía y al día de hoy, pese a que
Lima es una de las ciudades con mayor cantidad de migrantes, no es considerada
en la aplicación de esta cuota. Atendiendo a la exigencia de las propias
comunidades campesinas, hace cinco años, el Jurado Nacional de Elecciones
incluyó a Ica y Moquegua entre las regiones en las cuales se aplica la “cuota
indígena”.
El XII Censo de Población del 2017 incluirá preguntas sobre autoidentificación
étnica, por lo que será una oportunidad para que distintos grupos de ciudadanos
de la Costa, los Andes y la Amazonía se autoidentifiquen como indígenas. Con
ello, ganarán el derecho de acceder a una cuota electoral en sus respectivas
circunscripciones. El Jurado Nacional de Elecciones tomará en cuenta los
resultados del censo para unificar el criterio de aplicación de la cuota.
Problemas en la aplicación de la cuota indígena
La existencia de la cuota no implica que alguna de las autoridades elegidas sea
indígena. Debido a que la cuota se aplica solo las listas de candidatos, muchas
veces los partidos políticos ubican a los indígenas en los últimos puestos de las
listas, causando que participen sin ninguna posibilidad real de ser elegidos.
También es una práctica extendida combinar los requisitos de las cuotas de
género, de jóvenes y de indígenas. Es decir, los partidos inscriben en los últimos
puestos de la lista a candidatas indígenas, mujeres y jóvenes para cumplir
formalmente con las cuotas. Esta práctica menoscaba el espíritu de la legislación
sobre cuotas y evidencia la doble discriminación que sufren los jóvenes y las
mujeres indígenas.
Además, se han reportado casos en que los partidos políticos han obtenido
acreditaciones falsas de pertenecer a una comunidad campesina o nativa por
parte de los jefes comunales, con el fin de postular a candidatos mestizos en los
lugares reservados para los indígenas.
Finalmente, muchas veces los candidatos indígenas que llegan a ser elegidos
autoridades no son tomados en cuenta en los debates por sus propios partidos, lo
que les imposibilita de colocar las demandas indígenas en la agenda de gobierno.
HTTPS://WWW.SERVINDI.ORG/ACTUALIDAD/129829

- “La cuota indígena es la forma que tienen los partidos políticos para usarnos y
llevarnos de relleno en sus listas y luego limitarnos en los cargos” concluyó
representante de Aidesep.
Por Jonathan Hurtado
Servindi, 9 de mayo, 2015.- Las cuotas electorales aplicadas en los últimos comicios
regionales y municipales han servido para estimular la participación política de la población
nativa y campesina mas no han servido para garantizar su representación.
Prueba de ello es que en las citadas elecciones de los 2,494 candidatos indígenas que se
presentaron solo 131 resultaron elegidos, de los cuales 16 fueron consejeros regionales y
115 regidores provinciales.

Así lo sostuvo Francisco Távara, presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE)


durante una cita en la que estuvieron la viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena,
y representantes de los pueblos indígenas u originarios que dieron a conocer su punto de
vista crítico sobre esta situación.
Si bien hubo algunos avances, aún queda mucho camino por recorrer. Al menos en eso
estuvo de acuerdo la mayoría de los que asistieron a la reunión en Lima, el miércoles 6 de
mayo.
Como base del análisis se tiene que en las elecciones regionales y municipales del 2014 la
cuota indígena se aplicó en un total de 18 departamentos y 92 provincias. En su edición
anterior dicha cuota solo alcanzó a 13 regiones y 30 provincias. A nivel distrital la cuota no
se aplica.

Los resultados
De las 18 regiones donde se aplica la cuota solo en 10 fueron elegidos consejeros
regionales indígenas. Los departamentos que se quedaron sin esta representación fueron
Apurímac, Cusco, Huancavelica, Ica, Loreto, Madre de Dios, Puno y San Martín.
Cabe destacar en este punto que se considera en dicho conteo a aquellos candidatos
indígenas que postularon a través del sistema de cuotas, que establece que al menos un 15
por ciento de los candidatos inscritos de cada lista electoral sean nativos.
En el plano provincial la historia no fue tan diferente, lo que sí se pudo identificar, a decir
de la viceministra Balbuena, es que las cuotas dieron mejores resultados a nivel de sierra
que de selva. En el caso de Amazonas, por ejemplo, se tiene que no fue elegido ningún
consejero provincial indígena.

Cómo funciona la cuota


La región Puno cuenta con 13 provincias y 16 consejeros regionales, la cantidad de
consejeros se explica en que en 3 de sus provincias existe cuota nativa, estas provincias
son Azángaro, Chucuito y Puno.
En el caso de Azángaro se presentaron dos partidos en las últimas elecciones, el
primero contaba con cuatro candidatos nativos en su lista para consejeros y el
segundo con dos. Todos ellos, como explicó la máxima autoridad del JNE, fueron
enviados por sus partidos a los últimos lugares de las listas.
Lo que se tuvo así es que al determinarse los consejeros electos del departamento se
tuvo uno por cada partido, pero ninguno de la cuota nativa. "Ahí está la explicación
objetiva, real, casuística de cómo funciona la cuota, o cómo no funciona", explicó
Távara.

Barreras por superar


Para Balbuena la realidad de lo que ocurre con las cuotas electorales no solo involucra al
Jurado Nacional de Elecciones sino que apunta a múltiples factores.
Tomando como referencia el caso antes descrito, llamó la atención sobre cómo "la cuota es
colocada en el último lugar", algo que, explicó, tiene que ver con que los candidatos
indígenas "no cuentan con los recursos para participar con la misma inversión que otros
candidatos en la campaña".
"Esto hace que sean por tanto menos atractivos para los partidos", agregó.
Gladis Vila, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y
Amazónicas del Perú(Onamiap), profundizó el cuestionamiento en ese mismo sentido.
Recordó antes que la participación política y representación de los pueblos indígenas es un
derecho que emana de tratados como el Convenio núm. 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
Vila citó el caso de su distrito Colcabamba en la región de Huancavelica, donde existe
mayoría quechua.
"Cuando uno quiere tener una participación política como quechua, realmente las normas
no te ayudan, si quieres participar tiene que ser en un partido político o tiene que ser un
movimiento regional, y quiénes lideran estos no son quechuas, son muchas veces personas
extrañas, lejanas", reclamó.
En tal sentido destacó la importancia de que un originario de la zona sea elegido ya que,
explicó, son los locales los que conocen mejor la situación económica, social, cultural de su
jurisdicción.

El diálogo intercultural
Vila también llamó la atención sobre la capacitación en dos direcciones, esto quiere decir
capacitación para los nativos sobre los instrumentos de representación y capacitación para
los líderes de los partidos políticos y movimientos regionales, así como para los
representantes del mismo Jurado Nacional de Elecciones.
"Es necesario que conozcamos los marcos normativos pero también es necesario que las
otras partes conozcan nuestros modelos de desarrollo, nuestra forma de pensar, cómo
queremos mejorar la forma en que vivimos", explicó.
Vicente Alanoca, de la Unión Nacional de Comunidades Aymaras (UNCA), respaldó este
punto y pidió replantear las normas a partir de la realidad de las regiones.
"Azángaro es una provincia netamente quechua, al decir cuota indígena no sé a qué se
refieren", invocó.
Por su parte Balbuena reconoció que "el sistema democrático que parte de la representación
en número de votos es un sistema que no está pensado en la lógica de los pueblos indígenas
que son en muchos casos minorías", situación que genera, explicó, que no sean tomados en
serio por los partidos.
A su turno la Defensoría del Pueblo que se hizo presente a través de su representante Iván
Lanegra, se refirió a este mismo punto señalando que hoy "el sistema está diseñado para
que quien gane estos puestos (los de consejeros indígenas) sea el partido que obtiene más
votos".
Esta situación lo que genera es una competencia entre los mismos indígenas para que sean
elegidos, situación que origina "una serie de complicaciones que no podrían ayudar en la
agenda".
Precisó en ese sentido que tal como se vienen aplicando las cuotas, estas no solo generarían
lo ya mencionado por otros sino que también generaría efectos inclusive perversos.

Fuerte cuestionamiento de la Aidesep


Jammer Manihuari, vicepresidente de AIDESEP

Si bien las críticas al actual sistema de cuotas no faltaron durante la reunión la posición de
la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) fue tajante.
“La cuota indígena es la forma que tienen los partidos políticos para usarnos y llevarnos de
relleno en sus listas y luego limitarnos en los cargos”, sostuvo Jamner Manihuari,
vicepresidente de la citada organización.
“Queremos que se garantice una verdadera representación indígena, no como hasta ahora se
viene dando. No puede ser que las regiones donde existe mayor población indígena no
cuenten con ningún representante en el escenario político”, invocó.
En ese marco, el dirigente anunció que entregará al JNE una propuesta alternativa a la cuota
indígena. Por su parte la Onamiap anunció que también hara llegar sus planteamientos y lo
propio hará el Viceministerio de Interculturalidad en base a nueva información recogida en
los departamentos.

HTTP://WWW.PE.UNDP.ORG/CONTENT/PERU/ES/HOME/PRESSCENTER/ARTICLES/2015/05/13/
PROMOVIENDO-LA-PARTICIPACI-N-POL-TICA-IND-GENA.HTML

13-may-2015

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Jurado Nacional


de Elecciones (JNE) y el Ministerio de Cultura (MINCU) organizaron el Encuentro
de Consejeros Regionales Indígenas, llevado a cabo entre el 13 y 14 de mayo, en
el complejo Javier Pérez de Cuéllar.
El evento reunió a los consejeros y consejeras regionales recientemente electos,
quienes representan a las poblaciones indígenas en 10 departamentos. La
inauguración contó con la participación de Francisco Távara, Presidente del Jurado
Nacional de Elecciones y Didier Trebucq, Representante Residente Adjunto del
PNUD; y Rocío Muñoz, Directora General de Ciudadanía Intercultural del MINCUL.
Los temas estuvieron a cargo de diversos especialistas académicos e
institucionales invitados, como Patricia Balbuena Palacios, Viceministra de
Interculturalidad del MINCUL; Carlos Alza, Director de la Escuela de
Gobernabilidad de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Nelly Huamaní,
Coordinadora de Proyectos de Conveniones de Apoyo presupuestal del Ministerio
de Economía y Finanzas.

El objetivo del Encuentro fue afianzar el ejercicio de la representación política de


las comunidades nativas, campesinas y pueblos originarios, propiciar el intercambio
de sus experiencias en el cargo y generar iniciativas orientadas hacia una mayor
inclusión y plena participación política de estos importantes grupos sociales del
país. El evento, además, permitió la exposición y el análisis de aspectos
trascendentales de los planes de desarrollo regional, la fiscalización, las buenas
prácticas de gestión y las competencias de los consejeros, así como la formulación
de lineamientos para optimizar sus funciones.

En el Perú, más de 8 millones de personas son indígenas amazónicas, andinos o


afrodescendientes; sin embargo, estas poblaciones han estado históricamente
excluidas de muchos espacios de toma de decisión. Para cambiar esta situación,
desde el 2002 las leyes electorales establecen un mínimo del 15% de
representantes de comunidades nativas o indígenas en el Consejo Regional o
Concejo Municipal, según corresponda, en los ámbitos donde éstas existan y
conforme lo determine el máximo organismo electoral. A este porcentaje se le
denomina "cuota indígena" y ha afectado positivamente el número de
representantes indígenas que participan en política, un número que solo entre 2010
y 2014 se cuatruplicó.

HTTPS://ANDINA.PE/AGENCIA/NOTICIA-COMICIOS-2018-PRESENTAN-PROYECTO-PARA-
GARANTIZAR-CUOTA-ELECTORAL-INDIGENA-690732.ASPX

Comicios 2018: presentan proyecto para garantizar cuota electoral

indígena
23 de Nov. Del 2018

JNE propone reforma para replantear el modo en que se aplica la cifra


repartidora

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) presentó al Congreso de la


República un proyecto de ley que establece mecanismos para
garantizar la efectiva participación política de la población indígena
en las elecciones regionales.
 
La iniciativa plantea modificar el artículo 8, numeral 3, de la Ley de
Elecciones Regionales, a fin de que se cambie el modo en que se
aplica la cifra repartidora, por un lado a la lista de candidatos
indígenas y, por otro, a la lista de postulantes no indígenas,
asegurando que la cuota vigente (15 % ) se atribuya
efectivamente a representantes de este sector de la población.
 
El citado proyecto de ley es el producto del consenso de los
representantes de las siete organizaciones que forman parte
del “Grupo de trabajo para la participación política indígena”,
creado por resolución del JNE del 2 de junio de 2016 para promover
la participación política efectiva de las comunidades campesinas,
nativas y pueblos originarios del país.
 
Se advierte que a pesar de la existencia de la cuota indígena,
esta no ha logrado hasta ahora los efectos esperados, pues en
las Elecciones Regionales y Municipales de 2014 solo han sido
elegidos 16 consejeros y consejeras indígenas. En dichos comicios
la cuota indígena se aplicó en 18 departamentos y 92 provincias.
 
En tal sentido, el JNE considera importante que el Congreso de
la República, que viene discutiendo los temas de la reforma
electoral, tome en consideración la propuesta
presentada, asegurando de esta manera una real participación de
la población indígena en el país.
 
Cabe precisar que esta propuesta también se encuentra en el
proyecto de Código Electoral que la institución presentó en abril
pasado al Congreso de la República, con el fin de impulsar
reformas a la normativa electoral que permitan el desarrollo de
comicios céleres, transparentes e incuestionables. 
HTTPS://ELPAIS.COM/INTERNACIONAL/2016/04/01/AMERICA/1459466433_618341.HTML

Los pueblos indígenas de Perú apenas


cuentan con representación política
De los 19 candidatos presidenciales que se presentaron en enero, sólo
uno es indígena; existen 55 pueblos reconocidos
Según la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de
Estadística e Informática, cerca del 40% de la población peruana es
indígena. El Ministerio de Cultura reconoce la existencia de 55 pueblos: 51
en la Amazonía y cuatro en los Andes. Sin embargo, Su representación en
la política es mínima: de los 19 candidatos presidenciales que se
presentaron en enero, solo uno es indígena, el economista Miguel Hilario —
de la etnia shipibo—, y una incluye la agenda de estos pueblos en su plan
de Gobierno, la izquierdista Verónika Mendoza. Hasta 2011, nunca hubo un
congresista indígena: Eduardo Nayap por el departamento de Amazonas.
Miguel Hilario, del partido Progresando Perú, apenas ha recibido atención
durante la campaña hasta que este martes se sortearon las parejas para el
debate de este domingo: le tocará polemizar con la favorita en los sondeos
de cara a las elecciones del 10 de abril, Keiko Fujimori, de la formación
Fuerza Popular.
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En 2006, Perú creó la llamada cuota nativa, que insta a las organizaciones
políticas a incluir a un 15% de indígenas en sus listas de candidatos para
consejeros regionales y para regidores (concejales) de las municipalidades.
En las elecciones regionales y locales de 2014, la autoridad electoral
dispuso que en 95 provincias de 18 regiones se aplicara la cuota nativa, un
número mayor que en 2010. “Pero no hay política de acción afirmativa
electoral en la dimensión nacional, por eso tienen problemas en ser
representados”, explica Maritza Paredes, socióloga y autora del
libro Representación política indígena: un análisis comparativo subnacional. “El
principal problema es el económico: si un candidato no tiene plata, no entra
en la lista: y las comunidades de la Amazonía son más pobres que las
andinas”, agrega.

La investigadora señala que el viceministerio de Interculturalidad ha


trabajado en una propuesta que sugiere que en las elecciones generales
haya un número de escaños en el Congreso que deban ser ocupados por
indígenas.

El libro de Paredes destaca que, a diferencia de Bolivia y Colombia, donde


el voto universal existe desde 1952 y 1936, Perú retiró el voto para los
iletrados en 1896 y lo restableció en 1979. “La sostenida exclusión de los
analfabetos por casi un siglo llevó a que la participación indígena en la vida
política solo se incrementara a medida que más indígenas se iban volviendo
alfabetos”, explica la socióloga. En el tiempo en que los indígenas
analfabetos perdieron el derecho al voto, un 58% de los peruanos eran de
origen indígena, añade. Paredes hace notar que “la exclusión política es
solo una dimensión de la prolongación de la desigualdad étnica”.

Único congresista

“La representatividad indígena no existe”, comenta el congresista y pastor


evangélico Eduardo Nayap, de la etnia awajún-wampis, en su despacho en
Lima: es el único indígena amazónico de los 130 parlamentarios.

“En 2011 pusieron muchos peros a mi participación, pero logré inscribirme


por el padrinazgo de alguien de arriba [el gobernante Partido Nacionalista
Peruano]. Postulé con el número tres por Amazonas; por este departamento
solo ingresan dos congresistas”, recuerda.

Un destacado líder awajún es candidato al Congreso por Amazonas, en la


lista del Frente Amplio, de la candidata Mendoza.

SIN DINERO PARA PAGAR LA PUBLICIDAD


Eduardo Nayap asegura que durante su campaña no pudo pagar la publicidad en radios o televisión. “No
tuve nunca una entrevista, no tuve ninguna pinta en las paredes, ni regalé camisetas, gorros. Pero armé
una estrategia de visitar casa por casa: donde me conocían, el pueblo mío no me cobraba por dormir o
comer, solo gastaba en el combustible”.

“Es muy difícil que un solo indígena pueda hacer un buen trabajo si no está apoyado por otros. Me pasa
a mí. El pueblo indígena no siempre ha estado de moda en el ámbito político”, afirma.

https://es.wikipedia.org/wiki/Esca%C3%B1o_(elecciones)
La palabra escaño en origen se refiere a un tipo de asiento o silla. Un escaño es un banco
corrido con un respaldo de madera. En este tipo de bancos se pueden sentar varias personas
compartiendo un único respaldo de gran tamaño. Es similar a los asientos de los coros
barrocos. Este tipo de asientos era el utilizado en los primeros parlamentos. Por extensión a
cada asiento en un parlamento se le ha otorgado el nombre de escaño, aunque no tenga
forma propiamente dicha de escaño. Un ejemplo de esto es el congreso de los diputados de
España, cuyos asientos en realidad son sillones de cuero con ruedas.

http://la-razon.com/index.php?_url=/opinion/editorial/Escanos-

indigenas_0_1887411250.html

Escaños indígenas
Todas las poblaciones indígenas reconocidas tienen derecho a ser parte de la Asamblea

La Razón / La Paz
00:26 / 13 de agosto de 2013
Como ha sido dicho de manera reiterada, uno de los efectos relevantes de los datos
poblacionales del Censo 2012 es la reasignación de escaños entre departamentos. Así está en la
Constitución y fue reafirmado en la Ley del Régimen Electoral. Pero también se prevé que la
discusión incluya el tema de las circunscripciones especiales indígena originario campesinas.

Con relación a la redistribución de escaños, es evidente que los cambios en la población


boliviana durante la última década tendrán impacto a nivel departamental. Es claro que
algunos departamentos obtendrán más diputados, como Santa Cruz, cuya población aumentó
en más de 600.000 habitantes. Otros, en tanto, con un crecimiento proporcionalmente menor,
perderán representantes. Así está previsto considerando que el número total de diputados no
puede modificarse sin una reforma constitucional.

Pero, más allá de la reasignación de escaños, una cuestión que quedó pendiente en la reforma
electoral es el número de circunscripciones especiales, reservadas para los departamentos en
los que las naciones y pueblos indígena originario campesinos constituyen una minoría
poblacional. Ello significa que, con excepción de aymaras y quechuas, todas las demás
poblaciones indígenas reconocidas por la Constitución tienen derecho a ser parte de la
Asamblea Legislativa Plurinacional.

¿Cuántas circunscripciones especiales debiera haber? Actualmente son siete, de acuerdo con lo
establecido en la Ley del Régimen Electoral (junio de 2010). Pero el número final de estos
escaños quedó sujeto a cambio una vez que se conozcan los datos del Censo 2012. Al menos ese
fue el compromiso asumido por el Gobierno con las organizaciones indígenas. Y como ahora ya
se conocen los datos oficiales de población, la cuestión de las circunscripciones indígena
originario campesinas está nuevamente en agenda.

Al respecto habrá que recordar que a principios de 2009, en el debate sobre la Ley del Régimen
Electoral Transitorio hubo diversas propuestas con relación al número de circunscripciones
especiales. La más ambiciosa sostenía que debían ser 34, una por cada pueblo indígena
minoritario. La Cidob planteó 14. Y algún otro proyecto postulaba 12. Finalmente la norma
transitoria determinó que, para las elecciones de ese año, habría solamente siete.

¿Se ampliará el número de circunscripciones especiales? ¿El partido de gobierno cumplirá su


compromiso? ¿O las circunstancias cambiaron toda vez que la “bancada indígena” tomó su
propio rumbo, aliándose en ocasiones con la oposición? Si bien estas circunscripciones, que
hacen a la esencia plurinacional de la Asamblea Legislativa, buscan garantizar la
representación de pueblos que de otra forma no tendrían presencia, es evidente que también
hay razones políticas que tendrán peso a la hora de las decisiones.

http://polemos.pe/participacion-politica-y-pueblos-

indigenas/

Participación política y
pueblos indígenas
Nunca en nuestra historia tres presidentes electos sucesivamente
completaron íntegramente sus periodos constitucionales de gobierno. Esto
ocurrirá en el 2016. El Presidente Ollanta Humala dejará su cargo y lo
asumirá quien resulte ganador en las elecciones generales del próximo año,
iniciando un cuarto período democrático consecutivo. Uno estaría tentando
a comparar este hecho con lo ocurrido durante el periodo de nuestra
historia conocido como la “República Aristocrática” (1899-1919).  Pero hay
diferencias sustanciales.

Hoy en día calificamos como democracias a aquellos regímenes políticos


caracterizados por la existencia de elecciones competitivas, libres e
imparciales; por la inclusión universal de los adultos como votantes –y
candidatos–; así como por la garantía de derechos de asociación política,
expresión y de acceso a la información. Nuestro régimen político cumple
plenamente con estas características. Pero a lo largo de buena parte del
siglo XX estuvo en vigencia la llamada “ciudadanía capacitaria”. El derecho
de sufragio dependía de un criterio único y general: el saber leer y escribir.
Esto implicó en la práctica la exclusión de la población indígena (Del Águila,
2012).

Así, en 1919 menos de 200,000 personas votaron en las elecciones


generales. La población nacional en dicho momento era de más de 5
millones de personas. Tanto las mujeres como la población indígena
estaban excluidas. En las elecciones presidenciales de 1963, que incluyó el
voto femenino, los electores fueron un poco más de 2 millones. La
población era ya cercana a los 11 millones. La brecha indígena era muy
clara. En contraste, en las últimas elecciones presidenciales, realizadas en
el 2011, hubo casi 20 millones de electores, siendo la población cercana a
los 30 millones. Este es el resultado de la decisión adoptada en 1977 –
confirmada por la Constitución Política de 1979 – de admitir el voto de los
analfabetos, poniendo fin a la “ciudadanía capacitaria”. A esto deben
agregarse los avances del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
– Reniec, en el objetivo de lograr que toda la población indígena cuente con
el correspondiente Documento Nacional de Identidad.

Sin embargo, ¿es suficiente la inclusión universal para construir una


democracia en un país culturalmente diverso? La regla de la mayoría es el
principio sobre el que se sostienen las decisiones fundamentales en una
democracia. Quién obtiene más votos, gana. Esto ocurre tanto en la esfera
de las elecciones generales como al interior de los parlamentos. El criterio
es puramente cuantitativo e ignora las diferencias entre cada uno de los
votantes. Al mismo tiempo, las instituciones representativas presuponen
cierta conexión con los intereses y valores de los representados. Por lo
tanto, el objetivo sería asegurar que los distintos grupos que conforman
una sociedad tengan un lugar en las decisiones democráticas que sea
proporcional al número de votantes que los integran.

Un primer problema surge cuando el diseño institucional genera que un


grupo que por su tamaño debería tener una representación importante,
tenga muchos menos representantes. Una segunda cuestión es el de
grupos que por tener muy poco tamaño no podrían alcanzar representantes
bajo las reglas existentes. Esto último, no obstante, pareciera no ser
relevante bajo los principios arriba enunciados. Finalmente, resultaría más
justo y apropiado, que otros grupos con mayor cantidad de miembros sean
quienes consigan la representación. No obstante, esto último resultaría
inapropiado para un enfoque en el cual se reconoce la diversidad cultural
como un valor que debería inspirar el régimen político.

¿Qué implicancias tienen estas cuestiones para el Perú? De acuerdo con el


Ministerio de Cultura, el Perú es hogar de 54 pueblos indígenas, 50 de
origen amazónico y 4 del ámbito andino. Conforme a los criterios
contenidos en el artículo 1 del Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), dichos pueblos descienden de las
poblaciones que en la época de la conquista habitaban nuestro territorio –
cualquiera sea su situación jurídica–, y en tanto conserven todas sus
propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de
ellas. A esto se agrega la conciencia que dicho pueblo debe tener de su
identidad indígena. Si queremos construir una democracia multicultural,
¿cómo asegurar que la visión e intereses de cada uno de estos pueblos
indígenas encuentran expresión en aquella?

Aunque las posibilidades pueden ser diversas, los principales mecanismos


para lograr una mayor representación indígena son tres. El primero se
denomina “escaños reservados” y consiste en reservar un número
determinado de escaños para que sean ocupados exclusivamente por
miembros de algún pueblo indígena. El segundo, conocido como el
“redistritaje”, busca modificar los límites de las circunscripciones electorales
con el objetivo político explícito de lograr que un pueblo indígena –o varios
de ellos– alcancen un mayor número de representantes. Por último, la
“cuota” hace obligatoria la inclusión de candidatos indígenas en las listas
que presenten las organizaciones políticas. La autoridad estatal define el
porcentaje mínimo de dicha representación.
En el Perú, venimos aplicando el mecanismo de la cuota (un mínimo del
15% de la lista) para las comunidades nativas, campesinas y pueblos
originarios. Esta fue incluida en la Constitución de 1993 y se aplica en las
elecciones sub nacionales (regionales y municipales) en las listas para
consejeros regionales y regidores provinciales. El mecanismo no se aplica al
parlamento. La cuota tiene la ventaja de no requerir mayor cambio en el
sistema electoral, siendo funcional a las organizaciones políticas existentes,
por lo que los candidatos indígenas estarán presente en la pluralidad de
opciones en competencia. Su principal desventaja es que –a diferencia del
“escaño reservado”– no garantiza la elección de algún representante
indígena. Además, si el sistema de partidos es débil o corrupto, el manejo
de la cuota indígena por los partidos puede conllevar el aumento de las
dinámicas de clientelismo y cooptación.

Pero existen otras dificultades. Los “representados”, en este caso, el pueblo


indígena, no es una entidad homogénea que pueda ser “representada” en
su complejidad por algunos de sus integrantes. Al interior de cada pueblo
puede haber posiciones, tensiones y conflictos como en cualquier colectivo
humano. En segundo lugar, la representación indígena encara los mismos
problemas de agente-principal que afecta a la representación en general. El
representante indígena electo puede actuar de espaldas a sus electores,
considerando únicamente sus propios intereses. Esto solo puede ser
controlado con organizaciones indígenas fuertes que desalienten dichos
comportamientos.

¿Qué resultados muestra la cuota indígena en el Perú? De acuerdo con el


Jurado Nacional de Elecciones, en los últimos comicios regionales y
municipales del 2014 dicho mecanismo fue utilizado en 18 departamentos
(5 más que en el 2010) y en 92 provincias (62 más que en el 2010). A
través de la cuota presentaron un total de 2494 candidatos indígenas (1371
hombres y 1123 mujeres). De dichos candidatos indígenas, fueron electos
16 consejeros regionales y 115 regidores, sumando un total de 131
autoridades electas. Es ilustrativo que en Amazonas, un departamento muy
importante por su población indígena, en las elecciones sub nacionales del
2010 fueran electos dos consejeros regionales y siete regidores a través de
la cuota. No obstante, en el 2014 solo fue electa una consejera regional:
Clecia Chamiquit.

A este panorama debemos agregar la ausencia de reglamentación en el


Congreso de la República del procedimiento de consulta previa de las leyes,
a casi cuatro años de la entrada en vigencia de la Ley de Consulta Previa.
Este mecanismo tiene por objetivo asegurar que en la dación de las
disposiciones legislativas se respeten los derechos colectivos de los pueblos
indígenas.

En resumen, aún son incipientes los mecanismos institucionales que buscan


ligar la institucionalidad democrática a la realidad multicultural del país. No
es, por cierto, una tarea sencilla, en vista de las distintas cuestiones
planteadas en este breve texto. Sin embargo, una reforma legal de la cuota
indígena así como una discusión a profundidad sobre los escaños
reservados y con respecto a la reconfiguración de los distritos electorales,
parecen pasos necesarios. Del mismo modo, lograr la pronta
reglamentación de la consulta previa legislativa. Otra línea de trabajo debe
incluir a los partidos políticos, a fin de incluir la agenda indígena y la
perspectiva intercultural en su labor política. Y finalmente, pero quizá lo
más importante, invertir en el fortalecimiento de las organizaciones
indígenas, interlocutores necesarios en cualquier proyecto de democracia
intercultural.

https://elpais.com/internacional/2013/11/03/actualidad/1383489178_062426.html
Brasil estudia imponer por ley cuotas
de negros en el Congreso y los Estados
El 50,7% de la población se ha declarado de color en el último censo
nacional, pero solo están representados por el 8% de los políticos
La polémica sobre las cuotas obligatorias para negros e indígenas en las
universidades de Brasil se traslada ahora a los diputados y senadores. La
Comisión de Justicia y Constitución de la Cámara ha aprobado un proyecto
de ley que prevé que al menos el 20% de los escaños del Congreso
Nacional y de las Asambleas legislativas de los Estados se reserven a
personas de color.

La ley supone una enmienda constitucional que deberá ser aprobada por el
pleno del Congreso y ratificada por el Senado, además de que debe ser
aprobada por dos tercios de los votos: 308 de los 513 diputados actuales.

El 50,7% de la población brasileña se ha declarado en el último censo


nacional de origen negro o de color, por lo que el proyecto de ley prevé que
por lo menos un tercio de dicha población esté representada en el
Congreso. Hoy son solo un 8%. Si la ley fuera aprobada, el Congreso
debería tener 173 diputados negros.

Para concurrir a un puesto de diputado o senador el político tendría que


declarar el color de su piel al registrar su candidatura en la Justicia
Electoral. La propuesta de ley también prevé que el elector vote dos veces:
una para los candidatos de la lista general y otra para los candidatos que se
disputen un lugar reservado para la cuota étnica.

De ese modo, podría darse el caso que los candidatos negros o de color
puedan ser elegidos con un número menor de votos que los candidatos
blancos. Y ese es el punto de la polémica de los que están en contra de la
reforma constitucional.

Marcelo Ribeiro, exmiembro del Supremo Tribunal Electoral, cree que la


nueva ley puede acabar desvirtuando el concepto de representatividad
popular. Los congresistas están divididos ante la propuesta que fue
presentada por el diputado del Partido de los Trabajadores (PT), Luis
Alberto. Los contrarios, que pertenecen a varios partidos, temen al efecto
cadena, ya que también podrían reivindicar una cuota obligatoria las
mujeres o los indígenas. La ley no se limita a que los partidos presenten un
30% de candidatos en las listas, como en el caso de las mujeres, sino que
existirían dos listas, una de ellas específica para candidatos negros.
Los más críticos como José Roberto Militão consideran la propuesta incluso
“racista” ya que, según él, el sistema de cuotas segregaría un derecho en
base a la raza. Militão sostiene que la inclusión social nunca puede ser
“obligatoria”. Para el abogado, Pedro Serrano, lo que debe definir la
cualidad de un diputado son “las ideas y no la etnia”.
Por el contrario, Carlos Roberto Siqueira, catedrático de Derecho
Constitucional de la Universidad Estatal de Río (Uerj), defiende esas cuotas
porque, como ha dicho al diario Folha de São Paulo, “la elección cuesta
mucho dinero y los afrodescendientes provienen de la población más pobre
y sin esa ley nunca llegarían a hacer carrera política”.
Un problema añadido, según Luis Alberto, es que el racismo toca las
conciencias tanto de los blancos como de los negros. Ese racismo, explica,
impone a la población negra una “especie de inferioridad” en relación a la
disputa del poder que hace que les impida defender sus derechos de
manera más objetiva. Un caso ejemplar de ese complejo es que en la
Asamblea del Estado de Bahia figuren como de color solo cuatro de los 39
diputados, en una población en la que el 90% es negra.
En Brasil aún existe una especie de pudor en reconocerse como no
blanco. El expresidente de la república, el sociólogo Fernando Henrique
Cardoso, trataba de desmitificar ese complejo diciendo que en Brasil hasta
los blancos ya no lo son tanto. “Mirad mi cara: ¿no parezco de color?”.
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/
373B5EC5FE9FAC8C0525801400751313/$FILE/INFINVES102-2015.pdf
2.1 En el Perú El Perú se caracteriza por estar integrado por una diversidad de pueblos con culturas
distintas entre sí. Por ejemplo, dentro del territorio nacional se encuentran poblaciones de
ashánincas, yaneshas y awajún, entre otras comunidades nativas. Si bien todas ellas comparten o
conviven dentro de un mismo territorio, cada una a su vez posee culturas y tradiciones diferentes,
y con igualdad de derechos y deberes a ser reconocidos como ciudadanos peruanos (JNE, 2012:
13). A pesar de no conocer con exactitud la población indígena en el país, se sabe que
porcentualmente es bastante representativa con respecto a la población total. Sin embargo, a la
fecha aún son pocas las acciones ejecutadas por el Estado peruano para garantizar su mayor y
mejor participación dentro del campo político. En este sentido, la cuota de representantes de
comunidades nativas, llamada también «cuota nativa», fue recién introducida en el año 2002, pero
esto solo se limitó al ámbito regional y municipal (provincial) (ONPE, 2011: 54; Del Águila et al.,
2012: 37). Sin embargo, esta medida todavía no logra cumplir a cabalidad con alcanzar una mayor
equidad y participación de la población indígena en los diversos niveles de gobierno. En
conformidad con lo estipulado por la legislación electoral nacional, se consideran comunidades
nativas y pueblos originarios a todas las agrupaciones humanas con identidad y organizaciones
propias, reconocidas por el Estado peruano, que participan en el proceso electoral a través de sus
representantes. Para participar como candidato en un proceso electoral, el ciudadano miembro de
la comunidad nativa o pueblo originario debe demostrar su pertenencia a la comunidad con la
acreditación escrita realizada por el jefe o representante de la comunidad nativa, o mediante una
declaración formal realizada de manera presencial ante un juez de paz. Además, esto debe ser
refrendado por la Dirección Regional Agraria o el órgano que determine el Gobierno Regional
respectivo (JNE, 2012: 33). 12 De acuerdo con lo estipulado por la “cuota nativa” cada lista política
que participa en un proceso electoral (regional o municipal provincial), debe contar por lo menos
con el 15% de los candidatos a regidores y consejeros como miembros de comunidades nativas y
pueblos originarios (JNE, 2012: 34). A nivel del Congreso de la República, la única cuota de
participación electoral que existe es la referida al género. Mientras que para el caso la población
indígena y demás minorías, a la fecha no se ha propuesto oficialmente ninguna medida para
promover su participación, con lo cual persiste una barrera para su inclusión dentro de los
procesos electorales nacionales (Pinedo, 2012: 25), principalmente a nivel parlamentario. Al
respecto, se puede citar lo mencionado por la Ley 26859, Ley Orgánica de Elecciones: Artículo
116.- Las listas de candidatos al Congreso en cada Distrito Electoral deben incluir un número no
menor del 30% de mujeres o de varones. En las circunscripciones en que se inscriban listas con
tres candidatos, por lo menos uno de los candidatos debe ser varón o mujer. A pesar de las
limitaciones que tiene la población indígena para alcanzar acceso equitativo dentro del
parlamento nacional, algunos peruanos indígenas han logrado ser elegidos como congresistas, lo
cual pone de manifiesto el poder de los pueblos indígenas para insertarse en el poder legislativo.
Sin embargo, esta representación indígena se ha dado en casos aislados, razón por la cual el
Estado aún tiene como pendiente lograr aperturar o «indigenizar» los procesos electorales en
todos los ámbitos del gobierno (Cárdenas et al., 2011: 286-287). Durante los últimos procesos
electorales para elegir a los representantes parlamentarios han resultado electos los siguientes
miembros de la población indígena:  En la elección de 2001, fue elegida Paulina Arpasi, candidata
por el partido “Perú Posible”. Arpasi resultó ser la primera mujer aymara que logró un escaño en el
Congreso.  En el año 2006, fueron elegidas las líderes indígenas Hilaria Supa Huamán y María
Sumire como parte de la agrupación política “Unión por el Perú”.  En las elecciones del año 2011,
fue elegido Eduardo Nayap, el primer indígena awajún, como representante del partido “Gana
Perú” en el departamento de Amazonas. 13 En relación con este tema también se puede destacar
que dentro del Congreso peruano funciona la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y
Afroperuanos, Ambiente y Ecología, que tiene bajo su responsabilidad discutir los asuntos que
afecten a los pueblos indígenas. Sin embargo, se reconoce que su eficacia es relativa, debido a la
poca representación de los pueblos amazónicos y andinos dentro del Congreso, lo cual hace más
complicado que los miembros de esta comisión puedan enfocar adecuadamente los temas vitales
para estos pueblos (Gamboa, 2013: 16).

http://www.cultura.gob.pe/es/tags/cuota-indigena

CUOTA INDÍGENA
Ministerio de Cultura y JNE fortalecen participación de la población indígena para representantes de
pueblos originarios en Elecciones 2014

El Ministerio de Cultura, en cumplimiento de garantizar mecanismo de participación para los pueblos


indígenas, desarrolló junto al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) acciones que permitieron ampliar las
zonas donde se aplicó la cuota para representantes de pueblos originarios en estas Elecciones
Regionales y Municipales 2014.

El JNE en coordinación con el Ministerio de Cultura estableció la aplicación de la cuota electoral para
pueblos originarios en 18 regiones

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) estableció el 6 de abril los términos para la aplicación de la
cuota electoral a los representantes de comunidades campesinas, nativas y pueblos originarios.
Las organizaciones políticas deberán incluir en sus listas de candidatos para los Consejos
Regionales y Consejos Municipales a representantes de las comunidades pertenecientes a pueblos
originarios  en 18 de las 25 regiones y  93 de las 195 provincias

Ministerio de Cultura y el Jurado Nacional de Elecciones discuten Cuota indígena para próximos
comicios

A la cita acudieron la ministra de Cultura, Diana Álvarez-Calderón Gallo; la viceministra de


Interculturalidad, Patricia Balbuena Palacios; el presidente del JNE, Francisco Távara; el jefe de la
Misión para el Perú de IDEA Internacional, Percy Medina; y la especialista de dicha institución, Alicia del
Águila.

Durante el evento, el representante del JNE expuso algunas consideraciones sobre la implementación
de esta cuota en las pasadas elecciones regionales y provinciales e identificó los puntos críticos que
deben reformularse con miras a los comicios del 2014.

Mauricio Zavaleta y Juan Carlos González


El presente artículo busca contribuir a esta última línea de investigación. La literatura sobre
la cuota electoral indígena, la cual establece la inclusión de al menos un 15% de candidatos
indígenas en la listas a los Consejos Regionales y Municipales, ha estado centrada en la
deficiencia de su diseño y procedimientos de aplicación. La crítica central a este
mecanismo está relacionada a la posición que los partidos políticos asignan a los
candidatos indígenas. Dado que no es un sistema de reserva de escaños, los partidos
cuentan con la prerrogativa de seleccionar y colocar a los candidatos en el número
que les resulta conveniente.
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/
26E08D0DC243590F0525801A006656F9/$FILE/Chile-Mayo2014.pdf

¿Qué proponen los pueblos indígenas?

- Se pide que en el proceso de reforma (del binominal u otras) se tenga presente una “ciudadanía
diferenciada” que implique un escaño reservado o garantía de representación por cuotas no solo
en el parlamento, sino también en instancias nacionales, regionales y locales, entre otras.

- Modificación a la ley de partidos y Cambio de las leyes de financiamiento de los partidos, ya que
no favorecen a los partidos pequeños y por sobre todo, a partidos indígenas que no cuentan con la
cantidad de votantes requerida, ni tampoco con los recursos necesarios. - Idea de un distrito
electoral único en la Araucanía, lo que significaría que el votante pueda votar por un candidato en
cualquier parte del país que esté. Lo anterior, se debe a que las comunidades están concentradas
de manera que no permiten un impacto en una votación general, los porcentajes de población
indígena son minoritarios en varias comunas.

- Registro electoral indígena por un tiempo determinado -Huenchumilla (ex parlamentario y actual
intendente) lo señaló en 1999-, esto quiere decir que desde cada municipio hasta las elecciones
nacionales, los mapuche compitan en un proceso electoral propio –que va más allá de los escaños
reservados-. - Sistema proporcional, la idea es la de una circunscripción única que surja a partir de
los votos validos emitidos en la región para la cantidad de escaños que se disponga.

- Listas por partido, voto nominativo y redistribución de los votos

https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2018/09/25/ley-de-cuotas-la-araucania-
expertos-critican.html
En Temuco y acompañado de pertenecientes a las comunidades mapuches
y autoridades, el presidente Sebastián Piñera presentó ayer el prometido
Acuerdo por el desarrollo y La Paz en La Araucanía, plan con tres ejes
principales y con una proyección de ocho años.

Cuenta con la construcción del “Consejo por el reencuentro de la Araucanía”,


un riguroso, inclusivo e integral plan económico que contempla 491
proyectos de inversión pública y un costo de US$8.043 millones para el
periodo 2018 a 2026 y una reforma constitucional a través de la que se
incorporará el reconocimiento a los pueblos indígenas, junto con poner
urgencia al proyecto de ley que crea el Ministerio y Consejo de los Pueblos
Indígenas.

Este último sin dudas fue el que más la atención llamó dentro de los
expertos, debido a la proposición de una ley de cuotas mínimas indígenas
para promover mayor participación, la que será premiada con incentivos
económicos expresados a través de un reembolso mayor por los votos
obtenidos por candidatos indígenas.

LAS CRÍTICAS
Esta apertura a los pueblos originarios en La Araucanía, según Daniel
Ibáñez, presidente de la Fundación Participa, es positivo. "Va en un sentido
correcto, de abrir los espacios a la participación de los pueblos indígenas en
los espacios políticos, porque además se habla de esta Ley de Cuota en
distintas instancias electorales, no solamente parlamentaria y eso a nosotros
nos parece bastante atrevido, bastante innovador". Sin embargo la medida
es criticada por la falta de debate plurinacional.

“Nosotros creemos que es parte del debate que la Reforma Constitucional


establezca que Chile es un país plurinacional, y es un reconocimiento que
tenemos pendiente como país hacia nuestros pueblos originarios (…) vemos
con preocupación que no hay ninguna señal en el sentido de que estas
propuestas vayan de la mano con medidas que de alguna manera buscan
resolver los focos de pobreza y carencia que existen en la región”.

NO APUNTA A LAS DEMANDAS DE FONDO


En la misma línea el cientista político y académico de la Universidad
Tecnológica Metropolitana, Máximo Quitral, critica el foco de la propuesta.
“Entendiendo el contexto en que te sitúa esta propuesta, me parece que no
apunta a las demandas de fondo de las comunidades mapuches y no
resolvería algunas inquietudes políticas que distintas organizaciones
sociales vinculadas a la temática mapuche han instalado por mucho tiempo
en la zona”, manifestó.

“Más que ampliar la representación parlamentaria a mí me parece que hay


que generar los espacios de diálogo con aquellas organizaciones que están
más críticas al actuar del ejecutivo y tratar de avanzar en un reconocimiento
total de la identidad mapuche y de la generación de un verdadero Estado
Plurinacional”.

Para Verónica Figueroa, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la


Universidad de Chile, las propuestas se quedan cortas. “La ley de cuotas en
La Araucanía no asegura la participación indígena ni que el candidato logre
acceder a los cargos, sólo asegura que estén en un listado en el proceso
inicial”, critica la experta. “Lo interesante habría sido una ley de escaños
reservados, que se establezcan distritos indígenas como en otros países,
por ejemplo, o que un porcentaje del congreso esté reservado
exclusivamente para indígenas y así asegurar representación política”,
propone Figueroa.

https://www.servindi.org/17/09/2018/la-compleja-participacion-de-los-
pueblos-indigenas-en-las-elecciones

18 de setiembre, 2018.- La participación electoral de los pueblos indígenas de la Amazonía


es relativamente reciente en el Perú. Las primeras elecciones en que los indígenas
amazónicos participaron de manera activa, ya sea votando o siendo elegidos, fue en los
sufragios municipales de 1983. Oficialmente podían votar desde 1980, ya que la
Constitución de 1979 había introducido la posibilidad de que las personas analfabetas
voten, sin embargo, en las elecciones de 1980 muy pocos votaron, pues la mayoría no
contaba con la Libreta Electoral, que en ese entonces era el documento necesario para
votar.
Desde entonces han sido elegidos aproximadamente cien alcaldes indígenas en la
Amazonía peruana, incluyendo a nivel distrital y provincial. Esta cifra podría parecer
bastante alta, pero en realidad, el promedio de alcaldes elegidos en cada proceso electoral
ha oscilado entre diez y doce, promedio que ha bajado a ocho en las elecciones de 2014.
Este número de autoridades indígenas elegidas resulta bastante bajo si se toma en
consideración que, en por lo menos 23 distritos de la Amazonía peruana, la mayoría de la
población es indígena.

Dificultades para la participación electoral


Los electores provenientes de las comunidades nativas amazónicas enfrentan diversas
dificultades para poder participar en las elecciones, principalmente debido a no contar con
DNI o por el alto costo para ir a votar. Estos problemas, sin embargo, no son nuevos. Ya en
el año 2000 la Defensoría del Pueblo publicó un Informe(1) en el que señalaba la existencia
de estos problemas y en el que exigía al Estado que los resuelva.
En el caso de la documentación, a pesar de los esfuerzos hechos por RENIEC para facilitar
el DNI a la población indígena, según los últimos datos disponibles, como el de la Encuesta
Nacional de Hogares de hace un par de años, cerca del 10% no contaba con este
documento. También es importante tener en cuenta que la mayor parte de esta población
está compuesta por menores de edad. Así, por ejemplo, en el distrito de Río Santiago
(Condorcanqui, Amazonas), a pesar de que la población indígena corresponde a casi el 97%
de la población total del distrito, el porcentaje de electores solo es el 25% del total.
La otra dificultad principal radica en el acceso a los lugares de votación. Para muchos
indígenas, el ir a votar significa desplazarse por el río; esto implica no solamente varias
horas sino, incluso, en algunos casos, más de un día de viaje. Pero, además de la distancia,
ir a votar implica gastar en pasajes, combustible, alimentos y alojamiento, además de las
dificultades para dejar a sus hijos menores. Una solución podría ser diversificar más los
centros de votación, sin embargo, se ha avanzado poco al respecto.

El pernicioso sistema de cuotas


En el año 2002 se hizo una reforma a la Ley de Elecciones Municipales por la cual se
estableció el sistema de cuotas indígenas. De acuerdo a este, en zonas con población
indígena, por lo menos el 15% de candidatos en las listas electorales deben ser indígenas.
Este sistema, que supuestamente debería beneficiar a la población nativa y su participación
electoral, ha terminado convirtiéndose en un problema complejo.
Para lograr una medida efectiva de acción afirmativa se tendría que fijar un número
de escaños preestablecidos, como ocurre en otros países
 

En primer lugar, porque al igual que los otros sistemas de cuotas establecidas en la
legislación electoral peruana, como las de género y juventud, se trata de cuotas
en las listas de candidatos y no en la de autoridades elegidas. Para lograr una medida
efectiva de acción afirmativa se tendría que fijar un número de escaños
preestablecidos, como ocurre en otros países. De todos los países que tienen medidas
similares, el Perú es el único que lo aplica de esta manera y, por lo tanto, no llega a
garantizar el acceso real a los cargos por parte de mujeres, jóvenes o indígenas.
En segundo lugar, porque no hay criterios claros para su aplicación, sino que, en muchos
casos, sobre todo en el caso de las elecciones regionales, depende de las decisiones que
tome el Jurado Nacional de Elecciones o los Jurados Electorales Especiales. En el caso de
2014, por ejemplo, no se aplicó a varias provincias con población indígena, como fue el
caso de las provincias de Loreto o de Purús en Ucayali.
En tercer lugar, este sistema ha generado lo que la gente popularmente ha denominado
“candidatos de relleno”; es decir, se coloca a los indígenas en los últimos puestos de las
listas, de tal manera que, aún ganando las elecciones, debido a la cifra repartidora, los
candidatos que van en último lugar no logran ser elegidos. Además, en muchos casos, el
último lugar lo ocupa una mujer joven indígena, cumpliendo así con todas las cuotas que la
ley exige, pero al mismo tiempo, burlando dicha ley.
Finalmente, este sistema ha contribuido a debilitar al movimiento indígena. Antes de la
existencia de las cuotas, muy pocos partidos invitaban a participar en sus listas a candidatos
indígenas y, cuando lo hacían, tenían razones explícitas para hacerlo. Sin embargo, con el
sistema de cuotas, todos los partidos tienen la obligación de presentar candidatos indígenas,
lo que hace que los electores repartan sus votos entre sus conocidos con la esperanza de que
alguno salga elegido, dispersando así su voto y debilitando su posición.

Balance y perspectivas a futuro


Las últimas décadas han mostrado el interés que existe, por parte de la población indígena,
de tomar las riendas de su futuro a través de los procesos electorales. Sin embargo, la falta
de facilidades para la participación electoral, el sistema de cuotas, y las propias normativas
de funcionamiento de las municipalidades han mostrado los límites de este proceso,
generando, en algunos casos, una cierta frustración y desilusión frente a estos espacios de
gobierno local que no responden ni a sus necesidades ni a sus tradiciones culturales y
políticas.
A diferencia de otros Estados de la región, no se están discutiendo reformas
sustantivas para asegurar verdaderos espacios de autogobierno y representación
indígena, tanto a nivel local, como regional y nacional.
 
La Defensoría del Pueblo también ha expresado su preocupación debido a que las normas
actuales no garantizan la representación real de los pueblos indígenas en gobiernos
regionales ni provinciales(2). En efecto, el Perú ha quedado rezagado en materia de
legislación y de políticas públicas para los pueblos indígenas. A diferencia de otros Estados
de la región, no se están discutiendo reformas sustantivas para asegurar verdaderos espacios
de autogobierno y representación indígena, tanto a nivel local, como regional y nacional.
Es urgente revisar el sistema de cuotas, la ley de Municipalidades y, en especial, adaptar la
legislación peruana al Convenio 169 y a los otros compromisos internacionales que el Perú
ha asumido. Pero sobre todo resulta urgente y necesario pensar en cambios más profundos
que modifiquen la institucionalidad misma de los gobiernos locales y regionales, si es que
se quieren respetar adecuadamente los derechos indígenas y lograr un verdadero proceso de
inclusión desde una perspectiva intercultural.

http://www.scielo.org.co/pdf/rci/n85/n85a09.pdf
Convenio No. 169, de la vigencia de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas y de la Ley No. 29785—

Antes de continuar conviene precisar que, para este trabajo, por representación electoral se
entiende solo la representación que se produce con las candidaturas, y no con los finalmente
electos. Dicho esto, se indica que con la reforma constitucional de 2002 se introdujo en la
Constitución Política el término pueblos originarios, colectivos que, junto con las comunidades
campesinas y las comunidades nativas, fueron considerados por la norma constitucional (artículo
191) destinatarios de las cuotas de participación electoral para procesos de elecciones regionales y
municipales (ERM). El establecimiento de esta cuota, desde entonces denominada “cuota nativa”
—consecuencia lógica de la tradición peruana—, ha obligado a que un porcentaje de los
postulantes a las listas electorales de las organizaciones políticas esté compuesto por
representantes de los citados colectivos Ahora bien, debido a esa misma tradición, su aplicación
ha considerado, desde el inicio, únicamente a los miembros de las comunidades nativas —no
necesariamente indígenas, como se advirtió en el pie de página 5—, obviando analizar las
implicancias de que en la Constitución también se haga referencia explícita a los pueblos
originarios.9 Esto puede apreciarse en mayor detalle en el cuadro 1

http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/2010/CEM_Problematica_indigena/_documentos/
03Informe-PoliticasPublicas/INFORME-POLITICAS-PUBLICAS.pdf

1. RECONOCIMIENTO El conjunto de problemas relacionados con la problemática de los


pueblos indígenas que se han presentado en forma acumulada en esta primera década del
siglo XXI en el Perú, que ya habían asomado en la década de fin de siglo XX al definirse la
Constitución de 1993 y ratificarse el 02 de febrero del 1994 el Convenio N° 169 de la OIT,
como parte de la normativa de nivel constitucional, requiere un análisis y tratamiento que
a su vez implica asumir con perspectiva histórica el conjunto de procesos inacabados que
datan de la fundación del estado republicano y del proceso de independencia iniciado con
los movimientos campesinos del siglo XVIII frente a un orden colonial en crisis. Puntos de
gran significado de tal antecedente histórico fueron la resistencia indígena de Juan Santos
Atahualpa en la selva central7 y décadas mas tarde, la revolución de Tupac Amaru II en la
sierra sur andina en 1780, aun cuando fueron expresiones socioculturales diferenciadas en
tiempo y ubicación geográfica. En el año 2010, declarado por las Naciones Unidas y
encargado a la UNESCO como Años Internacionales de Acercamiento de las Culturas y de
la Diversidad Biológica, hace indispensable tomar conciencia de ello en lo que significa
asumir las características del proceso del estado nación en el Perú, para plantearse la
pregunta de cuánto de la diversidad cultural y social expresada en nuestra historia ha
logrado ser efectivamente recogida, representada y reconocida en forma oficial a nivel
estatal, para avanzar a niveles de un desarrollo integral y sostenible con superación de los
puntos críticos de la pobreza, la desigualdad, la discriminación racial, como en particular
del peso de un estado monocultural, en la mirada necesaria hacia el escenario del 2021
que como reto convoca e interpela a todos los sectores de la sociedad peruana y sus
poderes públicos, para la construcción de una democracia intercultural. Si bien lo
acumulado hasta la Constitución de 1993, en cuanto al reconocimiento de un conjunto de
derechos, como el derecho a la igualdad ante la ley y a la no discriminación de cualquier
índole, y en particular a la identidad étnica y cultural, con reconocimiento y protección de
la pluralidad étnica y cultural de la Nación, por parte del Estado (Artículo 2°, 2 y 19), y que
por la ratificación del Convenio N° 169 se extendió a “los pueblos considerados indígenas
por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país en la época de la
conquista o la colonización y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas
sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de
ellas”(Artículo 1°, b); en la práctica y en los hechos fue poco lo

http://biblioteca.clacso.edu.ar/Peru/grade/20100513031739/InvPolitDesarr-14.pdf
2. DISCRIMINACIÓN RACIAL E IDENTIDAD ÉTNICA EN AFROPERUANOS E INDÍGENAS Un
fenómeno vinculado al estado de exclusión de determinados grupos sociales es la
discriminación, cuyas diversas formas tienden a reforzar los mecanismos de exclusión
social existentes, a la vez que son una consecuencia y una manifestación de la situación de
vulnerabilidad social de los grupos excluidos. La exclusión, al mismo tiempo, se puede
expresar mediante la autoexclusión, como respuesta individual o colectiva a los procesos
de discriminación de los que son objeto ciertos grupos sociales, étnicos o raciales.
Mientras que la exclusión alude a procesos estructurales que se han institucionalizado en
el tiempo, la discriminación se vincula más a prácticas cotidianas que se expresan en las
relaciones “cara a cara”. Debido a ello, la discriminación tiene una cierta autonomía
relativa con respecto a la exclusión. No todos los grupos excluidos son discriminados, ni
todos los grupos discriminados son excluidos. Sin embargo, en una sociedad como la
peruana ambas situaciones suelen coincidir y afectar a las poblaciones étnicas, como es el
caso específi co de afrodescendientes e indígenas. La discriminación, en este sentido,
constituye una expresión de la exclusión social que sufren esos grupos étnicos (Figueroa y
otros 1996, Torero y otros 2004).
file:///C:/Users/WINDOWS/Downloads/
DialnetLasCuotasDeParticipacionElectoralEnPeruCaracterist-3635900.pdf

discriminación inversa, pues privaría de este acceso a cualquier otra persona que no la integrara

En cuanto a las deficiencias de esta legislación vista como un todo, la más importante sin duda es
la falta de indicación sobre la ubicación en que deben ser consignados los integrantes de estos
colectivos en las listas de candidatos, lo cual no sólo no asegura el cumplimiento de la finalidad de
una medida como ésta -como sí lo hace por ejemplo la española, al exigir la posición de los
hombres o mujeres en las listas, ya sea por alternancia o por tramos- sino que más bien podría dar
a entender que legitima la actuación de las organizaciones políticas que, cumpliendo
matemáticamente tal requisito, también consignan –como se aprecia de los resultados de las
inscripciones de listas en procesos anteriores, gracias a su margen de discrecionalidad- a buena
parte de dichos integrantes en la segunda mitad de las listas, reduciendo e incluso eliminando
toda opción real de ser proclamados electos, en tanto en Perú, las elecciones municipales y
regionales se guían por listas cerradas y bloqueadas, mientras que las correspondientes al
Congreso de la República, también por listas cerradas (aunque con doble voto preferencial
opcional).

Podría preguntarse si es realmente adecuado pensar en la necesidad de alguna acción afirmativa


para promover la representación política del colectivo indígena en el Congreso si, a diferencia de
lo que sucede en Nicaragua y Colombia, en Perú la población que la integra no constituye una
auténtica minoría. Siendo general una comprensión basada en aspectos numéricos, hay que
anotar que es evidente que la discriminación puede recaer sobre grupos incluso numéricamente
importantes, como es el de las mujeres. Guillaumin, citado por González Martín, indica que por
grupos minoritarios “entenderemos no aquellos que serían forzosamente menores en número
sino más bien aquéllos que en una sociedad están en estado de “menor poder”, sea éste
económico, jurídico, político …”15 . De allí que el Institute for Democracy and Electoral Assistance -
IDEA, haya señalado que a las minorías étnicas, lingüísticas, religiosas o los grupos etéreos, al estar
todos cruzados por la distinción básica entre hombres y mujeres, se les haya dado, en muchos
casos, una diferenciación en los mecanismos para asegurar la representación política, lo cual ha
resultado conveniente: “mientras la inclusión de las mujeres se ha buscado fundamentalmente a
través de las cuotas, la inclusión de minorías étnicas o raciales ha sido promovida a través de
escaños reservados Se comprende entonces también la razón de la adopción de dichas medidas en
Colombia y Nicaragua, con poblaciones indígenas proporcionalmente menores a la peruana, y no
se comprende por qué, no optándose por esta alternativa, en Perú es incluso restringido el ámbito
de aplicación de la cuota.

https://elcomercio.pe/luces/libros/representacion-politica-
indigena-peru-246717

¿Desde cuándo se da en el Perú la cuota indígena y de


pueblos originarios?
Ha pasado por varias facetas pero inicia básicamente en 2002.
Inicialmente la ley se platea junto con la representación de género
y de jóvenes, pero hasta que tú no sabes exactamente sobre qué
población aplicarás la cuota, es muy difícil aplicarla. Lo que ha ido
pasando es que el JNE ha ido aprovechando los avances que se
han hecho en el viceministerio de Interculturalidad en tener una
base de datos de comunidades originarias, campesinas y nativas.
Incluso inicialmente la cuota solo se aplicaba para estas últimas,
pero sucesivamente se fue incorporando también para las
campesinas. El hecho de que exista este viceministerio ayuda al
JNE a implementar la cuota.

¿Cuál es la diferencia entre representación política


descriptiva (nominal) y sustantiva?

Cuando uno piensa en representación hay dos maneras de


hacerlo. La primera es simplemente una representación nominal,
en la que tratamos que los distintos grupos de la sociedad se
vean representados en un cuerpo político. Y esos grupos pueden
ser mujeres, hombres, indígenas, no indígenas, jóvenes o adultos.
La idea es que el cuerpo de representantes tenga la misma
proporción y las mismas características que la población electoral
tiene. Por otro lado, si queremos que esta (representación) sea
sustantiva, implica que esos grupos, que generalmente tienen
desventajas y brechas, logren que sus demandas se conviertan
en políticas y que sean realmente representadas en las
posiciones que el gobierno tiene respecto a programas de
desarrollo, de apoyo, en políticas públicas. Entonces, la idea de la
representación sustantiva es que no solamente represente
nominalmente a grupos poblacionales, sino que las demandas de
estos tengan representación en la oficina pública.
http://www2.congreso.gob.pe/Sicr/Prensa/heraldo.nsf/
CNtitulares2/F97F7C390F4AAF7D0525768D0005506D/?
OpenDocument

Debido a la importancia cultural y socio-histórica de los pueblos originarios en


las áreas andinas y amazónicas, se hace necesaria la representación mediante
una cuota indígena en el Poder Legislativo, además de la creación de una cartera
ministerial específica que ofrezca una atención duradera y sostenible a los
pueblos originarios.
Estas y otras propuestas fueron evaluadas en la sesión de la Comisión
Multipartidaria encargada de estudiar y recomendar la solución a la
problemática de los pueblos indígenas, que preside la congresista Gloria Ramos
(NO A).
La legisladora también explicó el carácter significativo del territorio, su
significado colectivo, material y espiritual y por tanto su tratamiento jurídico.
“La Constitución debe reformarse para compatibilizar la categoría jurídica
internacional ‘Pueblos Indígenas’ con las existentes ‘Comunidades Campesinas’,
‘Comunidades Nativas’, ‘Pueblos Originarios’, ‘Rondas Campesinas’ y así evitar
confusiones e interpretaciones divergentes sobre los pueblos indígenas como
sujetos de derecho, dijo.
El documento “Políticas Públicas para las Comunidades Indígenas”, es un
informe elaborado sobre cuatro ejes temáticos: Territorio, Educación
Intercultural Bilingüe, Salud Intercultural e Institucionalidad y Representación.
El informe propone un tratamiento especial para los Pueblos Indígenas por
parte del Estado. Formulación de políticas lingüísticas que garanticen el respeto
al uso de sus lenguas originarias, la creación de un centro de estudios e
investigación que coordine con el INEI y con las organizaciones indígenas las
estadísticas que incluyan factores demográficos, territoriales y culturales, entre
otros.
Ramos Prudencio recordó que durante el próximo Pleno, se debatirá el informe
emitido por la Comisión sobre el Derecho a la Consulta Previa, punto priorizado
en la agenda del Congreso, dijo.
http://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2016/02/Intersectando-
desigualdades-VERSI%C3%93N-FINAL.pdf
Las cuotas electorales son mecanismos afirmativos que buscan impulsar y fortalecer la
participación política de diferentes grupos poblacionales de forma igualitaria. Estas presumen que
existen desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales que impiden una participación
bajo las mismas oportunidades entre grupos sociales e individuos. Así, se focalizan en el proceso
de selección de los postulantes a un cargo de representación política, de tal forma que la
competencia política electoral no reproduzca las desventajas entre grupos (Ríos, 2008). En ese
sentido, podemos mencionar lo que Clyde Soto señala al respecto: “[Las cuotas] establecen un
número o proporción de cargos, lugares, ascensos o vacancias que deben ser obligatoriamente
ocupados por el grupo discriminado. Es una forma adecuada cuando existe subrepresentación o
dificultades para el acceso y la promoción de determinados sectores de la sociedad a ciertos
espacios, sobre todo cuando estas dificultades se muestran resistentes a mecanismos no
compulsivos o a incentivos para que se produzca un cambio, y cuando la resistencia al cambio se
ubica principalmente en quienes toman las decisiones (votantes, instancias de decisión, etc.)”.
(Soto, 2009: 74)

También es necesario señalar que una diferencia entre inclusión y representación es que, si bien la
primera hace referencia al derecho de participar en la política (es decir, el derecho a elegir y ser
elegido), la segunda implica actuar conforme a los intereses de un colectivo determinado (León,
2005). Es por ello que las cuotas electorales permiten y garantizan lo primero, pero no aseguran lo
segundo, ya que ello dependerá de otras variables.

Por otro lado, en el caso de la cuota indígena, es a partir de 2002 que en el Perú se instaura dicho
mecanismo mediante, por un lado, la promulgación de la Ley 27734 (27 de mayo de 2002), que
modifica la Ley 26864, Ley de Elecciones Municipales y, por otro lado, en lo establecido en la Ley
27683, Ley de Elecciones Regionales. En ambos casos se daba cumplimiento legal a lo estipulado
en el artículo 191 del texto constitucional. Este sistema de cuotas determina la presencia no
menor de un 15% de representantes de las comunidades campesinas, comunidades nativas y
pueblos originarios en las listas de postulantes a los consejos municipales provincial y regional de
las circunscripciones que el Jurado Nacional de Elecciones haya definido previamente, en
coordinación con el Ministerio de Cultura.

Artículo 116o.- Las listas de candidatos al Congreso deben incluir un número no menor del 25% de
mujeres o de varones.

http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con_uibd.nsf/
E301D8DD2B41DC51052574B1006EBAC8/$FILE/sistemas_reforma_electoral.pdf
Las formas de candidatura y de votación tienen una gran importancia, especialmente en tres
sentidos:

a) Para la relación entre elector y candidato/diputado. Es obvio que en el caso de candidaturas


individuales la persona juega un papel importante, aun cuando en sistemas de partidos bien
estructurados el candidato sea mucho menos determinante que el partido al que representa en el
voto. Pero desde que esta relación ganara importancia en las concepciones de la representación
política (como consecuencia de la crítica a las anónimas listas cerradas y bloqueadas en sistemas
electorales proporcionales), se han tornado más atractivos los sistemas electorales en los que la
candidatura individual se combina con la representación proporcional como principio de
representación. Así, la circunscripción uninominal se introdujo en sistemas de representación
proporcional, eliminando el efecto que ésta tiene en los sistemas electorales mayoritarios, i.e.
producir una desproporción entre votos y escaños a favor del partido más fuerte. Sólo permanece
el efecto de 22 DIETER NOHLEN una relación estrecha entre electores y elegidos;

b) Para la relación entre los candidatos/diputados y su respectivo partido. Las distintas formas de
candidatura y votación le permiten al elector ejercer una mayor o menor influencia sobre la
selección de candidatos dentro del partido. Las candidaturas individuales fomentan en cierta
forma la independencia del candidato frente al partido. En el caso de las listas de partidos, según
sea su forma, puede fortalecerse (lista cerrada y bloqueada) o debilitarse (lista cerrada y no
bloqueada, lista abierta) la dependencia del candidato frente a su partido. En el caso de las listas
cerradas y bloqueadas, el candidato está atado a la nominación del partido; pero no así en el caso
de las listas cerradas y no bloqueadas y de las listas abiertas, como hemos apuntado
anteriormente;

c) En cuanto a la posibilidad de los partidos de planear la composición de los grupos políticos en el


parlamento. Sobre todo con listas cerradas y bloqueadas, los partidos pueden nominar por
ejemplo a especialistas, mujeres o representantes de determinados grupos sociales en lugares
“seguros” en la lista. Esta estructuración de la representación política según criterios sociales y/o
funcionales es más difícil en el caso de candidaturas individuales y otras formas de listas.

https://www.monografias.com/trabajos77/sistema-electoral-peru/sistema-
electoral-peru.shtml
El sistema electoral peruano
Tomando en cuenta los elementos del sistema electoral peruano, no resulta sorprendente la
fragmentación extrema que vemos para las elecciones del 2006. El sistema electoral peruano es
proporcional hasta extremos sumamente nocivos. Probablemente en nuestro país sería
contraproducente instaurar un sistema mayoritario ya que existe una pluralidad de intereses en
la población. No obstante, es indiscutible la necesidad urgente de establecer correcciones al
sistema electoral. Por ejemplo, podríamos evitar el ingreso de los partidos pequeños mediante
una barrera electoral efectiva a nivel nacional.
Por otro lado, se podría evaluar la introducción de la lista cerrada y bloqueada. Si consideramos
nuestro frágil sistema de partidos, incentivar la cercanía de la relación entre el candidato y
partido sería bastante favorable para fortalecerlo. En el mismo sentido sería apropiado evaluar
la eliminación del doble voto preferencial. Esta medida incluso evitaría el transfuguismo
debido a que el candidato debería su puesto al partido en última instancia.
Es imprescindible definir en primer lugar cuáles son los objetivos de nuestro sistema electoral
para que éste sea construido orientado hacia dichos fines. Es decir, si se debe favorecer la
gobernabilidad, es inevitable introducir aquellas reformas que modifiquen el multipartidismo
extremo. El sistema electoral peruano también debería tener como objetivo fortalecer el
sistema de partidos.

Ampliar la cuota nativa al 15%

Cambiar el sistema electoral a la lista abierta por cerrada


Inicialmente la comisión aprobó, también por mayoría, con 11 votos a favor y
uno en contra, plantear la insistencia en la autógrafa de ley que modifica el
artículo 33 de la Ley Orgánica del Jurado Nacional de Elecciones, la cual fue
observada por el Ejecutivo.

in embargo, todavía existen desafíos. En países con grandes poblaciones


indígenas, como Perú, Ecuador, Bolivia y México, el porcentaje de los
que tienen un empleo calificado y estable es entre dos y tres veces menor
que del resto de la población. En Guatemala, un 61.2% de los niños
indígenas sufrían de desnutrición crónica en 2014, en comparación con
un 34.5% de los que no lo son. En suma, si bien los pueblos indígenas
representan un 8 por ciento de la población total de la región, conforman
el 14 por ciento de los pobres en América Latina.

Las altas tasas de pobreza van aparejadas de un menor acceso a la


escolarización entre los niños indígenas, lo cual se traduce en
posibilidades más reducidas de incrementar sus ingresos en el futuro.
Esto limita la capacidad de mejorar su movilidad social, o lo que es lo
mismo, de escapar de la pobreza, convirtiéndose en un círculo vicioso
que es necesario romper.

Para lograrlo, en el Banco Mundial trabajamos desde hace años con los
países para incrementar las oportunidades económicas y brindar
condiciones de vida más dignas a los pueblos indígenas. Lo hacemos
apoyando a sus comunidades con programas de desarrollo productivo y
protección social, facilitando un mayor acceso a servicios de calidad
culturalmente pertinentes, y fortaleciendo la seguridad jurídica de sus
tierras. Todo ello a través de proyectos de inversión en diferentes áreas
como educación, salud, agua y saneamiento, competitividad rural y
conservación de la biodiversidad.

Asimismo, participamos en un proceso de diálogo permanente con


organizaciones de toda Latinoamérica, representadas por el Foro
Indígena Abya Yala (FIAY). En el marco de este trabajo se han
fomentado procesos de diálogo entre los gobiernos y los representantes
indígenas, y se ha brindado asistencia técnica a los países en la
formulación de políticas para asegurar una mayor participación de los
pueblos indígenas en los procesos de desarrollo en sus países.

Este compromiso lo reafirmamos a mediados de marzo con la aprobación


de un innovador proyecto de US$80 millones para apoyar la
implementación del Plan Nacional de Desarrollo Integral de Pueblos
Indígenas en Panamá, una iniciativa propuesta por las mismas
comunidades. El proyecto establecerá la plataforma operativa y fiduciaria
para volver realidad las acciones propuestas en el Plan. A la vez, crea un
modelo de desarrollo en donde los mismos pueblos son los que definen
sus prioridades de inversión y desarrollo en sus territorios, y participan
de forma activa en el monitoreo y evaluación de su implementación de la
mano con el gobierno.

En concreto, el proyecto apoyará las prioridades establecidas en el Plan


para mejorar la infraestructura y la calidad de servicios de salud,
educación, y agua y saneamiento, con base en las prioridades
establecidas por sus propias comunidades y autoridades tradicionales.
Asimismo, contribuirá al fortalecimiento de la capacidad de gobernanza
y coordinación entre el gobierno panameño y las autoridades indígenas
para fomentar y mejorar la calidad, pertinencia cultural y sostenibilidad
de la inversión en estos territorios.

Por supuesto, esperamos que los beneficios vayan más allá del propio
proyecto al elevar la visibilidad, inclusión y reconocimiento en la
implementación de los derechos indígenas. Asimismo, esperamos que
esta iniciativa sea retomada en otros países pues sabemos que escuchar y
tomar en cuenta su propia visión de desarrollo es la mejor manera de
contribuir a superar las barreras estructurales que perpetúan la
desigualdad y discriminación.

Sólo así, la profunda transformación social iniciada a comienzos del


milenio logrará eliminar la exclusión y aumentar las oportunidades para
todos los latinoamericanos.
http://www.gacetaconstitucional.com.pe/index.php/2017/09/15/stc-02765-
2014-patc/

SEGÚN LA STC 02765-2014-PA/TC –


El TC se pronuncia sobre los límites de la administración de justicia dentro de las
comunidades campesinas y nativas. Específicamente resalta las garantías mínimas
que deben protegerse a favor de los integrantes de dichas comunidades.

A través de esta importantísima sentencia emitida por el Tribunal Constitucional


esta última semana, se precisa los alcances de la jurisdicción que ejercen las
comunidades campesinas y nativas. Así como las garantías mínimas que se deben
respetar dentro de tales jurisdicciones, entre ellos el derecho fundamental al debido
proceso y todos los derechos conexos a este. Además, el TC enfatiza que la decisión
tomada no equivale a ir en contra de la autonomía de la jurisdicción de una
comunidad, sino de proteger los mínimos indelegables de los derechos
fundamentales que ninguna jurisdicción puede obviar.

Bajo el desarrollo de estas premisas, el TC declaró fundada la demanda de amparo


interpuesta por cuatro ciudadanos contra las autoridades de la Comunidad
Campesina de Montevideo (municipio distrital de Montevideo, en Chachapoyas,
Amazonas) y del comité de la ronda campesina del lugar, para que se deje sin efecto
un acta de asamblea general en el extremo que sancionan a los accionantes con su
destitución de la comunidad y la devolución de sus terrenos a la comunidad.

Al respecto el Colegiado advierte que en los procesos iniciados por comunidades


campesinas y nativas, se debe garantizar el derecho fundamental al debido proceso.
Ello implica que la persona acusada debe tomar conocimiento certero de los hechos
que se le atribuyen, a fin de poder articular una estrategia de defensa; y, en la
medida de lo posible, las faltas y sus respectivas sanciones deben estar
adecuadamente reguladas en el estatuto de la comunidad y, de no ser ello factible,
las decisiones deberán adoptarse sobre la base del derecho consuetudinario.
Asimismo, la persona acusada debe tener la oportunidad y el tiempo necesario para
preparar su defensa, lo que conlleva la posibilidad de que pueda presentar y
sustentar sus argumentos.

Por otro lado, el TC también señaló que para que las comunidades campesinas y nativas
puedan ejercer la jurisdicción comunal deben contar con algunos presupuestos. Estos son:
A) autoridades comunales para ejercer la jurisdicción y tomar decisiones administrativas; B)
la facultad de competencia para resolver el conflicto jurídico que ocurra en su territorio, de
conformidad con su desarrollo histórico-cultural, su derecho consuetudinario y, en general,
su particular sistema normativo; C) procedimientos que permitan una mínima garantía de
los derechos fundamentales de los procesados y los agraviados; y, D) la potestad para hacer
efectivas sus decisiones y que estas sean definitivas.

En virtud de todo lo señalado, al resolver el caso el TC explicó que no existía duda sobre la
potestad de la comunidad campesina demandada para ejercer jurisdicción comunal, pues su
existencia jurídica está plenamente reconocida. Sin embargo, consideró que esta, al
sancionar a los demandantes, no respetó las garantías mínimas del derecho fundamental al
debido proceso, pese a la presencia del juez de paz y la certificación que realiza a las firmas
del acta de la asamblea, pues en el desarrollo de las investigaciones en torno a las supuestas
faltas cometidas por los recurrentes, no se garantizó que estos ejerzan su defensa, ni se
hizo referencia a alguna normativa concreta que regule las faltas atribuidas, ni el
fundamento de la sanción aplicada Por lo que el TC ordenó a la Comunidad emplazada se
aplique un nuevo proceso, donde se respete las garantías del derecho al debido proceso,
específicamente en lo relacionado al derecho de defensa de los accionantes, sin embargo
ello no significa que los accionantes se mantengan como comuneros, puesto que podría ir
en contra de la voluntad de la comunidad en este nuevo proceso.

EXP. N.° 04391-2011-PA/TC


APURIMAC
MÁXIMO CASTRO
SALVADOR
 
           
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
 
En Lima, a los 6 días del mes de marzo de 2013, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional pronuncia la siguiente sentencia con el voto en mayoría
de los magistrados Beaumont Callirgos y Calle Hayen, y el voto dirimente del
magistrado Mesía Ramírez, tras haberse compuesto la discordia suscitada por el
voto del magistrado Álvarez Miranda y no resuelta con el voto del
magistrado Eto Cruz, por haber suscrito en parte la opinión mayoritaria
 
ASUNTO
 
            Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Máximo Castro
Salvador contra la resolución de fojas 229, su fecha 21 de septiembre del 2011,
expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Andahuaylas y
Chincheros de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, que confirmando la
apelada, declaró improcedente la demanda de amparo.
 
ANTECEDENTES
 
Con fecha 22 de diciembre del 2010 el recurrente interpone demanda de
amparo contra don Ciro Pedro Torre Villagaray y don Falco Zenón Gómez
Ramírez en su condición de presidente de la Empresa Comunal
ECOMUSA S.R.Ltda. y presidente de la Comunidad Campesina San Juan
Bautista de Callebamba, respectivamente, solicitando que se le restituyan sus
derechos como socio calificado de la comunidad campesina y accionista de la
empresa comunal, toda vez que ha sido despojado de dichos derechos
lesionándose con ello sus derechos constitucionales al debido proceso, a la
defensa, al trabajo, a la propiedad, a no ser discriminado y al respeto a la
dignidad humana.
 
Afirma que ha sido separado clandestinamente de la comunidad San Juan Bautista
de Callebamba, sin haber tenido la oportunidad de ejercer su derecho de defensa, que con
motivo de su supuesta expulsión de la comunidad campesina San Juan Bautista
de Callebamba, también ha sido destituido de la empresa comunal, y que con fecha 14 de
diciembre de 2010 un grupo de aproximadamente 45 personas han empezado a cosechar en
provecho propio su producción de caña de azúcar  en una zona ubicada en sus predios.   
 
Don Ciro Pedro Torre Villagaray, presidente de la Empresa Comunal
ECOMUSA S.R.Ltda., con fecha 9 de marzo de 2011 dedujo la excepción de
falta de agotamiento de la vía previa y contestó la demanda solicitando que sea
declarada infundada argumentando que el demandante ha perdido la condición de
comunero y accionista debido a su forma desleal de actuar en contra de la
comunidad campesina San Juan Bautista y de la Empresa Comunal
ECOMUSA S.R.Ltda. En similares términos con fecha 30 de marzo de 2011 don
Falco Zenón Gómez Ramírez, presidente de la Comunidad Campesina San Juan
Bautista, contestó la demanda.
 
El Juzgado Mixto de Chincheros, con fecha 22 de junio de 2011, declaró
infundada la excepción de falta de agotamiento de la vía previa deducida por los
emplazados; en consecuencia, la existencia de una relación jurídica procesal
válida. El precitado juzgado, con fecha 11 de julio de 2011, declaró improcedente
la demanda de amparo sosteniendo que el actor acudió previamente a la vía
ordinaria respecto de los mismos hechos. A su turno, la Sala Mixta
Descentralizada e Itinerante de Andahuaylas y Chincheros, confirmando la
apelada, declaró improcedente la demanda por similares argumentos.
 

http://www.muqui.org/comunicaciones/noticias/item/539-defensa-de-pueblos-indigenas-
sustento-al-tc-demanda-contra-ley-que-viola-derechos-de-sus-territorios

“Los funcionarios creen que el Estado es propietario de todo terreno no titulado, y


también ignora el artículo 14 del Convenio 169 de la OIT que reconoce que la simple
posesión ancestral sustenta el título de propiedad de los indígenas sobre sus territorios”,
expuso Ruiz Molleda.

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